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Propuesta de anteproyecto de norma oficial mexicana para la práctica de la nutrición

artificial en México que hace la Asociación Mexicana de Nutrición Clínica y Terapia


Nutricional A.C.
La nutrición artificial es una práctica que se inicia en la década de los sesenta con la invención de la
Hiperalimentación Parenteral, la cual ha sufrido inmurables modificaciones y avances, siendo hoy
en día una práctica multidisciplinaria y especializada, que se utiliza en casi todo tipo de pacientes
pediátricos y adultos, extendiéndose más allá del ámbito hospitalario, en el hogar o en centros de
larga estancia, con la finalidad de restaurar la salud del paciente con desnutrición y/o riesgo
nutricional.
Nutracéuticos: Alimentos médicos que se administrar por la vía enteral y/o parenteral con un efecto
farmacológico bien definido y conocido.
Nutrición: La suma de los procesos por los que uno ingiere y utiliza los nutrientes.
Nutrición Artificial: Al Uso Nutracéuticos para condiciones específicas, el uso de nutrición enteral,
a través de tubos en el tracto gastrointestinal o de nutrición parenteral, mediante la utilización de
catéteres venosos centrales o periféricos.
Apoyo nutricional especializado: Administración de nutrientes enterales o parenterales
especialmente formulados para restablecer el estado nutricional óptimo.
Macronutriente: Nutrientes presentes y requeridos por el cuerpo en grandes cantidades:
Carbohidratos, grasas y proteínas.
Micronutriente: Nutrientes presentes y requeridos por el cuerpo en cantidades pequeñas: Vitaminas,
minerales y oligoelementos.
Dieta: Prescripción de una cantidad determinada de comida a través de la vía oral.
Nutrición enteral: Nutrición que se administra por el tracto gastrointestinal: Oral nutrición enteral
por la vía oral. Por sonda, nutrición enteral a través de un tubo, catéter, o estoma que lleva los
nutrientes en forma distal al tracto gastrointestinal.
Nutrición parenteral: Nutrientes que se aportan por la vía intravenosa.
Riesgo nutricional:
1) Perdida > 10% del peso habitual en 6 meses, o ≥ 5% del peso habitual en 1 mes; un peso
mayor o menor del 20% del peso ideal, enfermedad crónica o incremento en los
requerimientos metabólicos.
2) Alteración en la dieta o en los esquemas dietéticos
3) Aporte nutricional inadecuado, incluyendo el no recibir comida o productos nutricionales
por más de 7 días.
La administración del apoyo nutricional requiere la coordinación del trabajo y colaboración entre
los diferentes departamentos hospitalarios y grupos de profesionales de la salud. Cuando exista un
servicio de apoyo nutricional organizado, deberá ser dirigido por un médico, y el equipo deberá ser
conformado por un licenciado en nutrición, una enfermera y un químico farmacólogo.
Se deberán establecer criterios para la identificación de los pacientes con riesgo nutricional,
mediante un mecanismo inicial de monitoreo.
Todos los pacientes con riesgo nutricional detectados por las pruebas de monitoreo nutricional,
deberán ser sometidos a una evaluación nutricional formal.
La evaluación nutricional formal deberá incluir una historia clínica nutricional, examen físico,
historia dietética, peso actual, peso habitual, peso ideal, porcentaje de peso ideal, índice de masa
corporal, talla, medida del pliegue tricipital, medida de la circunferencia del brazo. Biometría
hemática completa, cuenta total de linfocitos, electrolitos séricos, glucosa, creatinina, y nitrógeno
ureico sanguíneo; albumina sérica, transferrina sérica, pre albumina, balance nitrogenado,
estimación del gasto energético en reposo, cociente respiratorio, análisis de la composición corporal
y estudios de laboratorio y gabinete específicos por la condición actual.
La evaluación nutricional deberá incluir una evaluación de los factores psicosociales y
socioeconómicos, además de aspectos relativos a la ruta de administración de la terapia nutricional.
Los aspectos a considerar serán la capacidad para comer, la programación de estudios especiales y
procedimientos invasivos, accesibilidad del tracto gastrointestinal; estado mental, estado del reflejo
nauseoso y accesibilidad venosa.
El plan nutricional deberá ser elaborado mediante un abordaje multidisciplinario, que involucre al
servicio de apoyo nutricional, al médico tratante y a cualquier otro profesional de la salud
relacionado con la atención del paciente.
Se deberá documentar el objetivo del plan nutricional, incluyendo metas a corto y largo plazo,
duración anticipada de la terapia, plan para el egreso, y/o entrenamiento para el manejo en casa.
Incluir la educación del paciente/familia en aspectos relativos al apoyo nutricional así como su
participación en las decisiones concernientes a las metas de la terapia nutricional.
La ruta de administración de la terapia nutricional deberá ser la adecuada para los problemas
médicos del paciente. Si el tracto gastrointestinal se encuentra disponible y funcional, será la ruta
preferida. Los pacientes con requerimientos nutricionales mayores de los que se puedan aportar por
la vía gastrointestinal, deberán recibir suplementación parenteral. El apoyo nutricional parenteral
deberá administrarse cuando el tracto gastrointestinal no este funcional o sea accesible.
La implementación deberá comenzar en cuanto se haya realizado la evaluación y el diseño del plan
nutricional.
Se deberá realizar el apoyo nutricional especializado de tal manera que los riesgos para el paciente
sean mínimos.
Se deberán seguir todas las técnicas estandarizadas /para la colocación así como también se deberán
protocolizar los procedimientos para la colocación de los equipos de acceso nutricional.
Las mezclas de nutrición parenteral deberán ser estériles, ser preparadas en un área destinada, bajo
una campana de flujo laminar o vertical con técnica aséptica, y bajo la supervisión directa de un
químico farmacólogo.
Todas las mezclas de nutrición parenteral deberán ser preparadas en bolsas de Etinil-Vinil-Acetato,
de 3000 ml para el adulto y de 500 o 1000t ml para el neonato o paciente pediátrico, y para su
administración se utilizará filtro.
Las formulas deberán almacenarse a 4 C.
No se deberá adicionar ningún electrolito a la mezcla de nutrición parenteral una vez que haya
salido de la central de mezclas.
Deberán monitorizarse minuciosamente los efectos terapéuticos, los efectos adversos, y los cambios
en la condición clínica que pudieran influenciar la terapia nutricional.
La monitorización rutinaria deberá incluir la evaluación física y los signos clínicos de deficiencia o
exceso nutricional o de líquidos, ingesta nutricional actual (oral, enteral, y parenteral); el peso;
datos de laboratorio; evaluación de la función orgánica; y tolerancia a la terapia nutricional,
residuos gástricos, presencia de ruidos intestinales, frecuencia y consistencia de las evacuaciones,
presencia de distensión abdominal, nausea, vomito, tolerancia a los sustratos como hiperglicemia o
glucosuria, depuración sérica de las emulsiones de lípidos.
Se deberá monitorizar el éxito a corto y largo plazo de la terapia nutricional. Debiendo incluir
cambios en el peso corporal, ingesta, transición a la vía oral, mejoría de los parámetros de
laboratorio y del estado nutricional.
Se deberá realizar una evaluación periódica del estado nutricional del paciente.
La frecuencia de la reevaluación estará determinada por la condición clínica y la patología de base
del paciente, su estabilidad médica, tolerancia a la terapia nutricional y metas nutricionales.
Para decidir la terminación de la terapia es necesario que el paciente demuestre la habilidad para
tolerar y utilizar los nutrientes administrados enteralmente o para ingerir y utilizar de manera
adecuada los nutrientes por la vía oral.
Durante la transición a nutrición enteral, la nutrición parenteral deberá continuar administrándose
en tanto se incrementa la nutrición enteral.
Se deberá demostrar una ingesta oral adecuada antes de terminar la terapia nutricional
especializada. Si la ingesta oral es adecuada, la nutrición artificial deberá reducirse gradualmente en
tanto que la ingesta oral se incrementa de tal manera que la ingesta total de nutrientes se mantenga
(≥ 75% de los requerimientos nutricionales calculados).
La nutrición artificial deberá suspenderse cuando deje de constituir un beneficio para el paciente.

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