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Universidad Nacional de Tucumán

Facultad de Medicina

INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA
2024

Unidad: I

Tema: 3 - Género y Diversidad en Ciencias de la Salud.


Conceptos Actuales.

Contenidista: Médica psiquiatra Erika Hansen


FICHA 2
GÉNERO Y DIVERSIDAD EN CIENCIAS DE LA SALUD.
CONCEPTOS ACTUALES.

¿Pensaste alguna vez que...?

Cada vez que una persona nace, automáticamente se le asigna un


sexo biológico según la apariencia de sus genitales. Es más, de manera
previa, mediante la ecografía ya se asocia la genitalidad a un género,
masculino o femenino y se generan expectativas según este
ordenamiento, asignando valores, roles, conductas de lo que se
entiende culturalmente como masculino o femenino.

Así, si se observa una vulva o vagina se asigna el sexo femenino y si se


observa un pene y testículos se asigna el sexo masculino.

Este ordenamiento se llama lógica binaria y es una manera de


observar y ordenar la realidad, organizando todo a partir de dos
opciones, a las cuales la sociedad considera como las válidas.

Con esta lógica se construye y refuerza lo que se conoce como


estereotipos de género, es decir, las representaciones, los atributos,
las ideas preconcebidas acerca de cómo deben ser, verse y
comportarse varones y mujeres. Cuando se dice que algo “es de nene”
o “es de nena”, se está replicando esta lógica binaria y reforzando esos
estereotipos construidos socialmente.
Así se van forjando los roles de género, o sea, las conductas y formas
de desenvolverse adecuadas, esperables, propias de cada género. Así
las personas van habitando los lugares por los que transita,
adecuándose a los roles de género.

La lógica binaria además de indicar que hay dos únicas opciones


válidas en lo que respecta al género de las personas (varón o mujer),
jerarquiza entre estas dos posibilidades, ubicando a los varones en un
lugar de superioridad y privilegio respecto de las mujeres.

1
Esta diferencia resulta observable en diferentes ámbitos de la vida de
las personas: en el trabajo, en las instituciones educativas, en las
actividades recreativas, en la vida dentro de las familias, etc. Podemos
tomar como ejemplo la desigual distribución de las tareas domésticas,
las brechas salariales y como veremos más tarde los sesgos de género
en salud.

¿A qué se refiere el término “Sistema binario, heteronormativo y


cisexista”?
La sociedad en la que vivimos toma un sistema de clasificación y
ordenamiento que plantea una relación lineal entre genitales (sexo
biológico), identidad de género, expresión de género y orientación
sexual.

Toma esto como lo natural pero es una construcción sociocultural, se


trata de una forma de clasificar que se ha naturalizado.

GENITALES - ID. DE GÉNERO - EXP. DE GÉNERO - ORIENT. SEXUAL

PENE VARÓN MASCULINO HETEROSEXUAL

VULVA MUJER FEMENINO HETEROSEXUAL


Esta forma de organización se llama cisexista, porque presupone
como natural que el género de las personas se corresponde
linealmente con el sexo asignado al nacer tomando como punto de
partida la genitalidad.

Así, una persona es considerada cis si nace con vulva y vagina y se


identifica como mujer y que esa identidad no cambie durante toda su
vida. Y si una persona nace con pene, se esperará que se identifique
como varón, será un varón cis.

El planteo de que la heterosexualidad sea la norma y la opción válida


en lo que respecta a la orientación sexual es lo que se llama
heteronormatividad. Así se presumirá que la orientación sexual
(atracción emocional, afectiva y/o sexual) estará orientada hacia
personas a quienes les hayan asignado el sexo “opuesto”.
2
¿Cómo se distribuyen las tareas de cuidado
en los entornos familiares y en la comunidad?

¿Por qué las tres ramas de actividad más


feminizadas son el trabajo doméstico en casas
particulares, la enseñanza y los servicios
sociales y de salud?

¿Por qué muchas personas trans y travestis


son expulsadas de sus hogares? ¿Qué sucede
cuando una persona travesti o trans busca
acceder a un empleo formal?

¿Qué factores inciden en la persistencia de


brechas salariales entre géneros?

Estas preguntas pueden hacer que detectés puntos de vista ya


arraigados en la sociedad, que podás pensar en desaprender
algunos mandatos, normas, estereotipos que provienen del
sistema en que vivimos que es binario, heteronormativo y
cisexista. De este modo podás mirar, pensar, relacionarte y
actuar de manera diferente.

Para intentar modificar esta mirada podés atender a 3 herramientas


imprescindibles:

la perspectiva de género
la perspectiva de diversidad
la perspectiva interseccional

3
Incorporar una perspectiva implica
adoptar un punto de vista para leer la
realidad que nos permite abrir nuevos
interrogantes para encontrar otras
respuestas.

La perspectiva de género invita a observar y pensar críticamente


cómo se relacionan las personas a partir del género. Es decir, permite
desnaturalizar y problematizar los mandatos sociales, los estereotipos
y roles de género del sistema patriarcal, heteronormativo y cisexista.
Se trata de una herramienta que no sólo ayuda a identificar cómo
operan las relaciones de poder y las desigualdades, sino también a
pensar estrategias para abordarlas.

La perspectiva de género es una herramienta clave que ayuda a:

Analizar cómo se construyen socialmente los estereotipos y se


definen los roles de género.

Identificar cómo se organizan las relaciones de poder y jerarquías


entre los géneros en un contexto social determinado.

Reconocer los comportamientos y prácticas de la vida cotidiana


que reproducen y sostienen las desigualdades y violencias por
motivos de género.

Trabajar en la creación de estrategias y herramientas para hacer


frente y abordar de distintas formas las desigualdades de género,
discriminaciones y violencias.

Construir una sociedad igualitaria, justa e inclusiva.

4
La perspectiva de diversidad impulsa a leer la realidad desde el
reconocimiento de ésta como inherente a la humanidad. Permite
cuestionar los parámetros y sistemas sociales que jerarquizan algunas
formas de ser e identificarse por sobre otras, cuestionar las
desigualdades y señalar las situaciones de discriminación, vulneración
de derechos y violencias que producen.

La perspectiva de diversidad permite también profundizar


específicamente en lo que concierne a la diversidad sexual, de
género y corporal, término que refiere al amplio abanico de
expresiones de la sexualidad, el género y la corporalidad.

La perspectiva de diversidad es una herramienta clave que ayuda a:

Cuestionar las normas y mandatos que establecen jerarquías y las


desigualdades entre las personas.

Identificar distintos sistemas de opresión tales como el


Adultocentrismo que implica la valoración de la mirada y la etapa
adulta por sobre las otras edades/etapas de la vida; el
Capacitismo que se apoya en la creencia de que ciertas
corporalidades y existencias son más capaces o más valiosas que
otras; el Racismo/etnocentrismo que se sostiene en la creencia
de que cierta cultura o grupo étnico es superior a otra, a partir de
argumentos de superioridad racial que históricamente han
justificado procesos como la esclavización, el colonialismo y los
genocidios.

Reconocer la diversidad inherente a la existencia humana.

Trabajar en la creación de estrategias y herramientas para hacer


frente y abordar las desigualdades, las situaciones de
discriminación y violencia.

Construir una sociedad igualitaria, justa e inclusiva.

5
La perspectiva interseccional es una herramienta clave para
comprender las múltiples intersecciones que conforman nuestra
identidad. Esto permite poder contemplar y analizar las desigualdades
sociales, ya que ayuda a pensar cómo se articulan las múltiples
dimensiones identitarias de las personas (etnia, clase social, género,
sexualidad, religión, discapacidad, migración, entre otras) y los
sistemas de opresión que se derivan de la jerarquización en torno a
estas categorías.

Pensar la diversidad sexual y corporal permite:

Cuestionar las normas y mandatos del modelo binario y


heterocisexista.

Identificar que no existe una relación lineal entre genitalidad,


identidad de género, expresión de género, sexualidad.

Reconocer cómo se construyen socioculturalmente los sentidos en


torno a estas categorías (genitalidad, identidad de género,
expresión de género, sexualidad).

Reconocer y respetar las diversas formas de vivir las


corporalidades, el género y la sexualidad.

Repensar nuestras prácticas cotidianas para promover vínculos


respetuosos, diversos, saludables.

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¡Las corporalidades son diversas!

La diversidad se manifiesta en cada aspecto de la existencia humana.


La observación de los genitales es el punto de inicio de la lógica de
ordenamiento binario que se analizó más arriba. Ahora bien, se puede
afirmar que existen tantos sistemas genitales como personas.

Las distintas características sexuales (es decir, genitales, gónadas,


niveles hormonales, cromosomas) pueden variar respecto a los
parámetros establecidos por la biomedicina, según los cuales se
determina qué cuerpos son femeninos y qué cuerpos son masculinos.

Sin embargo, el sistema binario insiste en:

Determinar las dimensiones apropiadas para que un clítoris o un


pene sean considerados normales.

Clasificar de manera binaria:


- las gónadas (ovarios / testículos)
- los niveles de hormonas (estrógenos y progesterona / testosterona)
- la presencia o ausencia de útero y vagina y los cromosomas sexuales
(XX / XY).

Esta exigencia de adecuación a parámetros que buscan determinar


cierta “normalidad” ha resultado razón suficiente para que aún hoy se
practiquen intervenciones quirúrgicas en bebés cuyas corporalidades
no se correspondan con tablas y medidas biomédicas, con el fin de
“adaptar” sus cuerpos a la apariencia esperada (sistema genital
masculino o femenino).

Se denomina intersex a aquellas personas cuyas corporalidades no se


adecúan a los parámetros binarios previamente mencionados,
presentando variaciones respecto al tamaño y forma de los genitales,
o a otras características sexuales (como las gónadas y/o los
cromosomas).

7
Mirá este video sobre las personas intersex y sus circunstancias:

Video de Mauro Cabral: "Se puede anotar a un niño o una niña


intersex sin normalizar su cuerpo".
Hacé CLIC AQUÍ.

8
EL GÉNERO Y LA DIVERSIDAD INFLUYEN EN LA SALUD

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los determinantes


sociales de la salud (DSS) como “las circunstancias en que las personas
nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más
amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la
vida cotidiana”.

La incorporación de la perspectiva de género y diversidad en las


Ciencias de la Salud, reafirma la necesidad de entender la
multicausalidad del proceso salud enfermedad cuando se pretende
implementar un modelo de atención integral.

Cuando estas circunstancias son distintas para determinados


segmentos de la población, se traducen en desigualdades que tienen
un impacto en la salud integral de dichos sectores poblacionales.

El acceso a determinantes de la salud, como por ejemplo, la


educación, trabajo y vivienda entre otros, tiene una vinculación con el
género. Así encontramos que la expectativa de vida de las mujeres
trans y travestis en Argentina promedia los 35-40 años de edad,
mientras que en la población cis ronda los 77 años.

Esto da cuenta de una brecha considerable y preocupante, que pone


de manifiesto las desigualdades estructurales que vivencian las
personas trans, travestis y no binarias a lo largo de su vida.

En junio de 2021 el Senado aprobó la Ley de Promoción del Acceso al


Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero
“Diana Sacayán - Lohana Berkins”.

L. Berkins D. Sacayán

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Un reflejo de la dificultad de acceso a la atención integral de la salud,
de acuerdo a la información recopilada en la investigación “La
Revolución de las Mariposas”, es la baja expectativa de vida de las
mujeres trans y travestis que está directamente asociada a la violencia
y exclusión social, política y económica, de carácter sistemático y
estructural. También se deduce que las principales causas de muerte
están vinculadas a problemas de salud.

La misma investigación arrojó que, de 192 mujeres trans y travestis


que fallecieron entre 2011 y 2016 el 83 % tenía menos de 40 años de
edad. El 64 % murió de enfermedades asociadas al VIH (tuberculosis,
neumonías) o por el VIH mismo. EL 21 % murió de cirrosis, suicidio,
sobredosis y problemas derivados de las inyecciones de siliconas. El 15
% murió por homicidio.

La mayoría de los estudios sobre este tema coinciden en que entre el


70 % y el 80 % de esta población travesti y trans no tiene obra social o
prepaga, atendiéndose principalmente en hospitales o centros de
salud públicos.

¿Sabías que?

La Revolución de las Mariposas es una


investigación, de marzo de 2017, sobre la
situación de la población trans en la Ciudad de
Buenos Aires.
Fue elaborado en forma conjunta por el
Programa de Género y Diversidad Sexual, la
Fundación Divino Tesoro y el Bachillerato
Popular Trans Mocha Celis. Busca alertar
acerca de la necesidad de continuar con el
diseño e implementación de políticas que
contribuyan efectivamente al reconocimiento
del colectivo trans como sujeto de derechos.

10
Otro informe de alcance nacional de ATTTA (Asociación de Travestis,
Transexuales y Transgénero de Argentina) y la Fundación Huesped
llamado “Ley de identidad de género y acceso al cuidado de la salud de
las personas trans en Argentina” (realizado con 498 mujeres trans
durante el 2013), indagó en torno a las experiencias de estigma y
discriminación vivenciadas en el ámbito de la salud antes y después de
la sanción de la Ley de Identidad de Género (LIG). La siguiente tabla
resume los resultados obtenidos:

Problemática Antes de la LIG Después de la LIG

No la llamaron por
67 % 17 %
su nombre
Evitó ir a un centro
41% 5%
de salud
El personal se burló
40 % 13 %
o agredió
La internaron junto
34 % 4%
con varones
No le brindaron
22 % 2%
asistencia
Ninguna 19 % 71 %

En estos resultados se observaron grandes diferencias en las vivencias


reportadas previo y posterior a la sanción de la Ley de Identidad de
Género. Mientras que el 41% evitaba asistir a un centro de salud por
miedo a sufrir discriminación, este número se redujo drásticamente a
un 5 %. Asimismo, otras variables como “no ser llamadas por su
nombre de elección” (67 %) y “ser ridiculizadas o agredidas por el
personal” (40 %) se redujo a un 17 % y un 13 % respectivamente
después de la sanción de la ley. Además, 7 de cada 10 entrevistadas
mencionó no haber vivido ninguna de las situaciones mencionadas, a
comparación del 19 % previo a la ley.

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RECONOCER LA IDENTIDAD DE GÉNERO
ES PROMOVER SALUD
Partimos del reconocimiento de la diversidad como inherente a la
existencia humana, observando cómo esta se manifiesta en todas las
aristas de nuestras vidas.

La patologización es un término que se utiliza para referir a todas


aquellas prácticas que, enmarcadas en procesos sociales complejos,
señalan una determinada característica de una persona o grupo
(como por ejemplo, deseo, práctica, identidad, entre otras) que pasa a
ser leída como una enfermedad, trastorno, un déficit o síndrome. Y
esa característica debe ser diagnosticada, corregida y/o directamente
eliminada, a través de algún tipo de intervención médica, psicológica,
sanitaria, jurídica o administrativa.

¿Sabias que?

El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud


decidió eliminar la homosexualidad de la lista de enfermedades
mentales y que recién en el año 2018 la OMS elimina la
transexualidad de su lista de enfermedades mentales para pasar
a formar parte de un epígrafe denominado “condiciones relativas
a la salud sexual”.

Las prácticas estigmatizantes y


patologizadoras obstaculizan el
ejercicio del derecho a la salud.

12
An Millet propone en su libro “Cisexismo y
Salud” que inevitablemente tendemos a
generizar de manera constante a todas las
personas a partir de nuestras creencias,
prejuicios, preconceptos sobre la feminidad y la
masculinidad y vamos asignado un género a
alguien de manera automática. Es decir, que
exiten ideas que sostienen que “las mujeres
lucen, huelen y suenan de una manera y los
varones lucen, huelen y suenan de otra”.

Millet describe de manera detallada cómo


efectuamos una “recolección de datos” previo a
asignarle un género a esa persona:

“Con la mirada hacemos algo que me gusta llamar el escáner


del género, un proceso inconsciente por el que recorremos el
cuerpo de las personas prestando especial atención en las
partes socialmente más generizadas: corte de pelo, quijada
(sobre todo para evaluar la presencia o ausencia de barba),
pecho, caderas, zona genital y -el casi en desuso- pelo de las
piernas. Tan solo con los datos que recolectamos de ese
escaneo podemos obtener un género como resultado. Y,
aunque a estos datos les sumamos la vestimenta y expresión
de género, me atrevería a decir que habitualmente son
ubicados en una segunda línea de validez: por ejemplo, si una
persona con tetas y caderas grandes llega a una guardia,
incluso con su máxima expresión masculina, es probable que
lx traten en femenino; por otro lado, si una persona con barba
y pelo corto entra al hospital con pashmina y cartera, es
probable que lx asuman en masculino”.

13
Es importante recordar que el cisexismo influye no sólo la manera en
que concebimos y nos vinculamos con las personas que se acercan al
efector de salud donde brindamos atención, sino también las
relaciones interpersonales que construimos al interior de los propios
equipos de trabajo en salud.

Resulta imprescindible construir entornos laborales donde se


garantice el respeto a la identidad de género y un trato digno hacia
todas las personas que desempeñan tareas en salud.

14
LEY DE IDENTIDAD DE GÉNERO N° 26.743

La ley de Identidad de Género N° 26.743, sancionada el 9 de mayo de


2012, garantiza derechos humanos esenciales y define obligaciones
legales propias del ámbito de la salud, por lo que resulta fundamental
que conozcás la normativa vigente, a fin de garantizar el acceso al
derecho a la salud integral de todas las personas.

La Ley de Identidad de Género establece que todas las personas


tenemos derecho a la identidad de género (artículo 1). Es decir:

Al reconocimiento de nuestra identidad de género.

Al libre desarrollo conforme a nuestra identidad de género.

A ser tratadas de acuerdo con nuestra identidad de género.

En el artículo 2 se define a la Identidad de género como: “la vivencia


interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual
puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del
nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede
involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través
de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que
ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de
género, tales como la vestimenta, el modo de hablar y los modales.”

El artículo 3 establece que toda persona puede pedir la modificación, en


su documentación, de los campos correspondientes al sexo y al nombre
de pila, así como el cambio de la imagen, cuando éstos no coincidan con
la identidad de género autopercibida. El trámite es gratuito, personal,
confidencial y se gestiona a través del Registro Civil. En tanto ya no se
judicializa el reconocimiento legal de la identidad, decimos que esta
norma avanza en la desjudicialización de las identidades por fuera de la
cisheteronorma, es decir, al conjunto de ideas, normas sociales,
creencias y cultura por la que se rigen las personas cuya identidad de
género se corresponde con la asignada al nacer y que se consideran a sí
mismas heterosexuales.
15
La rectificación registral es un derecho y una posibilidad, de
ninguna manera una obligación ni una condición necesaria para
que se respete la identidad de género.

Artículo 5°. Personas menores de edad. Este artículo reconoce el


acceso a este derecho por parte de las personas menores de 18 años.
Resulta fundamental contemplar los criterios etarios estipulados a
través de la Ley de Identidad de Género en consonancia con las
posteriores modificaciones planteadas por el nuevo Código Civil y
Comercial (CCyC). Para ello se reconoce la autonomía progresiva de las
personas menores de edad para el ejercicio de sus derechos.

¿Qué es la autonomía progresiva?

La capacidad de ejercicio de derechos no se adquiere de un día


para el otro al cumplir 18 años. La autonomía progresiva es un
proceso gradual por el cual las personas menores de edad
pueden ir ejerciendo derechos por sí mismas de acuerdo con su
edad y grado de madurez.

Todas las situaciones, en las distintas etapas de la vida, deben


ser pensadas y abordadas desde una perspectiva integral de la
salud. Esto implica considerar tanto la evidencia científica
disponible como los beneficios y consecuencias que pueden
derivar del acceso o no acceso a las prácticas de hormonización
o inhibición puberal.

En lo que respecta a niños, niñas y adolescentes, es


recomendable promover su participación en la toma de
decisiones que conciernen a su construcción identitaria y a sus
corporalidades, en el marco del principio de autonomía
progresiva.

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¿Sabías que?

Las primeras manifestaciones de la autopercepción de un


género distinto al asignado al nacer suelen ocurrir durante
los primeros años de la niñez.
El último informe publicado por la Asociación Civil Infancias
Libres (2021), basado en 200 experiencias trans, reveló las
siguientes cifras:

El 42 % de niños, niñas y adolescentes comienzan a


identificarse con un género diferente al asignado al nacer
entre los 1 y 4 años, siendo éste el principal rango etario.
En segundo lugar, el 36 % expresó dicha disconformidad entre
los 5 y 8 años de esdad.
Es decir, el 78 % de los/las participantes manifestaron
disconformidad con el género asignado al nacer antes de la
adolescencia, entre 1 y 8 años.

Alrededor de los 7 a 8 años, las personas están sensibles a lo que


denominamos: sugestión contraria, que significa querer inducir, por
parte de los adultos, cambios de roles, expresiones y actitudes de
género según la genitalidad en quien tiene constituida su
autopercepción.
Por ejemplo, podemos pensar la sugestión contraria desde una visión
inversa al encontrar enojo, llanto o malestar al obligar a un niño
cisgénero que se coloque una vincha de color rosa, vestido con
corazones, zapatillas con brillos, o bien persuadir a una niña cisgénero
a usar cabello muy corto, ropa de varón y decirle que ejerza roles
masculinos y solicitarle que asista así a su escuela, a reuniones
familiares o de amistades.

Esta circunstancia, la de sugestión contraria, es la que hacemos


transitar muchos años de sus vida a las personas transgénero
cuando no entendemos que su identidad no tiene nada que ver
con su genitalidad.
17
El trato respetuoso de la identidad de género de las personas no es
opcional: es un derecho y debe ser garantizado.

El artículo 12, sobre ”trato digno” señala que: Deberá respetarse la


identidad de género adoptada por las personas, en especial por niñas,
niños y adolescentes, que utilicen un nombre de pila distinto al
consignado en su documento nacional de identidad.
A su solo requerimiento, el nombre de pila adoptado deberá ser
utilizado para la citación, registro, legajo, llamado y cualquier otra
gestión o servicio, tanto en los ámbitos públicos como privados.
Esto debe aplicarse en todos los ámbitos: laboral, de salud, educativo,
etc.

El simple pedido de una persona respecto a ser llamada por el


nombre de pila adoptado por razones de género es suficiente para
que el mismo sea utilizado para la citación, registro, legajo,
llamado y cualquier otra gestión o servicio, tanto en ámbitos
públicos como privados.

La ley también brinda orientaciones precisas para aquellas situaciones


en las que las personas usuarias no hayan tramitado una rectificación
de los datos en el DNI. Se debe incluir únicamente el nombre
expresado por la persona en todo instrumento de registro.
Cuando la naturaleza de la gestión haga necesario registrar los datos
del DNI, se utilizará un sistema que combine las iniciales del nombre,
el apellido completo, día y año de nacimiento, número de documento
y el nombre de pila elegido por razones de identidad de género a
solicitud de la persona interesada.

Ejemplo: F.G. Gómez, 03/05/1986, D.N.I. 32.588.412, Carla.

Cuando la persona deba ser nombrada en público deberá usarse


únicamente el nombre de pila de elección que respete su identidad de
género.

18
Se identifican 4 pilares claves de la
Ley de Identidad de Género:

Desjudicialización
Desestigmatización
Descriminalización
Despatologización

Desjudicialización: Se trata de una ley que no judicializa el


reconocimiento legal de la identidad. Reconoce la autonomía y
capacidad de toda persona para decidir y expresarse respecto a la
vivencia singular, interna y personal de su identidad de género.

Desestigmatización: La norma constituye un avance considerable


en el camino hacia la reparación de la discriminación histórica
vivenciada por las personas travestis, trans y no binarias. Se trata de
una ley que reconoce y valida estas identidades, a la vez que hace
foco específicamente en el derecho a recibir un trato digno.

Descriminalización: Al reconocer el derecho a la identidad de


género como un derecho humano, y plantear también el derecho al
libre desarrollo personal según dicha identidad, la norma reconoce
y legitima todas aquellas identidades por fuera de la
cisheteronorma (personas travestis, trans, no binarias y otras),
históricamente blanco de la violencia estatal.

Despatologización: No somete a las personas a ningún diagnóstico


y/o peritaje médico, psicológico y/o psiquiátrico.

19
La Ley de Identidad de Género establece obligaciones específicas
del sistema de salud:

En su artículo 11 señala que “los efectores del sistema público de


salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales,
deberán garantizar en forma permanente los derechos que esta ley
reconoce”.

Retomemos el artículo 12, sobre “trato digno” ya que resulta clave a la


hora de pensar nuestras prácticas como agentes de salud brindando
orientación para una atención respetuosa de la identidad de género.
Tanto el acceso a la salud como el reconocimiento de la identidad de
género constituyen derechos y deben ser garantizados.
Las prácticas discriminatorias, estigmatizantes y patologizadoras
expulsan a las personas del sistema de salud, poniendo en riesgo su
salud integral. En lo que concierne específicamente a las prácticas
inseguras de modificación corporal, su uso está directamente
vinculado a las barreras de acceso al sistema de salud.
En la consulta debemos poner en práctica el respeto del nombre
elegido, la no presunción del género y los pronombres de las personas
consultantes, así como la utilización de un lenguaje no sexista, son
todos pilares básicos para brindar una atención respetuosa de la
identidad de género.

Es imprescindible:

- Nunca presuponer el motivo de la consulta ni dar por sentado que


la persona consultante se acerca al efector de salud por alguna
cuestión vinculada a su identidad de género.
- Realizar preguntas abiertas tales como “¿qué te trae por acá?”, “¿por
qué consultás?” o “¿cómo estás?”, de forma de habilitar un diálogo que
permita a la persona usuaria poner en palabras sus inquietudes,
necesidades y expectativas.
- No prescribir tratamientos y/o evaluaciones psicológicas o
psiquiátricas a ninguna persona por su identidad y/o expresión de
género ni por su orientación sexual.

20
- Respetar el derecho de las personas a ser internadas en salas
acordes a su identidad de género. Se debe contar con su
consentimiento y garantizar las condiciones adecuadas de seguridad y
privacidad.
- Brindar información y atención en salud de calidad, sin juzgar las
formas de vivir, las identidades y/o expresiones de género de las
personas, sus orientaciones y prácticas sexuales.
- Asegurar la privacidad y la confidencialidad en la consulta.
- Evitar ampliar el interrogatorio o indagar en torno a aspectos
vinculados a la identidad de género, sexualidad y/o la corporalidad
cuando la consulta no lo requiera.

En cuanto a niños, niñas y adolescentes resulta fundamental que


podamos brindar una escucha activa, atenta y respetuosa de su
palabra, evitando especular, realizar conjeturas o desestimar sus
manifestaciones con argumentos como, por ejemplo, que se trata de
una “etapa a superar”.
Es importante que evitemos actitudes adultocéntricas que subestimen
sus experiencias por suponer que “no tienen edad suficiente para
vivenciar su género tal como expresan que lo sienten”, así como caer
en miradas patologizantes.

Es importante:

Asumir un rol no directivo en el acompañamiento manteniendo


una posición respetuosa de las vivencias y experiencias personales
y familiares.
Evitar ampliar el interrogatorio o indagar en torno a aspectos
vinculados a la identidad de género y/o la corporalidad cuando la
consulta no lo requiera.
En el examen físico, contemplar la dimensión sensible que puede
implicar la corporalidad. Explicar de antemano por qué es
necesario efectuarlo, respetar los tiempos de niños, niñas y
adolescentes y contar con su autorización. Es recomendable no
realizarlo en la primera consulta, salvo que resulte estrictamente
necesario.

21
Los procedimientos de modificación corporal y el cambio registral son
derechos independientes entre sí, tal como lo establece la Ley N°
26.743.

Para acceder a la hormonización y/o a las intervenciones quirúrgicas


no se requiere contar con el cambio registral o el compromiso de
hacerlo a futuro, ni viceversa.

Nociones sobre técnicas no farmacológicas y no quirúrgicas

Conjunto de técnicas existentes que no requieren de cirugías o del uso


de fármacos, también llamadas de “trucaje”, a las que suelen recurrir
las personas trans, travestis y no binarias como parte de la expresión
de su identidad de género y la construcción de su corporalidad.

Entre ellas, pueden mencionarse el entrenamiento y manejo de la voz,


modificaciones en el vello corporal, maquillaje, técnicas para lograr
mayor volumen mamario (corpiños con relleno y/o prótesis externas
de silicona) o para aplanar el busto (fajas, vendas elásticas, prendas
compresoras o binders), técnicas de ocultamiento de los testículos y el
pene o para abultar la zona púbica (uso de paquetes o packers), y el
uso de orinadores.

Es importante habilitar el diálogo para que quienes consultan puedan


compartir, si así lo desean, las prácticas de modificación corporal que
vienen realizando, con el propósito de evaluar conjuntamente los
posibles efectos que las mismas pueden tener sobre la salud e
informar, cuando sea necesario, sobre otras posibilidades seguras que
permitan lograr modificaciones similares.

22
Técnicas Farmacológicas

Hormonización: Es una técnica que usa medicación para modificar


caracteres físicos que se asocian convencionalmente con lo
“masculino” o “femenino”, es decir, con aquello que en el campo de la
medicina se denomina “caracteres sexuales secundarios” como, por
ejemplo, el vello, las mamas, el tono de voz.
Esta técnica posibilita suprimir algunos caracteres sexuales
secundarios no deseados, e inducir algunos que sí son deseados,
según cada proceso de construcción identitaria. Es importante tener
presente, desde los equipos de salud, que hay cambios que posibilitan
los tratamientos de hormonización, y otros que no. Por ejemplo, la
testosterona facilita el agravamiento de la voz y el crecimiento del
vello facial, en cambio el uso de estrógenos no genera modificaciones
en la voz, ni suprime el vello facial.
Si una persona se acerca solicitando iniciar o retomar una terapia
hormonal, o demandando orientación al respecto, resulta prioritario
que podamos generar un espacio cuidado de diálogo para despejar
inquietudes, angustias y poder trabajar también en torno a sus
expectativas.

Además, es importante que:

- Brindemos información sobre los alcances


y los límites de la hormonización.

- Expliquemos los posibles efectos adversos y


contraindicaciones de los diferentes esquemas.

Inhibición del desarrollo puberal: Es la técnica empleada para inhibir


la aparición de las manifestaciones que aparecen durante la pubertad
según el sexo biológico a través de la administración de fármacos.
Estos tienen como efecto la regresión o detención de los cambios
puberales, según el nivel de desarrollo que presenten las personas
consultantes al comienzo del tratamiento. Si lo desean, quienes opten
por este procedimiento, pueden luego llevar adelante la inducción de
la pubertad con estrógenos o testosterona, según corresponda.

23
Estos tratamientos deben ser garantizados y cubiertos al 100 %
por todo el sistema de salud (sector estatal, privado y obras
sociales).

Técnicas quirúrgicas

Cirugías de modificación corporal: Hay distintos tipos de


intervenciones quirúrgicas existentes, tales como las cirugías de
modificación genital, cirugías mamarias y cirugías de modificación
de la voz.

En cualquier caso, consideramos oportuno destacar que este tipo


de prácticas suponen una posibilidad más entre todas las que
hemos mencionado anteriormente.

No todas las personas trans, travestis y no binarias demandan este


tipo de intervenciones.

A continuación te compartimos el Documental "Niños rosados y


niñas azules", material obligatorio para completar lo desarrollado en
esta Ficha de Contenido.

Documental "Niños
rosados y niñas azules"
- Fundación Transitar y
Fundación Mustakis.

24
BIBLIOGRAFÍA
Millet An. Cisexismo y salud. Algunas ideas desde otro lado.
Colección Justicia Epistémica. Puntos suspensivos ediciones.
Diciembre 2020. Buenos Aires.

Ministerio de Salud de la Nación. Curso: Ley de identidad de


género: alcances y desafíos para una salud integral. Clase Nº 1:
Repensar el género. 3° Edición.

Ministerio de Salud de la Nación. Curso: Ley de identidad de


género: alcances y desafíos para una salud integral. Clase Nº 2:
Derechos que nombran, visibilizan y reparan. 3° Edición.

Ministerio de Salud de la Nación. Curso: Ley de identidad de


género: alcances y desafíos para una salud integral. Clase Nº 3:
Diversidad en las trayectorias de vida: determinantes sociales de la
salud. 3° Edición.

Ministerio de Salud de la Nación. Curso: Ley de identidad de


género: alcances y desafíos para una salud integral. Clase Nº 4: El
respeto de la identidad de género en el sistema de salud: claves
para una atención integral. 3° Edición.

Ministerio de Salud de la Nación. Curso: Ley de identidad de


género: alcances y desafíos para una salud integral. Clase Nº 5: La
construcción de la corporalidad y la expresión de género: caminos
posibles. 3° Edición.
Valenzuela A. Cartes R. Perspectiva de género en la educación
médica: Incorporación, intervenciones y desafíos por superar. Rev
Chil Obstet Ginecol 2019; 84(1): 82 - 88 .

Ruiz-Cantero M. Verdú-Delgado M. Sesgo de género en el esfuerzo


terapéutico. Gac Sanit vol.18 N°4. Barcelona jul./ago. 2004.

Valls-Llobet C. La medicalización del cuerpo de las mujeres y la


normalización de la inferioridad. Congreso Sare de Emaxunde, 13 y
14 de octubre de 2008.

Reina F. Género y diveridad en ciencias de la salud. Ficha de


cátedra de Introducción a la Medicina, 2023.
25
VIDEOGRAFÍA

Mauro Cabral: "Se puede anotar a un niño o una niña intersex sin
normalizar su cuerpo". Télam. Febrero 2013.
https://youtu.be/VwbuLxRNt94?si=PKFITxlBEWdx8-vi

Documental Niños Rosados y Niñas Azules. Estimados Producciones.


Agosto 2017.
https://youtu.be/WfBuMoSJsTo?si=HPWSUR92r8czhyGp

26
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Medicina
INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA

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