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Con este precepto lo que se trata de poner de manifiesto es que en el caso de sucesión hereditaria, los herederos
aceptantes son considerados poseedores de los bienes hereditarios desde el momento de la muerte del causante,
aunque no haya ocupación ni aprehensión alguna, por lo que su posesión se considerara incorporal.
Para la consecución de la posesión como hecho se prevé un procedimiento de carácter especial, el interdicto de adquirir
IV. La adquisición por sí y por representante.
La adquisición de la posesión puede tener lugar por el propio poseedor o por terceras personas, de ese modo el cc
establece que;
Podrá adquirirse la posesión por la misma persona que va a disfrutarla, por su representante legal, por su mandatario y
por un tercero sin mandato alguno, aunque en este caso no se entenderá adquirida la posesión hasta que la persona en
cuyo nombre se haya verificado e! acto posesorio lo ratifique.
La representación en la adquisición de la posesión.
Aunque el cc solo habla de representante legal y de mandatario este ultimo deberá ser entendido como representante
voluntario.
Podemos por tanto concluir que según nuestro ce la adquisición de la posesión puede llevarse a cabo a través de
representante.
Tradicionalmente ha existido cierta controversia entre la doctrina a este respecto, pero en la actualidad la doctrina mas
autorizada considera que no existe una razón lógico jurídica que impida la representación en los actos de aprehensión,
siempre que la misma se entienda como actuación por cuenta e interés ajeno.
La adquisición de la posesión por el gestor sin mandato.
No podemos considerar al tercero que actúa sin mandato alguno como representante, sino como un gestor de negocios
sin mandato. En este caso la adquisición de la posesión dependerá de sí el poseedor ratifica o no la actuación del
gestor, ratificación que puede ser tanto expresa como tácita.
Una vez se ha adquirido la posesión se producen numerosos efectos beneficiosos para el poseedor, como el de
favorecer su continuidad a través de la existencia de una serie de presunciones. La técnica de la presunción implica la
deducción de una circunstancia en virtud de una conjetura basada en un hecho previo que ha de estar completamente
acreditado.
La presunción puede ser iuris tantum, cuando admite prueba en contrario, o en el caso contrario se dice que es iuris et
de iure.
La mayor parte de las presunciones posesorias admiten prueba en contrario, ya que el afán de proteger al poseedor no
debe evitar que se excluya la existencia de mejor derecho a poseer de otra persona.
presumiéndose nunca.
El efecto más evidente de la posesión efectiva es que es el poseedor el que goza de la cosa y por tanto el que obtiene
las ventajas y los inconvenientes que de ella derivan.
La tenencia material de la cosa tiene consecuencias diferentes según que la cosa sea o no productiva:
??Si la cosa no es fructífera el poseedor material no ve incrementada su riqueza a través de frutos o de rentas ya que
la cosa no los produce.
??En cambio cuando la cosa es fructífera lo normal es que los frutos o rentas generados por la cosa pertenezcan al
poseedor material de la misma.
De este modo el cc establece que el poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos mientras no sea
interrumpida legalmente la posesión. Además el hecho posesorio atribuye al poseedor una serie de beneficios
formulados a través de las presunciones.
b) Deberá abonar incluso el valor de los frutos que hubiera podido percibir el poseedor legitimo conforme a la utilización
normal de la cosa aunque el poseedor de mala fe no los haya percibido efectivamente.
Dice el ce que el poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos mientras no sea interrumpida legalmente la
posesión.
De este modo si en un proceso posesorio una sentencia reconoce la posesión del demandante, y no se ha probado la
mala fe del poseedor, se le deberá tener por poseedor de buena fe y por tanto se le condenara solo a la devolución de
los frutos percibidos desde la interpelación judicial.
Los Gastos
La utilización de la cosa por el poseedor normalmente conlleva una serie de gastos que pueden ser reintegrables o no al
poseedor que deja de serio. Para determinar este extremo el criterio sigue siendo el de la buena o de la mala fe.
Respecto de las normas del ce sobre liquidación del estado posesorio debemos destacar en primer lugar su aplicabilidad
general y además su carácter dispositivo, de modo que en virtud del principio de autonomía privada, las partes pueden
decidir suprimir estas normas por otras que satisfagan mejor sus intereses
El principal problema que se plantea a este respecto es el de delimitar el significado que se le ha de dar al termino titulo.
El entendimiento de este precepto puede plantearse desde dos tesis diferentes:
a) Tesis romanista. Considera que el titulo al que se refiere el art. 464 es el titulo hábil para la usucapión, ya que la
mera posesión de la cosa mueble no puede privar al propietario de las facultades de reivindicación reconocidas por
el derecho.
b) Tesis germanista. Es posible consagrar la adquisición del poseedor de buena fe aunque el trasmitente no sea
realmente dueño de la cosa trasmitida. El titulo a que se refiere el arte 464 es por tanto el titulo de dominio y por ello
la adquisición de buena fe equivale al titulo de dominio, y conlleva la irreivinidicabilidad de la cosa, por parte del
dueño.
En la interpretación que la jurisprudencia realiza del arte 464, sigue la tesis germanista, entendiendo que el adquirente
deberá ser considerado propietario salvo que el verdadero dueño hubiese perdido la cosa mueble o hubiese sido privado
de ella i legal mente. En cualquiera de estos dos casos el dueño estaría legitimado para reivindicar la cosa.
La equiparación entre la adquisición de buena fe y el titulo de propiedad se conoce como adquisición a non domino.
Para que la adquisición a non domino entre realmente en juego es necesario que el adquirente posea efectivamente la
cosa mueble, que lo sea de buena fe, y que la transmisión de la cosa se asiente en un negocio que pueda ser
considerado valido.
Se denomina derecho hipotecario al conjunto de reglas sobre la publicidad Jurídico inmobiliaria. El hecho de que a ley
hipotecaria se promulgase con anterioridad al ce se debe al retraso que en este provocó el llamado " problema foral ",
acentuado por las tenencias uniformadoras del proyecto de 1851. Además las consecuencias de la desamortización y la
necesidad de dinamizar la economía y la seguridad de los capitales provocaron el impulso en la creación de un sistema
hipotecario que fortaleciese el crédito territorial. Actualmente rige entre nosotros la ley hipotecaria de 1944 cuyo texto
refundido fue aprobado el año 1946. Esta ley mantiene en lo fundamental la regulación de la ley de 1861.
I. El registro de la propiedad.
En determinadas ocasiones a la sociedad y a los poderes públicos les interesa que determinadas cuestiones relativas a
los distintos sujetos del derecho, sean conocidas portados los miembros de la sociedad. De este modo deben figurar en
el registro civil, el matrimonio, el nacimiento, la defunción etc. Por lo que respecta a las personas jurídicas también su
constitución y disolución es inscrita en los correspondientes registros creados ad hoc.
Todos los registros existentes en el mundo del derecho tienen una característica común y es que "publican" un acto o
negocio Jurídico con la finalidad de que los mismos puedan ser conocidos por terceros.
Todos los registros son de gran importancia pero lo cierto es que las funciones que cumple el registro de la propiedad en
la actualidad, y desde su creación por la ley de 1861, son de una particular notoriedad.
El de la propiedad consiste en un registro dedicado de forma especial a reflejar la constitución y la dinámica de los
derechos reales que afecten a bienes inmuebles.
Art. 605 cc:
El registro de la propiedad tiene por objeto la inscripción o anotación de los actos y contratos relativos al dominio y
demás derechos reales sobre bienes inmuebles.
Se trata de una oficina u organismo publico que de forma oficial publica la situación jurídica en que se hallan los bienes
inmuebles y los derechos reales inmobiliarios.
Toda persona tiene derecho a acceder al registro de la propiedad para informarse de la situación de las fincas inscritas.
Cada una de las oficinas existentes en España se encuentran bajo la salvaguarda de un registrador de la propiedad.
El registro de la propiedad se encuentra organizado de tal modo que os verdaderos protagonistas del mismo son los
bienes inmuebles y no las personas que ostentan derecho sobre ellos. La razón es que los bienes raíces perduran por
mas tiempo que sus dueños y además son perfectamente identificables.
Por esta razón el registro de la propiedad no dedica un folio a cada propietario, sino a cada finca. ASÍ frente al sistema
de folio personal se opta por el sistema de folio real, con lo que a cada bien inmueble se le dedican un conjunto de folios
del libro principal del registro, " el libro de inscripciones ".
Este libro de inscripciones no es el único que integra el registro, sino que para facilitar la tarea de búsqueda existen una
serie de índices que se llevan por el sistema de fichas. Tales índices se refieren a:
www.uned-derecho.com
V. La inmatriculación de la finca.
La legislación hipotecaria establece que la primera inscripción de cada finca en el registro será de dominio: a esta
primera inscripción por ser fundamental en el orden hipotecario y para diferenciaría de las restantes se la denomina
inmatriculación.
Si la finca no esta inscrita es obvio que no podrá acceder al registro ningún derecho real limitado sobre ella, ya que el
registrador no podría encontrar el folio real correspondiente a la finca ni podría abrir uno nuevo en base a la
presentación de un titulo de constitución del derecho real que se tratase, ya que incumpliría la legislación hipotecaria.
Para tal eventualidad establece la ley hipotecaria que " el titular de cualquier derecho real impuesto sobre finca cuyo
dueño no hubiere inscrito su dominio, podrá solicitar la inscripción de su derecho con sujeción a las normas prescritas
en el reglamento.
De este modo el titular del derecho real se encuentra legitimado para solicitar una anotación preventiva y con
posterioridad requerir judicialmente al dueño para que inscriba.
La inmatriculación de la finca puede obtenerse por tres medios diferentes
??Mediante expediente de dominio.
www.uned-derecho.com
Consiste en anexionar una finca inscrita a otras también inscritas, sin que la finca mayor o finca absorbente pierda su
numeración registral, ni se cierre el folio a ella correspondiente.
Respecto de la agregación se requiere que la finca absorbente tenga una extensión que represente al menos el
quíntuplo de la suma de las que se agreguen
Con todo hay que señalarla admisión excepcional de los documentos privados.
La legislación hipotecaria reconoce deforma excepcional la posibilidad de que la presentación de un titulo mediante un
documento privado pueda producir efectos regístrales.
Tales supuestos han de entenderse tasados, pudiéndose destacar entre ellos:
??El acta de notoriedad que complementa el titulo privado de adquisición a efectos de inmatriculación.
??Solicitud de nota marginal respecto del derecho de retorno arrendaticio.
??Anotación de créditos refaccionarios por la presentación del contrato de obra. Etc.
En la mayor parte de los casos la presentación del titulo se leva a cabo por particulares aunque también se contempla el
caso de que la presentación la realicen notarios, jueces- autoridades administrativas o registradores.
La LH establece que la petición de inscripción se llevara a cabo por el que adquiera o trasmita el derecho o bien por
quien tenga interés en aseguraría.
En la practica no se suele hacer una petición formal de inscripción sino que la misma se entiende realizada de forma
tácita por la mera presentación del titulo que puede llevarse a cabo por cualquiera de los siguientes mecanismos:
• Aportación material y manual del documento.
• Por correo, considerándose presentante al remitente del documento.
Al hecho de presentar el documento y en su caso la petición de inscripción se le ha denominado " principio de rogación
", denominación no muy acertada ya que no hay un principio propiamente dicho, ni tampoco hay que rogar nada sino tan
solo realizar una simple petición.
Con tal denominación se pretende poner de manifiesto que la actividad del registrador se lleva a cabo a instancia de
parte.
A partir de que él titulo tiene acceso al registro comienzan a operar una serie de normas imperativas para el registrador;
en primer lugar la obligación de realizar el asiento de presentación. Es importante que se indique en el diario de