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TEMA 6. LA POSESIÓN. ESTRUCTURA Y DINÁMICA.

1. CONCEPTO

Con carácter general la posesión va a ser la relación de hecho de una persona con una cosa.
Históricamente se consideró a la posesión como el Estado de Hecho por el cual una persona
tiene una cosa en su poder. Actualmente autores como Peña señalan que la posesión es un
derecho que consiste en una potestad inmediata, tenencia o goce conferida por el derecho con
carácter provisionalmente prevalerte con independencia de que exista o no un derecho firme
que justifique la atribución definitiva de esa potestad.

Por tanto, se trata de un derecho subjetivo que protege con carácter absoluto la relación entre
el sujeto y la cosa, existirá además inmediatividad y absolutividad sin perjuicio de la posible
actuación de otro sujeto que se crea con mejor derecho a la cosa.

EJ: Arrendamiento posee la finca, pero no es dueño.

• El artículo 430 CC. define la posesión natural como la tenencia de una cosa o el disfrute
de un derecho por una persona, y la posesión civil como esa misma tenencia o disfrute
unidos a la intención de haber la cosa o derecho como suyos.

• El 431 CC. establece que la posesión se ejerce en las cosas o en los derechos por la misma
persona que los tiene y los disfruta, o por otra en su nombre.

• El 432 CC. dice que la posesión en los bienes y derechos puede tenerse dos conceptos:
- en el de dueño
- en el de tenedor de la cosa o derecho para conservarlos o disfrutarlos, perteneciendo
el dominio a otra persona.

Existen 4 tipos de posesión:

- Posesión natural y posesión civil


- En concepto de dueño y en concepto distinto de dueño
- Mediata e inmediata
- De buena y de mala fe

2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA

En el Derecho Romano la posesión evoluciona progresivamente para iniciarse en el concepto


exclusivo del corpus y llegar hasta el elemento espiritual que es el animus. Es decir, se trata de
tener la cosa sometida a la propia disposición y a la satisfacción de los propios fines de la
persona.

En el Derecho Germánico aparece el término “gewere” que consiste en que la posesión lleva
consigo el corpus, el animus, y la propiedad, es decir, a través de la institución de la gewere se
establece una relación directa entre la persona y la cosa, y no habría separación entre los
conceptos de posesión jurídica y de tentación. Este concepto tuvo gran amplitud en el derecho
germánico.

En cuanto al Derecho Canónico el concepto de posesión es más amplio que el derecho romano
extendiéndose la posesión a bienes incorporales y estableciendo la tutela posesoria como una
de las fórmulas necesarias para la recuperación de la posesión.
3. EL OBJETO

Pueden ser objeto de posesión tanto las cosas como los derechos. El artículo 437 CC, subraya
que debe tratarse de cosas y derechos susceptibles de apropiación.

En la posesión de cosas: Ha de tratarse de cosas dotadas de existencia actual y


configuración corporal, además de estar dentro del comercio de los hombres.

En la posesión de derechos: En efecto, lo poseído siempre son los derechos, pues cuando
hablamos de la posesión de una cosa, en realidad estamos aludiendo al derecho de
propiedad sobre una cosa o a la posesión de esa cosa en concepto de propietario.

4. ADQUISICIÓN

El artículo 438 CC establece que, “La posesión se adquiere por la ocupación la ocupación material
de la cosa o derecho poseído, o por el hecho de quedar estos sujetos a la acción de nuestra
voluntad, o por los actos propios y formalidades legales establecidas para adquirir tal derecho”.

Los criterios necesarios son:


1. La ocupación material.
2. La realización de actos propios.
3. Cumplir las formalidades legales. Estas formalidades legales se van a producir a través
de los siguientes criterios:

a) La tradición: necesaria para adquirir el Derecho Real de dominio y como requisito


previo es necesaria la posesión. Esta tradición o traditio lleva consigo el estar en
posesión de la cosa, con la entrega de la misma, pero no es necesario que lleve consigo
un contacto físico con la cosa.

b) La adquisición que se produce por ministerio de la Ley: Es en aquellos casos que una
disposición legal va a investir a una persona, con la condición de poseedor. Sin necesidad
de aprehensión material.

c) La adquisición judicial de la posesión: Esta se va a llevar a cabo mediante un juicio


verbal, mediante el cual un Tribunal de Justicia pueda poner en posesión de los bienes,
a quien los haya adquirido, por cualquier Título.

En cuanto a la adquisición por parte de un menor, el art 443 CC establece que: “los menores y
los incapacitados pueden adquirir la posesión de las cosas, pero necesitan de la asistencia de sus
representantes legítimos para usar los derechos que de la posesión nazcan a su favor”.

La adquisición por una persona distinta del poseedor: el art 439 CC establece que “puede
adquirirse la posición por su representante legal, por su mandatario y por un tercero sin
mandato alguno, en cuyo caso, deberá ratificarlo la persona en cuyo nombre se ha adquirido.”

5. PÉRDIDA

La relación entre el titular y un bien y el mismo puede llevar consigo que en determinadas
situaciones, pueda producirse la ruptura entre ambos (el sujeto y la cosa), tanto por hechos
propios como por hechos ajenos. El artículo 460 CC regula la pérdida de la posesión enumerando
los modos en los que se pierde; los dos primeros modos son voluntarios, y los dos últimos ajenos.
Estos son:
1.º Por abandono de la cosa.
2.º Por cesión hecha a otro por título oneroso o gratuito.
3.º Por destrucción o pérdida total de la cosa, o por quedar ésta fuera del comercio.
4.º Por la posesión de otro, aun contra la voluntad del antiguo poseedor, si la nueva
posesión hubiese durado más de un año.

6. POSESIÓN MEDIATA E INMEDIATA

En virtud de una relación, un sujeto puede poner a otro en poder y posesión de un bien, con la
consigna de que lo restituya pasado un tiempo. En estos casos, quien recibe la cosa se convierte
en su POSEEDOR INMEDIATO, mientras que, el que le puso en esa situación, conservaría su
POSESIÓN MEDIATA.

7. POSESIÓN DE BUENA Y MALA FE

La buena fe del poseedor consiste en la convicción de haber adquirido sin irregularidades la


titularidad del derecho que está ejerciendo.

El CC establece que se reputa poseedor de buena fe al que ignora que en su titulo o


modo de adquirir exista vicio que lo invalide, y que se reputa poseedor de mala fe al que
se halle en caso contrario.

La buena fe se presume siempre. Parece razonable que el sistema considera que el sujeto afirme
que todos los sujetos son de buena fe, y si alguien cree lo contrario, le corresponderá a ese
alguien demostrar/probar esa mala fe.

8. LIQUIDACIÓN DEL ESTADO POSESORIO

El carácter claudicante de la posesión comporta que sea frecuente la sucesión en los estados
posesorios, por extinción del derecho real o de crédito que los amparaba o por evicción ante
otra posesión mejor cualificada. Llegado ese momento habrá que determinar quien de entre los
poseedores sucesivos tendrá derecho a los frutos y a quien hay que imputar el abono de los
gastos generados por la cosa poseída.

En resumen, es el conjunto de actos que sirven para determinar, en el momento de extinguirse


el hecho posesorio, los derechos y obligaciones que afectan al propietario y al poseedor en
relación con la cosa poseída.

Estos derechos y obligaciones tienen diverso contenido en función de si la posesión ha sido de


buena o de mala fe.
- Los derechos se refieren a los frutos y mejoras de la cosa poseída
- las obligaciones, a las cargas o gastos realizados en la misma cosa.

En todo caso, se trata de fijar unos ingresos y unos gastos producidos por y en la cosa poseída
durante el tiempo de la posesión por quien no era su dueño.
En caso de ser fructífera la cosa, el poseedor de mala fe deberá abonar al poseedor legítimo:
1. Todos los frutos que haya percibido efectivamente, naturales o civiles
2. Incluso el valor de los frutos que hubiera podido percibir el poseedor "legítimo"
conforme a la utilización normal de la cosa, aunque el poseedor de mala fe no los haya
recibido en efecto.

Por el contrario, el poseedor de buena fe:


1. Hace suyos los frutos que haya percibido, ya sean naturales o civiles.
2. Respecto de las cosechas o rentas pendientes (los denominados frutos pendientes)
tiene derecho a una cuota parte proporcional al tiempo de su posesión.

En cuanto a los gastos, pueden ser o no reintegrables al poseedor que deja de serlo. El criterio
fundamental para ello sigue siendo el de la buena o mala fe. Conviene distinguir entre:

- GASTOS NECESARIOS: Estos gastos van ligados a la propia conservación de la cosa o a


la obtención de su natural rendimiento.

- ÚTILES: Para el Código Civil, gastos útiles son aquellos que conllevan un incremento del
valor de la cosa. De ahí que, en la práctica, sea frecuente hablar de mejoras, en vez de
gastos útiles.

- SUNTUARIOS: Son los gastos de puro lujo o mero recreo. También denominados gastos
suntuarios. El concepto es claro: son gastos provocados sólo por el afán de lujo. Los
gastos suntuarios no son abonables al poseedor de mala fe ni tampoco al poseedor de
buena fe.

La responsabilidad del poseedor por deterioro o pérdida de la cosa


El Código Civil sienta en el art. 457 las siguientes reglas:
a. El poseedor de buena fe no responderá por principio, salvo que se demuestre (habrá
que probarlo) que ha perjudicado la cosa actuando con dolo.
b. El poseedor de mala fe responderá en todo caso, incluso en los supuestos de fuerza
mayor cuando haya retrasado la entrega de la cosa al poseedor legítimo de forma
maliciosa

9. POSESIÓN QUE CONDUCE A LA USUCAPIÓN

La posesión que conduce a la usucapión ha de ser en concepto de dueño, pública, pacífica y no


interrumpida (art. 1941). Sólo la posesión que se adquiere y se disfruta en concepto de dueño
puede servir de título para adquirir el dominio (art. 447).

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