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“AÑO 

DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA”

“UNIVERSIDAD NACIONAL DANIEL ALCIDES CARRIÓN”


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD- OBSTETRICIA

FASCITIS
NECROTIZANTE

ASIGNATURA:
CIRUGÍA OBSTETRICA
DOCENTE:
Vilma Eneida PALPA INGA
ESTUDIANTE:
SOLANGE LIMAYLLA CORONEL
TARMA- PERÚ
2021
FASCITIS NECROTIZANTE

INTRODUCCIÓN:

La fascitis necrotizante (FN) es una infección progresiva poco común, con alta letalidad que
puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente en las extremidades en
especial en las piernas, causada en su mayoría por una infección polimicrobiana y se
caracteriza por afectar la fascia superficial, tejido subcutáneo, grasa subcutánea con nervios,
arterias, venas y fascia profunda. Es también conocida como úlcera maligna del siglo XVIII,
enfermedad come carne, gangrena de hospital, entre otras. Otros lugares de predilección son
la pared abdominal, las áreas perianales e inguinales y las heridas posquirúrgicas.
La fascitis necrotizante es una patología poco común y se la considera como una de las
principales causas de morbimortalidad en los recién nacidos, es definida como aquella
infección que evoluciona de una forma muy rápida afectando a la piel y a los tejidos
subcutáneos hasta ocasionar necrosis, su presentación frecuente es en las extremidades
inferiores, no obstante, también puede aparecer en la cabeza, la cara, el cuello, el tronco y en
las extremidades superiores. A pesar de las investigaciones que se han venido dando en los
últimos años el diagnóstico sigue siendo un reto muy grande para el equipo de salud porque
suele ser confundida con la celulitis no complicada por las manifestaciones clínicas similares
que se presenta en ambas condiciones, por este motivo es fundamental llegar a un diagnóstico
y tratamiento oportuno para evitar posibles complicaciones en el paciente que pueden llevar
hasta la muerte. La fascitis necrotizante constituye un grupo de enfermedades infecciosas de
las más rápidas y agresivas. Se trata de una infección grave y poco frecuente, causada
principalmente por gérmenes anaerobios, estreptococos y estafilococos, que se asocia a una
elevada mortalidad y que es más frecuente en pacientes con factores predisponentes. El
tratamiento consiste en antibioticoterapia de amplio espectro junto con una intervención
quirúrgica precoz y agresiva, consiguiendo así una menor mortalidad.
DESARROLLO:
La fascitis necrotizante es definida como una infección rápidamente progresiva, que afecta la
piel, tejido celular subcutáneo, fascia superficial y ocasionalmente, la profunda, produce
necrosis hística y severa toxicidad sistémica. La FN fue descrita en varios reportes alrededor de
1800 y fue el Dr. B Wilson, citado por Shukry A L, et al, quien por primera vez utilizó el término
fascitis necrotizante en 1952. Esta enfermedad es infrecuente y puede tomar a cualquier parte
del cuerpo.

TIPOS DE FASCITIS NECROSANTE

Existen varias clasificaciones, sin embargo, resulta muy útil aquella que categoriza la infección
desde el punto de vista microbiológico.

Tipo I: infección polimicrobiana por bacterias aerobias y anaerobias, generalmente afecta a


pacientes inmunocomprometidos y suele debutar en el tronco y en el abdomen.

Tipo II: causada por estreptococos grupo A y Staphylococcus aureus, es menos frecuente que
el grupo anterior y afecta con mayor probabilidad a individuos jóvenes e inmunocompetentes;
se localiza, sobre todo, en las extremidades.

Tipo III: causada por Vibrio vulnificus.

Se asocia a las heridas provocadas por la manipulación de marisco crudo; y, aunque esta es la
forma menos frecuente, está asociada a fallo multiorgánico en las primeras 24 h.

Los principales factores de riesgo para el desarrollo de esta FN son la inmunosupresión, la


diabetes mellitus, la arteriopatía periférica y las cirugías recientes, condiciones cada vez más
prevalentes en el mundo occidental. La posible relación entre el consumo crónico de
antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y la incidencia y progresión de FN, que podría ser
explicada por el enmascaramiento de los signos inflamatorios en la fase inicial de la
enfermedad, no fue confirmada en una revisión de 5 series.

Signos y síntomas

La localización de la enfermedad está íntimamente relacionada con la mortalidad, sin duda las
lesiones en cabeza, cara ó tronco son de mayor gravedad.

En los estadios iniciales la piel presenta placas descoloridas con márgenes indefinidos, edema y
signos de linfangitis. Los pacientes manifiestan dolor importante, generalmente
desproporcionado con la apariencia de la lesión; en esta etapa es fácil confundir con celulitis.
En los casos agudos, dos a tres días después, la infección progresa formando una placa
eritematosa que posteriormente se torna de color púrpura ó negruzco con áreas bullosas
sobre la superficie instancia en que se inicia el proceso necrótico francamente devastador. En
este momento de la enfermedad y de no instaurarse tratamiento adecuado, las lesiones
progresan hasta dejar descubierto el plano muscular que funciona como una barrera
protectora que evita la diseminación de la infección, En ocasiones cuando la enfermedad
progresa invade músculo provocando mionecrosis. Cuando la presentación es fulminante
(Streptococcus pyogenes) rápidamente se instala bacteriemia y síndrome de choque tóxico, La
FN localizada en cara tiene un pronóstico desalentador desde el punto de vista estético y
funcional, ya que las secuelas pueden ser irreparables Y la variedad Gangrena de Fournier's
cuyo origen es polimicrobiano, afecta generalmente al sexo masculino y las lesiones pueden
estar confinadas a escroto ó extenderse a periné, pene o vulva y pared abdominal

La FN polimicrobiana ocurre con más frecuencia en individuos inmunocomprometidos; la


variante mono microbiana es menos común y afecta personas saludables que refieren historia
de un trauma banal. Los pacientes pueden presentar síntomas de sepsis, toxicidad sistémica o
evidencia de inflamación cutánea con dolor desproporcionado al grado de inflamación. No
obstante, estos solo se constatan en individuos que tengan condiciones menos graves. Los
casos con formas hiperagudas con sepsis severa evolucionan de forma rápida al fallo
multiorgánico, mientras que los casos con formas subagudas pueden permanecer indolentes
con rápida infección de tejidos blandos. Debido a que es una entidad rara con signos clínicos
inespecíficos, se diagnostica con frecuencia.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La FN tipo I suele afectar a pacientes con comorbilidades asociadas y es frecuente encontrar


una puerta de entrada (traumatismos cutáneos, heridas quirúrgicas, venopunciones, lesiones
vesiculosas cutáneas, picaduras de insectos, mordeduras animales). En los diabéticos, el
proceso se suele iniciar en la región distal de las extremidades inferiores, en especial en los
enfermos con vasculopatía y neuropatía periféricas. Otras localizaciones menos frecuentes son
la región cervical y la perineal:

 La FN cervical, o angina de Ludwig, se suele originar a partir de un foco infeccioso


odontógeno; las piezas dentarias más frecuentemente involucradas son el segundo y
el tercer molar. Con menor frecuencia el proceso tiene su inicio en un traumatismo
cervical, abscesos faríngeo o amigdalino, sinusitis, adenitis o infecciones de tumores en
la región cervicofacial.
 La infección perineal, o gangrena de Fournier, se origina por la penetración de
bacterias entéricas en el espacio fascial perianal, por vía gastrointestinal o uretral, y
puede extenderse rápidamente a la pared abdominal anterior, a los glúteos, al escroto
y al pene.

Los pacientes con FN tipo II son habitualmente sanos y suele ser difícil documentar una puerta
de entrada.

 En una primera fase aparecen los signos inflamatorios locales cutáneos, y lo más
llamativo es el dolor. En el 20% de casos aparece un síndrome seudogripal, y en el 10%
puede existir un eritema escarlatiniforme.

 En un segundo estadio pueden aparecer ampollas o flictenas, induración cutánea y


fluctuación. La presencia de ampollas es un dato muy específico, pero poco sensible;
aparece tan solo en el 25-30% de los casos y suele traducir una extensa destrucción
tisular.
 En una tercera fase las ampollas se rellenan de contenido hemorrágico, la destrucción
de las fibras nerviosas produce anestesia cutánea, la presencia de gas en las
infecciones por gérmenes anaerobios da lugar a crepitación y aparece necrosis
cutánea.

Existen cuatro signos clínicos principales que deben hacer sospechar la presencia de una
infección necrotizante: edema e induración más allá del área eritematosa, existencia de
ampollas o flictenas (en especial si su contenido es hemorrágico), crepitación o presencia de
gas en las pruebas de imagen, y ausencia de linfangitis o adenitis asociada.

CONCLUSIÓN:
La FN es una patología de creciente incidencia que asocia una importante morbimortalidad,
dado su curso rápido y su amplia destrucción tisular, asociada en muchos pacientes a la
aparición de shock séptico. La similitud clínica en sus fases iniciales a determinadas patologías
reumatológicas, con predominio del dolor y signos inflamatorios locales, así como el hecho de
su mayor prevalencia en pacientes inmunodeprimidos (pacientes con lupus eritematoso
sistémico o AR tratados de forma crónica con glucocorticoides y/o fármacos
inmunomoduladores), hacen necesario que los reumatólogos conozcamos esta entidad para
asegurar una sospecha clínica precoz y un inicio rápido de las medidas terapéuticas adecuadas.
a fascitis necrotizante, mantiene un elevado grado de mortalidad. Dada su aparición
esporádica y asociación a la cirugía, estados de inmunodepresión y situaciones de guerra o
desastres naturales; debe ser ampliamente divulgada y entendida por nuestro personal
médico, en especial aquel que debe cumplir colaboración.

BIBLIOGRAFÍAS:

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