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Se sabe que la medicina debe girar en torno al paciente, por lo tanto hay una
vinculación muy estricta con dicha disciplina y los derechos humanos, de tal forma
para comprender aspectos de los derechos del paciente es imprescindible tener
conocimiento en materia. Derechos que recaen en problemáticas que pueden
suponer una labor compleja, observándolo desde una perspectiva ética y
profesional, tales como la confidencialidad, el trato a menores/incompetentes, el
derecho a rehusarse a tomar algún tratamiento en específico, y demás. Entonces
se sabe que el médico debe saber cómo hacer lo que siempre hará. Tener
conciencia de su específica participación como un eslabón clave para la
reintegración del enfermo hacia la sociedad.
Siendo que las fallas con los tratamientos estipulados tras un diagnóstico están a
la orden del día y suponen un riesgo conciso para el médico al momento de su
realización, se requiere de una autorización previa brindada por el paciente o un
familiar (en caso de que el paciente no sea capaz de tomar una decisión por sí
mismo) para proceder con dicho procedimiento/ tratamiento, a tal permisión se le
conoce como consentimiento informado, y la NOM 168 SSA1-1998,
específicamente en el punto 10, así como también el Reglamento de La Ley
General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica, (art
81) estipulan los aspectos requeridos para la realización de tal consentimiento,
tales son documentos otorgados hacia el paciente o de otra forma; representante,
en donde se dan a conocer los riesgos que puede traer consigo un tratamiento de
tipo, o cualquier tipo de información que tenga relación con éste y que sea de
trascendencia, de tal forma se aceptará o denegará el permiso, desviando la
responsabilidad a la que el médico se sometería si en una realidad desafortunada
pudiera tener cabida la desgracia del paciente.
Desde mi punto de vista, puedo observar claramente la confluencia entre todas las
ramas y disciplinas mencionadas anteriormente en éste tipo de documentos,
debido a que constituye una necesidad del médico para protegerse, una
herramienta para el paciente para informarse en sus distintos matices y todas las
vertientes abiertas para cada situación clínica.
Pienso que una de las más grandes problemáticas que posee el sector salud es la
falta de conocimiento respecto a las leyes y normas que rigen a los médicos y que
por tanto, deben seguir al pie de la letra si se desea evitar un problema legal a
futuro. La ignorancia respecto al tema podría ser el arma que manche
Dicho esto, es preciso que se cuente con una disciplina en la carrera de medicina
que conjugue e integre tales conocimientos y sea resolutiva en cuestión a las
circunstancias anteriormente mencionadas, convirtiéndolas en una herramienta de
divulgación, comprensibles al lenguaje de un estudiante, para que de esa forma se
esté capacitando a los futuros médicos en la obtención de nuevas habilidades
respecto a asuntos jurídicos por sí mismos.
Es bien cierto que toda esta normatividad y guías de legalidad pueden parecer
contraproducentes y en ocasiones también amenazantes por su calidad de
regidoras, sin embargo, la noción del tema puede beneficiar a ambas partes, tanto
médicos como pacientes si se saben llevar de manera adecuada y objetando un
bien común.