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TEMA
NUTRICIÓN ENTERAL
• Evitar o corregir la desnutrición en pacientes que no pueden satisfacer más del 60% de las
necesidades nutricionales por más de 10 días.
• Influir terapéuticamente en el curso de la enfermedad por medio de la combinación de
distintos nutrientes.
• Vía oral:
– Con dificultad para la ingesta: ancianos, anoréxicos, estenosis parciales de esófago.
– Aumento de los requerimientos: sepsis, sida, politraumatizados, quemados, insuficiencia
renal, prevención del fracaso multiorgánico en unidades de cuidados intensivos.
• Por sonda:
Pacientes con enfermedades funcionales que condicionen disfagia o incapaces para la toma
completa por vía oral (cirugías maxilar, de la laringe y del esófago); enfermedades
neurológicas (coma, demencias, tumores, traumatismos craneoencefálicos); anorexia ner-
viosa; pacientes con ventilación mecánica, etc.
• Por sonda: neoplasias de esófago, síndrome del intestino corto (< 70%).
• Por catéter de yeyunostomía: estenosis completa de algún tramo del tubo digestivo superior;
posoperatorio del aparato gastrointestinal alto; mantenimiento prolongado de sondas
nasoenterales (> 6 semanas); imposibilidad en la colocación de sondas.
Contraindicaciones absolutas
• Peritonitis difusa.
• Obstrucción completa del intestino delgado o grueso.
• Perforación intestinal• Vómitos intratables.
• Hemorragia digestiva aguda grave activa.
• Inestabilidad hemodinámica grave.
• Malabsorción grave, cuando se presenta con incapacidad para absorber nutrientes en el tubo
digestivo (< 1 m de intestino delgado sin colon o > 30 cm con colon).
Contraindicaciones relativas
VÍAS DE ACCESO
La elección de la vía de acceso al tubo digestivo debe realizarse tras una valoración de la
enfermedad de base y del tiempo previsto de duración de la nutrición enteral. Si se considera
que ésta va a ser superior a 6 semanas, debe procederse a un acceso definitivo, en cuyo caso
están indicadas las sondas de enterostomía en alguno de los tramos del aparato
gastrointestinal. Si la nutrición enteral se plantea para períodos inferiores a 4-6 semanas, las
sondas nasogástricas o nasoentéricas son los procedimientos de elección.
Las técnicas utilizadas actualmente para el acceso a los distintos tramos del tubo digestivo se
clasifican en dos grandes grupos: técnicas no invasivas y técnicas invasivas.
En el primer grupo se incluyen las sondas nasogástricas y nasoyeyunales, para cuya
colocación se utiliza el paso espontáneo, o las técnicas endoscópica, fluoroscópica y
ecográfica.
Vía oral. Como nutrición completa o como suplemento. Se administra por la boca y requiere
la colaboración del paciente, con reflejos de deglución conservados.
Por sonda. La situación del extremo distal de la sonda marca los diferentes tipos de nutrición.
Nasogástrica, nasoduodenal y nasoyeyunal, la elección del lugar de la colocación de la sonda
dependerá de la enfermedad de base.
Regímenes de administración
Nutrición Parenteral
INTRODUCCIÓN
La nutrición parenteral se define como la administración de nutrientes al torrente de un
acceso venoso (central, periférico o central a través de vía periférica o Drum). Se encuadra
dentro del soporte nutricional especializado. Por ser una terapia agresiva, su indicación tiene
cabida únicamente en aquellas situaciones en las que el aparato gastrointestinal no funciona
o no puede ser utilizado.
INDICACIONES
Esta indicado en situaciones en las que el tubo digestivo no pueda o no deba ser utilizado.
Esta modalidad de soporte nutricional se emplea en aquellas situaciones en las que hay una
imposibilidad de administrar nutrientes por vía oral o enteral en un período superior a 7-10
días, o 5-7 días si se parte de una situación de desnutrición (tabla 1).
Se trata de una nutrición parenteral periferica con una condición fundamental: la osmolaridad
de la fórmula debe ser inferior a 900 mOsm/l (se recomienda no superar los 600 mOsm/l,
para evitar la flebitis); para lograr esto, no sólo se considera la composición de
macronutrientes, sino que es necesario administrar volúmenes elevados (2.500-3.500 ml), lo
cual, en personas con restricción de volumen (insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal o
descompensación hidrópica), resulta complicado. Existen fórmulas comerciales preparadas
para tal fin, algunas completas (con aminoácidos, glucosa y grasas en distintas proporciones),
y otras con una composición parcial con aminoácidos y glucosa. Esta modalidad de soporte
nutricional específico resulta de gran ayuda como complemento de una dieta oral o enteral
insuficiente.
Esta modalidad de soporte nutricional específico exige la canalización de una vía central; por
su manejo y disminución en el riesgo de infecciones, se prefiere la vía subclavia a la vía
yugular, y ésta a la vía femoral que, por el elevado riesgo de infecciones, sólo debe utilizarse
en casos muy determinados.
Por otra parte, la Food and Drug Administration (FDA) los divide en:
Cálculo de requerimientos
De un modo práctico, el cálculo energético se realiza por las ecuaciones de regresión (Harris-
Benedict, Owen, OMS, MSJ, etc.)
Necesidades macronutrientes
Proteínas. En pacientes sanos, las necesidades son de 0,8 a 1 g/kg peso/día.
Lípidos. Son nutrientes que se caracterizan por su elevado valor calórico y su baja
osmolaridad en la nutrición parenteral total. La administración habitual corresponde a un 30-
40% del aporte calórico no proteico, sin superar los 2,5 g/kg peso/día, y con ajuste si existe
hipertrigliceridemia (> 400 mg/dl).
Electrolitos. En el aporte de electrolitos influyen diversos factores, que pueden variar según
la situación de los pacientes que precisan nutrición parenteral.
Por ello, se precisa un control analítico estrecho. Los requerimientos estándar se exponen en
la tabla 2.
Agua. Las necesidades de agua están determinadas por el estado del paciente y su balance
hídrico. El aporte estándar es de 35-40 ml/kg peso/día, lo que equivale a 2.000-3.000 ml.
BIBLIOGRAFÍA
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