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Laudes Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu

V. Señor, ábreme los labios. Santo.


R. Y mi boca proclamará tu alabanza. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo. Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de
Como era en el principio, ahora y siempre, María Virgen. Aleluya.
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
INVITATORIO ¿Quién eres tú, mujer, que, aunque
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de rendida
María Virgen. Aleluya. al parecer, al parecer postrada,
no estás sino en los cielos ensalzada,
Salmo 94 no estás sino en la tierra preferida?

Venid, aclamemos al Señor, Pero, ¿Qué mucho, si del sol vestida,


demos vítores a la Roca que nos salva; qué mucho, si de estrellas coronada,
entremos a su presencia dándole gracias, vienes de tantas luces ilustrada,
aclamándolo con cantos. vienes de tantos rayos guarnecida?

Porque el Señor es un Dios grande, Cielo y tierra parece que, a primores,


soberano de todos los dioses: se compitieron con igual desvelo,
tiene en su mano las simas de la tierra, mezcladas sus estrellas y sus flores;
son suyas las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, porque él lo hizo, Para que en ti tuviesen tierra y cielo,
la tierra firme que modelaron sus manos. con no sé qué lejanos resplandores
de flor del Sol plantada en el Carmelo.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,
Porque él es nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
y nosotros su pueblo, SALMODIA
el rebaño que él guía.
Ant. 1. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus
Ojalá escuchéis hoy su voz: mandatos son estables.
"No endurezcáis el corazón como en
Meribá, Salmo 118, 145-152
como el día de Masá en el desierto: XIX (Kof)
cuando vuestros padres me pusieron a
prueba, Te invoco de todo corazón:
y dudaron de mí, aunque habían visto mis respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
obras." a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
Durante cuarenta años me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
aquella generación me repugnó, y dije: esperando tus palabras.
"Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino; Mis ojos se adelantan a las vigilias,
por eso he jurado en mi cólera meditando tu promesa;
que no entrarán en mi descanso." escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad. para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables; Porque ella conoce y entiende todas las
hace tiempo comprendí que tus preceptos cosas,
los fundaste para siempre. y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en su esplendor.
Ant. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus
mandatos son estables. Ant. Mándame tu sabiduría, Señor, para
que me asista en mis trabajos
Ant. 2. Mándame tu sabiduría, Señor, para
que me asista en mis trabajos Ant. 3. La fidelidad del Señor dura por
siempre.
Cántico Sb 9, 1-6. 9-11
DAME, SEÑOR, LA SABIDURÍA Salmo 116
Os daré palabras y sabiduría a los que no INVITACIÓN UNIVERSAL A LA
podrá hacer frente... ningún adversario ALABANZA DIVINA
vuestro (Lc 21, 15). Así es: los gentiles glorifican a Dios por su
misericordia (Rom 15, 8.9).
Dios de los padres, y Señor de la
misericordia, Alabad al Señor, todas las naciones,
que con tu palabra hiciste todas las cosas, aclamadlo, todos los pueblos.
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus criaturas, Firme es su misericordia con nosotros,
y para regir el mundo con santidad y su fidelidad dura por siempre.
justicia,
y para administrar justicia con rectitud de Ant. La fidelidad del Señor dura por
corazón. siempre.

Dame la sabiduría asistente de tu trono LECTURA BREVE Is 61, 10


y no me excluyas del número de tus Desbordo de gozo en el Señor, y me
siervos, alegro con mi Dios: porque me ha vestido
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva, un traje de gala y me ha envuelto en un
hombre débil y de pocos años, manto de triunfo, como a una novia que
demasiado pequeño para conocer el juicio se adorna con sus joyas.
y las leyes.
RESPONSORIO BREVE
Pues, aunque uno sea perfecto V. El Señor la eligió y la predestinó.
entre los hijos de los hombres, R. El Señor la eligió y la predestinó.
sin la sabiduría, que procede de ti, V. La hizo morar en su templo santo.
será estimado en nada. R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Contigo está la sabiduría, conocedora de Santo.
tus obras, R. El Señor la eligió y la predestinó.
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos CÁNTICO EVANGÉLICO
y lo que es recto según tus preceptos. Ant. Deseé la sabiduría con toda el alma,
y creció como racimo que madura.
Mándala de tus santos cielos,
y de tu trono de gloria envíala, BENEDICTUS Lc 1, 68-79
EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Que tu santa Madre, Señor, interceda por
nosotros.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo, Sol de justicia, a quien María Virgen
suscitándonos una fuerza de salvación precedía cual aurora luciente,
en la casa de David, su siervo, — haz que vivamos siempre iluminados
según lo había predicho desde antiguo, por la claridad de tu presencia.
por boca de sus santos profetas.
Palabra eterna del Padre, tú que elegiste
Es la salvación que nos libra de nuestros a María como arca de tu morada,
enemigos — líbranos de toda ocasión de pecado.
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia Salvador del mundo, que quisiste que tu
que tuvo con nuestros padres, Madre estuviera junto a tu cruz,
recordando su santa alianza — por su intercesión concédenos
y el juramento que juró a nuestro padre compartir con alegría tus padecimientos.
Abrahán.
Señor Jesús, que colgado en la cruz
Para concedernos que, libres de temor, entregaste María a Juan como madre,
arrancados de la mano de los enemigos, — haz que nosotros vivamos también
le sirvamos con santidad y justicia, como hijos suyos.
en su presencia, todos nuestros días.
Según el mandato del Señor, digamos
Y a ti, niño, te llamarán profeta del confiadamente:
Altísimo,
porque irás delante del Señor Padre nuestro, que estás en el cielo,
a preparar sus caminos, santificado sea tu Nombre; venga a
anunciando a su pueblo la salvación, nosotros tu reino; hágase tu voluntad en
el perdón de sus pecados. la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día; perdona
Por la entrañable misericordia de nuestro nuestras ofensas, como también nosotros
Dios, perdonamos a los que nos ofenden; no
nos visitará el sol que nace de lo alto, nos dejes caer en la tentación, y líbranos
para iluminar a los que viven en tinieblas del mal.
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos ORACIÓN
por el camino de la paz. Te suplicamos, Señor, que por la
poderosa intercesión de la Virgen María,
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu en su advocación del Monte Carmelo, nos
Santo. ayude y nos haga llegar hasta Cristo,
Como era en el principio, ahora y siempre, monte de salvación. Él que vive y reina
por los siglos de los siglos. Amén. contigo.

Ant. Deseé la sabiduría con toda el alma, CONCLUSIÓN


y creció como racimo que madura. V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna.
PRECES R. Amén.
Elevemos nuestras súplicas al Salvador,
que quiso nacer de María Virgen, y
digámosle:

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