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Anatomía patológica:
Macroscópica: el parásito presenta tres formas: quistica, racemosa o mixta. La forma quística, como
vesículas, como vesículas (única o múltiples) de menos de 1 cm de diámetro, en las que se distingue el
escolex del parásito que degeneran hasta la calcificación. La forma racemosa en las cisternas de la base,
carece de escolex, ocasiona inflamación de estructuras vecinas e hidrocefalia.
Microscópica: Cambios en el parénquima y vasos (vasculitis), y membrana de 20 y 230 micras de grosor
compuesta por tres capas:
A. EXTERNA (CUTICULAR).
B. MEDIA (PSEUDOEPITELIAL).
C. INTERNA (FIBRILAR).
Diagnóstico
Imágenes
A. Ecocardiograma.
B. Ecografía ocular.
C. Fundoscopía directa o indirecta.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de la neurocisticercosis en regiones endémicas puede ser
extremadamente difícil, debido a la coexistencia de tuberculosis y a otras infecciones
parasitarias.
La encefalitis cisticercósica, que implica una cantidad de quistes viables que superan
el centenar (cifra arbitraria según consenso) no debe recibir tratamiento
antiparasitario.
La NCC Extraparenquimal, subaracnoidea (racemoso) ceden menos al tratamiento
con antiparasitarios y en estos casos se recomienda terapia de un mes o más con
ABZ. La NCC Intraventricular: tratamiento quirúrgico y actualmente con la
introducción de la neuroendoscopía; su extirpación con este procedimiento
alternativo menos invasivo es alentador. La NCC Quística Gigante: son pocos los
casos tributarios de manejo quirúrgico. Dosis de Corticoide: Dexametasona a 0.5
mg/kg/día dividido en tres dosis por vía oral; iniciar 4 días antes del tratamiento con
ABZ, continuar durante este y retirar progresivamente en 10 días. Tomografía de
control a los tres meses
GRACIAS