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Módulo 4
Módulo 4
Universitaria
Introducción
El módulo 4 se estructura en el núcleo temático de la didáctica y el desarrollo de las
habilidades del pensamiento superior. En este punto se muestran los significados y
relaciones en la construcción de estrategias didácticas a partir del conocimiento sobre los
procesos mentales superiores y las habilidades que se producen en torno a ello.
Entendiendo la relación de la didáctica con el aprendizaje, concebido este último desde el
pensamiento, y la necesidad de potenciar las habilidades para su desarrollo la primera
parte de los contenidos, se muestran a grandes rasgos las perspectivas sobre la enseñanza
y como se puede identificar determinados perfiles o rasgos de la enseñanza que se
conectan con el desarrollo de las habilidades de pensamiento.
Luego de presentar esa relación entre enseñanza (perfiles) y aprendizaje (habilidades de
pensamiento), que es significativa en los procesos formativos universitarios, se
desarrollaran de manera sucinta un conjunto de habilidades de pensamiento de orden
superior que obedecen a una estructura o enfoque particular conformado desde la
naturaleza de origen de la habilidad (dan origen a grupos de habilidades y subprocesos
cognitivos), que son susceptibles de estudio en otras direcciones teórico- conceptuales.
Las habilidades de orden superior planteadas en el desarrollo instruccional del módulo
son: a) conocimiento, b) comprensión, c) análisis, d) aplicación, e) evaluación y f)
metacognición.
Cada habilidad de pensamiento superior se desarrolla tomando en cuenta dos premisas:
una fundamentación conceptual con principios diferenciadores y los aspectos didácticos
para el desarrollo de cada habilidad.
El módulo es notorio en significados didácticos, ya que además de establecer una
delimitación teórica-conceptual de cada habilidad de pensamiento de orden superior,
plantea los rasgos de identificación significativos para que el profesor universitario pueda
interpretar adecuadamente la gestión de la acción didáctica, apegada a los principios de
asertividad y significatividad, necesario para el progreso de una formación universitaria de
calidad en los estudiantes.
Objetivo
Contenidos
1. Conocimiento.
2. Comprensión.
3. Análisis.
4. Aplicación.
5. Evaluación.
6. Metacognición.
Mapa conceptual
Pregunta problematizadora
¿Cuál es el valor del reconocimiento de las habilidades de pensamiento de orden superior para
el diseño y desarrollo de estrategias de enseñanza y aprendizaje a nivel universitario?
Palabras clave
Habilidades de pensamiento superior; pensamiento; inteligencia;
conocimiento; procesos mentales superiores; cognición;
taxonomía de habilidades; metacognición; perspectivas de
enseñanza; aprendizaje del pensamiento.
Didáctica y las habilidades de pensamiento superior
La didáctica universitaria adquiere vital importancia en las condiciones del contexto actual
de mundo codificado en el que se desenvuelve la humanidad. Esa codificación profunda
(palabra, icono, símbolo), donde la abstracción tiene un impacto muy amplio en los
procesos de aprendizaje de los sujetos humanos, es en esencia el valor de cambio de la
sociedad del conocimiento y la información del siglo XXI.
En ese sentido la universidad del siglo XXI, como espacio global de formación está
intimada a innovar en la enseñanza de manera radical si quiere responder a la
complejidad social y a las transformaciones rápidas y profundas que se están dando en las
estructuras científicas, tecnológicas, culturales, sociales y educativas (Suárez, 2018).
Así, entonces la didáctica es uno de los campos disciplinares que permiten el desarrollo de
la innovación en la enseñanza en la medida en que produzcan amplios procesos de
investigación pedagógica, didáctica y hasta educativa. Tal investigación además de
orientar los desarrollos epistemológicos de la didáctica, mejora las prácticas de enseñanza
e impactara en los procesos cognitivos, especialmente los de pensamiento superior.
Desarrollar la investigación sobre la enseñanza desde la apreciación práctica de su acción,
deriva por lo tanto en una tarea, roles o características que delinean determinados
perfiles profesionales, que se centran en diversas perspectivas, y producen tareas
complementarias y suplementarias en atención a los objetivos formativos para el
desarrollo cognitivo de los estudiantes.
De manera tal, que en la medida, forma y modo como el profesor universitario entienda
las diversas perspectivas de enseñanza se definen determinados énfasis en tareas y
concepciones del proceso de enseñanza.
Estas perspectivas pueden apreciarse en el siguiente cuadro:
Enseñanza como Enseñanza como
Enseñanza como Enseñanza como producción de
entrenamiento de fomento del desarrollo
transimisión cultural cambios conceptuales
habilidades natural
Centrado en hecho Vincular la formación de
Sustentada en enfoques donde el
comprobado de que el capacidades al contenido y Apoyada en la teoría de
aprendizaje es un proceso de
hombre ha ido al contexto cultural donde Rousseau, centrada en
transformación de conocimientos.
produciendo dichas habilidades y tareas importancia y fuerza de
Características El alumno es considerado un
conocimiento. Se adquieren significación. las disciplinas naturales
principales activo procesador que asimila
puede conservar y Pretensión de del individuo. Poco
información. Centrado en
acumular transferencia universal de reflejo en la práctica
pensamientos, capacidades e
transmitiéndolo a capacidades sustentada docente universitaria
intereses del individuo.
nuevas generaciones. con teorías.
Desarrollo y entrenamiento
Transmisión a nuevas de habilidades y Facilitar el medio y los
generaciones los capacidades formales recursos para el Provocar el proceso de
cuerpos de desde la simple lectura, crecimiento y desarrollo transformación de pensamientos
Propósitos conocimiento escritura, cálculo, hasta las del individuo a partir de y creencias de los estudiantes, a
disciplinar que más complejas y de orden sus propias reglas. partir de los esquemas previos
constituyen nuestra superior, solución de Desarrollo espontáneo reconocidos en ellos.
cultura. problemas , planificación y del aprendizaje.
evaluación.
Otra
Positivista, tecnológico, Diversas denominaciones y
denominación o Tradicional. Naturalista.
racional. perspectivas derivadas.
enfoque
Conocimiento
El conocimiento es un constructo que puede ser semántico o procedimental. El
conocimiento semántico informa al sujeto, y el conocimiento procedimental provoca
cambios y transformaciones del conocimiento o de los factores del medio donde se
desarrolla el aprendizaje.
No cabe duda que el conocimiento procedimental como proceso en sí mismo, es un
operador intelectual en el logro del pensamiento en la medida que es capaz de
transformar los estímulos externos en representaciones mentales o las representaciones
mentales en otras mucho más acabadas y complejas.
Los procesos son conceptos con significados implícitos derivados de la acción que lo
identifica, la cual sigue el correspondiente procedimiento. El desarrollo práctico de los
procedimientos (conocimiento procedimental) genera habilidades del pensamiento. En
esa dirección, el proceso existe independiente del sujeto que lo ejecuta, el procedimiento
deriva de la materialización práctica del proceso y la habilidad es una facultad o capacidad
del sujeto, que requiere de aprendizajes sistemáticos e intencionales (Amestoy de
Sánchez, 2002).
Por ello, el conocimiento es, en sí mismo un proceso superior cuya estructura
procedimental implica un complejo y amplio nivel de abstracción.
La existencia de varios enfoques en la definición sobre habilidades de pensamiento de
orden superior, dependiente de las concepciones sobre el aprendizaje (procesos,
mecanismos, énfasis, factores de desarrollo desde la enseñanza y resultados) implican el
establecimiento de clasificaciones, taxonomías y jerarquizaciones diferenciadas una de
otras, por lo que no existe una univocidad terminológica y semántica absoluta.
Las habilidades de pensamiento están centradas en la idea de entender al pensamiento
como la principal capacidad mental que permite al sujeto humano la construcción y
organización del conocimiento. De tal manera, el conocimiento es el constructo derivado
del desarrollo del pensamiento, que tiene por sentido su aplicación para resolver diversas
situaciones (Velásquez Remolina y Calle, 2013).
Las habilidades de pensamiento superior, constituyen la capacidad y destreza para el
progreso de los actos / procesos mentales que permitan provocar la resolución de
problemas de manera consciente o inconsciente, derivados del acto humano de pensar, lo
que se cimienta en el conocimiento.
A partir de estos planteamientos, la taxonomía de Bloom de 1956 sirve como uno de los
primeros referentes teóricos que asumen que el aprendizaje a niveles superiores depende
de la adquisición del conocimiento y habilidades de ciertos niveles inferiores, afirmando
que los procesos educativos son globales y holísticos (Bloom, 1979).
La verdad es que el conocimiento es desde la perspectiva del pensamiento el constructo
esencial y primigenio para el desarrollo del pensamiento. Por eso es que los obstáculos en
el manejo de la información (procesamiento, recuperación y almacenaje) inciden en la
práctica intelectual de los alumnos, siendo la carencia de habilidades de pensamiento el
principal factor de incidencia que dificulta el aprendizaje. Por el contrario, el aprendizaje
se potencia desarrollando las habilidades de pensamiento, y mucho más las de orden
superior (Amestoy de Sánchez, 2002).
El pensamiento, el conocimiento, el aprendizaje y la inteligencia están enlazados en los
discursos teóricos sobre las habilidades de pensamiento de orden superior. El punto
concordante de la tétrada conceptual señalada, se encuentra en los planteamientos sobre
la inteligencia y la construcción de conocimientos, lo que deriva en la necesidad de su
estudio y los mecanismos de inducción para su desarrollo.
Lo anterior indica que la inteligencia puede considerarse como el entramado de
habilidades y capacidades mentales desarrolladas ontológicamente (interna e
intersubjetivamente) por cada uno de los sujetos humanos (normales) en un grado y
esencia particular; donde las singularidades diferenciales de la composición de tales
capacidades y su naturaleza de uso (combinación) en la construcción cultural
(conocimientos) son respuestas superiores para afrontar las realidades percibidas, lo que
permite una propia y determinada “lectura del mundo” en cada sujeto (Gardner, 1993;
Suárez, 2000).
Así, el pensamiento comporta inteligencia y esta a su vez conocimiento, sin que se puede
establecer un orden lineal absoluto y jerárquico del nivel de significancia de cada uno de
estos conceptos en su interrelación, lo que requiere de la estructura global cognitiva
humana para producirse (Conde, 2002).
Por todo lo anterior, el conocimiento en este marco conceptual de referencia (campo
teórico) es un constructo que se identifica como habilidad de pensamiento superior, dado
su condición de sustrato para el desarrollo de otros niveles superiores cognitivos y al
mismo tiempo, como una creación cultural continua, plástica y maleable, sujeta a las
disposiciones ontológicas de cada sujeto inteligente que adquiere determinados matices
diferenciales a lo largo del desarrollo de otras habilidades de pensamiento superior.
Aspectos Didácticos para su desarrollo
Desde los planteamientos de Bloom (1979), el cual ha sido mejorado por la comunidad
científica en el transcurso del tiempo, el conocimiento como habilidad de pensamiento de
orden superior se refiere a la capacidad de apropiarse de hechos universales y específicos,
procesos, esquemas, estructuras, métodos o marcos de referencia sin elaboración de
ningún género, pues todo cambio requiere un proceso de nivel superior.
El conocimiento como habilidad del pensamiento implica para el estudiante los siguientes
aspectos señalados en el cuadro:
HPOS Indicadores de habilidad
Manejar criterios (para juzgar o comprobar hechos, principios, opiniones y tipos de conducta)
.
Análisis
Esta habilidad del pensamiento, consiste en la descomposición de un problema o situación
dado en sus partes y descubrir las relaciones existentes entre ellas. La solución del
problema o situación de estudio, se desprende de las relaciones que se revelan entre los
elementos que los integran.
En esa perspectiva, la capacidad para distinguir y separar las partes de un todo hasta llegar
a conocer sus principios o elementos, con base en un plan o de acuerdo con determinado
criterio define al análisis, habilidad esencial para la vida intelectual de los sujetos
humanos.
A partir del plano intelectual, la capacidad de analizar por separado las partes que
delimitan a un todo, es útil para solucionar problemas, permitiendo la reflexión de la
situación, lo que permite determinar los factores o elementos que concurren en él, y los
que se consideran para su solución (Bloom, 1979; Velásquez Remolina y Calle, 2013).
El Análisis entonces como habilidad del pensamiento de orden superior es una capacidad
intelectual de mucho valor, en virtud de integrar diversos procesos mentales como un
todo, en el sentido de permitirle al sujeto humano desagregar e integrar las realidades,
paso esencial para procesos intelectuales mucho más acabados y complejos.
Las características que las habilidades de análisis tienen pueden apreciarse en el siguiente
cuadro.
HPOS Características
Búsqueda de la objetividad.
Actitudes de cuestionamiento.
Análisis
Utilización de vocabulario lógico y preciso.
Tal y como se aprecia en el cuadro anterior las habilidades analíticas implican un conjunto
de capacidades complejas encadenadas y estructuradas sobre la base de la integración de
procesos y conocimientos derivados. El estudiante universitario al realizar un análisis,
aprende a diferenciar, clasificar, y relacionar las presunciones, conjeturas, axiomas, o
disposiciones de una pregunta o afirmación.
En el proceso de análisis, por consiguiente las interrogantes deben tomarse en cuenta
para provocar el diseño de organizadores mentales que definen un orden en la
información, y por ende el conocimiento. Tales preguntas pueden ejemplificarse en torno
a las siguientes planteamientos: ¿Qué pasó?, ¿Cómo?, ¿Quién?, ¿Por qué?, ¿Qué?,
¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Qué pasará?; permitiendo delimitar la importancia de la
información derivada de ello o conocimiento producido y su valor en la integración con
otros conocimientos.
En conclusión, las funciones básicas del análisis o habilidades de pensamiento analíticas
desde la perspectiva didáctica son:
1. Resolución de problemas mediante la formulación de conjeturas científicas.
2. Reingeniería de “situaciones problemáticas” para encontrar otros ángulo o
perspectiva de estudio.
3. Autonomía para la toma de decisiones en dirección a recopilación de la
información.
4. Análisis de la escenario actual.
5. Indagación activa de alternativas de solución.
6. Determinación efectiva de alternativa adecuada frente a problemática.
7. Desarrollo de pensamiento propio, desarrollando sensibilización de los procesos
cognitivos, metacognitivos y actitudinales asociados con ser consciente de los
recursos y potencialidades.
8. Cognición del conocimiento, habilidades y aptitudes que se asumen en diferentes
situaciones de la vida durante el aprendizaje.
9. Impulso de habilidades del pensamiento lógico para exponer capacidades como
pensar ordenadamente, razonar, analizar, comparar, sintetizar, transferir, inferir,
deducir y construir conocimiento.
En virtud de lo anterior, las habilidades de pensamiento de análisis implican todo un
conjunto de capacidades complejas a ser potenciadas en el espacio universitario, por lo
que estas habilidades permiten pensar y actuar con claridad, precisión, rigor lógico y
epistemológico, importante para el desarrollo del pensamiento crítico, el cual
generalmente se produce en el ámbito universitario.
Aplicación
Esta habilidad del pensamiento, se circunscribe a similares principios de la comprensión,
siendo la diferencia fundamental observable la presencia y novedad de aspectos en la
tarea por realizar. Algunos investigadores actualmente la ubican dentro de las habilidades
que permiten el desarrollo de la originalidad y de propuestas, por lo que la delimitan entre
habilidades de pensamiento creativo y crítico.
La singularidad de la habilidad del pensamiento “Aplicación” está en que en los procesos
mentales requieren el uso de abstracciones en situaciones específicas y concretas.
Su forma de presentación está delimitada en torno a ideas amplias y generales,
instructivos de procedimientos o procesos generalizados. También pueden contener
aspectos (dimensiones, ideas, principios, teorías y modelos) que requieren ser
memorizados y aplicados. Su esencia operativa está en considerarse el aprendizaje como
una habilidad de pensamiento donde priman los objetivos transferibles en el ámbito
educativo (Bloom, 1979).
La solución de problemas en eventos particulares y concretos es uno de los indicadores
principales de uso de esta habilidad del pensamiento superior, lo que provoca el
desarrollo de abstracciones en concordancia con los tipos de direcciones de toma de
decisiones del sujeto y los tipos de inconvenientes enfrentados en su accionar, lo que
implica un nivel de dependencia con la singularidad con que lee el mundo.
En el mundo empresarial, la aplicación es considerada dentro de las llamadas habilidades
de pensamiento directivas, en tanto implica la construcción de la autonomía en la toma de
decisiones. Quizás sea este el carácter que le da sentido a la naturaleza singular de esta
habilidad en la operatividad, lo que subraya su importancia en los procesos formativos de
las diversas carreras del ámbito universitario.
Aspectos Didácticos para su desarrollo.
La aplicación como habilidad del pensamiento superior es concebida como parte de los
procesos mentales que dan origen a nuevas abstracciones que implican uso, manejo,
practica, intervención en determinada situación, bajo una perspectiva previamente
definida.
Tomando en consideración los aspectos generales formulados previamente, en síntesis los
indicadores de la “aplicación” como habilidad de pensamiento se aprecian en el siguiente
cuadro.
La Aplicación. Indicadores de habilidad. Fuente: Síntesis del autor a partir de Bloom, 1979; Amestoy de Sánchez, 2002.
Evaluación
Esta habilidad de pensamiento es de naturaleza critica. Un aspecto elemental de la
evaluación como habilidad de pensamiento critica implica la formulación de juicios sobre
la importancia de los materiales y métodos, en atención con propósitos definidos.
La inclusión de los juicios de acuerdo a su naturaleza (cuantitativa y cualitativa), se define
de acuerdo a criterios sugeridos y asignados previamente. Esto es, la evaluación genera
juicios en base a criterios y estándares, utilizando la comprobación y la crítica (Velásquez
Remolina y Calle, 2013).
Por consiguiente, la habilidad de pensamiento “evaluación” es de orden superior en que
implican un posicionamiento crítico (confrontación de conocimiento con criterios
culturales socialmente reconocidos) del sujeto, para lo cual necesita de valoraciones
analíticas y sintéticas, aunado a construcciones derivadas de otros procesos mentales.
Esta habilidad, implica el desarrollo del pensamiento por cuenta propia, analizando y
valorando la consistencia de las ideas propias, de lo leído, escuchado, y observado; lo que
se traduce en la valoración consciente e intencionada (interna o externa) sobre los propios
objetos de conocimiento provocados durante el proceso educativo.
Aspectos Didácticos para su desarrollo
Didácticamente esta habilidad es muy importante, por cuanto permite que el estudiante
haga toma de posición frente a las situaciones, y elabore juicios de las realidades que
necesita “leer”, comprender y significar.
Tomando en consideración los aspectos generales formulados previamente, en síntesis los
indicadores de la “Evaluación” como habilidad de pensamiento se aprecian en el siguiente
cuadro.
HPOS Indicadores de habilidad
Metacognición
Es la habilidad de pensamiento superior o capacidad intelectual de reflexionar sobre los
pensamientos propios, que incorpora la planificación previa de una tarea, el seguimiento
del proceso de desarrollo de la tarea y la autoevaluación al finalizarla. La capacidad de
reflexionar sobre los pensamientos propios implica un alto grado de conciencia de las
decisiones tomadas, pasos, secuencias y procesos en el curso de la realización de una
tarea.
Conduce, por la tanto, a la habilidad de saber cómo se aprende, es decir el aprender a
aprender y a que las personas autorregulen su propio aprendizaje. La metacognición, por
lo tanto, permite al sujeto la planificación de las estrategias, el control durante su
aplicación, además de su evaluación (definición de aciertos y errores) y los mecanismos de
búsqueda de nuevas rutas, mecanismos, acciones o situaciones de aprendizaje.
La metacognición como habilidad requiere que el sujeto conozca su propia cognición
(habilidad más compleja de las de orden superior) y por lo tanto, implica la toma de
conciencia de las formas como se aprende y el sentido del aprendizaje. Las tareas
metacognitivas derivadas entonces, se centran en la planificación, supervisión y
evaluación de los procesos cognitivos, como parte del autoconocimiento y autocontrol del
aprendizaje.
Aspectos Didácticos para su desarrollo
El profesor debe comprender la importancia de crear las condiciones didácticas para que
el alumno adquiera el conocimiento metacognitivo y la autorregulación, considerados los
procesos fundamentales para el desarrollo de la metacognición (Correa, Castro y Lira,
2002).
Las estrategias didácticas requieren el desarrollo de estrategias cognitivas que tengan
como fin que el estudiante haga la relectura y discriminación comunicativa de los procesos
que conllevan a su aprendizaje, es decir, supervise su propio progreso de aprendizaje
(autocuestionamiento) (Amestoy de Sánchez, 2002).
Es importante considerar que cada estudiante posee ya algunos puntos de vista
metacognitivos (cosmovisiones y/o preconcepciones), las cuales pueden favorecer o
dificultar el aprendizaje, algunas veces de forma inconsciente. Por ello, dependiendo de
las estrategias didácticas utilizadas por los profesores durante la enseñanza, se debe
generar el estímulo o desestimulo de las tendencias metacognitivas de los alumnos.
Tomando en consideración los aspectos generales formulados previamente, en síntesis los
indicadores de la “Metacognición como habilidad de pensamiento se aprecian en el
siguiente cuadro.
Metacognición Supervisión activa del proceso de aprendizaje, regulado a partir de toma de conciencia
sobre lo que tiene más dificultad en aprender algo.
Comprender la necesidad de verificación por segunda vez para aceptar un hecho, entre
otros; relación con los objetos o datos cognitivos sobre los que se actúa al servicio de
alguna meta u objetivo concreto.
Glosario
Cognición:
Se entiende como el funcionamiento intelectual de la mente humana referida a recordar,
comprender, focalizar la atención y procesar la información (Condemarín, 1995:94).
Metacognición:
Es el conocimiento y la regulación de los propios procesos cognitivos al realizar una
actividad determinada (Álvarez y Bisquerra, 1996:153).
Autocuestionamiento:
Se refiere a la capacidad (dentro de la metacognición) de autoevaluación crítica que
realiza el sujeto sobre los procesos de aprendizaje para comprenderlo, analizarlo y
revisarlo para su mejora.
Autorregulación:
Define la capacidad intelectual humana de ajustar las propias condiciones del aprendizaje
que está desarrollando, tomando en cuenta el autocuestionamiento, como parte de la
metacognición.
Habilidades de pensamiento de orden superior:
Son las habilidades o capacidades cognitivas derivada del uso de procesos mentales
superiores que implican niveles de abstracción, complejidad y desarrollo de
conocimientos en función a tareas intelectuales complejas que permiten al sujeto
construir, organizar y delimitar su conocimiento, para darle uso en diversas situaciones,
generalmente en la resolución de problemas, los cuales se desarrollan con la práctica
consciente o inconsciente y se relacionan con el acto de pensar del ser humano.
Inteligencia:
Se considera como el entramado de habilidades y capacidades mentales desarrolladas
ontológicamente por cada uno de los sujetos humanos en un grado y esencia particular,
para afrontar la realidad desde la construcción de conocimiento a partir de las
singularidades con que percibe y se apropia del mismo, como una respuesta superior de
especie capaz de transformar la realidad.
Pensamiento:
Cualidad humana y/o capacidad inherente de los sujetos humanos para la formación de
ideas, representaciones de la realidad en su mente, relacionadas una con otras, y que dan
lugar a la construcción cultural del conocimiento como una abstracción.
Perspectiva de Enseñanza:
Son los diversos enfoques o formas de cómo el profesor concibe su acción docente frente
al proceso de enseñanza y depende de múltiples escuelas o comunidades científicas
dentro de la pedagogía y la didáctica y los campos relativos al pensamiento, la inteligencia,
el aprendizaje y al conocimiento.
Conocimiento:
Constructo humano producto de la creación cultural continua, plástica y maleable, sujeta
a las disposiciones ontológicas de cada sujeto inteligente. Implica la construcción de la
relación representativa entre el sujeto que conoce y el objeto conocido, por lo tanto
facultad humana para comprender por medio de la razón la información y adquirirla en
atención a su propia naturaleza, cualidad y relación con las cosas.
Taxonomía de habilidades:
Clasificación u ordenamiento que delimita el conjunto de habilidades de orden primario o
superior en atención a determinados criterios (psicológicos, epistémicos, pedagógicos,
didácticos) establecidos por el autor/es con una finalidad educativa (evaluación,
enseñanza, aprendizaje, etc.) y dentro de un marco referencial teórico. La más reconocida:
la Taxonomía de Bloom (1956).
Desarrollo Epistemológico:
Indica el proceso de evolución del conocimiento dentro de una ciencia o disciplina, o la
fructificación de nuevos conocimientos dentro de un campo de estudio provocado por la
investigación o por el convenimiento de una comunidad académica en atención a su uso.