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1. CONTEXTO HISTÓRICO:
Historia: Podemos decir que la historia del pueblo judío comienza con la aparición de
Israel como pueblo en el 2000 a. de C. y se extiende hasta el siglo I d. de C. con el
dominio romano de Palestina.
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HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
Tema 1. Escuela y ecuación en las antiguas culturas orientales.
educación de las hijas es competencia de la madre enseñando todo lo necesario
para el oficio de esposa y señora de la casa.
• El sacerdote: uno de los educadores clave que, además de sus funciones de culto,
también tenia la responsabilidad de instruir al pueblo sobre los preceptos de la Ley
de Dios.
• El profeta: (prófemi “predecir”, “portavoz”), es el mensajero o portavoz de Yahvéh e
intérprete de sus palabras.
• El Rabbí: cuando desaparecen los profetas, fueron los sabios los que asumieron
profesionalmente la interpretación de la Sagrada Escritura encarnando la figura de
rabbí (“escriba”, “doctor de la Ley”, “maestro”) figura de gran prestigio. Se formó
entonces a los doctores de ley o escribas que interpretaban la ley cada cual a su
modo. Fruto de su experiencia, reflexión y estudio, enseñaban el arte de “vivir bien” a
un grupo de discípulos que solían seguirle de forma itinerante, siendo la relación
entre maestro-discípulo personal y jerárquica.
La escuela: la enseñanza escolar organizada no está documentada hasta la vuelta del exilio
(año 537), parece que hasta entonces era casi exclusivamente familiar, aunque es
incuestionable la existencia de la “casa de instrucción o de estudio” en el siglo II a. de C. Se
distinguían 3 niveles de enseñanza:
• Nivel superior: destinado a la formación de los futuros rabbí o maestros de Ley o
escribas. Se les exigía buena memoria y fidelidad en sus repeticiones (“cisternas
impermeables”)
• Nivel medio: equivalente a una enseñanza secundaria (de los 16 a 17 años)
• Nivel elemental: fue última en aparecer, cuando el sacerdote Ben Gamala dispuso
que se crearan con carácter obligatorio, escuelas para niños desde los 6 a 7 años en
todas las ciudades de Palestina. Consistía en el aprendizaje de la lectura, escritura y
memorización repetitiva de los pasajes esenciales de la Ley. Por eso el cultivo de la
memoria tiene una gran importancia en la cultura hebrea. Se estructuraba en dos
ciclos:
o “Casa del Libro” donde se aprendía el alfabeto y la lectura. o
“Casa de Instrucción” donde se estudiaba la Toráh oral.
Los contenidos impartidos en las escuelas en sus tres niveles (elemental, medio y superior)
en las que a lo largo del proceso el niño debía asimilar gradualmente tres disciplinas: El
conocimiento de las Leyes, El conocimiento del pueblo de Israel elegido por Dios y el
conocimiento de la “Sabiduría” entendida como conocimiento práctico de los medios que
conducen a la felicidad (matemáticas, medicina, astronomía, arquitectura,…) todas ellas
subordinadas a la Ley.
La escritura era algo habitual no limitada a las clases dirigentes.