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INTEGRANTES:
CUSCO – PERÚ
2013
MEDICINA DURANTE LA CONQUISTA
La conquista de Perú se dio en el año 1529 por el español Francisco Pizarro y con la autoridad del
rey Carlos I de España. En este periodo aún con los conocimientos de los antiguos peruanos
porque se empleaban las numerosas plantas medicinales en infusión; como la coca, la quinua, la
retanima entre otras.
Los primeros españoles que vinieron al Perú no trajeron médicos, probablemente porque no
hallaron profesionales dispuestos a la aventura del Nuevo Mundo. Seguramente, en muchas
ocasiones, habrán echado de menos los auxilios de la medicina. Garcilaso de la Vega en “La
Conquista del Perú” habla de dolorosas y sangrantes verrugas que les crecieron a los compañeros
de Pizarro, en lo que se considera la primera enfermedad, de que dan cuenta las crónicas, de las
huestes conquistadoras en el Perú. Más tarde el erudito Patrón, en “La enfermedad mortal de
Huayna Cápac”, identificaría la dolencia como la verruga peruana o enfermedad de Carrión. Las
heridas en campo de batalla, tampoco recibieron más cuidados de los que buenamente podían
ofrecerles sus compañeros, valiéndose únicamente del sentido común. Más adelante, los
españoles acudieron a los curanderos peruanos, quizá como medida desesperada al principio, y,
posteriormente, ya con algo más de confianza. Garcilaso de la Vega es pródigo en citas que
cuentan diversos episodios de enfermos y heridos españoles y sus recursos para combatir estos
problemas.
Con la llegada de los españoles las epidemias y enfermedades endémicas aumentaron. Algunas de
estas enfermedades fueron la tuberculosis, enfermedad de Chagas, bartenolosis, sífilis y varias
parasitosis intestinales. Existían también las diarreas comunes, las neumonías, infecciones a la piel,
las infecciones urinarias, etc.
Estas enfermedades eran producidas por gérmenes que habían acompañado a los humanos
durante su transcurso desde el Asia hasta nuestras tierras. Los españoles se habían tornado
inmunes a muchos de los gérmenes que trajeron, ya que habían tenido contacto con ellos desde la
infancia. Sin embargo, los indígenas se vieron vulnerables, por lo que al primer contacto con los
españoles se desataron epidemias mortíferas que dificultaron la defensa de las tierras indígenas.
Algunos indígenas ante esta situación pudieron resistir con el paso del tiempo, haciéndose más
resistentes y a la vez los gérmenes se volvieron menos virulentos. Una de estas plagas fue la
viruela, tan contagiosa que aparte de acabar con la población de las ciudades colindantes llegó
hasta las colonias de República Dominicana y Argentina. En la ciudad del Cuzco, además de la
viruela, el sarampión se presentó de manera mortal, ya que los que resistían a esta enfermedad
les dejaba otra, que era la lepra, terminando por matarlos; todas estas y otras más, llegándose a
estimar 17 enfermedades diferentes
Los españoles nos trajeron su medicina que no era otra que una atrasada medicina medieval .Esta
medicina era examinar el pulso y la orina, pero aún asi estas no pudieron ser mejores que las
medicinas prehispanicas,ya que la medicina de nuestro antiguo Perú dispone una mejor provisión
de plantas medicinales.
Con la llegada de los españoles las epidemias y enfermedades endémicas aumentaron.Alguna de
estas enfermedades fueron la tuberculosis,enfermedad de Chagas, bartenolosis ,sífilis y varias
parasitosis intestinales.Existian también las diarreas comunes, las neumonías,infecciones a la piel,
las infecciones orinarias,etc.
Estas enfermedades eran producidas por gérmenes que habían acompañado a los humanos
durante su transcurso desde el Asia hasta nuestras tierras.
Es decir, los españoles aparte de traernos su cultura nos invadieron también con sus gérmenes y
esto afecto a la población indigena trayendo consigo mortiferas epidémias y esto debilitaba la
defebsa de sus tierras.
Un ejemplo de esto es el hecho de Huayna Capac que falleció luego de "unas fiebres" cuando los
españoles se encontraban dentro de sus tierras.
EL CASO DE LA TUBERCULOSIS
Además, observaron una lesión erosiva en dos vértebras de la columna, lo que le produjo una
notoria joroba. ¿Por qué a partir de este hallazgo puede decirse que la tuberculosis fue endémica?
CASO DE LA BARTONELLOSIS
Los aspectos epidemiológicos, clínicos y terapéuticos de este mal, que tomo distintos nombres en
el transcursos de los últimos cien años (enfermedad de Carrión, fiebre de la Oroya, verruga
peruana y otros), han sido motivo de arduos estudios. Sin embargo aún encierra varios misterios.
Durante mucho tiempo se creyó que la llamada enfermedad de Carrión estaba controlada; pero la
bartonellosis andina-tal es su nombre más preciso- sigue siendo un problema en varios
departamentos del Perú y continúa causando muertes. En la década de 1940, esta enfermedad
alcanzó la tasa de incidencia más alta de su historia nacional: 14 por 100 mil habitantes, para luego
descender hasta 0,3 por 100 mil habitantes hacia 1970. Brotes epidémicos se dieron de 1975 a
1979, así como en 1992. Ancash, Lima, Cajamarca son los departamentos con mayor incidencia.
La bartonellosis andina se mantuvo vigente durante la época colonial; pero los médicos
españoles, especialmente los poltrones de Lima, no mantuvieron la menor posibilidad de observar
en toda su magnitud el problema causado por esta enfermedad, que ataca en quebradas
interandinas alejadas de la capital.
Pedro Pizarro la describió así: "Una enfermedad que dio verrugas, tan mala y contagiosa que tuvo
a mucha gente fatigada y trabajaba con muchos dolores como si estuvieron con bubas, hasta que
les salían grandes verrugas por todo el cuerpo y algunas como huevos". Así, las "verrugas de los
conquistadores" quedaron como una anécdota en los anales de la historia médica.
En 1634, un cirujano latino, el español Gago de Vadillo, publicó en Lima sus experiencias en
relación con esta enfermedad,
incluyendo una descripción de las
"verrugas", en el que resulta ser el primer
trabajo de la literatura médica sobre
bartonellosis andina.
A principios del siglo XIX, Hipólito Unanue se ocupó de la verruga peruana en un célebre libro
sobre el clima de Lima. Es posible que el ilustre médico no tuviera la oportunidad de observar un
solo caso de dicha enfermedad, lo cual lo había llevado a confundirla con la sífilis: "Los que no
teniendo el cuerpo abrigado pasan del calor de las quemaduras al frio de la serranía, o se exponen
a este aligerando la ropa, por la sofocación que causa el temple entre el día, contraen unos
dolores semejantes a los reumáticos y gálicos, los cuales al cabo de más o menos días terminan en
un brote de verrugas de diferente magnitud, por lo regular arrojan sangre y se caen, o se extirpan
ligándolas si como opina un sabio americano (su maestro y mentor, Gabriel Moreno )esta
enfermedad es el germen de la Lúes veneria, la inclemencia del frio sobre el cuerpo acalorado
daria origen a este mal impuro. Para castigar los ardores de venus, no podian encontrarse
remedios más a propósito que el hielo y las nieves de los andes".
Desde la década de 1630 años de las primeras publicaciones de Gago de Vadillo hasta la época
republicana, no apareció una sola descripción amplia de esta enfermedad realizada por los
médicos.
Dos motivos podrían explicar tal fenómeno primero, que, como ya se ha mencionado, los focos
endémicos de Batonellosis estuvieron circunscritos a valles interandinos de dificil acceso y por
consiguiente, aislados de los centros médicos calificados y segundo, que en los propios valles
infestados la enfermedad pasa desapercibida porque ataca a los nativos durante la infancia, con
formas leves. Solo los adultos foráneos (o adolescentes en edad de viajar) muestran con más
frecuencias los casos floridos y graves.
Al principio de esta historia hemos dicho que solo tenía el tamaño de un huevo de paloma, más
tarde llegó a adquirir la de una naranja pequeña, se ulceró en su superficie, se aplicó una ligadura
a su pedículo, a pesar de esto la verruga no ha caido, se ha desaparecida una porción de su parte
inferior y ofrece el aspecto que notamos en una lámina que acompañó. Una de las verrugas
grandes que se desprendió mediante la ligadura está depositada en el Museo de la Escuela de
Medicina [...].
En el trabajo de Salazar hay otros seis casos de enfermos con verrugas pero sin fotografías.
Son observaciones realizadas en el Hospital de San Andrés, para entonces una institución
restringida a la atención de varones.
Es interesante notar que en estos siete casos se trata de varones nacidos en zonas no endémicas
de verrugas, dos en Arequipa, tres en Huancayo, uno en Chile, otro en Huanta. Todos mostraron
erupciones cutáneas llamativas aunque ninguno con la gravedad del caso de Aniceto de la Cruz
quien falleció pocos días después, al parecer de una septicemia que tuvo como punto de partida
una de las verrugas secundariamente infectadas. Estas observaciones refuerzan la hipótesis que
postula que la Bartonellosis es una enfermedad endémica de larga data, que ataca en la infancia
con formas muy benignas o subclinícas; las formas graves y llamativas son más frecuentes en
foráneos que visitan las zonas infestadas.
La enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis Americana, descrita por primera vez en 1909 por
Carlos Chagas, es una zoonosis causada por el parásito protozoario Trypanosoma cruzi y
transmitida por insectos hematófagos que comprenden varias especies de Triatominos
(Hemiptera triatominae). Es exclusiva de las Américas, donde está muy difundida y su transmisión
es persistente.
En 1919, Escomel observa al T. cruzi en el frotis sanguíneo de un paciente febril procedente de
Tahuamanu del departamento de Madre de Dios, este es considerado como el primer caso
diagnosticado en el país; el dibujo realizado de la observación microscópica forma parte de la
publicación que luego hiciera Escomel ; sin embargo, la infección parasitaria ha existido desde la
época pre-colombina, hace aproximadamente 9000 a 4000 años, dato comprobado por el hallazgo
de segmentos del ADN de T. cruzi en momias de la cultura Chinchorro (al norte de Chile y al sur del
Perú) (9,10), también se ha demostrado el parásito en el tejido en una momia inca peruana
La transmisión del Trypanosoma lo realiza la vinchuca al chupar sangre (lo que hace habitualmente
amparada por la oscuridad y cuando la persona duerme).Deposita sobre la piel o mucosa una
gotita de su contenido intestinal, en el cual van las formas tripanosómicas infectantes. Al penetrar
éstas en los tejidos, inician su multiplicación en las células de la puerta de entrada. Cuando ello
ocurre en los párpados, ocasiona una hinchazón que caracteriza a una de las formas más comunes
de comienzo de la fase aguda. Las vinchucas también pican a los mamíferos domésticos, pudiendo
transmitirles las tripanosomas. Curiosamente, las aves de corral son resistentes a la infección y no
la adquieren.
Los primeros asentamientos comienzan a desarrollarse tras la captura de Cuzco, principal ciudad
inca, por parte de Francisco Pizarro, en 1534. Tras este hecho, se provoca una fuerte disputa por el
control de una serie de expediciones destinadas a Birú, territorio peruano del cual se presumía
que poseía grandes riquezas, entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro. El enfrentamiento se
saldó con la victoria de Pizarro, y la posterior ejecución de Almagro.
El virreinato vivió cuarenta años de caos administrativo, fruto del choque de intereses entre los
distintos conquistadores, y el desigual reparto de la tierra. A mediados del siglo XVI, Francisco de
Toledo, virrey del Perú, logra encauzar la situación y establecer un marco administrativo estable,
que se prolongaría durante todo el período colonial. Esta normalización de la situación, fue gracias
a la voluntad de Toledo, de llevar a cabo un proceso organizador, reflejado en medidas tales como
el censo tributario, censo de pobladores nativos y la realización de un registro de los recursos
naturales y humanos del Perú. Estas medidas permitieron la implantación de los sistemas de
trabajo (mita, repartimiento) y a la larga, hicieron de este virreinato el más rico e influyente.
Este virreinato duró casi 3 siglos desde 1542 hasta 1824 por lo cual pudo influir fuertemente en
muchos aspectos que aun se mantienen latentes en la población. A esto denominaremos Herencia
Virreinal, esta herencia se encuentra fuertemente insertada en las tradiciones, en el arte, en la
arquitectura, en la cultura, en la educción, etc.
Esta herencia virreinal trajo consigo también aprendizajes que hasta la fecha son útiles para la
medicina: El conocimiento médico durante el virreinato fue rudimentario y empírico. A pesar de
enseñarse en las universidades, la medicina solo se restringió a aminorar las dolencias que no
causaban muerte, como el caso de un resfrío o torceduras de huesos. Cuando el enfermo se
agravaba el médico ya no tenía mucho por hacer pues no poseía la técnica ni los conocimientos
necesarios para curar enfermedades como el cáncer, hidropesía, apoplejía, "alfombrilla" o
tercianas, muy comunes y estudiadas durante el virreinato. La medicina no fue propiedad de los
doctores salidos de las universidades. Fue común que los barberos, entre sus muchas actividades,
se dedicaran a la práctica empírica de la medicina. Los escritos indican que fueron especialistas en
sacar muelas y en preparar ungüentos y "parches" para los huesos. Barbero y médico empírico fue
San Martín de Porras antes de consagrarse hermano lego dominico. También se crearon
numerosas academias técnicas, científicas y culturales que desarrollaron una intensa labor
educativa. Bibliotecas, museos y galerías de arte completan el panorama cultural del Perú.
En este periodo en cuanto a la medicina, aún con los conocimientos de los antiguos peruanos
porque se empleaban las numerosas plantas medicinales en infusión; como la coca, la quinua, la
retanima entre otras.
Los españoles nos trajeron su medicina que no era otra que una atrasada medicina medieval .Esta
medicina era examinar el pulso y la orina, pero aún así estas no pudieron ser mejores que las
medicinas prehispánicas, ya que la medicina de nuestro antiguo Perú dispone una mejor provisión
de plantas medicinales.
Con la llegada de los españoles las epidemias y enfermedades endémicas aumentaron. Alguna de
estas enfermedades fueron la tuberculosis, enfermedad de Chagas, bartenolosis, sífilis y varias
parasitosis intestinales. Existían también las diarreas comunes, las neumonías, infecciones a la piel,
las infecciones urinarias, etc.
Estas enfermedades eran producidas por gérmenes que habían acompañado a los humanos
durante su transcurso desde el Asia hasta nuestras tierras.
Es decir, los españoles aparte de traernos su cultura nos invadieron también con sus gérmenes y
esto afecto a la población indígena trayendo consigo mortíferas epidemias y esto debilitaba la
defensa de sus tierras. Un ejemplo de esto es el hecho de Huayna Capac que falleció luego de
"unas fiebres" cuando los españoles se encontraban dentro de su tierra.
ENFERMEDADES EN EL VIRREINATO
Durante los años del Virreinato las enfermedades más generalizadas fueron el romadizo (catarro) y
el resfrío. Los negros eran los que introducían las enfermedades contagiosas, por eso les
prohibieron entrar a las ciudades sin previo examen médico que asignaba el cabildo.
Otra enfermedad común fue el llamado dolor del costado, que lo dividían en falsos y benignos,
determinaban el dolor de costado por las grandes molestias que traía consigo, otras señales lo
constituían la calentura, dolor con punzadas que dificultaban la respiración, el pulso se tornaba
duro al tacto por estar la arteria tirante. También acarreaban mucha o poca tos, algunas veces con
rasgos de sangre, como remedio aplicaban la sangría y la purga. Y si no sanaban entonces lo hacían
confesar y dictar su testamento. Recibía lo santos oleos y la extremaunción.
Las perturbaciones digestivas fueron muy frecuentes. También la hidropesía y las diarreas. Se creía
que las enfermedades digestivas estaban ocasionadas por la frialdad o falta de calor natural en el
estómago. A la hidropesía la imaginaban originada por la frialdad del estómago y a su vez
debilitaba y helaba al hígado de manera que en lugar de engendrarse buena sangre se producía
flema y agua, sustancias que daban materia a la hidropesía.
Conocían las alteraciones de la personalidad : casos de histeria, neurastenia, delirios, el mal del
San Vito (Parkinson), brujerías, el idiotismo (a quienes los niños los tomaban como diversión, el
ahogo, los vértigos, los flatos, cólicos, gotas, reumatismos, dolencias a la uretra y al hígado, etc.
Las enfermedades de carácter social que abundaban fueron: las bubas o sífilis y la tuberculosis. La
causa de la primera la atribuían a las relaciones sexuales; y la segunda a la brujería o actos de
maleficio.
Existían otros achaques motivados por el trabajo en las minas, unos debidos al laboreo intenso y
otros por absolver efectos químicos que envenenaban poco a poco. Las minas de Azogue de
Huancavelica fueron las trituradoras de la salud del indio a causa de faenas llevadas a cabo en
forma primitiva, asimismo, las emanaciones tóxicas de las minas les producían tuberculosis
pulmonar y renal, por ingerir residuos tanto por la vía respiratoria como oral. El mercurio fue el
que ocasionaban los más terribles envenenamientos: provocaba la caída del cabello, de la
dentadura y un temblor análogo a la parálisis agitante. Los que la padecían fueron llamados los
azogados.
Una de las molestias más sensibles para los Españoles fue el soroche (siglo XVI), producido por la
altitud. Es el mal de altura o de montaña generado por la escasez de oxígeno. El verdadero
soroche se tipifica por una invencible fatiga física, un extremo agotamiento o indiferencia psíquica;
las piernas se niegan a sostener el cuerpo, tiemblan las rodillas, la columna vertebral parece
desarmarse, vienen dolores de cabeza y flujos de vientre, produciendo irritabilidad, exaltación
psicosomática delirio y borrachera.
Entre las enfermedades nativas figura la verruga peruana (llamada ahora fiebre de Carrión y de la
Oroya.
A los indios los consideraban flemáticos, propensos a morir más jóvenes que los españoles, pero
resistente para el encanecimiento y la calvicie, a diferencia de los españoles y criollos.
Epidemias y plaga nadie conocía las causas verdaderas y científicas de las enfermedades que
acarreaban grandes epidemias o pandemias.
Las terribles plagas que azotaban en tal sentido las atribuían igual que a los terremotos a castigos
divinos por las maldades y pecados cometidos por los perversos católicos. El sistema de
combatirlas lo realizaban sobre todo con medidas inútiles de carácter ritual y ceremonial
encaminadas a aplacar la ira de DIOS. Desconocían las precauciones terapéuticas y el tratamiento
de ellas. Tenían un perfecto conocimiento del contagio de las enfermedades pero no de sus cusas
y medicamentos. La mortalidad infantil era elevada.
La epidemia que azotó tierras peruanas se remonta a los años de 1525 y 1526. Se discutió hasta
1920 sobre la naturaleza de dicha mortandad. Julio C., Tello opinó que pudo haber sido una
avalancha de sífilis. Pero se ha llegado a la conclusión que la tesis de Tello estuvo equivocada. Se
admite que la epidemia fue motivada por la viruela, el sarampión y demás fiebres eruptivas
trasmitida por uno de los expedicionarios subalternos durante el primer y segundo viaje de
Francisco Pizarro y también por los mercaderes indígenas de la costa norte y central que tenían
contacto con otros mercaderes indígenas de Centroamérica y México.
Las catástrofes epidémicas estaban motivadas por la alta de anticuerpos en los organismos de los
indios, favoreciendo la proliferación de los virus provocando la casi total exterminación de la
población nativa, que al concluir la colonia apenas alcanzaba algo más de un millón.
Desde abril de 1720 se experimentó en la ciudad del Cuzco una epidemia de fiebre que comenzó
en Buenos Aires. La enfermedad se extendió por la integridad del sur y avanzó hasta Huamanga.
Como se acostumbraba en tales ocurrencias hicieron “rogativas y procesiones públicas para
aplacar al Señor”. Pero nada impidió que en el transcurso de estos días aumentara el mal y sus
consecuencias mortales. Hubo mucha congoja a causa de los innumerables funerales. El obispo
suspendió el ayuno y la abstinencia de carne para que la gente pudiera resistir un poco más a un
enemigo tan fuerte. Len realidad solo hasta fines de noviembre de aquel año (1720) sucumbieron
entre 70,000 a 80,000 personas. En el Cuzco, el número de defunciones ascendían a 100, salvo la
noche del 10 de agosto que expiraron más de 700.
Como siempre sucedía, los que más sufrieron con el mal fueron los indios, por no estar
inmunizados totalmente contra los morbos extranjeros. Los pueblos quedaron casi deshabitados.
Dicha plaga llegó en figura de viejo con el nombre de “PESTE”.
CURACION DE ENFERMEDADES
Algunos santos:
Santa Ludvina pensaban que ponía fin a los dolores de cabeza (cefalalgia).
San Hugo, a los ataques epilépticos.
Santa Gertrudis, al mal del corazón (cardíacos).
Santa Tecla, a la voz torcida y gangosa.
San Gregorio a la conjuntivitis.
Santa Lucía, a la ceguera.
San Zacarías, a los oídos infectados.
San Alipio, a la hemorragia nasal.
Santa Lucrecia, al asma.
Criollos, mestizos y castas hacían un intenso consumo de remedios caseros. Las medicinas más
utilizadas y divulgadas estaban constituidas por el agua de capón, ojos de cangrejo, ranas
calcinadas, uñas de la gran bestia, espíritu de lombrices, piedras de araña, agua de la reina de
Hungría, sal de mole de Rivero, mate aperitivo, bálsamo de María, serpentaria virginiana, sangre
de drago. Claro que las boticas de los hospitales las cosas iban un poco mejor, ya que allí utilizaban
el bálsamo del Perú, de Tolú, el guayacán o palo santo, zarzaparrilla, quina, jalapa, ratania, raiz
polígala, podofilo, quillay, ipecacuana, copaiba, cubada, jaborandi, quenopodio, etc. Como se
notará, casi todos estaban conformados por vegetales.
LA VIRUELA:
A inicios del siglo XVI, cuando los españoles llegaron al Tahuantinsuyo trajeron una variedad de
enfermedades que antes no se habían conocido, esto se cita en el magistral libro “Plagues and
Peoples”, en el cual William McNeill estudió los "intercambios transoceánicos" y como resultado
de la llegada de los europeos al nuevo continente; después de 1492, dice:
"Los habitantes del Nuevo Mundo no eran portadores de algunas infecciones peligrosas
susceptibles de ser transferidas a las poblaciones europeas o africanas que aparecieron en su
continente (a menos que se crea que la sífilis es de origen americano) mientras que la abrupta
confrontación con una larga lista de infecciones que trajeron europeos y africanos que, por
milenios, habían hecho pasto con las poblaciones de esos continentes provocaron, en los
Amerindios, un desastre demográfico masivo".
La viruela es una grave enfermedad viral que se contagia únicamente de hombre a hombre.
Transmitida mediante partículas de saliva, otras formas comunes de contagiarse es mediante el
contacto con ropa de vestir y ropas de cama donde se encuentra normalmente el virus. Esta no
tiene tratamiento específico, la única forma de prevenir es la vacunación. Su nombre (viruela)
proviene de la palabra latina que significa “manchado” y se refiere a los abultamientos que
aparecen en la cara y en el cuerpo de una persona infectada.
El principal síntoma inicial de la viruela era inespecífico para una infección por virus ya que
comenzaba como otras infecciones en forma escalofríos, fiebre alta, dolor de cabeza, dolores de
articulaciones y musculares a veces con náuseas y vómitos. Más específico era la aparición de la
erupción en la piel, que aparecía a los días del cuadro inicial.
El brote se caracterizaba por lesiones papulosas, que luego se formaban en pústulas que exudaban
líquido purulento, formando costras a la semana. La gravedad de este proceso dependía de la
malignidad de los virus y del estado de nutrición y salud de los enfermos.
Esta plaga causó la muerte de muchas personas, nos solo en Perú sino en todo el mundo, ya que
se propagaba rápidamente. Felizmente, en el año 1796, Eduardo Jenner en Inglaterra descubrió la
vacuna antivariólica utilizando la secreción de las pústilas de las vacas (Cow-pox).
Ante las múltiples epidemias de viruela que despoblaban el Nuevo Mundo, el Rey Carlos IV de
España autorizó la organización de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que partió de la
Coruña, el 1 de diciembre de 1803, bajo el mando del médico Dr. Francisco Javier Balmis; esta
expedición, que traía el fluido vacunal en las pústulas de 20 niños y en láminas de vidrio llegó a
Puerto Cabello (Venezuela) el 19 de marzo de 1804. Allí se dividió la expedición en dos grupos, uno
al mando de Blamis hacia México y otro dirigido por el Salvani hacia Sud-América. José Salvani y
Lleopart, médico catalán, practicó la vacunación en Colombia y Ecuador (Virreynato de Nueva
Granada) y luego pasó al Virreinato del Perú, llegando a Piura, Trujillo, Lambayeque, Cajamarca y
muchos otros pueblos en su ruta hacia Lima a donde arribó el 23 de mayo de 1806, logrando que
el Virrey Abascal instalara la Junta Central Propagadora del fluido vacunal
Luego de vacunar en Lima a 22 726 personas, envió el fluido a Huamanga, Huancavelica y Cusco,
donde sus ayudantes practicaron numerosas vacunaciones.
En 1807, emprendió su viaje hacia el sur, pasando por Ica, Arequipa y Puno.
Entre 1821 y 1847 fueron los párrocos los encargados de vacunar, labor para la cual no estaban
preparados por lo cual posiblemente en muchos casos fracasó este medio profiláctico.
En 1847, Ramón Castilla expidió una ley creando los cargos de vacunadores para todo el país y
ordenando a los Prefectos para que los nombrasen y asignasen sus haberes.
La viruela se erradicó en 1978, gracias a la exitosa estrategia de vacunación selectiva de todos los
posibles contactos personales de cada nuevo enfermo4. La vacuna antivariólica protege por cinco
años; de tal manera que la población mundial actual, en su totalidad, está desprotegida contra la
viruela, como lo estuvieron los amerindios durante los siglos del descubrimiento y de la invasión
conquistadora. Todos los habitantes del mundo contemporáneo tienen hoy día la misma
susceptibilidad que tuvieron los amerindios en los tiempos del descubrimiento y la conquista; y,
como aquellas víctimas de la invasión, no tienen la posibilidad de un tratamiento específico. Esta
posibilidad es tan valedera que los soldados de las grandes potencias son los únicos seres que
ahora están vacunados contra la viruela.
EDUCACION MÉDICA EN LA COLONIA PERUANA
La historia educativa del Perú colonial nos muestra un hecho bastante singular: de la educación
elemental se pasa directamente a la educación universitaria. Esto posiblemente se debió a la
necesidad de formar teólogos y sacerdotes para encargarles inmediatamente la tarea
evangelizadora.
CARACTERISTICAS DE LA EDUCACION
ETAPAS DE LA EDUCACION
El de físico o Doctor en medicina era el grado más alto al que un profesional de la salud podía
acceder. Para acceder a este título en la colonia se requería un certificado de “limpieza de sangre”,
porque el ingreso a las universidades estaba reservado exclusivamente para los españoles de
nacimiento o para los llamados “Criollos” que eran hijos legítimos de padre o madre españoles o
de sus descendientes. El gobierno español legisló sobre esto con gran sectarismo religioso, como
manera de excluir del ejercicio profesional a judíos y árabes; pero podía obviarse, si el candidato
presentaba una constancia de su conversión a la fe católica.
La discriminación a nivel de los nativos o de los “mezclados” fue más radical. No estuvieron en la
categoría de limpieza de sangre y por lo tanto no podían ingresar a la Universidad a cursar ningún
tipo de estudios los mestizos, zambos, cholos, cuarterones, etc., sin tener en cuenta su filiación
católica. Sin embargo, Valdizán habla de becas “para los hijos de los indios que son habilísimos y
muy educados según lo he observado en uno u otro que han concurrido a la enseñanza del
anfiteatro anatómico”.
El gremio de médicos era el más distinguido. Era conformado por médicos venidos de Europa y, a
partir del siglo XVII, por algunos profesionales peruanos a quienes el Protomedicato había
concedido el título de profesor médico y, la universidad, los grados de Doctor, Licenciado y
Bachiller. La recepción del grado de doctor era complicada y comprendía una ceremonia, con
examen, que se celebraba en la Catedral. Los licenciados podían ser “latinos” o “romancistas”,
según el lenguaje utilizado durante sus estudios (latín o castellano, respectivamente); debían
“sostener sobre medicina y práctica y una de filosofía natural, tomándoles los puntos de
Hipócrates y Avicena para ser graduados”. El número de miembros peruanos del gremio fue muy
limitado, porque se concedía el título y el grado sólo a los que no tenían los impedimentos
genealógicos previstos en la ley. Por su origen social y su preparación académica, los médicos
tenían desdén por los cirujanos y por todo tipo de intervención quirúrgica.
El título de cirujano latino requería la precisión de las habilidades y destreza manuales, como lo
que se necesitaba en una intervención quirúrgica u otros procedimientos externos. Para pretender
este título, se requería haber cursado estudios universitarios de lógica, metafísica, física general y
particular, llegando a la categoría de bachiller; también acreditar prácticas al lado de un cirujano
graduado. El nivel académico de la cirugía latina peruana y en general iberoamericana, estaba muy
por encima de sus similares en el resto de países europeos. El cirujano latino rendía los exámenes
en latín. El cumplimiento estricto de la ley de “pureza de sangre” hizo en determinado momento
disminuir el número de cirujanos latinos en Lima de manera inconveniente, por lo que la ley fue
progresivamente cediendo a la necesidad. Los cirujanos también practicaban toda la gama de
procedimientos terapéuticos en la superficie del cuerpo.
El gremio de cirujanos seguía en jerarquía social a gran distancia del de los médicos. Sus miembros
debían aprobar determinadas pruebas de competencia y recibir la autorización correspondiente
del Tribunal del Protomedicato. Los licenciados en cirugía, tanto latinos como romancistas,
estaban autorizados para ejercer la cirugía de la época, incluidas algunas intervenciones
obstétricas y ginecológicas. Cuando alguno de ellos se dedicaba a la ortopedia era denominado
“algebrista”. El gremio estaba comprendido por unos cuantos cirujanos extranjeros y otros
cirujanos preparados en el país. Su estudio era poco decoroso y visto con desdén por las clases
elevadas. Los “pardos” aprendían el arte al lado de un buen maestro que se dignara enseñarles.
Los cirujanos, tenían una pobre instrucción, adquirían sus conocimientos al lado de un médico o
cirujano ultramarino, en los hospitales de Lima y eran empleados en quehaceres subalternos y
siempre bajo el control de los médicos. Socialmente, su rango era muy inferior, pues, era gente
reclutada entre los mestizos, de baja condición social.
El gremio de barberos o flebotomistas tenía una jerarquía aún inferior a la de los cirujanos. Los
“sangradores” aprendían su arte en forma empírica, prodigando el recurso heroico de la “sangría”.
El mismo San Martín de Porres ejerció la flebotomía con gran exito. Además, cumplían funciones
de enfermero y hacían curaciones de heridas de poca importancia.
Por último, estaba el gremio de farmacéuticos o boticarios. Además existían las “comadronas” o
“recibidoras” que ejercía en competencia con la cirugía, la obstetricia e inclusive la ginecología.
La construcción del primer hospital para la gente leprosa llamada san lázaro se inicia en el año
1563 situado en el cuarto llamado debajo del puente en el distrito del Rímac.
la lepra fue importada a la costa peruana por los colonizadores procedentes de España, país
que era asiento de una apreciable endemia, con unos 3000 leprosos y decenas de
leprocomios. por ello, 28 años después de fundada lima, se hizo necesario un leprocomio y es
así que, en 1563, se fundó el hospital de san lázaro, en el barrio de pescadores, en la margen
derecha del río Rímac, en donde se brindó asistencia a los leprosos durante la época colonial.
junto con el hospital se construyó una iglesia fue fundada el 23 de abril de 1563, siendo una de
más antiguas de lima.
el hospital fundado por Antón Sánchez, era muy sencillo en sus inicios, limitándose a 2 salas
muy rústicas, sin embargo, orientadas de tal forma que el aire no llevase a la ciudad de lima,
los olores de las enfermedades que allí su curaban.
la iglesia, en estos días, está construida sobre lo que fue el inicial leprosorio y un cementerio.
EVENTOS RESALTANTES
Los antecedentes de la facultad son los inicios de los estudios de medicina en el Perú, los cuales se
inician en las primeras cátedras de medicina esbozadas en la universidad de san marcos en el siglo
xvi. sin embargo, no es hasta 1811 que estos estudios se oficializan mediante la creación del "real
colegio de medicina y cirugía de san Fernando". posteriormente el 6 de octubre de 1856 se
oficializa su instalación como facultad de medicina, siendo la pionera en el estudio de medicina en
el Perú, por lo cual es coloquialmente referida como facultad de medicina de Lima.
Entre los distintos personajes reconocidos que han pasado como estudiantes o docentes de
medicina en la universidad de san marcos destacan el médico y precursor de la independencia
Hipólito unanue, quien fue también fundador de la reconocida escuela médica de "san Fernando";
el destacado médico Cayetano Heredia, quien también fue decano de la facultad; y Daniel Alcides
Carrión, estudiante de medicina nombrado como "mártir de la medicina peruana" por su
inoculación de la verruga peruana para su estudio científico.
Pedro de Utrilla
Pedro de Ultrilla ‘el joven’ fue un cirujano latino graduado en san marcos, hijo de un esclavo
liberto de quien se dice que fue también cirujano.
Ejerció su profesión brillantemente, con fama y prestancia. sus sucesores constituyeron una
tradición de cirujanos de esa etnia hasta mediados del siglo xix. existe prueba documental de
las importantes operaciones y autopsias que realizó de ultrilla en lima.
Fue el único que se salvó de la diatriba mordaz de caviedes, quien le compuso un vejamen –
texto burlesco que se redactaba para un recién graduado– en el que alabó sus virtudes sin
dejar de zaherirlo con maestría:
a una mujer abrió en suma
por la parte que no cierra
y una piedra le sacó
que pesaba libra y media
la mujer no murió, por
estar de dios que viviera […]
El ‘cachorro’, como motejó de ultrilla al poeta, fue un notable cirujano con bien ganado
prestigio. hay que destacar que esto mismo no ocurrió en otros lares. en Norteamérica
hubiese sido imposible que un africano ejerciera legalmente la profesión médica.
EL PROTOMEDICATO EN EL PERÚ
Por esta razón, fue que los Reyes de España decidieroncrear una institución que tuvo las riendas
de la regulación de la enseñanza y práctica de la medicina. De esta manera, nació el
Protomedicato en las llamadas“indias” o colonias españolas. La creación del tribunal del
Protomedicato marca una nueva etapa del que hacer médico que termina en la enseñanza
universitaria y la reglamentación de la práctica de la medicina
Hospitales mayores eran los grandes establecimientosde salud, donde se atendía el común de las
personas. En el siglo XVI, los hospitales mayores de Lima fueron:
Santa Ana de los Naturales
San Andrés
Santa María dela Caridad y Espíritu Santo
En el siglo XVII el San Bartolomé para la gente de raza negra.
El gremio de médicos era el más distinguido. Era conformado por médicos venidos de
Europa y, a partir del siglo XVII, por algunos profesionales peruanos a quienes el
Protomedicato había concedido el título de profesor médico y, la universidad, los grados
de Doctor, Licenciado y Bachiller.
Los licenciados podían ser “latinos” o “romancistas”, según el lenguaje utilizado durante
sus estudios (latín o castellano, respectivamente); debían “sostener sobre medicina y
práctica y una de filosofía natural, tomándoles los puntos de Hipócrates y Avicena para ser
graduados”.
El gremio de cirujanos seguía en jerarquía sociala gran distancia del de los médicos. Sus
miembros debían aprobar determinadas pruebas de competencia y recibir la autorización
correspondiente del Tribunal del Protomedicato. Los licenciados en cirugía, tanto latinos
como romancistas, estaban autorizados para ejercer la cirugía de la época, incluidas
algunas intervenciones obstétricas y ginecológicas. Cuando alguno de ellos se dedicaba a
la ortopedia era denominado “algebrista”.
El treinta de Junio de 1807 se reunieron los miembros del Real Tribunal del Protomedicato, Se
acordó, en esta reunión agradecer la actuación del excelentísimo señor virrey en su relación con su
generoso propósito de erigir el Colegio de Medicina y Cirugía y “lograrle llevase a debido término”
su tan noble idea en bien de la Humanidad al finalizar el año 1822, ya el antiguo Tribunal del
Protomedicato se denominaba Protomedicato general del Estado. El último protomédico general
fue Cayetano Heredia, quien atrajo a la cátedra a algunos de los mejores practicantes médicos y
naturalistas para modernizar los gabinetes, laboratorios y museos y concentró en un solo cuerpo
llamado la Facultad de Medicina de Lima, el entrenamiento de todos los médicos.
El Perú fue el primer país de América donde se estableció la enseñanza universitaria, la que a los
pocos años de iniciada comprendió la cátedra de medicina. La carrera de medicina, que fue
prácticamente la que impulsó la creación de la universidad, fue precedida por las de Teología y
Arte. Es fácil suponer que esto fue así porque en los primeros 20 años la enseñanza universitaria
estuvo en manos de los sacerdotes dominicos.
El Ultimo Director del Protomedicato de la Colonia fue Hipólito Unanue 1807 a 1825.El último
Director en la Historia fue Cayetano Heredia de 1843 a 1848, año en que desaparece el
Protomedicato General de Lima.
Las funciones del Protomedicato, fueron asumidas por la Sociedad de Medicina de Lima, que
existió de 1854 a 1868 bajo el liderazgo de Casimiro Ulloa, Tras 16 años de interrupción por los
avatares políticos del Perú, los médicos fundan transitoriamente (hasta que se reanude el Orden
Constitucional interrumpido por el General Iglesias) la Academia de Medicina de Lima desde
1884, bajo el liderazgo del Dr. Manuel Odriozola.
Repuesto el Orden Constitucional fundan la Academia Nacional de Medicina desde el 2
Noviembre de 1888, mediante Ley del Congreso, firmada por Andrés Avelino Cáceres, con la
misma directiva de Manuel Odriozola y funciona como un Organismo consultivo del Estado en
temas de Medicina y Salud Pública, el 1 de Febrero de 1996 se convierte en una Asociación Civil
sin fines de lucro, inscrita en Registro de Sociedades Civiles, ficha N° 18383.
Mediante Ley 15173 dada por el Congreso de la República el 16 de Octubre de 1964 por el
Presidente del mismo Ramiro Prialé Prialé se crea el Colegio Médico del Perú.
Conquista histórica de generaciones de médicos, que además constituye una
Prosapia cultural heredada del Protomedicato.
MÉDICOS IMPORTANTES
El gran Dávalos
José Manuel Dávalos (1758-1821), hijo de un importante español con una esclava liberta, fue –
como Hipólito Unanue– seminarista y cursó latinidad, filosofía y artes. Pasó a San Marcos para
cursar la carrera de cirujano latino, la única que podía seguir. Su padre pidió permiso para que
viajase a Europa, donde ingresó a la prestigiosa Universidad de Montpellier, Francia, y fue
discípulo de prominentes figuras científicas, como Lavoisier. Se graduó con honores con una tesis
sobre las enfermedades vistas en Lima durante su ejercicio. Su tesis, en correcto latín, fue
publicada en francés por varias revistas científicas. En Montpellier siguió cursos de botánica
médica. De vuelta a Lima fue maltratado por la universidad y recurrió a la Corte Real para revalidar
su título francés de doctor. Cuando Hipólito Unanue intentó ser protomédico, la universidad utilizó
a Dávalos para contrarrestarlo. El currículo del doctor era imbatible y la universidad lo nombró
provisoriamente. El virrey Abascal, entonces un virtual rey de la América del Sur hispana, colaboró
con Unanue para atropellar a la universidad y al doctor Dávalos. Unanue fue nombrado
protomédico por decreto virreinal y sin concurso. El único médico peruano alabado por Alexander
von Humboldt fue este afroperuano.
Dávalos aseguró la salubridad del clima de Lima, y determinó que las enfermedades de sus
residentes eran debidas a sus dietas, sobrecargadas de grasa, y a una supuesta toxicidad de las
patatas y de la yuca. En una carta escrita para conseguir en nombramiento honorario de médico
real, reiteró su defensa de la ciencia americana: "Trato... de escribir o confrontar la medicina
peruana con la de Europa". En 1789 ganó la cátedra de química de la Universidad de San Marcos y,
en 1795, consiguió la de botánica
El doctor Espejo
Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo nació el 21 de febrero de 1747, en Quito, Ecuador
y murió el 27 de diciembre de 1795, después de estar encarcelado en Quito.
El doctor Eugenio Espejo fue un sobresaliente hombre, mitificado y desfigurado, que hasta en sus
retratos aparece cambiada su apariencia facial. Fue hijo de un indio quechua de Cajamarca y de
una esclava liberta de Quito. Espejo fue prócer médico y de la libertad de la entonces Capitanía de
Quito, primero en el virreinato, del Perú y luego de Nueva Granada.
Vivió en los tiempos de Unanue y aunque no hay evidencia de que se conocieran, ambos
postularon los cambios climáticos como factores en la génesis de enfermedades. Murió en prisión
por ser un sincero anticolonialista.
El Dr. Larrinaga
Que era difusor de la operación en aquellos tiempos, en 1800 introduce la operación cesárea en el
país. Es el más probable que haya utilizado la cesárea.
Hacen posible la llegada al Callao del fluido vacuno en 1803, luego este último viaja en 1806 a viaja
a Maynas, Lambayeque y Huamanga llevando el fluido vacuno y en campaña de vacunación
antivariólica.
En 1804 anuncia poseer un método de curación de la Lepra y trata a 12 enfermos con resultados
variables.
Abel Victorino Brandin, nacido en Leuvres, Seine et Oise, llegó de Europa a la Argentina y luego a
Chile antes de arribar a territorio peruano. Estando en Árica, tuvo la ocasión de ver cómo las
fiebres palúdicas afectaron considerablemente a las tropas chilenas que se aprestaban a
embarcarse para unirse al grueso de la expedición libertadora y de administrar el sulfato de
quinina como tratamiento por primera vez en esta parte del continente. Brandin, observador y
escritor nato, publicó esta experiencia en la obra Relación de la última expedición de Chile al Perú
o Exposición histórico medical.
En 1824, Brandin se asentó en Lima y poco tiempo después publicó Nuevas consideraciones sobre
las fiebres intermitentes de la costa del Perú y sobre las enfermedades nerviosas de las mujeres de
Lima, con un retrato sucinto del físico y moral de sus habitantes o nuevos medicamentos.
Brandin consiguió el permiso del protomédico del Perú, el doctor Miguel Tafur, para ejercer la
profesión en el territorio. Se presentó a la sociedad limeña como «Doctor en Medicina de la
Universidad de París, caballero de la orden real de la Legión de Honor de Francia, de las academias
de Europa y América», pero no fue bien recibido. Probablemente la causa principal de esta
animadversión por parte de los médicos limeños radicaba en la competencia que significaba la
presencia de un profesional foráneo.
Brandin difundió en el medio el uso del sulfato de quinina en 1823 el 28 de noviembre, el principio
activo de la quina que Europa devolvía a América como sal purificada, para la malaria. También
trataría de imponer, entre otras sustancias químicas, el sulfuro de potasio para el tratamiento de
la sarna.
Una de las primeras cosas que llamó la atención a Brandin fue el hecho de que los médicos locales
no contaban con una revista propiamente médica.
Hipolito Unanue
Hipólito Unanue Pavón nació en Arica el 13 de agosto de 1755. Sus padres fueron Miguel Antonio
Unanue (español) y doña Manuela Pavón (criolla). Estudió Humanidades en el Seminario San
Jerónimo de Arequipa y Medicina en la Universidad San Marcos de Lima. Siempre destacó por ser
un brillante alumno.
En la década de 1790 fue miembro de la Sociedad Amantes del País y dirigió la revista Mercurio
Peruano, publicando importantes estudios sobre la historia, geografía, economía y costumbres de
los peruanos. En 1792 fundó el Anfiteatro Anatómico. En 1793 fue nombrado Cosmógrafo Mayor
del Reino y editó la "Guía Política, Eclesiástica y Militar del Virreinato del Perú". En 1807 fue
nombrado Protomédico General y en 1808 fue fundó el Colegio de Medicina San Fernando, del
cual fue su primer rector.
En 1807, Unanue presentó al virrey José de Abascal un plan para una nueva escuela médica,
recomendando que fuera establecida en uno de los hospitales de la ciudad, donde los estudiantes
pudieran aprender anatomía, fisiología, cirugía y farmacia. El colegio de San Fernando abrió, en
1811, con diez profesores, la mayoría de ellos discípulos o colegas de Unanue en el Anfiteatro. El
plan de estudio, decididamente moderno, incluía matemáticas, psicología y física experimental,
con textos seleccionados personalmente por Unanue.
En 1809 dirigió una tertulia política conocida como “La Conspiración de los Fernandinos”. Durante
el Protectorado de don José de San Martín fue nombrado Ministro de Hacienda, en el Primer
Congreso Constituyente fue diputado por Puno y en la Dictadura de Bolívar sirvió como Ministro
de Relaciones Exteriores.
Sus últimos años los pasó en su hacienda de Cañete (sur de Lima) donde falleció el 15 de julio de
1833.
Lo importante es que Heredia con esa raíz, y con plena conciencia de la misma, fue el gestor de un
cambio positivo en la elevación del nivel académico de la medicina peruana y en el de la condición
social, cultural y económica de los médicos. El cambio que se operó, por su acción perseverante y
silenciosa, fue realmente espectacular.
Heredia perteneció a la segunda promoción de la Escuela de Medicina, que con nombre de San
Fernando, fundó Hipólito Unanue. Esa Escuela muy pronto, después de su inauguración, cayó en
una etapa de rápido y progresivo deterioro. Esto debido al desinterés, que para entonces tuvo su
fundador, por la medicina y la docencia. En efecto, durante las primeras décadas de ese siglo, don
Hipólito Unanue después de haber sido el más destacado médico, hacia 1815, ya estuvo
comprometido con altos afanes políticos al servicio de la corona, primero, y de la naciente
República, después, por lo que la nueva Escuela de Medicina, en la que estudió Heredia, cayó en
retraso, agravándose esta situación con el advenimiento de la República.
Cuando en 1823 de graduó de médico Cayetano Heredia, la vida universitaria era exactamente la
misma de siempre. Él estudió en calidad de becado interno, siendo ahijado del rector del Colegio
Independencia (antes colegio de San Fernando), don Fermín de Goya. Este fue el primer rector y
ejerció sobre Cayetano Heredia una paternal protección hasta su muerte. Durante su educación,
Heredia, realizó multitud de trabajos dentro del colegio para retribuir los costos de su beca.
En 1843 Cayetano Heredia fue nombrado por el mariscal Manuel Ignacio de Vivanco, entonces
"Supremo Director del Perú", como Rector del Colegio Independencia. Don Cayetano no había
abandonado casi para nada la docencia desde su graduación, salvo un fugaz nombramiento de
cirujano del ejército.
Heredia fue destituido al concluir el primer término de su decanato, en 1860. Como dice Basadre,
Cayetano Heredia murió rumiando amargura. Solo y abandonado por sus discípulos, aquellos que
solían llamarlo padre. Sin embargo, ninguno de esos hijos, profesores de la Facultad, se atrevió a
defenderlo con el necesario énfasis, cuando el maestro y mentor fue cambiado, sin explicación
alguna en 1861, por orden del gobierno, solo se pronunciaron tímidamente. Hay un velo de
misterio, una verdadera conjura de silencio, sobre los detalles de la defenestración de Heredia. La
búsqueda de fuentes para desentrañar este misterio ha resultado siempre infructuosa.
El 10 de junio de 1861, en el pueblo de Barranco, falleció el más destacado educador médico que
el Perú haya tenido, Cayetano Heredia. Pasaron muchas décadas antes que se le rindiese el
homenaje que él merecía. Solo luego de la muerte de su sucesor en 1881, se levantó una especie
de censura y se pudo hablar de Heredia y de su obra.
CONCLUSIONES
LINKOGRAFÍA
ANONIMO.http://www.portaldehistoria.com/secciones/epidemias/epidemias-
antiguedad.asp(ART.INTERNET).(consulta30 DE MARZO DEL 2013)
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/acta_medica/2010_n2/pdf/a13v27n2.pdf
http://laculturainca-cusi.blogspot.com/2010/09/vida-cultural-en-la-epoca-colonial-
del.html
http://www.unam.edu.pe/website/images/stories/archivos/material_docentes/werner_m
endoza/sem-7-historiaEduUniv.pdf
http://medicina.unmsm.edu.pe/resena.asp
http://www.minsa.gob.pe/dgiem/cendoc/pdfs/Hospitales%20-Lima-1.pdf
http://historiamedicinaperuana.blogspot.com/2011/01/afrodescendientes-y-medicina-
peruana.html
http://www.scielo.org.pe/pdf/rins/v25n4/a14v25n4.pdf