Está en la página 1de 15

PENSAMIENTO

POLÍTICO CLÁSICO
4.- CONFLICTO DE LEYES EN ANTÍGONA (GONZALO GAMIO GEHRI)
ANTECEDENTES

• Hijos de Edipo. Eteocles y Polinices.


• Alternarse en el poder.
• Cumplido el plazo, Polinices retorno desde Argos.
• Eteocles se niega. Polinices organiza un ejército argivo con su suegro Adrasto.
• Guerra (Los Siete contra Tebas de Esquilo). En la Séptima puerta se enfrentan y matan
Eteocles y Polinices.
• Asume el trono Creonte.
PROBLEMA DE ANTÍGONA

• Los dos hermanos varones de Antígona –hijos de Edipo y Yocasta – han perdido la vida
asesinándose el uno al otro en su lucha por el trono de Tebas.
• Uno de ellos, Eteocles, ha muerto defendiendo la ciudad contra los invasores argivos, pero
ha violado el derecho legítimo del otro hermano – Polinices - a asumir el poder de Tebas
según un acuerdo celebrado años atrás entre ambos.
• Polinices, por su parte, ha muerto defendiendo este legítimo derecho, pero para realizar este
propósito ha llevado a las fronteras de su patria un ejército extranjero para tomarla por la
fuerza. Muertos los dos hermanos y derrotados los argivos, quien asume el trono es Creonte,
cuñado de Edipo.
PROBLEMA DE ANTÍGONA

• Creonte proclama un edicto que pretende dar fin a estos terribles eventos concediéndole a ambos
cadáveres el trato que les corresponde de acuerdo con el espíritu de la pólis antigua: a Eteocles, que luchó
por los suyos y murió defendiendo los muros de la ciudad, se le debe un entierro digno de un héroe,
cumpliendo los rituales fúnebres que le permitan “reconciliarse con la tierra”, para usar una célebre
expresión hegeliana.
• En cambio, al cuerpo de Polinices se le condena a un destino terrible: en castigo al atentado perpetrado
contra la tierra de sus padres –que constituye una violación a su propia identidad comunitaria – el cadáver
debe ser abandonado insepulto, fuera de los perímetros de la ciudad, para convertirse en alimento de los
perros y las aves de carroña.
• Creonte ordena que aquella persona que se atreva a enterrar a Polinices debía ser castigada con la muerte.
PROBLEMA DE ANTÍGONA

• Antígona es colocada por las circunstancias en el centro mismo de un conflicto ético no resoluble sin
pagar el precio de padecer un terrible desgarramiento espiritual.
• Ella sabe que Polinices ha actuado como un traidor, y que ha violado todos los principios que un hombre
de Tebas debiera honrar como miembro de la ciudad.
• Sabe que tiene sentido acatar la ley de la pólis, que Creonte ha proclamado para poner fin a la Guerra de
los Siete.
• No obstante, Antógona sabe asimismo que – como hermana – debe observar la ley de la familia y el
derecho de los muertos, y, conforme a estos principios sagrados, tiene que enterrar a Polinices. Ambas
leyes – vistas desde la situación dilemática que ha de afrontar la propia Antígona – se contraponen y no
pueden conciliarse.
PERSPECTIVA DE CREONTE

• Sin embargo, ante los ojos de Creonte, la idea misma de que constituye un deber y un
acto piadoso cumplir con las exigencias del oikos resulta inadmisible:.
• “Dices algo insoportable cuando manifiestas que los dioses se preocupan por este cuerpo
¿Acaso podrían desear cubrirlo de honores como si hubiese hecho algo bueno, a un
hombre como él, que vino para incendiar sus templos y sus ofrendas, aniquilar su misma
tierra y esparcir sus leyes a los vientos?¿O quizás ves que los dioses honren a los
malvados? No es posible”.
(Sófocles, Antígona, 280 – 9).
PERSPECTIVA DE ANTÍGONA FRENTE AL DILEMA

• Antígona considera que - más allá de las consideraciones de Creonte sobre la obediencia a la autoridad
como un valor esencial para la vida comunitaria y el carácter sagrado de las razones de la pólis (que él
representa y comanda como el capitán a su navío, según su propia perspectiva) -, ella se considera
depositaria de una misión espiritual de primera importancia;.
• Ella es responsable de que el espectro de su hermano pueda descender al Hades, merced a recibir los
funerales que merece como parte integrante del círculo familiar: ninguna culpa – por evidente que sea –
puede disolver el lazo entre hermana y hermano y el compromiso ético – espiritual que encarna.
• Antígona sabe que el cumplimiento de su misión implica la trasgresión una ley que no desconoce, pero
entiende que dicha trasgresión – que la llevará a la muerte - tiene lugar en nombre de la comprensión de
una ley más alta, eterna e inescrutable por el juicio de los mortales.
LEY DE LOS DIOSES COMO ‘DERECHO DE LOS
MUERTOS’
• “CREONTE -¿y, a pesar de ello, te atreviste a transgredir estos decretos?
• ANTÍGONA - No fue Zeus el que los ha mandado publicar, ni la Justicia que vive con los
dioses de abajo la que fijó tales leyes para los hombres. No pensaba que tus proclamas
tuvieran tanto poder como para que un mortal pudiera transgredir las leyes no escritas e
inquebrantables de los dioses. Estas no son de hoy, ni de ayer, sino de siempre, y nadie
sabe de dónde surgieron” .
(Sófocles, Antígona 449 – 456).
CONFLICTOS TRÁGICOS

• Hemos de discernir entre males que colisionan entre sí. En ocasiones tenemos que afrontar
situaciones en las que tenemos que elegir entre posibles cursos de acción que consideramos
indeseables, o funestos. Las circunstancias no me permiten optar por alguna alternativa que no
suponga afrontar alguna forma de dolor o frustración; desearía que el escenario en el que debo
decidir y actuar fuese completamente diferente, pero – como es natural - la realidad no corresponde
a la medida de mis deseos.
• Debo procurar reconocer el mal menor. Uno podría pensar sensatamente que, frente a esta clase de
dilemas desgarradores es mejor abstenerse de actuar. Sin embargo, permanecer inactivo podría
constituir precisamente uno de los males en conflicto. Cualquiera sea el curso de acción que elija,
encontraré razones para lamentar haber tenido que pasar por un trance de esta naturaleza.
CONFLICTO Y DECISIÓN

• La situación que ella afronta es evidentemente trágica e infortunada. Haga lo que haga, estará violando una de las dos
leyes sagradas, e incurrirá en una imperdonable hybris (desmesura).
• Lo mismo puede decirse de Creonte, quien al final lleva la peor parte en el drama, a causa de la ceguera voluntaria que
padece - generada por su carácter autoritario, su tozudez y estrechez de miras –, actitud que le impide percibir la
naturaleza y gravedad del conflicto.
• Antígona elegirá cumplir con sus deberes de hermana, y cargará con las consecuencias de su decisión. Ella ha optado
por aquello que considera el bien mayor, enterrar a Polinices y honrar la ley divina – el que merece su lealtad
incondicional, al punto de sacrificar su propia vida -, pero su elección no neutraliza en absoluto el valor del bien rival,
también merecedor de lealtad y compromiso; ambas lealtades constituyen por razones diferentes lazos éticos de
singular importancia, cuyo profundo valor el sujeto práctico procura honrar, aunque en casos como éste uno se vea
forzado a decidir entre ellas y renunciar a cumplir con algún compromiso realmente significativo, crucial para la vida.
ALCANCES DEL CONFLICTO

• Es cierto que el coro y el personaje de Hemón, hijo de Creonte, sugieren más adelante examinar
el dilema de Antígona de un modo más complejo y matizado, al plantear un modelo más
democrático de conducción política (ajeno al despotismo del rey; un enfoque más acorde al
espíritu cívico del propio Sófocles), pero en manera alguna esta perspectiva más amplia elimina o
debilita el corazón del conflicto.
• El análisis de esta clase de experiencias arroja nuevas luces sobre nuestros modos de vivir y
pensar la ética y la política. Lo obvio que hay que destacar es que, como hemos señalado, a pesar
de lo difícil y doloroso que nos resulta afrontar estos conflictos éticos, estos son más frecuentes y
complejos que lo que nos gustaría que fuesen, pues ellos generan a menudo situaciones
ineludibles de dolor y confusión.
CONFLICTO ENTRE MALES

• No obstante, considero que hay una conclusión más profunda que podemos sacar de lo esbozado
esquemáticamente hasta aquí: que – en contra de lo que el prejuicio pudiese asegurar, los
conflictos más importantes para la experiencia y la reflexión éticas no son los que plantean el
antagonismo entre bienes y males, sino los que confrontan bienes con bienes, y males con males.
• El conflicto consiste en elegir entre dos (o más) opciones que considero dolorosas, funestas o
claramente indeseables. “Un mal viene a competir con otro mal”, dice amargamente Hécuba en
Las Troyanas, en un contexto en el que ha perdido su reino, su esposo, sus hijos, ha quedado
convertida en la esclava del despreciable Odiseo – en más de un sentido el artífice de su
infortunio -, y está a punto de perder a su propio nieto, rehén de los aqueos.
CONFLICTO ENTRE DOS MALES

• Es cierto que, en determinadas situaciones uno puede pretender evitar sufrir ciertos males absteniéndose de actuar, pero quienes
asumen este punto de vista pueden percibir razonablemente la abstención o la inacción como uno de los terribles males en liza.
• Pensemos por ejemplo en esas penosas contiendas electorales en segunda vuelta que nos ha tocado (y nos puede volver a tocar)
vivir en el Perú, circunstancias en las que consideramos que los dos candidatos en carrera están escasamente preparados, cuentan
con un pobre programa político, están respaldados por precarias agrupaciones u ostentan raquíticas credenciales democráticas.
• Podemos sentirnos tentados a no ir a votar, o votar en blanco (o viciar el voto), “manteniendo nuestras manos limpias”, como
suele decirse. No obstante, podría resultar razonable pensar que la coyuntura política se presenta tan delicada – quizá en materia
de la estabilidad democrática o la vigencia de la legalidad - que tuviésemos que lamentar luego haber decidido que está situación
se defina sin nuestro concurso.
• Podríamos, pasado cierto tiempo, tomar consciencia de que nuestra decisión resultó ser simplemente una evasión pusilánime, una
salida narcisista frente a un dilema que pudimos enfrentar acaso de una manera más lúcida y responsable.
CONFLICTOS ÉTICOS SON COTIDIANOS

• Esta interpretación fenomenológica de la vida práctica, que reconoce la valoración de parte del
agente de una multiplicidad de bienes (y males) que pueden llegar a enfrentarse entre sí en
circunstancias concretas – de modo que el sujeto práctico deba discernir y elegir entre ellos - ha
sido desarrollada conceptualmente en primera instancia por Aristóteles, en los libros III y VI de
la Ética Nicomáquea.
• Asimismo, aparece formulada en detalle en la primera parte de la Estética de Hegel, bajo la
figura de la colisión, una de las categorías dramáticas de la acción. Lo que hace allí Hegel es
recoger la riqueza del planteamiento ético de la tragedia griega, en la que “las potencias vitales
en y para sí espirituales” se contraponen y combaten “recíprocamente en su diferencia” .
DESENLACE TRÁGICO

• Polémica Hemón – Creonte. Tiranía versus comunidad de ciudadanos.

• Tirésias versus Creonte. Acusa de incapacidad para el discernimiento.

• Tiresias sostiene: “la buena deliberación es la mayor de las posesiones.”.

• “La ciudad sufre (…) a causa de tu decisión. En efecto, nuestros altares públicos y privados, todos ellos,
están infectados por el pasto obtenido por aves y perros del desgraciado hijo de Edipo que yace muerto.
Y, por ello, los dioses no aceptan ya de nosotros súplicas en los sacrificios, ni fuego consumiendo muslos
de víctimas, y los pájaros no hacen resonar ya sus cantos favorables por haber devorado grasa de sangre
de un cadáver”. (Sófocles, Antígona 1015 – 23).
• Sucesión de muertes y Creonte llega a comprender su desmesura.

También podría gustarte