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1.

Alteraciones craneofaciales:

Defectos de nacimiento de la cara o de la cabeza; siendo estas, algunas de las


patologías más frecuentes en la edad pediátrica.

a) Diagnóstico:

En cada una de estas alteraciones, los pacientes vendrán con un diagnóstico


previo, y en caso de no contar con ello, el fonoaudiólogo a través de la observación de
las características fenotípicas del paciente y la aplicación de evaluaciones en cuanto a
sus órganos fonoarticulatorios y la movilidad de los mismos, podrá emitir un
diagnóstico.

b) Tratamiento de las alteraciones craneofaciales:


1.1. Síndrome de Crouzon

Es un defecto congénito que provoca la fusión cierre prematuro de las suturas


del cráneo; provocando una apariencia anormal de los huesos en el cráneo y rostro, lo
cual se acompaña de proptosis ocular u ojos saltones, mandíbula y frente prominente,
pérdida de audición e inteligencia normal.

a) Tratamiento:

En este síndrome se produce retraso del lenguaje, alteraciones orofaciales e


hipoacusia, por lo que el tratamiento fonoaudiológico es integral.

Estos pacientes se caracterizan por presentar déficits auditivos que dificultan el


óptimo desarrollo del lenguaje y habla, y disglosias que son alteraciones de la
articulación producidas por una causa anatómica de los órganos periféricos del habla.

El objetivo global que se plantea con estos pacientes es prevenir, estimular e


intervenir el desarrollo del lenguaje y habla para que adquieran un lenguaje funcional
que les permita relacionarse con su entorno desarrollando al máximo sus capacidades,
para ello se utilizarán los recursos tanto materiales como personales que los pacientes
con Síndrome de Crouzon precisen.

La intervención fonoaudiológica se presenta como una pieza más del equipo que
deberá atenerse a un plan de acción que abarque las distintas disciplinas que
anteriormente señalábamos y comprenda etapas sucesivas, ordenadas de forma
coherente en el tiempo.

1.2. Síndrome de Treacher Collins

También conocido como «disostosis mandíbulofacial», es un trastorno que se


caracteriza por la presencia de anomalías en el desarrollo morfológico del cráneo y la
cara; afectando generalmente a los pómulos, la mandíbula, el mentón y las orejas por lo
que tienen rasgos faciales característicos:
Ojos inclinados hacia abajo, mandíbula y mentón muy pequeños, pérdida de la
audición y de la visión. Algunos bebés pueden nacer con un orificio en el paladar (labio
leporino).

a) Tratamiento:

o Es muy posible que el paciente pueda necesitar un aparato para la audición. Esto
puede ser determinado en los primeros meses de su vida.
o Será necesario un programa de terapia del habla y de estímulo del lenguaje, el
cual se recomienda desde pequeños.
o En caso de que aparezca paladar hendido, el cirujano pediátrico le aconsejarán
sobre cuándo es el momento ideal para realizar una cirugía y cerrar el paladar.
o Asimismo, hay cirugías reconstructivas maxilares para mejorar la apariencia de
la cara, que junto con los mejores cirujanos consiguen excelentes resultados
mejorando la calidad de vida de estos pacientes.

1.3. Retrognatia

Cuando se produce la retrognatia, la mandíbula se queda por detrás del maxilar,


impidiendo que los dientes contacten correctamente. En casos graves será muy fácil ver
como los dientes de la arcada superior cubren completamente a los dientes de la arcada
inferior.

a) Tratamiento:

Principalmente a base de ejercicios de control de movimiento, como:

 Punta de la lengua inmediatamente detrás de los dientes incisivos superiores,


adosada al paladar y abrir-cerrar la boca siempre con la lengua en paladar.
 Sacar la lengua a un lado y a otro de la boca, en dirección al lóbulo de la oreja,
sacando la lengua todo lo que se pueda. La mandíbula debe estar relajada para
permitir que se mueva libremente.
 Llevar la lengua hacia los lados, por dentro de la boca.
 Decir la, la, la, la…
 Hacer la ranita. Adosando la lengua al paladar, bajarla súbitamente produciendo
un ruido con ella al golpear con el suelo de la boca. (10 segundos)
 Abrir la boca todo lo que se pueda e intentar tocar con la lengua la campanilla.

1.4. Labio leporino y paladar hendido:

El paladar hendido se presenta cuando el paladar no se cierra completamente


sino que deja una abertura que se extiende hasta la cavidad nasal. La hendidura puede
afectar a cualquier lado del paladar. Puede extenderse desde la parte anterior de la boca
(paladar duro) hasta la garganta (paladar blando). A menudo la hendidura también
incluye el labio.

Mientras que el labio leporino es una anomalía en la que el labio no se forma


completamente durante el desarrollo fetal. El grado del labio leporino puede variar
enormemente, desde leve (muesca del labio) hasta severo (gran abertura desde el labio
hasta la nariz). Un niño puede tener labio leporino, paladar hendido o ambos. El labio
leporino y el paladar hendido juntos son más comunes en los niños que en las niñas. Y
ambas alteraciones tiene una etiología multifactorial.

1.5. Paladar ojival:

Un paladar estrecho es una alteración en el paladar que suele aparecer en edades


tempranas, en la cual el hueso del maxilar superior es más estrecho que el inferior,
cuando lo correcto es justo al revés; el maxilar superior tiene que ser más ancho que el
inferior para que la boca funcione adecuadamente.

En bocas sanas, cuando la lengua toca el paladar presiona de una manera


continua sobre el mismo y le da la forma correcta. Pero si por el contrario, la lengua no
puede estar en contacto con el paladar, entonces éste se desarrolla de una manera
incorrecta, formando el paladar ojival.

También puede desencadenarse debido a haber hecho uso del chupete en exceso
o tener la costumbre de chuparse el dedo; así como en los niños respiradores bucales.

Una de las principales ventajas que tiene un niño es que los huesos todavía no se
han acabado de formar ni soldar. Si se tuviera que hacer una corrección de esta mal
formación la franja de edad ideal oscila entre los 6 y los 12 años.

En estos casos, el tratamiento incluye ejercicios como:

o Colocar la punta de la lengua al igual que cuando articulamos /n/. Desde esa
posición succionar la lengua contra el paladar y hacer un movimiento
ondulatorio hacia atrás.
o Sujete la punta de la lengua entre los dientes y simultáneamente pase la saliva
sin soltar la lengua.
o Realice producciones aisladas de la consonante /k/ y posteriormente
acompañada de vocal /ka/, /ke/, /ki/, /ko/, /ku/ controle que el sonido salga por la
cavidad oral.
1.6. Síndrome de Down:

Trastorno genético de los cromosomas del par 21 que provoca retraso intelectual
y del desarrollo. El síndrome de Down es un trastorno genético ocasionado cuando una
división celular anormal produce material genético adicional del cromosoma 21.

Puede ser trisomía 21: la persona tiene tres copias del cromosoma 21 en lugar de las dos
copias habituales, en todas las células. Del tipo mosaico: solo algunas células de la
persona tienen una copia adicional del cromosoma 21. Y por translocación cuando
aparte de las dos copias, una parte del cromosoma 21 se une a otro.

Este se caracteriza por una apariencia física típica, discapacidad intelectual y retrasos en
el desarrollo. Además, puede estar asociado con enfermedades cardíacas o de la
glándula tiroides. Manifiestan hipotonía en toda la zona orofacial: estrecho arco
palatino, lengua grande e hipotónica. Es frecuente la maloclusión maxilar y la dentición
irregular y tardía. mordida cruzada posterior lateral o bilateral, clase III
esquelética, sobremordida incisiva invertida y mordida abierta anterior. Existe
tendencia al apiñamiento dentario.

a) Tratamiento:

I. Texturas

o Toque las partes de la cara con distintas texturas de manera continua, sin
levantar el objeto para estimular la percepción peribucal. Por ejemplo, utilice un
masajeador facial o un cepillo eléctrico envuelto en una tela, un globo semi
inflado, una pelota blanda.
o Tome el surco nasolabial (entre la nariz y el labio superior) desde las comisuras
del labio con  la yema de los dedos índice y pulgar, y  haga presión y vibración.
o Tome el labio superior con el dedo índice (por fuera del labio) y pulgar (dentro
del labio) y estírelo hacia abajo. 
o Tome el labio inferior desde las comisuras con la yema de los dedos índice y
pulgar, y haga presión y vibración. Luego estírelo hacia arriba.
o Tome el labio inferior con los dedos índice (por dentro del labio) y pulgar (por
fuera) y estírelo hacia arriba.
o Detrás del mentón, en el piso de la boca, realice vibraciones intermitentes y
luego circulares con el dedo pulgar. 
o Ponga el dedo índice en una mejilla y el dedo pulgar en otra y llévelas hacia
el centro de la boca. 
o Tome una mejilla con los dedos índice y pulgar, poniendo un dedo por dentro de
la boca y otro por fuera. Presione suavemente y estírela.
o Toque todas las estructuras internas de la boca (paladar, arruguitas del
paladar, encías, mejillas por dentro, lengua) con distintas texturas (dedo con
guante, dedo envuelto en pañal o toalla, dedos de silicona, cepillo dental de
entrenamiento tipo rodillo).

1.7. Síndrome de Moebius:

Enfermedad neurológica congénita caracterizada por la falta de expresión facial,


limitación frecuente de la movilidad ocular y compromiso de otros músculos de la cara,
los nervios craneales:  6º y el 7º, no están totalmente desarrollados. Estas limitaciones
pueden reflejarse en funciones como la alimentación (deglución-masticación) y el habla
(motricidad articulatoria). Alteración de la capacidad de los lactantes para succionar.

 Lengua pequeña, deformada y con movimientos limitados.


 Paladar hendido.
 Babeo excesivo.
 Maloclusión
 Estrabismo (ojos cruzados)
 Incapacidad para seguir objetos con el ojo, en su lugar, el niño gira la
cabeza para seguirlos.
 Retrasos motores

a) Tratamiento:

o Silbatos: Una serie de silbatos de juguete cada vez más difíciles de soplar, han
sido utilizados para mejorar la movilidad y la fuerza en el labio superior. La
“Jerarquía de los silbatos” trabaja en la mejora de la clasificación musculo
abdominal, el funcionamiento velo faríngeo, la disociación labio – lengua –
mandíbula. Hay 14 silbatos en la jerarquía, cada uno de ellos se ocupa también
del desarrollo de los sonidos específicos del habla.
o Jerarquía de popotes: Esta secuencia de once popotes con dificultad progresiva
se usa para enseñar la coordinación necesaria para una deglución segura y
estabilidad mandibular, el redondeo de los labios y la retracción lingual.
o Bebidas: Beber de una botella, beber de una taza, remover el puré de una
cuchara, retraer los alimentos a la parte posterior de la lengua para una deglución
segura, beber de un popote y controlar la saliva (babeo/sialorrea)

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