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TUTORÍA,
BITÁCORA
Dra. Rebeca
Módulo: GUILLAIN
BARRÉ
ALUMNA:
HINOJOSA ARCEO AMÉRICA GUADALUPE
GUILLAIN BARRÉ
Se denomina síndrome de Guillain Barré (SGB) a una enfermedad desmielinizante
aguda que causa el rápido desarrollo de debilidad de las extremidades y a
menudo de los músculos faciales, respiratorios y de deglución. Habitualmente se
debe a la inflamación multifocal de las raíces espinales y de los nervios periféricos,
especialmente sus vainas de mielina, en los casos graves los axones también
están dañados. (Hughes, 2008). El SGB constituye un conjunto de síndromes que
se manifiestan como diferentes subtipos de trastornos, con rasgos
electrofisiológicos y anatomopatológicos distintos cuyo máximo pico clínico de
afectación se sitúa entre las 2 y 4 primeras semanas desde el inicio de los
síntomas; se caracteriza clínicamente por la presencia de una parálisis flácida con
arreflexia, trastorno sensorial variable y elevación de las proteínas en el LCR (Brin,
2006).
El síndrome de Landry-Guillain Barré -Strohl es una polirradiculoneuropatía aguda
autoinmune que afecta nervios periféricos y raíces nerviosas de la médula espinal
por mimetismo molecular entre antígenos microbianos y antígenos de los nervios;
los factores genéticos y ambientales que afectan la susceptibilidad a desarrollar la
enfermedad son aún desconocidos. La presentación clínica es una debilidad
simétrica o fenómenos sensitivos, de más de una extremidad, rápidamente
progresiva, de comienzo habitual distal, con avance ascendente, que puede
ocasionar disminución o pérdida de los reflejos osteotendinosos y potencialmente
afectar los nervios craneales y motores, así como la musculatura respiratoria.
(Willison, 2016).
Desde la marcada declinación de la poliomielitis, el síndrome de Guillain Barré es
considerado como la causa más frecuente de parálisis flácida reportándose una
incidencia mundial de 0.6 a 4 por 100 000 habitantes por año. (Hughes 2005;
Nachamkin, 2007). Suele afectar a
personas de cualquier edad y sexo
con 2 picos de presentación: uno en la
etapa adulta joven (15-34 años) y otra
en ancianos (60-74 años), es rara en
niños menores de un año de edad.
(Hahn, 1998). El trastorno suele
aparecer unos días o semanas
después de que la persona presentó
síntomas de infección viral respiratoria
o intestinal; en algunas ocasiones el embarazo, las cirugías o las vacunas pueden
desencadenar el síndrome (Acosta, 2007). Un estudio realizado en población
pediátrica mostró que la neuropatía axonal motora aguda es un subtipo de
síndrome de Guillain Barré de importancia en los niños mexicanos, señaló también
que ocurre estacionalmente predominando entre julio y septiembre y que se
asocia con mayor frecuencia a diarrea (Nachamkin, 2007). El diagnóstico de
síndrome de Guillain Barré es todo un reto, especialmente en niñas y niños
pequeños, casos atípicos, pacientes con dolor grave que precede a la debilidad, o
países con bajos ingresos, recursos limitados y amplio diagnóstico diferencial
(Willison, 2016). El tratamiento con inmunoglobulina administrada en las 2
primeras semanas del inicio de los síntomas ha demostrado eficacia para acortar
el tiempo de recuperación de pacientes con SGB (Coll-Canti, 2009). Por su parte
la plasmaféresis ha probado beneficio en pacientes con enfermedad leve,
moderada y severa así como mayor utilidad cuando se realiza dentro de los siete
días posteriores al inicio de la enfermedad (Raphaël 2008). La mortalidad
estimada del SGB es variable y aún con el advenimiento de una terapia efectiva
sigue siendo de 4 a 8%, se considera que más de 20% de los pacientes llega a
requerir ventilación asistida y que alrededor del 40% de aquellos que ameritaron
hospitalización requerirán rehabilitación (Caroll, 2003).
Aproximadamente, 80% de las personas que presentaron SGB se recuperan
adecuadamente después del tratamiento, sin embargo la calidad de vida puede
estar dañada en diferentes áreas muchos años después del inicio de la
enfermedad, indicando recuperación incompleta a largo plazo; entre el 25 y 85%
de los pacientes continúan con signos residuales de neuropatía, indicando daño
funcional (Rudolph, 2008). La recuperación puede durar meses o años (Willison,
2016). Debido a lo anterior la Dirección de Prestaciones Médicas/IMSS a través de
la Coordinación Técnica de Excelencia Clínica con un grupo de expertos clínicos
se dio a la tarea de actualizar la Guía de Práctica Clínica para el manejo integral
de los pacientes con SGB durante la atención hospitalaria.
PATRONES ELECTROMIOGRÁFICOS
La electromiografía clínica es una metodología de registro y análisis de la actividad
bioeléctrica del músculo esquelético orientada al diagnóstico de las enfermedades
neuromusculares. Las posibilidades de aplicación y el rendimiento diagnóstico de
la electromiografía han evolucionado paralelamente al conocimiento de las
propiedades de la energía eléctrica y al desarrollo de la tecnología eléctrica y
electrónica. A mediados del siglo XX se introdujo el primer equipo comercial de
electromiografía para uso médico basado en circuitos electrónicos analógicos. El
desarrollo posterior de la tecnología digital ha permitido disponer de sistemas
controlados por microprocesadores cada vez más fiables y potentes para captar,
representar, almacenar, analizar y clasificar las señales mioeléctricas. Es
esperable que el avance de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación pueda conducir en un futuro próximo a la aplicación de desarrollos
de inteligencia artificial que faciliten la clasificación automática de señales así
como sistemas expertos de apoyo al diagnóstico electromiográfico.
PROPIEDADES BIOELÉCTRICAS DEL TEJIDO MUSCULAR ESTRIADO Los músculos estriados son los
efectores de la motilidad voluntaria. Las fibras musculares (FMs) estriadas son células alargadas
con bandas claras y oscuras alternantes (estriaciones) debidas a la disposición longitudinal y
paralela de las proteínas contráctiles en su interior.
La contracción se verifica por el deslizamiento de estas proteínas entre sí. El sistema nervioso
central codifica el grado de contracción de las FMs según la frecuencia de impulsos nerviosos de
las motoneuronas alfa, cuyos cuerpos se sitúan en las astas anteriores de la médula espinal. Los
impulsos nerviosos son potenciales de acción (PAs) de las motoneuronas que se transmiten a las
células musculares a lo largo de sus axones, las ramificaciones terminales de éstos y las uniones
neuromusculares. El conjunto que forma una motoneurona alfa y las FMs inervadas por ella se
conoce como unidad motora (UM) y constituye la unidad anatómica y funcional del músculo.
El número de FMs de la UM varía de unos músculos a otros: desde muy pocas en los músculos
oculomotores, que requieren finos ajustes hasta varios centenares en los grandes músculos de las
extremidades inferiores. Como en toda célula viva, entre ambos lados de la membrana de las FMs
existe una diferencia de potencial eléctrico (potencial de membrana en reposo) de unos 90 mV,
siendo el interior de la célula negativo respecto al exterior. Este potencial es el resultado de: – La
desigual distribución de cargas asociadas a iones (sodio, potasio, cloro, etc.), proteínas y otras
moléculas presentes en los medios intra y extracelular. – La diferente permeabilidad de la
membrana a los distintos iones (alta para el potasio, baja para el sodio). – La acción de la enzima
ATPasa Na-K dependiente (la bomba de sodiopotasio), un sistema metabólico de extracción activa
del sodio intracelular. Una propiedad básica de las FMs y de las neuronas es la posibilidad de que
el potencial de membrana, en determinadas circunstancias, cambie y se haga momentáneamente
positivo en el interior. Esta inversión del potencial o despolarización se denomina PA y se
desencadena por la súbita apertura de los canales de sodio presentes en la membrana, con el
consiguiente aumento de la permeabilidad para dicho ión. Los cambios de los flujos iónicos
asociados al PA se transmiten a puntos adyacentes de la membrana, conduciéndose a lo largo de
la fibra muscular a una velocidad de entre 3 y 5 m/s.
En una contracción voluntaria débil sólo se activa un escaso número de UMs que descargan
potenciales de acción a frecuencias bajas (en torno a 5 por segundo). El aumento de la fuerza de
contracción implica un aumento progresivo de la frecuencia de descarga y el reclutamiento o
activación de más UMs.
Los estudios electromiográficos habituales (EMG convencional) se realizan con electrodos de aguja
que captan la actividad de las FMs presentes en una semiesfera de 2,5 mm de radio en torno a la
punta. En nuestro medio se utilizan electrodos de aguja concéntricos, formados por un electrodo
activo rodeado por el electrodo de referencia en forma de cánula (disposición similar a una aguja
de punción lumbar en la que el fiador fuera el electrodo activo) y separados por un aislante
eléctrico. El registro de los cambios producidos por la descarga de las FMs de una UM se conoce
como PA de unidad motora (PAUM). En condiciones normales, la amplitud media de los PAUMs es
de unos 0,5 mV y la duración varía entre 8 y 14 ms según el tamaño de las UMs. El tamaño y la
forma del PAUM dependen de determinadas dimensiones estructurales y funcionales de las UMs.
Los procesos patológicos neurógenos y miopáticos pueden alterar esas dimensiones, lo que se
expresa por desviaciones anormales de los parámetros del PAUM. La exploración EMG, una vez
insertado el electrodo de aguja en un músculo, comprende el registro de la señal bioeléctrica en
tres estados funcionales:
En conjunto, la señal EMG traduce las remodelaciones patológicas de las UMs. Las variaciones
respecto a los patrones normales en cada músculo, junto con la valoración de otros datos
neurofisiológicos y el contexto clínico de cada paciente, constituyen la base del diagnóstico EMG.
PARES CRANEALES
VI par craneal (abducens o motor ocular externo)
– Base del cráneo: penetra en el canal de Dorello, rodeado por dos capas de dura
y el plexo venoso basilar, sigue su trayecto a lo largo del clivus para después
entrar al seno cavernoso por encima del cavum de Meckel.
– Cavernoso: es el único NC que corre por la por ción medial del seno cavernoso
– Intraaxial: el origen parte de tres núcleos locali- zados en el puente, uno motor y
dos sensitivos:
• Núcleo motor del nervio facial, el cual da lugar a una impresión en el piso del
cuarto ventrículo, el colículo facial, inerva los músculos de la expresión facial, el
estapedio, el estilohioideo y el vientre posterior del digástrico.
• Núcleo del tracto solitario, cuya función está relacionada con la percepción
gustativa de los dos tercios anteriores de la lengua; suscuerpos neuronales se
ubican en el ganglio geniculado y sus fibras viajan dentro del nervio intermedio7.
– Base del cráneo: aquí el nervio se divide en cua- tro segmentos: segmento del
CAI; laberíntico, que se extiende hasta el ganglio geniculado; timpánico, que pasa
por debajo del canal semicircular lateral, y mastoideo, que le da dirección hacia el
foramen estilomastoideo19.
– Cisternal: emerge del surco postolivar, por encima del nervio vago, donde sigue
un trayecto oblicuo anterior para cruzar la cisterna cerebelomedular, donde pasa
adyacente al flóculo y posteriormente entra al foramen yugular, conjuntamente con
los pares craneales X y XI21 (Figs. 6 A-C).
– Base del cráneo: entra al foramen yugular a través del meato glosofaríngeo,
para ubicarse en la pars nervosa del mismo, anterior al X y XI par; en esta porción
se ubican los ganglios superior e inferior.
– Porción cisternal: tanto las fibras bulbares como las espinales poseen
localización ventral al IX y X par, siguen un trayecto horizontal y ascendente,
respectivamente, para unirse en la porción lateral de la cisterna basal y
posteriormente alcanzar el foramen yugular.
– Porción de la base del cráneo: pasan a través de la pars vascularis del foramen
yugular, posterior al IX y X par craneal.
– Segmento cisternal: deja el bulbo en forma de varias raíces que emergen del
surco preolivar, para cruzar la cisterna bulbocerebelosa y posteriormente
converger en una o dos raíces para entrar al canal hipogloso.