-Dr. Sergio Antonio Santana Preciado. – R1 ORL y CCC Asesor(a): Dra Paulina Astorga R2 ORL y CCC
La audiología es la ciencia que estudia la audición, tanto en la salud como en la
patología. Una de sus aplicaciones clínicas de suma importancia es la correcta detección del origen de las alteraciones audiológicas presentes en los pacientes, con la posibilidad de ofrecer tratamientos. La acumetría es la evaluación clínica de la capacidad auditiva del paciente sin utilizar dispositivos electro-acústicos. Un ejemplo de ellos son los diapasones: La prueba de conducción aérea de tono puro mide la función completa del sistema auditivo incluyendo el externo, medio e interno. Los tonos puros van de 125 a 8000 Hz los cuales son presentados al paciente mediante audífonos con el método de ascensión donde se presenta un sonido a determinados dBs y luego se van disminuyendo de 10-15 dBs hasta que el sonido sea inaudible. La prueba de conducción ósea pura es usada sobre todo para determinar que tipo de hipoacusia puede estar afectando al paciente y diferencias entre una conductiva de una sensorial. Recordemos que se coloca el audífono en la apófisis mastoides donde se estimulará directamente los huesillos y posteriormente la cóclea, brincándose todo lo que hay antes de los huesesillos. El test del habla sirve para evaluar la capacidad del individuo de escuchar y reconocer lo que se le dice. Los tonos más importantes que integran la formación de la palabra son 500 Hz, 1 000 Hz y 2 000 Hz. El nivel acústico de 65 dB representa el volumen de una conversación normal a una distancia de un metro. Determina el umbral en el cual la persona identifica correctamente 50 por ciento de una lista de palabras. Esta prueba se correlaciona con los tonos puros de 500 Hz, 1 000 Hz y 2 000 Hz y sirve para saber si el paciente escucha las palabras. Su principal aplicación clínica es la localización y cuantificación de la difusión en el sistema auditivo. Un ejemplo es aquella persona que tiene una hipoacusia pero con correcta discriminación de sonidos donde entenderá adecuadamente las palabras, a diferencia de una persona que tenga alteración en la vía neurológica que impida poder reconocer lo que escucha. Normalmente cuando se presenta un sonido a un oído este atraviesa el cráneo y es recibido por el oído que no está siendo probado, a esto se le conoce como crossover. Para esto es necesario un enmascaramiento. La forma en la que se hace es colocar el audífono en la apófisis mastoides el cual emitirá un tipo de sonido con un audífono colocado en el oído contralateral que emitirá otro tipo de sonido y se le pedirá al paciente que informe cada vez que escuche el sonido emitido a través de la apófisis mastoides.
TESTS PARA EVALUAR EL OÍDO MEDIO.
La impedanciometría es el estudio objetivo de la función del oído medio a través de la timpanometría y el reflejo estapedial del complejo timpanoosicular. Se entiende por IMPEDANCIA la dificultad que pone un sistema físico para que pase a través de él energía. Si la energía que intenta pasar es sonora estamos ante la impedancia acústica, que es la que nosotros vamos a explorar. El sistema físico por el cual pasa la energía acústica hasta el oído interno es el oído medio. Se llama COMPLIANCIA a la facilidad que cada sistema físico presenta para ser atravesado por una energía. Por lo tanto impedancia y compliancia son términos opuestos. Por medio de la timpanometría se obtiene una representación gráfica del complejo timpanoosicular y del contenido de oído medio, consecuencia del funcionamiento de la trompa de Eustaquio. En esta prueba se mide, de manera no invasiva, las variaciones de impedancia del oído medio a través de cambios de presión aplicados en el conducto auditivo externo, con ayuda de un impedanciómetro. Esta prueba nos da una estimación de la presión intratimpánica, trompa de Eustaquio, integridad y movilidad de la membrana timpánica y continuidad de la membrana osicular. Cuando la misma presión ejercida es la misma captada se considera que no hay alteraciones en el oído. Se pueden clasificar como: -Tipo A: Presión de oído medio normal. AS Presión reducida en amplitud. AD Presión más alta de lo normal (hipermovilidad membrana timpánica o discontinuidad cadena osicular) -TIPO B: El patrón es plano, que nos indica que no hay punto máximo de compliancia (Lesiones que ocupan el oído medio) -TIPO C: Presión negativa del oído medio (Disfunción trompa de Eustaquio) -TIPO D: Presencia de muesca en la presión. EMISIONES OTOACUSTICAS. Estos son sonidos medidos en el conducto auditivo externo que reflejan un proceso activo en la cóclea. Recordemos que la cóclea puede generar sonido gracias a la electromotilidad de las células ciliadas externa. Es importante recordar que en esta prueba no se medirá un evento eléctrico, sino más bien señales de radiofrecuencia captadas por un micrófono sensible colocado en el conducto auditivo externo donde se refleja la motilidad de las células ciliadas. Estos sonidos captados son conocidos como ecos cocleares. Este sonido estará presente si la audición es de por lo menos 30 dB o mejor. El procedimiento de la prueba toma menos de 2 minutos para ambos oídos. No es invasivo y no quiere sedación. Su utilidad radica en diferenciar entre una hipoacusia coclear o retrococlar. Es el método de elección para la valoración auditiva en recién nacidos. Hay varios tipos: • Espontáneas: Se registran sin estimulo. No son de uso clínico. Ocurre en el 50% oídos normales. • Transitorias: Respuestas evocadas al estimularse la cóclea con una señal transitoria. • Producto de distorsión: Se estimula la cóclea con dos tonos puros de frecuencia distinta presentados simultáneamente.
La electroencefalografía mide los eventos neuroeléctricos generados en las
estructuras de la cóclea y del nervio auditivo. Una de sus aplicaciones más importantes es para el diagnóstico diferencial de enfermedad de Meniere; pues una teoría habla de que la presencia de hidrops endolinfático afecta la elasticidad de la membrana basilar lo cual incrementa la amplitud recibida de los potenciales de acción celulares. Se necesita colocar un electrodo lo más cercano de la fuente. Actualmente la forma más aceptada de hacerlo es poniendo el electrodo transtimpánico. Hoy en día un estudio que está tomando auge son las respuestas sonomotoras las cuales nos ayudan a detectar desordenes vestibulares. Evalúa la integridad del nervio vestibular superior e inferior. Se envían respuestas en el musculo esternocleidomastoideo, al contraerse enviará un potencial de acción que se detectará el cual nos hablará de una adecuada función del sáculo, mácula y del nervio vestibular. La respuesta auditiva del tronco encefálico es una superficie que registra la actividad distal de la vía de la audición. Es usada para determinar la audición sensitiva para diagnosticar neuropatología a lo largo de la vía auditiva. Esto puede ser medido al colocar electrodos en la superficie del vértex, donde veremos la activación de la vía auditiva del nervio coclear y las primeras dos o tres sinapsis de la vía aferente de la vía auditiva. Como conclusión, es importante recordar que el diagnóstico de la perdida de la audición en un paciente lo podemos obtener por diversos estudios los cuales nos pueden indicar su presencia o ausencia, así como etiología. Existen actualmente decenas de estudios que se pueden aplicar, con diferentes métodos o instrumentos. Nosotros como especialista debemos dominar los instrumentos básicos para poder hacer el diagnóstico o hacer una referencia oportuna a audiología para poder ofrecer el tratamiento más adecuado para el paciente. BIBLIOGRAFÍA. • Flint P,. Francis H., Haughey B., et al. Cummings Otolaryngology Head and neck Surgery. 7ma ed. Philadelphia: Elsevier; 2020.