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Introducción
Sobre nuestra Escuela en Psicología Comunitaria
La psicología comunitaria comprende la comunidad como organismos diversos, polifónicos
y en constante transformación.
Bajo esta línea, dicha conceptualización se relaciona directamente con los feminismos,
movimiento político, teoría y filosofía que ha visibilizado y cuestionado las relaciones de poder y
subordinación por parte de personas que ocupan lugares privilegiados sobre todo lo demás.
Esta nueva percepción, en gran, parte ha sido gracias a la vida en comunidad, la cual ha
permitido el diálogo entre feministas, quienes en conjunto han podido deconstruir discursos
hegemónicos que han estructurado gran parte de la historia de la humanidad.
Lamentablemente, existe un grupo de la población que no está dispuesto al cambio (aunque este
apele a igualdad de derechos) por eso, el feminismo en comunidad se presenta como una nueva
propuesta civilizatoria que favorece la sostenibilidad de la vida y la transformación social.
Nuestra Escuela es un espacio en el que podrás desarrollar habilidades para apoyar a
comunidades, potenciando sus capacidades de acción y mecanismos de participación.
- Audre Lorde, La hermana, la extranjera (1984)
Cabe mencionar que las comunidades para proteger a cada uno de sus integrantes deben
ser flexibles ante los cambios, preocuparse de ellas y constantemente escuchar los
requerimientos, porque una comunidad abierta tiene más posibilidades de avanzar.
En ese sentido, los feminismos son muy claros y le dan una dirección a esos cambios, es un
movimiento muy lúcido porque establece: Lo que se necesita hacer, es decir, trabajar desde el
interior de las comunidades para catalizar una transformación social, la que promueva una de
manera horizontal entre todos los miembros.
La interesante reflexión de Lorde, autora feminista, nos ayuda a entender que el trabajo
en comunidad se presenta camino viable para cualquier transformación, porque:
1 El trabajo en comunidad logra un mayor impacto.
2 Es una fuente de energía que potencia el pensar de sus participantes.
Capítulo 1
¿Qué es la psicología comunitaria?
En primer lugar, se debe comprender que la psicología comunitaria es una disciplina que
tiene diversos orígenes geográficos donde destaca Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.
Específicamente en Latinoamérica, esta rama de la psicología surgió en el marco de un
complejo contexto político dentro de las décadas del 50 y al 80, donde se gestó un fuerte
pensamiento crítico latinoamericano. Entre ellos destaca la teología de la liberación, que sirvió de
nicho de construcción de saber para abordar los diversos problemas psicosociales de la región
(Hombrados, 1996; Flores, 2011).
Autores como Orlando Fals Borda en la sociología, Ignacio Martín Baró en la psicología,
Paulo Freire en la pedagogía y Enrique Dussel en la filosofía, fueron algunos de los que dieron
origen al movimiento comunitario en esta región.
Como representante de la vertiente latinoamericana, Maritza Montero (1982), definió esta
línea como:
Te contamos un poco sobre Maritza Montero
Es una reconocida psicóloga venezolana que dado grandes aportes psicología comunitaria,
sobre todo para conocer su campo y definición.
Su libro Introducción a la Psicología comunitaria (2004) [Insertar imagen de portada] es un
imperdible si te interesa este campo.
Objetivos de la psicología comunitaria
La psicología comunitaria está abierta a la pluralidad de modos de producir
conocimiento y transformación.
De acuerdo a lo señalado por la misma autora, la visión y objetivos de esta rama de la
psicología, apuntan a comprender que:
El Otro no es un objeto creado por el Uno: la comunidad como grupo o conjunto de grupos
organizados tiene voz propia, y sus miembros activos cuentan con capacidad para tomar y ejecutar
sus propias decisiones, tienen la capacidad y el derecho de participar.
La cultura y sus modalidades se reflejan tanto en la comunidad y en sus agentes internos
como en los agentes externos. Y los patrones de relación para comprender y para equivocarse, a la
vez que se desarrollan culturalmente, se transforman en la relación.
La relación es siempre dialógica y tiene un carácter discursivo. Esto significa que las
relaciones humanas tienen que ser abiertas a una multiplicidad de voces. Imponer silencio a
ciertas categorías sociales es antiético y es una forma de suprimir o excluir al otro.
Aceptar que el conocimiento puede darse en diferentes ámbitos, por diferentes medios, es
una noción que en la psicología comunitaria está unida al principio de que teoría y práctica no
pueden separarse.
El aspecto crítico se expresa en la permanente reflexión sobre lo que se está haciendo y
lleva a la concientización sobre lo que es presentado como una manera natural de ver las cosas.
Capítulo 3
¿Cómo dialoga el movimiento feminista con la psicología comunitaria?
Para desarrollar este capítulo, conversamos con la filósofa y magíster en Psicología
Comunitaria Fabiola Espinoza. Bajo este marco, ella nos explicó la relación entre este movimiento
y esta ciencia social.
Según menciona Espinoza, entre la psicología comunitaria y los feminismos podemos
encontrar varios elementos comunes y también complementarios, como:
Tanto los feminismos como la psicología comunitaria, nos invitan a pensar críticamente lo
que nos rodea y a analizar continuamente los discursos que sustentan y sostienen muchas de las
creencias y sistemas entre los que se desarrolla nuestra vida.
Un pensar y sentir feminista está atento a las formas y las prácticas por las cuales nos
vinculamos con otres y con nuestro entorno analizándolas continuamente. La psicología
comunitaria en tanto enfoque teórico/práctico, nos entrega las herramientas para problematizar
los contextos sociales, pero además nos permite mirarnos y auto- examinarnos continuamente
como integrantes y parte de las diversas comunidades que habitamos cotidianamente: barrio,
escuela, trabajo, universidad, amigues, familia, cooperativa, colectivas, grupos, etc…
Tanto los feminismos como la psicología comunitaria nos hablan de la necesidad de
reconocer la producción y reproducción de los diversos territorios que habitamos y los diferentes
modos que tenemos de habitarlos. Es decir, se refieren a que es necesario tener una actitud de
apertura hacia otras formas de conocer y de vincularse que no sean las dominantes y a valorarlas
en su riqueza y diversidad.
¿Por qué el feminismo en plural?
De acuerdo a Todas Podemos, nombrar las luchas de mujeres en plural significa dar
visibilidad a que existen un montón de historias que no se cuentan pero que se luchan en
diferentes partes del mundo, que lejos de entrar en una categoría homogénea de mujer, la
rompen y se desbordan. Una de las principales críticas que se le hizo al movimiento feminista en la
década de 1960 fue justamente eso, borrar las experiencias de mujeres no blancas, no
occidentales, no hegemónicas.
Ejemplos actuales de feminismo junto a la psicología comunitaria
De acuerdo a las palabras de la experta, un ejemplo actual que nos sirve para ilustrar la
relación entre psicología comunitaria y los feminismos es el concepto de interseccionalidad y su
aplicación en las políticas públicas.
Hablar de interseccionalidad es referir a un enfoque multidimensional de análisis para el
estudio de las identidades sociales y los distintos sistemas de opresión y dominación que nos
afectan.
A partir de su consideración podemos ver cómo dimensiones como el género, el sexo, la
raza, la clase social, entre otras deben ser consideradas al momento de diseñar políticas públicas
que consideren la especificidad de comunidades que históricamente han sido oprimidas.
Situándonos en la complejidad del fenómeno y de las problemáticas sociales podemos responder
de forma más eficaz, afectiva, sostenible y sustentable, y elaborar estrategias y metodologías
adecuadas a los diversos contextos, grupos y comunidades.
Podemos, por ejemplo, relevar la participación de las personas y los territorios,
entendiendo que los saberes, experiencias, prácticas y sentimientos son fundamentales al
momento de diagnosticar, diseñar, ejecutar y evaluar proyectos de índole social/comunitaria.
Con relación a lo planteado, ¿qué caso o ejemplo más en específico te hacen sentido
respecto a la psicología comunitaria y los feminismos te hacen sentido?
Conclusión
A través de la psicología comunitaria podemos dejar atrás la creencia en el individualismo
y pensar que cuestiones como el dolor, la celebración, el goce, el placer, las emociones, etc., son
también sociales y ambientales. De esta forma entendemos que existe una vinculación mucho más
grande entre nuestros diversos territorios, geografías y emociones, y que es necesario pensarnos
como un entramado vivo que se mueve continuamente.
Necesitamos de otros para poder desarrollarnos y nutrirnos y así llevar una existencia
plena, centrada en el cuidado de todas las formas de vida.
Por eso, los feminismos se presentan como perspectivas que aportan a la vinculación y
reflexiones de un grupo de la población, que a lo largo de la historia ha sido invisibilizado.
Finalmente, estos dos planteamientos nos conducen a repensar en la importancia de cada
voz, porque ambos coinciden en el respeto y horizontalidad de las relaciones para conformar una
sociedad vivible.
Fuentes:
Montero, M. (2004). Introducción a la Psicología Comunitaria. Desarrollo, Conceptos y Procesos.
Buenos Aires: Paidós.