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LA ESENCIA DEL

NÚCLEO DE
IDENTIDAD
PERSONAL
Profr. José Mauricio Dávila Martínez.
Una vez descritas algunas experiencias
que conducen al núcleo de identidad
personal. veamos cuáles son los
conceptos que expresan ese núcleo de la
manera más fiel posible.
Estos conceptos
no producen la
vivencia de dicho
núcleo; son
meras
expresiones
abstractas, que
tratan de
identificar y
señalar ese
núcleo.
La belleza emociona; mas no así el
concepto de belleza.
Los conceptos son como los planos de un
país; tienen una función orientadora para
la actividad mental, pero de ninguna
manera sustituyen a la
vivencia, que es
la que da
validez
a dichos
conceptos.
EL SER SUBSTANCIAL
El primer concepto para caracterizar
a nuestro núcleo de identidad
personal es el ser substancial.
La substancia, en Filosofía, significa
el ser que existe en sí mismo, y por
lo tanto, ofrece una permanencia
radical en relación con los
accidentes, (todo aquello que existe
en otro, en la substancia).
En nuestro
esquema
básico, la
periferia es lo
accidental,
mientras que
el círculo
central es la
substancia.
Nuestro núcleo es lo que nos identifica y
permanece igual a pesar de todos los
cambios.
La resistencia al cambio tiene su
explicación por el hecho de haberse
centrado y arraigado en alguna
característica accidental y no en el núcleo
de identidad personal.
El núcleo de
identidad
personal está
abierto al
cambio, pues él
mismo es la
base de todo cambio.
Los accidentes o elementos periféricos,
por su misma precariedad buscan un
arraigo y permanencia que no poseen.
La persona
centrada en sus
accidentes no
encuentra un
modo sencillo y
natural para
ejercer el
cambio.
CALIDAD DEL SUJETO
La identidad personal es lo opuesto
a un objeto. Objetivar a una persona
es lo mismo
que desfigurarla
o tratarla en un
nivel inferior.
Los conceptos objetivan lo que expresan,
y por esta razón no son aptos para
conocer esta identidad personal.
El acto de reflexionar sobre uno mismo
implica un conocimiento discursivo,
conceptual, y, por tanto, objetivo.
De aquí se
infiere que
este acto
reflexivo no
es suficiente
para captar
ese núcleo
de identidad
personal.
La idea de sujeto lleva aparejada la de
actor y responsable de la conducta que
se ejerce.
Del sujeto emana la orientación y la
ejecución de un acto.
Su responsabilidad
también queda
enclavada en esta
característica del
núcleo de
identidad
personal.
EL YO PROFUNDO

Este concepto
hace alusión a
dos tipos de
yo.
En nuestro esquema básico de los dos
círculos concéntricos es posible
representar al yo profundo y al yo
superficial (que también llamaremos yo
empírico o ego).
El yo profundo es el círculo central
interno, y el yo empírico es la corona o
periferia de la persona.
El ego es reconocido de inmediato en una
persona. ,El egoísmo o
actitud posesiva es su
característica más
notable. Tiene una
tendencia centrípeta,
es posesivo.
En cambio, el
yo profundo es
difusivo,
expansivo,
centrífugo,
desinteresado.
Esto último se reconoce en el modo de
ejercer el amor.
El amor de
benevolencia es
desinteresado,
mientras que el amor
de concupiscencia es
interesado.
Este último es ejercido por el ego,
y el primero es ejercido por el yo
profundo.
La calidad
de una
persona,
su
profundidad
como tal, puede captarse
en la amplitud y estabilidad de su amor.
La integración de una persona
tiene su raíz en este yo
profundo.
La diversidad
de funciones,
emociones,
problemas y
estratos de
una persona
requiere una estructuración o integración,
de tal manera que se trate realmente de
una persona. Esta integración tiene lugar
precisamente en el yo profundo.
En cambio, el
ego y los
estratos que lo
componen,
fácilmente
pueden
permanecer
desconectados y
dar lugar a una
división en la
misma persona.
El yo profundo manifiesta una seguridad
ontológica muy estable.

Esto es muy importante, pues la gente en


general trata de procurar su propia
seguridad.
Cuando no es
suficientemente
fuerte el yo
profundo, la
persona se
desquicia.
Un fortalecimiento
del yo profundo
capacita a la
persona para
resistir, con más
facilidad, las crisis
y las situaciones
cambiantes de la
vida.
ACTIVIDAD
Hazun corazón que tenga dentro lo
que amas.
MUCHAS
GRACIAS

Profr. José Mauricio Dávila Martínez.

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