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PROBLEMAS Y DEBATES DE LA FILOSOFÍA POLÍTICA:

1. ANTÍGONA DE SÓFOCLES:
Presentación de la obra:
En la mitología griega, Antígona es hija de Edipo y Yocasta y es hermana de Ismene,
Eteocles y Polinices. Acompañó a su padre Edipo (rey de Tebas) al exilio y, a su muerte,
regresó a la ciudad. En el mito, los dos hermanos varones de Antígona se encuentran
constantemente combatiendo por el trono de Tebas, debido a una maldición que su padre
había lanzado contra ellos. Se suponía que Eteocles y Polinices se iban a turnar el trono
periódicamente, pero, en algún momento, Eteocles decide quedarse en el poder después de
cumplido su período, con lo que se desencadena una guerra, que concluye con la muerte
de los dos hermanos en batalla, cada uno a manos del otro, como decía la profecía.
Creonte, entonces, se convierte en rey de Tebas y dictamina que, por haber traicionado a
su patria, Polinices no será enterrado dignamente y se dejará a las afueras de la ciudad al
arbitrio de los cuervos y los perros.
En la obra de Sófocles, Antígona cuenta a su hermana Ismene que Creonte, impone la
prohibición de hacer ritos fúnebres al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplar por
traición a su patria. Antígona pide a Ismene que le ayude a honrar el cadáver de su
hermano, pese a la prohibición de Creonte. Ésta se niega por temor a las consecuencias de
quebrantar la ley. Antígona reprocha a su hermana su actitud y decide seguir con su plan.
Posteriormente, un guardián anuncia que Polinices ha sido enterrado, sin que ningún
guardián supiera quién ha realizado esa acción. El coro de ancianos cree que los dioses
han intervenido para resolver el conflicto de leyes, pero Creonte ordena que el cuerpo de
Polinices sea desenterrado. Pronto se descubre que Antígona era quien había enterrado al
cuerpo, pues intenta una vez más enterrarlo y realizar los ritos funerarios, pero es capturada
por los centinelas. Antígona es llevada ante Creonte y explica que ha desobedecido
porque las leyes humanas no pueden prevalecer sobre las divinas. Además se muestra
orgullosa de ello y no teme las consecuencias. Antígona es condenada a muerte. Será
encerrada viva en una tumba excavada en roca. El hijo de Creonte, Hemón, se ve
perjudicado por la decisión de su padre, ya que Antígona es su prometida. Señala a su
padre que el pueblo tebano no cree que Antígona merezca la condena a muerte y pide que
la perdone. Creonte se niega a ello. Antígona va camino a su muerte y, si bien no se
arrepiente de su acción, ha perdido la altivez y resolución que mostraba antes, al dar
muestras de temor ante su muerte. La humanización de Antígona resalta el dramatismo del
momento. El adivino y ciego Tiresias interviene para señalar a Creonte que los cuervos y los
perros arrancan trozos del cadáver de Polinices y los dejan en los altares y los hogares,
prueba de que los dioses muestran señales de cólera. Acusa a Creonte de imprudente y
vaticina que alguien de la sangre de Creonte pagará sus errores con su muerte. Creonte,
ante las profecías de Tiresias, cede y se dispone a rectificar sus faltas. Decide, junto con los
guardianes, ir a liberar a Antígona del sepulcro donde había sido encerrada, pero ésta se ha
quitado la vida ahorcándose. A su lado, Hemón se había suicidado clavándose una espada
tras encontrar a su prometida muerta. Creonte aún tiene que soportar otra desgracia más,
pues al volver a palacio con su hijo muerto en brazos, recibe la noticia de que su esposa
Eurídice también se ha suicidado al conocer las noticias. El coro finaliza con un llamado a
obrar con prudencia y respetar las leyes divinas. Los honores fúnebres eran muy
importantes para los griegos, pues el alma de un cuerpo que no era enterrado estaba
condenada a vagar por la tierra eternamente. Por tal razón, Antígona decidió enterrar a su
hermano y realizar sobre su cuerpo los correspondientes ritos, aunque con ello se rebelaba
contra Creonte.

REFLEXIÓN ÉTICO-POLÍTICA DE SÓFOCLES:


“No fue Zeus el que los ha mandado (se refiere a los decretos de Creonte) publicar, ni la
Justicia que vive con los dioses de abajo la que fijó tales leyes para los hombres. No
pensaba que tus proclamas tuvieran tanto poder como para que un mortal pudiera
transgredir las leyes no escritas e inquebrantables de los dioses. Éstas no son de hoy ni de
ayer, sino de siempre, y nadie sabe de dónde surgieron. No iba yo a obtener castigo por
ellas de parte de los dioses por miedo a la intención de hombre alguno”.
ANTÍGONA
Sófocles sabe muy bien retratar las dos posturas irreconciliables de Creonte y Antígona. Lo
son tanto en el carácter como en la manera de comportarse ante auténticos y trágicos retos
a la convivencia y al bien de la polis (la ciudad). Se da una lucha entre dos normas éticas, la
intemporal amparada por los dioses y la que protege la vida de la ciudad, y dos derechos:
1.El constituido por las normas no escritas y de la tradición familiar.
2. El derivado de los mandatos del soberano.
Antígona lucha realmente por las leyes no escritas e inquebrantables de los dioses, como
ella dice, leyes a las que la polis jamás debe oponerse. Pero Creonte, en su
comportamiento, no representa en modo alguno a esa polis, la voz de esta polis, unánime,
está de parte de Antígona, la disposición del tirano se basa absolutamente en la arrogancia
y la maldad.
La verdad de Creonte:
La orden que contenía la prohibición de dar sepultura a los traidores (y Polinices es un
traidor a Tebas, su patria) cuenta a su favor con la doble justificación de provenir de un
poder político legítimo, aunque Creonte se comporte aquí como un tirano, y de tratarse de
una norma jurídica sancionadora vigente en Atenas y en muchas otras partes. Por el tono
que encontramos en algunos fragmentos de la tragedia no podríamos decir que Antígona no
sea consciente de este dato y de la responsabilidad que comporta la desobediencia a la ley
(positiva). Parece, por tanto, que hay que leer Antígona como la pugna entre lo perdurable y
siempre válido de las leyes no escritas (e inquebrantables de los dioses) y las leyes de los
hombres que se enfrentan a los contenidos de aquellas. La superioridad y la primacía en su
respeto de las leyes no escritas sobre las del poder político es, sin lugar a dudas, la primera
consecuencia que podemos y debemos sacar de la narración de la tragedia Antígona.
Por ello, es repudiado por Creonte por parte de su hijo y prometido de Antígona, por parte
de los dioses por medio del adivino Tiresias, y por su propia esposa Eurídice. Y, además, no
parece haber dudas en el hecho de que no solo las simpatías, sino las convicciones de
Sófocles estén del lado de Antígona.

Las leyes no escritas:


Las leyes no escritas en general, tanto las religiosas, como las laicas, se trata de leyes
admitidas por los hombres, no incluidas en ningún código jurídico, que venían a solucionar
las insuficiencias de las leyes escritas y que se veían como universales e intemporales. Una
demostración de la preeminencia de lo eterno sobre lo perecedero y de lo seguro sobre lo
precario. Y además se encontraban inscritas en la conciencia de los hombres. Por
influencia de argumentos más centrados en la razón humana en el siglo V a.C. ganan en
contenido moral y pierden en el religioso, pretenden sustentarse más en un simple, pero
reconocido, consenso humano.
La tiranía de Creonte:
Finalmente podemos observar que el gran problema de la obra acaba constituyendo el error
de Creonte que dejándose llevar por la hybris (desmesura) se equivoca en su mandato de
no enterrar a Polinices. Cuando intenta solucionarlo es tarde pues la drmática situación ha
llevado a la muerte a su familia.
A nivel ético-político podemos observar que la obra plantea la necesidad de tener en cuenta
las leyes naturales por encima de las leyes creadas por los seres humanos ya que los seres
humanos se equivocan, son imperfectos, mientras que las leyes naturales, creadas por los
dioses y entregadas a la conciencia humana no pueden errar.
● Cuestiones:
1. Resume en 5 líneas la historia de Antígona
2. Explica cúal es la problemática ético-política que se plantea en la obra.
3. ¿Cuales son para ti las leyes naturales de las que nos habla la obra? ¿Qué leyes
serían para ti iguales en todos los seres humanos?

LOS CONTRACTUALISTAS HOBBES, LOCKE Y ROUSSEAU:


La situación sociopolítica de Inglaterra en los siglos XVII y XVIII es absolutamente peculiar y
difiere del resto de Europa. En efecto, si en el continente prevalece el absolutismo, en
Inglaterra tiene lugar la revolución burguesa. Entre los años 1640-1650 se produce en toda
Europa un movimiento contra la monarquía absoluta. En Londres, Amsterdam, París,
Barcelona...se pretende lo mismo: derechos individuales, fiscalización de los presupuestos
públicos, abolición de los monopolios del Estado, intervención del pueblo en la
legislación...La revuelta social es protagonizada por una clase social que es dueña del
dinero y conoce su fuerza: la burguesía. Pero sólo consiguió triunfar donde se le unió la
nobleza. Tal es el caso de Inglaterra. Allí tras diversas vicisitudes políticas -entre ellas, una
guerra civil y una revolución, termina por establecerse la monarquía parlamentaria y
constitucional, consagrándose la supremacía del Parlamento y proclamándose en 1688 la
“Declaración de Derechos”. Inglaterra se convirtió entonces en la primera potencia
comercial y capitalista, y su sistema político parlamentario -basado en la doctrina del
contrato social y no en la monarquía de derecho divino. era el modelo a imitar. Los teóricos
del liberalismo (Locke) y los científicos (Newton) ingleses fueron finalmente los inspiradores
de la Ilustración europea.
● Las teorías del contrato social:
Las teorías del contrato social buscan legitimar o dar validez a la sociedad política, a una
forma de regular las normas de un Estado. Para ello introducen la idea de un hipotético
estado de naturaleza, es decir, un momento histórico en el que el ser humano vivía respecto
a las leyes naturales. Sin embargo, esta forma de vida no podía sostenerse porque
diferentes comportamientos humanos lo impiden. Para mejorar la situación y favorecer que
los seres humanos puedan convivir, los filósofos contractualistas propondrán la realización
de un pacto, un pacto que dé validez a las normas de la sociedad. La forma del pacto y la
sociedad que resulta de él es lo que diferencia las teorías de los diferentes filósofos.

● Hobbes: Estado absolutista.


Thomas Hobbes vive entre 1588 y 1679. Apela a una concepción pesimista del ser humano
y entiende que es un ser dominado por sus pasiones. Establece que el estado de
naturaleza se caracteriza por la precariedad y la violencia, pues no existiendo ley ni
autoridad nada es justo ni injusto y todos tienen derecho a todo. Ya que los seres humanos
son aproximadamente iguales en fuerza y maldad, ninguno prevalece sobre otro,
generándose lo que él llamaba bellum omnium contra omnes, «una guerra permanente de
todos contra todos», en la que la vida es breve e insoportable. Hobbes lo resume con la
expresión latina homo homini lupus, «el hombre es un lobo para el hombre». Dado que los
seres humanos son inteligentes, además de malvados, en un determinado momento
deciden acogerse a un pacto entre ellos. Ese pacto consiste en la cesión de todo el poder
del individuo a un soberano que habrá de mantener el orden y la paz. El pacto firmado
es irrevocable, es decir, no puede romperse. El soberano elegido habrá de gobernar, si
fuera necesario, mediante el terror y la violencia para mantener el inseguro orden social.
Una vez firmado el pacto, se instaura la sociedad o Estado.

● John Locke (1632-1704):


Expone su pensamiento político en sus dos tratados sobre el gobierno civil. En el primer
tratado, Locke refuta la “teoría del derecho divino de los reyes” de Sir Robert Filmer en su
obra El Patriarca. Sus ideas principales son:
1. La monarquía es una institución de carácter divino.
2. El derecho hereditario es irrevocable. En esta circunstancia, ninguna usurpación o
deposición puede impedir la vigencia del soberano o sus descendientes.
3. Los reyes son responsables sólo ante Dios.De otra manera, la soberanía no sería
atributo expreso del monarca. Si ésta se comparte, significa el ingreso hacia una
anarquía.
4. La no resistencia y la obediencia pasiva son prescripciones divinas. Nadie puede
oponerse a las leyes o actos realizados por el soberano.
La doctrina política de Locke se encuentra en el segundo tratado. Su pretensión principal es
descifrar cuál es la verdadera fuente del poder político y cuál debe ser la naturaleza del
mismo.

El Estado de Naturaleza:
Locke parte del estado en que se encuentran naturalmente los hombres: El estado de
naturaleza. En el estado de naturaleza los hombres son libres para ordenar los actos y
disponer de sus propiedades como mejor les convenga, las personas son iguales y nadie
está sometido. Solo existe una única limitación: la ley natural que implica unos deberes y
unos derechos.
Deberes: La ley natural impone que nadie puede destruirse a sí mismo, ni dañar a otros en
su vida, salud, libertad, posesiones.
Derechos: La ley natural te otorga unos derechos naturales como son la vida, la salud, la
libertad y la propiedad. Son inalienables, es decir, el ser humano no puede cedérselos a
otros ni evitar contar con ellos.
Para que la ley natural se haga efectiva los seres humanos tienen el poder de obligar que
se ejecute, castigar a los transgresores y obligarles a que se lleve a cabo. Este estado
idílico, en el fondo, no lo es tanto porque J. Locke acaba reconociendo que el ser humano
cae en una enfermedad mientras se halla en este estado, Enfermedad que se caracterizada
por 3 aspectos:
1- Desconocimiento de la ley de la naturaleza: Aunque la razón de la que el hombre está
dotado puede instruirlo en el conocimiento de dicha ley, esto requiere de un esfuerzo, un
estudio racional por parte de la razón que en muchas ocasiones no se lleva a cabo.

2-Falta de imparcialidad para juzgarnos a nosotros mismos y a los demás debido a


nuestro amor propio.

3-Falta de fuerza para hacer que se ejecute la ley natural: Aun suponiendo que se aplique
un juicio justo en un conflicto sucedido, hace falta una fuerza que ejecute el veredicto y esta,
debe ser mayor que la de quien desobedece. Locke cae en la cuenta de que quien comete
una injusticia rara vez dejará de hacerlo si no encuentra una fuerza superior que lo detenga.
Estas deficiencias hacen del Estado de naturaleza un lugar poco seguro e inestable
llevando al ser humano a romper con el estado natural y fundar la sociedad civil.
¿Cómo y cuándo se produce el paso de la naturaleza al estado de sociedad? Cuando los
hombres, que tienen en el estado de naturaleza el poder de defender su propiedad
(vida,libertad y bienes) contra la maldad de los demás y el poder de juzgar a los que actúan
en contra de la ley natural, renuncian a ese poder y lo depositan en manos de la comunidad,
en manos de terceros.

El Pacto Social:
Se autoriza a otras personas a establecer unas leyes comunes, se da un pacto social, un
consentimiento de las personas para que surja el poder político. Como consecuencia, Locke
advierte que ningún gobierno absoluto puede ser legítimo, porque ningún gobierno absoluto
puede tener como origen el consentimiento de los gobernados. La comunidad elige a sus
gobernantes que quedan sometidos a la voluntad de la mayoría y deben gobernar
mediante leyes fijas establecidas y conocidas por el pueblo. Además, Locke separa el
poder legislativo (supremo poder del estado que crea las leyes) y el poder ejecutivo, el
que las ejecuta, evitando de esta forma que se redacten y apliquen leyes según los
intereses de los gobernantes y ellos mismos eviten la obediencia de las mismas.

Locke pretende con todas estas medidas poner una contención al poder político y garantizar
la salvaguarda de los derechos naturales del ser humano. Aunque al entrar en sociedad los
hombres renuncian al poder de ejecución de la ley natural, no renuncian por eso a sus
derechos naturales propios de dicha ley. Hay que tener en cuenta que Locke destaca
continuamente que los gobernantes deben gobernar en favor del pueblo, en caso de que
ocurra lo contrario, este tiene el derecho y la obligación de rebelarse.
El pueblo sigue siendo el titular de sus derechos a los que nunca ha renunciado,
simplemente deja de ser él quien se ocupa de la defensa personal de dichos derechos. De
esta forma, es él quien tiene que decidir si el gobierno está cumpliendo su último objetivo:
Salvaguardar sus derechos.
Locke nos propone un sistema político de carácter liberal, basado en la división de poderes
y en el principio de delegación (representación) que nuestro sistema político democrático ha
heredado del S.XVII. El poder proviene del pueblo y los gobernantes que lo representan han
de estar sometidos también a la ley (máxima expresión de la voluntad de la mayoría). Así la
misión del Estado consiste en salvaguardar los derechos naturales del individuo, y, en
particular, su propiedad. Nos encontramos ante un concepto moderno de libertad
individualista que consiste en garantizar a los individuos la seguridad necesaria para
disfrutar de sus existencias privadas en paz.

Texto:
En el estado de naturaleza un ser humano posee dos poderes. El primero es hacer todo lo
que a él le parezca oportuno para la preservación de sí mismo y de otros, dentro de lo que
permite la ley de la naturaleza. El otro poder es el poder de castigar los crímenes cometidos
contra esa ley. A ambos poderes renuncia el ser humano cuando se une a un Estado. El
primer poder es abandonado por el ser humano para regirse por leyes hechas por la
sociedad, en la medida en que preservación de sí mismo y del resto de esa sociedad lo
requiere; y esas leyes de la sociedad limitan en muchas cosas la libertad que el ser humano
tenía por ley de naturaleza. En segundo lugar, el ser humano renuncia por completo a su
poder de castigar, y emplea su fuerza natural para colaborar con el poder ejecutivo de la
sociedad, cuando la ley lo requiera.
Locke, Segundo tratado sobre el gobierno civil, IX.
1. ¿Cuáles son las renuncias y las ventajas de la vida en sociedad según Locke?
● Jean Jacques Rousseau:
Nace en Ginebra en 1712. De temperamento exuberante y carácter difícil, lleva una vida
inquieta y vagabunda. Estando en París en 1750, tiene noticia de que la Academia de Dijon
abre un concurso sobre el tema: “Si el renacimiento de las ciencias y las artes contribuye a
la corrupción o la purificación de las costumbres”. Participa y gana el concurso sobre las
ciencias y las artes. De esta forma se da a conocer y se convierte en un hombre famoso y
respetado intelectualmente. A este discurso le sucede otro “Discurso sobre el origen y
fundamento de las desigualdades sociales entre los hombres”, clave para la interpretación
de toda su obra. Desde este momento entra en claro conflicto con los ilustrados y se desata
una verdadera campaña de persecución contra él. Europa entera rechaza sus teorías y
desde ese momento decide llevar una vida aislada, como marginado consciente. Después
de vagar por varios paises vuelve a Francia, donde muere en 1778. Sus obras capitales
son: El Contrato social, El Emilio, así como su celebre autografía, Confesiones.

El estado de naturaleza:
Rousseau considera la ciencia, las artes y el progreso, en general, como la causa primera
de los males que afligen a la sociedad: Distinción de ricos y pobres; poderosos y débiles.
Frente a la postura ilustrada de exaltación de la razón y el progreso, Rousseau exalta los
instintos primitivos de la naturaleza. Mientras que la razón opta por la inteligencia, el autor
defiende la dignidad de la conciencia por el sentimiento, al que considera como el fondo
universal de la humanidad. En definitiva es la opción radical por la naturaleza, en claro
enfrentamiento con la cultura: es la defensa de lo que hay de natural frente a lo artificial en
el hombre; porque para Rousseau el hombre es bueno por naturaleza ahora bien, ¿Cómo
puede el hombre descubrir la ley natural en el estado actual en el que se encuentra? ¿Se
trata de anular la cultura?
Para Rousseau, el mundo de la cultura no puede ser anulado, tanto porque el hombre es un
ser social, como porque a la cultura le debe el hombre haberse convertido en un ser
inteligente. Se trata más bien de instaurar la naturaleza en la civilización; restaurar la
dignidad del hombre en la sociedad, de modo que se liberan ambos sociedad e individuo,
de lo artificioso, mecánico y superfluo. De esta forma, la conciencia y el sentimiento serán
quienes rijan la ciencia y la inteligencia.
Rousseau anticipa el Romanticismo propio del S.XIX desconfiando de la razón y por lo tanto
del progreso. Frente a la lógica racional de los ilustrados, que afirman que el ser humano,
mediante su conocimiento y su pensamiento crítico, puede ir perfeccionando tanto en las
virtudes morales como en las intelectuales, y con ello lograr su felicidad, Rousseau niega
que ese progreso sea tal, porque la propia sociedad lo impide, corrompiendo a los seres
humanos, haciéndoles egoístas. Rousseau exalta el principio de la conciencia, “un
instinto innato de justicia y verdad moral anterior a todos los prejuicios nacionales y a todas
las máximas de la educación” defendiendo lo que hay de natural en el ser humano
enfrentándose a la cultura, lo artificial.

Texto:
Si se busca en qué consiste el bien más preciado de todos y cuál es el objetivo de cualquier
legislación, encontramos que todo se reduce a dos cuestiones principales: la libertad y la
igualdad, y sin esta última, la libertad no puede existir. Renunciar a la libertad es renunciar a
ser hombre, a los derechos y a los deberes de la humanidad [ ...]. La verdadera igualdad no
se encuentra en que la riqueza sea la misma para todo el mundo, sino en que ningún
ciudadano sea tan rico que pueda comprar a otro ciudadano, ni que sea tan pobre que se
vea obligado a venderse.
Rousseau, J. J.: El contrato social, 1762

1. ¿Crees que libertad e igualdad deben ir de la mano? Realiza una redacción de


alrededor 10 líneas exponiendo tu opinión.

El regreso a una sociedad según las exigencias naturales:


Para Rousseau es fundamental transformar la sociedad para que ésta concuerde con la
naturaleza del ser humano. El primer paso es la transformación del individuo mediante la
educación. El programa del Emilio se basa en la bondad innata del individuo, la inmersión
en la Naturaleza, la no transmisión de los prejuicios culturales (conocimientos, moral,
religión) y el individualismo. Emilio se educa solo (con su mentor) y reproduce la experiencia
de Robinson Crusoe descubriendo por sí mismo lo mejor de la cultura.

Todo es perfecto cuando sale de las manos de Dios, pero todo degenera en las manos del
hombre. Obliga a una tierra a que dé lo que debe producir otra, a que un árbol dé un fruto
distinto; mezcla y confunde los climas, los elementos y las estaciones, mutila su perro, su
caballo y su esclavo; lo turba y desfigura todo; ama la deformidad, lo monstruoso; no quiere
nada tal como ha salido de la naturaleza, ni al mismo hombre, a quien doma a su capricho,
como a los árboles de su huerto.
De otra forma, todo sería peor, ya que nuestra especie no quiere ser formada a medias.En
el estado en que están las cosas, un hombre abandonado desde su nacimiento a sí mismo
sería el más desfigurado de los mortales; las preocupaciones, la autoridad, la necesidad, el
ejemplo, todas las instituciones sociales, en las que estamos sumergidos, apagarían en él
su natural modo de ser y no pondrían nada en su lugar que lo sustituyese. Sería como un
arbolillo que el azar ha hecho nacer en medio de su camino y que los transeúntes,
sacudiéndolo en todas direcciones, lo matan.
Rousseau, Emilio.

El Contrato Social:
El problema de la educación del individuo se puede extrapolar a la sociedad. La sociedad
ha caído en una degeneración que solo puede ser resuelta por un contrato social, una
propuesta de regeneración moral por medio de un pacto que armonice los intereses de
todos los individuos. Rousseau busca encontrar una forma de asociación, que defienda y
proteja el bien común dejando de lado los intereses particulares. Los individuos se
comprometen con la comunidad y alcanzan un estado de sociedad civil pero, este pacto,
debe respetar la voluntad personal, han de ser hombres libres quienes cedan por ese
interés general.
El ser humano, en la realización de este contrato, pierde su libertad natural e individual
entregándola a una voluntad colectiva, la voluntad del pueblo, que le otorga una libertad civil
superior a la natural. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta, que este Contrato Social
tiene importantes diferencias con el propuesto por J. Locke.
Como explicamos anteriormente, el pacto social planteado por Locke parte de la
representación, de la necesidad de delegar en otros el ámbito legislativo y ejecutivo de las
leyes, para Rousseau la soberanía debe residir siempre en el pueblo, sin que sea posible
delegarla en unos representantes. Las leyes nacen, de esta forma, de la voluntad general
en la que se depositan libremente las voluntades individuales. Si se obedece a la ley se
obedece cada persona a sí misma. Rousseau constituye el estado como una república
donde el ciudadano es soberano en cuanto que dicta las leyes y súbdito, en cuanto que
debe acatarlas.
Frente a la “libertad moderna” e individualista de Locke (Lo privado prevalece frente a lo
público) Rousseau nos propone un Estado basado en una libertad centrada en el
sometimiento a la colectividad, que implicaba la pérdida de la independencia y libertad
individual en aras del interés común. Nos encontramos ante el nacimiento moderno de una
democracia igualitaria, que ahogase las distinciones sociales y la supremacía de la
propiedad privada.
Rawls: el velo de la ignorancia
El estado de naturaleza
Las teorías contractualistas clásicas han sido reinterpretadas por algunos filósofos
contemporáneos. Es el caso del pensador estadounidense John Rawls (1921-2002), al que
generalmente se considera como neocontractualista. El objetivo de Rawls se centra
especialmente en el estudio de la justicia, es decir, en intentar averiguar en qué consistiría
una sociedad realmente justa.

Para su análisis, que desarrolla fundamentalmente en su obra Teoría de la Justicia, recoge


la hipótesis de los contractualistas acerca de la existencia de un estado de naturaleza,
previo a la sociedad y del cual surgiría un contrato fundacional.

Rawls considera a ese estado como un experimento mental, al que denomina la "posición
original". En dicha posición, piensa Rawls, los seres humanos no son ni esencialmente
buenos ni malos, viven en una situación de moderada escasez —eso quiere decir que
habrán de reflexionar acerca de cómo se distribuyen bienes que son escasos— y son
capaces de tomar decisiones racionales.
A partir de esa hipotética situación original, Rawls se pregunta: ¿en qué clase de sociedad
estarían dispuestas a vivir esas personas?

El contrato
Para Rawls es claro que si el contrato se firma bajo alguna forma de presión, como el miedo
o la inseguridad —como en parte proponían Hobbes y Locke—, no puede dar lugar a una
sociedad justa.
Imagínate un grupo de individuos que quieren formar una comunidad de vecinos. Se reúnen
para discutir y acordar unas normas que regulen el funcionamiento de la comunidad (lo que
sería equivalente al contrato): si la comunidad tendrá un presidente y cuáles serán sus
funciones, cuál será la cuota que se pagará y si pagarán todos lo mismo, si todos deberán
pagar lo mismo por el ascensor aunque no lo utilicen igual, etcétera. Si por algún motivo
algún vecino se siente atemorizado o amenazado está claro que no firmará un contrato justo
para él, pues estará dispuesto a aceptar cláusulas abusivas. El contrato ha de firmarse en
igualdad de condiciones (como ya había dicho Rousseau).

Pero si los vecinos saben cuál es la posición que van a ocupar en la comunidad es seguro
que tenderán a plantear normas que favorezcan sus intereses particulares. Por ejemplo, si
sabes que vas a vivir en el primer piso querrás que el ascensor se pague conforme a su
utilización (tú lo utilizarás poco por lo que pagarías menos). Si vas a vivir en uno de los
apartamentos pequeños propondrás que la cuota sea proporcional a la superficie del piso,
pero si tu vivienda va a ser de las más grandes quizás argumentes acerca de la
conveniencia de que todos los vecinos paguen lo mismo. En fin, el conocimiento de la
posición que vamos a ocupar es también un obstáculo para establecer una normas que
sean realmente justas, que no favorezcan a nadie.

Para superar este inconveniente, Rawls propone lo siguiente: que todos los individuos, en la
posición original, estén bajo un "velo de ignorancia" que les impida saber el lugar que
ocuparán en la sociedad, así como cuál es su punto de partida (cuáles son sus cualidades
naturales, si son inteligentes, fuertes o creativos...).Es decir, si de ninguna forma pueden
saber ni intuir cuál va a ser la posición que ocupen en la sociedad, entonces establecerán
normas realmente equitativas y justas, pues tratarán de asegurar que su posición, sea la
que sea, esté en igualdad de condiciones con cualquier otra.

El "velo de ignorancia" asegura que cada individuo tenga en cuenta la posible posición de
cualquier otro, es decir, nos obliga a elegir teniendo en cuenta todos los puntos de vista
posibles, por lo que nuestra elección será racional y justa.

Volviendo a nuestro ejemplo de la comunidad de vecinos: los vecinos se encuentran bajo el


"velo de ignorancia" y por tanto no saben qué lugar ocuparán en la comunidad. Deberán
elegir una normas que les resulten aceptables tanto si viven en el primer piso como en el
último, en un pequeño apartamento o en un dúplex grande. Como todos los vecinos
razonarán de forma similar, el "velo de ignorancia" nos asegura que el estatuto de esa
comunidad será realmente justo.

El Estado social y el contrato:


Rawls propone que si los individuos firman el contrato bajo las condiciones impuestas por el
"velo de ignorancia" estarían de acuerdo en dos principios básicos:

● Principio de libertad: todas las personas deben tener el derecho a gozar de las
mismas libertades y en la mayor medida posible, siempre que éstas sean
compatibles con las libertades de los demás.
● Principio de la diferencia: las desigualdades sociales y económicas solo están
justificadas si benefician a los miembros menos aventajados de la sociedad (algo
parecido a lo que hoy se denomina "discriminación positiva"). Esto debe asegurar
que cualquier posición social debe estar abierta a cualquier miembro en igualdad de
condiciones, es decir, que debe existir una justa igualdad de oportunidades.

Estos dos principios constituyen la esencia de lo que Rawls entiende por justicia, y que ha
recibido el nombre de teoría de la justicia como equidad. Puesto que para Rawls el principio
de libertad es más importante que el de la diferencia —si hubiera un conflicto entre ambos
sería prioritario el principio de libertad— su planteamiento político es el liberalismo. Un
Estado sólo es legítimo si se sostiene sobre los dos principios anteriores.
Rawls mantiene que el Estado debe cumplir un importante papel en la redistribución de la
riqueza, la protección de los más débiles y la creación de una situación de verdadera
igualdad de oportunidades; pero por encima de todo debe garantizar las libertades
individuales.

Ejercicio: Lee con atención el párrafo inferior y rellena los espacios en blanco con las
palabras correctas:
La teoría de Rawls recibe el nombre de teoría de la justicia como __________. Se basa en
la idea de que los seres humanos, al firmar el contrato, deberían estar bajo un "velo de
_________", que les permitiría ponerse de acuerdo sobre dos principios: el de la
__________ y el de la diferencia. Este último plantea algo parecido a lo que hoy llamamos
"___________ positiva".

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