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Configuración de la enseñanza Southwell

Durante el período de 1831 a las décadas de 1850 y 1860, se produjeron importantes


transformaciones en el ámbito de la educación pública en Argentina. Estos cambios
estuvieron impulsados por la necesidad de establecer un sistema educativo más sólido y
accesible para la población en general.

En este período, se implementaron diferentes estrategias para financiar la educación. Se


estableció la contribución de los padres, donde se les requería que aportaran una cantidad
de dinero para el funcionamiento de las escuelas. Además, se recurrió a los aranceles, que
eran pagos regulares que debían realizar los estudiantes para asistir a las instituciones
educativas. Estas medidas tenían como objetivo generar recursos económicos adicionales
para sostener el sistema educativo.

Asimismo, se fomentó el financiamiento privado en la educación. A través de donaciones y


aportes de particulares, se buscaba fortalecer las instituciones educativas y garantizar su
funcionamiento. Estos aportes podían provenir de personas adineradas, instituciones
religiosas o fundaciones educativas.

En la provincia de Entre Ríos, en particular, se destacó el desarrollo del sistema escolar


durante este período. Se crearon comisiones escolares encargadas de la administración y
organización de las escuelas. Estas comisiones tenían como objetivo principal garantizar el
funcionamiento de las instituciones y asegurar la calidad de la educación. Además, se
contrataron docentes para cubrir las necesidades educativas de la población.

Un aspecto relevante en esta etapa fue la búsqueda de la participación comunitaria en la


gestión escolar. Se promovió la participación de los padres, vecinos y autoridades locales
en la administración de las escuelas. Se buscaba que la comunidad tuviera un rol activo en
la toma de decisiones y en la supervisión de los procesos educativos.

Además, se intentó establecer una Escuela Normal en la provincia de Entre Ríos. Esta
institución tenía como finalidad formar a los preceptores, es decir, a los docentes
encargados de impartir conocimientos en las escuelas primarias. La creación de una
Escuela Normal buscaba mejorar la calidad de la educación a través de la formación de
profesionales capacitados.

En términos de la diversidad de formas de escolarización, se observó que durante este


período existían diferentes tipos de escuelas destinadas a distintos grupos de la sociedad.
Había escuelas primarias para niños y niñas, escuelas nocturnas para adultos que
deseaban recibir educación, y escuelas especiales para personas con discapacidad, entre
otras.

En resumen, durante el período de 1831 a las décadas de 1850 y 1860, se produjeron


cambios significativos en la educación pública argentina. Se implementaron estrategias de
financiamiento, se promovió la participación comunitaria en la gestión escolar, se crearon
comisiones y se contrataron docentes. Además, se buscó la formación de preceptores a
través de la creación de una Escuela Normal. Estos cambios sentaron las bases para el
desarrollo del sistema educativo en Argentina y reflejaron la importancia otorgada a la
educación como factor clave para el progreso de la sociedad.
Huergo El mundo moderno y la escolarizacion
En el siglo XVII, se produjeron cambios significativos en el ámbito de la educación, marcados por

la transición hacia la construcción de los Estados Nacionales y el desarrollo del capitalismo.

Surgió una pedagogía que priorizaba el conocimiento práctico y especializado, en contraposición

a la educación humanista y estética del período medieval.

Una corriente pedagógica influyente fue la de los Padres del Oratorio, que se basaban en el

cartesianismo y buscaban una formación moral rigurosa, pero también daban importancia a los

contenidos de enseñanza. Promovían una educación práctica por encima de lo teórico, en

sintonía con el espíritu del capitalismo.

Otra corriente destacada fue la pedagogía de los internados de la Compañía de Jesús. Estos

internados buscaban separar a los niños de la vida cotidiana y protegerlos de los peligros

externos. Se creaba un ambiente puramente pedagógico, alejado de influencias negativas. Esta

pedagogía enfatizaba la separación entre la escuela y la vida, con una vigilancia constante

dentro de los internados.

En general, las prácticas educativas de este período privilegiaban la cultura práctica y la

enseñanza de contenidos, con un enfoque utilitario y controlador de la vida sensible y placentera.

La escuela se concebía como una preparación para la vida futura y se mantenía separada del

mundo de la vida, con el propósito de proteger a los niños y jóvenes de la confusión y el

desorden.

La escolarización se convirtió en un proceso masivo en las sociedades modernas y se vinculó

estrechamente con el disciplinamiento social, la racionalización de las prácticas culturales, la

construcción de la infancia como categoría social, la predominancia de la escritura y el libro, la

lucha contra otros modos de educación, la figura del maestro como transmisor de

conocimientos y la formación de ciudadanos para los Estados Nacionales emergentes.

Aunque la escolarización y la institución escolar enfrentan actualmente crisis y desafíos debido

a la complejidad sociocultural, muchos de los rasgos y sentidos fundamentales persisten en

nuestras prácticas educativas, contribuyendo al distanciamiento entre la escuela y la vida

cotidiana.
Sarmiento y las fuentes de su concepción de la Instrucción Pública

Benjamin Franklin, una de las figuras más destacadas de la historia estadounidense, tuvo una

profunda influencia en Domingo Faustino Sarmiento, un influyente intelectual y político argentino

del siglo XIX. El texto resalta cómo la autobiografía de Franklin dejó una huella significativa en

Sarmiento y en su visión del mundo.

Sarmiento se sintió impactado por la vida y las ideas de Franklin, quien logró destacarse a pesar

de no haber recibido una educación formal. Este aspecto resonó profundamente con Sarmiento,

ya que también había tenido una educación limitada en su juventud. La historia de éxito y

superación personal de Franklin se convirtió en un modelo a seguir para Sarmiento, quien

admiraba la independencia y la insubordinación de Franklin ante las ideas establecidas.

Un aspecto importante destacado en el texto es la diferencia en la concepción de la pobreza

entre la tradición cristiana y la cultura anglosajona influida por el liberalismo económico.

Mientras que la tradición cristiana asociaba la pobreza con la figura de Cristo y la salvación, en la

cultura anglosajona, la pobreza se consideraba un fracaso y se asociaba con el pecado.

Sarmiento, influenciado por el liberalismo económico anglosajón, adoptó esta perspectiva y

compartió la visión de Franklin de que la pobreza era un obstáculo a superar y no una condición

aceptable.

Siguiendo el ejemplo de Franklin, Sarmiento se inscribió en la corriente liberal estadounidense y

adoptó su enfoque científico, reformista y generador de ideas. Franklin fue un destacado escritor

y periodista, y Sarmiento se inspiró en su participación en la prensa escrita como una forma de

promover sus propias ideas y generar cambios en la sociedad. Además, la creación de clubes,

bibliotecas y actividades filantrópicas por parte de Franklin también influyeron en Sarmiento,

quien buscó emular estas prácticas para fomentar la educación y el desarrollo cultural en

Argentina.

Asimismo, el texto menciona la participación de Franklin en actividades masónicas, lo cual

también impresionó a Sarmiento. La masonería era una organización en la que ambos líderes

estaban involucrados, y Sarmiento veía en ella una plataforma para la difusión de sus ideas y la

promoción de los valores de la Ilustración.


En conclusión, la figura de Benjamín Franklin ejerció una influencia significativa en Domingo

Faustino Sarmiento. Su autobiografía, su enfoque científico, su participación en la prensa, la

creación de instituciones culturales y su liderazgo en la masonería fueron aspectos que

Sarmiento admiraba y adoptaba como referentes en su propia vida y en su labor como

intelectual y político argentino del siglo XIX.

El Estado Docente en despliegue

El período que se analiza en este capítulo se sitúa en la década de 1870, una década antes
de lo que comúnmente se considera como el momento fundacional del Estado Argentino en
la década de 1880. Durante esta época, se produjeron avances significativos en el cuerpo
normativo, la organización del Estado y la administración del territorio en Argentina.

Uno de los avances importantes fue la conformación de territorios nacionales y la ocupación


de zonas habitadas por comunidades originarias en el norte, noreste y la Patagonia
argentina a partir de 1872. Este proceso estuvo marcado por la disputa y la toma de tierras
a los pueblos originarios, y la educación desempeñó un papel central en este avance. Las
órdenes religiosas, como los salesianos y los franciscanos, se unieron a la intervención de
la escolaridad pública en esta empresa.

Durante el gobierno de Julio A. Roca (1898-1904), se promovió discursivamente la idea de


preservar la paz interior para mostrar al mundo una imagen de país ordenado y controlado.
En ese período, hubo una preocupación por circunscribir la soberanía territorial y someter al
indígena como sector social. Esto condujo a la dominación del mundo indígena bajo la
representación de salvaje, incivilizado y nómade.

En cuanto a la educación, este período fue muy productivo en términos del despliegue de la
educación pública y el crecimiento de los estados nacional y provincial. La Constitución
Nacional de 1853 estableció el derecho a educar y enseñar, y las distintas provincias fueron
desarrollando leyes provinciales para abordar esta tarea. En 1871 se sancionó la Ley de
Subvenciones Nacionales, que autorizaba el financiamiento nacional de la instrucción
pública en las provincias.

Se crearon escuelas primarias, colegios nacionales y escuelas normales e industriales, lo


que implicó nuevas actividades escolares, recursos tecnológicos y pautas de organización
del tiempo y el trabajo en el aula. Se establecieron condiciones para la admisión de
alumnos, se amplió el currículum y se establecieron los tiempos de actividad y descanso
escolares. Además, se promulgaron diversas medidas legales para regular la administración
del sistema educativo y estructurar los cuerpos burocráticos.

El período entre los siglos XIX y XX fue crucial para el surgimiento de la profesión docente
en Argentina. A partir de 1870, la formación de maestros se convirtió en una prioridad del
Estado nacional, y se llevaron a cabo campañas formativas en ese sentido. Se sucedieron
diversas medidas, como la creación del Consejo Nacional de Educación en 1881 y la
promulgación de la Ley 1420 en 1884, que estableció el Consejo Nacional de Educación y
estableció las bases para la expansión de la educación en el país.

El sistema educativo argentino también experimentó importantes cambios en el nivel


secundario. Durante el siglo XIX, la atención estaba centrada en el magisterio primario, pero
hacia mediados del siglo XX, la escuela secundaria comenzó a alcanzar características de
masividad. Los colegios nacionales jugaron.

Resumen comunal
La modernidad tuvo un impacto significativo en Argentina en términos educativos, políticos,
sociales e ideológicos. En el ámbito educativo, se produjeron avances en la expansión y
organización del sistema educativo, así como en la formación de maestros y la creación de
instituciones educativas.

En términos políticos, la modernidad se manifestó en la consolidación del Estado argentino


y la creación de territorios nacionales. Durante la década de 1870, se llevaron a cabo
procesos de ocupación de tierras habitadas por comunidades originarias, lo que implicó una
disputa territorial y la dominación de estos pueblos. El gobierno de Julio A. Roca buscó
preservar la paz interior y presentar una imagen de país controlado y ordenado.

En el ámbito social, la modernidad impactó en la configuración de la sociedad argentina y


en la relación entre los distintos sectores sociales. La expansión de la educación pública
permitió el acceso a la educación a un mayor número de personas, lo que contribuyó a una
mayor movilidad social. Sin embargo, este proceso también estuvo marcado por la
discriminación y la marginalización de los pueblos originarios.

Desde una perspectiva ideológica, la modernidad se manifestó en la construcción de


discursos que representaban a los pueblos originarios como salvajes, incivilizados y
nómades. Esto se utilizó como justificación para la toma de tierras y la dominación de estos
grupos. Además, se promovieron ideales de progreso, civilización y modernización, que se
reflejaron en la expansión de la educación y en la adopción de modelos educativos
occidentales.

En resumen, la modernidad impactó en Argentina en diversos aspectos. En el ámbito


educativo, se produjeron avances en la expansión del sistema educativo y la formación de
maestros. En el ámbito político, se consolidó el Estado argentino y se llevaron a cabo
procesos de ocupación territorial. En el ámbito social, se configuró una sociedad marcada
por la discriminación y marginalización de los pueblos originarios. Desde una perspectiva
ideológica, se promovieron discursos de progreso y civilización, que se reflejaron en la
educación.

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