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Osteomielitis

INFECCIÓN EN HUESO
TRASMICION
Las bacterias aisladas con más
frecuencia en la osteomielitis de
hueso largo en los adultos son
HEMATÓGENA Staphylococcus aureus y
DIRECTA Staphyloccocus coagulasa
negativos (aislados en más del
50% de las osteomielitis).
En algo más de un 25% se aislarán otras
bacterias, como Streptococcus,
Enterococcus, Pseudomonas aeruginosa,
enterobacterias (E. coli, Proteus spp. y
Enterobacter spp.) y anaerobios.
Finalmente, las osteomielitis por
micobacterias (M. tuberculosis complex y
micobacterias ambientales), fúngicas,
brucelares y las producidas por Salmonella
spp. y Actinomyces spp. son raras.
Una osteomielitis es una infección del hueso. Las osteomielitis se
clasifican según el tiempo de evolución en

● Osteomelitis aguda. El tiempo de evolución son días o


semanas.
● Osteomelitis crónica. El tiempo de evolución son meses o
años. Se caracteriza porque existen zonas del hueso muertas,
separadas del resto de hueso vivo.
Las osteomielitis son más frecuentes en personas con
diabetes, encamadas con úlceras de decúbito, personas con
prótesis articulares o clavos dentro de los huesos, o en
personas con falta de riego a alguna extremidad, por ejemplo
como consecuencia de una enfermedad arterial periférica.
Las osteomielitis suelen ser producidas por bacterias. Las
osteomielitis no hematógenas suelen ser producidas por
bacterias que viven en la piel, generalmente estafilococos,
aunque en muchas ocasiones son producidas por varias
bacterias distintas (polimicrobianas).
¿Qué manifestaciones clínicas produce?

● Osteomielitis no hematógena:
● En estas circunstancias la bacteria que produce la infección del hueso llega desde la
sangre, es decir, es necesario que alguna bacteria haya pasado primero a la sangre
(bacteriemia) para posteriormente llegar al hueso.
● Esta forma de presentación es más frecuente en niños y en personas que se inyectan
drogas por vía intravenosa, aunque también se puede observar en cualquier situación
que facilite el paso de bacterias hacia la sangre, como por ejemplo un catéter insertado
en una vena, desde la orina, el intestino, la piel o cualquier otra localización.
● Los lugares más frecuentes de localización de la infección por vía hematógena son las
vértebras (espondilodiscitis) aunque puede afectarse la pelvis, la cadera, o cualquier
otro hueso.
Osteomielitis aguda:

Se caracteriza por dolor en la zona de la infección, que puede aumentar con el


movimiento. Generalmente la zona está inflamada, enrojecida y dolorosa a la
palpación. Con frecuencia se asocia a fiebre y escalofríos. Cuando es una
infección transportada por la sangre que afecta a huesos más internos (pelvis,
cadera, vértebras) suele haber dolor local, no se observan signos de inflamación
(los huesos están profundos) y frecuentemente no hay fiebre
Osteomielitis crónica:

Se suele caracterizar por dolor en la zona de la infección asociado a enrojecimiento local.


En ocasiones aparece un pequeño agujero en la piel que supura. Se debe a la infección en
el hueso, la cual busca un camino para liberar el pus. En la osteomielitis crónica no suele
haber fiebre.

La osteomielitis crónica es difícil de diagnosticar cuando existe cerca una prótesis o cuando
se produce en una zona donde existe una úlcera crónica de la piel.

En esta última situación se acepta que existe una infección del hueso si la úlcera de la piel
es difícil de curar y si se sitúa sobre una prominencia ósea. También se debe sospechar en
ella si una fractura no termina de consolidarse. Cuando introduciendo un objeto metálico por
una úlcera de la piel se toca hueso, algunos estudios sugieren que se puede asumir que
existe una osteomielitis
En general en todas ellas se produce dolor en la zona, que puede ser
también dolorosa a la presión.
Si la afectación es de un hueso superficial puede verse enrojecimiento
local.
Puede cursar con fiebre alta e intenso dolor local o, en ocasiones, sin
fiebre o con fiebre leve y dolor escaso, lo que dificulta su diagnóstico.
FASES
La primera fase de la osteomielitis es la afectación medular.
Posteriormente se producirá una afectación ósea superficial.
En una fase más avanzada, la infección se localiza y forma áreas necróticas del hueso. En esta
fase, el tratamiento quirúrgico suele ser necesario
Diagnóstico de la osteomielitis

las osteomielitis no hematógenas el


diagnóstico debe sospecharse ante
una herida que no se cure, ante el
aumento de dolor en la herida, ante
una fractura que no llegue a
consolidarse o ante la aparición de un
trayecto fistuloso a través de la piel.
En los diabéticos es muy frecuente y
debe sospecharse ante una herida
(por ejemplo en el pie) que no se cura
y que llegue hasta el hueso.
Osteomielitis crónica
diagnostico

se deben hacer radiografías de la zona, TAC o una gammagrafía. Se


debe también obtener un cultivo de la zona, en muchas ocasiones tras
hacer una biopsia del hueso.

En las osteomielitis hematógenas deben obtenerse cultivos de sangre,


si bien en muchos casos son negativos, lo que no descarta su
existencia. El germen más frecuente es también el estafilococo.
Complicaciones de la osteomielitis

omplicaciones de una osteomielitis pueden ser la aparición de una


Las c

fístula desde el hueso hacia la piel, la infección del tejido adyacente


(celulitis), la formación de una colección de pus (absceso) donde
difícilmente llega el antibiótico, la afectación de una articulación
cercana (artritis séptica), el paso de la infección a la sangre (sepsis),
la deformidad del hueso, la fractura del hueso o la aparición de un
cáncer local.
Tratamiento de la infección del hueso

El tratamiento suele combinar la limpieza quirúrgica de la zona junto con


tratamiento antibiótico.

La limpieza quirúrgica puede ocasionalmente requerir la retirada de cualquier


material artificial que haya en la zona. En general, cuando después de un
tiempo prolongado de tratamiento antibiótico persista la infección o haya una
recurrencia de la misma.
se debe ofrecer un tratamiento
antibiótico empírico, es decir a
ciegas, que cubra a la mayoría de
bacterias implicadas en estas
infecciones, generalmente con varios
antibióticos a la vez. El tratamiento
debe ser prolongado, en general
durante un mínimo de 6 semanas.
Finalmente, si no se administra tratamiento adecuado,
encontraremos una afectación difusa del hueso conocida como
osteomielitis difusa.

u Una vez las bacterias alcanzan el tejido óseo, el paciente


referirá dolor, eritema y calor en la piel suprayacente, y en
muchas Infecciones osteoarticulares, sobre todo en casos
avanzados, se producirá una fistulización del hueso a la piel
con supuración crónica.

u En muchas ocasiones, la osteomielitis de hueso largo


presenta un curso tórpido, con períodos de reagudización
(reaparición de orificios fistulosos y supuración) y períodos en
los cuales el paciente está asintomático.
el objetivo del tratamiento en la osteomielitis de hueso
largo es erradicar la infección y conservar la
funcionalidad del miembro afectado, intentando evitar
la amputación del miembro.
uEl tratamiento antibiótico de la osteomielitis en el
paciente diabético o con insuficiencia vascular deberá
adecuarse al aislamiento microbiológico y tener
actividad frente a anaerobios. En el caso de
aislamiento de Enterococcus spp. o Pseudomonas
aeruginosa es necesario utilizar un antibiótico
adecuado a estos microorganismos.
Infecciones osteoarticulares
infección de la articulación
artritis séptica
La etiología más frecuente de las artritis sépticas en los adultos es
S. aureus (40-65% de los casos)
de Streptococcus (20%) (S. pyogenes, S. pneumoniae y S. agalactiae),
bacilos gramnegativos (5-20%) (Escherichia coli [10%] y Pseudomonas
aeruginosa).
Otras etiologías menos frecuentes son Haemophilus influenzae, Neisseria
gonorhreae y Neisseria meningitidis, anaerobios, Brucella spp. y hongos
como Candida spp.
La artritis séptica puede ocurrir a cualquier edad desde la infancia, pero alrededor de la mitad
de los casos son en personas mayores de 60 años.

Los factores de riesgo son: edad avanzada y tener una enfermedad coexistente, como diabetes
mellitus, enfermedad hepática crónica o cualquier condición en la cual el sistema inmunológico
esté comprometido.
La artritis reumatoide (AR) es el principal riesgo. La mayoría de aquéllos con artritis séptica en
más de una articulación tienen AR preexistente u otra forma inflamatoria de artritis. Su sistema
inmunológico puede estar reprimido por tratamiento farmacológico u otra condición.
Otros factores de riesgo son drogadicción por vía intravenosa e infecciones de la piel. La
artroscopia o cirugía de reemplazo de la articulación también puede aumentar el riesgo de
infecciones articulares por bacterias. Las infecciones por inyección en esta cavidad son
complicaciones raras
La localización más frecuente es la rodilla (50% de los casos), seguida del
hombro y la cadera, aunque cualquier articulación puede resultar afectada
La localización más frecuente es la rodilla (50% de los casos), seguida del
hombro y la cadera, aunque cualquier articulación puede resultar afectada
síntomas

● Dolor intenso en la articulación


● Enrojecimiento e hinchazón de la articulación
● Escalofríos y fiebre
● Imposibilidad de mover el área de la articulación infectada
Los síntomas de la artritis séptica difieren dependiendo de la
gravedad y el tipo de infección que se trate. Las infecciones
bacterianas, por ejemplo, afectan con frecuencia una sola
articulación (típicamente una articulación grande, como la
rodilla).
Los síntomas de la artritis bacteriana son: dolor articular
(moderado o severo), calor (aumento de la temperatura local),
eritema (enrojecimiento) y edema (hinchazón). Cualquier
movimiento de la articulación es extremadamente doloroso.
A menudo tales síntomas se manifiestan rápidamente y pueden
acompañarse de fiebre y escalofríos.
viral

Los síntomas de la artritis de etiología viral dependen


fundamentalmente del virus involucrado. En su mayoría se
manifiestan gradualmente, causando dolor articular
generalizado, en lugar de artritis específica en unas
cuantas articulaciones.
En otros casos, sin embargo, incluyendo la hepatitis C,
pueden causar artritis repentina severa en varias
articulaciones, más comúnmente la rodilla y las
articulaciones de las manos.
pronóstico

Los síntomas de la artritis de etiología viral dependen


fundamentalmente del virus involucrado. En su mayoría se
manifiestan gradualmente, causando dolor articular
generalizado, en lugar de artritis específica en unas
cuantas articulaciones.
En otros casos, sin embargo, incluyendo la hepatitis C,
pueden causar artritis repentina severa en varias
articulaciones, más comúnmente la rodilla y las
articulaciones de las manos.
tratamiento El tratamiento antibiótico debe administrarse por
vía parenteral u oral durante varias semanas.
u Las concentraciones de antibiótico en el tejido
óseo y cavidad articular suelen ser subóptimas hecho
que, unido a la capacidad de ciertos microorganismos
de formar biopelículas que dificultan la penetración
del antibiótico y conservan una proporción de
bacterias en crecimiento estacionario, hace que el
uso de pautas cortas de tratamiento antibiótico se
acompañe en la mayoría de ocasiones de recaídas
El tratamiento antibiótico debe administrarse por vía
parenteral u oral durante varias semanas.
u Las concentraciones de antibiótico en el tejido óseo y
cavidad articular suelen ser subóptimas hecho que,
unido a la capacidad de ciertos microorganismos de
formar biopelículas que dificultan la penetración del
antibiótico y conservan una proporción de bacterias en
crecimiento estacionario, hace que el uso de pautas
cortas de tratamiento antibiótico se acompañe en la
mayoría de ocasiones de recaídas
gracias

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