Está en la página 1de 86

INSTITUTO PROFESIONAL DIEGO PORTALES

PROGRAMA DE EDUCACIÓN A DISTANCIA


SERVICIO SOCIAL

Asignatura :

METODOLOGÍA DE LA
INTERVENCIÓN CON PERSONAS Y
FAMILIAS

Autor: RICARDO GONZÁLEZ JIMÉNEZ

1
INTRODUCCIÓN

Este documento toma como punto de partida la definición de Trabajo Social adoptada
separadamente por la FITS y la AIETS en sus respectivas Asambleas Generales en Montreal, Canadá
en julio 2000 y posteriormente adoptada como declaración conjunta en Copenhague en Mayo de 2001.
Esta definición enfatiza principios de derechos humanos y justicia social. El Trabajo Social como disciplina
y el Trabajador Social como profesional interviene la realidad modificándola. De ahí que no solo debe
poseer los conocimientos teórico-prácticos para abordar la realidad, ya sea de personas, familia, grupos o
comunidades, si no que además debe hacerlo con un sentido ético-valórico, con una impronta
profundamente humanista, respetuosa del otro, de su dignidad y de sus derechos.

Definición de Trabajo Social.


El Trabajo Social promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones
humanas y el fortalecimiento y la liberación de las personas para incrementar el bienestar.
Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el Trabajo
Social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de
Derechos Humanos y Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Social.

Convenciones Internacionales

Las declaraciones y convenciones internacionales de Derechos Humanos constituyen los


estándares internacionales, y reconocen los derechos que son aceptados por la comunidad
internacional. Documentos especialmente relevantes para la práctica y acción del Trabajo Social son:

- Declaración Universal de Derechos Humanos


- Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos
- Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales
- Convención para la eliminación de todas las formas de Discriminación Racial
- Convención para la eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres
- Convención sobre los Derechos del Niño
-Convención sobre Pueblos Indígenas y Tribales (convención de la OIT 169)

Principios:

Derechos Humanos y Dignidad Humana

El Trabajo Social se basa en el respeto al valor y dignidad inherentes a toda persona, y a los
derechos que de ello se desprenden. Los trabajadores sociales deben apoyar y defender la
integridad y bienestar físico, psicológico, emocional y espiritual de cada persona. Esto significa:

1. Respetar el derecho a la autodeterminación: Los trabajadores sociales deben respetar y


promover el derecho de las personas a elegir por sí mismos y a tomar sus propias decisiones, sea
cuales sean sus valores y opciones de vida, siempre que no amenacen los derechos e intereses
legítimos de otros.

2
2. Promover el derecho a la participación: los trabajadores sociales deben promover el
compromiso pleno y la implicación de los usuarios para reforzarles en la toma de decisiones y
acciones que afectan a sus vidas.

3. Tratar a cada persona como un todo: los trabajadores sociales deben intervenir con la persona en su
totalidad, con la familia, la comunidad, y el entorno social y natural, y tener en cuenta todos los aspectos
que influyen en la vida de una persona.

4. Identificar y desarrollar sus fortalezas: Los trabajadores sociales deben concentrarse en el


potencial de las personas, grupos y comunidades y promover su empoderamiento.

Justicia social

Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad de promover la justicia social, en relación con la
sociedad en general, y con las personas con las que trabajan.

Esto significa:

1. Desafiar la discriminación negativa:

- Los trabajadores sociales tienen la responsabilidad de oponerse a la discriminación negativa por


razones de capacidad, edad, cultura, género o sexo, estado civil, estatus socioeconómico,
opiniones políticas, color de la piel u otras características físicas, orientación sexual o ideas
religiosas.

2. Reconocer la diversidad: los trabajadores sociales deben reconocer y respetar la diversidad étnica y
cultural de las sociedades con las que trabajan, teniendo en cuenta las diferencias individuales,
familiares, grupales y comunitarias.

3. Distribuir los recursos equitativamente. Los trabajadores sociales deben asegurarse de que los
recursos a su disposición se distribuyen de forma justa de acuerdo a la necesidad.

4. Oponerse a las políticas y acciones injustas: Los trabajadores sociales tienen el deber de llamar la
atención de sus empleadores, legisladores, políticos y de la sociedad en general sobre aquellas
situaciones en las que los recursos son inadecuados o cuando la distribución de recursos, políticas y
prácticas son opresivas, injustas o perjudiciales.

5. Trabajar en solidaridad. Los trabajadores sociales tiene la obligación de oponerse a las


situaciones sociales que contribuyen a la exclusión social, estigmatización o subyugación, y
trabajar hacia una sociedad inclusiva.

6.- Conducta profesional: Es responsabilidad de las asociaciones miembros de la FITS y de la


AIETS desarrollar y actualizar regularmente sus códigos de ética o directrices éticas, congruentes con
esta declaración de la FITS/AIETS.

3
OBJETIVOS GENERALES DEL MÓDULO

Conocer los objetivos, funciones y principios básicos que guían al Servicio Social Individual y
Familiar.
Conocer los distintos enfoques teóricos y metodológicos del Servicio Social con Individuos y familia.
Formular un diagnóstico y un plan de intervención individual/familiar, a una realidad específica.
Conocer y adquirir habilidades en las técnicas de Servicio Social relacionadas con la intervención
directa e indirecta.
Identificar los modelos de Intervención más pertinentes a cada problemática social.
Analizar la familia como un proceso de continuo cambio y un sistema abierto.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

UNIDAD I:

Identificar el marco teórico, epistemológico y referenciales éticos del Servicio Social con Individuos
y familia.

UNIDAD II:

Identificar los modelos de intervención pertinentes a cada problemática social.

UNIDAD III:
Aplicar un Modelo de Intervención a una realidad específica, presentes en el individuo y la
familia.

UNIDAD IV:

Reconocer técnicas de Intervención social familiar, a nivel individuo y familia.

UNIDAD V:

Discernir sobre problemáticas sociales actuales.

4
UNIDAD I
INTERVENCION FAMILIAR

INTRODUCCIÓN

Para el Trabajo Social, la familia es una de las áreas principales de intervención, constituyéndose en la
modalidad más antigua del Trabajo Social implicado así la intervención en un sistema natural.
En la actualidad las familias tienen múltiples configuraciones y como familia está sometida a grandes
presiones y demandas, mayores que en casi toda su historia. Además de sus funciones de reproducción
y de socialización, aun tiene que seguir jugando un papel económico fundamental. Aparte de ser un
espacio de amor, de afecto, hoy día es el único espacio de pertenencia real del ser humano y donde se
vive la intimidad.

Estas múltiples exigencias a la familia se traducen en situaciones de conflicto o riesgo familiar, y es


aquí donde se visualiza la intervención del Trabajo Social. Los problemas se traducen en los motivos de
consulta social, por los cuales llegan los ―usuarios‖ o familias‖ a consultar al Trabajador Social .Estos se
presentan como problemas de relaciones entre la pareja, problemas de relaciones entre un padre y su hija,
violencia intrafamiliar, maltrato infantil, dificultades en el manejo de un preescolar o un adolescente, etc.

La familia a través de sus distintas aristas conforma el universo en el cual todas las personas
asumen una identificación particular que se transforma en una constitución única frente a las otras,
observando entonces una multiplicidad de factores que influyen en el funcionamiento del ciclo vital
familiar; a partir de aquí podremos entender la complejidad del comportamiento del individuo en el
grupo familiar.

Para ello los profesionales, en especial los trabajadores sociales, que intervienen en las distintas
problemáticas familiares deberán conocer las distintas realidades para poder de esta manera aplicar
las distintas herramientas que se entregarán con el fin de encontrar alternativas de solución a
través de manejo práctico inducido con las teorías que sustentan el manejo de la comprensión de
nuestra sociedad y en particular de las familias que componen nuestro país.

El objeto final de este módulo es poner a disposición de los estudiantes elementos teóricos para que
conozcan y apliquen conocimientos prácticos y metodológicos que le permitan intervenir y evaluar en la
familia, para ello se ha recurrido y recopilado información de destacadas autoras en la materia.

EL TRABAJO SOCIAL CON FAMILIAS.

Definición de Trabajo Social Familiar:

El Trabajo Social Familiar es una forma especializada de Trabajo Social que entiende como
unidad de trabajo a la familia y sus relaciones familiares y considera el contexto en el cual ella esta
inserta. A través de éste se pretende atender los problemas psicosociales que afectan al grupo
familiar, generando un proceso de relación de ayuda, que busca potenciar y activar tanto los
recursos de las propias personas, como los de la familia y los de las redes sociales. (M. Paz Donoso
/Paulina Saldias).

5
EL TRABAJO SOCIAL FAMILIAR

La intervención del trabajador social en el grupo familiar tiene como objetivo la mejora de alguna de las
condiciones de sus miembros. Esta mejora implica, sin duda, la movilización de elementos personales y
relaciónales: Sentimientos, actitudes, comportamientos, y asimismo movilización y utilización de elementos
externos: Recursos materiales, técnicos, servicios.
Además de la movilización de los aspectos anteriormente mencionados, el trabajador social tendrá que
recibir y contener diferentes estados emocionales del grupo familiar: Ansiedades, angustias, agresividad,
pasividad, y al mismo tiempo tendrá que estimular los aspectos más constructivos y maduros de los mismos.
En definitiva, tendrá que movilizar recursos personales y sociales para que la familia, en un plazo más o
menos corto, pueda recuperar o adquirir capacidades que les permitan vivir y actuar de una forma más
satisfactoria y autónoma.

Así pues, la eficacia de la intervención se podría valorar más con el aumento de la capacidad del grupo
familiar para hacerse cargo y superar nuevas dificultades, que con la resolución concreta y específica de la
demanda que le ha llevado a acudir al trabajador social.

Para ampliar los aspectos más capacitados, más autónomos, más adultos del grupo familiar, es necesario
conocer y comprender de la manera más profunda posible las necesidades básicas que determinan las
dificultades y actuación del grupo, los mecanismos que marcan la dinámica social y la interacción que
continuamente se establece entre los diferentes elementos.

La intervención del Trabajador social debe ser globalizadora, dirigida a encauzar todos los aspectos que
están distorsionados y evitar atender solamente alguno de ellos, parcializándolos. Del mismo modo la
intervención irá dirigida no sólo a solucionar el problema del momento, sino en su conjunto. Así se evitará el
satisfacer algún aspecto concreto y distorsionar otros.

El seguimiento de una situación familiar problemática requiere tener un conocimiento de la misma que
permita:

— Establecer objetivos que previsiblemente se puedan lograr basados en la movilización de recursos de la


propia situación, de recursos sociales y de los que el propio servicio puede ofrecer.
— Determinar de qué manera se llevará a cabo el tratamiento y qué medios y recursos técnicos
probablemente se tendrán que emplear.
— Decidir cuáles son los aspectos prioritarios y cuáles los que se han de atender en segundo lugar, dada su
menor urgencia, o porque se atenderán paralelamente a los prioritarios, o porque éstos últimos son
condición para tratar los primeros.

La atención a la familia empieza cuando el trabajador social establece la primera relación con ésta y con la
situación con la que deberá trabajar.
El proceso se inicia en el punto donde se halla la familia, involucrándola en la identificación y localización de
sus dificultades y de sus recursos.

NECESIDADES FAMILIARES.
Definir qué es una necesidad social es muy difícil, ya que no todo el mundo participa de los mismos criterios
sobre la manera o el modo en que se puede satisfacer, ni en qué medida aquello que siendo absolutamente
necesario para un grupo constituye una necesidad menor para otro.
El valor y la significación de las necesidades varía si son definidos desde fuera (por el técnico) o si están
definidos desde la propia persona que las vive y las padece.

Las necesidades no son estáticas en los grupos sociales. Por esto es necesario que los profesionales
adecuen sus puntos de vista y sus mecanismos de intervención a los diferentes momentos y a los diversos
aspectos que una necesidad presenta.

En mi opinión, los problemas que generan las necesidades familiares son multicausales. A las necesidades
propias de las funciones familiares en las distintas etapas del ciclo vital hay que añadir la influencia de

6
factores internos (personales, convivencionales) o externos (sociales, culturales) que pueden ayudar o
dificultar el proceso familiar.

También las situaciones que generan necesidad tendrán que ver con las actitudes personales, los recursos
propios y comunitarios necesarios para hacer frente a la situación; momento de estabilidad e inestabilidad en
que afronta la familia la situación; referencia cultural y del grupo de pertenencia en que se mueve la familia:
contexto institucional que define y señala las situaciones problemáticas.
Las situaciones familiares que previsiblemente pueden generar necesidad, dificultad o conflicto, vamos a
denominarla «situación de riesgo», que la entenderíamos como la situación generada por la interrelación de
factores internos y externos.

Estos factores sociales de riesgo impiden que en los cambios operados por el normal desarrollo familiar se
obtengan nuevas relaciones funcionales o situaciones manejables con los propios recursos de la familia.

Vamos a tratar de exponer ambos factores.

Entre los factores externos apuntamos:


Carencia de infraestructuras y servicios.
Falta de servicios para el tiempo libre y de recursos culturales.
Sociedad en proceso acelerado de transformación.
Modificación de la escala de valores.
Desarrollo de la familia nuclear cuando aún ejerce un importante poder de influencia la familia de
origen (familia extensa).
índices altos de desempleo.
Inadecuación entre necesidades formativas y recursos disponibles para la formación y la
capacitación profesional.
Deficiencias formativas para el desarrollo de los roles familiares en el contexto del cambio social.
Falta de recursos asistenciales adecuados para atender las necesidades de la tercera edad,
derivadas del progresivo envejecimiento de ciertas poblaciones.
Falta de comunicación y solidaridad en el tejido social.
Factores internos
Estructura rígida familiares que entran en contradicción con los calores emergentes.
Deficiencias formativas para el desarrollo de las capacidades (profesionales, intelectuales,
ocupacionales, culturales...).
Injerencia de las familias de origen en las nucleares.
Desfase entre los modelos educativos de los padres con respecto a los hijos.
Matrimonios mayores con menores a su cargo.
Familias con enfermos mentales (mayor riesgo en enfermos mentales adultos dependientes de
padres ancianos) o trastornos de la personalidad.
Familias con toxicómanos y alcohólicos.
Familias monoparentales.
Familias prematuras.
Ocupación de los progenitores. Prostitución y mendicidad, parados o desempleados, horarios de
trabajo excesivo o nocturno. Estancias prolongadas en otros lugares distintos a la residencia, por
causa laboral.
Ruptura de relaciones intergeneracionales en la familia nuclear.
Progenitores procedentes de familias conflictivas.
Condiciones de sanidad deficientes.
Progenitor en la cárcel.
Malas condiciones de habitabilidad: vivienda infradotada.
DEMANDAS FAMILIARES.
La demanda podemos definirla como la petición o solicitud que presenta la familia cuando acude a un
servicio y se pone en contacto con el Trabajador social.
En situaciones frecuentes, encontramos que la demanda que se explícita no se corresponde directamente
con la necesidad o preocupación principal de la persona que la presenta. Esta no identifica claramente su
necesidad o problema y plantea o pide algo que está relacionado con ello.
7
A través de las familias a las cuales hemos tenido acceso, las demandas que principalmente presentan
podríamos catalogarlas en:
— Demandas económicas.
— Demandas de informaciones varias y orientación de recursos.
Asimismo, clarificación de dudas respecto a recursos y alternativas sociales.
— Problemas familiares, centrados en la relación entre los miembros de la familia en momentos de reajuste
de los roles y las estructuras del grupo familiar después de una muerte, una separación o cambio en su ciclo
vital.
— Demandas referidas a problemas de viviendas, tales como pago de atrasos, problemas de infraestructura,
inhabitabilidad.
— Demandas de trabajo (aunque se presentan menos de las que se necesitan realmente, sobre todo en los
servicios que no tienen programas ni vinculaciones con servicios de contrataciones laborales).
— Demandas referidas a la salud o a las enfermedades.
Hay que tener presente que las demandas que se reciben en un servicio están muy mediatizadas por la
oferta de dicho servicio.
Referente al perfil del usuario que mayoritariamente acude a un servicio a presentar demandas, podríamos
apuntar que son:
— Mujeres de una edad media (40-45 años).
— Pertenecen a una composición familiar que es prioritariamente familia nuclear, siguiéndole familia extensa
y familia monoparental.

— Un alto porcentaje es analfabeto.


— Los ingresos económicos son muy bajos.
— Los índices de paro son muy elevados.
— Baja orientación y preparación para la educación de los hijos.
— Se observa un alto índice de violencia y conflictividad familiar, sobre todo entre las parejas.

PROCESO DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL.

Lo esencial a la hora de abordar profesionalmente a la familia no es sólo definir la intervención, sino más
bien determinar a partir de qué elementos se efectúa la selección del tipo de intervención, que va unido a la
situación real del asistido, las hipótesis de trabajo que se establezcan y los objetivos que pretendemos en la
intervención. También influye cómo se ha originado el encuentro entre Trabajador social y la persona
asistida, la duración de la intervención y desde dónde se efectúa la misma.
El Trabajador social, en su abordaje a las situaciones familiares, contempla a la familia en su globalidad. En
ocasiones dicha intervención se realiza directamente con un solo miembro de la unidad familiar, ante la
imposibilidad, por diversos motivos, de hacerlo con todos, pero nunca se pierde la referencia al grupo
(unidad convivencial) y la visión de todo él.

TIPOS DE INTERVENCIÓN.

Directas: son las que se dirigen al asistido en una relación frente a frente.

Indirectas: son las que realiza el Trabajador social fuera de la relación personal con el asistido, con el fin de
organizar su trabajo, planificar acciones que se realizarán posteriormente y también acciones en beneficio
del asistido, pero sin la participación activa de éste.

Mas adelante se retomará en detalle este tipo de intervención, cuando se aborde la metodología.

8
La Relación Profesional

Cualidades para establecer una adecuada relación profesional

1. Madurez emocional: Participa en la idea del cambio, capacidad de comunicar


sentimientos auténticos, emociones.
2. Conocimiento de si mismo: Entenderse a si mismo y sus propios impulsos, están
concientes como nuestros actos afectan a otros.
3. Congruencia: Ser transparente en la comunicación.
4. Consolación positiva y condicionalidad: Que el cliente sienta que una atmósfera de
seguridad y libertad de expresión no significa que aceptemos todos sus actos, si no solo de
entender el contexto y los sentimientos.

Consideraciones éticas sobre la relación profesional.

1. Respeto y la aceptación del cliente.


2. Los pasos que se dan nunca deben ser improvisados.
3. Las citas que se gesten con el cliente deben ser siempre cumplidas.
4. Las entrevistas deben llevarse en privado.
5. El desarrollo del cliente a ser el mismo a tomar sus propias decisiones a usar sus propias
habilidades y recursos y a resolver sus propios problemas.
6. Hacer un buen uso de la autoridad.

Obstáculos que pueden impedir la formación de una buena relación.

Las relaciones entre 2 personas con diferentes experiencias de vida y cultura, los prejuicios.

1. Los temores del cliente a la pérdida del poder, a ser juzgado, castigador.
2. La organización burocrática, la complejidad de normas a menudo intervienen en las
necesidades del cliente.
3. El trabajador Social puede tener sentimientos de impotencia y frustración profesional.
4. Estar atento para comprender los sentimientos o dudas que el cliente no pueda expresar
verbalmente.
5. Explicar claramente lo que la Institución puede ofrecer.

Relación de Ayuda

Es aquella en que uno de los participantes intenta hacer surgir una mejor expresión y apreciación
de los recursos latentes del individuo y un uso mas funcional de estos.
(María José Escarpín).

Para el Trabajo Social Familiar el objetivo de esta etapa es: modificar en la familia pautas disfuncionales de
relaciones, tanto en su dimensión interna como externa. El principal sustento de ésta intervención es la
Relación de Ayuda que establece el Trabajador Social y la familia.
Para el Trabajo Social Familiar que plantea este modelo, existirían como se ha mencionado anteriormente
dos dimensiones; una directa y una indirecta. Ambas intervenciones pueden ser simultáneas o en forma
separada, pudiendo ser aplicadas tanto en la institución, en el hogar de l a familia y/o en la localidad donde
esta.

9
Técnicas de Intervención Directa

a) Orientación Educativa: Es una técnica que implica asesoramiento y guía pero


principalmente un proceso educativo en que el cliente será capaz de actuar autónomo.

Tiene como objetivo permitir al cliente visualizar con mayor claridad su situación.

b) Asistencia y Apoyo: Es una estrategia inherente al ejercicio profesional. Se requiere


mostrar interés y confianza en las capacidades del cliente. Transmite un sentimiento de ser
aceptado y valorado en su dignidad.

c) Método Ecléctico: Así llamado por la comunicación de las técnicas anteriores es en la práctica
la orientación de mayor aceptación en el asesoramiento a las personas.

El profesional se haya en una posición neutra con la máxima libertad para usar los elementos
de los métodos anteriores.

Técnicas en la Intervención Indirecta

Las técnicas más utilizadas en el manejo ambiental o de intervención indirecta son:

a) Coordinación: La tarea se centra en contactar al cliente con aquel profesional o equipo


multidisciplinario o Institución que trabaja la problemática específica. Implica una
adecuada orientación.

b) Referencia: Es una técnica que se aplica cuando la naturaleza del problema del cliente
compete a un tercero sea institucional o profesional a través de algún documento como un
informe social, memorando. certificado, u otro que se entregue al cliente para que este realice
la gestión que corresponda.

c) Manejo Ambiental: Son acciones que desarrolla el Trabajador Social, con elementos del medio
ambiente del cliente, incluye apoyo institucionales intervenciones con grupos de la comunidad
como por ejemplo la iglesia, junta de vecinos, club deportivo, etc.

d) Ayuda Material: Implica otorgamiento de recursos materiales o económicos para ser frente a
situaciones de emergencia. (vestuario escolar, canasta familiar).

10
El Proceso Metodológico de la Intervención:

Metodología de Intervención

Fases:
 Estudio.
 Diagnóstico.
 Plan de Trabajo.
 Tratamiento.
 Evaluación-Terminación.

a. Cliente con su necesidad


b. Identificación del problema
c. Desarrollo de la comprensión
d. Plan
e. Acción o tratamiento

Con esta expresión se designa la ayuda individualizada que se realiza utilizando un determinado
procedimiento = Terminación.

Originalmente se elaboró teniendo en cuenta el modelo de la medicina.

 Estudio
 Diagnóstico.
 Tratamiento.

Podríamos resumir la esencia del modelo en el siguiente esquema;

11
Esquema Metodológico que esta en base de todo de Trabajo o Acción Social.

 El estudio de la realidad, problemas, necesidades, recursos y conflictos.


 La programación de las actividades.
 La acción o ejecución social.
 La evaluación de lo realizado o de lo que esta realizado.

Etapas de la Metodología

 Explicación o Estudio.
 Diagnóstico
 Plan de Intervención
 Tratamiento
 Evaluación.

Método de intervención

 Localización del problema social o de la solicitud.

 Análisis de la situación.

 Evaluación preliminar operativa.

 Elaboración de una o varios proyectos de investigación por el trabajador social,

confrontación de un proyecto con los proyectos con los objetivos del asistido y los del

organismos empleados.

 Puesta en práctica del proyecto común y de las intervenciones escogidas.

 Evaluación de los resultados.

 Finalización de la organización.

a. Solicitud directa planteada por el asistido o un servicio empleador u otra


institución.
 Que solicita.
 Quien solicita que.
 Para quien.

b. Consiste en recoger información acerca del asistido, su situación, el contexto


global las instituciones y organizaciones locales.

c. Dimensiones:
 La persona.
 El problema.
 El entorno.

12
Diagnóstico Familiar.

Etimológicamente, el término diagnóstico significa "conocer" "distinguir". La medicina entiende por


diagnóstico "el acto de reconocer una enfermedad mediante el análisis de sus signos y síntomas; en
este sentido, el diagnóstico es necesario ya que de él dependerá el tratamiento a seguir

Este modelo clásico de diagnóstico no es el empleado, exactamente, en terapia familiar, ya que:

1) El diagnóstico de la familia no se centra en un miembro de ella sino que pone el acento en el sistema
total, en la estructura de las relaciones de todos sus miembros.

2) Diagnóstico y terapia no se realizan en dos fases diferentes en el tiempo, sino que se llevan a cabo de
forma conjunta, se entrecruzan, van unidos.

13
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN Nº 01
1.- Defina el trabajo social familiar.

2.- Cuál es el Objetivo de la Intervención Familiar.

3.- Refiérase a lo esencial en el proceso de intervención familiar.

4.- Mencione los tipos de intervención familiar.

5.- ¿Cuáles son las cualidades y características de una buena relación profesional para la intervención
familiar?

RESPUESTAS:
1.- El Trabajo Social Familiar es una forma especializada de Trabajo Social que entiende como
unidad de trabajo a la familia y sus relaciones familiares y considera el contexto en el cual ella esta inserta. A
través de éste se pretende atender los problemas psicosociales que afectan al grupo familiar, generando
un proceso de relación de ayuda, que busca potenciar y activar tanto los recursos de las propias personas,
como los de la familia y los de las redes sociales. (M. Paz Donoso /Paulina Saldias).

2.- La intervención del trabajador social en el grupo familiar tiene como objetivo la mejora de alguna de las
condiciones de sus miembros. Esta mejora implica, sin duda, la movilización de elementos personales y
relaciónales: Sentimientos, actitudes, comportamientos, y asimismo movilización y utilización de elementos
externos: Recursos materiales, técnicos, servicios.
Además de la movilización de los aspectos anteriormente mencionados, el trabajador social tendrá que
recibir y contener diferentes estados emocionales del grupo familiar: Ansiedades, angustias, agresividad,
pasividad, y al mismo tiempo tendrá que estimular los aspectos más constructivos y maduros de los mismos.
En definitiva, tendrá que movilizar recursos personales y sociales para que la familia, en un plazo más o
menos corto, pueda recuperar o adquirir capacidades que les permitan vivir y actuar de una forma más
satisfactoria y autónoma.

3.- Lo esencial a la hora de abordar profesionalmente a la familia no es sólo definir la intervención, sino más
bien determinar a partir de qué elementos se efectúa la selección del tipo de intervención, que va unido a la
situación real del asistido, las hipótesis de trabajo que se establezcan y los objetivos que pretendemos en la
intervención. También influye cómo se ha originado el encuentro entre Trabajador social y la persona
asistida, la duración de la intervención y desde dónde se efectúa la misma.
El Trabajador social, en su abordaje a las situaciones familiares, contempla a la familia en su globalidad. En
ocasiones dicha intervención se realiza directamente con un solo miembro de la unidad familiar, ante la
imposibilidad, por diversos motivos, de hacerlo con todos, pero nunca se pierde la referencia al grupo
(unidad convivencial) y la visión de todo él.

4.- Directas: son las que se dirigen al asistido en una relación frente a frente.

Indirectas: son las que realiza el Trabajador social fuera de la relación personal con el asistido, con el fin de
organizar su trabajo, planificar acciones que se realizarán posteriormente y también acciones en beneficio
del asistido, pero sin la participación activa de éste.

5.- Cualidades para establecer una adecuada relación profesional

1. Madurez emocional: Participa en la idea del cambio, capacidad de comunicar


sentimientos auténticos, emociones.
2. Conocimiento de si mismo: Entenderse a si mismo y sus propios impulsos, están
concientes como nuestros actos afectan a otros.

14
3. Congruencia: Ser transparente en la comunicación.

4. Consolación positiva y condicionalidad: Que el cliente sienta que una atmósfera de


seguridad y libertad de expresión no significa que aceptemos todos sus actos, si no solo de
entender el contexto y los sentimientos.

Consideraciones éticas sobre la relación profesional.

1. Respeto y la aceptación del cliente.


2. Los pasos que se dan nunca deben ser improvisados.
3. Las citas que se gesten con el cliente deben ser siempre cumplidas.
4. Las entrevistas deben llevarse en privado.
5. El desarrollo del cliente a ser el mismo a tomar sus propias decisiones a usar sus propias
habilidades y recursos y a resolver sus propios problemas.
6. Hacer un buen uso de la autoridad.

15
UNIDAD II
MODELOS Y TEORIAS.

TEORIA GENERAL DE SISTEMAS (TGS)

Definición y clases de sistemas.

Es un método que nos permite unir y organizar los conocimientos con la intención de una mayor eficacia
de acción. Engloba la totalidad de los elementos del sistema estudiado (en este caso, la familia), así
como las interacciones que existen entre los elementos y la interdependencia entre ambos.

La Teoría General de Sistemas fue concebida por BERTALANFFY en la década de 1940, con el fin de
constituir un modelo práctico para conceptualizar los fenómenos que la reducción mecanicista de
la ciencia clásica no podía explicar. En particular, la teoría general de sistemas parece proporcionar
un marco teórico unificador tanto para las ciencias naturales como para las sociales, que necesitaban
emplear conceptos tales como "organización", "totalidad", globalidad e "interacción dinámica; lo lineal es
sustituido por lo circular, ninguno de los cuales era fácilmente estudiable por los métodos analíticos de
las ciencias puras. Lo individual perdía importancia ante el enfoque interdisciplinario.

La Teoría General de Sistemas, que había recibido influencias del campo matemático (teoría de los
tipos lógicos y de grupos) presentaba un universo compuesto por acumulo de energía y materia
(sistemas), organizados en subsistemas e interrelacionados unos con otros. Esta teoría aplicada a la
psiquiatría, venía a integrar los enfoques biológicos, dinámicos y sociales, e intentaba, desde una
perspectiva global, dar un nuevo enfoque al diagnóstico, a la psicopatología y a la terapéutica.

HALL y FAGEN han definido el "sistema" como: conjunto de objetos, junto con las relaciones entre los
objetos y entre sus propiedades. Las partes componentes del sistema son los objetos, cuyas
interrelaciones lo cohesionan.

SISTEMA: es un conjunto de elementos en interacción dinámica en función de una finalidad de que se


compone un sistema.

16
La Teoría General de Sistemas distingue:

a) el SISTEMA

b) SUPRASISTEMA (medio del sistema) (Familia extensa, amigos, vecinos)

c) los SUBSISTEMAS (componentes del sistema)

El objetivo de la teoría es la descripción y exploración de la relación entre los sistemas dentro de esta
jerarquía.

Los sistemas pueden ser:

ABIERTO: Relación permanente con su medio ambiente.

Intercambia energía, materia, información. Interacción constante entre el sistema y el medio


ambiente.

CERRADO: Hay muy poco intercambio de energía, de materia, de información, etc., con el medio
ambiente. Utiliza su reserva de energía potencial interna.

Si no ocurre importación o exportación en ninguna de sus formas, como información, calor, materia
física, etc. y por consiguiente sus componentes no se modifican. Ejemplo: una reacción química que
tenga lugar en un recipiente sellado y aislado.

Los sistemas vivos son SISTEMAS ABIERTOS pues intercambian con su entorno energía e
información. Ejemplos de éstos serían: una célula, una planta, un insecto, el hombre, un grupo social.
La familia, por tanto, la consideraremos un Sistema Abierto.

Los sistemas abiertos tienden hacia una evolución constante y un orden estructural, en
contraposición a los cerrados en los que se da una tendencia a la indiferenciación de sus
elementos y al desorden, hasta alcanzar una distribución uniforme de la energía.

17
Propiedades de los sistemas abiertos.
A) Totalidad:
La T.G.S. establece que un sistema es una totalidad y que sus objetos (o componentes) y sus atributos
(o propiedades) sólo pueden comprenderse como funciones del sistema total. Un sistema no es una
colección aleatoria de componentes, sino una organización interdependiente en la que la conducta y
expresión de cada uno influye y es influida por todos los otros.

El concepto de totalidad implica la no aditividad, en otras palabras: " EL "TODO"


CONSTITUYE MAS QUE LA SIMPLE SUMA DE SUS PARTES"

El interés de la T.G.S. reside en los procesos transaccionales que ocurren entre los componentes de un
sistema y entre sus propiedades. Dicho de otro modo, es imposible comprender un sistema mediante el
solo estudio de sus partes componentes y "sumando" la impresión que uno recibe de éstas. El carácter del
sistema trasciende la suma de sus componentes y sus atributos, y pertenece a un nivel de abstracción
más alto. No sería posible entender demasiado el ajedrez, por ejemplo, simplemente mirando las piezas;
es necesario examinar el juego como totalidad y prestar atención al modo en que el movimiento de una
pieza afecta la posición y el significado de cada una de las piezas del tablero.

Aplicada a la situación de la terapia familiar, la cualidad de totalidad describe no sólo al sistema familiar,
sino a la nueva totalidad formada por el grupo familiar + el terapeuta familiar, que constituye el
"sistema terapéutico".

B) Objetivo:

Los sistemas orgánicos y sociales siempre están orientados hacia un objetivo. La T.G.S.
reconoce la tendencia de un sistema a luchar por mantenerse vivo, aún cuando se haya
desarrollado disfuncionalmente, antes de desintegrarse y dejar de existir como sistema.

Todos los que trabajan con familias reconocen esta tendencia a mantener desesperadamente el "status
quo" de la estructura familiar, por más dañina que pueda parecer para algunos miembros de la familia.

Como las familias son sistemas sociales, están por naturaleza orientados y dirigidos hacia un objetivo.
Cuando el terapeuta trata a un sistema familiar, lo hace para ayudarlo a redirigirse hacia la realización de
su única meta.

La naturaleza intencionada y dinámica de los sistemas permite comprender mejor la naturaleza del
término "transacción", usado a menudo en la terapia familiar, enfocada desde el punto de vista de los
sistemas, en lugar del término más general "interacción". La "transacción" se ocupa de los procesos de
interrelaciones en un contexto histórico y relacionar; describe esta propiedad de relación en un sentido
histórico siempre en marcha (objetivo), que caracteriza a los procesos comunicativos de los miembros
de un sistema.

C) Equifinalidad:

En un sistema, los "resultados" (en el sentido de alteración del estado al cabo de un período de
tiempo) no están determinados tanto por las condiciones iniciales como por la naturaleza del proceso
o los parámetros del sistema.

La conducta final de los sistemas abiertos está basada en su independencia con respecto a las
condiciones iniciales. Este principio de equifinalidad significa que idénticos resultados pueden tener
orígenes distintos, porque lo decisivo es la naturaleza de la organización. Así mismo, diferentes
resultados pueden ser producidos por las mismas "causas".

Por tanto, cuando observamos un sistema no se puede hacer necesariamente una inferencia con
respecto a su estado pasado o futuro a partir de su estado actual, porque las mismas condiciones
iniciales no producen los mismos efectos.

El funcionamiento de una familia como un todo, no depende tanto de saber qué ocurrió tiempo atrás, ni de
18
la personalidad individual de los miembros de la familia, sino de las reglas internas del sistema
familiar, en el momento en que lo estamos observando.

D) Protección y crecimiento.

En los sistemas existirían dos fuerzas que partirían de la aplicación de las ideas de Cannon:

a) la fuerza homeostática, que haría que el sistema continuase como estaba anteriormente.

b) La fuerza morfogenética, contraria a la anterior, que sería la causante de los cambios del sistema.

Estas dos fuerzas permitirían que el sistema se mantuviese estable y se adaptase a situaciones
nuevas gracias a los mecanismos de feed-back.

E) Equipotencialidad.

Este principio lleva implícita la idea que pueden obtenerse distintos estados partiendo de una misma
situación inicial. Esto implica la imposibilidad de hacer predicciones deterministas en el desarrollo de
las familias, porque un mismo inicio podrá llevar a fines distintos. El pasado no sirve y el futuro es
impredecible. En las familias ocurriría lo mismo que en el tejido cerebral "se permitiría" a las partes
restantes asumir funciones de las partes extinguidas". Tras el fallecimiento del padre, el hijo mayor
adoptaría las funciones parentales.

Causalidad lineal y circular.

INTERACCIÓN LINEAL: Relación matemática; las variables aumentan o disminuyen en una cantidad
constante.

CAUSALIDAD CIRCULAR: en las relaciones todo es principio y es fin. Este concepto supone un
cambio epistemológico por el cual, todos los elementos influyen sobre los demás y a su vez son
influidos por estos.

Una cadena en la que el hecho "a" afecta al hecho "b", y "b" afecta luego a "c" y "c" a su vez trae consigo
a "d", etc., tendría las propiedades de un sistema lineal determinista.

Sin embargo, si "d" lleva nuevamente a "a", el sistema es circular y funciona de modo totalmente distinto.
Se denomina, pues, retroalimentación a este intercambio circular de información.

CIRCULARIDAD Y RETROACCIÓN: Cada miembro adopta un comportamiento que influencia


los otros. Todo comportamiento es causa y efecto.

Toda retroalimentación tendría en cuenta las informaciones sobre acciones pasadas, y con ellas
decidiría las acciones posteriores a seguir, creándose una causalidad circular de estructura más
compleja que la lineal. Un movimiento similar se produciría entre la familia y el terapeuta, el cual recogería
las informaciones de los miembros del sistema tras cualquier intervención, para pensar en la estrategia
siguiente. El trabajo del terapeuta deberá ir encaminado a introducir información en el sistema, o a
reenfocar la información que este ya posee.

RETROALIMENTACIÓN.

La retroalimentación puede ser positiva o negativa.

RETROACCIÓN (FEED-BACK) POSITIVO: crecimiento de las divergencias - "bola de nieve"...


dejada a ella misma conduce a la destrucción del sistema.

RETROACCIÓN NEGATIVA: (termostato) conduce a un comportamiento adaptativo o teniendo una


finalidad, un fin.
19
En ambos casos, existe una unción de transferencia por medio de la cual la energía recibida se
convierte en resultado, el que a su vez, se reintroduce en el sistema como. Información acerca del
resultado.

En el caso de retroalimentación negativa, el sistema utiliza esta información para activar sus
mecanismos homeostáticos y para disminuir la desviación de la producción del sistema y
mantener de este modo su "estado estable".

En el caso de retroalimentación positiva, la información se utiliza para activar los mecanismos de


crecimiento (morfogénicos) que conducen a un desajuste de la homeostasis y a un movimiento hacia
el cambio. Es decir, la retroalimentación positiva sirve para aumentar la desviación de la producción.

Por tanto, cuando un sistema utiliza la retroalimentación negativa, el sistema se autocorrige y vuelve al
estado inicial. (No cambia). Cuando un sistema utiliza la retroalimentación positiva, el sistema pasa a
otro estado (cambia)

Los sistemas interpersonales (grupos de desconocidos, parejas matrimoniales, familias, relaciones


terapéuticas o incluso internacionales, etc.) pueden entenderse como circuitos de
retroalimentación, ya que la conducta de cada persona afecta la de cada una de las otras y es, a su vez,
afectada por éstas.

La entrada a tal sistema puede amplificarse y transformarse así en un cambio o bien verse
contrarrestada para mantener la estabilidad, según que los mecanismos de retroalimentación sean
positivos o negativos. Los estudios sobre familias que incluyen a un miembro con síntomas dejan muy
pocas dudas acerca de que la existencia del paciente es esencial para la estabilidad del sistema
familiar, y ese sistema reaccionara rápida y eficazmente frente a cualquier intento, interno o
externo, de alterar su organización. Evidentemente, se trata de un tipo indeseable de estabilidad.

Los sistemas con retroalimentación no sólo se distinguen por un grado cuantitativamente más alto de
complejidad, sino que también son cualitativamente distintos de todo lo que pueda incluirse en el campo
de la mecánica clásica. Su estudio exige nuevos marcos conceptuales; su lógica y su epistemología
son discontinuas con respecto a ciertos principios tradicionales del análisis científico, tal como el
de "aislar" una sola variable.

20
COMPORTAMIENTOS:

GLOBALIDAD: Interrelaciones entre los elementos.

SINERGIA: El todo es superior a la suma de las partes. Las manifestaciones de afecto en la familia
provocan otros comportamientos de afecto.

CIRCULARIDAD Y RETROACCIÓN: Cada miembro adopta un comportamiento que influencia


los otros. Todo comportamiento es causa y efecto.

HOMEOSTASIS Y MORFOGÉNESIS FAMILIAR.


La "homeostasis" es el estado interno relativamente constante de un sistema que se mantiene
mediante la autorregulación (retroalimentación negativa)
El concepto de homeostasis fue introducido en la fisiología en 1932 por W. CANNON, para explicar la
constancia relativa de ciertas dimensiones fisiológicas. Por ejemplo, la temperatura del cuerpo de los
mamíferos que se mantiene constante, frente a la temperatura cambiante del ambiente externo.

Se puede definir, por tanto, la homeostasis simplemente como "el mismo estado", y es esta
propiedad la que permite a un sistema permanecer en un "estado estable" a través del tiempo.

La homeostasis es posible por el uso de información proveniente del medio externo incorporada al
sistema en forma de "feedback" (retroalimentación). El "feedback" activa el "regulador" del sistema,
que, alterando la condición interna de éste, mantiene la homeostasis. Un ejemplo muy común del
modo como funciona la homeostasis es el de un sistema de calefacción central, que mantiene a la
casa en un estado estable de calor. Utiliza un termostato, que desempeña el papel de regulador y que
responde al feedback referente a la temperatura del "suprasistema" exterior a la casa. Cuando la
temperatura exterior desciende, el termostato actúa aumentando la temperatura dentro de la casa.

La homeostasis es un mecanismo autocorrectivo. Se refiere fundamentalmente a la preservación de lo


que es, contra los ataques de factores externos de stress.
Aunque en su inicio este concepto se utilizó para identificar los sistemas familiares patológicos, hay que
tener presente que un sistema familiar funcional y sano requiere una medida de homeostasis
para sobrevivir a los "ataques' del medio, y para mantener la seguridad y la estabilidad dentro de
su medio físico y social. El sistema deviene fijo y disfuncional en su rigidez solamente cuando este
mecanismo "hiperfunciona".

TEORÍA INTERGENERACIONAL:

Las familias se repiten a si mismas, esto quiere decir que lo que sucede en una generación a
menudo se repetirá en la siguiente. Las mismas cuestiones tienden a aparecer de generación en
generación, a esto le llamamos “transmisión multigeneracional de pautas familiares”. Si el
funcionamiento de los miembros de una familia puede repetirse a través de las generaciones, un estilo
particular de funcionamiento o de la forma de tratar un problema pasa de una generación a otra, a
menudo el problema que presenta una familia en el presente habrá ocurrido en generaciones
previas.

Es así que cuando hablamos de familias no podemos limitarnos a pensar en términos de padres e hijos,
debemos tener siempre una visión más amplia, que tenga presente a las generaciones precedentes
y las reglas sociales propias de cada época. De hecho, la historia de las generaciones que han
precedido al individuo, está llena de significados, mitos, recuerdos y creencias que se van
transmitiendo y conservando a través de las generaciones presentes y seguramente re-
transmitidas a las futuras.

21
Pongamos un ejemplo típico: no hace muchos años en la cultura familiar era poco aceptada la idea
de una separación conyugal. Como consecuencia, se transmitía de padre a hijo, y de madre a hija, una
imagen muy precisa del matrimonio y de la vida de pareja, que excluía el divorcio ―a priori‖, y por lo
tanto no era una opción viable en la vida de las parejas jóvenes el pensar en divorciarse. Otro
ejemplo muy actual podría ser el de los Trastornos de la Alimentación (anorexia, bulimia,
obesidad, trastorno por atracón, etc.) que de alguna manera la gente los mira como un problema de las
generaciones presentes, principalmente de los adolescentes e incluso son tratados por algunos
profesionistas como de manera independiente a la familia a la que pertenecen, es decir sin involucrar
a su familia de origen. Sin embargo se ha visto que la relación en el manejo de los afectos y emociones
de padres, abuelos o hermanos tiene una influencia importante en quien padece un trastorno de
la conducta alimentaria, así como el patrón alimenticio pudiera ser heredado de generación en
generación, también el significado del comer y la manera en que se come, puede venirse arrastrando a
través de las generaciones.

Si seguimos dentro de esta línea, la fortaleza de las relaciones familiares o su efecto sobre los
individuos, es sumamente difícil de medir, ya que las fuerzas reales de libertad están más allá de los
juegos visibles de poder o de las tácticas de manipulación. ―Los votos de Lealtad hacia la familia de
origen‖ son muy fuertes y parten de leyes paradójicas. Las relaciones familiares no pueden
interpretarse a partir de las leyes que se aplican a relaciones sociales o incidentales: podemos poner
punto final a cualquier relación, salvo la que tiene como base la paternidad de hecho, no podemos
elegir a nuestros padres ni a nuestros hijos.

Un ejemplo de lo anterior se podría reflejar en una relación nieto-abuelo, en donde puede que el primero
no haya conocido al segundo, pero sienta la influencia de su imagen transmitida dentro de la familia;
de hecho, la relación tiene su significado específico en la transmisión intergeneracional de
modelos de comportamiento, normas, valores, mitos, que orientan el modo en base al cual cada
individuo entabla nuevas relaciones.

Sería importante comprender el concepto de ―lealtad‖ ya que es fundamental para comprender la ética, o
sea, la estructuración relacional mas profunda de las familias. ―Los compromisos de lealtad son como
fibras invisibles pero resistentes que mantienen unidos fragmentos complejos de conducta relacional, tanto
en las familias como en la sociedad en conjunto‖. Para entender las funciones que cumple un grupo de
gente, nada es más importante que saber quiénes están unidos por vínculos de lealtad y que significa la
lealtad para ellos.

Hay varios autores que postulan que el principal vínculo de conexión entre las generaciones es
precisamente el de la ―lealtad‖ que puede expresarse en forma de cuidados físicos, llamadas
telefónicas, visitas cartas, expresiones de interés, respeto y preocupación. Es así como la lealtad y sus
múltiples formas de expresión constituyen una fuerza, saludable o no, que crea los vínculos de
conexión entre generaciones pasadas y futuras, incluso cuando se niegan estos vínculos, o se les resta
importancia de manera abierta, el ser humano sigue estando comprometido y de alguna manera
vinculado con sus parientes sanguíneos.

La lucha consiste en lograr un equilibrio entre las antiguas relaciones con las nuevas: integrar en forma
continua las relaciones con las personas que antes fueron de importancia para uno, con el
involucramiento y el compromiso asumido hacia las relaciones actuales (es decir la pareja y los hijos).

Existen familias nucleares sobre-vinculadas, o más bien ―atadas‖ en lo emocional, a la familia de origen,
mientras que otras refieren no estarlo y se sitúan en el extremo opuesto y niegan cualquier tipo de
contacto o conexión con generaciones anteriores. Sin embargo, un hijo que de pronto presenta
síntomas, estos pueden ser representativos de los conflictos ocultos y no resueltos entre varias
generaciones de la misma familia o entre ambas familias de origen y a la inversa, las dificultades
conyugales pueden disfrazar el problema de un hijo.
Tomando en cuenta estas lealtades, que en ocasiones se manifiestan como si fueran ―invisibles‖, puede
existir el caso en el que un progenitor adulto se sienta atrapado en un vínculo que se le aparece
como repetición del vivido con sus propios padres (ya sea en una relación de tipo laboral o emocional) y
sentirse herido, paralizado, encolerizado o deprimido (puesto que no resolvió o de alguna manera no
22
pudo manejar en el pasado este vínculo). Es por esto que resulta de suma importancia el examinar
la naturaleza interconectada de los actos recíprocos de dar entre el individuo, la familia nuclear y
ambas familias de origen.

Todos experimentamos en ocasiones actitudes ambivalentes, pero lo más importante de esta


ambivalencia no es sólo la frecuencia e intensidad de la misma, sino las reacciones continuas y
fundamentales en esas relaciones estrechas. Pueden cambiar las amistades y los patrones, pero
dentro de nosotros mismos sigue en pie una sensación básica: el que uno haya recibido la
adecuada dosis de amor, aceptación y reconocimiento por parte de los miembros actuales y
pasados de la familia. De no ser así, la búsqueda continúa en las diferentes áreas del desarrollo del
individuo.

Es importante recordar que la mayoría de los progenitores afirman que su intención es la de ser
mejores padres para sus hijos de lo que fueron sus padres con ellos mismos. Pueden restar
importancia o negar sus sentimientos de carencia y hacer esfuerzo por darles todo a sus hijos, sin
embargo, ¿qué sucede con sus propios apetitos internos sin satisfacer? Ellos pueden convertirse, en
forma abierta, en progenitores abnegados, sacrificados a la manera de los mártires; esto no solo
produce, de modo inevitable sentimientos de culpa en el hijo receptor, que siente que debe pagar en
exceso por lo que se le brinda de manera tan poco egoísta, sino que (lo que es más importante) ese
hijo se siente obligado para siempre a satisfacer las expectativas paternas. Estos individuos siguen
experimentando, durante toda su vida, la sensación de estar endeudados, o bien de haber asumido una
obligación que nunca podrán saldar y en ocasiones extrapolan esta misma actitud en sus diversos
ambientes de pertenencia: laboral, social, etc.

Generación tras generación, los compromisos de lealtades verticales siguen en conflicto con los
horizontales. Los compromisos de lealtades verticales son debidos a una generación anterior o
posterior; en tanto que los horizontales se entablan para con la propia pareja, hermanos o pares en
general. El establecimiento de nuevas relaciones, en especial a través del matrimonio y el
nacimiento de los hijos, plantean la necesidad de forjar nuevos compromisos de lealtad. Cuanto mas
rígido sea el sistema de lealtad originario, más tremendo será el desafío para el individuo, ya que surgirán
preguntas como las siguientes: ¿‖ a quién eliges: a mí, a él o a ella?

A medida que van desarrollándose las fases de evolución de la familia nuclear, todos los
miembros deben enfrentar exigencias de adaptación. Esta no significa una resolución final, el cierre
de una fase anterior, sino una tensión continua que lleva a definir un nuevo equilibrio entre expectativas,
mandatos y esquemas relacionales heredados de la familia de origen, pero todavía en pie, con otros
nuevos, ya que de lo contrario, el individuo corre el riesgo de permanecer encadenado a la rigidez de
los vínculos.

Nacimiento, crecimiento, lucha con los hermanos, individuación, separación, preparación para la
paternidad, vejez de los abuelos y, finalmente duelo por los muertos, son ejemplos de situaciones que
exigen un nuevo balance de las obligaciones de lealtad.

―La existencia de reglas, mandatos, modalidad relacional hereditaria, no son en absoluto signos de
patología, sino algo casi fisiológico‖. Si tomamos en cuenta el hecho de que los espacios están hechos
de momentos que cada uno toma para sí y para la propia vida de la relación, cuanto más claro es el
espacio personal, más flexible es la interacción, porque existe un retorno a ese espacio; cuanto más se
cede el propio espacio personal, más se acaba por estar a merced del espacio de cualquier tipo de
interacción.

23
TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN HUMANA.

AXIOMAS DE LA COMUNICACIÓN.

A) La imposibilidad de no comunicar

B) Los niveles de "contenido" y de "relación"

C) La puntuación de la secuencia de hechos

D) Comunicación "digital" y comunicación "analógica"

F) Interacción "simétrica" e interacción "complementaria".

METACOMUNICACIÓN.
FUNCIÓN Y RELACIÓN: ESENCIA DE LA PERCEPCIÓN.
CIRCULARIDAD DE LAS PAUTAS DE COMUNICACIÓN.
Concepto de caja negra.
Desde la perspectiva de la teoría general de sistemas, la familia es un sistema autocorrector y
dinámico y por lo tanto, nuestras observaciones deberán ir dirigidas tanto hacia las transacciones que
suceden en su interior, como hacia la estructura interna del sistema; dicho de otro modo, lo que nos
interesará será conocer la interacción entre los miembros, sus modos de relación y las reglas que
rigen esa relación. Por el contrario, el pasado, el conocimiento de los "por qué en las relaciones" y la
existencia de víctimas y verdugos como consecuencia de aplicar el modelo causa- efecto, no poseerá
ningún interés dentro de este enfoque. Todo esto supone un cambio de perspectiva y un
abandono de la investigación intrapsíquica. De todas formas, en el caso de estudiar las conductas
de los individuos, estas deberán ser interpretadas en función de la influencia que posean en
relación con el sistema, y nunca deberán interpretarse de forma individual. El individuo se
considerará como una caja negra en la que no será necesario entrar para explicar su comportamiento.

El concepto de caja negra se tomó del campo de la telecomunicación y de la electrónica, donde a veces
resultaba más conveniente pasar por alto la estructura interna de los equipos, dada su complejidad,
y centrarse en las entradas "imputs" y salidas "outputs" de los aparatos. También es cierto que
observando las entradas y salidas del aparato podíamos hacernos una idea de lo que ocurría dentro o
de su estructura interna.

Conocer el contenido de la caja negra, no será esencial para conocer el aparato (individuo) dentro de un
sistema más amplio del que forma parte.

Esta visión modifica el concepto de síntoma ya que no podemos entenderlo como la expresión de un
conflicto interno, sino como el extremo de un iceberg de patología familiar.

Muchas veces, reenfocar un problema determinado o un síntoma que ha permanecido intacto tras
muchos años de tratamiento profundo, es decir, pasar de los "porqués" a los "para qué"
posiblemente nos permita obtener una respuesta.

Si tal como hemos comentado antes, toda conducta tiene valor de comunicación, será necesario
empezar por exponer algunos principios básicos de la Teoría de la Comunicación Humana
desarrollados por Watzlawick.

A partir de los trabajos de Bateson, las investigaciones sobre la teoría de la comunicación


adoptaron un enfoque sistémico, donde toda conducta era concebida de manera relacionar y
representaba una forma de comunicación.

24
La comunicación posee algunas propiedades de naturaleza axiomática (propuestas por Beavin,
Jackson y Watzlawick) que pasamos a enumerar y que llevan implícitas consecuencias
fundamentales para el estudio de las relaciones.

Un axioma es un enunciado básico que se establece sin necesidad de ser demostrado. Las dos
características que poseen los axiomas son: indemostrabilidad y evidencia. Los axiomas no son
verdaderos ni falsos en si mismos: son convenciones utilizadas como principios de derivación de los
demás enunciados de una teoría.

Los cinco axiomas que a continuación vamos a mencionar, son propiedades simples de la
comunicación que encierran consecuencias interpersonales básicas. Watzlawick y colaboradores
los han desarrollado concretándolos del siguiente modo:

A) Es imposible NO COMUNICARSE

B) Toda comunicación tiene un nivel de CONTENIDO y un nivel RELACIONAL.

C) La naturaleza de una relación depende de la forma de PUNTUAR 0 PAUTAR LAS


SECUENCIAS de comunicación que cada participante establece.

D. Las personas utilizan tanto la comunicación DIGITAL como la ANALÓGICA.

E) Todos los intercambios comunicacionales son SIMÉTRICOS o COMPLEMENTARIOS, según


estén basados en la igualdad o en la diferencia.

La imposibilidad de no comunicar.

No hay nada que sea lo contrario de conducta. La no-conducta no existe; es imposible no


comportarse. En una situación de interacción, toda conducta tiene valor de mensaje, es decir, es
comunicación; por eso, por más que uno lo intente, no puede dejar de comunicar. Actividad o
inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes
a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones y, por tanto, también comunican.
Por ejemplo: un pasajero en el tren que permanece sentado en su asiento con los ojos cerrados, o
leyendo el periódico, comunica un mensaje: no quiere hablar con nadie.

La persona puede "defenderse" de la comunicación del otro, mediante la importante técnica de la


descalificación; esto es, puede comunicarse de modo tal que su propia comunicación o la del otro queden
invalidadas.
Las descalificaciones abarcan una amplia gama de fenómenos
comunicacionales tales como autocontradicciones, incongruencias, cambios de tema,
tangencializaciones, oraciones incompletas, malentendidos, interpretaciones literales de la
metáfora e interpretación metafórica de las expresiones literales.

No es sorprendente que habitualmente recurra a este tipo de comunicación todo aquél que se ve
atrapado en una situación en la que se siente obligado a comunicarse pero, al mismo tiempo, desea
evitar el compromiso inherente a toda comunicación.

Por tanto, la conducta (comunicación) "alienada" no es necesariamente la manifestación de una mente


enferma, sino quizá la única reacción posible frente a un contexto de comunicación familiar absurdo
e insostenible.

Los niveles de contenido y de relación en la comunicación.

Toda comunicación poseerá un contenido (lo que decimos) y una relación (a quién y cómo se lo
decimos) A través de la comunicación, todos podemos expresar nuestra forma de ser y la visión de la
relación la otra persona.

Una comunicación no sólo transmite información sino que, al mismo tiempo, impone una conducta
o un comportamiento.

25
El "nivel de contenido" de un mensaje transmite "INFORMACIÓN".

El "nivel de relación" se refiere a cómo la comunicación sirve para "DEFINIR" el tipo de relación que quiero
establecer con mi interlocutor.

Los expertos en computadoras también se enfrentan con estos dos niveles cuando se comunican con
un "organismo artificial": Por ejemplo, si una computadora debe multiplicar dos cifras, es necesario
"alimentar" esas dos cifras y "dar la orden" de multiplicar. Necesita, por tanto, información
(DATOS) e información acerca de esa información (INSTRUCCIONES). Es evidente, que las
.instrucciones son de un "tipo lógico" superior al de los datos: constituyen metainformación puesto
que son información acerca de información.

En la comunicación humana observamos que esa misma relación existe entre los aspectos de
"contenido" y de "relación": el primero transmite los "datos" de la comunicación, y el segundo, "cómo"
debe entenderse dicha comunicación.

De la misma manera, toda comunicación implicará un compromiso para el que la recibe,


pudiendo rechazar, aceptar o descalificar la comunicación.

Cuanto más espontánea y sana es una relación, más se pierde en el trasfondo el aspecto de la
comunicación vinculado con la relación. Las relaciones "enfermas" se caracterizan por una
constante lucha acerca de la naturaleza de la relación, mientras que el aspecto de la comunicación
vinculado con el contenido se hace cada vez menos importante. La capacidad para
metacomunicarse en forma adecuada es indispensable de la comunicación eficaz.

Pongamos un ejemplo: Una pareja en terapia de pareja relató el siguiente episodio. El esposo
mientras se encontraba sólo en el hogar, recibió una llamada de larga distancia de un amigo, quien le
manifestó que se encontraba en esa ciudad durante unos días. El esposo invitó al amigo a pasar esos
días en su casa, sabiendo que ello agradaría a su esposa y que, por lo tanto, ella habría hecho lo
mismo. Sin embargo, cuando la esposa regresó se entabló una violenta discusión con respecto a la
invitación hecha por el marido. Cuando el problema se examinó en la sesión terapéutica, ambos
cónyuges estuvieron de acuerdo en que esa invitación era la cosa más adecuada y natural.
Estaban sorprendidos al comprobar que, por un lado, estaban de acuerdo y, sin embargo, "de algún
modo" también estaban en desacuerdo con respecto al mismo problema. En realidad, hay dos
problemas en esta disputa. Uno se refiere al contenido de las conductas adecuadas en una situación
específica: la invitación; otro se refiere a la relación entre los comunicantes -al planteo de quién
tenía derecho a tomar la iniciativa sin consultar al otro- y no podía resolverse tan fácilmente, pues
presuponía la capacidad del marido y la mujer para hablar acerca de su relación. En su intento de
resolver el problema esta pareja cometió un error muy común en su comunicación: Estaban en
desacuerdo en el nivel relacionar, pero trataban de resolverlo en el nivel de contenido, donde el
desacuerdo no existía, cosa que los conducía a pseudos desacuerdos.

Tal como anteriormente decíamos, las personas, en el "nivel relacionar" no comunican nada acerca
de hechos externos. Una persona ("A") puede ofrecer a la otra ("B"), una definición de sí misma; es
inherente a la naturaleza de la comunicación humana el hecho de que existan tres respuestas
posibles por parte de esta última persona a la definición de la primera:

a) Confirmación:

b) La persona ("B") puede aceptar (confirmar) la definición que ("A") da de sí misma.

Además del mero intercambio de información el hombre tiene que comunicarse con los demás, a los
fines de su autopercepción y percatación. La persona es incapaz de mantener su estabilidad
emocional durante períodos prolongados en que sólo se comunica consigo misma. Lo que los
existencialistas llaman el "encuentro" corresponde a esta esfera. Como afirma el célebre filósofo
MARTIN BUBER:

26
"En la sociedad humana, en todos sus niveles, las personas se confirman unas a otras de modo
práctico, en mayor o menor medida, en sus cualidades y capacidades personales, y una sociedad
puede considerarse humana en la medida en que sus miembros se confirman entre sí...

La base de la vida del hombre con el hombre es doble, y es una sola: el deseo de todo hombre de ser
confirmado por los hombres como lo que es, e incluso como lo que puede llegar a ser y la capacidad
innata del hombre para confirmar a sus semejantes de esta manera. El hecho de que tal capacidad esté
tan inconmensurablemente descuidada constituye la verdadera debilidad y cuestionabilidad de la
raza humana: la humanidad real sólo existe cuando esa capacidad se desarrolla".

b) Rechazo:

Otra posible respuesta de la persona ("B") frente a la definición que la persona ("A") propone de sí
misma consiste en rechazarla. Sin embargo, por penoso que resulte el rechazo presupone por lo menos
un reconocimiento limitado de lo que se rechaza y, por tanto, no niega necesariamente la realidad de la
imagen que la persona ("A") tiene de sí misma.

c) Desconfirmación:

Tal como se observa en la comunicación patológica, la desconfirmación ya no se refiere a la verdad o


falsedad de la definición que la persona ("A") da de sí misma, sino más bien la persona ("B") niega la
realidad de la persona ("A") como fuente de tal definición. En otras palabras, mientras que el rechazo
equivale al mensaje "estás equivocado", la desconfirmación afirma de hecho: "tú no existes".

LAING cita a WILLIAMS JAMES, quien escribió: "No podría idearse un castigo más
monstruoso, aún cuando ello fuera físicamente posible, que soltar a un individuo en una sociedad y
hacer que pasara totalmente desapercibido para sus miembros". Tal situación llevaría a la persona
a una "pérdida de la mismidad", que no es más que una traducción del término "alienación".

La puntuación de la secuencia de hechos.

Para un observador una serie de comunicaciones puede entenderse como una secuencia
ininterrumpida de intercambios de mensajes. Sin embargo, quienes participan en la interacción
siempre introducen lo que se llama "puntuación de la secuencia de hechos".

En una secuencia prolongada de intercambios, las personas puntúan la secuencia de modo que uno
de ellos o el otro tiene iniciativa, predominio, dependencia, etc. Así, a una persona que se comporta
de determinada manera dentro de un grupo, la llamamos "líder" y a otra "adepto", aunque resultaría
difícil decir cuál surge primero o que sería del uno sin el otro. La falta de acuerdo con respecto a la
manera de puntuar secuencia de hechos es la causa de incontrolables conflictos en las relaciones.

Supongamos que una pareja tiene un problema en el matrimonio al que el esposo contribuye con su
retraimiento pasivo, mientras que la mujer colabora con sus críticas constantes. Al explicar sus
frustraciones, el marido dice que su retraimiento no es más que la defensa contra los constantes

27
regaños de su mujer, mientras que ésta dirá que esa explicación constituye una distorsión
intencional de lo que "realmente" sucede en su matrimonio, esto es, que ella lo critica debido a su
pasividad.

Sus discusiones consisten en un intercambio de estos mensajes:

Marido Mujer

Me retraigo Te regaño

Porque Porque

Me regañas Te retraes

En la psicoterapia de parejas, a menudo sorprende la intensidad de lo que en la psicoterapia


tradicional se llamaría una "distorsión de la realidad" por parte de ambos cónyuges. A veces, resulta
difícil creer que dos individuos puedan tener visiones tan dispares de muchos elementos de su
experiencia en común. Y, sin embargo, el problema radica fundamentalmente, en su incapacidad
para metacomunicarse acerca de su respectiva manera de pautar su interacción.

Las discrepancias no resueltas en la puntuación de las secuencias comunicacionales pueden llevar a


'impasses" interacciónales, en los que los participantes se hacen acusaciones mutuas de locura o
maldad.

Estos casos de comunicación patológica constituyen círculos viciosos que no se pueden romper a
menos que la comunicación misma se convierta en el tema de comunicación
(metacomunicación). Pero para ello tienen que colocarse afuera del círculo.

Se observa en estos casos de puntuación discrepante un conflicto acerca de cuál es la causa y cuál el
efecto, cuando en realidad ninguno de estos conceptos resulta aplicable debido a la circularidad de la
interacción.

El concepto de la "profecía autocumplidora" constituye un fenómeno interesante en el campo de la


puntuación. Por ejemplo, una persona que parte de la premisa "todos me odian", se comporta, tal vez,
con agresividad, ante lo cual es probable que los demás reaccionen con desagrado, corroborando
así su premisa original. Lo que caracteriza la secuencia y la convierte en un problema de
puntuación, es que el individuo, considera que él sólo está reaccionando ante esas actitudes, y no que
las provoca.

Comunicación "digital" y "analógica".

Lenguaje:

a) digital: el que se transmite a través de símbolos lingüísticos o escritos, y será el vehículo del
contenido de la comunicación.

b) Analógico: vendrá determinado por la conducta no verbal (tono de voz, gestos, etc.) y será el
vehículo de la relación.

Funciones: transmitir información.

Definir la relación entre los comunicantes, lo que implica una información sobre la
comunicación, es decir, una "metacomunicación". Esta comunicación servirá para definir la relación
cuando la comunicación haya sido confusa o ambivalente

28
En la comunicación humana es posible referirse a los objetos de dos maneras totalmente distintas. Se los
puede representar por un símil, tal como un dibujo, o bien mediante un nombre. Estos dos tipos de
comunicación, uno mediante una semejanza autoexplicativa y, el otro, mediante una palabra, son
equivalentes a los conceptos analógicos y digitales.

En la comunicación digital, la palabra es una convención semántica del lenguaje; no existe


correlación entre la palabra y la cosa que representa, con la posible excepción de las palabras.
Onomatopéyicas. Como señalan BATESON y JACKSON: "No hay nada" parecido a cinco en el número
cinco; no hay nada particularmente "similar a mesa" en la palabra mesa. Por otro lado, en la
comunicación analógica hay algo particularmente "similar a la cosa" en lo que se utiliza para
expresaría.

La comunicación analógica tiene sus raíces en períodos mucho más arcaicos la evolución y, por tanto,
encierra una validez mucho más general que el modo digital de la comunicación verbal, relativamente
reciente y mucho más abstracto.

La comunicación analógica coincidiría con la comunicación no verbal, entendiendo por


comunicación no verbal: los movimientos corporales (kinesia), la postura, los gestos, la expresión facial, el
ritmo, la cadencia de las palabras, el silencio y los indicadores comunicacionales que aparecen en el
contexto.

El ser humano se comunica de manera digital y analógica. De hecho, la mayoría de los logros
civilizados resultarían impensables sin el desarrollo de un lenguaje digital. Ello asume particular
importancia en lo que se refiere a compartir información acerca de los objetos. Sin embargo, existe un
vasto campo donde utilizamos en forma casi exclusiva la comunicación analógica, se trata del área
de la relación. Así pues, el aspecto relativo al "nivel de contenido en la comunicación se
transmite en forma digital, mientras que el "nivel relativo a la relación" es de naturaleza
predominantemente analógica.

En su necesidad de combinar estos dos lenguajes, el hombre, sea como receptor o como emisor, debe
traducir constantemente de uno al otro. En la comunicación humana la dificultad inherente a traducir
existe en ambos sentidos. No sólo sucede que la traducción del modo digital al analógico implica una
gran pérdida de información, sino que lo opuesto también resulta sumamente difícil: hablar acerca de
una relación requiere una traducción adecuada del modo analógico de comunicación al modo
digital.

Al emisor no sólo le resulta difícil verbalizar sus propias comunicaciones analógicas, sino que, si surge
una controversia interpersonal en cuanto al significado de una comunicación analógica particular, es
probable que cualquiera de los dos participantes introduzca en el proceso de traducción al modo
digital, la clase de digitalización que concuerde con su imagen de la naturaleza de la relación. El
hecho de traer un regalo, por ejemplo, constituye sin duda una comunicación analógica. Pero según
la "visión" que tenga de su relación con el dador, el receptor puede entenderlo como una demostración de
afecto, un soborno, o una restitución.

La psicoterapia se ocupa sin duda de la digitalización correcta y correctivo de lo analógico; de hecho,


el éxito o el fracaso de una interpretación depende de la capacidad del terapeuta para traducir un
modo al otro y de la disposición del paciente para cambiar su propia digitalización por otra más adecuada
y menos angustiante.

En la comunicación patológica observaremos incongruencias entre lo digital y lo analógico. Una


persona puede estar diciendo (digital). No estoy enfadado", y sin embargo, su tono de voz, su
expresión facial y sus gestos expresan auténtica agresividad (analógico).

29
Interacción simétrica y complementaria.

Todas las relaciones podríamos agruparlas en dos categorías: o son COMPLEMENTARIAS 0


SIMÉTRICAS.

En el primer caso, la conducta de uno de los participantes complementa la del otro; en el segundo caso,
los participantes tienden a igualar especialmente su conducta recíproca. Son relaciones basadas en
la diferencia (complementarias), o en la igualdad (simétricas).

En una relación complementaria hay dos posiciones distintas. Un participante ocupa lo que se ha
descrito de diversas maneras como la posición superior o primaria mientras el otro ocupa la posición
correspondiente inferior o secundaria. Estos términos son de igual utilidad en tanto no se los identifique
con "bueno" o "malo", "fuerte" o "débil". Una relación complementaria puede estar establecida por el
contexto social o cultural (como en los casos de madre e hijo, médico y paciente, maestro y alumno), o
ser el estilo idiosincrásico de relación de una díada particular. En cualquiera de los dos casos, es
importante destacar el carácter de mutuo encaje de la relación en la que ambas conductas, disímiles
pero interrelacionadas, tienden cada una a favorecer a la otra. Ninguno de los participantes impone al
otro una relación complementaria, sino que cada uno de ellos se comporta de una manera que
presupone la conducta del otro, al mismo tiempo que ofrece motivos para ella: sus definiciones de la
relación encajan.

Las relaciones complementarias patológicas, el psicoanálisis las denomina relaciones


"sadomasoquistas" y las entiende como una ligazón entre dos individuos cuyas respectivas
formaciones caracterológicas alteradas se complementan. Otros autores emplean distintos
conceptos: LIDZ: "sesgo marital"; SCHEFLEN:"horrenda pareja"; LAING: "connivencia". En tales
relaciones observamos un sentimiento progresivo de frustración y desesperanza en los dos
participantes o en uno de ellos. Estos individuos fuera de sus hogares (o en ausencia de sus
parejas) son capaces de funcionar en forma perfectamente satisfactoria y que, cuando se los
entrevista individualmente, pueden dar la impresión de estar bien adaptados. Este cuadro a
menudo cambia dramáticamente cuando se los observa en compañía de su "complemento":
entonces se hace evidente la patología de la relación.

En una relación simétrica no existen dos posiciones ya que está basada en la igualdad. La relación
simétrica puede estar definida por el contexto social, como por ejemplo, la relación entre
hermanos, entre amigos, entre marido y mujer, etc. También puede ser el estilo propio de una díada
particular.

En la relación simétrica existe el peligro de la competencia o rivalidad. Cuando se pierde la


estabilidad en una relación simétrica, se produce una "escapada" de uno de los miembros; el otro
intentará equilibrar la relación, produciéndose, a partir de aquí, el fenómeno conocido como
"escalada simétrica".

Los conceptos de complementariedad y simetría se refieren simplemente a dos categorías básicas en las
que se puede dividir a todos los intercambios comunicacionales. Ambas cumplen funciones importantes y,
por lo que se sabe por las relaciones sanas, cabe llegar a la conclusión de que ambas deben estar
presentes, aunque en alternancia mutua o actuando en distintas áreas. Ello significa que cada patrón
puede estabilizar al otro siempre que se produzca una escapada en uno de ellos; así mismo, es posible
y necesario, que los dos participantes se relacionen simétricamente en algunas áreas y de manera
complementaria en otras.

30
Meta-comunicación.

En el lenguaje podemos distinguir el lenguaje-objeto y el metalenguaje.

El lenguaje-objeto es aquél que "se usa"; mientras que el metalenguaje es aquél con el que "se habla"
del anterior. Así, por ejemplo, en una gramática inglesa para estudiantes castellanos, el lenguaje-objeto
es el inglés, y el metalenguaje el castellano.

Es sintáctica y semánticamente correcto escribir: BARCELONA ES UNA GRAN CIUDAD, pero sería
incorrecto escribir: BARCELONA TIENE CUATRO SILABAS, pues en este caso deben utilizarse
comillas: "BARCELONA" TIENE CUATRO SILABAS. La diferencia entre estos dos usos de la palabra
radica en que en la primera aseveración, la palabra se refiera a un objeto (una ciudad), mientras que
en el segundo caso, esa misma palabra se refiere a un nombre (que es una palabra) y, por tanto, a sí
misma.

Cuando dejamos de utilizar la comunicación para comunicarnos, y la usamos para comunicar algo
acerca de la comunicación, cosa que es inevitable cuando investigamos sobre la
comunicación, utilizamos conceptualizaciones que no son parte de la comunicación, sino que se refieren
a ella, y en ese momento nos estamos metacomunicando.

Circularidad de las pautas de comunicación.

En el modelo clásico de la ciencia pura, se considera que la causalidad es lineal. En cualquier


situación dada, se nos enseña a entender la "causa" de un efecto" alterando las variables una por una
hasta que se aísla el factor que produce el hecho particular. Sin embargo si se trabaja a partir de la
premisa de que los aspectos significativos de un sistema sólo pueden comprenderse examinando el
sistema como una "totalidad", se hace necesario considerar la etiología desde un punto de vista
diferente.

Si bien en las cadenas progresivas lineales de causalidad, tiene sentido hablar acerca del
comienzo y el fin de una cadena, tales términos carecen de sentido en los sistemas con circuitos de
retroalimentación. En un círculo no hay comienzo ni fin. En el mundo no es posible encontrar el claro y
lineal ordenamiento de causa y efecto, a menos que se lo imponga artificialmente. La teoría general de
sistemas considera que la causalidad es un proceso circular.

Mientras que en algunos tratamientos, como el psicoanalítico, la curación y el cambio provienen del
conocimiento de ciertos sucesos traumáticos de la infancia, la curación y el cambio en la terapia
familiar provienen fundamentalmente de examinar cómo opera corrientemente el sistema familiar y de
comprender la función que los problemas desempeñan en los procesos orientados hacia un objetivo,
presentes en la existencia ordinaria del sistema. Teóricamente, el concepto de causalidad lineal implica
que la línea etiológica se desplaza del pasado hacia el presente, y de este hecho proviene la necesidad
de retroceder hasta el comienzo de la sucesión de los hechos para poder comprenderlos; cuando se
utiliza el concepto de causalidad circular, se enfatiza el "aquí y ahora", porque es aquí y ahora cuando
todo el círculo puede verse operando. Como una escalera en espiral, el presente vuelve a actuar el
pasado de modo tal que el significado debe buscarse dentro de los límites de los procesos actuales del
sistema. El pasado se transforma en redundante, y el punto de partida del terapeuta familiar pasa a ser la
ecología antes que la génesis.

Los Modelos de Trabajo Social

El modelo es una construcción simplificada y esquemática de la realidad, que surge de una teoría y como
tal puede ser contrastada empíricamente en la práctica.
El lenguaje corriente de la palabra modelo generalmente designa a una persona u objeto a imitar por
tanto de alguna manera tiene una connotación normativa, tiene una idea de perfección.
El modelo aporta una explicación de la realidad, se diferencia de la teoría porque esta explica un
conjunto de fenómenos de una disciplina, mientras que el modelo conforma un esquema
referencial para guiar la práctica.

31
Dependiendo el objeto en que van dirigidos los modelos contienen en sí una teoría y una práctica. Es
decir, el modelo ya implícito:

1. Elementos teóricos que lo sustentan.

2. Elementos de análisis que explican su aplicación a una realidad.

3. Elementos metodológicos: técnicas.

4. Elementos filosóficos, ideológicos y valores.

Variables que influyen en la elección de un modelo

1. El tipo de fenómenos (enfermedad, pobreza, etc.)

2. Contenido conceptual utilizado para descubrir los problemas:


a) Estudio
b) Hipótesis, teorías.
c) Naturaleza del hombre.

3. Naturaleza de la intervención en Trabajo Social.

a) Objetivos a corto o largo plazo.


b) Principios de acción, procedimientos, métodos, técnicas.

4. Naturaleza de los medios o marcos institucionales.

5. Los valores y la ética subyazte al modelo.

6. La manera como se concibe al individuo, causas de las dificultades, fuerzas y capacidades de las
personas en la sociedad.

7. La naturaleza de la relación entre el Trabajo Social y el cliente.

8. La sociología de la práctica de Trabajo Social, se refiere a la visión de status y funciones de la


profesión de otros profesionales.

Entre los modelos mas utilizados en el Trabajo Social, podemos encontrar grandes grupos con bases
teóricas y epistemológicas diferentes:

1. Modelo de base psicodinámica; modelo psicosocial y de resolución de problemas.

2. Modelo basado en la teoría del comportamiento; modelo conductista.

3. Modelo ecológico; modelo sistémico, modelo de redes sociales.

4. Modelo de Crisis.

32
Modelo Casework Psicosocial.

Fuente: Freud, Melanie Klein


Conceptos claves: Teoría del yo.
Práctica profesional: Mary Richmond, Gordon Hamilton.

En este modelo el Trabajo Social busca ayudar al individuo que tiene un problema
fundamentalmente las relaciones familiares cotidianas, escolares, laborales debido principalmente a
desordenes en el funcionalismo intrasiquico de los individuos.

Modelo de Trabajo Social para Resolución de Problemas.

Fuente: W. James, J. Dewey.


Conceptos claves: Pragmatismo y experimentación funcionamiento cognitivo del yo, comportamiento
activo de la persona, trabajo con la motivación, capacidad, recursos y oportunidad.
Práctica profesional: Matilde De Ranquet.

Se trata de definir el problema del cliente individual o familiar tanto desde su punto de vista como
desde el punto de vista del Trabajador Social y juntos marcar objetivos. El proceso estará en función de
4 aspectos fundamentales que so interdependientes:

Motivación
Oportunidad para el cambio
Capacidad
Recursos para ese cambio

Modelo Conductista

Fuente: Watson, Pavlov, Skiner


Conceptos claves: Toda conducta es aprendida la conducta puede controlarse por sus
estimulos.
Práctica profesional: E. Thomas, S. Briar

Pretende asesoramiento de conductas especificas objetivos el cambio conductual.

Modelo Ecológico:

Fuente: Escuela de Chicapo


Conceptos claves: Población marginada, injusticia social, desigualdad. La comunidad es
contemplada como ámbito de interes conflictivo así como fuente de recursos.
Práctica profesional: S. Alinski.

Implicancias uso de las estrategias del conflicto como técnicas de integración. Cambio de las
organizaciones y comunidades

33
Modelo Psicosocial o de Diagnóstico.

La base teórica es la teoría psicoanalítica

 Lo que aporta esta teoría al Trabajo Social:

1. Ayuda a comprender las relaciones interpersonales.


2. Proporciona elementos de comprensión de la conducta humana.
3. Considera la etiología psicológica individual de los problemas.
4. Aporta conocimientos sobre las necesidades básicas.
5. Proporciona elemento para la comprensión de los elementos que posibiliten el
crecimiento.
6. Ofrece una teoría de los mecanismos defensivos de los indivduos ante los
problemas.
7. Aporta una teoría de relaciones sociales como la evolución afectiva de todo
individuo es producto de los intercambio de os niños con los padres.

Para Freud la estructura psíquica esta formada por 3 zonas:


 el Ego
 el Ello
 el Super Yo

El modelo psicosocial históricamente es la primera fase científica del Trabajo Social.

Al principio su fuente teórica fue el modelo médico, pero su principal fuente teórica lo obtuvo del
psicoanálisis Freudiano.

El elemento psicosocial se caracteriza por 3 elementos esenciales.

1. Tiene en cuenta el aspecto psicológico y social.


2. Concede una enorme importancia al diagnóstico evolutivo sobre los recursos y problemas, los
puntos fuertes y débiles de la persona y su situación.
3. Dado una extrema importancia a los primeros años de la vida y la intoyección de la familia
de origen.

Algunos fenómenos psicoanalíticos en la relación de ayuda:

 Transferencia y Contraferenia: Evolución de sentimientos o imágenes del pasado que se


transfiere a nivel inconsciente.

 Setting: Conjunto de elementos estables por los cuales puede percibir los cambios en el
cliente.

 Insight: Comprensión de los procesos psicológicos.

 Contención: La capacidad de percibir y recibir los sentimientos del otro.

34
Para el psicoanalista es un tratamiento basado en el lenguaje, en la relación paciente analista, en el
curso del cuál afloran los traumatismos y las represiones causas de la enfermedad, se trata por medio
de diversas terapias modificando el comportamiento del individuo.
Otros concepto a través de cómo se realiza el tratamiento es la ―aireación‖ el cliente exterioriza
sentimientos d historicidad o agresión, sentimientos mientras han estado guardado han alterado su forma
de actuar e interactuar.

 Relación correctiva: El cliente experimenta con el Trabajador Social un relación


parecida a la de madre e hijo que trata de compensar a otra relación anterior
insatisfactoria.
 Examen de las Actuales interacciones personales: Hacer que el cliente comprenda como
estas interacciones están influidas por anteriores relaciones y vivencias.

El llamado modelo de tratamiento fomenta que el cliente social piense y trate de comprender su
esquema de persona en situación a través de una relación positiva con el Trabajador Social

Clasificación de F. Hollis de los métodos de trabajo de caso


Procedimiento Propósito Acciones del Trabajador Social
Sustentación Reducir la ansiedad Exteriorizar interés y comporten las
necesidades del cliente.
Influencia directa Forzar determinadas Elogiar las conductas
conductas mediante la
acción del Trabajador
Social.

Exploración, descripción, Comprender el punto de Estudio psicosocial, expresión de


aireación. vista del cliente sobre la sentimientos, odio, pena y angustia.
situación y ellos mismos.
Hacer que afloren los
sentimientos.

Reflexión sobre persona- Mejorar la comprensión de Reflexión acerca del conocimiento


situación. los clientes. y comprensión de la situación hacer
que los clientes analicen y extraigan
sus propias conclusiones.
Reflexión evolutiva. Comprensión del cliente de No constituye un aspecto
la influencia del pasado. importante utilizar solo si es
necesario.
Tipos de comunicación. Relaciones con sus iguales. Considerar todos los aspectos
anteriores.
Tipos de Recursos Servicios para los clientes. Utilizan eficientemente los
servicios públicos (recursos).
Tipos de roles. Actuar en nombre de los Actuar como proveedor, creador de
clientes. recursos.

35
Conclusiones: El modelo psicosocial es el modelo mas antiguo de Caswork aún hoy constituye el
método de base en Trabado Social, proporciona los elementos fundamentales para la formación de los
trabajadores sociales y para la práctica profesional. El modelo psicosocial actual se apoya sobre la
teoría de sistema. Este considera al conjunto de la persona en situación, es decir, que considera a la
persona en sus transacciones con el mundo exterior. La teoría de la personalidad le proporciona una
rejilla de análisis tanto mas útil cuanto que pone el acento sobre el yo y su mecanismo de
adaptación, sobre su zona de energía libre de conflicto y que introduce los elementos del mundo
exterior que actúa sobre el individuo, aquí y ahora, en un sentido positivo y negativo.

El diagnóstico del Trabajador Social constituye el punto central de este modelo, pues le permite
establecer un plan de acción y ejecutarlo de manera eficaz. El tratamiento repasa en gran medida sobre
el diagnóstico, que permite localizarlos puntos fuertes y los puntos débiles del cliente y su entorno,
deducir un posible diagnóstico y por consiguiente fijar un objetivo un objetivo al plan de acción. La
evolución de los resultados obtenidos y los medios utilizados se hace por medio de rejillas de análisis.

La relación es el medio que va a permitir se efectúe el tratamiento. La persona del Trabajador


Social constituye su primer instrumento de trabajo.

El modelo psicosocial a sido durante mucho tiempo el único modelo utilizado en Caswork, al que ha
permitido ampliarse y progresar especializándose en diferentes campos. La mayor parte de los elementos
de metodología y de técnicas de intervención que ha contribuido a desarrollar son utilizados en otros
modelos más recientes tales como la intervención en tiempo de crisis, en corto plazo centrado sobre la
tarea, etc. El modelo psicosocial tiene aún un importante papel que desempeñar.

Modelo Sistémico

La teoría de sistema aporto uno de los mapas conceptuales en la teoría familiar.

Un sistema se define como un conjunto de elementos interdependientes y en interacción. Estos


elementos están organizados y conforman una totalidad. Si los elementos son interdependientes, se
habla de un sistema muy organizado, por ejemplo la familia, si son escasamente
interdependientes se hablará de poca organización, por ejemplo una ciudad un barrio. Los
diversos elementos de un sistema cualquiera sea su nivel de organización están jerarquizados,
diferenciados y especializados. Su relación determina que toda modificación de uno de los
elementos acarrea modificaciones a todos los otros y del sistema entero. Ello se debe también a que
un sistema tiende siempre a un estado de equilibrio. Sometido a una fuerza externa o interna el sistema
recupera, después de una ruptura, la situación de equilibrio anterior (equilibrio dinámico).
Ningún sistema es totalmente cerrado, existen entradas o salidas por los cuales recibe flujo de
energía y de información. La respuesta emitida tiene efectos sobre la información recibida
(retroalimentación).

36
Entrevista Sistémica

Por medio de la entrevista se pide información a todos los miembros de la familia.


La tarea principal es formar un sistema terapéutico donde la familia se comunica y ensaya nuevas
formas de relación que luego deben introducir en su día a día.
Según Hayley hay 4 fases:

1. Fase Social: Es una fase de presentación, deben participar todos los miembros de la
familia. El objetivo es vaciar el grado de la ansiedad de todas las familias.

2. Planteamiento o definición del problema: La forma de empezar es lanzar una pregunta al


aire, para ver quien toma la iniciativa a la hora de responder, si hay alguien que
contradice, apoya o reacciona ante la respuesta.
Después se utiliza la técnica de la pregunta estrella. Se pide a uno de los miembros de la
familia que de su opinión para proporcionar distintas percepciones del problema.

3. Fases de interacción: Una vez definido el problema se empieza a buscar alianzas entre ellos.
Hay que estar alerta para que no haya conflicto.

4. Definición de los cambios dados: Se pide a los miembros de la familia su opinión sobre el
problema y los cambios como sujeto cualquiera de la familia, con una tarea a cumplir. Emplear
preguntar circulares.
Cada pregunta esta basad en información de preguntas anteriores. Nunca se utiliza la
palabra porque la respuesta podría ser si o no y lo que se quiere es buscar información de
relaciones y descripciones.

Se hacen comparaciones de la familia en situaciones anteriores.

Lo que se hace es poner en marcha a la familia, por medio de su misma información y


alcanzar una visión alternativa.
Involucrar como mínimo a tres personas.

Modelo Psicosocial Modelo Sistémico


1.- Transmisión de energía. 1.- Transmisión de información.
2.- Individuo como sistema cerrado. 2.- Individuo como sistema abierto.
3.- Interés por los procesos intrasiquicos. 3.- Interés por las interrelaciones y las
intercomunicaciones.
4.- Causalidad Lineal. 4.- Causalidad circular.
5.- Escasa atención al contexto. 5.- Importancia del contexto en el desarrollo
del sistema.
6.- El sistema como proceso del conflicto 6.- El sistema como expresión de situación
intrasiquico. interpersonal.
7.- Interés por el pasado. 7.- Interés por el pasado.
8.- Interpretación como proceso terapéutico 8.- El cambio como objetivo terapéutico.

Sistema Ecológico Redes Sociales (sistema de apoyo social)


Formales; ser público, colegios.
Informales; amigo y familiar.

37
Ventajas del Modelo Sistémico:
 Aplica más energía en cambiar el entorno que los enfoques psicológicos.
 Es interactivo, esto es, se entra en los efecto que un apersona produce en otra vez de los
sentimiento y pensamientos internos.
 Avisa a los Trabajadores Sociales la posibilidad de emplear procedimientos
alternativos para la consecución del mismo fin.
 Trabaja con individuos, grupos y comunidades y no destaca ningún método particular de
intervención.
 Evita Explicaciones lineales y deterministas de causa-efecto sobre la conducta y los
fenómenos sociales toda vez que la equifinalidad y la multifinalidad nos muestra como
varias corrientes de energía pueden afectar a los sistemas de diversas maneras.

Desventajas del Modelo Sistémico:


 Establece conexiones entre los distintos niveles de la sociedad y de la conducta
individual, pero no explica porque suceden las cosas.
 No nos dice que es lo que hay que hacer, como y donde hay que hacerlo para producir
efectos en los sistemas tampoco nos permite controlar los efectos de las
intervenciones en los sistemas ya que no conocemos de que cada parte del mismo
interactuará con los otros.
 La teoría de sistemas (especialmente sistema ecológico) puede sobreestimar la
importancia de las partes integrantes del sistema.

Roles de Trabajador Social en el Modelo Sistémico Ecológico


 Mediador.
 Defensor interviniendo con organismos o individuos para que asuma la acción social.
 Organizador, pone al cliente en contacto con redes sociales o haciendo unas nuevas.

Modelo Conductista.

Se trabaja con las causas sociales de los problemas sin recurrir como es el caso de los psicólogos a
elaborar clínicas sobre el pasado.

Existen dos estrategias de tratamiento que pueden utilizarse aisladamente o en combinación estas son:

1. Modificar la respuesta del cliente ante los factores que influyen en su medio ambiente.

2. Cambiar los factores que imperan en el ambiente; con el propósito de modificar la


conducta problema. De esta manera se puede conseguir las deficiencias materiales o sociales
de un cliente y la consecuente reducción de la ansiedad o agresión.

Procedimiento metodológico del modelo


Los enfoques conductistas ponen énfasis en los aspectos aprendidos de la conducta.
El tratamiento consiste en lograr el mantenimiento o modificación de la conducta.
Los objetivos del Trabajo Social irán dirigidos a la producción del cambio en la conducta del
cliente.

Procedimiento:
Control de antecedentes del cliente o de las familias problemas.
Control de resultado.
Autocontrol.

38
Control de antecedentes del cliente o familia problema
a) Los estímulos que generan respuestas problemas pueden ser ignoradas mientras se
esfuerzan aquellos que generan conductas deseadas.
b) Se pueden potenciar los estímulos que generan respuestas favorables y reflexionar sobre
aquellos que refuerzan respuestas problemas.
c) Los estímulos discriminativos pueden ser utilizados para reducir la posibilidad de que se ejecuten
respuestas problemas.

Modelo de Intervención en Crisis


Reacciones de la familia ante la crisis.

a) La capacidad para resolver conflictos.


b) Como se han solucionado conflictos anteriores.
c) Recursos que se posee para enfrentar el conflicto:
Organización de la familia.
Cohesión familiar.
Adaptabilidad.
Grado de confrontación interna.

Familias Funcionales y Disfuncionales

Familias Funcionales: No necesariamente requieren ayuda profesional para solucionar sus crisis.

Familia Disfuncional: Requieren ayuda profesional.

¿Qué se siente en una crisis?


Depresión, reacciones emotivas, tristeza, reconciliación.
Desgano; Reacciones del pensamiento.
Reacciones físicas.
Sin motivación (animo)
Miedo; temor, preocupación, inseguridad, posibles desgracias. Ira;
Irritabilidad, enojo, rabia, agresiones.
Ansiedad; Pensamiento confuso que le impiden tomar decisiones, sensaciones
desagradables, ahogos, dolor en el pecho.

39
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN Nº 02

1.- Refiérase a la Teoría General de Sistemas.

2.- ¿A qué se refiere el enunciado ―Las familias se repiten a si mismas‖?

3.- ¿Cuáles son los axiomas de la comunicación? Menciónelos.

4.- ¿Qué aporta el modelo psicosocial al trabajo social?

5.- ¿Cuáles son las Fases de la Entrevista Sistémica?

6.- ¿Cuáles son Roles del trabajador social en el modelo sistémico?

RESPUESTAS.

1.- Es un método que nos permite unir y organizar los conocimientos con la intención de una mayor
eficacia de acción. Engloba la totalidad de los elementos del sistema estudiado (en este caso, la
familia), así como las interacciones que existen entre los elementos y la interdependencia entre ambos.

La Teoría General de Sistemas fue concebida por BERTALANFFY en la década de 1940, con el fin de
constituir un modelo práctico para conceptualizar los fenómenos que la reducción mecanicista de
la ciencia clásica no podía explicar. En particular, la teoría general de sistemas parece proporcionar
un marco teórico unificador tanto para las ciencias naturales como para las sociales, que necesitaban
emplear conceptos tales como "organización", "totalidad", globalidad e "interacción dinámica; lo lineal es
sustituido por lo circular, ninguno de los cuales era fácilmente estudiable por los métodos analíticos de
las ciencias puras. Lo individual perdía importancia ante el enfoque interdisciplinario.

2.- Las familias se repiten a si mismas, esto quiere decir que lo que sucede en una generación a
menudo se repetirá en la siguiente. Las mismas cuestiones tienden a aparecer de generación en
generación, a esto le llamamos “transmisión multigeneracional de pautas familiares”. Si el
funcionamiento de los miembros de una familia puede repetirse a través de las generaciones, un estilo
particular de funcionamiento o de la forma de tratar un problema pasa de una generación a otra, a
menudo el problema que presenta una familia en el presente habrá ocurrido en generaciones
previas.

Es así que cuando hablamos de familias no podemos limitarnos a pensar en términos de padres e hijos,
debemos tener siempre una visión más amplia, que tenga presente a las generaciones precedentes
y las reglas sociales propias de cada época. De hecho, la historia de las generaciones que han
precedido al individuo, está llena de significados, mitos, recuerdos y creencias que se van
transmitiendo y conservando a través de las generaciones presentes y seguramente re-
transmitidas a las futuras.

40
3.- AXIOMAS DE LA COMUNICACIÓN.
A) La imposibilidad de no comunicar

B) Los niveles de "contenido" y de "relación"

C) La puntuación de la secuencia de hechos

D) Comunicación "digital" y comunicación "analógica"

F) Interacción "simétrica" e interacción "complementaria".

4.- Modelo Psicosocial o de Diagnóstico.

Lo que aporta esta teoría al Trabajo Social:

1. Ayuda a comprender las relaciones interpersonales.


2. Proporciona elementos de comprensión de la conducta humana.
3. Considera la etiología psicológica individual de los problemas.
4. Aporta conocimientos sobre las necesidades básicas.
5. Proporciona elemento para la comprensión de los elementos que posibiliten el
crecimiento.
6. Ofrece una teoría de los mecanismos defensivos de los indivduos ante los
problemas.
7. Aporta una teoría de relaciones sociales como la evolución afectiva de todo
individuo es producto de los intercambio de os niños con los padres.

5.- Entrevista Sistémica

Por medio de la entrevista se pide información a todos los miembros de la familia.


La tarea principal es formar un sistema terapéutico donde la familia se comunica y ensaya nuevas
formas de relación que luego deben introducir en su día a día. Según Hayley hay 4 fases:

1. Fase Social: Es una fase de presentación, deben participar todos los miembros de la
familia. El objetivo es vaciar el grado de la ansiedad de todas las familias.

2. Planteamiento o definición del problema: La forma de empezar es lanzar una pregunta al


aire, para ver quien toma la iniciativa a la hora de responder, si hay alguien que
contradice, apoya o reacciona ante la respuesta.
Después se utiliza la técnica de la pregunta estrella. Se pide a uno de los miembros de la
familia que de su opinión para proporcionar distintas percepciones del problema.

3. Fases de interacción: Una vez definido el problema se empieza a buscar alianzas entre ellos.
Hay que estar alerta para que no haya conflicto.

4. Definición de los cambios dados: Se pide a los miembros de la familia su opinión sobre el
problema y los cambios como sujeto cualquiera de la familia, con una tarea a cumplir. Emplear
preguntar circulares.
Cada pregunta esta basad en información de preguntas anteriores. Nunca se utiliza la
palabra porque la respuesta podría ser si o no y lo que se quiere es buscar información de
relaciones y descripciones.

6.- Roles de Trabajador Social en el Modelo Sistémico Ecológico


 Mediador.
 Defensor interviniendo con organismos o individuos para que asuma la acción social.
 Organizador, pone al cliente en contacto con redes sociales o haciendo unas nuevas.

41
UNIDAD III
METODOLOGIA DE LA INTERVENCION FAMILIAR.

DEL TEXTO : “METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL”. Cristina de Robertis.

El análisis de la situación.

Tal y como dice la autora, el análisis de la situación debe tener en cuenta el conjunto de todos los elementos
relacionada relativos a un problema y la raíz de instalación entre unos y otros

Hay cinco elementos que determinan el análisis de la situación:

1. Contexto global: Datos de la sociedad, política social.

2. Sector de trabajo: lugar donde se desarrolla el trabajo social, sería el contexto más específico, es decir, el
entorno geográfico, el entorno político, las empresas que trabajan, el tipo de vivienda, los equipamientos, el
tipo de población .

3. El servicio o institución para la que trabaja el trabajador social. Esta limita su margen de maniobra: lineas
directrices, informes de casos anteriores,

4. El trabajador social: hay que conocerse a sí mismo para limitar la deformación de los hechos debido a la
propia personalidad, una herramienta que lo facilita es la supervisión o bien una simple introspección.

5. El usuario: Hay que distinguir entre 2 tipos de usuarios:


a) Usuarios movilizados que acuden por propia iniciativa
b) Usuarios que acuden por imperativo legal.

Es importante recordar que el usuario, antes de llegar al servicio, ha pasado por toda una evolución que
podríamos resumir en los siguientes puntos:

1. Enfrentarse al problema.
2. Intento de encontrar medios para concretar el cambio.
3. Fracaso de estos intentos.
4. Solicitar ayuda.

Una parte del análisis se puede realizar antes de recibir al usuario. Tras la primera entrevista ya se pueden
sacar hipótesis pero deben ser muy prudentes.

La evaluación

Cristina de Robertis nos define la evaluación como el proceso de comprender el caso, formular hipótesis y
evaluar los resultados. Es decir que dentro del concepto de evaluación englova lo que otros autores llaman
diagnóstico psicosocial y evaluación de los resultados.

La evaluación según la autora, se empieza a realizar desde el primer contacto con el usuario y se centra en
las dificultades que deben resolverse.

Hay que tener presente que es un proceso continuo y dinámico es decir que hay que ir reformulando a
medida que evoluciona el caso o que disponemos de más datos. Por lo tanto, revisarla después de cada
encuentro.

42
El proceso de evaluación trata de comprender el caso desde dos vertientes:

• Comprensión intelectual: clasificar los hechos, utilización de las herramientas que nos proporcionan las
otras disciplinas, utilizar los conocimientos de la institución.

• Comprensión afectiva: Capacidad de empatía.

Es importante tener presente que tanto la comprención intelectual como, sobre todo, la afectiva, dependen
del talante y del modelo ideológico del trabajador social y son, por tanto subjetivas.

La intervención del usuario es imprescindible a la hora de validar y confirmar las hipótesis, y esto se puede
hacer de dos maneras:
a) A través de la confrontación con los hechos.
b) Compartiendo nuestra evaluación con el usuario

Este control es la única garantía que tenemos de estar en el buen camino, pero esto sólo es posible si el
trabajador social está dispuesto a corregir a su apreciación del caso.

Podemos clasificar la evaluación de dos maneras:

Tipo de
Clasificación Descripción
evaluación

Evaluación De qué dificultad se trata, factores que la condicionan,


dinámica repercusión sobre el individuo, posibles soluciones.
Se centra en la situación problema
Evaluación Funcionamiento psíquico de la persona. Se centra en el
clínica usuario.
Evaluación Causas de las dificultades actuales, historia del usuario.
etiológica Se centra en los motivos desencadenantes
primer contacto con el usuario, es superficial y rápida.
Evaluación Importante determinar si es competencia de la
preliminar institución a la que pertenece el TS.

Especifica unos objetivos y elabora un proyecto de


Evaluación intervención; enunciado de hipótesis.
operativa

medir los cambios producidos a la vez que permite


Evaluación de dictaminar las etapas que faltan para recorrer.
los resultados Desembocar en la evaluación final.

Hay diferentes variables que inciden sobre el contenido de la evaluación:


• La institución para la que trabaja el trabajador social.
• Los problemas a resolver y el punto de partida: iniciativa del usuario o bien imposición legal.
• La determinación de la persona o personas a las que se debe asistir.
• Las referencias históricas: según la época es sigue más un modelo que otro, así tenemos que las primeras
teorías estaban basadas en el entorno del usuario, posteriormente surgen las teorías basadas en la persona
y finalmente se apuesta por un modelo de síntesis de las dos tendencias.

43
Según de Robertis, las cuatro preguntas clave para elaborar la evaluación son:
1. ¿De qué se trata?
• Problema
• Situación

2. ¿De quién se trata?


• Personas implicadas
• ¿Cómo viven la situación?
• Motivación del usuario
• Capacidad del usuario

3. ¿Qué posibilidades existen para modificar la situación?


• ¿Qué fuerzas y capacidades del usuario pueden ser movilizantes para producir el cambio?
• ¿Qué apoyo puede encontrar el usuario en su entorno?
• Recursos: legales, institucionales y materiales.
• Posibilidades
• Previsiones de cambio a partir de los elementos mencionados

4. Como definimos el proyecto de trabajo?

Plan de Intervención.

El plan de intervención o contrato es un acuerdo oral o escrito entre el usuario, el trabajador social y la
institución para la que trabaja, en el que se especifica un plan de trabajo, es decir, unos objetivos y un
proyecto de intervención.

Este contrato deberá ser negociar conjuntamente el trabajador social y el usuario y se debe especificar la
forma de alcanzar los objetivos y la duración del trabajo.
Sin embargo, como ya hemos visto, los objetivos se pueden modificar a medida que se avanza en el caso y,
por tanto, el contrato puede ser revisado y modificado.

Es importante definir claramente los problemas y los propósitos que se quieren alcanzar, siempre teniendo
en cuenta que deben ser objetivos con una cierta probabilidad de éxito, es decir, no hay que escoger
objetivos demasiado inaccesibles ni demasiado generales. También es importante tener en cuenta aquellos
problemas que han movilizado al usuario a acudir a la institución.

Las ventajas del plan de intervención son:

• incentivan a la movilización del usuario.

• Limitar la dependencia del usuario, ya que, a pesar de no establecer una raíz instalación de igual a igual
con el trabajador social, limitan el poder de gestión del mismo.

• Da la seguridad al usuario de saber lo que se hace y donde se va y permite obtener éxitos más
rápidamente.

• Se convierte en una herramienta indispensable para evaluar los resultados tras la intervención.

• Cuando la evaluación final constata un fracaso, la responsabilidad de este también recae sobre el usuario,
es decir, que es compartida.

Algunas instituciones formulan el contrato desde la primera entrevista, mientras que otros lo hacen después
de la evaluación operativa.

44
Pero, a pesar de que el usuario es libre de tomar sus propias decisiones, a veces le toca doblegarse ante las
exigencias estipuladas para obtener el servicio que espera. Es decir que el trabajador social tiene un poder
real sobre el usuario que el contrato no puede borrar: no se desdibujan los roles.

La intervención en Trabajo Social

En la práctica no es fácil separar la intervención de la evaluación o análisis de la situación. De la evaluación


se desprende la justificación de la elección de las intervenciones.

Las variables que influyen en la elección de las intervenciones son:


• Orígenes del encuentro.

• Determinación del usuario.

• Duración de la intervención.

Pero el criterio principal a la hora de definirla es el objetivo de cambio que se quiere alcanzar.

Las intervenciones pueden ser directas, es decir, cara a cara con el usuario o indirectos, sin el usuario.

Intervención directa

La intervención directa es aquella en la que el asistido, tanto si se trata de una persona, una familia o un
grupo, se encuentran en presencia del trabajador social, comprometido en un proceso que los modificará los
dos. Cristina de Robertis propone seis grandes tipos de intervenciones directas:

1. Clarificar - apoyar
Su objetivo es permitirnos el asistido analizar los diversos aspectos de su situación, restaurar o afirmar su
confianza en sí mismo, su autoestima y comprender mejor su propio funcionamiento en su relación con los
demás. El TS utiliza su relación con el asistido como motor de cambio.

2. Informar - educar
Estas intervenciones son aquellas en las que el TS utiliza prioritariamente sus conocimientos para responder
a las necesidades del asistido, dándole información en diversos ámbitos: legislación social, derechos de los
usuarios, recursos y organismos existentes, ayudas, etc. Se distinguiesen tres formas: información (sobre
recursos de todo tipo), asistencia material (para paliar necesidades urgentes) y educación (para promover el
desarrollo personal y la reinserción social).

3. Persuadir - influir
Diferentes formas de intervención tienden a ejercer, conscientemente, influencia sobre el asistido para que
éste haga lo más adecuado según la óptica del TS. Se distinguen tres modalidades en este grupo: el
consejo, la confrontación (consiste en confrontar al asistido con las consecuencias de sus actos) y la
persuasión (intenta influir en mayor grado que las anteriores).

45
4 - Controlar - ejercer autoridad
Son aquellas intervenciones que tienen por objetivo imponer al asistido obligaciones y límites, así como
ejercer sobre el una cierta vigilancia. Implican el ejercicio de autoridad por parte del TS, que se origina en su
status y rol.
a. Trabajo de seguimiento. Las entrevistas o visitas con asistidos que ya no son seguidos regularmente por
el TS, pero que su actuación inestable o débil hace posible dificultades periódicas o periodos de crisis.
Objetivo: ejercer una vigilancia discreta y preventiva.
b. Imponer exigencias y límites. El TS asume el rol parental. La relación con el asistido se establece bajo el
modelo familiar.
c. Control. Aunque el control también está presente en las anteriores, las intervenciones específicamente de
control son las que tienen por objetivo la disuación del asistido (se ejercen normalmente por mandato legal) o
bien las que buscan encontrar rápidamente las dificultades.

5 - Poner en relación - crear nuevas oportunidades


Todas aquellas intervenciones que tienen como objetivo ampliar el horizonte relacional de los asistidos,
ampliar sus marcos de vida y de referencias y facilitar el acceso a nuevas experiencias que les puedan
enriquecer y les produzcan satisfacciones. El TS se dedica a estimular y motivar. Se dan tres formas: Poner
en relación (facilitar la comunicación con otras personas e instituciones); Apertura y descubrimiento (para
favorecer una apertura y una visión distinta de sí mismo y de su entorno); Utilización y creación de
estructuras del medio y participación en ellas.

6-Estructurar una relación de trabajo con el asistido


Son intervenciones orientadas a procurar los medios necesarios para conseguir el cambio en el usuario.
Tiene que ver con tres aspectos: Estructuración en el tiempo. Consiste en establecer con el asistido el ritmo
de las entrevistas, su duración y la duración total de la acción; Utilización del espacio. La elección del lugar
de encuentro con el asistido tiene una influencia directa en la relación que establece con aquél; Focalización
en objetivos de trabajo. Determinar los objetivos específicos, las finalidades y las tareas.

Intervención indirecta
Todas aquellas intervenciones que realiza el TS fuera de la relación personal con el asistido. Son acciones
para organizar el trabajo, planificar lo que se hará, y también acciones en beneficio del asistido, pero sin la
participación activa y directa de éste. Estos trabajos nos permitían llevar a cabo una intervención directa
pensada y eficaz, por lo que son su complemento. Se dan cinco tipos diferentes:
1 - Organización y documentación
a. Organización del espacio. Implica la organización de los locales de servicio y especialmente de la sala de
espera y la habitación de consultas (decoración, disposición de los asientos, iluminación, etc.)

46
b. Organización del tiempo de trabajo. Se hace en función de elecciones prioritarias de trabajo, de las
exigencias del servicio empleador y de los asistidos, así como del propio ritmo del TS.
c. La documentación. Los TS se ven obligados a poner al día constantemente sus conocimientos ya conocer
las últimas modificaciones legislativas o institucionales. La organización de la documentación es, por tanto,
muy importante.

2 - Programación y planificación de las intervenciones directas


Todas las acciones previas al comienzo de un proyecto de intervención, sobre todo con grupos.
a) Etapas preliminares a la constitución de un grupo.
-Percepción del TS de las necesidades de una población determinada
-Evaluación de la necesidad colectiva (de la motivación y el interés de las personas frente al problema, de la
competencia del servicio empleador)
-Elaboración del proyecto (objetivos, composición del grupo, participación voluntaria u obligatoria de los
miembros, selección de los miembros)
-Discusión del proyecto (con el servicio empleador, con los interesados)
-Elaboración del contrato.
Variables:
-Objetivos
-Composición del grupo (tamaño y homogeneidad)
-Participación (obligatoria o no) y presencia (grupo abierto o cerrado) de los miembros del grupo
-Selección de los miembros

b) Organización de actividades de grupo puntuales. El grupo utiliza a veces puntualmente en el caso de los
objetivos siguientes:
-Información
-Observación-evaluación (para comprender mejor los asistidos)
-Educación-formación
-Esparcimiento

c) Elección de actividades de apoyo en el programa de un grupo. Las actividades son un medio para
conseguir los objetivos del programa.

3 - Intervenciones en el entorno del asistido


Tienen como objetivo modificar la situación exterior del asistido y ampliar su inserción social. Estas
intervenciones son más frecuentes en la relación entre el asistido y las instituciones, ya que la distancia entre
el asistido y las personas (docentes, médicos, funcionarios) es mayor. El TS es mediador.

47
4 - Colaboración con otros TS
Tipo:
-Comunicación. Contactos ocasionales para intercambiar información sobre el asistido.
-Concertación. Se trata de coordinar el esfuerzo de varios TS que intervienen con el asistido siempre a
elaborar un plan de acción común.

-Trabajo en equipo. Los contactos son regulares.


-Consulta. Contacto entre dos TS con diferente status profesional, en el que el que tiene más experiencia
pone a disposición del otro sus conocimientos.

El fin de la intervención

Constituye la última fase del método. La fase final de la intervención tiene una gran importancia, una
dinámica particular. La manera como se comprende y cómo se resuelve las contradicciones y conflictos
propios de esta etapa determinará que lo aprendido por el asistido perdure en su futuro autónomo.
El fin de la intervención se puede dar por iniciativa del asistido o del TS, a veces por que se completa la
duración preestablecida. Este momento se caracteriza por la existencia de sentimiento ambivalentes tanto en
el asistido como en el TS: por un lado algo termina, se pierde; pero al mismo tiempo se han logrado ciertos
objetivos que justificaban el trabajo.
Formas de intervención centradas en la clausura:
-Reducir la frecuencia de las entrevistas.
-Hablar de los sentimientos que despierta el fin de la intervención
-Informar y poner en relación con los recursos del medio

Evaluación Familiar y Cierre:

Objetivo de la evaluación familiar: conocer en qué medida la intervención realizada contribuyó a mejorar
una situación problema.
La evaluación debe realizarse igualmente cuando no se han producido cambios, o solamente la
intervención ha sido para evitar un mayor deterioro. Es importante tratar de extraer conclusiones acerca del
por qué no hubo cambio.
Para la dimensión indirecta, hay mayor facilidad para realizar este proceso ya que la intervención se realiza
sobre la idea de activación o creación de redes / recursos para atender una carencia puntual de la familia.

48
Opinión:

Cristina de Robertis nos plantea un procedimiento para llevar a cabo el tratamiento en trabajo social. Este se
basa en un análisis de la situación que puede ser incluso previa a la primera visita, a continuación, una
evaluación entendiendo como tal, el comprender el problema y configurar una serie de hipótesis y,
finalmente una intervención que se basará en las hipótesis formuladas. Tal y como expresa la autora, es muy
difícil discernir entre lo que es la evaluación y la intervención ya que, desde el momento en que el usuario
entra en contacto con el trabajador social, éste ya está modificando la situación.
También hay que tener en cuenta que estos procesos no se definen de una forma rígida, sino que van
sufriendo modificaciones a medida que el caso evoluciona.
Por otra parte la autora también nos habla del contrato como herramienta para clarificar los objetivos y
consensuar con el usuario y, finalmente poder evaluar todo el proceso.

49
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN Nº 03

1.- ¿Cuáles son los elementos para el análisis de una situación según Cristina de Robertis?

2.- Según de Robertis, ¿Cuáles son las preguntas clave para la evaluación de la situación?

3.- ¿Qué es el Plan de Intervención?

4.- ¿Cuáles son las Ventajas del Plan de Intervención?

5.- Determine los tipos de Intervención Directa.

RESPUESTAS

1.- Hay cinco elementos que determinan el análisis de la situación:

1. Contexto global: Datos de la sociedad, política social.

2. Sector de trabajo: lugar donde se desarrolla el trabajo social, sería el contexto más específico, es decir, el
entorno geográfico, el entorno político, las empresas que trabajan, el tipo de vivienda, los equipamientos, el
tipo de población .

3. El servicio o institución para la que trabaja el trabajador social. Esta limita su margen de maniobra: lineas
directrices, informes de casos anteriores,

4. El trabajador social: hay que conocerse a sí mismo para limitar la deformación de los hechos debido a la
propia personalidad, una herramienta que lo facilita es la supervisión o bien una simple introspección.

5. El usuario: Hay que distinguir entre 2 tipos de usuarios:


a) Usuarios movilizados que acuden por propia iniciativa
b) Usuarios que acuden por imperativo legal.

2.- Según de Robertis, las cuatro preguntas clave para elaborar la evaluación son:
1. ¿De qué se trata?
• Problema
• Situación

2. ¿De quién se trata?


• Personas implicadas
• ¿Cómo viven la situación?
• Motivación del usuario
• Capacidad del usuario

3. ¿Qué posibilidades existen para modificar la situación?


• ¿Qué fuerzas y capacidades del usuario pueden ser movilizantes para producir el cambio?
• ¿Qué apoyo puede encontrar el usuario en su entorno?
• Recursos: legales, institucionales y materiales.
• Posibilidades
• Previsiones de cambio a partir de los elementos mencionados.

4. Como definimos el proyecto de trabajo?


50
3.- El plan de intervención o contrato es un acuerdo oral o escrito entre el usuario, el trabajador social y la
institución para la que trabaja, en el que se especifica un plan de trabajo, es decir, unos objetivos y un
proyecto de intervención.

4.- Las ventajas del plan de intervención son:

• incentivan a la movilización del usuario.

• Limitar la dependencia del usuario, ya que, a pesar de no establecer una raíz instalación de igual a igual
con el trabajador social, limitan el poder de gestión del mismo.

• Da la seguridad al usuario de saber lo que se hace y donde se va y permite obtener éxitos más
rápidamente.

• Se convierte en una herramienta indispensable para evaluar los resultados tras la intervención.

• Cuando la evaluación final constata un fracaso, la responsabilidad de este también recae sobre el usuario,
es decir, que es compartida.

5.- Las ventajas del plan de intervención son:

• incentivan a la movilización del usuario.

• Limitar la dependencia del usuario, ya que, a pesar de no establecer una raíz instalación de igual a igual
con el trabajador social, limitan el poder de gestión del mismo.

• Da la seguridad al usuario de saber lo que se hace y donde se va y permite obtener éxitos más
rápidamente.

• Se convierte en una herramienta indispensable para evaluar los resultados tras la intervención.

• Cuando la evaluación final constata un fracaso, la responsabilidad de este también recae sobre el usuario,
es decir, que es compartida.

51
UNIDAD NRO. IV
TECNICAS DE INTERVENCION DE SERVICIO SOCIAL

TÉCNICAS – DIAGNÓSTICO - EVALUACIÓN


OBSERVACIÓN

Observar es aplicar atentamente los sentidos a un objeto o a un fenómeno, para estudiarlos tal como se
presentan en realidad. Observar no es ―mirar‖. La persona común mira a diario animales, agua,
árboles, lluvia, sol, estrellas, vehículo, sin inmutarse por ellos.
La persona con actitud científica percibe esas mismas realidades y procura ―observarlas‖ para tratar por
ejemplo, de explicarse el cómo, el por qué de su naturaleza, y para identificar sus elementos constitutivos.

La observación depende en gran medida de los sentidos.

Para hacer una buena observación, es necesario que usted desarrolle cualidades como las
siguientes:
i. Una inteligencia despierta para observar lo que tenga interés cientifico.
ii. Atención concentrada y gran paciencia, pues los fenómenos no se nos presentan en
forma total y es necesario esperar atentamente a que aparezcan en la forma más
completa que sea posible.
iii. Un conocimiento de lo observado y de su ambiente, para mejorar la observación e
interpretar los resultados con mayor objetividad.

LA ENTREVISTA

El hombre es un ser de relación, necesita establecer correspondencia entre él y su mundo exterior; tiene
necesidades afectivas, que lo definen como el ser que llega a realizarse y sentirse bien, siempre que
esté en estrecha relación o vinculación con los demás.
Por lo tanto la comunicación es esencial en toda clase de relaciones interpersonales, ya se trate de
individuos, familias, grupos, etc.

El Servicio Social, dispone de algunos instrumentos para realizar su trabajo, y en primer lugar por su
importancia está la entrevista, la que es considerada su instrumento básico de trabajo. Este no es
exclusivo del Servicio Social, ya que es utilizada por todos los profesionales que tratan problemas de los
seres humanos y que deben establecer una relación directa con ellos.

La entrevista, es, según Bingham y Moore, ―una conversación seria que se propone un fin
determinado, distinto del simple placer de la conversación‖

52
Toda entrevista o situación psico-social, puede ser definida y estudiada desde el punto de vista de las
motivaciones que provocan y orientan su desarrollo.

Por motivaciones, comprendemos tanto aquellas necesidades fisiológicas o sociales, como los intereses
intelectuales o los factores afectivos que estructuran la personalidad de los participantes de la
situación.
Lo que el cliente pueda decirnos de su situación, es el principal medio que tenemos para discutir,
explicar y establecer una relación positiva.
El cliente, llega a la entrevista con el propósito de conocer sobre algunos aspectos de su
comportamiento, y las consecuencias que éste provoca, que él por sí solo no es capaz de definir. Este
comportamiento en cierto momento produce obstáculos para su propio desarrollo, por lo que viene al
Trabajador Social con la ilusión de modificarlo para obtener su propia satisfacción.
A pesar, de que esto es una buena motivación, se le hace difícil exponer su situación, sobre todo por
la ansiedad que el cliente trae a la entrevista desconoce la reacción que va a provocar en el
Trabajador Social la repugnancia inicial que se siente al hablar de las propias dificultades y fracasos,
lo que puede ser el resultado de contenciones personales y culturales. Le imita tener que depender de
los demás; que no es capaz de bastarse a sí mismo para resolver sus asuntos y su problema puede
estar socialmente estigmatizado. La pobreza, la falta de trabajo, la delincuencia son hechos vistos con
recelo por la comunidad.
Este estado de ansiedad hará que adopte actitudes negativas, evadirá respuestas, etc. En esta
situación, el Trabajador Social deberá estar alerta a estos obstáculos, auque no los identifique de
inmediato. Debe conocer su origen, llegar a un entendimiento, a una comprensión del significado
en la situación estudiada. Existen una serie de hechos que se oponen a la libertad de la comunicación.
Nos encontramos convenientemente que al acercarnos a otra persona, lo hacemos con cautela y cierta
expectativa de rechazo. El comprender estos obstáculos en la comunicación, que reflejan ansiedad, es
muy positiva para el buen desarrollo del proceso de trabajo social. Al identificar los obstáculos,
lograremos mejorar la situación dada.
Para lograr que la entrevista sea positiva, además de lo expuesto anteriormente, es necesario
que el Trabajador Social asuma una actitud profesional fundamental, y es la aceptación. Esto significa
aceptar al cliente tal cual es, ser cual fuere su situación sin tener en cuenta lo agradable o poco
simpático que pueda resultar su interlocutor.
Esta actitud profesional, sólo puede proceder del respeto a la persona humana. Respeto que se basa
en el reconocimiento que dragamos del otro como agente racional, por lo tanto libre. También del deseo
de cooperación social, papel decisivo para poder subsistir.
El trabajador social debe asumir una actitud de respeto hacia el ser humano, este respeto es una
categoría moral, por cuanto representa una forma de realizar la preocupación más comprometida
con el otro, sin anular las posibilidades propias del individuo. Sobre todo porque el trabajador sociales
un agente dinámico promotor del cambio, que para poder efectuar su labor deberá tener presentes esas
posibilidades del ser humano.
El respeto al cliente se demuestra por el descubrimiento y revalorización de sus recursos internos, así
como la comprensión de sus necesidades y de su complejo de inferioridad.
La aceptación se traduce por medio de un marcado interés por el ser humano, agrado para escuchar,
paciencia, que sienta que se le acoge bien, de suerte que su ansiedad disminuya y aumente en cambio
su confianza y esperanza.
En la entrevista de Servicio Social, es conveniente tener claro conocimiento de todo lo que se refiera
al cliente. Cuando éste se da cuenta que se está interesado en él, en que se comprende lo que le
sucede, su actitud será más positiva y como consecuencia la relación que se establece también.
A veces en el inicio de las entrevistas, el cliente opone cierta resistencia, por lo que es conveniente
que el Trabajador Social busque el modo de desvanecerla. Una acogida amable, la atención inmediata
al asunto que expone, el reconocimiento verbal del derecho que asiste al cliente para solicitar
atención, son medios que deben ser utilizados para lograr desvanecer esa resistencia.
Generalmente, el cliente tiene esperanza de mejoramiento o de obtener algún beneficio de la entrevista.
El Trabajador Social debe estar conciente de poder acrecentar esa esperanza, pero buscando que el
participe en su transformación, que no sólo sea objeto sino también sujeto de su propio desarrollo, para
esto es necesario llevarlo a una toma de conciencia sobre su verdadera responsabilidad consigo
mismo y a la definición de su función dentro de la sociedad, la cual está inserto.

53
El Trabajador Social debe estar seguro de que su cliente saldrá de alguna manera beneficiado
con la entrevista y que sus esperanzas de mejorar serán alentadas. Mientras el objetivo del cliente,
reciba apoyo, la situación de la comunicación mejora y el Trabajador Social llega a obtener datos que
pueden llevarlo a una formulación de algún valor, para él como profesional y para la persona
interesada, cliente.
El cliente espera del Trabajador Social una demostración de la comprensión de las relaciones
Inter. Personales; además, que demuestre habilidad en la conducción de la entrevista. Entre mayor sea
más fácilmente se logrará el objetivo de la entrevista. Las técnicas que se utilicen, serán las que
se crean más convenientes. Estas dependerán de la naturaleza de la situación planteada y del fin
que se persiga, ya se trate de obtener información, de aclarar una decisión, de motivar un cambio de
actitud o de conducta o de promoción del individuo.
Es necesario que el Trabajador Social llegue a definir quién es su cliente; qué experiencias ha tenido, qué
lo ha llevado a actuar de determinada forma; conocer todos sus antecedentes y vivencias, para llegar
a la comprensión del cliente y llevarlo posteriormente a su promoción. El darse cuenta el cliente, de
que puede obtener algún beneficio para su situación se torna más comunicativo y cooperativo.
La capacidad o la aptitud de cooperación varía de un individuo a otro, en ocasiones de tiempo en
tiempo en una misma persona, de modo que el Trabajador Social debe aceptar y
comprender la dependencia de sus clientes, al igual que sus valores y potencialidades.
Cuando un cliente está muy intranquilo, no es conveniente que se le tranquilice demasiado, ni
se le haga concebir falsas esperanzas, con el fin de eliminar las preocupaciones que tienen su razón de
ser. La confianza verdadera se infunde haciéndole ver al cliente que nos interesamos por él, por su
problema y haremos lo necesario para ayudarlo: dejándolo que desahogue sus temores, en lugar
de acallarlos con un optimismo infundado. La actividad adecuada calma la angustia o inquietud.
Durante la entrevista el cliente necesita apoyo, espera y necesita respuesta, hay que llevarlo a
tomar decisiones adecuadas, preparar un plan de acción en forma conjunta, por lo tanto la actitud del
Trabajador Social no debe ser de pasividad. Tiene que ser un estímulo para el sujeto, que requiere
nuestra atención. Sobre todo, porque es la persona que tiene necesidades e intereses, la que ha
provocado la entrevista.
Para ayudar al cliente es necesario que se tenga como punto de partida la solicitud de ayuda. Este
es el primer vínculo profesional que se establece entre el Trabajador Social y el cliente. Nuestra
aceptación le infunde confianza y nuestro deseo de ayuda afirma esa confianza.
Al conocer la razón que tuvo para llegar a la agencia, podemos ayudarlo a expresar mejor los
aspectos que es conveniente conocer para lograr una mayor comprensión de sus dificultades y
ofrecerles los servicios de la institución o agencia en que trabajamos. Generalmente los clientes son
vagos en sus explicaciones, porque se sienten intimidados e inseguros. Debe explicársele las funciones
de la agencia y las del Trabajador Social, para que sepa qué se le puede ofrecer y cómo puede él
aprovechar.
El objetivo profesional, requiere datos suficientes para determinar la elección del servicio a prestar, así
como el conocimiento amplio de la situación para iniciar la comprensión del cliente.
Es imprescindible que el Trabajador Social esté consciente de la importancia de los aspectos
básicos de la conducta humana para discernir entre lo que suponen los entrevistados y lo que realmente
es. En el contacto diario con seres humanos, se puede observar que no todas las personas actúan
movidas por la razón, sino que hay factores emocionales, culturales que influyen en la conducta. Según
las circunstancias o situaciones que estemos afrontando, así actuaremos. De allí la importancia que el
Trabajador Social tenga conocimientos claros y prácticos sobre la conducta humana, por ejemplo: que
el individuo utiliza mecanismos de defensa, y que con mucha frecuencia están presentes en nuestros
clientes.
Además, existen ciertos elementos de la cultura, que obstaculizan el hacer desempeño de la pericia del
Trabajador Social. Algunos de estos obstáculos: la cultura occidental son: en primer lugar, se nos
enseña, que los seres humanos no deberían necesitar ayuda, por lo cual se avergüenzan de
pedirla cuando la necesitan. En segundo lugar, tenemos la creencia de que las personas deben
creerse a sí mismas, distinguir entre lo correcto y lo erróneo, y ser capaces de descubrir en los demás
la naturaleza que se denomina humana, y en último lugar, se nos enseña a que la gente debe ser

54
regida por la lógica. Es necesario, que se tengan presentes estos conocimientos: la influencia de
la cultura (costumbres, creencias y tradiciones, valores, etc.) en el momento de efectuar una labor
educativa.

Tipos de entrevista:

En Servicio Social tenemos diferentes tipos de entrevistas, estos dependerán de los


objetivos que se persigan. Tenemos en primer lugar, las entrevistas para establecer relaciones. Este
tipo es muy importante, por que de ellas dependerá el futuro trabajo a realizar. No es posible lograr una
verdadera promoción del ser humano, si no hemos establecido una relación positiva con él. Una vez
lograda esta relación es necesario que tratemos de mantenerla, para que el proceso pueda llevarse a
cabo adecuadamente.
La entrevista de investigación, la que consiste en obtener una amplia información sobre la historia
social o personal del cliente. En este tipo de entrevista, el Trabajador Social se preocupa por lograr
identificar a la persona, conocer sus limitaciones, sus actitudes, opiniones y características
personales, para llegar a un diagnóstico preciso de la situación del cliente. La habilidad del
Trabajador Social en lo que se refiere a obtener e interpretar esa historia, puede ser la base para facilitar
o dificultar la investigación detallada posteriormente.
Y por último, tenemos la entrevista terapéutica o educativa, que es la que pretende obtener la
promoción del individuo, mediante el plan conjunto de acción.
Este se basará en la investigación realizada.
A pesar de que se hace esta clasificación de acuerdo con el objetivo que se persigue, en la
práctica los diferentes tipos de entrevista no se dan por separado. En la aplicación de la técnica, los
objetivos que perseguimos coexisten con una constante propia de cada situación. Esto sucede, cuando el
problema o situación se trata en una o varias sesiones de entrevista.

Estrategia y táctica de la entrevista

La estrategia es, el análisis de la situación que se tratará y a la confección de un plan general de


investigación, que permita especificar la situación del cliente, las posibles soluciones.
La táctica, serán las reglas para la aplicación de la estrategia de cada caso particular, es decir, que al
sujeto logre tomar conciencia de su situación.
Para poder ayudar al cliente a definir su situación, es conveniente llevar a cabo una investigación
que tienda a satisfacer las necesidades e intereses del sujeto. Este será el personaje principal. Es
necesario que el Trabajador Social actúe de tal manera que el cliente lo considere así.
La habilidad del que conduce la entrevista, influirá en los factores circunstanciales susceptibles de
impedir o deformar la relación, en la cual el cliente se expresará completamente.
Esto sucederá en el caso de que el Trabajador Social haya logrado crear las condiciones necesarias
para una entrevista fecunda. La valoración del éxito deberá partir de las características de su
investigación.
El Trabajador Social es un experto, en el sentido de conocer las situaciones sobre las cuales se
investiga, esto le da seguridad, prestigio social, no por ello se aprovechará para manejar a los clientes a
su voluntad.
Deberá evitar ser condescendiente, ni buscará establecer amistad con sus clientes, ya que,
generalmente los lazos afectivos crean más barreras de las ya existentes, e impedirán obtener una
información completa y objetiva.
Es conveniente, que se evite dar consejo, para evitar la situación de dependencias, la que hará variar el
resultado de la entrevista e influirá negativamente en el desarrollo integral del cliente. Por lo tanto, es
necesario que se tome al cliente como objeto y sujeto al mismo tiempo.
La estrategia de la entrevista estará bien determinada, pero la táctica de aplicación será flexible. Por
lo tanto es analizar profundamente la situación y escoger las técnicas adecuadas.

55
Actitudes del Trabajador Social

Carl Rogers insiste, en la importancia de la orientación filosófica del entrevistador no directivo, es


decir, ―respeto absoluto de la individualidad del sujeto‖. Respeto al ser humano, en tanto ser racional y
libre. Este respeto se ha de relacionar con la lucha, en cuanto ésta busque la realización y superación
humana y social.
La entrevista será concluida, partiendo del hecho de que el individuo es capaz, puede adquirir
conciencia de su situación y desarrollar comportamientos constructivos y responsables.
La actitud del Trabajador Social no debe ser pasiva, no debe contentarse con escuchar, ya que podría
ser interpretado como indiferencia. Esta técnica no directiva aconseja escuchar lo máximo posible al
cliente, evitando hacer preguntas. Pero esta actitud atenta y silenciosa, le debe hacer sentir al cliente que
se le comprende y sigue se exposición. El Trabajador Social se hallará en contacto con el cliente, no
para proponer una explicación o una solución, sino para darle oportunidad a que él por si mismo la
encuentre. Si el cliente es aceptado como persona madura y responsable, transforma sus actitudes y
resuelve sus conflictos.

En la situación de entrevista, se desea crear siempre una atmósfera de seguridad y objetividad,


que serene al cliente. Es conveniente, que se den ciertas condiciones materiales tales como: en lugar
adecuado, donde el cliente se sienta cómodo y seguro de que no va a ser perturbado. El lugar
será cómodo, tranquilo y acogedor.
El tiempo o duración de la entrevista, es muy importante. El Trabajador Social dará la impresión, de
que el tiempo de que dispone, es exclusivamente para su cliente. No debe permitirse
interrupciones, lo cual se evitará si el lugar de la entrevista es de carácter privado. El Trabajador Social
y el cliente se hallan al mismo nivel.

Plan de la entrevista

Las entrevistan deben ser bien planeadas para que sean fecundas nunca improvisadas, definiendo el
fin y objetivos que se persigue.
El plan no es el orden en que se desarrollará la entrevista, sino una visión general ordenada de
los aspectos que se estudiarán, de acuerdo con los objetivos. El plan no debe ser rígido, lo que
permitirá al cliente hablar más libremente.
Se tomará como punto de partida la situación que provocó la solicitud de ayuda. De acuerdo con la
situación actual, se investigará la infancia, adolescencia, etc., por lo que posiblemente se llegará
a un análisis total de la vida del cliente.

Técnicas utilizadas en la entrevista

Para llevar a cabo la entrevista adecuadamente, es necesario tomar en cuenta ciertas técnicas.
Tenemos en primer lugar:

La observación
Es conveniente que se observe al cliente, y a sí mismo. Asumir una actitud vigilante sobre las reacciones
propias, para mantener una actitud de objetividad, que deberá mantener a través de la entrevista.

¿Qué debe observarse?


El Trabajador Social observará atentamente la expresión del cliente, ya que las emociones o ideas se
reflejan en ciertos rasgos de la cara. Hay momentos en que el cliente se conmueve, y se nota que sus
rasgos se crispan, los párpados se bajan o se agitan. Se observará en cualquier momento el tono
emocional, pausas y silencios prolongados al suministrar ciertos datos.
Las manos pueden ser muy expresivas, pues hay gestos que acompañan sentimientos y
pensamientos, lo mismo que una actividad profesional.
El Trabajador Social debe ser sensible a estas distintas señales de tensión, pero generalmente
se debe abstener de hacer comentarios.

56
La observación del Trabajador Social, es participante, la que tendrá como base lo que hemos
experimentado en el libre juego de las interrelaciones humanas. El Trabajador Social deberá estar
realmente comprometido con lo que ocurre durante la entrevista, para que el cliente llegue al
descubrimiento de sus propios valores y recursos.

Saber escuchar

Esta es otra técnica que emplea el Trabajador Social. Todos hemos podido darnos cuenta, que nos
gusta más hablar que escuchar, por lo que topamos con frecuencia, que muchas veces se está
pensando en lo que se va a decir, en lugar de escuchar con atención al que habla. Esto no debe
darse en la entrevista.
El cliente se da cuenta, si el Trabajador Social está dispuesto a escucharlo y si lo hace con agrado.
Es conveniente, que se escuche al cliente, pero que la intervención del Trabajador Social no sea
pasiva. Pondrá de manifiesto que lo escucha, por medio de una actitud de atención, de comprensión
con algunos gestos y comentarios, el cliente hablará más espontáneamente de su situación y lo
conoceremos mejor.
El lenguaje, es un medio de comunicación oficial y refleja el ambiente en que el cliente se ha desarrollado
y esto tiene enorme importancia. El vocabulario utilizado a veces no se encuentra bien definido, lo que en
ocasiones causa incomprensión.
En muchas oportunidades una palabra significa para el cliente una cosa y para el
Trabajador Social otra, por lo tanto es preciso aclarar para evitar caer en el error.
Cuando se presenta un cliente que habla mucho, debemos orientar su conversación y centrarla
sobre los puntos importantes.

Seguir el ritmo del cliente

Esto significa, darle al cliente el tiempo necesario para que exponga su situación a su modo y en el
momento que él considera adecuado.
El Trabajador Social debe resistir el impulso de adelantarse al cliente, para concebir planes y de
encontrar soluciones, porque el cliente menos objetivo, más lento en sus reacciones y afectado
emocionalmente, sea incapaz de seguirlos; además de que debe ser él quien logre definir planes y
encontrar soluciones.

Saber preguntar

El Trabajador Social deberá darle la oportunidad al cliente de exponer su situación, lo más


espontáneamente, evitando el interrogatorio. Hará las preguntas necesarias para que el cliente logre
expresar y clasificar su situación.
Un método activo de preguntas, puede sólo emplearse con utilidad cuando se ha aprendido a
reprimir la tendencia a intervenir. Una vez adquirido ese control se puede estimular al cliente distintas
fases a reconstruir su historia. Este, en muchas ocasiones no está preparado para discutir ciertos
aspectos, pero el Trabajador Social deberá darle la oportunidad para lo que haga. El dejarlo hablar, no
significa, que se debe prescindir de preguntas oportunas para ayudarlo a aclarar su verdadera situación.

El Trabajador Social no debe temer el hacer las preguntas que juzgue necesarias, para aclarar la
naturaleza del problema. En general conviene dejar al cliente hablar sin interrumpirlo demasiado, sobre
todo al principio. Es preciso sin embargo obtener algunos datos esenciales (identificación,
escolaridad, salud, etc.).
Cuando se trata de una entrevista no estructurada, las preguntas deberán plantearse dentro del contexto
general de la conversación.

57
Son pocos los clientes, que se resienten o toman a mal que se les haga preguntas relacionadas
con la situación expuesta. Si la relación establecida es positiva, el cliente encontrará que esas preguntas
son prueba del interés suscitado.
Las preguntas que pueden contestarse con un si o con un no categórico, deben descartarse, lo mismo
que las que sugieren la respuesta.
La habilidad del Trabajador Social consiste, en hacer preguntas que correspondan a lo que el cliente
expone, no preguntas rutinarias como las que figuran en cualquier diccionario. A pesar de ello, es
necesario que las preguntas estén estandarizadas para que sea posible la comparabilidad de
la información obtenida.

Cómo conseguir la confianza del cliente.

Para obtener la confianza del cliente, se debe adoptar una actitud expectante, de atención que refleje
lealtad, estabilidad, madurez, seguridad. El Trabajador Social debe procurar inspirar confianza,
mostrando verdadero interés y dando pruebas de competencia y comprensión, tanto en el terreno de la
inteligencia como en el de los sentimientos.

¿Qué decir al cliente?

Debe decírsele lo necesario para hacerlo reflexionar, ver las cosas con claridad y responder a
las preguntas que se le hacen con veracidad.
La entonación diferente, de algo dicho por le cliente, expresado por el Trabajador Social se llama la
atención y puede interpretarlo.
Un comentario del Trabajador Social puede resumir lo dicho por le cliente en una forma más clara y
sencilla.
Cuando el cliente pide consejo, lo que realmente desea es discutir los motivos que le tienen confuso
e indeciso, se le debe aclarar el o los problemas, buscando entre los dos soluciones y dejarla que él
decida.

Conclusión de la entrevista

El Trabajador Social es el que conduce la entrevista, debe servir para sus fines (promover al cliente) y
no apartarse de ellos, aunque se le de cierta libertad en la exposición. Por lo tanto debe decidir
cuándo debe dejar al cliente hablar, cuando hacerle volver al objeto de sus conversaciones, las
preguntas que es conveniente hacerle.
Es necesario que el Trabajador Social tenga una iniciativa bastante amplia, si quiere que los informes
obtenidos sean numerosos y precisos.

Como registrar el material de la entrevista

La anotación del material de la entrevista, posterior a ésta, es lo más conveniente, para no limitar al
cliente en su exposición mientras anotamos, además de que impide observar mejor al cliente. Por
supuesto, este sistema tiene dos inconvenientes que son: la memoria no puede retener con fidelidad
toda la información, y la interpretación puede estar distorsionada debido a los elementos subjetivos
que se proyectan en la reproducción de la entrevista, es decir, que el Trabajador Social presenta
como un hecho, una interpretación suya.

58
Es necesario, se registren todos los datos concretos, tales como: nombres, fechas, edades. En caso de
que se anote, es necesario asegurarse que eso no molesta al cliente. En algunas ocasiones, el
cliente solicita no se anote, sobre todo cuando se trata de algún punto muy personal. En este caso no se
anotará, pero si se le hará ver que su expediente será consultado únicamente por le Trabajador Social
que se ocupa del caso.
Es necesario que se dispongan las respuestas dadas por el cliente, sin copiarlas más tarde se les
buscará el significado.
El registro de las entrevistas, permitirá la continuidad, cuando se trata de entrevistas terapéuticas y
educativas.

Cómo finaliza la entrevista.

La entrevista debe concluir en un clima de cordialidad. Cuando la situación, requiera otras entrevistas,
siempre debe dejarse la ―puerta abierta‖ para los futuros encuentros. Por ejemplo, dejarlos planeados,
de acuerdo con el último tema de conversación tratado.

LA VISITA DOMICILIARIA Y EL TRABAJO SOCIAL: DIMENSIÓN HISTORIA.

La historia de cada individuo está unida a su familia. No se concibe una sociedad de personas
aisladas, sin familia o grupo social de pertenencia. Los individuos y las familias están vinculados a un
espacio residencial a un lugar donde desarrollar la convivencia. La historia del hombre está unida a su
morada. A su vez, la historia de la vivienda es tan antigua como la humanidad misma. Buena parte
de la reconstrucción histórica de las formas de vivir y de organizarse del hombre tiene como base
la interpretación de los vestigios de los lugares que ha habitado. La vivienda es un elemento esencial
para la supervivencia, ha marcado la diferencia entre la vida y la muerte, la integración y la exclusión.
Cierto es, que hay muchos personas sin techo, sin lugar fijo donde vivir, o bien
institucionalizados o residiendo en habitat que no reúnen las condiciones mínimas para
denominarlas viviendas; en cualquiera de estos casos está presente ese sentido de pertenencia
aunque sea al más inhóspito de los rincones de una ciudad que para mucha personas, por
desgracia, lo denominan como ―su casa‖.

La casa ocupa un lugar fundamental en la vida de toda persona, tanto en lo que se refiere a la dimensión
individual como a la perspectiva de vivir en familia. Habitar y compartir un espacio tienen un especial
significado, una especial trascendencia que marca toda de nuestra existencia.
Las peculiaridades de cada tipo de vivienda influyen de manera fundamental en las costumbres, la
intimidad y la rutina vital de los convivientes. Cada sociedad tiene unos modos de organización y esto
se refleja en la construcción, equipamiento, distribución, uso... de las viviendas que componen el
entramando urbanístico de sus ciudades y pueblos. A su vez, la organización interna de la vivienda
dice mucho de sus moradores.

Si como hemos señalado la historia de la humanidad está vinculada a la vivienda, y no se conciben


individuos sin familia, tenemos que apuntar también que la historia de nuestra profesión está vincula al
conocimiento del entorno donde viven las familias con las que trabajamos; dicho de otro modo, nuestra
historia profesional está vinculada a la ―Visita Domiciliaria‖.

Nuestros orígenes como profesión y nuestra historia están vinculados a este acto de visitar a las familias
in situ donde residen.

Como ya hemos señalado la historia de Trabajo Social está inevitablemente vinculada a la Visita
Domiciliaria, se puede llegar a decir que esta acción de acercamiento al domicilio de los usuarios y de
las familias, nos han definido desde el origen del Trabajo Social hasta nuestros días. La ―visitadoras
amistosas‖ son el punto de arranque de lo que luego ha sido una profesión. Ciertamente ha ido
cambiando el sentido de la visita, de aquellas visitas caritativas que realizaban las voluntarias visitadoras
se ha pasado a realizar visitas en los domicilios con un sentido absolutamente técnico-profesional.

59
No debemos olvidar que antes de denominarnos con la nomenclatura actual, y antes de desarrollarse
la profesión como tal, se identificaba a aquellas pioneras con la principal tarea que desarrollaban: la
visita domiciliaria.
Para nuestra historia profesional quedan nombres como ―visitadoras de pobres‖, ―visitadoras de
presos‖, ―visitadores benévolos‖, ―visitadores amistosos‖ (friendly visitors), ―visitadores voluntarios‖,
―maestras visitadoras‖.

Habría que señalar que estas denominaciones varían conforme la profesión va tomando cuerpo M.
Richmond defendía que la primera entrevista con el cliente debía realizarse en el domicilio del
mismo y no en el despacho de la asistente social. Según ella, en el despacho los clientes adoptan
una actitud defensiva, en el domicilio, es el profesional el que adopta una actitud defensiva mientras los
anfitriones se sienten en su ambiente, más cómodos y relajados al saberse en su ―terreno‖. Continua
señalado nuestra pionera, que el encuentro en el domicilio evita hacer preguntas que se responden
espontáneamente por el mero afán comunicativo de los visitados y por la propia información que
aporta la observación del ambiente. También es una oportunidad natural para el intercambio
espontáneo de experiencias y de relatos con toda la familia. La visita posibilita abandonar la
parafernalia burocrática de la oficina que encorseta la actuación profesional.
Desde mi punto de vista, la visita domiciliaria es un acto profesional que nos define. No se trata de una
técnica en si misma, toda vez que este acto se compone de varias técnicas:
la entrevista (con sus recursos específicos, subtécnicas y habilidades), y la observación en sus
distintas formas(participante, estructuradas, no estructurada, focal...).

La visita domiciliaria, la entrevista domiciliaria o la ―consulta social domiciliaria‖ como es denominada en


algunos países de América Latina, supone el acercamiento al escenario donde se producen los
problemas, es preciso salir de los despachos y pisar la calle y las casas de los usuarios, donde se
palpan ciertos detalles de gran utilidad para poder comprender las distintas situaciones y circunstancias
de cada caso. La visita domiciliaria ofrece un marco idóneo (no el único) para percibir de manera
directa las carencias, los conflictos, las necesidades, y también los recursos y las potencialidades.
Desde distintas instancias administrativas y profesionales (jueces, fiscales, servicios de protección,
profesionales de los servicios sociales...) han valorado sobremanera esas habilidades que tienen los
trabajadores sociales para conocer los problemas in situ, no por ello esto debe suponer para nosotros
tomar una actitud servil ante estas instancias, ni tampoco se debe entender que visitar los casos en su
propio domicilio es realizar un trabajo de segunda categoría, todo lo contrario; es necesario ser
conscientes que nuestro trabajo requiere en muchas ocasiones acercarse al domicilio y al entorno
de los clientes para así poder entender mejor su situación. No se de trata recoger información para que
terceros operen con ella, sino para elaborar nuestros diagnósticos de manera más depurada y certera,
sin duda con ello nuestras intervenciones están fundamentadas y son más consistentes. Los
trabajadores-as sociales, junto con los médicos/as y las enfermeras-os, son de los pocos profesionales
―autorizados‖ por las familias para entrar en sus domicilios.
Quiroz, M. apunta que son varios los objetivos que nos pueden llevar a desarrollar una visita domiciliaria:
obtener, verificar, ampliar información; estudiar y observar el ambiente social y familiar, proporcionar
información a la familia del cliente sobre el estado de avances de la intervención, control de
situaciones socio-familiares, reforzamiento de las directivas ya facilitadas al caso; ampliación de
técnicas de intervención individual familiar; como técnica de investigación clínica o poblacional.

En los últimos tiempos, por circunstancias diversas ( el excesivo volumen de demandas que atender,
la burocratización del trabajo, la relajación de algunos profesionales, la falta de contratación de
trabajadores sociales para atender las necesidades de los servicios, la peligrosidad de ciertas zonas, la
falta de cobertura, la escasa dotación presupuestaria para sufragar los desplazamientos...) han
conducido a que muchos profesionales hayan dejado en desuso la visita domiciliaria, e incluso el resto
de trabajo con grupos y con la comunidad. Esto ha favorecido una reclusión en los despachos lugar
donde los profesionales tenemos muy definidas nuestras reglas. El despacho nos proporciona
seguridad y confort, dejando en segundo plano el conocimiento directo de los contextos donde se
producen las disfunciones sociales.
En ocasiones se realiza una delegación hacia terceros que realizan trabajos en el domicilio (auxiliares de

60
ayuda a domicilio, trabajadoras familiares, voluntarios, alumnos en prácticas), si bien éstos pueden ser
informantes privilegiados a tener en cuenta en todo momento, no pueden – no deben – suplir la
presencia del trabajador social. Bien es cierto que no en todos los casos se hace necesario realizar
una visita domiciliaria, pero sí en aquellos en los que se precisa realizar un diagnóstico-tratamiento o
seguimiento mucho más ajustado y fiable. Curiosamente, cuando otros profesionales empiezan a mirar
con buenos ojos el contacto directo en el entorno donde se suceden los fenómenos, nosotros los
trabajadores sociales, comenzamos a abandonarlo, o mejor dicho algunos-as comienza abandonarlo.

La vivienda un espacio de relación, un espacio simbólico.


La vivienda es el contexto donde la familia desarrolla gran parte de su vida y donde se entretejen las
relaciones entre los convivientes. El tipo de vivienda que ocupa una familia puede influir en gran medida
en su modo de interacción. Las características del espacio a habitar, el modo en que este está
distribuido, la ubicación dentro de la localidad, el vecindario colindante, son entre otros, aspectos
decisivos. La falta de espacio resulta siempre un factor que influye decisivamente en la vida de la
familia. Se dice, que el espacio mínimo por persona se sitúa entre dieciséis y treinta y dos metros
cuadrados para que no haya perjuicios emocionales en la vida de las mismas. Todos conocemos casos
en el que hablar de estas dimensiones produce escarnio. Para contribuir a la armonía en un hogar,
cada individuo dentro del núcleo familiar necesita disponer de un mínimo espacio privado en el que
desarrollar su intimidad.
En otras ocasiones, la distribución de espacios dentro de una casa es, simplemente, un reflejo de las
costumbres familiares dentro de una determinada sociedad, así como de la evolución de estas
costumbres a lo largo del tiempo.
La visita domiciliaria es una herramienta fundamental que nos puede ayudar a conocer y comprender la
dinámica interna de las familias. Trabajando únicamente en el despacho, se nos escapa mucha
información, muchas variables contextuales que nos resultan de gran interés para poder comprender
que está ocurriendo en esa familia con la que estamos interviniendo.
El acercamiento a la vivienda nos puede dar pistas para confirmar hipótesis de trabajo o bien para
generar otras nuevas. La forma en que un individuo/familia vive, cómo organiza el espacio o distribuye
sus enseres, dice mucho de sus modos y formas de relación. El hogar es el espacio íntimo de
convivencia, es donde fluyen los afectos, los conflictos y las soluciones. El hogar es ese espacio
privado y absolutamente reservado para las emociones más intensas de los individuos. En el trabajo
con familias no nos circunscribimos a trabajar con los individuos que la componen sino que nuestro foco
se orienta a trabajar con las relaciones y en algún momento es necesario pisar donde estas relaciones
se producen.
También conocer el entorno, la vecindad que rodea el propio domicilio (calle, barrio...) nos es de gran
ayuda para conocer el ambiente social donde se desenvuelven los casos atendidos. Las condiciones
generales de vida, los niveles de servicios en la zona, la dotación de infraestructuras, el estado
de las calles y de las edificaciones... nos sitúan en un entorno concreto a esas familias que antes de la
visita eran solo caras en nuestra memoria y datos en nuestro expediente y que después de la visita
pasan a estar ubicadas en un lugar vivenciado por el propio trabajador social, el cual ya no nos es ajeno.
Dependiendo del contexto donde desarrollemos nuestra labor profesional, el tipo de visita podrá ser
percibida por la familia de manera muy distinta. El trabajador social queda condicionado por la
exigencias de ese contexto y la acción de visitar le podrá generar una mayor o menor carga de
angustia y ansiedad, o bien podrá ser una rutinaria incluida dentro de un procedimiento burocrático
ya preestablecido.
Siempre recuerdo la ansiedad que me produjo la primera visita domiciliaria en mi época de estudiante,
creo que dormí poco la noche previa, algo así le ocurre a muchos estudiantes también hoy. Pero
también recuerdo mis diversas emociones (ansiedad, incertidumbre, miedo, disgusto, asco, rabia por la
injustica, alivio, dudas, reconocimiento, agradecimiento por ayudarme aprender, sorpresa, deseos de
huir) en visitas realizadas como profesional. No siempre se le
presta la suficiente atención a los sentimientos que los casos y las circunstancias que rodean nuestro
contacto con los mismos nos provocan y que influyen en nuestra intervención. La acción de visitar o no
i
un caso, puede estar condicionado por estas emociones . Señala Castilla del Pino que cuanto más
intensa son las experiencias vividas en una circunstancia concreta (digamos en el trabajo con una
familia, en las visitas realizadas a la misma...) más polarizadas son nuestras emociones, es decir,
nos situamos en los extremos (agradable/desagradable, bonito/feo, positivo/negativo...) y no tanto
en puntos intermedios.

61
Los contextos condicionan los tipos de visita

Los trabajadores sociales intervenimos en diversos contextos, en cada uno de éstos el tipo de
interacción profesional-clientes-servicio está sujeta a reglas distintas. Las marcas de contexto definen
y señalan lo que se espera de cada servicio y de los profesionales que en el operan. Estos
marcadores son identificados tanto por el resto de servicios y profesionales, como por los propios
usuarios. Cualquier cambio en las expectativas que el propio contexto marca puede generar
desconcierto, confusión y posibles resistencias.
Cada contexto define un tipo de visita domiciliaria. El tipo de visita podrá ser percibida por la familia de
manera muy distinta facilitando la misma o bien dificultándola. A su vez, el trabajador social queda
condicionado por las exigencias de ese contexto y la acción de visitar le generará una mayor carga
de angustia y ansiedad o bien podrá ser incorporada como una actividad rutinaria incluida dentro de
un procedimiento burocrático ya preestablecido.

Los contextos asistenciales


históricamente han sido los entornos más habituales, evidentemente no los únicos, para el
trabajador social. Este contexto se caracteriza por mediar un tipo de demanda más de carácter
material o de petición de una prestación o servicio concreto. Habitualmente es el cliente quien va de
manera voluntaria al servicio y formula su demanda, o bien puede ser derivado por terceros.
Es este el contexto en el que más fácilmente el profesional puede pasar a formar parte del juego de la
familia, convirtiéndose en ―un miembro más de la familia‖ supliendo las carencias, ausencias o
funciones de otros miembros. De igual manera, en este tipo de contextos es fácil que se den situaciones
de delegación por parte de la familia para con el servicio. De alguna manera y en algunos casos, el
servicio, con los profesionales a la cabeza, se convierte en el homeostato que regula la situación y asume
el reto de los cambios o de la estabilidad haciendo suyo los problemas de los clientes y no propiciando la
implicación de estos en su propio cambio. En este tipo de contextos, si bien es posible intentar
cambios de segundo orden, lo frecuente es llevar a cabo acciones asistenciales que solo generan
cambios de primer orden. Con el transcurrir del tiempo, esta forma de proceder se ha ido incluyendo
como marca de los contextos asistenciales, invertir esta secuencia resulta muy complicada y frustrante
para muchos trabajadores sociales dada las dificultades y obstáculos con las que se topan.
En el contexto asistencial es frecuente realizar visitas a domicilio para comprobar, confirmar,
calibrar, valorar... un buen número de datos necesarios para conocer a fondo la situación y realizar
los informes oportunos que se pudieran derivar de la solicitud del usuario. De común la familia ante la
expectativa de recibir algún tipo de ayuda favorece que el trabajador social se acerque a su domicilio.
El trabajador social durante esos encuentros, incluida la visita, se mueve con cierto ―poder‖, toda vez
que de su informe puede depender la resolución favorable o desfavorable de la prestación solicitada.
La otra cara de la moneda del contexto asistencial es el control. Si se da una prestación material, en
especie o en servicio hay que ―controlar‖ que ésta sea destinada al fin previsto, ahí es cuando empiezan
el control y cuando surgen dos problemas, de una parte, la definición del papel profesional; y de otra, la
dificultad de la familia para posicionarse ante una u otra dimensión del profesional (ayuda o control).
Estas circunstancias influyen sobremanera en el transcurso de la-s visita-s toda vez que la familia no
tiene claro si el profesional va a inspeccionarles, ayudarles, vigilarles... El profesional se sitúa en un
posición up y el cliente en una posición down, pero en ningún caso se puede olvidar que la familia
pese a su situación de necesidad tiene sus derechos y no podemos invadir su intimidad con el afán de
confirmar datos más allá de lo que ellos permitan.
En el contexto de control más puro, no tanto el antes descrito dentro del c. asistencial, no media una
demanda directa de la familia para recibir una ayuda. La demanda propiamente dicha viene expresada
por una instancia de orden jerárquico distinto al servicio en el que estamos trabajando(como ejemplo
un juez, un fiscal...). Esta hace una petición expresa de constatación, supervisión, recogida de
información, seguimiento, etc. acerca de la familia en cuestión.

62
Cuando la visita se hace bajo este encargo la interacción profesional-cliente resulta bastante
embarazosa, el encuentro en el domicilio está cargado de mutuos recelos. El profesional está muy
atento a cualquier sospecha de incumplimiento, y por su parte la familia desconfía del profesional y a la
vez lo personaliza como el artífice de las medidas negativas que obren sobre ella. Los que nos hemos
encontrado en este tipo de vicisitudes nos habremos dado cuenta que nosotros, sin quererlo,
somos la cara de instituciones anónimas que a vista de la familia le están perjudicando, y es sobre el
profesional a quien dirigen todas sus irás.

De igual manera nos asaltan los pensamientos, en muchos de estos casos, de haber sido utilizado por
terceros y de haber formado parte de un juego familiar en el que nos hemos visto atrapados por
nuestra escasa pericia para zafarnos de esa dinámica disfuncional.
De todas las visitas domiciliarias, la que mayor preocupación causa y más teme el
profesional es la que se encuentra dentro de este contexto de control, sobre todo cuando hay que
realizar constataciones de situaciones ante denuncias por terceros. El profesional ante esto se ven
indefenso, duda o no duda de la veracidad de la denuncia (maltrato, abandono...) y pese a haber
intentado contrastar informaciones por otras vías, no tiene la certeza de que estas situaciones se estén
produciendo. En algunos casos se han buscado variopintos argumentos para poder acceder al domicilio,
si bien estos pueden resultar efectivos en un primer momento, a la larga se vuelven en contra del propio
profesional ya que las relaciones que un trabajador social desarrolle se tienen que basar en la
autenticidad y no en la ambigüedad, en la falsedad o en el engaño. El trabajador social se encuentra en
este punto atrapado dentro de un callejón sin salida: de una parte, está la necesidad-mandato de
intervenir, de otra está nuestra integridad profesional y nuestra seguridad/inseguridad personal
para afrontar este tipo de situaciones. Finalmente también entra en juego el factor de idiosincrasia
profesional, es decir, si hago la visita con un policía al lado difícilmente voy a poder entablar una
relación adecuada que permita intervenir con el caso más allá de las medidas puramente coercitivas.
Además, hay que tener en cuenta que si la familia ha recibido visitas anteriores de otros trabajadores
sociales u otros profesionales con argumentos engañosos se pueden haber generado resistencias
difíciles de superar.

Ante todo esto ¿que hacer? La respuesta no es nada sencilla, esta práctica es bien difícil y aún al
trabajador social más experimentado le genera ansiedad. Mi preocupación en este punto también se
orienta a los alumnos-as y trabajadores sociales recién egresados sin preparación previa. Como en
otras cuestiones no hay una formula mágica, en cualquier caso es del todo recomendable ir siempre
con argumentos ciertos; es conveniente que las visitas se hagan en compañía de otro profesional,
seleccionando el momento más idóneo, es recomendable intentar un encuentro en el despacho o en
alguna instancia que resulte conocida para la familia y que no les genere demasiados recelos, con ello
reducimos la ansiedad y la agresividad de los visitados, aunque todos sabemos que muchos de estos
casos son precisamente los que no acuden a las citas por reiterado que les hagamos el requerimiento.
Resulta de la máxima efectividad realizar este tipo de visitas en la compañía de otros profesionales
que sean de confianza para la familia, esto favorece la apertura y disminuye las desconfianzas. De
todas maneras, nos vamos a encontrar con un buen número de casos en los que no han funcionado
estas recomendaciones y que en última instancia, entran dentro del grupo casos en los que se les
aplican medidas coercitivas por instancias judiciales tras nuestros fallidos esfuerzos por manejar la
situación por otra vía.

Confieso mis incertidumbres y dudas cuando he tenido que hacer este tipo de encuentros domiciliarios
ya que es fácil visualizarse a uno mismo como si estuviera desarrollando una labor poco menos que
policial. En cierta medida a los estudiantes de trabajo social no se les adiestra (nos se nos
adiestraba), para saber desenvolvernos en estos contextos y tener las herramientas adecuadas para
poder realizar un trabajo que no resultara inquisitivo y dañino para los clientes no voluntarios y para
nosotros mismos en lo que a seguridad personal se refiere y a integridad emocional.

En los contextos de asesoramiento apenas si se realizan visitas domiciliarias, salvo que existan
impedimentos ocasionados por la falta de movilidad de los interesados. De igual manera apenas si se
realizan visitas en el contexto informativo salvo en ciertas agencias que quieran hacer llegar la oferta
de servicios a sus asociados, afiliados, miembros.

63
En general en este tipo de contextos es el interesado quien se desplaza a la institución o entidad
correspondiente a demandar. En este punto sería necesario matizar que es de gran valor la presencia del
trabajador social en estas labores informativas y por supuesto de asesoramiento y se evitara la
delegación a terceros (en algunos municipios han aparecido la figura del auxiliar de información o se
le ha encomendado la labor de información a objetores, voluntarios, alumnos-as, colaboradores...).

Desde mi punto de vista es el trabajador social el profesional idóneo para realizar tareas informativas ya
que esta es la puerta de entrada de muchos casos que se acercan al servicio demandando información a
modo de tanteo, o bien porque es el mayor movimiento que pueden llegar a desarrollar si desequilibrar
su sistema familiar. El profesional en este puesto tiene que estar preparado y sensible para captar
esos mensajes ―entre líneas‖ y saber dejar puertas abiertas para futuras demandas en otros términos.
En cualquier caso es importante señalar que el desarrollo de acciones de información y de asesoramiento
en domicilio, cuando las circunstancia lo requieren, es muy bien acogido y además con ello involucramos a
la familia.

En los contextos evaluativos también se pueden realizar visitas a domicilio según el tipo de aspecto a
evaluar y según la población con la que se trabaje. La visita proporciona una información adicional
siempre útil que complementa la información obtenida en el despacho o por otras vías. En algunas
instituciones y por algunos profesionales, la visita se establece como preceptiva antes de emitir una
valoración (informes de adopción, peritajes, informes de vivienda...)

Para finalizar este apunte sobre los contextos profesionales señalaremos que el trabajo en el domicilio
de la familia ofrece tremendas posibilidades terapéuticas si la intervención se conduce
adecuadamente. Se ha mal entendido durante mucho tiempo que los cambios de segundo orden son solo
posible realizarlos en contextos muy controlados como son los clínicos; solo en estos contextos parecía
posible desarrollar acciones terapéuticas, y además éstas, solo podían ser desarrolladas por ciertos
profesionales que ―tienen‖ en sus manos lo llamado ―terapéutico‖ e incluso la propia terapia.
Ciertamente esta aserto debe cambiar, está cambiando. Hoy, algunos trabajadores sociales les asusta la
palabra terapia o terapéutico, en este punto decir, que ya las pioneras del Trabajo Social hablaban de
ello sin ese complejo con el que algunos-as lo hacen actualmente. Es evidente que la terapia familiar
precisa de una formación adicional específica para todos aquellos profesionales que la pretendan
practicar, está demostrado que estos conocimientos están al alcance de los trabajadores sociales,
digo más muchos trabajadores sociales han contribuido históricamente a construir eso que hoy
conocemos como terapia familiar. Por otra parte señalar también que las intervenciones terapéuticas son
inherentes al propio Trabajo Social.

64
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

Técnicas para el trabajo con familias:


El uso de las distintas técnicas que el Trabajador Social tiene a su disposición son diversas y algunas por
su complejidad, requieren de mayor adiestramiento para su uso. Sin embargo, la intervención familiar
demanda que el profesional se encuentre capacitado y adiestrado en una amplia gama de técnicas para
propiciar el cambio.
El uso de una técnica u otra depende de varios factores. Entre ellos se destacan:

— Estilo del profesional del profesional.


— Tipo de familia que se está interviniendo.
— Motivo de consulta.
— Manejo de la técnica por parte del profesional.
— Fase en que está el proceso de intervención.

Toda técnica que se emplee para el trabajo con familias, debe ser conocida por el profesional y sentirse
cómodo con ella. El Trabajador Social no debe utilizar alguna de estas herramientas si no esta
convencido de su utilidad. Es importante recordar lo que plantea Virginia Satir en relación a las técnicas
Ella utiliza el término técnica como, ― una forma de realizar una actividad específica para
satisfacer una necesidad emergente en una persona o grupo en ese momento‖.

La ventaja de utilizar técnicas y ejercicios es que las actividades experimentales maximizan al


aprendizaje de los participantes y su capacidad para utilizar este aprendizaje en el proceso de cambio.
Una misma técnica por ejemplo, se puede utilizar tanto en la fase de diagnóstico como en el cierre.

Rol del Trabajador Social en el Trabajo Social Familiar.

El Trabajador Social ha desempeñado a lo largo de la historia, diversos roles, los cuales han ido variando
de acuerdo a las tendencias de moda y al contexto que éste esté involucrado. El trabajo con familias en
general, demanda al profesional la capacidad de desenvolverse en muchos roles, por la diversidad y
complejidad de las problemáticas familiares que atienden los Trabajadores Sociales.
Ana María Campannini plantea que en el Trabajo Social Familiar, el profesional se puede enfrentar al
trabajo con familias desde distintos contextos, los cuales enuncia como informativo, asistencial, de
asesoramiento, de control, evaluativo.

El contexto sería uno de los factores que influirían en el momento de determinar qué rol a utilizar. Otro
factor que puede determinar el rol, es el motivo de consulta de la familia o la situación problema.
También influirá el estilo del Trabajador Social. Por ejemplo, hay profesionales que evitan, por principios,
ocupar un rol asistencial y tienden a tener uno más educativo, otros evitan el educativo y utilizan más uno
de asesoramiento. La formación del Trabajador Social también será determinante. Si este tiene una
mayor formación en una línea de trabajo, ya sea educativa, de control, de asesoramiento, éste tenderá a
utilizar mayoritariamente ese tipo de intervención.

Así, teniendo presente la relación de ayuda, se visualizan dos grandes roles para este tipo de
intervención. Estos son los siguientes:

1. Rol Educativo, para la dimensión del Trabajo Social Directo con la familia. educativo en el sentido de
construir en conjunto con la familia procesos de aprendizaje que enfrentan y a descubrir y potenciar los
recursos con que cuentan.

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


65
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

2. Rol de movilizador de recursos, para la dimensión del Trabajo Social Indirecto con la familia.

Este rol no implica que sea el profesional el único encargado de la activación de recursos de las redes
primarias y secundarias de la familia, se espera que en esta dimensión, el Trabajador Social identifique y
construya en conjunto con la familia, redes sociales de apoyo necesarias para la resolución de
situaciones problema.

Habilidades:

— Para el Trabajo Social Familiar el cual postula y utiliza como principal herramienta de trabajo a la
Relación de Ayuda que establece el Trabajador Social y la familia, se requieren además de
habilidades generales, algunas otras habilidades, tanto en el plano profesional como en el plano
personal.

— Habilidades profesionales:

— Utilización de los principios profesionales, especialmente el de:


— Actitud exenta de juicio y la autodeterminación de las personas.
— Utilización de todos los conocimientos de las Ciencias Sociales a los cuales accede el Trabajador
Social. Habilidades cognitivas para interpretar la realidad desde la(s) teoría(s) aprendidas.
— Habilidades para trabajar en equipos multidisciplinarios. Habilidades para el trabajo y
gestión de red.
— Habilidades para identificar y centrar el foco en los recursos de la familia y no en las
debilidades y carencias.
— Habilidades para insertarse y formar parte de los sistemas de lenguaje de las familias.
— Habilidades personales:
— Espontaneidad, para enfrentar situaciones muy diversas, difíciles y tensionantes .
— Creatividad, para enfrentar situaciones familiares muy complejas, las cuales requieren del
profesional la creación de resoluciones creativas e innovadoras.
— Flexibilidad, para enfrentar el trabajo con familias, por ejemplo para modificar la estrategia de
intervención si esta no está proporcionando los resultados planeados.
— Disposición para escuchar al otro, es decir para atender y entender lo que la otra persona
desde su mundo de significados está transmitiendo y vivenciando.
— Afectivas, es decir el uso de todas aquellas habilidades que proporcionan los afectos, como
calidez, expresión de sentimientos de manera verbal y no verbal, etc
— Habilidad para experimentar la intervención familiar, desde una posición neutral y secundaria al
proceso de la familia.
— Esta habilidad demanda que el profesional sea capaz de entender a lo largo de todo el proceso,
que el foco principal está centrado en la familia y no en las vivencias y experiencias del
Trabajador Social.
— Habilidades de autoconocimiento. Como ya se señaló en uno de los supuestos de este Modelo,
es necesario para el trabajo con familias que el profesional conozca su propia historia familiar y
reconozca en ella sus recursos y debilidades.
— De responsabilidad y compromiso con la familia y sus miembros a lo largo del proceso de ayuda.

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


66
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

TEST DE ROLES PARENTALES

DESEMPEÑO DEL ROL PATERNO - FORMA P. T.


1) Deficiente asunción del rol de proveedor económico
2) Deficiente asunción del rol de jefe de hogar y figura parental
3) Deficiente colaboración en el cumplimiento de los controles médicos del niño

4) Deficiente asunción en el rol de apoderado


5) Maltrata físicamente al hijo
6) Maltrata psicológicamente al hijo
7) Provoca conflictos a nivel familiar
8) Provoca conflictos a nivel extrafamiliar
9) Consiente que el hijo se dedique a la vagancia y/o mendicidad
(alteraciones leves y graves)
10) Presenta conducta sexual promiscua comprobada
11) Presenta conducta sexual desviada comprobada
12) Sostiene hogares paralelos
13) Presenta conducta antisocial delictiva comprobada
14) Presenta síndrome psicológico y/o psiquiátrico diagnosticado
15) Presenta problemas de salud física incapacitante diagnosticada
16) No entrega cariño o afecto al hijo
17) No escucha ni se preocupa de los problemas e inquietudes del hijo
18) Critica en forma exagerada, negativa y descalificadora al hijo
19) No comprende las crisis propias de la edad del hijo
20) Ejerce autoridad jerarquizadora y rígida en el hijo

EVALUACION DEL ROL PATERNO PUNTAJE


1- Buen Desempeño R/P 0
2- Regular Desempeño R/P 1-9
3- Deficiente Desempeño R/P 10-20

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


67
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

TEST DE ROLES MARENTALES

DESEMPEÑO DEL ROL MATERNO - FORMA M.T.


1- Deficiente asunción de labores domesticas del hogar
2- No se ocupa del cuidado personal del niño
3- No cumple los controles médicos del hijo
4- No cumple con el rol de apoderado
5- Maltrata físicamente al hijo
6- Maltrata psicológicamente al hijo
7- Deficiente manejo y expresión de sus impulsos agresivos (grita, regaña excesivamente,
llora y se desespera)
8- Provoca conflictos a nivel intrafamiliar
9- Provoca conflictos a nivel extrafamiliar
10- Consiente que el hijo se dedique a la vagancia y7o mendicidad
(alteraciones leves y graves)
11- Presenta conducta sexual promiscua comprobada
12- Presenta conducta sexual desviada comprobada
13-Presenta conducta antisocial delictiva comprobada
14- Presenta síndrome psicológico y/o psiquiátrico diagnosticado
15- Presenta problemas de salud física incapacitante diagnosticada
16- No entrega cariño o afecto al hijo
17- No escucha ni se preocupa de los problemas e inquietudes del hijo
18- Critica en forma exagerada, negativa y descalificatoria al hijo
19- No comprende las crisis propias de la edad del hijo
20- Ejerce autoridad jerarquizadota y rígida en el hijo

EVALUACION DEL ROL MATERNO PUNTAJE


1- Buen Desempeño R/P 0
2- Regular Desempeño R/P 1-9
3.- Deficiente desempeño R/P 10-20

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


68
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN Nº 04

1.-Refiérase al respeto como condición sine qua non en la relación profesional.

2.-Mencione los aspectos socioculturales implícitos en la Visita Domiciliaria.

3.- Determine los Roles del trabajador social en el contexto de intervención social.

4.- Mencione algunas habilidades que requiere el trabajador social que interviene con familias.

RESPUESTA.

1.- Para lograr que la entrevista sea positiva, además de lo expuesto anteriormente, es
necesario que el Trabajador Social asuma una actitud profesional fundamental, y es la aceptación.
Esto significa aceptar al cliente tal cual es, ser cual fuere su situación sin tener en cuenta lo
agradable o poco simpático que pueda resultar su interlocutor.
Esta actitud profesional, sólo puede proceder del respeto a la persona humana. Respeto que se
basa en el reconocimiento que dragamos del otro como agente racional, por lo tanto libre. También
del deseo de cooperación social, papel decisivo para poder subsistir.
El trabajador social debe asumir una actitud de respeto hacia el ser humano, este respeto es una
categoría moral, por cuanto representa una forma de realizar la preocupación más
comprometida con el otro, sin anular las posibilidades propias del individuo. Sobre todo porque el
trabajador sociales un agente dinámico promotor del cambio, que para poder efectuar su labor
deberá tener presentes esas posibilidades del ser humano.
El respeto al cliente se demuestra por el descubrimiento y revalorización de sus recursos internos,
así como la comprensión de sus necesidades y de su complejo de inferioridad.
La aceptación se traduce por medio de un marcado interés por el ser humano, agrado para
escuchar, paciencia, que sienta que se le acoge bien, de suerte que su ansiedad disminuya y
aumente en cambio su confianza y esperanza.

2.- La casa ocupa un lugar fundamental en la vida de toda persona, tanto en lo que se refiere a la
dimensión individual como a la perspectiva de vivir en familia. Habitar y compartir un espacio tienen
un especial significado, una especial trascendencia que marca toda de nuestra existencia.
Las peculiaridades de cada tipo de vivienda influyen de manera fundamental en las costumbres,
la intimidad y la rutina vital de los convivientes. Cada sociedad tiene unos modos de organización y
esto se refleja en la construcción, equipamiento, distribución, uso... de las viviendas que
componen el entramando urbanístico de sus ciudades y pueblos. A su vez, la organización
interna de la vivienda dice mucho de sus moradores.

Si como hemos señalado la historia de la humanidad está vinculada a la vivienda, y no se conciben


individuos sin familia, tenemos que apuntar también que la historia de nuestra profesión está vincula
al conocimiento del entorno donde viven las familias con las que trabajamos; dicho de otro modo,
nuestra historia profesional está vinculada a la ―Visita Domiciliaria‖.

Nuestros orígenes como profesión y nuestra historia están vinculados a este acto de visitar a las
familias in situ donde residen.
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
69
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

3.- Así, teniendo presente la relación de ayuda, se visualizan dos grandes roles para este tipo de
intervención. Estos son los siguientes:

1. Rol Educativo, para la dimensión del Trabajo Social Directo con la familia. educativo en el sentido de
construir en conjunto con la familia procesos de aprendizaje que enfrentan y a descubrir y potenciar los
recursos con que cuentan.

2. Rol de movilizador de recursos, para la dimensión del Trabajo Social Indirecto con la familia.

Este rol no implica que sea el profesional el único encargado de la activación de recursos de las redes
primarias y secundarias de la familia, se espera que en esta dimensión, el Trabajador Social identifique y
construya en conjunto con la familia, redes sociales de apoyo necesarias para la resolución de
situaciones problema.

4.- Utilización de los principios profesionales, especialmente el de:


— Actitud exenta de juicio y la autodeterminación de las personas.
— Utilización de todos los conocimientos de las Ciencias Sociales a los cuales accede el Trabajador
Social. Habilidades cognitivas para interpretar la realidad desde la(s) teoría(s) aprendidas.
— Habilidades para trabajar en equipos multidisciplinarios. Habilidades para el trabajo y
gestión de red.
— Habilidades para identificar y centrar el foco en los recursos de la familia y no en las
debilidades y carencias.
— Habilidades para insertarse y formar parte de los sistemas de lenguaje de las familias.
— Habilidades personales:
— Espontaneidad, para enfrentar situaciones muy diversas, difíciles y tensionantes .

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


70
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

UNIDAD V
PROBLEMATICAS SOCIALES

FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS Y SERVICIOS SOCIALES.

La intervención con familias multiproblemáticas

Ante todo, un hecho incuestionable: las familias multiproblemáticas han sido y son clientes habituales de
los Servicios Sociales. Es evidente que el grupo familiar ha recibido, desde los inicios de la disciplina de
trabajo social primordial atención; de hecho, la práctica cotidiana de los/as trabajadores/as sociales se
relaciona con aspectos de la ayuda y asesoramiento a diversas problemáticas de la familia.

Además, los y las trabajadores/as sociales tienen amplia experiencia en el tratamiento y atención a
familias desestructuradas, familias con carencias en el aspecto económico, déficit sociales y culturales,
alteraciones en las relaciones dentro y fuera del grupo familiar... en definitiva, familias multiproblema o
familias que por sus características intrafamiliares y/o por el entorno en que viven pueden calificarse de
alto riesgo.

Esto no significa que todas las familias que acuden a pedir ayuda en el contexto asistencial sean
"multiproblemáticas" en el sentido amplio que damos al término, en ocasiones, simplemente presentan
una situación de desventaja social. Por otra parte, familias multiproblemáticas que no tienen dificultades
de tipo económico, pueden no llegar a pedir ayuda nunca, por supuesto no en el contexto asistencial, a lo
sumo, en el contexto de consulta cuando el síntoma de su malestar se hace insoportable.

Por esto, debemos ser cautos a la hora de tipificar a las familias que vienen a pedirnos ayuda, no
olvidando que el contexto en que aquellas se desenvuelven marca profundamente. Así, no podemos
utilizar los mismos criterios para evaluar a una familia con un nivel económico, social y de nuestra misma
cultura y etnia que para evaluar, por ejemplo, estilos de educación, normas y valores, pautas de crianza
en una familia pobre y además inmigrante.

Y sin embargo, es evidente que, en ocasiones está presente el etnocentrismo en muchos terapeutas y
trabajadores sociales cuando se relacionan con familias de otras culturas y otros contextos económicos,
intentando aplicar soluciones y etiquetas desde una posición que no tiene nada que ver con la que
ocupan sus clientes. En este sentido, no sólo perjudican a las familias que acuden a pedir ayuda, sino
que se producen conflictos peligrosos, por ejemplo cuando el trabajador social tiene competencias para
decidir sobre el futuro de los niños de esas familias en base al "diagnóstico" que se ha hecho sobre los
padres (Escartín, Palomar y Suárez, 1998).

Posiblemente, la intervención con familias multiproblemáticas desde los Servicios Sociales es, desde mi
punto de vista la situación más compleja con que se tiene que enfrentar un profesional de ayuda. Creo
que los y las profesionales de ayuda que trabajan en los Servicios Sociales están inmersos en una
dualidad de funciones que no se da en otros profesionales; por una parte, se prestan servicios de

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


71
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

protección, ayuda pero también control social, materializando las políticas sociales y, por otra,
necesariamente se ven abocados a desarrollar una práctica clínica.

Esto produce una situación paradójica que intentaremos analizar con las consecuencias que ello tiene
tanto para profesionales como para las familias.

Por otra parte, asistimos a un incremento de la problemática social y económica incluso en el seno de las
sociedades avanzadas, descalcificación social, incremento de la violencia, drogadicción, deterioro del
medio ambiente y del hábitat, incremento de la marginalidad, bolsas de pobreza y aumento espectacular
del "cuarto mundo", asentamientos irregulares de inmigrantes sin papeles, pérdida de valores... todo ello
sin duda, características de las sociedades postmodernas y que, indudablemente afectan a las familias,
de la misma manera que las familias afectan los contextos que habitan.

La metamorfosis social que se está gestando desde hace más de treinta años en el mundo occidental
afecta de forma profunda las familias, tanto en su estructura como en los roles (algunos cambios
espectaculares: aumento de la esperanza de vida= más población envejecida con patologías asociadas
que hay que cuidar; descenso de la fecundidad, retraso de la nupcialidad, nuevas formas familiares,
incorporación de la mujer al mundo del trabajo, crisis del patriarcado...). . Con esto no queremos decir
que los cambios sean negativos, más bien al contrario, muchos de ellos podrían suponer el germen de
una sociedad más justa e igualitaria para hombres y mujeres.

Sin embargo, como sostiene Bou (2001) hay un cambio que afecta a los roles, y que es caldo de cultivo
de la aparición de la familia multiproblemática: la paulatina delegación de funciones básicas, antaño
desempeñadas por la familia, y ahora depositadas en estructuras institucionales y en los profesionales.
Aspectos como la educación, la salud, el ocio, e incluso la lucha por la subsistencia van siendo asumidos
por la administración y otras organizaciones. En este sentido, cada vez más y por una tendencia a la
especialización de funciones, la familia moderna queda cada vez más abocada al mero cumplimiento de
las funciones emocionales.

Además, desde hace una veintena de años, se producen en nuestra sociedad, transformaciones
demográficas, familiares y urbanas. Las ciudades adquieren una nueva configuración, expandiéndose
hacia la periferia y creándose nuevos barrios residenciales donde se instalan familias con rentas
saneadas, liberando el centro viejo de las ciudades para familias con menos recursos e inmigrantes, en
un proceso de paulatina degradación urbanística y social del mismo. Pero al mismo tiempo, estos centros
históricos engloban monumentos o bienes culturales, así como aspectos históricos que las
administraciones han querido, relativamente, cuidar. Por ello han emprendido una acción rehabilitadora
no solo en el ámbito urbanístico, sino también social, introduciendo fuertes inversiones, algunas de ellas
a través de los centros y equipos de servicios sociales. Con ello, la ciudad postmoderna se convierte en
el punto de encuentro privilegiado de los servicios sociales y las familias multiproblemáticas. (Bou: 2001).

En lo que se refiere a los cambios familiares, éstos se producen tanto en la estructura como en los roles;
surgen nuevas constelaciones familiares, familias reconstituidas, monoparentales, homosexuales que
cumplen la metáfora de los nuevos tiempos: ya no es la familia productora, sino fundamentalmente
consumidora; estamos en la era del consumo, y en este aspecto cumplen mejor estas nuevas
estructuras. En este sentido, es clarificadora la afirmación de Linares en relación con las familias
multiproblemáticas (Linares, 1997):

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


72
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

"Las familias multiproblemáticas son también uno de los emblemas de la posmodernidad, y no


sólo por su estrecha vinculación con las drogodependencias. Poco productivas por lo general, su
relación con el consumo es ambigua y casi pintoresca: en una vivienda puede faltar lo necesario a
nivel de comida o de ropa y, sin embargo, encontrarse repetido un electrodoméstico último
modelo. Pero lo que consumen desenfrenadamente las familias multiproblemáticas es servicios
sociales, hasta el punto de existir una relación privilegiada entre ambas instancias que hace difícil
a menudo ubicar el desenfreno en una de ellas. La estructura familiar también es característica,
interviniendo en ella significativamente rupturas y reconstituciones hasta configurar genogramas
abigarrados y barrocos en los que los roles tradicionales (en la tradición de la familia moderna) se
modifican y reformulan."

Estas situaciones incrementan el número de familias multiproblemáticas que sobreviven a la deriva en


contextos poco gratificantes y problematizados. Y sin embargo, lo que reciben de la sociedad son
presiones continuas: "sed buenos padres/madres, cumplid bien vuestras funciones, dad amor a vuestros
hijos, llevadlos al colegio, cambiar vuestro estilo de vida, organizar bien vuestro dinero..."Y si no, hay que
intervenir, retirarles a los hijos, las ayudas, no proporcionarles una vivienda. Me dirán y no lo dudo que lo
primero son los hijos que hay que protegerlo y salvarlos, pero ¿quién salva a las familias?. ¿De qué
manera esa sociedad les recompensa de la adversidad, de la desventaja, de la exclusión?.

Hablaremos también aquí de la difícil situación que se produce por la multiplicidad de problemáticas que
presentan las familias y la situación de los y las profesionales; en este sentido hay que traer a colación la
metáfora de Bergman "pescando barracudas" ya que, muy frecuentemente es así como nos sentimos
ante la familia: podemos ser devorados en cualquier momento.

Por otra parte, la dualidad de las intervenciones que comentaba antes, se hace patente cuando nos
sentimos atrapados ente la institución en la que trabajamos con unos fines, una ideología, una cultura en
definitiva y que pretende rentabilizar nuestro trabajo y que administremos bien los "recursos" (que
además son escasos por definición) y las demandas, en muchos casos urgentes de las familias. O, más
difícil todavía, en muchas ocasiones, las familias ni siquiera piden nada y rechazan la ayuda, siendo ésta
impuesta por otras instituciones (jueces, policía, servicios de salud, escolares...).

Resultados para los y las profesionales de ayuda: estrés, ansiedad, impotencia, quemazón...

Así pues, vamos a reflexionar sobre quienes son en realidad estas barracudas, cómo podemos
"pescarlas" si es que podemos, en que condiciones nos movemos, sí los instrumentos terapéuticos de
que disponemos son de alguna utilidad. Visto así parece una ardua tarea y, sin duda lo es ya que supone
poner a prueba nuestra flexibilidad y nuestra creatividad.

ALGO DE TEORÍA PARA COMPRENDER A ESTAS FAMILIAS

Las familias multiproblemáticas con las que nosotros trabajamos, están abrumadas por un contexto
social que poco soporte emocional, social y económico les reporta. Eufemísticamente son llamadas de
muchas maneras: familias pobres, de bajos ingresos, disfuncionales, desorganizadas, familias en crisis
continuas, multiproblemáticas... Sin embargo creo que etiquetándolas, las deshumanizamos. Por otra
parte, las definiciones que desde la salud mental y la terapia se ofrecen acerca de estas familias, a
menudo no tienen en cuenta el contexto desfavorecedor en que se mueven.

En este sentido, comparto la crítica de Parnel y VanderKloot (1991) que alegan que generalmente, las
teorías psicoterapéuticas, con su énfasis en la patología, construyen diagnósticos irrelevantes, poco
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
73
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

efectivos y hasta insultantes para las familias en situación de desventaja social; las diferencias culturales
y sociales con los terapeutas, a menudo han focalizado las dificultades de estas personas en aspectos
intrapsíquicos, obviando sin embargo que las extremas condiciones sociales y económicas adversas
afectan las relaciones y la vida de las familias haciéndolas sentir indefensas, miserables y desesperadas,
con dificultades emocionales por pérdidas y abandonos lo cual se traduce en multitud de síntomas.

Así cuando los "padres" de la terapia sea cual sea su signo han desarrollado modelos de aproximación a
las familias, generalmente lo han hecho desde una visión de "familia ideal" o normativa que no ha tenido
en cuenta los contextos problematizados en que muchas familias se desenvuelven. Es en este sentido
que muchos hablan de familia funcional vs. familia disfuncional, situándose en el lado de la funcionalidad
con una posición claramente etnocentrista.

Por otra parte, las familias multiproblemáticas tienen una historia de crisis no resueltas, a menudo
cronificadas, con pérdidas emocionales o físicas, enfermedad y, en definitiva mucho dolor. Estas
situaciones las pasan con sentimientos de miedo a las pérdidas, al abandono, a la aniquilación y también
con sentimientos de ira, frustración y depresión. Esto se manifiesta en conductas disfuncionales con
manifestaciones de violencia, abandonos o estilos negligentes de cuidados para los hijos.

La siguiente figura ilustra el circuito (modificado de Kagan, 1989) de dolor y conducta desordenada que
motiva la intervención de sistemas de protección y/o de control social:

Por su parte, Cancrini (1997) opina que una familia puede definirse como multiproblemática cuando:

1. Presenta de forma simultánea, en dos o más miembros comportamientos anormales


(síntomas), estables y lo suficientemente graves como para solicitar una intervención externa.
2. Los adultos de la familia presentan un serio déficit en sus habilidades funcionales
(proporcionadoras de soporte para la subsistencia) y expresivas (soporte afectivo y cultural).
3. Los dos anteriores factores se realimentan mutuamente.

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


74
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

4. Presentan una labilidad en los límites familiares con una apertura fácil de sus fronteras,
especialmente para los y las profesionales, de cara a hacerles cumplir alguna de las funciones
mermadas expuestas anteriormente.
5. Dependencia crónica mutua entre los/as profesionales y la familia, generando una
condición de homeostasis intersistémica.
6. Con el tiempo se van produciendo modificaciones peculiares en los comportamientos
sintomáticos.

Las características de estas familias implican que debemos ser muy cuidadosos ya que no sólo tenemos
que dirigir nuestra atención al grupo familiar y sus relaciones disfuncionales, sino también al medio que
suele ser deficitario.

Las familias multiproblemáticas presentan desorganización en la estructura, es decir, confusión de roles,


incumplimiento de las funciones familiares, disfunciones en los límites, siendo éstos o muy rígidos o muy
laxos, relaciones emocionales intrincadas o distantes, reglas secretas o ausencia de reglas que articulen
las relaciones, dinámicas de poder confusas.

Son también familias con alto contenido mítico en su explicación de la vida y de las relaciones, con
creencias irracionales, familias altamente ritualizadas en lo que se refiere a determinadas tareas o, por el
contrario con pocos rituales que proporcionen a sus miembros identidad como grupo y sentimiento de
pertenencia.

En mi trabajo con familias, me interesa particularmente conocer este último aspecto. En efecto, indagar
acerca de los mitos y los rituales de la familia en realidad, nos lleva a conocer cual es su estructura, ya
que tanto mitos como rituales son aspectos del funcionamiento de un grupo familiar que están ligados
muy estrechamente a su sistema de creencias y valores y nos ofrecen información sobre la idiosincrasia
de la familia.

En esta cuestión, ambos, el sistema familiar y el sistema profesional posiblemente van a divergir en el
repertorio de creencias, mitología y rituales que ayudan a tener una visión del mundo y que dan
significado a lo que ocurre a su alrededor.

Conocer y comprender ese conjunto de creencias y rituales por parte de los profesionales que trabajan
con familias es fundamental para no caer en reduccionismos simplistas y en errores de juicio.

El sistema de creencias y valores de una familia a su vez está muy influido por la imagen que de la
familia como institución tiene la sociedad y también por lo que una familia en concreto hereda de sus
sistemas familiares de origen.

La familia se constituye en un mito para la sociedad, es decir, una imagen idealizada de lo que debe ser
y de su importancia tanto para las personas como para el funcionamiento del tejido social.

Lo que se contraponga a esa imagen, a ese mito es considerado disfuncional. Esa creencia influye de
forma más o menos consciente en los profesionales que trabajan

con familias y en consecuencia, actúan con ellas distinguiendo las "buenas" de las "malas familias".

Cuando trabajamos con familias "diferentes" (según la norma de la sociedad y la del propio profesional),
tendemos a enjuiciarlas según una mítica normativa: el tipo de familia que debe ser (padre, madre e
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
75
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

hijos, es preferible a cualquier otro tipo de formación familiar); en una pareja las tareas y los roles deben
repartirse en función de unos criterios de género (al menos en lo que a roles funcionales se refiere, ese
reparto sigue estando muy difundido: lo "público" corresponde al padre y lo "privado y el ámbito de las
emociones a la madre); los padres deben de estar siempre de acuerdo con el modelo educativo para los
hijos. La desviación de estas creencias puede llevar a enjuiciar negativamente a la familia y su conducta.

Esto tiene especial relevancia en contextos de ayuda asistencial, en el ámbito escolar o en los servicios
sociales donde encontramos muchas familias "diferentes" (inmigrantes, mujeres solas con hijos a cargo,
familias pertenecientes a otras etnias o procedentes de medios disfuncionales donde la pobreza es el
denominador común...).

Si la familia está muy ritualizada, hay indicios de rigidez y pudiera ser que hubiera poca disponibilidad
para el cambio; por el contrario, la ausencia de rituales en una familia puede indicar desorganización,
disgregamiento y es muy característica de las familias usuarias de los servicios sociales que no
comparten mitos ni rituales heredados transgeneracionalmente y para las cuales, ayudar a construirlos,
ofrecerles la oportunidad de hacer cosas juntos, puede ser terapéutico.

Aunque generalmente acude un miembro de la familia a pedir ayuda (y casi siempre es la mujer),qué
duda cabe, si pensamos desde una perspectiva sistémica que cualquier problema o conflicto que
presente un miembro del grupo familiar, repercute, por los principios de totalidad y circularidad en todo el
grupo. Considerar los síntomas físicos o emocionales en contexto tiene sentido ya que las personas
están implicadas en relaciones. Además, no sólo se trata de los conflictos en sí, sino de las respuestas
de los miembros de esa familia a los conflictos, respuestas condicionadas por los valores y "cultura" de la
familia.

Hay que destacar también que en muchas ocasiones son clientes forzosos que no piden nada e incluso
rechazan la ayuda desarrollando una coraza ante los y las profesionales: se inicia así un juego relacional
entre las familias y los o las profesionales titulado "dejo que me victimices y me persigas, pero luego te
abandono", juego en el que en muchas ocasiones queda atrapado el o la profesional. Este patrón de
interacción es frecuente en familias abusadoras o con estilos negligentes, intentan seducir al o a la
profesional haciéndole sentirse como salvador/a y así evitar ser culpabilizados.

En definitiva y expresado de una forma sintética, algunas de las características más relevantes de este
tipo de familias son:

A) Desde el punto de vista de las relaciones y conflictos internos en la comunicación.

o Presencia simultánea en dos o más miembros de comportamientos problemáticos


estructurados, estables en el tiempo y lo bastante graves para requerir intervención
externa.
o Insuficiencia grave, especialmente en el subsistema parental ejecutivo de las tareas
funcionales y expresivas necesarias para el correcto funcionamiento de la vida familiar.
o Labilidad en los límites (entrada de figuras externas a la familia o límites excesivamente
rígidos).
o Relación crónica de dependencia de diferentes sistemas de ayuda profesional (salud
mental, servicios sociales...).
o Pérdidas reales y/o simbólicas.
o Reactividad emocional escasa o excesiva.
o Falta ayuda S.F.O.
o Apego ansioso.
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
76
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

o Tendencia a la desintegración familiar o a la homeostasis rígida.


o Desarrollo de síntomas múltiples (alcohol, malos tratos, absentismo, malnutrición,
trastornos de personalidad, mal funcionamiento social...).
o Juegos relacionales: el perpetuo enfermo, uso de la fuerza, posición infantil...
o Crisis cíclicas o crónicas.
o Necesitan ayuda especializada.

B) Desde el punto de vista de los conflictos con el medio:

o Actividades económicas de tipo marginal o ingresos inestables e insuficientes.


o Paro.
o Viven al día.
o Contexto adverso: espiral de pobreza.
o Redes sociales escasas, defectuosas y empobrecidas.
o Falta de hábitos higiene.
o Absentismo y/o escolarización deficiente.
o Problemas legales (deudas, hurtos, agresiones...).
o Problemas psicológicos, psiquiátricos y de salud en general (drogadicción, alcohol,
malnutrición, depresiones...).
o Aislamiento social.
o Hacinamiento, malas condiciones de habitabilidad.
o Clientelismo.

Así pues, podemos considerar que existen en nuestra sociedad grupos de riesgo: Familias con pocos
recursos económicos; familias incompletas; parejas jóvenes con hijos pequeños; familias sin
asentamiento fijo; familias inmaduras... pero, no olvidemos que el factor social o económico no es el
único que produce familias multiproblemáticas. La diferencia es que las familias que pertenecen a un
contexto "adecuado" y tienen un estatus socioeconómico solvente, generalmente nunca llegan a ser
catalogadas como f.m.: no piden ayuda -y si la piden lo hacen en un contexto diferente como veremos-; si
su disfuncionalidad no es muy evidente, los síntomas los guardan como secretos de familia y jamás
aparecen vindicadas en la sociedad (abusos sexuales, drogas, maltrato, etc.).

En relación a los síntomas que permiten a los/las profesionales percibir la disfunción: embarazos no
deseados o en adolescentes; accidentes repetidos en la infancia; retraso escolar; trastornos en la
conducta (nivel preescolar o escolar); dificultades de adaptación en la adolescencia; depresión; malos
tratos; hiperutilización de servicios (sociales, médicos, etc.); baja autoestima; inestabilidad conductual;
problemas psicológicos, psiquiátricos o ambos; pobreza emocional (poca capacidad para expresar
sentimientos).

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


77
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

TIPOLOGÍAS UTILIZADAS EN SERVICIOS SOCIALES

Existe una variedad de clasificaciones familiares atendiendo al tipo de disfunción o conflicto presentado.
Casi todas las familias, sin embargo, presentan alteraciones en los patrones de comunicación, asociados
en muchos casos con variables de tipo socioeconómico. Desde mi punto de vista, son relevantes las
clasificaciones de Jordan (en relación a la capacidad integrativa o no de la familia); la de Van Wel (desde
el punto de vista del "ajuste" social), la de Powell y Monahan (por la falta de recursos o apoyos externos
en las crisis) y la de Cancrini. Jordan (1980) clasifica a las familias en función de su disgregación en
torno a los problemas o de su rigidez con los límites externos que les lleva al aislamiento social. Así
habla de familias centrífugas en el primer caso y de familias integrativas.

Es interesante que nos detengamos en la clasificación de Van Wel (1992) que combina aspectos
emocionales con deprivación socioeconómica, estableciendo una minuciosa tipología:

Familia desorganizada: escaso cumplimiento de las funciones parentales, cuidado


negligente de los hijos, organización caótica del hogar, reglas implícitas o secretas, poca
ritualización de la vida familiar.
Familia socialmente enferma: Conflictos de relación internos y con el medio
(dificultades en la red social que aparece truncada; problemas con figuras de autoridad
(maestros, policía...).
Ajuste defectuoso al medio: discrepancia entre metas y recursos; deprivación
socioeconómica; labilidad en los límites externos, tendencia a la desintegración.
Familia deprivada: graves carencias socieconómicas, familias marginales, viven a
espaldas de la sociedad y de los servicios de protección social.
Familia simbiótica: relaciones intrincadas de sometimiento y dependencia, violencia en
forma de actos como forma de relación con escaladas complementarias.

Por su parte Powell y Monahan (1969) hablan de familia aislada para referirse a aquellas familias que
carecen de apoyos en las fases de ciclo vital siendo características de este tipo las familias inmigrantes
cuyas redes sociales están espacialmente dispersas.

Otra clasificación útil para identificar las familias con las que trabajamos es la de Cancrini y cols. (1997)
que presenta la siguiente tipología:

Con padre periférico por hetero o autodescalificación. La organización práctica


descansa sobre las mujeres, entre las que sobresale la madre central pero caótica y
desorganizada. A veces ella misma impide la presencia del padre.
La pareja inestable formada por padres muy jóvenes, incapaces de cuidar a los hijos,
en pelea constante y con presencia constante de una de las F.O., las cuales suelen acabar
adoptando a los hijos. Frecuente en los casos de familias formadas por toxicómanos.
La mujer sola que tras larga institucionalización vuelve a casa con la madre, pero queda
embarazada, entrando en una espiral de cambio de compañeros con nuevos embarazos.
Aquellos se van pero queda ella con los niños aunque ineficaz en su crianza y con una carencia
total de modelo paterno. Frecuentemente se enfrenta a la retirada de los hijos por las
autoridades.
La familia petrificada, tras la pérdida de varios miembros en situación traumática.
Especialmente en zonas conflictivas como Sicilia (mafia) o de conflictos terroristas. Los
supervivientes o algunos de ellos se quedan como paralizados deviniendo en multiproblemáticos
por su pasividad e inoperancia.
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
78
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

La forma de acudir a los servicios de protección para pedir ayuda es en función de un síntoma (paciente
identificado o chivo expiatorio). En el caso de las familias que acuden a contextos asistenciales,
generalmente, con el síntoma coincide la demanda de alguna necesidad de tipo material. En otros casos,
como ya hemos apuntado, son clientes forzosos que acuden por derivación de otros servicios.

El siguiente gráfico modificado de Ripoll-Millet) ilustra la motivación para pedir ayuda:

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


79
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

LA FAMILIA MULTIPROBLEMÁTICA Y LOS SERVICIOS SOCIALES O "¿QUÉ HE HECHO YO PARA


MERECER ESTO?"

Creo que la pregunta que encabeza este aparatado alusiva a la famosa película de Almodóvar, nos sirve
para ilustrar el sentimiento que embarga a muchos y muchas de los y las profesionales de ayuda que
intervienen desde los servicios sociales: se encuentran con demandas familiares o imposiciones de su
propia institución o de otras que ejercen funciones de control que a menudo son imposibles de satisfacer
por múltiples motivos: la falta de recursos, la falta de tiempo, la poca preparación, la rivalidad profesional,
la discrepancia de objetivos entre los profesionales y la institución o instituciones derivantes y, por
supuesto, las características de las propias familias a las que hay que atender.

Desde la perspectiva de los y las trabajadoras sociales, este tipo de familias requiere una tremenda
inversión psíquica y emocional que tiene pocas recompensas ya que se sienten inundados con multitud
de problemas de estas familias que a menudo parece como si no tuvieran interés en mejorar sus vidas y
arrastran, a veces de generación ene generación una pléyade de problemas: drogas, embarazos
adolescentes, desempleo, estilos negligentes de crianza de los hijos, abandonos.

Desde el punto de vista de la familia, ésta se encuentra cercada por la pobreza, la enfermedad, la
violencia, el desempleo, con pocas expectativas de cambio y ven a los y las trabajadores sociales como
intrusos e invasores de su mundo y en ocasiones piensan que les hacen más daño que otra cosa (les
niegan ayuda económica o vivienda, les quitan a los hijos, les censuran...).

Por otra parte debemos tomar en consideración diversos factores que complican el trabajo con familias y
que trataremos de analizar aquí:

a.- El problema de la intervención terapéutica

b.- Los contextos en que desarrollamos la ayuda

c.- La motivación para la ayuda

d.- La triangulación entre instituciones

a.- Esto se refiere a un viejo litigio entre profesionales de diferentes disciplinas de ayuda acerca de quien
tiene el "poder" y/o el "saber" para ayudar al cambio familiar. O lo que es lo mismo ¿podemos y debemos
desde los Servicios Sociales hacer terapia?. Cirillo (1990) aboga por que sí es posible ya que considera
que cualquier acercamiento de una familia para solicitar ayuda aunque ésta sea de tipo material, implica
otro tipo de demanda implícita a través de la cual se puede "traspasar la puerta" de la familia para hacer
otro tipo de intervenciones

De hecho, la dificultad se plantea también desde el punto de vista de sí la terapia sólo es posible desde
contextos terapéuticos, quedando pues excluidos los contextos asistenciales o de control.

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


80
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

Sin embargo, existen multitud de ejemplos profesionales que demuestran de qué manera es posible
hacer intervenciones en contextos "no terapéuticos" (con ancianos, menores, etc.) ya que de lo que se
trata en definitiva es de facilitar cambios en algunas áreas de la vida de las familias o, al menos,
ayudarles a pasar las crisis.

Este litigio que en mi opinión está superado tiene que ver con algo que creo que si implica dificultad para
una ayuda eficaz y está relacionado con el punto siguiente.

b.- Otro factor que podría complicar las intervenciones es el relativo a los contextos y, relacionado con el
anterior es el que se refiere a la contradicción que se produce cuando se presta ayuda en un contexto
asistencial y a la vez se participa con la misma familia en un contexto de control o evaluativo.

Lamas (1997) define el contexto profesional de cambio al marco que se establece entre el profesional y
el cliente que permite dar significado a una serie de intercambios comunicacionales orientados a producir
cambios en el cliente.

Pueden identificarse así diferentes contextos de cambio: el asistencial, el de consulta, el terapéutico, el


evaluativo, el de control y el in-formativo. Qué duda cabe que los trabajadores y trabajadoras sociales
intervenimos a la vez en varios de estos contextos: el asistencial que es propiamente el de "ayuda", el
evaluativo y el de control; la dificultad estriba en que entre estos tres contextos la filosofía es
contradictoria ("te ayudo pero te juzgo y te examino y si no cumples..."); es evidente que esta situación de
multiplicidad de roles en contextos opuestos no favorece el cambio de la familia; más bien al contrario,
impide una auténtica relación de ayuda, imprescindible para dicho cambio.

En realidad es una típica situación de doble vínculo relacional que desde mi punto de vista impide la
ayuda. La intervención en esos contextos, por otra parte, prima la posición de desvalorización e
incompetencia de la familia: no pueden, no saben y necesitan de alguien que sabe y que puede organizar
su vida y además juzgar si merecen ser ayudados. Además, generalmente supone una situación no
voluntaria por parte de la familia con lo cual disminuye la motivación; el rol del o la profesional es de
control lo cual también, evidentemente dificulta el cambio.

Los contextos profesionales de cambio se producen a su vez en metacontextos que responden a una
"cultura institucional", favoreciendo la ayuda y el cambio en unos casos y dificultándolo en otros y que a
su vez responden a un imaginario colectivo de la sociedad, esta tiene mitos y creencias acerca de
determinadas instituciones, enfermedades, etc. y ello condiciona la ayuda: por ejemplo un centro
psiquiátrico, un dispensario de metadona, etc. Esto supone una predisposición para dar o recibir ayuda y
también condiciona la percepción social de la misma, estando reforzado esto por una serie de
marcadores contextuales que nos ayudan a percibir esa ayuda de una manera u otra, de la misma
manera que condiciona la percepción de los y las profesionales acerca de si son terapeutas o no.

Esto de los marcadores de contexto que refuerzan la "autoridad" terapéutica elevando a los terapeutas "a
los altares" con categoría de magos o brujos es ciertamente importante con relación a los y las
trabajadoras sociales ya que difícilmente nos perciben como a los médicos, psicólogos, etc. (a pesar de
que tenemos como profesión sanción de la comunidad para intervenir y que algunos olvidan que, por
ejemplo, Virginia Satir es trabajadora social, por citar alguien relevante en el mundo de la terapia).

c.- En este sentido podemos observar cómo la motivación es un serio problema que dificulta el cambio;
en efecto, para que este fuera posible, precisaríamos que tanto la motivación de la familia como la del
profesional coincidieran, pero la realidad indica que esto no es así. En el caso de las familias, raramente
se encuentran motivadas para un cambio real de su organización familiar, de hecho, están atrapadas
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
81
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

entre la necesidad de cambiar y la de proteger sus patrones habituales de comportamiento, sus roles y
su organización.

Por ejemplo, las familias pueden proteger su estructura familiar con un hijo institucionalizado como
ingobernable, delincuente o drogadicto o también con un adulto encarcelado, alcohólico o enfermo
mental; simplemente se reorganizan para mantener el síntoma y seguir funcionando.

Por esto, incluso aún cuando encontremos familias motivadas, la resistencia es un factor de dificultad
añadido a la hora de intervenir con las familias. Así, la resistencia sirve para proteger a la familia de los
cambios temidos más incluso que de las decisiones judiciales o de los agentes de servicios sociales.
Mantener el precario balance familiar llega a ser más importante que el propio bienestar o el desarrollo
individual. El cambio para cada miembro de la familia puede implicar el riesgo de perder su identidad,
pueden surgir sentimientos de fracaso o de culpa, acusaciones cruzadas, colapso familiar y miedo a la
pérdida.

Junto con la falta de motivación de la familia, podemos encontrar falta de motivación del o la profesional.
Por una parte, generalmente, sus objetivos están enfrentados a los de la familia: él o ella quiere
ayudarles a cambiar y la familia se opone, a menudo son utilizados por la familias para su propio
beneficio y si ésta no consigue lo que quiere, el o la profesional la pierde (tras dejar buena parte de
energías físicas y emocionales en el camino). Por otra parte, trabajar con familias multiproblemáticas
supone modificar también su entorno (que, como hemos visto, genera en muchas ocasiones los
problemas) y, en este sentido, el o la profesional se siente impotente: cada vez más crisis en la sociedad
y menos recursos (esto se hace particularmente relevante en el seno de las sociedades avanzadas, un
ejemplo: la tolerancia cero de Blair).

La dificultad de coordinarse con colegas, el hecho de no tener supervisión, el sentirse presionado por sus
jefes para obtener resultados (¡criterio empresarial aplicado a los Servicios Sociales!), la falta de
"vacaciones" o rotación del puesto de trabajo para tomarse un "respiro" son factores que, evidentemente
disminuyen la motivación y conducen al agotamiento profesional.

d.- En muchas ocasiones se produce una fricción entre las instituciones que trabajan con familias por
quien tiene la decisión sobre qué tipo de cambio deben éstas realizar o quien lidera la intervención. Este
es otro factor más que interfiere en la eficacia de las intervenciones.

Por una parte contribuye al desgaste de los y las profesionales y por otra, a que las familias se sientan
atrapadas en una lucha que no comprenden ni les beneficia. Imber-Black (1985) sostiene la necesidad de
cambiar el término "familia multiproblemática" por el de "familia envuelta con múltiples instituciones",
afirmando que son éstas con sus luchas de poder, objetivos dispares, diferencias de "cultura", de
ideología, etc. las que contribuyen a veces en la cronificación de los problemas de las familias. Además,
la autora propone una idea interesante que es la de trabajar el empoderamiento de estas familias
cambiando su visión como "perseguidas" por las diferentes instituciones por la de usuarios de pleno
derecho de los servicios de bienestar social.

Por su parte, Colapinto (1988) viene a coincidir con la anterior cuando expresa que los problemas de las
familias son un síntoma de una situación más compleja y amplia: el contexto social de la familia. Dice que
una familia problemática es una familia que tiene el problema de estar lidiando con demasiadas
instituciones. Es una familia que ha sido definida como tal por diferentes organismos, y con la colocación
del foco problemático en distintos comportamientos de la misma. "Una familia multiproblemática es una
familia multiagencia". Es gracias a estas familias que los y las profesionales de distintos organismos
mantienen relaciones.
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
82
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

Diversos autores han analizado la relación que se establece entre una familia multiproblemática y las
instituciones de ayuda pero es quien acuña el término "triángulo de instituciones" para designar la
compleja relación que se establece entre la familia y las instituciones que intervienen en alguna faceta de
su vida: coaliciones, socavamiento de la autoridad, descalificaciones, luchas entre buenos y malos
(terapeutas).

Es decir, las triangulaciones pueden darse entre profesionales de las diferentes instituciones pero
también las familias van a tener la tentación de devorar a múltiples sistemas de ayuda, estableciendo
alianzas con unos y abandonando a los que no respondan a sus intereses.

LA INTERVENCIÓN CON FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS

Hasta aquí algunas pinceladas acerca de cómo funcionan las familias en general, pero también, la
evidencia de que cada familia desarrolla un estilo propio que tiene que ver con múltiples factores: el
contexto cultural, étnico, la historia pasada de la familia, las dificultades por las que atraviesa...

Imagínense ahora un o una profesional de ayuda con unas experiencias familiares, una historia vital
hecha de encuentros o desencuentros familiares, con mitos, rituales, estilos propios de comunicar, pero
además revestido de "autoridad moral" para tratar con familias menos afortunadas, familias que médicos,
maestros, psicólogos, trabajadores sociales han conceptual izado como "disfuncionales" porque su estilo
de vida, su forma de relacionarse, la falta de recursos o cualquier otro motivo difiere de la imagen idílica
de la familia permitida en la sociedad.

Un peligro real y frecuente es dejarnos arrastrar por esas etiquetas prejuiciosas acerca de tal o cual
familia y compararlas además con nuestra propia historia familiar, con nuestros valores y creencias, con
nuestro propio marco de referencia en definitiva y el resultado puede ser una actitud etnocentrista que
nos lleve a enjuiciar de manera equivocada a la familia.

Los y las profesionales de ayuda tenemos mucha responsabilidad en nuestro trabajo porque podemos
influir sobre la vida de las personas: de nuestros informes, de nuestras opiniones, de nuestros juicios va
a depender que tal o cual niño sea retirado de sus padres; de que una mujer pueda o no librarse de una
vida de maltrato marchándose de la vivienda familiar...

Esto significa que debemos ser cuidadosos cuando interpretamos las dificultades y las capacidades de
las familias para salir adelante; significa que debemos ser flexibles y abiertos, reconociendo que hay
otras formaciones familiares en las que los niños pueden crecer y desarrollarse; significa que debemos
ser críticos con los criterios normativos de una sociedad que mitifica y consagra un modelo familiar
determinado.

Es decir, el encuentro de los y las profesionales con las familias constituye un reto a la aptitud y
creatividad tanto de la familia como del profesional, necesitando éste grandes dosis de paciencia, buen
humor y humildad, evitando hacer proyecciones de sus propios temas no resueltos con las familias que
trabaja.

Aquí algunos consideran que trabajar con familias es librar un combate desigual en el que un o una
profesional (aunque casi siempre una figura heroica de género masculino), trata de forzar el equilibrio del
grupo familiar y conducirlo al cambio. Es una lucha titánica en la que la familia se empeña en no cambiar
y el profesional en que cambie y el resultado final podría ser o bien que el profesional es devorado por
"barracudas", retomando la metáfora antes aludida, o bien que el profesional se queme o que la familia
se retire.
UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA
83
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

Otros, prefieren concebir el trabajo familiar como una partida de ajedrez en la que el objetivo también es
ganar opero utilizando otros procedimientos menos agresivos y revistiéndose con el ropaje mítico del
salvador, lleno de sabiduría y por encima del bien y del mal. El resultado: atascamiento o parálisis de la
familia, desbordada ante tanta competencia y, también, fomento de la dependencia; transmisión del mito
familiar de salvación al profesional o a la institución. Fracaso en definitiva.

Trabajar con familias es crear un sistema terapéutico en que juntos, el sistema familiar y el sistema
profesional avancen juntos, cooperando hacia unos objetivos. Utilizando un símil de Minuchin, se trata de
conducir un barco en el que todos tienen que colaborar.

Y muy importante: definir los límites personales y profesionales, siendo capaces de reconocer cuando las
vivencias tanto con la familia de origen como con la familia actual puedan interferir en la relación con la
familia en tratamiento.

Se trata de conocer a la familia, descubrir sus juegos relacionales y de poder a través de su lenguaje, de
sus metáforas, de sus mitos o de sus rituales.

Ya se ha comentado que trabajar con este tipo de familias en el contexto asistencial que es donde las/os
trabajadoras/es sociales solemos intervenir, es a menudo, frustrante y desesperanzador, por una parte
debido al alto grado de conflictividad que presentan y por otra parte, por los contextos adversos que
rodean a estas familias. Si a esto unimos la falta de recursos de las administraciones, es frecuente que
nos encontremos en una posición de atasco, que nos lleva al agotamiento profesional (síndrome de burn-
out) y nos hace arrojar la toalla, contribuyendo así también a la cronificación de las familias
multiproblemática. Así, es frecuente, encontrar en las y los profesionales sentimientos tales como
desaliento fatalista, impotencia o sentimiento de catástrofe casi siempre inminente. En ocasiones,
nuestro trabajo está condicionado por un mito "nada se puede cambiar" y esto hace que efectivamente, a
modo de profecía autocumplida, nuestro trabajo se vuelva más y más ineficaz, generando ansiedades y
sentimientos de fracaso.

TRABAJAR CON ESTE TIPO DE CLIENTES PASA POR DESARROLLAR UNA SERIE DE
ESTRATEGIAS

Estrategias personales de cambio:

— Conocerse a sí misma/o, nuestras limitaciones, cualidades y defectos (usar la introspección).


— Clarificar nuestras relaciones familiares para evitar hacer proyecciones en nuestros clientes.
Clarificar nuestro modelo afectivo aprendido de nuestros padres. Proceso de diferenciación
de-sí-mismo (Bowen, 1991).
— Ser congruente y crítica/o con nosotras/os mismas/os.

Estrategias profesionales

— Tener expectativas realistas.


— Incrementar conocimientos
— Compartir los "casos" con colegas: hablar de éxitos y fracasos

Estudiar a las familias teniendo en cuenta su contexto: no juzgar y evitar etiquetas.

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


84
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

EN CUANTO A LA INTERVENCIÓN PROPIAMENTE DICHA

1.- Asegurar la alianza terapéutica, mostrando sensibilidad para acoger a la familia y su historia,
evitando juicios condenatorios, comprendiendo los temores y esperanzas de la familia (posición
ambivalente de la familia, ésta quiere y cree que va a ser ayudada, pero a la vez siente miedo a
perder a los hijos, a que la condenemos, a que juzguemos su capacidad como padres...). en este
primer momento, hay que tener presente 3 aspectos fundamentales para crear con éxito la alianza
terapéutica: los vínculos, esto es, la calidad de la relación entre los participantes; las metas o fines
del viaje terapéutico y las tareas, es decir, los medios para llegar a buen fin. Cuando hay
atascamiento en la relación profesional puede deberse a que los vínculos son débiles o inadecuados;
existe desacuerdo en las metas o en las tareas.
Es importante, sobre todo si hay niños pequeños, evitar formas de violencia (siendo críticas por
ejemplo con los padres); a veces hay que usar el marco legal para proteger a los niños.

En este primer momento pueden surgir además otros problemas: rechazo mutuo: T.S./familia
(proyecciones inconscientes); rechazo de la familia hacia la t.s. por el poder que ésta tiene para
tomar decisiones que afectan a la familia; el peso de la atadura ansiosa (hay obsesión hacia el
anhelo de atadura, pero al mismo tiempo, miedo por esa atadura, esto lo pueden proyectar en la t.s.:
transferencias).

2.- Reducir la intensidad de síntomas difíciles (suicidios, incesto, malos tratos, alcohol...). Evitar
actuar sobre esto al principio porque puede dar lugar a conductas destructivas sin control. Jugar un
rol parental positivo para ayudar a reestructurar situaciones, fijar límites, imponer normas.

3.- Papel como negociador y modelo de atadura controlada y limitada. Esto supone negociar y
clarificar metas, así como contener al usuario (sus emociones y sentimientos) y darle límites firmes
(por ejemplo en el uso de las citas). Ayudarles a definir sus problemas; no mostrarse ni demasiado
pesimistas ni demasiado optimistas ante su situación y, sobre todo, ofrecer apoyo y usar la empatía.

4.- Estructurar las entrevistas, ayudando a fijar reglas de conducta, por ejemplo que aminoren las
situaciones de violencia y falta de control; en ocasiones, se puede excluir a algún miembro.

5.- Anticipar el efecto de las intervenciones. Como por sus características, suelen ser familias que
viven al día tienen dificultad para pensar de forma anticipada, por tanto hay que ayudarles a pensar
sobre consecuencias de sus conductas y decisiones, también anticipar la separación (cuando finaliza
la alianza terapéutica). Tener en cuenta que no hay curas mágicas, sin embargo, ayudarles a
prevenir y pasar las crisis.

6.- Fijar metas realistas, de acuerdo con las necesidades reales y según capacidades de la familia y
sus recursos internos/externos. Mejor objetivos cortos y fáciles de conseguir que motiven a la familia
y les aliente a continuar con el tratamiento.

7.- Reestructurar o estructurar las redes sociales. Hay que tener en cuenta que sus redes sociales
están empobrecidas y muy deterioradas, con lo cual difícilmente podrán ser utilizadas para obtener
ayuda en momentos de crisis. Un punto importante es, pues, ayudarles a recomponerlas o crear
nuevas redes a través de los sistemas profesionales de ayuda (por ejemplo, facilitando la
participación en grupos de autoayuda...).

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


85
INSTITUTO PROFESIONAL
DIEGO PORTALES

Así pues, de acuerdo con Aponte (1991), el enfoque idóneo para intervenir con familias
multiproblemáticas es el enfoque eco-sistémico que debe tener en cuenta varios aspectos:

o Considerar el contexto en que se generan los problemas de la familia


o La organización de la familia
o Creencias y valores
o Recursos de la Comunidad
o Redes sociales

Esto, pues, implica tratar juntos los problemas de la familia y de la comunidad, trabajando con las
instituciones y profesionales del contexto inmediato de la familia: es una solución ecológica para un
problema ecológico.

Y es que en este sentido, trabajar las redes sociales de las personas en la comunidad en que viven es
muy útil para prevenir situaciones de riesgo o aminorar los efectos de las crisis de las personas, también
para encontrar recursos no convencionales en la comunidad.

La intervención social con finalidad asistencial, en múltiples situaciones, requiere ser complementada con
la intervención socioeducativa-promocional. Por ello, la propuesta de pensar y trabajar en y con redes,
posibilita tal complementariedad y a su vez, potencializa las fortalezas personales, familiares y
organizativas de carácter privado y público en función de la búsqueda de soluciones. Construir vínculos
en red, entre las organizaciones productoras de servicios sociales, es un imperativo de gestión y es un
reto ético para el aprovechamiento de los recursos públicos. Y articular dichas redes, con las redes
comunitarias, sin lugar a dudas, contribuye a construir una visión de ser humano social artífice y
corresponsable de su desarrollo y el de los demás. A su vez, nos permite subrayar las responsabilidades
de un Estado, ante las problemáticas sociales creadas y acentuadas por la desigual distribución del
producto social.

En cualquier caso y para concluir estas ideas, recordar que es importante a pesar de la desesperanza y
el agotamiento de trabajar con familias multiproblemáticas, recuperar el rol de "abogado" de estos
clientes, es decir, de intercesor frente a otras figuras de control y reprobación ya que a menudo (y esto
no significa crear o fomentar dependencia) somos los únicos/as profesionales que les proveen de
experiencias emocionales efectivas. Esto significa también recuperar la esencia de nuestra profesión
ofreciendo protección pero también crecimiento y enseñanza.

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN Nº 05

1.- Desarrolle un caso, real o hipotético, de ejemplo de familia problemática, realice un diagnóstico y plan
de intervención.

UNIDAD DE EDUCACION A DISTANCIA


86

También podría gustarte