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Olga Denisse Flores Figueroa

Beatriz M. Sánchez Ahumada

MOVIMIENTO DENTARIO ORTODÓNCICO: FACTORES


MODIFICANTES Y ALTERACIONES TISULARES,
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
El objetivo de este estudio es una revisión de bibliografía para entender los aspectos
fisiológicos del movimiento dentario y los factores que pueden modificarlo.
Introducción
La magnitud y dirección de las fuerzas aplicadas, deben ser cuidadosamente evaluadas y
manejadas por el clínico. La edad, la presencia de enfermedades óseas y el consumo de
fármacos pueden afectar el metabolismo óseo, así como los mecanismos de acción y los
efectos de algunas drogas y estímulos mecánicos, son factores del paciente que pueden
alterar la efectividad del tratamiento ortodóncico.
Son dos tipos de reacciones las que se observan al aplicar una fuerza al diente. La
remodelación ósea, llevada a cabo por los osteoclastos que son las células encargadas de la
reabsorción. La otra reacción es la aposición ósea, causada en el lado opuesto por los
osteoblastos, que sintetizan el tejido nuevo.
Movimiento dentario ortodóncico
Según Proffit, (1994), el concepto de movimiento dental comprende tres fases: presión y
tensión en el ligamento periodontal, formación o liberación de mediadores químicos y
activación celular.
Estudios experimentales demuestran que al cabo de pocas horas de aplicar una fuerza
ligera, se inician una serie de cambios químicos, como es la diferenciación celular que ocurre
luego de aproximadamente 4 horas de mantener la presión.
El LPD y el hueso alveolar responden al estímulo de la fuerza aplicada produciendo zonas
de isquemia e inflamación por lo que ocurre una remodelación ósea y un desplazamiento
de los dientes.
Cuando se aplica una fuerza de gran intensidad sobre el diente, se origina una oclusión
vascular y se corta el suministro de sangre al LPD; en este caso en lugar de estimular a las
células de la zona comprimida del LPD para que se diferencien en osteoclastos, se produce
una necrosis aséptica, fenómeno que se denomina hialinización.
Respuesta periodontal a fuerzas elevadas
Se considera que el movimiento dental debido a fuerzas pesadas puede dividirse en 3 fases,
una deformación inicial de los cambios visco elásticos del LPD y la distracción del hueso
alveolar con unos días, seguido de una fase de laguna en el cual el diente se desacelera por
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1 o 2 semanas con la hialinización del LPD y finalmente una fase en el cual el diente se
mueve progresivamente con la reabsorción de hueso.

Teorías del movimiento Ortodóncico.

1. Teoría de la presión-tensión, basada en el trabajo de (Sandstedt 1904 y Oppenheim


1911.). Establece que el hueso que se opone al movimiento tendrá que resorberse
para permitir el desplazamiento dentario, mientras que en el lado opuesto, la
tensión de las fibras periodontales, originará el depósito de hueso sobre la superficie
dentaria del hueso alveolar.
2. Mecanismo hidrostático del ligamento periodontal (Davidovitch y cols 1988).
3. Teoría de piezoelectricidad. Esta teoría bioeléctrica atribuye en parte el movimiento
dental a cambios en el metabolismo óseo controlados por señales eléctricas que se
generan cuando el hueso alveolar se flexiona y deforma.

Los factores relacionados con la regulación de los remodelados óseos son hormonas
sistémicas locales, citoquinas, factores de crecimiento efecto de carga mecánica y
mediadores químicos.

Los mediadores químicos involucrados en el remodelado óseo durante la aplicación de


fuerzas ortodóncicas, podrían dividirse en 5 grupos:

Nucleótidos cíclicos: son descritos como segundos mensajeros median los factores de
estímulos externos y los convierten en respuesta celular.

Metabolito de ácido araquidónico (AA): Es un ácido graso polinsaturado que se


encuentra en los fofolipidos de la membrana celular de casi todas las células del cuerpo
humano. Su metabolismo ocurre por dos vías de las enzimas que inician la reacción: vía
del ciclo oxigenasa que da origen a las prostaglandina (pgs), y la vía lipo-oxigenasa que
da origen a la formación de los leucotrienos (lts). Ambas sustancias median diferentes
procesos inflamatorios.

Neuropeptidos: Son mediadores potencialmente retroactivos que afectan


directamente las células óseas a través de su acción sobre el aparato vascular, se
encuentran almacenados en las terminaciones nerviosas de los tejidos periodontales y
son liberados al espacio extracelular luego de la aplicación de una fuerza ortodóncica.

Citoquinas: Medidores locales liberados por las células del sistema inmune en respuesta
al estímulo producido, dentro del proceso de reabsorción ósea interviene
fundamentalmente las interleucinas 1 alfa y las interleucinas 1-beta.

Medidores endocrinos: principales reguladores del metabolismo óseo, son aquellas


hormonas que se encargan de mantener la homeostasis del calcio sérico. Ellas son, la
hormona paratiroidea, la vitamina D a través de su metabolito activo y la calcitonina.
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Factores individuales modificantes del movimiento

Fármacos
Varios analgésicos tienen diferentes capacidades para inhibir las prostaglandinas, aquellos
que pueden alcanzar el tejido óseo mecánicamente estresado, a través de la circulación
sanguínea, interactuando con las células "blanco" locales, son los que pueden afectar
principalmente el tratamiento ortodóncico.

El grupo de fármacos más comúnmente utilizados durante la terapia ortodóncica son los
AINEs, utilizados para control del dolor tras la aplicación de las fuerzas sobre las piezas
dentarias. El efecto antiinflamatorio de este grupo es resultado del bloqueo de la síntesis
de prostaglandinas a partir del ácido araquidónico, mediante la inhibición de la enzima
ciclooxigenasa.

Estudios realizados sobre el efecto de los AINES durante el movimiento ortodóncico, nos
muestran una disminución en el número de osteoclastos. Hoy las líneas de investigación
tratan de determinar cuál sería el antiinflamatorio con menor impacto en el remodelado
óseo, y las últimas publicaciones señalan al paracetamol como una buena alternativa.

Los glucocorticoides han sido investigados para conocer su alteración en el metabolismo


óseo. Los resultados sugieren tratar a pacientes que usan estos medicamentos, pero se
deben tener ciertas consideraciones. En casos de pacientes sometidos a terapia de
corticoides por un tiempo corto, es recomendable posponer la mecánica ortodóncica hasta
que deje de recibir el fármaco. En casos de corticoterapias crónicas, al ser limitada la
formación ósea, se recomienda realizar una mecánica ortodóncica con fuerzas reducidas y
tener un control más cercano del paciente.

Los anticonvulsivantes y los bifosfonatos son fármacos con alta afinidad por el calcio y se
dirigen a áreas de remodelado óseo, inhiben el metabolismo osteoclástico y reducen el
número de estas células.

Edad

A mayor edad, la actividad celular disminuye, y los tejidos se hacen más ricos en colágeno,
afectando la respuesta de los tejidos adultos a las fuerzas ortodóncica. El hueso alveolar
está menos vascularizado y los espacios medulares adquieren más tejido adiposo, la tasa
de renovación celular en el ligamento periodontal es menor y las fibras colágenas son más
gruesas.
En individuos jóvenes, se presenta un hueso alveolar esponjoso, con espacios medulares
grandes y numerosos, el flujo vascular es abundante, y presenta un máximo potencial de
remodelación. El ligamento periodontal presenta una alta tasa de renovación fibrilar, las
fibras colágenas son más finas y hay mayor número de células; esto hace que los tejidos
periodontales reaccionen más rápidamente a la carga ortodóncica.
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Beatriz M. Sánchez Ahumada
Factores externos que afectan el movimiento dentario
Limitantes
Aplicación tópica de bifosfonatos, que son drogas capaces de inhibir fuertemente la
reabsorción ósea asociada al movimiento dentario.
Estimulantes
Existen métodos químicos y físicos:
Químicos:
Inyección de prostaglandinas y de osteocalcina en las cuales se ha observado un aumento
del número de osteoclastos, estimulando la reabsorción, acelerando finalmente el
desplazamiento de la pieza.
Físicos:
Corrientes eléctricas
El uso de corrientes eléctricas continuas de baja intensidad, aplicadas al hueso alveolar,
modifican el potencial bioeléctrico, y el diente se mueve más rápido.
El láser
El efecto de la terapia con láser de baja intensidad en la velocidad del movimiento
ortodóncico acelera la velocidad del movimiento ortodóncico, debido a una estimulación
de formación ósea es más rápida.
Ultrasonido pulsátil
(Low intensity pulsed ultrasound, LIPUS). Efectos del LIPUS en el tejido óseo, efectivo en la
liberación de factor de crecimiento fibroblástico, estimula la angiogénesis durante la
cicatrización de heridas, aumenta el crecimiento óseo en los implantes de titanio, aumenta
la reparación ósea después fracturas y en osteodistracción mandibular
El-Bialy y cols., demostraron después de una osteodistracción mandibular con una
aplicación de 20 minutos diarios por cuatro semanas, que el LIPUS aumenta el crecimiento
apical de los incisivos mandibulares y acelera su erupción, induciendo el crecimiento de
tejido dentario y de soporte como dentina, cemento y tejido óseo.
El-Bialy y cols. Realizado en humanos, aplicando LIPUS a premolares sometidos a fuerza
ortodóncica que luego serían extraídos, encontraron una menor reabsorción radicular.
Con la evidencia encontrada, se podría esperar que al asociar una corriente ultrasónica
pulsátil como el LIPUS al movimiento ortodóncico dentario, se pudiera obtener una
remodelación ósea más rápida con una disminución en la reabsorción radicular, obteniendo
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un movimiento dentario ortodóncico más eficiente y con menos secuelas iatrogénicas para
el paciente.
Fuerza de ortodoncia óptima
La definición clásica de fuerza óptima fue establecida por Schwartz en 1932 "la fuerza que
conduce a un cambio en la presión del tejido que se aproxime a la presión arterial de los
vasos capilares, evitando así su oclusión en el ligamento periodontal comprimido".
Se asume que una fuerza de ortodoncia óptima mueve los dientes de una manera eficiente
en su posición deseada, sin causar incomodidad o daño tisular al paciente.
Desde un punto de vista de actividad en microvasculatura se ha reportado que la presión
ortodóncica optima es de 20-25 gramos/cm2 o debajo de 80 gramos/cm².
En la actualidad para una adecuada respuesta del periodonto, se prefieren fuerzas ligeras
debido a su capacidad para evocar la reabsorción del hueso frontal.

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