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PDF. Atención A Las Unidades de Convivencia. Tema 1-1
PDF. Atención A Las Unidades de Convivencia. Tema 1-1
Unidades de
convivencia
1
/ 1. Introducción y contextualización práctica 3
/ 2. Unidades de convivencia 4
/ 6. Modelos de convivencia 7
/ 13. Bibliografía 12
/ 2. Unidades de convivencia
La unidad de convivencia es el conjunto de personas que residen de manera habitual y permanente en una vivienda,
independientemente de la relación existente entre todos ellos/as. Ésta tiende a ser un grupo fundamental de la
sociedad, así como influyente en el bienestar de las personas.
La familia es el centro de todas las sociedades y ha sido la principal unidad de convivencia. Sin embargo, se han
producido una serie de cambios culturales y sociales que han modificado profundamente la composición y
el funcionamiento de las familias occidentales en las últimas décadas. Algunos de estos eventos producidos,
resumidamente son:
• Tendencias demográficas. Por ejemplo, descenso de la natalidad, aumento de la media de edad de la mujer
para tener su primer hijo/a, disminución constante de nupcialidad, aumento de la esperanza de vida y el
envejecimiento y redefinición de los roles de hombre y mujer en la pareja.
• Hechos y tendencias culturales. La cultura familiar española está evolucionando hacia un aumento de libertad
individual en cuanto a proyectos de convivencia y tendencia al igualitarismo en las relaciones de pareja.
De este modo, han surgido nuevas unidades de convivencia que estudiaremos a lo largo de este módulo.
1. Unidades de convivencia familiares. Se forman cuando la convivencia depende de la voluntad de las personas.
Es el modelo más básico de organización social, sin embargo, ésta se sigue modificando y evolucionando a
nuevos modelos debido a los cambios socioculturales.
2. Unidades de convivencia no familiares. Se forman cuando depende de la sociedad. Son recursos o instituciones, ya
sean públicas o privadas, que surgen para responder a necesidades sociales. Por ejemplo, residencias o pisos tutelados.
Debemos distinguir dos términos fundamentales en este tema, familia y hogar, ya que no hay que confundirlos.
La familia está formada por un grupo de personas con vínculos afectivos que pueden estar determinados por la
sangre o la ley. El hogar se define como el lugar donde una persona, o grupo de personas habitan. Podemos ver la
convivencia como un ejercicio de educación en forma de valores, orientadas a construir y utilizar experiencias de
modo pacífico en relación con el otro, en los diversos espacios de convivencia.
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
/5 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional
Hay múltiples definiciones para el concepto de valores, según González Radío (2000), los valores son una cualidad
o conjunto de cualidades que hacen que una persona o cosa sea apreciada.
1. Centros residenciales
Son lugares destinados al alojamiento, temporal o permanente, donde se ofrecen programas y servicios de
intervención acorde a las necesidades de las personas. La finalidad de los centros residenciales se puede resumir
en: mejora de la calidad de vida y promoción de la autonomía personal, ofrecer servicios continuados de carácter
personal, psicólogo, terapéutico, sanitario y social y asistir en las ABVD (actividades básicas de la vida diaria).
2. Viviendas tuteladas
Las viviendas tuteladas ofrecen un servicio a la comunidad para personas en situación de vulnerabilidad y que
requieran supervisión o apoyo de manera limitada o intermitente, fomentando así su autonomía. Éstas suelen estar
ubicadas en zonas normalizadas, favoreciendo el acceso a los servicios requeridos y facilitando la integración en la
sociedad de manera autónoma. La finalidad de los pisos/ viviendas tuteladas son las siguientes: ofrecer apoyo
psicológico y vital a las personas en un hogar estable y normalizado, contribuir con el aprendizaje práctico de la vida
autónoma, favorecer con la consolidación de la vida laboral y hábitos de higiene y convivencia, ayudar a construir
lazos relacionales y ayudar a la autoadministración económica.
3. Centros de acogida
Son lugares de residencia, con carácter temporal, que tienen la finalidad de acoger a personas en situación de
vulnerabilidad, para dar respuesta a sus necesidades sociales. En casos urgentes, los centros de acogida tienen como
finalidad dar respuesta inmediata a problemas sociales. Los objetivos generales de los centros de acogida se pueden
resumir en los siguientes: ofrecer protección ante una situación de amenaza contra la integridad de la persona,
favorecer la integración social y la normalización ante una situación de vulnerabilidad, trabajar hacia las habilidades
de autonomía personal, relacional, formativa, laboral y económica, favorecer los vínculos familiares y relacionales y
trabajar con servicios especializados para la consecución de la inserción social de la persona.
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
Atención a las unidades de convivencia /6
Comunicación.
La comunicación hace referencia a los intercambios e interacciones que se pueden producir entre los miembros de
una unidad de convivencia. La forma en la que nos comuniquemos, influirá en el tipo de relaciones que establezcamos
con los miembros de la unidad de convivencia, por lo que se deben de cuidar las habilidades comunicativas y de
resolución de conflictos. Cuando la falta de comunicación o la comunicación es deficiente, puede dar lugar a
confrontaciones. Según Agudelo (2005), existen diferentes estilos comunicativos que pueden influir negativamente
en las relaciones de los miembros de la unidad de convivencia:
• Comunicación dañada: las interacciones entre los miembros se caracterizan por las críticas, recriminaciones,
ofensas, etc.
• Comunicación desplazada: resulta necesaria la presencia de una tercera persona para mediar cuando se
muestran incapaces de solventar sus diferencias.
Límites y normas.
Resultan necesarios e imprescindibles para moldear los comportamientos que tienen lugar en las unidades de
convivencia, por lo que resulta de gran importancia, establecer unas normas que regulen la convivencia y unos
límites para que se conozcan las conductas adecuadas e inadecuadas. Las normas se caracterizan por su evolución
conforme avanza el ciclo vital, adaptándose a las necesidades, demandas y exigencias.
Los límites permiten que cada persona desempeñe su rol, logrando una interacción adecuada con el resto de
miembros. Es necesario que los límites sean claros, flexibles y explícitos, y que las normas de convivencia, reparto de
tareas, etc. queden consensuados para su cumplimiento.
Roles.
Según Peña, Tercero y Fernández (2017), los roles se definen como la función o el papel que desempeña una
persona, es decir el comportamiento que debe tener y que viene delimitado por las reglas y normas del sistema al
que pertenece. Cada integrante de la unidad de convivencia ejerce un rol u otro, en función de las expectativas que
se esperan de él/ella, en función de su conducta y comportamiento, así como las consecuencias de no desempeñar
de forma adecuada sus funciones.
/ 6. Modelos de convivencia
Atendiendo a la clasificación realizada por Peña, Tercero y Fernández (2017), destacaremos los siguientes modelos:
• Modelo permisivo: caracterizado por la falta de autoridad y jerarquía, ausencia de límites, normas, etc. No
existe disciplina, las reglas se negocian y las conductas inapropiadas no suelen tener consecuencias. En
muchas de las ocasiones, la finalidad es evitar conflictos.
• Modelo inestable: marcado por la confusión de límites, normas y roles, haciendo incoherente la dinámica
en la unidad de convivencia. Genera conductas inestables, inseguras y desconfianza, junto con una escasa
habilidad para expresar necesidades y emociones y para resolver conflictos.
• Modelo estable: se desarrolla la dinámica de forma correcta y adecuada, con una clara diferenciación de
límites y normas, buena comunicación, resolución de conflictos, fomento de la autonomía, etc.
Investigamos...
En el libro Hiperpaternidad, de Eva Millet, aparecen dos tipos de padres
(helicóptero y apisonadora), ¿De qué tratan estos dos modelos de
convivencia?
A la hora de intervenir con unidades de convivencia que están atravesando una situación problemática o de difícil
solución, debemos de tener en cuenta que es una situación transitoria, inherente al ser humano y que puede
desestabilizar a algún miembro de la unidad de convivencia. La forma en la que las diferentes personas o miembros de
una unidad de convivencia pueden hacer frente a las problemáticas dependen de múltiples factores como pueden ser:
• Factores personales: características individuales de cada persona, edad, sexo, nivel socioeducativo, cultura,
experiencias vividas, aprendizajes, redes de apoyo, etc.
• Factores circunstanciales: relacionados con el tipo de acontecimiento ocurrido, intensidad, causas que lo
provocan, importancia, duración, disponibilidad de recursos al alcance, etc.
• Factores derivados: todos aquellos aspectos causados por la misma crisis o problemática que suponen
pérdidas, ya sean materiales, personales o emocionales.
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
Atención a las unidades de convivencia /8
Para que los miembros de la unidad de convivencia puedan superar las problemáticas que se pueden ocasionar,
debemos de fomentar la resiliencia entre sus miembros, aprendiendo y poniendo en práctica habilidades y
competencias como la responsabilidad, autonomía, resolución de conflictos, autocontrol, habilidades comunicativas
y, empatía, entre otras.
Recuerda...
Debemos de fomentar la resiliencia entre los miembros de la unidad
de convivencia para hacer frente y superar las dificultades que puedan
producirse.
En gran medida, dependerá de la manera en la que la persona afronte el acontecimiento o problemática, por lo que
debemos de tener en cuenta una serie de acontecimientos que puedan favorecer el proceso de superación, como
pueden ser:
• Percepción de la realidad: es imprescindible afrontar los hechos acontecidos y sentimientos de forma realista
y natural para facilitar la superación. De no ser así, la persona se alejaría de la realidad y resultaría más difícil
percibir la realidad de forma real y concreta.
• Poner en marcha las propias capacidades: tener una buena percepción de la realidad junto con el apoyo
relacional no sirve de mucho si la persona no responde de forma adecuada a las circunstancias y no pone
en acción sus propias capacidades para superar la situación con éxito. Resultará de gran importancia saber
afrontar el problema y mantener una actitud positiva para lograr la superación y el cambio esperado.
Sabías que...
La película “Fuerte Apache”, muestra la dinámica y convivencia, en una
unidad de convivencia no familiar, así como el papel de profesionales del
ámbito social en la actuación con los menores.
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
/9 MEDAC · Instituto Oficial de Formación Profesional
Como integradores o integradoras sociales debemos tratar siempre de trabajar con las familias, y personas para
normalizar su funcionamiento y resolver sus necesidades.
Las competencias del integrador/a social recogidas en el R.D.1074/2012, en el que se establece el Título de Técnico
Superior en Integración Social y se fijan sus enseñanzas mínimas, se basan en:
Nudo: Como integrador/a social, tienes que intervenir para entablar relaciones sociales positivas que conlleven a un
impacto positivo en el bienestar de los habitantes.
Entre las actividades a realizar se sugiere que los habitantes del piso
plantearan que es lo que ellos saben hacer en beneficio del piso. De esta
forma, se facilitará que se establezcan relaciones sociales y trabajaremos
sobre muchas de las necesidades detectadas. Fig.7. Piso tutelado de inmigrantes
Se podrán hacer charlas informales acompañada de talleres dinámicos sobre las distintas culturas, sin olvidar la
importancia de establecer normas de convivencia.
Desenlace: Pepe está demostrando tener un modelo estricto de convivencia, ya que su comportamiento se caracteriza
por la autoridad ejercida sobre su hijo. Hay un alto nivel de exigencia respecto a las conductas, comportamientos y
normas (inflexibilidad en los límites fijados). Los roles suelen ser rígidos y estereotipados.
Algunos otros modelos de convivencia estudiados son: modelo protector, modelo permisivo, modelo inestable y
modelo estable.
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
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• Modelo protector: cuando un menor solicita a su figura de referencia mayor libertad o poder salir con sus
amigos y se le niega por miedo a que le pase algo.
• Modelo permisivo: cuando no existen límites ni normas que regulen una convivencia (horas de llegada,
horarios de comida, obligación de realizar tareas del hogar, etc.) o cuando estos límites y normas no se
imponen para evitar conflictos que puedan producirse, por ejemplo, no obligar a recoger la mesa después de
comer para evitar discutir con mi hijo/a.
• Modelo inestable: cuando existe confusión de límites, normas y roles, provocan incoherencia y confusión
en la forma de actuación. Por ejemplo: si mis padres se enfadan mucho conmigo por haber suspendido un
examen y a la semana siguiente me hacen un regalo, habiendo sacado malas notas, en próximas ocasiones no
voy a saber cómo van a reaccionar lo que provocará confusión para expresar necesidades.
• Modelo estable: clara diferenciación de límites y normas, y buena comunicación. Fomenta las habilidades
comunicativas, la resolución de conflictos y la mayor autonomía.
La dinámica en las unidades de convivencia, como pueden ser la comunicación, límites, normas y roles, pueden ser
de gran importancia para lograr una plena estabilidad, haciendo un uso adecuado en los modelos de convivencia, así
como en la resolución de cualquier tipo de problemática que pueda producirse.
Unidades de convivencia
UNIDADES DE
La dinámica en las unidades de convivencia
CONVIVENCIA
Modelos de convivencia
• Tendencias demográficas. Por ejemplo, descenso de la natalidad, aumento de la media de edad de la mujer
para tener su primer hijo/a, disminución constante de nupcialidad, aumento de la esperanza de vida y el
envejecimiento y redefinición de los roles hombre y mujer en la pareja.
Familiar y no familiar. Por ejemplo: pisos tutelados, centros de acogida, centros residenciales, centros penitenciarios,
alojamiento de baja exigencia, pisos supervisados, albergues para trabajadores temporeros, casas de acogida,
centros de emergencia, centros de internamiento y centros de emergencia. La convivencia familiar la estudiaremos
en el próximo tema.
/ 13. Bibliografía
Pastor Ramos, Gerardo (2002). La familia en España. Sociología de un cambio. Salamanca: Ediciones Sígueme.
Touriñán López, Jose Manuel (2008). Educación en Valores, Educación Intercultural y Formación para la Convivencia.
Vélez Valero, Rosi y Fernández Garrido, Mº Llanos (2003) Servicios a la comunidad. Volumen 1. Integración social. Editorial
MAD, S. L.
Rodríguez, P., La atención integral centrada en la persona. Principios y criterios que fundamentan un modelo de intervención en
discapacidad, envejecimiento y dependencia. Serie: Informes Portal Mayores.
Linares, Esperanza (1997) Futuro abierto: proyecto transnacional con familias excluidas y colectivos sin techo. Dosier Cáritas
Española.
Peña, G., Tercero, R. y Labián B. (2017). Atención a las Unidades de Convivencia. Madrid: Síntesis.
Sorribas, B., Villuendas, C. y Ramos, E. (2004). Atención a las Unidades de Convivencia. Madrid: Altamar.