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Unos días después del traumatismo inicial, aparecen hipersensibilidad local, dolor y
eritema, que se intensifican con rapidez.
El paciente presenta malestar general, fiebre y escalofríos.
El área afectada suele ser extensa, con un eritema marcado, y está caliente e inflamada.
A diferencia de la erisipela, los bordes de la zona de celulitis no se encuentran elevados y
bien definidos; se puede producir una afectación parcheada con zonas respetadas.
Fascitis necrosante
La fascitis necrosante es una infección grave infrecuente que afecta a los tejidos blandos
subcutáneos, sobre todo a la fascia superficial (y a menudo a la profunda).
Suele ser un proceso agudo, pero en raras ocasiones sigue un curso subagudo progresivo.
La fascitis necrosante puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente en
las extremidades, sobre todo en las piernas.
La afectación de las extremidades es particularmente frecuente en la fascitis necrosante
tipo II (estreptococos del grupo A); la pared abdominal, las áreas perianal e inguinales y las
heridas posquirúrgicas son más frecuentes en las infecciones tipo I (polimicrobianas).
Manifestaciones clínicas
La puerta de entrada suele ser una zona de traumatismo, generalmente menor (p. ej.,
laceración, abrasión, quemaduras, picaduras de insectos); una laparotomía llevada a cabo
en presencia de contaminación peritoneal (p. ej., traumatismo abdominal penetrante o
perforación de una víscera) u otro procedimiento quirúrgico (p. ej., hemorroidectomía,
vasectomía); un absceso perirrectal; una úlcera de decúbito, o una perforación intestinal.
Esta última puede ser secundaria a una diverticulitis oculta, una neoplasia rectosigmoidea,
una apendicitis perforada o un cuerpo extraño, como un hueso de pollo o un palillo.
Manifestaciones clinicas
La fascitis necrosante de estos orígenes intestinales puede tener lugar en una extremidad
inferior (extensión a lo largo del músculo psoas), así como en la ingle o la pared abdominal
(a través de una fístula colocutánea).
Entre los contextos clínicos especiales en los que se puede desarrollar una fascitis
necrosante se encuentran la diabetes mellitus, el alcoholismo y el consumo de drogas
parenterales, a menudo después de la inyección subcutánea.
Manifestaciones clinicas
El área afectada está inicialmente eritematosa, inflamada, sin bordes definidos, caliente,
brillante, con una intensa hipersensibilidad y dolorosa.
La linfangitis y la linfadenitis son infrecuentes.
El proceso progresa rápidamente a lo largo de varios días, con cambios secuenciales del
color cutáneo de rojo violáceo a manchas gris-azuladas.
En un período de 3-5 días después del comienzo, se pueden ver zonas de discontinuidad
cutánea con ampollas (que contienen un líquido espeso rosado o morado) y gangrena
cutánea franca (parecida a una quemadura térmica).
Manifestaciones clinicas
En este momento, el área afectada ya no está hipersensible, sino que más bien ha quedado
anestesiada de forma secundaria a la trombosis de pequeños vasos sanguíneos y a la
destrucción de los nervios superficiales localizados en el tejido subcutáneo necrótico
afectado.
El comienzo de la anestesia puede preceder a la aparición de la necrosis cutánea y
proporcionar una pista de que el proceso es una fascitis necrosante y no una celulitis
simple.
La inflamación y el edema intensos pueden ocasionar un síndrome compartimental
especialmente con la afectación de las extremidades, que se complique con una
mionecrosis extensa, lo que requiere una fasciotomía precoz.
Manifestaciones clinicas
Una forma de fascitis necrosante que aparece alrededor de los genitales masculinos y el
periné en ambos sexos es la denominada gangrena de Fournier, también conocida como
gangrena idiopática del escroto, gangrena escrotal estreptocócica y flemón perineal.
Puede quedar limitada al escroto o extenderse y afectar al periné, el pene o la pared
abdominal.
Entre los factores predisponentes se encuentran diabetes mellitus, traumatismos locales,
parafimosis, extravasación periuretral de orina, infección perirrectal o perianal y cirugía en
dicha zona (circuncisión, herniorrafia).
Gangrena de Fournier
Las bacterias anaerobias desempeñan un papel destacado y contribuyen al mal olor típico
que se asocia a esta forma de fascitis necrosante.
En los casos estudiados, se han obtenido cultivos mixtos con microorganismos facultativos
(E. coli, Klebsiella, enterococos) junto con anaerobios (Bacteroides, Fusobacterium,
Clostridium, estreptococos anaerobios o microaerófilos).
En aproximadamente un tercio de los pacientes se aíslan S. aureus y diversos estreptococos
b-hemolíticos; en raras ocasiones, una gangrena por estreptococos del grupo A secundaria a
una balanitis estreptocócica también puede afectar al área genital masculina.
Gangrena de Fournier
El diagnóstico precoz resulta fundamental, debido a la rapidez con la que puede progresar
el proceso.
La mortalidad global descrita de la fascitis necrosante se aproxima al 35%, y es algo menor
(15%) en la gangrena de Fournier.
El diagnóstico precoz generalmente se asocia a un aumento de la supervivencia.
La distinción clínica precoz entre la fascitis necrosante y la celulitis puede resultar difícil
debido a que los signos iniciales (entre ellos, dolor, edema y eritema) son inespecíficos.
Sin embargo, la presencia de toxicidad sistémica significativa, desproporcionada para los
hallazgos locales, debe alertar al médico.
Tratamiento empírico