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El modelo de

de caso.
gestión
Alexa Guillén Hernández.
Claudia Morales Flores
Es un m odelo de int ervención social que
intenta asegurarse de que aquellos
clientes con problemas o
incapacidades reciben una asistencia
integral. Rubin (1992)

DEFENSA APOYO CONSEJO

CREACION DE
RECURSOS
CONTEXTUALIZACIÓN DEL MODELO

La aparición de servicios muy especializados


y dirigidos a unos colectivos muy concretos
ocasionó que ciertos clientes que poseían
unas problemáticas muy complejas y que
necesitaban ayuda en diversas áreas y
facetas de su vida no tuvieran una prestación
de servicio adecuada debido a la frecuente
desconexión y descoordinación entre
programas.
Como término metodológico que recoge
los siguientes objetivos:

Asegurar la continuidad de la
1 atención a través de los diferentes
servicios

Asegurar que los servicios son


2 responsables en la satisfacción de
las necesidades de las personas

Ayudar a los clientes a tener


3
acceso a los servicios que
necesitan,
Asegurar que los servicios prestados
4 cumplen las necesidades del
cliente y que han sido prestados en
tiempo y forma
2. Elementos clave en la
intervención desde la gestión de
casos. Roberts-De Gennaro señalan que el rol del
gestor de casos «es el de asistir a los
clientes para ayudarles a tratar con
Es un modelo de intervención que intenta alguno o con todos los sistemas de
asegurar que los clientes con problemas
problemas»
complejos y múltiples reciben todos los ser
vicios que necesitan en el tiempo y la A NIVEL DE SERVICIO DIRECTO
forma.
A NIVEL DE PLANIFICACIÓN DE PROGRAMAS

A NIVEL DE DESARROLLO DE POLÍTICAS


La gestión de casos centra su atención no
sólo en la persona, sino que también lo hace
en su entorno, en donde el trabajador social
evalúa al cliente dentro del contexto del
mundo externo que le rodea y le provee tanto
de un servicio directo como de un servicio
indirecto.
Es un modelo de intervención a multinivel
que busca el bienestar del individuo.
La intervención del gestor de casos se
mueve:

A NIVEL MICRO

A NIVEL MESO

A NIVEL MACRO
Las funciones y las responsabilidades del Trabajo Social de gestión de casos
pueden variar considerablemente dependiendo del programa o de los
objetivos del sistema/servicio desde el que se actúe.

a) La planificación y la puesta en marcha de los servicios debe tener en cuenta


que los clientes son únicos y que cada uno posee debilidades y capacidades
diferentes.

b) La prestación de servicios y de apoyo al cliente debe ser cambiante en el


tiempo, tipo e intensidad para ajustarse a los cambios que se producen en la
configuración de las necesidades y de las potencialidades de los clientes.

c) Los clientes deben ser motivados para funcionar de forma independiente.


d) Es una intervención basada en una relación entre cliente y trabajador social,
facilitadora y verdadera.

e) Intenta intervenir clínicamente para mejorar el acompañamiento ante


problemas emocionales de enfermedad o pérdida de funciones.

f) Se dirige a aquellos clientes que requieren una serie de servicios de tipo


comunitario o a largo plazo, abarcando las necesidades de tipo económico, de
salud, médico, social y personal.

g) Requiere la utilización de la evaluación de la capacidad funcional del cliente,


así como del nivel de apoyo que le proporciona su red social para determinar
el nivel de cuidado y de atención exigido.

h) Se afirma en los valores del Trabajo Social tradicional de autodeterminación,


de valor y dignidad del individuo y el concepto de responsabilidad mutua en la
toma de decisiones.
El proceso de
intervención:
la
funciones,
técnicas y
habilidades.
La autonomía del trabajador social, su eficacia y su
eficiencia, son resultado no sólo de su capacidad sino
que dependen de otra serie de limitaciones que es
necesario tener en cuenta.

La gestión de casos, según autores tan relevantes como


Austin (2001), Rose (1992) y O'Connor (1988), es un tipo
de intervención que tiene un impacto a dos niveles:

A NIVEL DEL SISTEMA DEL


CLIENTE

A NIVEL DEL SISTEMA DE LA


ORGANIZACIÓN
Las funciones propias de la gestión de caso varían
3.1 A nivel de trabajo dependiendo de factores contextuales .

social
directo con el No obstante, a pesar de las diferentes
cliente. variaciones, existe un acuerdo más o menos
generalizado sobre las funciones clave o
nucleares de la gestión de casos.

3.1.1 Evaluación y diagnostico del


individuo/grupo/familia.

La evaluación es un procedimiento utilizado para


examinar el problema del cliente o la situación en
que se encuentra.
Es un proceso que implica conocer la integridad
de la persona.
La evaluación en el modelo de gestión de casos incluye la obtención de:

VALORACIONES SOBRE LAS NECESIDADES DEL CLIENTE

VALORACION DE LOS RECURSOS DE LOS QUE ÉSTE DISPONE

APOYOS INFORMALES

EL IMPACTO DEL PROBLEMA O DE LA DISCAPACIDAD

LA EXISTENCIA ANTERIOR DE PROBLEMAS DE SALUD

LAS IMPLICACIONES CULTURALES

LOS RECURSOS FORMALES

LA CAPACIDAD FAMILIAR PARA APOYAR Y ASISTIR AL CLIENTE


• La evaluación examina la estructura de la vida diaria del cliente
con el objetivo de poder determinar la capacidad individual de
que dispone; como es la evaluación de las actividades diarias
del cliente.

• El énfasis que se pone en la evaluación de la funcionalidad del


individuo, en su capacidad de actuación, se encuentra
relacionada con el bienestar del cliente, la capacidad que tiene
éste de vivir de forma independiente y la apropiada utilización
de los recursos comunitarios.

• Steinberg y Carter (1983) indican la importancia de efectuar un


correcto diagnóstico por parte de los trabajado res sociales, ya
que si el diagnóstico es acertado, la utilización de los recursos
de la comunidad será más eficaz y eficiente.
a) Planificación del servicio e identificación
de recursos.

• Se establece un borrador de aquellos servicios que han de ser


movilizados en favor del cliente.

• Esta fase de la planificación se caracteriza por la determinación de


prioridades y la explicitación de los objetivos a conseguir incluyendo
instrucciones específicas sobre cómo se van a conseguir los
objetivos fijados.

• El trabajador social gestor de casos debe desarrollar y mantener


una relación de confianza con el cliente que le permita utilizar la
empatía para promover la comunicación y entender las
complejidades de la elección y puesta en marcha de diversas
soluciones.
b) Vincular a los clientes con los servicios
necesitados.
.

• Vincular implica enviar o transferir los clientes a otros


servicios que han sido definidos como parte importante en la
planificación del servicio.

• La derivación de los clientes a otros servicios no significa que


el trabajador social se desentienda del cliente, sino que
facilita su vinculación a aquellos servicios cuya actuación es
decisiva para la solución del problema
c) Implementación del servicio y coordinación.

• Weil y Karls señalan al respecto «que el núcleo de la


coordinación de la intervención, radica en tener todas las piezas
que componen el plan en su lugar y que su aparición en escena
siga una secuencia lógica»

• Cuando la intervención es llevada a cabo a través de diversos


servicios, es necesario llevar a cabo un es fuerzo extra para
coordinar el trabajo asegurando la continuidad y la coordinación
de las actividades.
d) Seguimiento de la prestación
del servicio.

• Requiere un con tacto continuado tanto con el cliente como con


los profesionales que intervienen en la prestación del servicio.

• Weily Karls (1985) ven la supervisión del trabajo de otros


servicios y entidades como uno de los aspectos más complejos
de las responsabilidades de los gestores de casos, puesto que a
menudo el gestor de casos es considerado como un intruso por
parte dichos servicios.
d)Defensa para la obtención de servicios.

• Es una estrategia de intervención del Trabajo Social que surge de la distribución


desigual de recursos.

• Muchos de los clientes de la gestión de casos son clientes frágiles, vulnerables y


dependientes, la defensa se convierte en hablar y luchar a favor del cliente, al
mismo tiempo que sirve para impulsar al cliente a que sea capaz de hablar y
luchar en su propio beneficio.

Intenta conseguir para un Intenta convencer a los gestores de un


cliente el acceso a un recurso servicio para que cambien ciertas
individual regulaciones que limitan el acceso a
cierto grupo de clientes,
3.1.2.Evaluación de los servicios y de los sistemas
de prestación de servicios

Las medidas de calidad del servicio son necesarias para determinar si se está ofertando un
nivel de servicio aceptable y adecuado

Si el servicio prestado se Si ha tenido el efecto


ha ajusta do a las buscado y si ha cubierto
necesidades demandadas. realmente a la clientela
objetivo.
Steinberg y Carter (1983) subrayan la importancia de obtener una buena recogida de
información para evaluar correctamente la gestión de casos. Para ello recomiendan la
necesidad de obtener información de todos los sistemas implicados cliente-trabajador
social, agencia, servicio con el fin de poder medir correctamente la eficacia de la gestión.
3.2 A nivel de organización
ygestión del trabajo social.
Según Coulshed (1998), la gestión de casos, además de buscar la calidad del servicio prestado al
cliente de forma directa, incluye aspectos importados de los métodos de gestión que promueven la
eficacia de la gestión por parte de la organización desde la que se presta el servicio. A estos
métodos se les conoce como métodos de gestión por objetivos.

3.2.1. gestión por objetivos


Los objetivos de la organización son reflejos de las necesidades experimentadas y expresadas por
la comunidad a la que sirven. Esta evaluación de las necesidades (diagnostico) da a lugar a un plan
estratégico en el que se especifican los objetivos generales de actuación de la
organización/servicio social.
a) La asignación de casos: trata de un método que no solo
afecta a la organización del tiempo, sino también a la calidad del
servicio ofrecido al usuario, reconocimiento que este es un caso
único y permitiendo la presencia de una variedad de métodos de
ayuda.

Con esta técnica se pretende abarcar con el denominado “circulo


de practica caótica” en el que los/as trabajadores/as sociales de
primera línea responden de forma no planificada a las diversas
problemáticas aportadas por los/as clientes/as del servicio.
Este método posee diversas fases según Coulshed (1998):

-Fase uno: El/la trabajador/as social y el/la directora/a del


servicio revisan juntos/as caso por caso, deciden que casos se
deben cerrar y cuales deben tratar de forma diferente y
continuar en la misma línea.
-Fase dos: El/la trabajador/as social y el/la directora/a del servicio recogen las
valoraciones y planes de intervención para ofrecer un breve resumen de la
situación, incluyendo quizás un perfil del cliente.

-Fase tres: después de estimar el tiempo requerido para cada caso, El/la
trabajador/as social y el/la directora/a del servicio necesitan conocer cual es
el tiempo total de cada mes destinado a otras obligaciones.

-Fase cuatro: intenta mostrar la cantidad de tiempo disponible en relación al


tiempo requerido para el contacto de los casos. el trabajo suele superar el
tiempo disponible, siendo necesario dar prioridades, dando paso a otros
servicios u organizaciones, si fuera necesario.

b) La valoración de la actuación: es una técnica a disposición de los/as


directores/as que desean revisar, controlar la gestión y los contenidos del
trabajo de sus subordinados/as. Esta destinada a mejorar el modo en que
los/as individuos/as y el departamento pueden mejorar su actuación.
3.2.2. la adecuación de personas y puestos de trabajo: análisis del trabajo,
descripción del trabajo, reclutamiento y selección.
La técnica de la armonización de personas y puestos es importantes para garantizar la
calidad del servicio prestado. Para ello, es importante realizar una análisis de los
puestos de servicio, de tal forma que se conozca y se delimiten correctamente
funciones, deberes, obligaciones y derechos de los que consta cada puesto.

3.2.3. la toma de decisiones.


En la gestión las decisiones son algo esencial, especialmente en relación con la
planificación. El establecimiento de un procedimiento racional para la toma de
decisiones es importante en la gestión de casos. El autor señala que proponer un
modelo de toma de decisiones para el trabajo social es complejo, ya que a menudo en
el trabajo social hay que tomar decisiones de forma rápida y sin tener en cuenta toda
la información que seria deseable disponer. Aun así recomienda utilizar cuatro
herramientas para la toma de decisiones en el trabajo social.
a) El árbol de decisiones: podría ser útil cuando un/a responsable debe decidir entre
diferentes cursos de acción en un clima de incertidumbre. Se le conoce así porque se
asemeja a un árbol en el que se ubican todas las opciones posibles como si fueran
ramas, permitiendo una valoración sistemática del valor de cada rama y las diversas
elecciones que podrían surgir de cada una de ellas.
b) La libre asociación de ideas: es una técnica creativa que permite una
resolución de problemas diferente. Se trata de un grupo de personas en
condiciones iguales y en una situación de interacción cara a cara aporten
mediante la libre asociación de ideas la producción de soluciones posibles al
problema que se presenta.

c) El método Delfos: la técnica es en realidad un método en el que unos expertos


recogen unos datos que después coordinan a través de una figura central.

d) La técnica del grupo nominal: utiliza un grupo basado principalmente en


encuentros cara a cara; el grupo se reúne, pero los miembros generan ideas y
elecciones alternativas por separado. Es un procedimiento que se basa en la
creatividad del grupo y que combina las ventajas de la libre asociación de ideas y
el método Delfos.
4. APLICACIÓN DEL MODELO DE GESTION DE CASOS
AL TRABAJO SOCIAL: EL ENFOQUE DE LA “NASW”

La gestión de casos en trabajo social tiene diversas variantes que dependen de la participación de
diferentes variables, tales como el entorno geopolítico, el tipo de servicio o agencia desde el que se
lleva a cabo la intervención, el tipo de clientes a los que se dirija el servicio, etc. , lo cual dificulta
obtener un modelo unitario en gestión de casos para el trabajo social.

Según la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales Norteamericana (NASW), la gestión de casos


consiste en un método de prestación de servicios por el cual el/la trabajador/a social evalúa las
necesidades del cliente y de su familia con el fin de satisfacer las necesidades del cliente.

La gestión de casos en trabajo social se dirige tanto al nivel del estatus biopsicosocial del cliente como
al estado del sistema social en donde opera la gestión de casos. La NASW establece una serie de
criterios que debe tener cada gestión de casos en TS. -NASW (2002),
1.El/la trabajador/a social debe tener una información que le permita intervenir
eficazmente.

2. El/la trabajador/a social gestor/a de casos debe utilizar sus habilidades,


capacidades y competencias profesionales para ayudar al cliente en beneficio
de la primacía de los intereses del cliente. La primera responsabilidad del
trabajador/a social gestor/a de casos es su cliente o clientes. El/la gestor/a de
casos debe asegurarse de que cada cliente recibe la mejor asistencia posible,
facilitándole para ellos la información necesaria y actualizada sobre la
disponibilidad y naturaleza de los servicios disponibles, así como ayudándole a
decidir sobre que servicios pueden ser los que mejor resuelvan sus
necesidades.
El/ gestor/a de casos debe además:
-pedir consejos a los/as colegas y supervisores/as siempre que esta consulta
tenga como objetivo mejorar los intereses del cliente.
-hacer uso del juicio y de la prudencia profesional en la selección y
recomendación de servicios.
-finalizar un servicio cuando ya no sea necesario o de gran utilidad para el/la cliente/a.
-notificar puntualmente al cliente/a si el gestor de casos prevé que determinado servicio va a
ser interrumpido o finalizado.
-llevar a cabo aquellas remisiones o delegaciones necesarias siempre que el/la cliente/a
necesite todavía un determinado servicio, con el fin de garantizar la comunidad de la ayuda.

3. El/la trabajador/a social gestor/a de casos debe asegurarse de que los/as clientes/as se
implican en todas las fases de la practica de la gestión de casos y en la mayor medida de lo
posible. El/la gestor/a de casos es responsable de ayudar a los/as clientes/as a toma decisiones
fundamentales sobre la elección de servicios. El/la gestor/a de casos debe informar al
cliente/a del abanico completo de posibilidades y opciones existentes. Lo cual incluye
información sobre las carencias o la limitada disponibilidad de ciertos servicios, así como de las
implicaciones económicas que conlleva la elección y utilización de unos determinados
servicios. El/la gestor/a de casos y el/la cliente/a pueden compartir la responsabilidad en
ciertas tareas de la gestión del caso, lo cual maximiza la implicación del cliente/a en la toma de
decisiones y en la solución del problema.
4. El/la trabajador/a social gestor/a de casos debe asegurar el derecho del cliente a la
privacidad y la confidencialidad cuando la información sobre el/la cliente/a tenga que ser
utilizada por otros servicios o profesionales. Toda la información sobre el/la cliente/a y su
familia que obtenga el/la trabajador/a social en el desempeño de la practica profesional de la
gestión de casos debe ser mantenida bajo una escrita confidencialidad. La información puede
ser liberada en el caso de que otros/as profesionales y servicios que intervengan en el caso la
necesiten, pero siempre bajo la autorización del cliente/a (o con quien delegue éste).en esta
autorización deberá constar el tipo de información que debe de ser compartida, así como a
quien se permite el acceso y en que contexto.
El/la gestor/a de casos debe conocer:
-Que información es solicitada y quien la solicita.
-Que información puede ser obtenida y de que forma.
-Quien tiene acceso a la información sobre los casos y bajo que circunstancias.
-Poner los medios para asegurar la certeza de las informaciones.
-Medidas para retener y disponer de la información.
El/la trabajador/a social gestor/a de casos debe intervenir a nivel del cliente/a para dotarle y/o coordinar la
prestación del servicio directo. La gestión de casos se basa la intervención directa con el/la cliente/a en los
siguientes elementos:

a)Acercamiento, remisión, identificación del cliente y compromiso. A través del acercamiento, el/la
trabajador/a social identifica, accede y compromete a aquellos individuos que puedan beneficiarse del
servicio.

b)Evaluación biopsicosocial. El/la trabajador/a social debe lleva a cabo una evaluación biopsicosocial del
cliente cara a cara, con el fin de identificar fortalezas y debilidades del cliente. Esta evaluación la realiza
mediante una evaluación sistemática del nivel actual de funcionalidad del cliente/a.

c) Desarrollo de un plan de intervención. Fundamentado en la evaluación psicosocial y concretado con el/la


cliente/a y su familia (cuando sea necesario), el/la trabajador/a social gestor/a de casos selecciona un
conjunto de servicios e intervenciones que se integran dentro de un plan. El/la gestor/a de casos es
responsable de coordinar y de documentar el desarrollo de este plan de intervención conjuntamente con la
participación del cliente/a. de forma ideal, el/la trabajador/a social implicara en el desarrollo del plan a
aquellos profesionales que van a verse implicados en la presentación del servicio y que habrán participado
en la evaluación biopsicosocial.
d) Puesta en marcha del plan. Implica organizar todo un conjunto de servicios que
van a ser facilitados al cliente, así como asegurarse de que estos servicios vana
juntarse tanto a las necesidades del cliente como a los costes presupuestados.

e)Coordinación y seguimiento de la prestación del servicio. El/la trabajador/a


social gestor/a de casos debe coordinar la prestación del servicio con el fin de
garantizar la continuidad y la complementariedad de las intervenciones. El
seguimiento de la recepción de los servicios permite al gestor/a de casos
responder eficazmente a los cambios en las necesidades del cliente/a.

f) Defensa del cliente/a y recursos del cliente/a. el/la gestor/a de casos puede tener
que representar al cliente/ o clientes/as y sus familias, con el fin de asegurar que
estos reciban los derechos y servicios que necesiten.

g) Reevaluación. El/la trabajador/a social gestor/a de casos reevaluará


periódicamente las necesidades y los progresos del cliente/a en las consecución de
los objetivos marcados, con el fin de asegurar que la provisión y prestación de los
servicios sea la adecuada en costes y tiempo.
h) Finalización del caso. Esta puede producirse debido a una gran variedad de situaciones,
que incluyen desde la consecución de los objetivos establecidos por parte del cliente hasta la
no disponibilidad de recursos o servicios adecuados. Tras la finalización, puede ser necesario
hacer un seguimiento del cliente/a y de su familia para asegurarse de que la situación actual
es la adecuada y buscada.

6. El/la trabajador/a social gestor/a de casos tiene que intervenir a nivel de los sistemas del
servicio: para reforzar los servicios existentes de gestión de casos y para mejorar el acceso a
los servicios necesitados. El/la trabajador/a social gestor/a de casos desempeña su labor en
un entorno complejo en el que intervienen diversas políticas: proveedores, servicios,
recursos financieros, etc. Con el fin de maximizar la eficacia de la intervención, el/la
trabajador/a social gestor/a de casos realiza acciones destinadas a apoyar y mejorar el
sistema en el que desempeña su labor.

a) Desarrollo de recursos y acción social. Debido a la amplitud y variedad de programas y


servicios de atención social, el/la gestor/a de casos tiene la responsabilidad de reconocer e
identificar la existencia de servicios duplicados, los fallos en la presentación de los mismos,
los huecos en la atención a los/as clientes/as, así como dinamizar y facilitar que los servicios
que sean necesarios sean puestos en marcha lo antes posible.
b) Revisión de la política de la agencia/servicio y su modificación. Esta revisión debe incluir
las consecuencias de las que consta la gestión de casos, como son la evaluación del cliente,
la planificación y la evaluación del servicio, la remisión y el seguimiento del cliente.

c) Recogida de datos y gestión de la información. Al tendencia del mayor numero de datos


posibles sobre el caso y el programa son esenciales para poder evaluar, tomar decisiones
administrativas y asegurar la eficacia de los acuerdos entre los servicios.

El registro de la información del caso o se los casos suele contener al menos los siguientes
datos para poder tener una base con la que evaluar el programa:
- Un permiso escrito para la liberación de la información firmado por el/la cliente/a.
- Información relevante sobre datos del cliente, de la familia y de personas relevantes de su
entorno.
- Resultados de una evaluación inicial y de los reevaluaciones periódicas del cliente,
incluyendo datos del estatus del cliente/a a nivel psicosocial, conductual y físico.
- El plan de trabajo social y los objetivos, objetivos internos y marco
temporal, así como programas y procedimientos para hacer un seguimiento
del proceso hacia la consecución de los objetivos del cliente/a.
- Datos sobre el envió o remisión a otras agencias o recursos, incluyendo el
seguimiento y el feedback procedente de estas agencias o servicios
externos.
- Los costes del plan de intervención.
- La razón de la finalización de los servicios.

7. El/la trabajador/a social gestor de casos debe ser conocedor de la


disponibilidad de recursos, costes del servicio y parámetros presupuestarios,
así como ser responsable físicamente de llevar a cabo todas las funciones y
actividades de la gestión de casos. La gestión de los recursos es muy variable
y depende de las características de la agencia o servicio en el que esté
empleado el/ gestor/a de casos. Además de las tareas administrativas, el
tiempo que el trabajador social emplea con el cliente, en la evaluación,
consejos y seguimiento tiene una repercusión directa sobre los costes del
servicio.
8. El/la trabajador/a social gestor/a de casos debe participar en actividades de evaluación y de
calidad diseñadas para efectuar el seguimiento de la eficacia y de la eficiencia tanto del sistema
de prestación de servicios donde opera la gestión de casos, como del servicio aportado por el/la
gestor/a de casos asegurando una responsabilidad profesional completa. El/la gestor/a de
casos se implica en la evaluación de la calidad, eficacia y eficiencia de la gestión de casos en dos
niveles: a nivel del cliente individual y a nivel funcionamiento del sistema.

9. El/la trabajador/a social gestor/a de casos debe tener una carga de trabajo que le permita
llevar a cabo tareas propias de la gestión de casos de forma eficaz, tanto a nivel de cliente
como a nivel de sistema. El staff debe estar integrado por el suficiente numero de profesionales
que permita la prestación de un servicio de calidad e inmediato.

10. El/la trabajador/a social gestor/a de casos debe tratar a los colegas de profesión con
cortesía y respeto, procurando conseguir cooperación interprofesional e intraprofesional en
beneficio del cliente/a. al igual que este tipo de tratamiento es crucial en la relación cliente/a-
trabajador/a social, lo es para la relación entre colegas. El/la trabajador/a social a menudo lleva
a cabo las funciones propias de la gestión de casos junto con otros profesionales y otros
servicios o agencias.
5. Valoración del modelo, aportaciones,
criticas y aplicabilidad al trabajo
social.
La gestión de casos se convierte en un modelo que asegura que los
clientes o usuarios del trabajo social van a recibir aquellos servicios,
recursos y ayudas que necesiten y de que su recepción va a tener
lugar de forma coordinada y con un alto grado de calidad (eficaz y
eficiente). La gestión de casos es una intervención compleja en la que
intervienen aspectos fisiológicos, psicológicos, sociológicos,
pedagógicos, que requieren del profesional una serie de
competencias profesionales diversas e igualmente complejas.

A este modelo se le critica que la gestión de casos conlleva mas


preocupación por la gestión, por la contención del gasto y por el
control de los costes derivados de las prestaciones de los servicios,
que por uno de los objetivos tradicionales del trabajo social como es
la preocupación por los problemas y el desarrollo del cliente.
Como señala Martínez, la gestión de casos tiene en el
compromiso indefinido de la presentación del servicio
una de sus principales características. Ello hace que este
modelo sea especialmente interesante para aquellos
clientes con problemáticas complejas y múltiples que
requieren la coordinación y su vinculación a diferentes
servicios cuyo “tratamiento” es a largo plazo.

El trabajo familiar y grupal desde la gestión de casos


tiene un fin doble, como es el de ofrecer asistencia a las
necesidades al mismo tiempo que vincula a éstos con
los recursos y servicios formales e informales existentes
en su entorno mas inmediato.

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