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Sintesis grupal de la experiencia

- secundario

- universitario

Agustina Molina Castillo

Experiencia en contexto de pandemia y universitaria, con todo lo que eso atañe: encierro,
miedo, ansiedad, familiares con riesgo de contagio, incertidumbre en todos los sentidos (de
salud, económico, laboral, educativo, etc). Es por esta razón que mi experiencia es más que
positiva. Ya que me permitió concentrarme en la universidad al 100% y con tranquilidad.

Año 2020, cursé 4to año de la carrera de historia de forma virtual, en la UNCuyo. Una de las
materias que más me acompañó en el primer cuatrimestre, de este año inolvidable, fue
Historia de las Ideas Políticas y Sociales de América y Argentina, también llamada Ideas III.
Dirigida por Aranda, María Marcela y Camargo, Walter César. La ejecución de la materia y las
propuestas fueron excelentes (videos, power points con audios, ensayos literarios,
documentales, películas), muy exigentes, pero nos motivaron y acompañaron en todo
momento. Teníamos reuniones todas las semanas, e incluso la sala de consultas estaba abierta
en el aula virtual, para que cualquiera en cualquier momento pudiera preguntar y evacuar
dudas, inquietudes, etc. Jamás dejaron de comprender la situación por la que transitaba cada
uno de nosotros.

Nahuel Buenanueva

Mi experiencia es en la escuela secundaria Simón Bolívar, ubicada en el departamento de San


Martin. En el 3er año de dicha secundaria se dictaba la materia de historia, la cual era una
mezcla entre historia universal e historia latinoamericana/argentina contemporánea. En años
anteriores la materia me había resultado bastante difícil e incluso aburrida, pero con la
metodología que adopto la nueva profesora y la interacción que teníamos los estudiantes con
el docente se volvió muy fácil y me llevo a elegirla como profesión, por ejemplo, con la
utilización de videos educativos, la utilización de trabajos de investigación o clases con diversos
materiales (mapas, power point, etc).

Carolina Cepeda

En mi caso personal puedo destacar mi experiencia positiva con el cursado universitario


virtual, causado por el contexto de pandemia.

Aquellos que somos padres podemos a través de la virtualidad organizarnos mejor y ponernos
al día con las materias sobre todo las de modalidad taller, que requieren una fuerte
presencialidad. Esta nueva forma de estudiar y cursar me permitió retomar el ritmo de la
carrera y estar en mayor contacto con los profesores, sobre todo en el acceso a la bibliografía.

Daniel Rivas

El relato transcurre en el nivel secundario cuando cursaba noveno, en 2004, una tarde calurosa
y en una clase sobre la revolución francesa dónde el clima estaba pesado por la temperatura y
humedad haciendo que ninguno prestara mucha atención al inicio. Todo esto sumado al
amontonamiento de personas en un aula que no estaba preparada para soportar la cantidad
de estudiantes y poca contención sonora, ya que esta no estaba diagramada para ser un aula
originalmente.

El profesor supo manejar con distintos recursos, tratando de dar participación al grupo por si
alguno sabía algo lo explicase y luego completaba, ayudas graficas con dibujos en la pizarra y
algunas explicaciones de temas secundarios para mantener el orden y la atención de todos
moviéndose por el aula, siempre buscando que la clase completa siguiera el tema.

Síntesis final:

En la síntesis de las cuatro experiencias. Coincidimos en la ductilidad digital de los profesores.


El uso de herramientas virtuales permitió el desarrollo de nuevos caminos con mejores
oportunidades. La inclusión que generó la virtualidad le concedió una nueva esperanza
académica a quienes en momentos personales, tuvieron que resignar cursado, materias,
además de la carrera en sí. El acceso al cursado pudo hacerse desde cualquier espacio físico,
sin el traslado constante, en sí acortó las distancias y los tiempos para personas que no viven
en el sistema urbano. Por un lado, en la parte económica, nos benefició porque no tuvimos
que pagar colectivo, o nafta, ni fotocopias, ni refrigerios, ni materiales de higiene (no siempre
la universidad está adaptada a nuestras necesidades). Por el otro, disminuimos la inseguridad,
aumentamos la calidad temporal, no sólo en el ámbito académico, sino también en el familiar,
porque muchos estudiantes ya son padres, madres o tienen un familiar a cargo.

Sentimos que los profesores que más nos influyeron fueron aquellos que pudieron adaptarse a
una educación más práctica, con diálogo fluido y flexible, más respetuosa porque ellos
comprendieron y empatizaron con los alumnos, por vivir las mismas circunstancias, menos
teórica y más tecnológica que ayuda a acortar la brecha entre el alumno y el docente en esa
relación inamovible, fija, determinada y unidireccional.

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