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ANTECEDENTES
Reitan y muchos otros llevaron a cabo una investigación sobre la naturaleza del
movimiento de los dientes.
Una segunda teoría, propuesta por Stuteville en 1938, fue la teoría hidráulica del
movimiento de los dientes. Bien y Baumrind ampliaron esta teoría con sus propios
estudios en la década de 1960.
Oppenheim admitió́ que todas las explicaciones del mecanismo del movimiento de
los dientes eran hipótesis y expuso dos teorías predominantes. El primero lo
describió́ como la "vieja teoría de la presión de Schwalbe-Flouren", que pretendía
que la reabsorción ósea tiene lugar en el lado donde se aplicó la presión, con
deposito en el lado de tensión. En el segundo, el movimiento de los dientes se
atribuyó a la "elasticidad, compresibilidad y extensibilidad del hueso". Esta teoría
se atribuyó a Kingsley y Walkoff, pero no se explicó en detalle.
Incluyendo:
Pulpa dentaria
Ligamento periodontal
Cemento
Hueso alveolar
Encía
Existen teorías que explican el mecanismo por la cual las fuerzas que proporciona
la ortodoncia producen el movimiento de las piezas dentarias entre las que
destacan:
Área de presión
Dentro de los fenómenos reparativos que tienen lugar en el lado de presión, uno
de los aspectos fundamentales para que exista una nueva fijación del diente, es la
reconstrucción del sistema fibrilar que une el cemento y la pared ósea. El nuevo
ligamento periodontal se reconstruye a partir de la actividad proliferativa de los
fibroblastos, creando nuevas fibrillas que facilitan la unión de los haces dentales
con los procedentes del tejido óseo.
Área de tensión:
Farrar Fue el primero en sugerir, en 1888, que la flexión ósea alveolar juega un
papel fundamental en el movimiento de los dientes en ortodoncia. Esta hipótesis
fue luego confirmada con los experimentos de Baumrind en ratas y Grimm en
humanos.
Estas fuerzas doblan los huesos, los dientes y las estructuras solidas del
ligamento periodontal y se descubrió que El hueso alveolar resultó ser más
elástico que los otros tejidos, por lo tanto con una deformación más rápida en
respuesta a la aplicación de la fuerza.
Un hueso con una deflexión produce una distorsión del colágeno, de los cristales
de hidroxiapatita y de las células de la superficie ósea y genera señales eléctricas
que estimulan la actividad celular y se va dar una actividad osteoblastica y
osteoclastica que va a permitir el MOVIMIENTO DENTAL
Cuando se produce una fuerza ortodontica las zonas caracterizadas por actividad
osteoblastica o de APOSICION se cargan de forma negativa y las zonas de
actividad osteoclastica o de REABSROCION en forma positiva.= movimiento
dental
La actividad biológica que sigue a la flexión ósea , involucra el recambio óseo con
renovación de los componentes celulares e inorgánicos. Estos procesos se
aceleran mientras el tejido óseo se mantiene en la posición deformada. Estos
autores afirmaron además que “la reorganización procede no solo en la lamina
dura del alveolo, sino también en la superficie de cada trabéculo dentro del cuerpo
óseo”.
Hipótesis Piezoeléctrica
Etapas
2. Compresión celular
La deformación de manera directa de las células del ligamento, es posible
por la transmisión de la carga hacia la matriz de unión celular y de manera
indirecta por los cambios en el fluido.
4. Remodelado
El ligamento periodontal y el tejido óseo en el lado de resorción es
degradado para crear espacio y permitir el movimiento dentario. Aparecen
los osteoclastos. En el lado de oposición, las fibras son estiradas y el
remodelado del ligamento periodontal empieza. El tejido óseo nuevo es
formado por la actividad de los osteoblastos.
Estudios hechos ¨in vitro¨, demostró que las células del ligamento periodontal
humano responden al estrés mecánico por vías de transducción de señales que
incluyen pequeñas proteínas de unión al Guanosin Trifosfato, así como también
factores de transcripción específicos.
Estudios recientes, La naturaleza osteoinductiva de la cascada de señales que se
presenta en el tratamiento de ortodoncia, provoca una actividad genética que
genera la expresión de los diferentes genes en las células del LPD.
Bien midió la reacción a una fuerza intrusiva en el incisivo de una rata, tanto con
ratas vivas como muertas. Mediante complejas mediciones y cálculos, Bien llegó
al 'número de Reynolds', que es la relación entre las fuerzas de inercia y las
fuerzas viscosas, y la constante de resorte, que se utiliza para evaluar la
capacidad de amortiguación del sistema en diferentes cargas. Observó tanto un
movimiento intrusivo como un movimiento de retorno cuando se eliminó la fuerza.
La diferencia en estos movimientos fue significativa e indicó la fuente de
amortiguación. Bien interpretó esta información para explicar qué sucede cuando
se intruye un diente. Durante la aplicación de la fuerza intrusiva, los fluidos
extracelulares se introducen en el espacio medular desde el espacio periodontal.
Una vez que estos fluidos se agotan, las fibras periodontales se tensan y
ralentizan el movimiento del diente. A medida que las fibras se tensan, también
constriñen los pequeños vasos sanguíneos, impidiendo aún más el flujo
sanguíneo. En este punto, el líquido debe filtrarse a través de las paredes de los
vasos para escapar, pero hay un aumento significativo de la presión en los vasos
sanguíneos.