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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria.


Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda.
Programa nacional de Formación en Fonoaudiología .
Coro- Edo. Falcón.

“Audiometría tonal
aérea y ósea”

Estudiante:
Diliannys Sibada C.I 29.641.587.
UC: Bases acústicas de la
comunicación.
Profesora Lic. María Isabel Duno.

Santa Ana de Coro; Mayo del 2020.


Índice:

Introducción………………………………………………………………pág.03
¿Qué es una audiometría?.................................................................pág.04
Antes de la audiometría………………………………………………….pág.04
Vías por las cuales se realizan audiometrías………………………….pág.05
Audiometría por conducción aérea……………………………………..pág.05
Audiometría por conducción ósea………………………………………pág.06
El audiograma……………………………………………………………..pág.06
Conclusión…………………………………………………………………pág.08
Bibliografía…………………………………………………………………pág.09
Anexos……………………………………………………………………..pág.10
Introducción

Sin duda alguna la ciencia cada vez avanza más y más, siempre al
pendiente de las necesidades que puedan surgir en la población. Algo
que a nivel de la salud es bastante positivo, pues se desarrollan aparatos
o sistemas que se destinan a mejorar la calidad de vida de todos los seres
humanos, de un modo u otro; y así mismo fue con la invención del
audiómetro, una maquina que definitivamente cambió el rumbo a su
modo, de las pruebas audiológicas.

Ahora bien, conocemos por audiometría a la prueba que se usa en la


audiología para medir la audición, y es algo que de hecho podríamos
adivinar solo por su nombre. Esta es una evaluación que resulta de
mucha ayuda para emitir un diagnóstico temprano respecto alguna
posible patología auditiva, de modo que la persona que la padezca pueda
tratarse lo antes posible, y en caso que ya sea algo que lleve un tiempo,
como en las personas que tienen hipoacusia, también representa un alivio
a su manera, pues les da la posibilidad de probar si su audición sigue en
el estado que estaba la última vez o sí por el contrario hubo variaciones.

Muchos pacientes y en general cuando se escucha que alguien pasó o


pasará por una prueba audiométrica suponen lo peor, creen que se les
colocará algo extraño en sus oídos, que tendrán efectos secundarios y
realmente son tantas cosas que es una locura; por ello se debe buscar
que el paciente esté tranquilo en todo momento, pues como todo ser
humano algunas veces sucede que la mente nos juega malas pasadas y
los nervios jamás son buenos. Por eso no importa sí se quiere tomar un
descanso de cinco minutos para tranquilizarse; ese vendría siendo el
primero de una serie de pasos que todo fonoaudiólogo y demás
profesionales que trabajan en el área de la audición. Tal cual como
cuando vamos a realizarnos un “rayos x”, haremos esta vez, quitándonos
todas las prendas que pudiesen causar interferencias y así
sucesivamente hasta llegar al momento cumbre, cuando oficialmente
procederemos a hacer la audiometría.

Teniendo bien en claro observar al paciente en todo momento y poseer


un escritorio o sitio donde los papeles no se manchen, podremos
proceder a la prueba. Iniciando con la audiometría aérea que es la
primera siempre en hacerse, y constatando resultados con la audiometría
que sigue la vía ósea.

Tras finalizar el examen y una vez que los resultados hayan quedado
bastante claros y revisados un par de veces, se rellena el audiograma de
forma resumida. Un paso muy importante porque son es la manifestación
física de la prueba realizada con anterioridad.
1. ¿Qué es una audiometría tonal?

Prueba que permite medir la audición, de ese modo determinaremos


qué tan bien se encuentra el estado auditivo del paciente y en caso de
detectarle una pérdida auditiva, se nos indicará la causa de la misma.
Aparte, nos revelará sí la audición se modificó en la parte de transmisión
del sonido o sí es más por algo relacionado al sistema nervioso, algo que
ayuda para definir el siguiente paso que es el tratamiento a seguir.

En la audiometría son analizados factores como la tonalidad del sonido


y aparte se identifica el umbral auditivo del paciente. Suele llevarse a
cabo en cabinas audiométricas o habitaciones acondicionadas, cuyas
paredes estén cubiertas con materiales de absorción del sonido, para que
los ruidos fuera de la habitación no penetren en la misma.

2. ¿Qué se hace antes de la audiometría?

Primeramente se debe asegurar que el conducto auditivo del paciente


esté impoluto, que no haya ningún elemento que pudiese desviar el
examen de su curso, ya que así se perderá el sentido de realizar la
audiometría e invalidaría los resultados; por lo que sí se halla cerumen o
alguna otra sustancia, primero se debe eliminarla.

Aparte, se solicita al paciente que se retire anteojos, cintillos, aros u


otro accesorio que pueda interferir en la prueba.

Luego se ingresa al paciente en la cabina, pero con la premisa de que


su oído no esté adaptado. Posteriormente se coloca al paciente de forma
que se sienta cómodo, y se le explica brevemente y de buena manera, lo
que se va a hacer una vez que inicie el examen. Pero esto tiene dos
modos de hacerse.

2.1 Cuando el paciente tiene hipoacusia leve : Les hablarán


directamente sobre el proceso, sin la necesidad del uso de un
aparato externo.
2.2 Cuando el paciente tiene un caso más grave : Va a colocárseles
unos auriculares y el investigador le explicará usando el micrófono
y audiómetro, cuyo volumen de la voz será ajustado mediante un
control en el audiómetro. Se le podría decir algo como «se le
probará el oído. Este proceso se realiza para saber cuáles son los
tonos que usted puede oír; sí oye algo por los auriculares, aunque
sea muy bajo, levante la mano o presione el botón. Estos tonos no
durarán más de un segundo».

Es importante que el profesional se asegure que el paciente


comprendió claramente las instrucciones pues sí el paciente no le
comprende, podría ponerse nervioso y en ese caso la prueba tendría que
pararse indefinidamente.

3. Vías por las cuales se realizan audiometrías:

Las ondas sonoras son captadas por el pabellón auricular y llevadas al


conducto auditivo, logrando impactar contra la membrana timpánica y
hacer vibrar la cadena de huesecillos para desembocar en el oído interno;
es en ese momento cuando se produce la audición o conducción aérea.
No obstante, el sonido también puede llegar desde los huesos que se
ubican detrás del oído, a eso se le conoce como conducción ósea.

Eso quiere decir, que las audiometrías en las cuales se realizan


análisis de factores como la tonalidad del sonido y el umbral auditivo, se
pueden hacer de dos formas; por vía aérea y ósea. Entonces, en
resumen:

 Vía aérea: Se mide la capacidad para oír ruidos o sonidos recibidos


a través del aire mediante el uso de unos auriculares.
 Vía ósea: Miden la capacidad de oír sonidos a través de los huesos
ubicados en la cabeza.

4. Audiometría por conducción aérea:


Paso 1. Colocamos los auriculares al paciente en caso que no los lleve
puestos, procurando que no se compriman mucho los pabellones
auriculares pero tampoco que queden muy sueltos.
Paso 2. Se inicia con el audiograma del oído por el cual escucha
mejor; durante poco tiempo colocaremos un tono de 1000 Hz y luego
iremos aumentándole hasta que quede claro que lo oye.
Paso 3. Cuando quede claro que lo oye, bajaremos el nivel sonoro a
10 dB y repetiremos la prueba en el mismo tono, sí también lo oye
continuamos reduciendo de 10 dB en 10 dB cada vez hasta que el
paciente muestre que no está seguro de sí oye o no, entonces se reducirá
el nivel por pasos de 5dB.
Paso 4. Se realiza la misma prueba en el otro oído.
El punto más suave audible será nuestro umbral patológico. Hay que
prestarle especial atención a los gestos del paciente; recordando que el
mismo no puede ver ni cuándo ni de qué forma se acciona el audiómetro,
pues podría acaba en resultados erróneos y es también debido a eso que
el botón no debe tener sonido alguno al ser presionado. Pasaría que el
paciente crea oír un tono y reaccione a él. Esta prueba no debe durar más
de 10 minutos.
Paso 5. Registramos los datos en el audiograma, recordando para ello
usar la simbología internacional y entregarlos pulcramente, sin manchas
de liquid paper, ni borrones o líneas fuera de lugar.
5. Audiometría por conducción ósea:
Nos permite distinguir entre sordera de conducción y de percepción.
Paso 1. Colocamos un objeto que vibre, como un diapasón en el hueso
mastoideo. Otra forma colocar un auricular sobre el hueso mastoideo, que
es el que se ubica tras los oídos. La parte plana estará sostenida por una
diadema.
Posteriormente seguimos los pasos de la audiometría aérea,
evaluaremos las frecuencias de 250, 500, 1000, 2000 y 4000.
6. El audiograma:
Un audiograma es una gráfica en la cual se representan los resultados
obtenidos, es uno por cada oído. En los mismos se muestran cuanto es
capaz de oír el paciente, midiendo los sonidos en dB y en Hz las
frecuencias.
Es normal tener un umbral auditivo entre 0 y 25 dB; una intensidad de
0dB no quiere decir que no hay sonido, sino que este es muy débil. Ahora
bien, la pérdida de hasta 20 dB se considera “normal” pero una pérdida
mayor a esta ya entra en los parámetros anormales.
Las comparación entre las pruebas por vía aérea y ósea, son muy
útiles para verificar sí la pérdida del oído se debe a inconvenientes en el
oído medio o sí se halla en el oído interno. Existen tres tipos de pérdidas
auditivas:

 Hipoacusia de conducción o transmisión: Reflejada en el


audiograma con una línea distanciada entre la vía aérea y la ósea,
en la cual la primera cae debajo de 20 dB y la segunda se
mantiene normal.
 Hipoacusia de percepción o sensorial : En las que ambas líneas
(vía aérea y ósea) se hallan bajo los 20 dB.
 Hipoacusia mixta: La vía aérea y la ósea están distanciadas pero
debajo de 20 dB.
Los niveles de audición que se muestran en el audiograma son los
siguientes:

 Normal: Se muestran ambas vías superiores a 25 dB, una muestra


de que el paciente no tiene inconvenientes para entender lo que
oye.
 Pérdida de audición mediana: Los valores obtenidos van entre 26 y
45 dB. Significa que la persona tiene algunos inconvenientes para
oír sí se le habla bajo a una cierta distancia o sí hay ruido.
 Pérdida de audición moderada: Los valores están entre 46 y 65 dB.
Eso da a entender que se dificulta entender conversaciones
aunque no haya ruido al fondo, y en caso que los haya es
imposible que entienda.
 Pérdida de audición severa: El audiograma señala los 66-85 dB lo
que quiere decir que la dificultad para escuchar los sonidos están
siempre presentes.
 Pérdida de audición profunda: Hay más de 85 dB. El paciente no
oye ni aunque le griten.
Conclusión:

Las pruebas audiológicas han dado cambios enormes a lo largo de los


años, lo que comenzó como unas evaluaciones que realmente no tenían
mucha certificación, hoy se han vuelto totalmente fiables en cada aspecto.
Creo que muchas personas no saben qué esperar cuando notan
cambios en su audición, que aunque muchos de dichos cambios
realmente puedan ser el resultado de una mera adaptación auditiva o un
agotamiento, quizás incluso lo supongan por tener uno que otro tinnitus;
deciden ir a consultar un especialista pero en el fondo albergan la
sensación de miedo, se hacen preguntas como « ¿qué me dirá?» « ¿Será
que voy a quedar sordo?» « ¿Y cómo será que va a ver qué tanto escucho
sí ni yo sé?». Al llegar a la prueba y enterarse de la metodología puedo
visualizarlos respirando tranquilamente de saber que no recibirán
pinchazos ni nada por el estilo.
Las audiometrías tonales son métodos efectivos para conocer el
estado auditivo de los pacientes, y son confiables porque están diseñadas
de modo que lo sean sí se siguen correctamente los pasos y el
audiograma se entrega de manera detallada, aparte de cuidada. Nada
que ver con las pruebas antiguas a base de instrumentos que dependen
del manejo de otra persona, como el diapasón que si bien es un buen
instrumento, sabemos que como seres humanos podemos modificar sin
quererlo claro está, los resultados de la prueba por moverlo más lento o
más rápido en un oído que en otro. Son cosas que pueden pasar, de las
cuales ni el más profesional con pulso de oro puede evitar.
Es por ello que el uso de aparatos como el audiómetro (que
únicamente puede ponerse en marcha estando dentro de la cabina)
resultan de mucha ayuda, no incomodan al paciente y el fonoaudiólogo
puede trabajar tranquilamente sin estar alerta de que movió más el
instrumento a la izquierda la tercera vez, que la primera.
Resulta emocionante pensar en los nuevos hallazgos que se producirá
en el futuro, de los cuales buscaremos hacer uso para mejorar la calidad
de la muestra obtenida. Y claro, más emocionante aún es pensar en el
momento de darles un uso oficialmente.
Bibliografía

 https://audifon.es/que-es/a/audiometria/
 https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003341.htm
 https://www.widex.es/perdida-auditiva/audiometria
 https://audifon.es/que-es/a/audiometro/
 https://www.audiocentros.com/audiometria-y-audiograma-que-son/
Anexos

(Paciente en cabina audiométrica) (Explicación del proceso


mientras ajustan los audifonos)

(Audiometría tonal aérea) (Audiometría tonal ósea)


(Ejemplo de audiograma)

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