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Acompañar: el oficio de hacer humanidad–Laurence Cornu

El texto proporciona una reflexión sobre el concepto de acompañamiento y su aplicación en


diferentes contextos, centrándose en el ámbito del trabajo institucional y la formación en
atención y cuidado. Se plantea la necesidad de pensar en conjunto la igualdad y las diferencias
en los lugares, así como la reciprocidad que abre la posibilidad de emancipación. Se aboga por
un enfoque de acompañamiento que se aleje de la condescendencia y la lástima, y se base en la
igualdad en la asimetría de las relaciones.

Se destaca que el acompañamiento implica caminar con otros, conversar y sostener una relación
de compañía, tanto en el sentido literal como metafórico. Se busca construir una relación de
igualdad y reciprocidad, donde se permita la escucha y se facilite el diálogo. El texto propone
que el acompañamiento sea entendido como una forma de compañía que hace posible el pasaje
y activa las acciones compartidas.

Se plantea que el acompañamiento tiene una dimensión antropológica, ya que implica hacer
compañía a otros y entrar en una comunidad. Se subraya la importancia de los pasajes y los
facilitadores de pases en el proceso de acompañamiento. Se argumenta que el acompañamiento
es fundamental para hacer entrar en la humanidad como compañía y para hacer humanidad a
través de la compañía con desconocidos.

El texto también aborda la idea de la compañía de una obra literaria, utilizando la novela de
Joseph Conrad como ejemplo. Se explora el concepto de comandar y el proceso de cambio de
lugar y desplazamiento en el contexto marítimo. Se resalta la importancia de los pasadores y
operadores que permiten estos desplazamientos y se relaciona con los pasajes y facilitadores de
pases en el acompañamiento.

Se mencionan las experiencias iniciáticas en la formación, donde se enfrentan desilusiones,


leccionesylarealizacióndedeseos.Sedestacalaimportanciadelaéticaylaresponsabilidaden la
formación de un marino, así como la confianza y el orgullo que se desarrollan a través de la
experiencia.

Notas acerca de una epistemología de la acción–Laurence Cornu


En este capítulo titulado "Notas acerca de una epistemología de la acción", Laurence Comu
reflexiona sobre el poder del lenguaje y las instituciones en nuestras interacciones. El autor
destaca la importancia de las palabras y cómo su significado puede cambiar al pasar de una
lengua a otra o al cruzar fronteras culturales. Además, señala que nuestras acciones están
influenciadas por las instituciones en las que participamos y cómo hablamos sobre ellas.

Comu explora el concepto de "lazo" como una forma de relación con los demás y destaca las
diferencias entre las palabras en distintos idiomas. También hace hincapié en la importancia de
la dimensión oral y musical del lenguaje, y cómo las palabras pueden transmitir sensaciones y
significados más allá de la comprensión intelectual.

El autor argumenta que la acción implica la llegada de lo nuevo e imprevisible, y plantea


preguntas sobre la existencia de un conocimiento de lo que aún no es y cómo se puede tener un
saber de los acontecimientos imprevisibles. Destaca la necesidad de observar y aprender de los
saberes que se encuentran en los actos y las prácticas, especialmente en los oficios del lazo, que
están constantemente enfrentando preguntas y paradojas.

En relación con la epistemología, Comu propone explorar un nuevo campo de estudio centrado
en los saberes desconocidos y extraños que surgen de los intentos de transformar situaciones
que involucran a otros. Argumenta que se debe considerar la existencia de saberes incorporados,
tácitos o del inconsciente que influyen en nuestras acciones y que deben ser tomados en cuenta
en el estudio de la verdad y la validación del conocimiento.

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El trabajo de la muerte en las Instituciones–Eugene Enríquez
En el capítulo 3, Eugène Enriquez examina el papel de la muerte en las instituciones. Las
instituciones son lugares paradójicos: por un lado, son pacíficas y representan un consenso
social para lograr objetivos colectivos. Por otro lado, también son espacios donde la violencia y
la muerte pueden surgir.

Las instituciones tienen como objetivo mantener o renovar las fuerzas vivas de la comunidad y
regular las relaciones humanas. Estas instituciones, como la familia, la iglesia, el estado, etc.,
establecen normas y sistemas de referencia que organizan la vida de los individuos. Buscan
encarnar el bien común y fomentan la manifestación de pulsiones siempre que se vuelvan
socialmente aceptables.

Sin las instituciones, no habría civilización, ya que proporcionan un marco de valores y normas
que rigen la vida social. Sin embargo, también pueden generar cohesión excesiva y
homogeneización, lo que puede ser perjudicial. Las instituciones pueden convertirse en modelos
de comunión y fraternidad, pero al mismo tiempo rechazan la creatividad y generan miedo a la
muerte.

Además, las instituciones tienen un origen marcado por la violencia fundadora, aunque intenten
encubrirlo. Establecen una violencia legal que exige renunciar a las pulsiones individuales y
genera angustia y peligro. También indican la constante posibilidad de violencia entre los
miembros, ya que lo prohibido suscita el deseo de transgresión.

En las instituciones, se despliegan mecanismos que pueden dar lugar a la violencia y los
conflictos, como la proyección de pulsiones y objetos internos, ataques a los vínculos y
mentiras. Estas dinámicas revelan la presencia de Tánatos (el impulso de muerte) en la vida
institucional.

El texto habla sobre las características de las instituciones y su influencia en la vida de las
personas. Se mencionan tres sistemas presentes en las instituciones: sistemas culturales,
simbólicos e imaginarios.

Los sistemas culturales se refieren a los valores, normas y formas de pensar y actuar que
modelan el comportamiento de los individuos dentro de la institución. Estos sistemas son
necesarios para establecer una cultura institucional coherente.

Los sistemas simbólicos son aquellos que se basan en mitos, ritos y héroes para unificar y
legitimar la acción de los miembros de la institución. Estos símbolos tienen la función de dar
sentido a las prácticas y la vida de la institución.

Los sistemas imaginarios se centran en capturar los deseos y fantasías de los sujetos, ofreciendo
una identificación y protección a través de la institución. La institución busca responder a las
demandas y temores de los individuos, estableciendo su propio imaginario.

Se menciona que las instituciones terapéuticas son diferentes de otras instituciones, ya que la
relaciónasimétricaentrelosindividuosylainstituciónespermanente.Losindividuosatendidos nunca
se convierten en miembros activos de estas instituciones y expresan una demanda de cura.

Además, se habla de cómo las personas que buscan ayuda en estas instituciones han
experimentado lo arbitrario en sus vidas, ya sea un exceso de contacto erótico o amor invasor, o
una carencia afectiva y falta de límites en su crianza. Esto puede llevar a dificultades para
establecer sentido y construir una identidad.

El texto trata sobre el exceso de prohibiciones y cómo afecta a las personas que han
experimentado una educación rígida y puritana. Estas personas viven con un sentimiento de

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culpa derivado de la retirada del amor y la angustia causada por el superyó. Son incapaces de
seguir el principio del placer y carecen de deseo. La represión y la supresión juegan un papel
importante en su vida, impidiendo la fantasmización y el desarrollo de la creatividad. Estos
individuos pueden convertirse en perseguidores o vivir como muertos-vivos, sin poder abrir los
ojos ni acceder al deseo. También pueden experimentar niveles elevados de angustia o
derramar energía comprimida de manera incontrolada. Terapeutas y educadores buscan ayudar a
estos individuos a construir una identidad, a encontrar puntos de sostén y anclaje, a sufrir de
manera constructiva y a convertirse en sujetos responsables. En la sociedad actual, existen
múltiples prohibiciones y normas arbitrarias que atrapan a las personas, impidiéndoles encontrar
coherencia y puntos de apoyo en su vida. Esto lleva a la fragmentación y a la necesidad de
elaborar duelos y procesar la propia identidad.

El texto habla sobre el equipo terapéutico en el mbito social y destaca tres características de los
operadores sociales: seres marginales, personas preocupadas por sus problemas psíquicos y
seres en proceso de cambio.

Seres marginales: Los operadores sociales son considerados seres marginales en la sociedad, ya
que no se ajustan a las normas y valores predominantes. Son conscientes de que no tienen el
poder ni la capacidad de decisión que la sociedad valora, pero su rol como terapeuta simplican o
utilizar su poder en beneficio propio ni decidir en lugar del otro. Ser marginal implica actuar de
manera no congruente con el sistema social y priorizar la verdad y la autonomía del sujeto, en
contraposición a la simulación e hipocresía de la sociedad.

Personas preocupadas por sus problemas psíquicos: Los operadores sociales también están
preocupados por sus propios problemas psíquicos sin resolver. Al igual que los pacientes, los
terapeutas también están en un proceso de exploración interna y trabajan en sus conflictos
personales.Estaproximidadasuspropiosconflictoslespermitecomprenderyescucharmejora los
pacientes en sus propios debates internos.

Seres en proceso de cambio: Los terapeutas ven a los individuos como seres en constante
cambio, que viven sus conflictos y buscan resolverlos. Son sensibles a la imprevisibilidad y al
descubrimiento de la verdad en el proceso terapéutico. Sin embargo, deben tener cuidado de no
dejarse llevar por la tentación de imponer una forma idealizada o clausurar la experiencia, ya
quetantoelloscomolospacientespuedenencontrarunterritoriodesconocidodondeningunode los dos
tiene control absoluto.

El texto también menciona que los terapeutas pueden caer en trampas, como idealizar la
relación terapéutica o identificarse demasiado con el paciente, lo cual dificulta el proceso
analítico. Además, se mencionan los mitos personales de los terapeutas relacionados con la
filiación y la parentalidad, así como los modelos y fantasmas inconscientes que influyen en su
acción terapéutica.

En cuanto al funcionamiento institucional, se destaca que la institución es un lugar donde se


encuentran diferentes tipos de asistentes, y se menciona que el trabajo de la muerte repercute
fácilmente en ese contexto. Sin embargo, el texto no proporciona más detalles sobre este
aspecto.

El texto aborda la problemática de las instituciones desde la perspectiva de la ideología


igualitaria y sus consecuencias en el trabajo y la dinámica interna. Se destaca que, aunque se
plantea la cooperación y la igualdad entre los diferentes actores sociales (analistas, educadores,
etc.), en la práctica surgen rivalidades, celos y disputas por el poder y la propiedad de los
pacientes. Las instituciones intentan resolver estos conflictos a través de sesiones de trabajo en
común y regulación de equipos, pero a menudo se ignoran los diferentes poderes y jerarquías
presentes. También se menciona la influencia de los primeros fundadores y el mito que los
rodea, así como la tendencia a crear historias y rumores que ocultan la realidad de la institución.
Se señala que estas dinámicas internas dificultan el tratamiento de los casosy generan tensiones

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y desconfianza entre los miembros. Además, se discute la autonomización de la vida
fantasmática de la institución, donde las ideas, sentimientos y actos de los miembros se
convierten en un producto histórico autónomo y se establecen normas y reglas que limitan la
creatividad y generan culpabilidad. Se menciona que la clausura del sistema institucional lleva
a la repetición de conductas, el ascenso de la burocracia y la tendencia hacia la desorganización
y la muerte simbólica de la institución. Por último, se aborda la relación entre los asistentes y
los pacientes, destacando que la forma en que los asistentes se relacionan con la institución
influye en su relación con los pacientes. Se mencionan estrategias como no hablar del objeto de
trabajo o utilizar a los pacientes para resolver problemas grupales. En general, se destaca la
dificultad para hablar y abordar los problemas de los pacientes y la importancia de crear
espacios de intercambio y escucha para promover la curación.

En este texto se analiza la influencia de la muerte y las pulsiones en las instituciones y los
grupos. Se destaca la importancia de la identificación con una persona central, la proyección de
emociones y agresiones sobre líderes o figuras destacadas, y la derivación de la agresividad
hacia chivos expiatorios. Se menciona la frecuencia con laque la vida afectiva y el inconsciente
colectivo se enfocan en individuos extravagantes, peligrosos o delirantes, quienes pueden
generar sentimientos colectivos y hechizar a los demás miembros. Se señala que las
instituciones pueden verse amenazadas por el funcionamiento neurótico o psicótico, pero
también tienen la posibilidad de escapar de esa posición totalizadora mediante un trabajo de
elaboración. Además, se plantea la idea de que la pulsión de vida puede servir a la pulsión de
muerte y cómo el trabajo de la muerte puede estar presente en los procesos vitales individuales,
como la aceptación de la muerte y la lucha por el reconocimiento. También se destaca la
importancia de la capacidad de cuestionarse, deshacer vínculos y provocar rupturas como parte
del trabajo sobre uno mismo.

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