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ATENCIÓN A LAS UNIDADES DE CONVIVENCIA

Unidades de
convivencia

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/ 1. Introducción y contextualización práctica 3

/ 2. Unidades de convivencia 4

/ 3. Tipos de unidades de convivencia 4

/ 4. Unidades de convivencia no familiares 5

/ 5. La dinámica en las unidades de convivencia 6

/ 6. Modelos de convivencia 7

/ 7. Problemáticas en las unidades de convivencia 7

/ 8. Resolución de las crisis en las unidades de convivencia 8

/ 9. El técnico superior en integración social en la intervención en


las unidades de convivencia 9

/ 10. Caso práctico 1: “Construyendo pilares de convivencia” 10

/ 11. Caso práctico 2: “Modelo de convivencia de Pepe y Raúl” 10

/ 12. Resumen y resolución del caso práctico de la unidad 11

/ 13. Bibliografía 12

© MEDAC ISBN: 978-84-18983-49-8


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Definir el termino de unidades de convivencia.

Identificar las distintas unidades de convivencia.

Conocer la intervención del técnico superior para una convivencia pacífica.

/ 1. Introducción y contextualización práctica


En este tema vamos a analizar los cambios producidos en nuestra sociedad
y como éstos han influido en la creación de distintos tipos de unidades de
convivencia. Por otro lado, analizaremos las claves más importantes para
una convivencia sostenible y cómo actuar desde el rol de integradoras e
integradores sociales respondiendo a las necesidades de las personas.

A continuación, vamos a plantear un caso práctico a través del cual podremos


aproximarnos de forma práctica a la teoría de este tema.

Escucha el siguiente audio donde planteamos la contextualización práctica


de este tema, encontrarás su resolución en el apartado de Resumen y Fig.1. Representación de unidades de
resolución del caso práctico. convivencia

Audio Intro. “La abuela de Susana”


https://bit.ly/2OIDYSg
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
Atención a las unidades de convivencia /4

/ 2. Unidades de convivencia
La unidad de convivencia es el conjunto de personas que residen de manera habitual y permanente en una vivienda,
independientemente de la relación existente entre todos ellos/as. Ésta tiende a ser un grupo fundamental de la
sociedad, así como influyente en el bienestar de las personas.

Las unidades de convivencia pueden estar formadas por lazos de parentesco,


afinidad o amistad. Los/as residentes suelen tener objetivos comunes,
compartir el tiempo libre y/o socializarse de manera conjunta.

Cuando se realiza una intervención social es relevante conocer la unidad


familiar de cada miembro, ya que todas las personas pertenecemos a
una y ésta tiene un impacto sociocultural. A su vez, conocer la unidad de
convivencia de las personas con las que trabajamos nos permitirá saber
los recursos con los que contamos en cada comunidad para satisfacer las Fig.2. Representación de mujeres en el
necesidades de los usuarios/as. mercado laboral

La familia es el centro de todas las sociedades y ha sido la principal unidad de convivencia. Sin embargo, se han
producido una serie de cambios culturales y sociales que han modificado profundamente la composición y
el funcionamiento de las familias occidentales en las últimas décadas. Algunos de estos eventos producidos,
resumidamente son:

• La incorporación masiva de la mujer al mercado laboral.

• Tendencias demográficas. Por ejemplo, descenso de la natalidad, aumento de la media de edad de la mujer
para tener su primer hijo/a, disminución constante de nupcialidad, aumento de la esperanza de vida y el
envejecimiento y redefinición de los roles de hombre y mujer en la pareja.

• Hechos y tendencias culturales. La cultura familiar española está evolucionando hacia un aumento de libertad
individual en cuanto a proyectos de convivencia y tendencia al igualitarismo en las relaciones de pareja.

• Avances científicos que han permitido el control de la natalidad.

• La emigración de españoles y la inmigración de personas extranjeras.

De este modo, han surgido nuevas unidades de convivencia que estudiaremos a lo largo de este módulo.

/ 3. Tipos de unidades de convivencia


Las unidades de convivencia pueden estar vinculadas a lazos familiares o no, por eso podemos diferenciar dos grupos
esenciales:

1. Unidades de convivencia familiares. Se forman cuando la convivencia depende de la voluntad de las personas.
Es el modelo más básico de organización social, sin embargo, ésta se sigue modificando y evolucionando a
nuevos modelos debido a los cambios socioculturales.

2. Unidades de convivencia no familiares. Se forman cuando depende de la sociedad. Son recursos o instituciones, ya
sean públicas o privadas, que surgen para responder a necesidades sociales. Por ejemplo, residencias o pisos tutelados.

Debemos distinguir dos términos fundamentales en este tema, familia y hogar, ya que no hay que confundirlos.
La familia está formada por un grupo de personas con vínculos afectivos que pueden estar determinados por la
sangre o la ley. El hogar se define como el lugar donde una persona, o grupo de personas habitan. Podemos ver la
convivencia como un ejercicio de educación en forma de valores, orientadas a construir y utilizar experiencias de
modo pacífico en relación con el otro, en los diversos espacios de convivencia.
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Para ello se debe de reconocer y aceptar a los demás miembros de la unidad.


La educación en valores, la educación intercultural y la formación para la
convivencia pacífica son tres claves para la educación en sociedades abiertas
y complejas. La formación para una convivencia pacífica es un ejercicio de
educación en valores, tiene sentido interdisciplinar, y afecta de manera
compartida a la familia, escuela y sociedad civil (Touriñan López, José
Manuel- 2008).

Cuando existe una situación conocida como riesgo de exclusión social, en


la que existen problemas, conflictos o surgen necesidades, los profesionales
de la intervención social juegan un importante papel para mediar por una
convivencia sostenible basada en valores. Para ello, conviene tener presente Fig.3. Representación de un valor muy
que los valores son enseñables, elegibles y realizables. importante, la tolerancia

Hay múltiples definiciones para el concepto de valores, según González Radío (2000), los valores son una cualidad
o conjunto de cualidades que hacen que una persona o cosa sea apreciada.

/ 4. Unidades de convivencia no familiares


Existen diferentes unidades de convivencia no familiares, cada vez más
comunes por el cambio de sociedad progresivo. Algunas de sus características
comunes son las siguientes: intervención individualizada y especializada,
equipo multidisciplinar y coordinación para la atención de las personas,
creación de ambientes afectivos, promoción de la independencia, habilitación
de espacios que permitan la privacidad de los residentes y consideración de las
necesidades específicas de los usuarios/as. En este apartado vamos a analizar
las principales características de algunas de las unidades de convivencia no
familiares que han surgido, para solventar problemas sociales. Fig.4. Recursos residenciales

1. Centros residenciales

Son lugares destinados al alojamiento, temporal o permanente, donde se ofrecen programas y servicios de
intervención acorde a las necesidades de las personas. La finalidad de los centros residenciales se puede resumir
en: mejora de la calidad de vida y promoción de la autonomía personal, ofrecer servicios continuados de carácter
personal, psicólogo, terapéutico, sanitario y social y asistir en las ABVD (actividades básicas de la vida diaria).

2. Viviendas tuteladas

Las viviendas tuteladas ofrecen un servicio a la comunidad para personas en situación de vulnerabilidad y que
requieran supervisión o apoyo de manera limitada o intermitente, fomentando así su autonomía. Éstas suelen estar
ubicadas en zonas normalizadas, favoreciendo el acceso a los servicios requeridos y facilitando la integración en la
sociedad de manera autónoma. La finalidad de los pisos/ viviendas tuteladas son las siguientes: ofrecer apoyo
psicológico y vital a las personas en un hogar estable y normalizado, contribuir con el aprendizaje práctico de la vida
autónoma, favorecer con la consolidación de la vida laboral y hábitos de higiene y convivencia, ayudar a construir
lazos relacionales y ayudar a la autoadministración económica.

3. Centros de acogida

Son lugares de residencia, con carácter temporal, que tienen la finalidad de acoger a personas en situación de
vulnerabilidad, para dar respuesta a sus necesidades sociales. En casos urgentes, los centros de acogida tienen como
finalidad dar respuesta inmediata a problemas sociales. Los objetivos generales de los centros de acogida se pueden
resumir en los siguientes: ofrecer protección ante una situación de amenaza contra la integridad de la persona,
favorecer la integración social y la normalización ante una situación de vulnerabilidad, trabajar hacia las habilidades
de autonomía personal, relacional, formativa, laboral y económica, favorecer los vínculos familiares y relacionales y
trabajar con servicios especializados para la consecución de la inserción social de la persona.
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Atención a las unidades de convivencia /6

/ 5. La dinámica en las unidades de convivencia


Para Torres, Ortega, Garrido y Reyes (2008), la dinámica familiar es el conjunto de las relaciones y vínculos
marcados por la cooperación, interacciones, ejercicio de poder, toma de decisiones y conflictos, que surgen entre
los miembros del sistema familiar. Esta dinámica también es posible en unidades de convivencia no familiares ya
que las relaciones entre los miembros se han de regir por unas normas de convivencia, límites, normas y buena
comunicación.

Comunicación.

La comunicación hace referencia a los intercambios e interacciones que se pueden producir entre los miembros de
una unidad de convivencia. La forma en la que nos comuniquemos, influirá en el tipo de relaciones que establezcamos
con los miembros de la unidad de convivencia, por lo que se deben de cuidar las habilidades comunicativas y de
resolución de conflictos. Cuando la falta de comunicación o la comunicación es deficiente, puede dar lugar a
confrontaciones. Según Agudelo (2005), existen diferentes estilos comunicativos que pueden influir negativamente
en las relaciones de los miembros de la unidad de convivencia:

• Comunicación bloqueada: escasez de diálogo.

• Comunicación dañada: las interacciones entre los miembros se caracterizan por las críticas, recriminaciones,
ofensas, etc.

• Comunicación desplazada: resulta necesaria la presencia de una tercera persona para mediar cuando se
muestran incapaces de solventar sus diferencias.

Límites y normas.

Resultan necesarios e imprescindibles para moldear los comportamientos que tienen lugar en las unidades de
convivencia, por lo que resulta de gran importancia, establecer unas normas que regulen la convivencia y unos
límites para que se conozcan las conductas adecuadas e inadecuadas. Las normas se caracterizan por su evolución
conforme avanza el ciclo vital, adaptándose a las necesidades, demandas y exigencias.

Los límites permiten que cada persona desempeñe su rol, logrando una interacción adecuada con el resto de
miembros. Es necesario que los límites sean claros, flexibles y explícitos, y que las normas de convivencia, reparto de
tareas, etc. queden consensuados para su cumplimiento.

Roles.

Según Peña, Tercero y Fernández (2017), los roles se definen como la función o el papel que desempeña una
persona, es decir el comportamiento que debe tener y que viene delimitado por las reglas y normas del sistema al
que pertenece. Cada integrante de la unidad de convivencia ejerce un rol u otro, en función de las expectativas que
se esperan de él/ella, en función de su conducta y comportamiento, así como las consecuencias de no desempeñar
de forma adecuada sus funciones.

Audio 1. “Tipos de roles”


https://bit.ly/3tlqPAm
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/ 6. Modelos de convivencia
Atendiendo a la clasificación realizada por Peña, Tercero y Fernández (2017), destacaremos los siguientes modelos:

• Modelo estricto: se caracteriza por la autoridad ejercida. Hay un


alto nivel de exigencia respecto a las conductas, comportamientos
y normas (inflexibilidad en los límites fijados). Los roles suelen ser
rígidos y estereotipados.

• Modelo protector: sobreprotección ejercida por parte de la figura de


referencia que conlleva a una dependencia, así como la existencia de
dificultades para lograr la autonomía y desarrollo. El resultado es una
mayor dependencia e inmadurez en el desarrollo, con dificultades Fig.5. Representación de una unidad de
para tomar decisiones y con baja tolerancia a la frustración. convivencia no familiar

• Modelo permisivo: caracterizado por la falta de autoridad y jerarquía, ausencia de límites, normas, etc. No
existe disciplina, las reglas se negocian y las conductas inapropiadas no suelen tener consecuencias. En
muchas de las ocasiones, la finalidad es evitar conflictos.

• Modelo inestable: marcado por la confusión de límites, normas y roles, haciendo incoherente la dinámica
en la unidad de convivencia. Genera conductas inestables, inseguras y desconfianza, junto con una escasa
habilidad para expresar necesidades y emociones y para resolver conflictos.

• Modelo estable: se desarrolla la dinámica de forma correcta y adecuada, con una clara diferenciación de
límites y normas, buena comunicación, resolución de conflictos, fomento de la autonomía, etc.

Investigamos...
En el libro Hiperpaternidad, de Eva Millet, aparecen dos tipos de padres
(helicóptero y apisonadora), ¿De qué tratan estos dos modelos de
convivencia?

/ 7. Problemáticas en las unidades de convivencia


Los conflictos y las diferentes problemáticas que se puedan producir en las unidades de convivencia ocasionan
desequilibrios y alteraciones en el funcionamiento y dinámica de la convivencia, pero también son una gran
oportunidad de mejora de destrezas, habilidades y competencias, que posibilitan el fortalecimiento de las personas
y las relaciones entre sus miembros.

A la hora de intervenir con unidades de convivencia que están atravesando una situación problemática o de difícil
solución, debemos de tener en cuenta que es una situación transitoria, inherente al ser humano y que puede
desestabilizar a algún miembro de la unidad de convivencia. La forma en la que las diferentes personas o miembros de
una unidad de convivencia pueden hacer frente a las problemáticas dependen de múltiples factores como pueden ser:

• Factores personales: características individuales de cada persona, edad, sexo, nivel socioeducativo, cultura,
experiencias vividas, aprendizajes, redes de apoyo, etc.

• Factores circunstanciales: relacionados con el tipo de acontecimiento ocurrido, intensidad, causas que lo
provocan, importancia, duración, disponibilidad de recursos al alcance, etc.

• Factores derivados: todos aquellos aspectos causados por la misma crisis o problemática que suponen
pérdidas, ya sean materiales, personales o emocionales.
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
Atención a las unidades de convivencia /8

Para que los miembros de la unidad de convivencia puedan superar las problemáticas que se pueden ocasionar,
debemos de fomentar la resiliencia entre sus miembros, aprendiendo y poniendo en práctica habilidades y
competencias como la responsabilidad, autonomía, resolución de conflictos, autocontrol, habilidades comunicativas
y, empatía, entre otras.

Recuerda...
Debemos de fomentar la resiliencia entre los miembros de la unidad
de convivencia para hacer frente y superar las dificultades que puedan
producirse.

/ 8. Resolución de las crisis en las unidades de convivencia


Según Sorribas, Villuendas y Ramos (2004), las crisis son un proceso temporal, es decir, limitado en el tiempo y debemos
de ser pacientes para alcanzar el equilibrio futuro. Debemos de tener en cuenta que este proceso no siempre es un
proceso rápido y efectivo.

En gran medida, dependerá de la manera en la que la persona afronte el acontecimiento o problemática, por lo que
debemos de tener en cuenta una serie de acontecimientos que puedan favorecer el proceso de superación, como
pueden ser:

• Percepción de la realidad: es imprescindible afrontar los hechos acontecidos y sentimientos de forma realista
y natural para facilitar la superación. De no ser así, la persona se alejaría de la realidad y resultaría más difícil
percibir la realidad de forma real y concreta.

• Buscar y encontrar apoyo: en momentos de crisis, problemas o


dificultades un hecho natural es apoyarse en nuestras redes de apoyo
más cercanas y buscar la ayuda que el entorno más inmediato nos
pueda facilitar. Si encontramos los apoyos necesarios, alcanzaremos un
equilibrio necesario para afrontar con éxito el momento de dificultad.
Del mismo modo, percibimos la importancia de mantener un círculo
relacional satisfactorio donde acudir en momentos necesarios.
Cuando se da el caso contrario, y no se busca o no se encuentra el
apoyo que se necesita, los desequilibrios, crisis y problemáticas Fig.6. Escena de la película “Fuerte Apache”
pueden ir en aumento, a la misma vez que también pueden aumentar de intervención con menores en una unidad de
los problemas emocionales. convivencia no familiar

• Poner en marcha las propias capacidades: tener una buena percepción de la realidad junto con el apoyo
relacional no sirve de mucho si la persona no responde de forma adecuada a las circunstancias y no pone
en acción sus propias capacidades para superar la situación con éxito. Resultará de gran importancia saber
afrontar el problema y mantener una actitud positiva para lograr la superación y el cambio esperado.

Sabías que...
La película “Fuerte Apache”, muestra la dinámica y convivencia, en una
unidad de convivencia no familiar, así como el papel de profesionales del
ámbito social en la actuación con los menores.
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/ 9. El técnico superior en integración social en la


intervención en las unidades de convivencia
La intervención social en las unidades de convivencia tiene la finalidad de favorecer las condiciones vitales
de sus miembros, fortaleciendo las unidades de convivencia, para prevenir nuevas situaciones de exclusión y
desestructuración social. Dos elementos claves para ello son:

1. El análisis de las necesidades existentes.

2. El conocimiento y la utilización de los recursos disponibles.

Como integradores o integradoras sociales debemos tratar siempre de trabajar con las familias, y personas para
normalizar su funcionamiento y resolver sus necesidades.

Las competencias del integrador/a social recogidas en el R.D.1074/2012, en el que se establece el Título de Técnico
Superior en Integración Social y se fijan sus enseñanzas mínimas, se basan en:

1. La programación, organización, evaluación de intervenciones de integración social.

2. Organizar y supervisar las actividades de atención a unidades de convivencia.

3. Entrenar al asistido en la adquisición de habilidades de autonomía y personal.

Para ello nos basamos en:

• Métodos y procedimientos de programación y evaluación de intervenciones sociales.

• Psicología del aprendizaje y técnicas de análisis conductual y modificación de conducta.

• Técnicas de registro de información y análisis de datos relacionados con la integración social.

• Metodología y estrategias de intervención social.

• Conocimiento y utilización de recursos disponibles.

• Entrenamiento de las habilidades sociales.

• Proceso de integración social.

• Técnicas de intervención en situaciones de emergencia.

• Organización de recursos humanos.

• Coordinación con otros profesionales técnicos.

Video 1. “Análisis del Real Decreto


1074/2012”
https://bit.ly/3eg3MCM
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/ 10. Caso práctico 1: “Construyendo pilares de


convivencia”
Planteamiento: Nos encontramos con una unidad de convivencia no familiar. En este caso, un piso tutelado de
inmigrantes, con relaciones interpersonales desestructuradas, por lo que se producen conflictos constantes entre
los miembros habitantes. Se trata de cuatro personas procedentes de diferentes países con diferentes ideologías y
culturas. Ante esta situación, es necesario una intervención social que favorezca la posibilidad de que establezcan
relaciones sociales para una convivencia más pacífica.

Nudo: Como integrador/a social, tienes que intervenir para entablar relaciones sociales positivas que conlleven a un
impacto positivo en el bienestar de los habitantes.

¿Qué metodología utilizarías incluyendo a todos/as los miembros del piso?

Desenlace: Ante todo, el técnico en integración social será el encargado


de recoger información para detectar cuáles son las necesidades sociales.
Posteriormente, podrá realizar tareas de programación, organización,
implementación y evaluación de las intervenciones sociales.

Entre las actividades a realizar se sugiere que los habitantes del piso
plantearan que es lo que ellos saben hacer en beneficio del piso. De esta
forma, se facilitará que se establezcan relaciones sociales y trabajaremos
sobre muchas de las necesidades detectadas. Fig.7. Piso tutelado de inmigrantes

Se podrán hacer charlas informales acompañada de talleres dinámicos sobre las distintas culturas, sin olvidar la
importancia de establecer normas de convivencia.

/ 11. Caso práctico 2: “Modelo de convivencia de Pepe y


Raúl”
Planteamiento: Pepe tiene un hijo de 12 años llamado
Raúl y en algunas ocasiones se muestra muy exigente
con la elaboración de sus deberes, ya que lo ha dejado
encerrado en su habitación sin poder salir de ella hasta
que no los hubiera terminado. Cuando Raúl le pide salir
un poco de la habitación, su padre se lo niega.

Nudo: ¿Qué tipo de modelo de convivencia está


demostrando Pepe con su hijo? ¿Qué otros modelos
de convivencia conoces? Nómbralos y explica con un
ejemplo cada uno de ellos. Fig.8. Padre e hijo haciendo deberes

Desenlace: Pepe está demostrando tener un modelo estricto de convivencia, ya que su comportamiento se caracteriza
por la autoridad ejercida sobre su hijo. Hay un alto nivel de exigencia respecto a las conductas, comportamientos y
normas (inflexibilidad en los límites fijados). Los roles suelen ser rígidos y estereotipados.

Algunos otros modelos de convivencia estudiados son: modelo protector, modelo permisivo, modelo inestable y
modelo estable.
TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
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Los ejemplos con los que se relacionan son los siguientes:

• Modelo protector: cuando un menor solicita a su figura de referencia mayor libertad o poder salir con sus
amigos y se le niega por miedo a que le pase algo.

• Modelo permisivo: cuando no existen límites ni normas que regulen una convivencia (horas de llegada,
horarios de comida, obligación de realizar tareas del hogar, etc.) o cuando estos límites y normas no se
imponen para evitar conflictos que puedan producirse, por ejemplo, no obligar a recoger la mesa después de
comer para evitar discutir con mi hijo/a.

• Modelo inestable: cuando existe confusión de límites, normas y roles, provocan incoherencia y confusión
en la forma de actuación. Por ejemplo: si mis padres se enfadan mucho conmigo por haber suspendido un
examen y a la semana siguiente me hacen un regalo, habiendo sacado malas notas, en próximas ocasiones no
voy a saber cómo van a reaccionar lo que provocará confusión para expresar necesidades.

• Modelo estable: clara diferenciación de límites y normas, y buena comunicación. Fomenta las habilidades
comunicativas, la resolución de conflictos y la mayor autonomía.

/ 12. Resumen y resolución del caso práctico de la unidad


En este tema hemos estudiado qué son las unidades de convivencia, así como distintas herramientas para lograr su
integración social.

La dinámica en las unidades de convivencia, como pueden ser la comunicación, límites, normas y roles, pueden ser
de gran importancia para lograr una plena estabilidad, haciendo un uso adecuado en los modelos de convivencia, así
como en la resolución de cualquier tipo de problemática que pueda producirse.

Introducción a las unidades de convivencia

Unidades de convivencia

Tipos de unidades de convivencia

Unidades de convivencia no familiares

UNIDADES DE
La dinámica en las unidades de convivencia
CONVIVENCIA

Modelos de convivencia

Problemáticas en las unidades de convivencia

Resolución de las crisis en las unidades de convivencia

El TSIS en la intervención con las unidades de convivencia

Fig.9. Esquema resumen.


TEMA 1. UNIDADES DE CONVIVENCIA
Atención a las unidades de convivencia / 12

Resolución del caso práctico de la unidad


¿Cómo le explicarías a la abuela de Susana los cambios que se han producido en nuestra sociedad durante estas
últimas décadas?

• La legalización de matrimonio homosexual y la adopción de padres/madres solteros/as.

• La emigración de españoles debido a crisis económicas.

• La incorporación masiva de la mujer al mercado laboral y a puestos directivos.

• Tendencias demográficas. Por ejemplo, descenso de la natalidad, aumento de la media de edad de la mujer
para tener su primer hijo/a, disminución constante de nupcialidad, aumento de la esperanza de vida y el
envejecimiento y redefinición de los roles hombre y mujer en la pareja.

• Hechos y tendencias culturales.

• Avances científicos que han permitido el control de la natalidad.

¿Qué tipos de convivencia conoces?

Familiar y no familiar. Por ejemplo: pisos tutelados, centros de acogida, centros residenciales, centros penitenciarios,
alojamiento de baja exigencia, pisos supervisados, albergues para trabajadores temporeros, casas de acogida,
centros de emergencia, centros de internamiento y centros de emergencia. La convivencia familiar la estudiaremos
en el próximo tema.

/ 13. Bibliografía
Pastor Ramos, Gerardo (2002). La familia en España. Sociología de un cambio. Salamanca: Ediciones Sígueme.

Touriñán López, Jose Manuel (2008). Educación en Valores, Educación Intercultural y Formación para la Convivencia.

Vélez Valero, Rosi y Fernández Garrido, Mº Llanos (2003) Servicios a la comunidad. Volumen 1. Integración social. Editorial
MAD, S. L.

Rodríguez, P., La atención integral centrada en la persona. Principios y criterios que fundamentan un modelo de intervención en
discapacidad, envejecimiento y dependencia. Serie: Informes Portal Mayores.

Linares, Esperanza (1997) Futuro abierto: proyecto transnacional con familias excluidas y colectivos sin techo. Dosier Cáritas
Española.

Las competencias del integrador/a social recogidas en el R.D. 1074/2012. https://www.boe.es/boe/dias/2012/08/15/


pdfs/BOE-A-2012-10866.pdf

Peña, G., Tercero, R. y Labián B. (2017). Atención a las Unidades de Convivencia. Madrid: Síntesis.

Sorribas, B., Villuendas, C. y Ramos, E. (2004). Atención a las Unidades de Convivencia. Madrid: Altamar.

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