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Medicina General

REVISIÓN

T uberculosis ganglionar
M.ª T. CAMPILLOS PÁEZ*, T. SAN LAUREANO PALOMERO**, E. DURO MOTA***, S. CAUSÍN SERRANO****

* Médico de Familia. Centro de Salud Potes. Área 11. Madrid.


** Médico General. Centro de Salud Fátima. Área 11. Madrid.
*** Médico de Familia. Centro de Salud Pacífico. Área 1. Madrid.
**** Médico de Familia. Centro de Salud Barcelona. Área 8. Madrid.

■ INTRODUCCIÓN entonces TBC extrapulmonar. La TBC extrapulmonar


se observa hasta en un 50% de quienes presentan
Entre las enfermedades transmisibles, la tuber- inmunodeficiencia y TBC (tabla I). La enfermedad
culosis (TBC) continúa siendo en la actualidad uno extrapulmonar puede afectar a ganglios linfáticos
de los principales problemas de Salud Pública. Se (incluida la adenopatía hiliar), médula osea, hígado,
estima que cada año en la Comunidad de Madrid riñón, meninges, pericardio y tracto gastrointestinal
aparecen alrededor de 2.500 casos nuevos de esta (5). Otras afecciones más raras son osteoarticular,
enfermedad (1). peritonitis tuberculosa, laringitis, etc. (3).
Su evolución histórica ha sido un constante de-
clinar en los países desarrollados, siguiendo a la me-
jora de las condiciones socioeconómicas y al descu- ■ TABLA I
brimiento de fármacos eficaces para su tratamiento.
Tuberculosis extrapulmonar
Esta tendencia decreciente parece que se ha modifi-
cado en los últimos años, sobre todo a expensas de En los últimos años se objetiva un aumento de la incidencia
determinados grupos sociales más desfavorecidos de enfermedad tuberculosa en estados inmunocomprometidos
(nos referimos al impacto que la epidemia de la in- asociada a (1):
fección por el virus de la inmunodeficiencia humana • Edad avanzada.
(VIH) está produciendo sobre esta enfermedad) (1). • Enfermedad renal avanzada: diálisis, trasplante.
La TBC es una infección bacteriana crónica • Malnutrición.
• Enfermedades hematológicas malignas.
causada por Mycobacterium tuberculosis identifica-
• Enfermedad VIH/SIDA.
do en 1882 por Koch, patógeno para el hombre y
algunos animales (2). Histológicamente se caracteri-
Las localizaciones más frecuentes de la TBC extrapulmonar
za por la formación de granulomas (3). Puede afec- son (1):
tar a personas en cualquier edad de la vida y no • Ganglionar: en aumento al asociarse a la enfermedad
hay predilección por un sexo u otro. La prevalencia VIH/SIDA.
es más alta en poblaciones pobres con mala higiene • Genitourinaria: en especial renal.
y hacinamiento y actualmente es una de las enfer- • Meníngea.
medades asociadas al SIDA (4). • Ósea.
Normalmente la enfermedad se localiza en los • Articular.
pulmones, pero puede afectar prácticamente a cual- • Serosa: pleural, pericárdica, peritoneal.
quier órgano del cuerpo humano (3); se denomina
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Una de las formas más frecuentes de presenta- mar masas mediastínicas voluminosas que en la to-
ción de la TBC extrapulmonar (documentada en mografía axial computerizada se ven como centros
más del 25% de los casos) es la de los ganglios lin- hipodensos y realce periférico tras la inyección de
fáticos, cuya incidencia es especialmente elevada en contraste (3). Existe, además, una TBC ganglionar
los pacientes con infección por VIH (6). En algunas generalizada que, por diseminación hematógena,
publicaciones es considerada como la forma más afecta a varias regiones y cursa con un síndrome fe-
frecuente de TBC extrapulmonar (3). bril intenso, típica de los pacientes infectados por el
Durante muchos años, antes de generalizarse la VIH (4).
pasteurización de la leche de vaca, la TBC ganglionar En la clasificación clínica de la TBC cutánea
era causada por Mycobacterium bovis, que producía que encontramos en las referencias bibliográficas 2
un foco primario amigdalino con su correspondiente y 8 se incluye el escrofuloderma, que consiste en la
adenopatía en los ganglios regionales. Actualmente, y afectación subcutánea por TBC que provoca fistuli-
en los adultos, la mayoría de las adenitis tuberculosas zación y ulceración de la piel que los recubre, re-
son una manifestación postprimaria de la infección sultado de la extensión por continuidad de un foco
por Mycobacterium tuberculosis, ya sea por una dise- tuberculoso, generalmente un ganglio linfático, aun-
minación linfática o hematógena (7). que también puede ser óseo [falanges, esternón y
El cuadro clínico es bastante anodino (7). Pue- costillas (8)] o articular. Así mismo debemos pensar
de afectar a cualquier ganglio linfático del organis- en esta patología en viajeros a áreas endémicas de
mo (3). La linfadenitis tuberculosa aparece como TBC (9). Las zonas más frecuentes de localización
una tumefacción indolora y unilateral de los gan- son las regiones parotídeas, submandibular, supra-
glios con afectación más frecuente de los de locali- clavicular, axilas (8) y la cara lateral del cuello; las
zación cervical, sobre todo los ganglios del borde lesiones suelen ser bilaterales, comienzan como nó-
superior del músculo esternocleidomastoideo (3) y dulos firmes, subcutáneos, en principio móviles, que
los supraclaviculares (6), con escasos o ningún sín- se vuelven pastosas, con posterior fluctuación y per-
toma general o local (7). El cuadro puede permane- foración de la piel que los recubre, formando úlce-
cer indolente durante semanas, meses e incluso ras y fístulas que se comunican entre ellos, por don-
años. En un momento dado la afección se hace más de emana un material acuoso, purulento o
agresiva y los síntomas inflamatorios locales del caseificado. Las lesiones son lineales o serpentigino-
ganglio linfático, consistentes en calor local, rubor y sas, con bordes en sacabocados, invertidos y de co-
dolor, son más manifiestos y progresivos. A partir de lor azulado; la progresión y cicatrización ocasionan
ese momento la fistulización ganglionar se produce masas adherentes densamente fibrosadas, en unas
con rapidez (7). zonas fluctuantes o supurativas en otras, con gran
El proceso no tratado suele seguir un curso tejido de granulación y formación de cicatrices pro-
crónico, consistente en el vaciamiento intermitente fundas de aspecto fruncido. En la zona central de la
del pus caseoso, cicatrización incompleta, nuevas lesión se observa una necrosis masiva con forma-
fistulizaciones y finalmente constitución de cicatri- ción inespecífica de abscesos. En los bordes de la
ces hipertróficas (4) antiestéticas (7). Estas cicatrices úlcera y márgenes de la fístula se encuentran abun-
suelen precisar tratamiento médico y, a veces, cuan- dantes granulomas tuberculoides con necrosis casei-
do éste fracasa, es preciso realizar un vaciamiento ficante; se puede aislar con facilidad abundantes M.
quirúrgico de las lesiones (4). tuberculosis. El diagnóstico diferencial lo debemos
La existencia de linfadenopatías en otros luga- realizar con micosis profundas, especialmente espo-
res del organismo fuera de la región cervical suele rotricosis, goma sifilítico, formas graves de acné
asociarse a formas más graves de TBC con síntomas conglobata o hidrosadenitis supurativa. Nos orienta
sistémicos (3). Las linfadenopatías hiliares o medias- hacia esta enfermedad el Mantoux positivo y el cul-
tínicas, o ambas, se presentan frecuentemente poco tivo bacteriológico del material purulento. Tras años
después de la infección primaria en los niños y, de evolución, sin tratamiento, puede ocurrir la cura-
también, aunque más raramente, pueden verse en ción espontánea, cuando todas las lesiones inflama-
adultos. Sin embargo, en pacientes VIH con TBC torias son reemplazadas por tejido cicatricial, dando
son hallazgos muy frecuentes. Generalmente afecta lugar a cicatrices queloideas en cordón, muy carac-
a varios ganglios linfáticos que se fusionan para for- terísticas. En ocasiones se desarrolla lupus vulgar en
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el lugar próximo a cicatrices de escrofuloderma razinamida 15-30 mg/Kg/día durante los dos prime-
(2,8). ros meses; luego se continua con isoniacida y rifam-
El diagnóstico de la TBC ganglionar se estable- picina hasta completar los seis meses de tratamiento
ce a partir del análisis microbiológico del pus aspi- (5).
rado mediante punción-aspiración con aguja fina Existen otras drogas antituberculosas, como
(6) o el que mana a través de la fístula (7); si es ne- PAS, tioacetona, etionamida, protionamida, kanami-
cesario hay que efectuar biopsia de la adenopatía y cina, que se utilizan cuando existe intolerancia a las
practicar cultivo. La biopsia también es sugestiva de anteriores, pero precisan ciclos de tratamiento más
TBC desde el punto de vista anatomopatológico (7) largos, que oscilan de 9 a 20 meses (2).
[se demuestra la presencia de lesiones granulomato- Cuando se evidencia tuberculosis en cualquier
sas (7)]. En hasta el 50% de los casos se observan otro lugar del organismo se debe llevar a cabo una
BAAR y los cultivos son positivos en el 70 a 80% pauta de tratamiento antituberculoso completo para
(6). La prueba de la tuberculina es positiva, aunque eliminar la enfermedad y evitar la aparición de mi-
puede ser negativa en pacientes infectados por el croorganismos resistentes (2).
VIH (7). En estos pacientes no es frecuente observar La cirugía juega un papel de ayuda para extir-
granulomas (6). paciones de lesiones de escrofuloderma (2). Son nu-
El diagnóstico diferencial de la TBC ganglionar merosas las publicaciones internacionales que de-
incluye diversos procesos infecciosos y enfermeda- muestran que la combinación del tratamiento
des neoplásicas como linfomas o carcinoma metas- farmacológico más el quirúrgico resuelven satisfac-
tásico (6). En el protocolo de estudio de una adeno- toriamente las linfadenitis tuberculosas (11-13).
patía se debe incluir la infección por M. tuber- En todo paciente se debe buscar un foco sub-
culosis (10). yacente, mejorar su estado general de nutrición e
La quimioterapia es el tratamiento de elección higiene, tratar infecciones coexistentes o intercu-
y se han establecido múltiples pautas. El aumento rrentes y controlar otras patologías.
de la incidencia de TBC se ha acompañado de una Aunque son limitados los ensayos clínicos
mayor resistencia a los fármacos. El uso de un solo comparativos en relación con el tratamiento de la
preparado para combatir la enfermedad activa suele TBC extrapulmonar, los datos disponibles indican
terminar en resistencia microbiana y no en una cu- que todas las formas de la enfermedad se pueden
ración; desde hace años se demuestra la eficacia de tratar con el régimen de 6 meses recomendado para
la combinación de varias drogas para evitar resisten- los pacientes con TBC pulmonar (2 meses con ri-
cias. La Sociedad Torácica Británica y Americana re- fampicina, isoniacida y pirazinamida y los cuatro
comendaron en 1989 la pauta de 6 meses de dura- meses restantes con rifampicina e isoniacida) (6). En
ción como tiempo suficiente y eficaz (2); por tales un metaanálisis publicado recientemente se conside-
razones, la recomendó actual para el tratamiento ra que la terapia farmacológica de 6 meses de dura-
antituberculoso en la enfermedad activa es: isoniaci- ción es probablemente suficiente en pacientes con
da 300 mg diarios; rifampicina 600 mg diarios y pi- linfadenitis tuberculosa (14).

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