Está en la página 1de 3

El debate de los años setenta sobre la

influencia de la escuela en las


desigualdades sociales
El Siglo XIX fue un reflejo de los cambios políticos, ideológicos,
religiosos y científicos. La concepción acerca del maestro respondió
fundamentalmente al de una persona que se responsabilizaba de la
enseñanza de la lectura, escritura y cálculo que era necesarios para
la incorporación de la naciente industria.

La concepción del quehacer del maestro como misionero y apóstol –


visión religiosa, se vio enriquecida y fortalecida por una visión laica,
la cual definió al maestro como líder social. El maestro junto con el
cura se convirtió en el líder natural, en la persona ilustrada que
todo lo podía resolver, como gestor de innumerables trámites y
acciones dirigidas al mejoramiento de las condiciones de vida de las
comunidades.
2
Se dieron varias exigencias lo que hiso la creación de distintas instituciones
sociales, así fueron creándose en el área de salud, en las cuestiones agrarias, de
viviendas, de impartición de justicia. Así, el maestro se quedó con la escuela y la
enseñanza. En estos años, los famosos sesenta, se puso en cuestión la acción
transformadora de la escuela y por ende la del maestro.

Distintas investigaciones mostraron su preocupación: los bajos resultados


educacionales y la imposibilidad de la escuela de ser realmente un agente de
igualdad social e incluso de cambio social. El desaliento invadió a los gremios
magisteriales de todo el mundo.

Países en vías de desarrollo, las crisis económicas y políticas recurrentes


eliminaron a la escuela y al maestro del lugar privilegiado que alguna vez tuvieron.

También podría gustarte