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Ut 1.

Planificación de la
intervención en la unidad
de convivencia
Atención a las unidades de convivencia

En esta primera unidad se va a realizar una aproximación a la


intervención en la unidad de convivencia, para ello primero se
conocerán los tipos de unidades de convivencia, sus
características y dificultades; después cómo se diseña la
intervención de las mismas, para luego ahondar en los
modelos o enfoques de intervención, así como la importancia
de la función del TSIS en los equipos multidisciplinares.
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Ut 1. Planificación de la intervención en la unidad de
convivencia

Resultado de aprendizaje asociado y criterios de evaluación:

RA 1: Planifica la intervención en la unidad de convivencia, relacionando los modelos de intervención con


los aspectos generales de la metodología de intervención social

Criterios de evaluación:

a) Se han identificado los diferentes modelos de intervención en unidades de convivencia.


d) Se han definido los objetivos que hay que seguir en una intervención en una unidad de
convivencia.
e) Se han descrito las principales estrategias y técnicas para la intervención en unidades
de convivencia.
f) Se han determinado las pautas para la intervención directa en las unidades de convivencia.
g) Se ha valorado el trabajo en equipo para la planificación de la intervención

íNDICE

1.1. Concepto de unidades de convivencia.


1.2. Concepto de familia:
1.2.1. Tipos de familia
1.2.2. Familia como contexto de desarrollo humano
1.2.3. Tipología y dinámica de las unidades de convivencia
1.2.4. Modelos de convivencia.
1.3. Modelos de intervención en unidades de convivencia
1.4. Diseño de intervenciones en unidades de convivencia.
1.5. Estrategias específicas en la intervención en unidades de convivencia:
a. Terapia familiar
b. Ayuda a domicilio
c. Organización del domicilio
1.6. Pautas de intervención directa en las unidades de convivencia:
 El equipo interdisciplinar en intervenciones en unidades de convivencia
 Características
 Funciones

1.7 Valoración del trabajo en el equipo interdisciplinar como base de la intervención en unidades de
convivencia.

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Ut 1. Planificación de la intervención en la unidad de
convivencia
1. Concepto de unidades de convivencia
De la misma manera que la intervención social suele organizarse por colectivos porque suelen tener
características y necesidades similares y permiten diseñar dispositivos específicos para atenderlas,
también puede organizarse la intervención enfocándolas desde el espacio en el que conviven las
personas, es decir, tomando como referencia las unidades de convivencia.

Aunque no existe un consenso a la hora de definir el concepto de unidades de convivencia, se puede


definir como el conjunto de personas que comparten residencia. El nexo de unión entre los miembros
de la unidad de convivencia puede estar basado en relaciones de parentesco, amistad, afinidad o,
simplemente, por presentar unas necesidades de atención similares.

Las unidades de convivencia tienen un carácter dinámico condicionado por factores sociales, políticos,
económicos, culturales (por ejemplo según las diferentes culturas se establecen distintas formas de
convivencia: tribus, comunas…). Incluso dentro de una misma cultura encontramos unidades de
convivencia diferentes.Además, cumplen una importante función social, ya que se constituyen como
redes primarias de solidaridad.

Atendiendo a los principios de relación, podemos diferenciar dos tipos de unidades como ejes
principales para organizar la intervención:

 La familia: es la unidad de convivencia fundamental. Es un grupo de pertenencia (al que la


persona pertenece de manera natural sin elegirlo) en el predominan las relaciones afectivas.
 Las unidades de convivencia creadas por la sociedad para dar respuestas a las necesidades de
diferentes colectivos. Lo son, por ejemplo: residencias, centros de día, pisos tutelados, etc..

1.2. Concepto de familia:


A la hora de definir el concepto de familia no existe una unanimidad al respecto, ya que en muchas
ocasiones no quedan reflejados los diferentes tipos de agrupaciones familiares. Tomando como
referencia la definición de la Organización Mundial de la Salud, “se entiende por familia los miembros
del hogar emparentados entre sí, hasta un grado determinado, por sangre, adopción o matrimonio”.

Vamos a analizar los elementos claves de esta definición:

El parentesco es el vínculo existente entre personas que pertenecen a la misma familia. Los grados se
establecen en función de la distancia que existe entre dos parientes en una línea sucesoria. Esta línea
puedes ser:

 Directa: formada por personas que ascienden o descienden unas de otras (padres, abuelos,
hijos…). En esta línea los grados se cuentan subiendo o bajando hasta el ascendente o
descendente elegido. Por ejemplo el hijo dista un grado del padre, dos del abuelo…
 Colateral: formada por las personas que descienden del mismo tronco común (hermanos, tíos,
sobrinos…). Los grados se cuentan, primero subiendo hasta el tronco común y, después,
descendiendo hasta el pariente elegido. Así, los hermanos distan dos grados: el primero
subiendo hasta el padre (tronco común) y, el segundo, descendiendo otro grado.

El Código Civil regula que las relaciones de parentesco pueden regirse por:

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o Relaciones de consanguinidad: Corresponden a las personas que llevan la misma sangre, es
decir, proceden de una ascendiente común.
o Relaciones de afinidad: son las relaciones directas e indirectas ocasionadas por unión
matrimonial o reconocimiento legal: esposa, cuñados, suegros…
o Relaciones de adopción: se dan cuando el vínculo nace en virtud de un acto legal.

Las relaciones de parentesco forman una red de familiares más o menos extensa, que constituye en
muchas ocasiones el marco de ayuda y solidaridad, de organización de vida y de relaciones con los
demás.

Grados de parentesco. Fuente: www.usoac.es

Desde una perspectiva sociológica, la familia está concebida como la unidad social básica que articula
el funcionamiento de la sociedad, por eso se va modificando su configuración en sintonía con los
cambios sociológicos que se producen. Esta adaptación no se produce de manera inmediata sino que
se configura en forma de tendencias. Algunas de las que se han producido en nuestro país en los
últimos años han sido:

 Reducción de la familia extensa, sustituida por el predominio de la familia nuclear.


 Acceso generalizado de la mujer al trabajo.
 Reconocimiento de los derechos de las mujeres y la consiguiente libertad para desarrollar su
individualidad.
 Reconocimiento explícito y normativo en cuanto a la protección de menores
 Mayor reconocimiento de las libertades sexuales y los derechos de las personas
homosexuales.

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Ut 1. Planificación de la intervención en la unidad de
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Desde la intervención social, la familia es una de las áreas principales de intervención, puesto que
supone la intervención en un sistema natural. Actualmente el concepto de familia ha ido evolucionando,
las familias tienen múltiples configuraciones, y se ve sometidas a múltiples exigencias que se traducen
en situaciones de conflicto o riesgo familiar. Es en estas situaciones de crisis donde se ubica la
intervención social. Pero antes de profundizar en las intervenciones, vamos a conceptualizar qué es la
familia, qué tipos de familia podemos encontrar, cuáles son sus funciones,…

1.2.1. Tipos de familia

Como se ha comentado la familia en la actualidad es una institución sujeta a múltiples


transformaciones, encontramos gran diversidad de tipos de familia más allá de la familia tradicional.
Una clasificación en la que podemos categorizar los tipos de familia es la siguiente:

a) Familia nuclear:
Está formada por el padre, la madre y los hijos que viven con ellos. Es el tipo de familia más
extendido en España y en general en todas las sociedades postindustriales. Dentro de la familia
nuclear podemos tener diferentes opciones:
 Familia con un único hijo
 Familia numerosa
 Familia uninuclear o nuclear simple –matrimonio sin hijos solteros-

Cada una de ellas tiene unas características especiales que influyen en la educación o en las
relaciones paternofiliales.

b) Familia extensa, podemos diferencia entre: polinuclear y ampliada:


Polinuclear: cuando agrupa a varios núcleos familiares o cuando conviven varias generaciones,
por ejemplo abuelos con varios hijos y sus respectivos cónyuges.
Ampliada: cuando a la familia nuclear se añaden otros parientes como tíos, sobrinos…

Las familias extensas son propias de sociedades más tradicionales en las que la propia familia se
encarga de realizar la mayor parte de las funciones asistenciales.

c) Familias agregadas:
Se denomina así a aquellas parejas que conviven juntas pero sin haber legalizado/formalizado la
unión. Se podrían incluir aquí las parejas de hecho.

d) Familias monoparentales.
En este caso convive un solo miembro de la pareja con hijos no emancipados. Es decir, un solo
progenitor se encarga del cuidado y de la educación de los hijos. Podemos diferenciar varias
situaciones:
 Natalidad monoparental –madres y padres solteros-, bien por un embarazo no planificado o por
una opción personal.
 Relación matrimonial como divorcio, separación o viudedad.
 Ordenamiento jurídico: adopción.
 Situaciones sociales específicas como puede ser la privación de libertad de uno de los
cónyuges o por la migración.

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e) Familias educadoras:
Se trata de una persona o familia que realiza una acogida familiar como medida de protección de
un menor declarado en desamparo, asumiendo las obligaciones de velar por él, tenerlo en su
compañía, alimentarlo, educarlo, procurarle una formación…

f) Familiar reconstruidas:
Se producen por una nueva relación emprendida con otra persona, por uno de los cónyuges o por
ambos, después de una separación o divorcio. En la nueva familia es frecuente que los hijos sean
de diferentes padres o madres, siendo mayor el número de hijos que en las formas nuclear o
monoparental.

g) Familias homosexuales.
Es un tipo de organización familiar en el que ambos progenitores son del mismo sexo. Los hijos
pueden llegar por relaciones heterosexuales anteriores, por procreación asistida o por maternidad
subrogada.

h) Familias de cónyuges solos.


Se producen en el momento que los hijos se emancipan del hogar familiar. También las forman
matrimonios que no han tenido descendencia.

i) Familiares monofiliares
Se dan cuando los hijos son adultos y conviven con sus padres, pudiendo producirse por múltiples
causas: el hijo opta por quedarse a vivir con los padres por su longevidad, por falta de recursos
económicos, por la comodidad de vivir en la vivienda familiar….

1.2.2. Familia como contexto de desarrollo humano

1.2.2.1. Las etapas del ciclo familiar

Antes de conocer la influencia que tienen las familias en el desarrollo familiar, es necesario realizar una
visión general sobre su ciclo de vida, no se puede entender la familia como algo estático, sino que va
adaptándose y va desarrollándose a medida que las personas que lo conforman van envejeciendo. De
manera general, existen unas etapas comunes, que pueden ayudar a entender la evolución del ciclo de
la vida familiar:

Etapa I: Constitución (etapa prefilial):

a) Elección de la pareja y noviazgo.

El punto de partida de formación de un nuevo sistema familiar se produce cuando dos personas,
procedentes de núcleos familiares distintos, establecen una relación afectiva sólida con perspectivas
reales, conscientes de consolidarse y crecer hacia el futuro.

b) Matrimonio o cohabitación:

Los dos sistemas individuales se unen, aportando cada uno sus experiencias y antecedentes de sus
familias de origen. Es el momento en el que la pareja define su relación y estructura del nuevo sistema

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familiar, con las dificultades propias de dos personas que representan valores, normas y creencias
diferentes.

En esta fase, la madre y el padre de cada parte de la pareja, han de retirarse a un segundo plano, y
adquieren un nuevo rol, el de suegros.

Etapa II: Expansión. Etapa filial:

a) Transición a la paternidad, nacimiento o llegada de hijos.

Este periodo cubre desde el nacimiento del primer hijo hasta su ingreso en el sistema educativo
formal. Es una etapa que produce muchos cambios, se pierde independencia, existe la
responsabilidad de cuidar al bebé. Hay un cambio de hábitos y horarios para adaptarse al nuevo
miembro familiar. Pueden existir tensiones por el reparto de responsabilidades o por discrepancia s
sobre cómo enfocar la crianza. En este momento la pareja debe volver a negociar reglas y objetivos
comunes.

b) Familias con hijos en edad escolar

Esta etapa coincide con todo el proceso de socialización secundaria. Implica cambios en las
relaciones familiares.

c) Familias con hijos adolescentes

Se trata de un periodo de máxima confrontación en las relaciones paternofiliales. Se requiere en esta


etapa que las relaciones se conviertan en relaciones más simétricas, permitiendo más autonomía al
adolescente. En esta etapa es frecuente el choque intergeneracional, donde la autoridad paterna
empieza a cuestionarse y donde los hijos desean más autonomía.

También puede existir un replanteamiento de la pareja como tal, en la recuperación de su espacio


psicoafectivo y en la asunción de los cambios de la edad madura.

Etapa III: Reducción:

a) Mitad de la vida y nido vacío

En esta etapa se presentan muchas rupturas conyugales. Es el momento en que los hijos han dejado
el hogar y los padres, de nuevo, se enfrentan el uno al otro como pareja. Por una parte puede ser una
fuente de satisfacción, ya que supone tiempo y libertad para un reencuentro con el mundo exterior,
pero por otra parte se experimentan sentimientos de pérdida por los antiguos roles parentales (nido
vacío).

Los problemas pueden surgir motivados por viejos conflictos en la pareja, que habían quedado sin
resolver con la llegada de los hijos.

b) Los últimos años de vida.

En este último ciclo, es frecuente que los padres mayores hayan adquirido el rol de abuelos. El dilema
estriba en mantener la independencia y la necesidad de depender cada vez más de los hijos, ya que
se producen disminuciones de tipo físico y también, de recursos materiales.

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1.2.2.2. Necesidades y funciones de las familias

Una vez estudiado el ciclo de la familia, es necesario conocer los objetivos y funciones de la familia
como institución principal de ordenamiento a nivel social. Ésta,tiene como fin primordial la
socialización de sus miembros, siendo el primer agente socialización de los nuevos miembros, es
decir, de los hijos.

La familia ha de ser la encargada de cubrir las necesidades de toda índole de todos los miembros,
como puede ser:

o Económica: en la familia se desarrollan las capacidades y habilidades para satisfacer las


necesidades materiales de crianza de los hijos y manutención de todos sus miembros.
o Educativa y social: a través de la familia se transmiten la cultura, los valores las tradiciones, las
normas y los principios base para la integración en la sociedad. Favorecen la socialización de
los individuos y su preparación para interactuar en la comunidad.
o Afectiva: en el entorno familiar, mediante las relaciones afectivas, se establece la vinculación
íntima y permanente entre sus miembros. En él se expresan sentimientos de amor, lealtad,
reconocimiento y apoyo.
o Sexual: es el punto de la búsqueda y de encuentro afectivo con la pareja, además de ser la
base reproductiva.
o De apoyo y seguridad. La familia es el principal refugio donde se encuentra apoyo y ayuda en
los momentos de crisis. El entorno familiar también proporciona la confianza suficiente para que
sus componentes puedan desarrollar sus potencialidades.

Además, la familia se constituye como unidad básica de referencia en cuanto al ordenamiento social,
por lo que, un buen funcionamiento de las familias implica una mejor adaptación en el entorno en el
que vivan. De forma general puede decirse que una familia “sana”, es decir, que no requiere de
intervención, es la que como grupo social primario cumple las siguientes funciones:

 Control: modo de mantener el orden o imponer una disciplina que ayude a conseguir las metas
establecidas. Se puede conseguir de forma democrática o autoritaria. Cada familia establece
sus reglas para que los miembros colaboren en el desarrollo familiar y estas están guiadas por
unos valores que se adquieren durante el proceso de socialización.

 Asignación de roles: cada miembro de la familia tiene un papel. Algunos son específicos –el rol
de los padres no puede ser suplido por los hijos- y otros pueden ser compartidos, como por
ejemplo, la distribución de tareas.

 Resolución de conflictos: como es todo proceso grupal, el conflicto puede surgir por diferentes
actitudes en cuanto a tradiciones, valores, reglas o normas introducidas por cada miembro de la
pareja desde su familia de origen. Es muy importante la manera en la que la familia consiga
resolver los diferentes con conflictos.

 Desarrollo personal: cada miembro de la familia necesita que ésta le proporcione las
posibilidades para desarrollarse individualmente, de modo que pueda, a su vez, después,
formar su propia familia. Las experiencias vividas en las familias de origen, sirven al individuo
como pautas para la formación de nuevas unidades familiares.

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Cuando un miembro de la familia tiene dificultades personales o sociales, todo el grupo se ve
implicado, de ahí la importancia del trabajo familiar, de modo que no se trata sólo de eliminar las
dificultades del individuo, sino de corregir, restaurar y reforzar las capacidades familiares para
modificar las dificultades de sus miembros.

1.2.2.3. La importancia del apego.

Como agente primario de socialización, la familia establece las bases de cómo se relacionan los
miembros de la unidad familiar entre ellos y con el resto de la sociedad. Cabe mencionar la
importancia del tipo de apego que se desarrolle entre padres e hijos. El apego es el vínculo
emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad
emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad (Bowlby).
El niño desde el nacimiento necesita de la ayuda de los adultos para sobrevivir, por medio de la
satisfacción de las necesidades, acompañada de emociones se va dando una interacción que crea
un lazo afectivo entre ambos, que es el apego.

Un niño, en los primeros años de su vida, necesita desarrollar una relación satisfactoria, estable y
duradera, con al menos un cuidado para que su desarrollo psicológico y emocional sea adecuado.
El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido
incondicionalmente.Si esta protección falla, el niño desarrolla una profunda inseguridad en la
relación con sus padres (“apego inseguro”) determinando que todas sus relaciones interpersonales
adultas estén basadas en la desconfianza.

Este hecho también tendrá un impacto en la imagen que va a tener el niño de sí mismo. A esa
edad, el niño ni puede asimilar que sus padres no le quieran por lo que piensa que es que algo
malo está haciendo y que cuando sepa qué es y deje de hacerlo, le volverán a querer.

Los estilos de apego se desarrollan tempranamente y se mantienen durante toda la vida y el


modelo que mejor describe la dinámica a largo plazo de las relaciones entre los seres humanos:

- Modelo de Apego “Seguro”:


o Son individuos que experimentaron un cuidado infantil adecuado, de forma consciente y
continua.
o Esto conlleva al desarrollo de una gran confianza en sí mismo y en los otros.
o La consecuencia es que se sienten a gusto consigo mismo y se sienten dignos de recibir
afecto.
o También se sienten cómodos dependiendo de otras personas, por lo que pueden
solicitar ayuda de otros y recibirla de forma confiada cuando lo necesitan.
o Hay un equilibrio entre las necesidades afectivas y la autonomía personal.

La existencia de un cuidador presente, en quien se puede apoyar, que se preocupa, a quien


puede pedir ayuda y que responde, ayudará a desarrollar una imagen de sí mismo como
alguien valioso que merece ser querido y, por tanto, con una buena autoestima que
constituirá la base de todas sus relaciones futuras con los demás.

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Un ambiente de seguridad y confianza que rodee al niño, lo apoye y lo cuide actúa como un
sistema de protección psicológica y fisiológica que va a garantizarle la supervivencia
emocional y física.

- Modelo de Apego “Preocupado”:


o La experiencia infantil es la de un cuidado sistemáticamente variable, entre la respuesta
adecuada y la respuesta nula, con sus diferentes grados intermedios, sin que exista
maltrato.
o El cuidado ha sido errático e inestable, pudiéndolo recibir o no de forma aleatoria,
generalmente en dependencia de los niveles de patología o circunstancias adversas del
cuidador a cada instante.
o Este modelo está descrito en hijos con padres con trastorno bipolar, con depresión
frecuente o con enfermedades invalidantes que aparecen de forma intensa en periodos
cíclicos: migrañas, enfermedades reumatológicas…
o Son sujetos hipervigilantes respecto a la opinión de los otros, de los que dependen (ya
que presentan una visión positiva de los otros), hasta el punto de verse atrapados por la
respuesta de los demás.
o Como tienen una visión de sí mismos negativa, renuncian a cualquiera de sus deseos e
iniciativas si entran en colisión con la aprobación de los otros.
o Presentan una escasa autoestima, una enorme dependencia de los otros, un gran
estrés subjetivo y se focalizan en sus pensamientos y sentimientos negativos.
o Existe una continua preocupación por ser abandonados y puede disparar, por ejemplo,
la celotipia en las relaciones de pareja.

- Modelo de Apego “De Rechazo” o “Alejado”


o El cuidado infantil ha sido inadecuado o nulo. No han existido periodos de cuidado
adecuado como en el modelo preocupado.
o Puede darse cuando los padres presentan adicciones, trastornos de personalidad o
enfermedades de tipo psicosomático –hipocondriasis o somatizaciones graves- que les
obligan a centrar toda la atención en sí mismos, no dejando espacio para el cuidado de
los hijos
o Estos individuos, desarrollan una desconfianza absoluta en los otros y se compensan
mediante estrategias compulsivas en las que tienen que dejar recaer toda la confianza
exclusivamente en ellos mismos.
o Esto implica una visión de los otros negativa, y una imagen de sí mismos
exageradamente positiva por sus estrategias de autoconfianza compulsiva.
o En las relaciones con los otros, son poco comprensivos con la necesidad de afectos de
los otros (que tachan de enfermiza o de debilidad) porque han aprendido a sobrevivir
afectivamente de forma autónoma sin la ayuda de nadie.
o Son sujetos orientados al logro, con escasas necesidades afectivas y apenas relaciones
interpersonales significativas, con una gran autosuficiencia emocional por lo que apenas
sufren por esta razón.

- Modelo de Apego “Temeroso”:


o En este modelo encontramos personas que han sufrido un cuidado frío y/o violento,
basado en rechazo o en el castigo.

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convivencia
o Puede darse en personas cuyos padres son maltratadores, dependientes a sustancias o
presentan trastornos de personalidad graves.
o Desarrollan una visión muy negativa de sí misma y de los otros.
o Los niños maltratados no pueden asumir que sus padres tienen un trastorno, sino que
piensan que son ellos los que están haciendo algo mal y por eso se les castiga.
o La consecuencia es que durante toda la infancia intentan entender qué es lo que están
haciendo mal e intentan cambiar para que no se les pegue, pero nunca lo consiguen.
o Esto conlleva a una baja autoestima y a un afecto negativo. Aunque sean contactos
sociales, los inhiben por el miedo terrible al rechazo.
o Sus relaciones interpersonales de adultos se caracterizan por la huida tras alcanzar
cierto grado de intimidad. Las relaciones personales las consideran siempre secundarias
a sus objetivos laborales o profesionales.

IMAGEN DE SÍ MISMO IMAGEN DE SÍ MISMO


POSITIVA NEGATIVA
IMAGEN DE LOS OTROS CONFIADO PREOCUPADO
POSITIVA Caracterizado por: Caracterizado por:
- Tener confianza en los otros - Emocionalmente dependiente
- Sentirse digno de la atención de de los otros
los otros
IMAGEN DE LOS OTROS DE RECHAZO TEMEROSO
NEGATIVA Caracterizado por: Caracterizado por:
- Compulsivamente autoconfiado - Comportamiento evitativo
Temeroso de la intimidad

ALGUNOS DATOS DE LOS ESTILO DE APEGO:


- Se calcula que el 65% de los niños presentan un estilo seguro de apego, presentando el otro
35% alguno de los estilos inseguros.
- El estilo de apego de los padres predice un 75% el estilo de apego de los hijos.
- Los niños de apego seguro son más propensos a ser socialmente competentes que aquellos
que tienen un apego inseguro.
- Los modelos de apego modulan la imagen que tenemos de nosotros y de los otros.
- También predicen sentimientos de culpa y vergüenza hacia nosotros, así como sentimientos
de ira y desconfianza hacia los otros.

Teniendo en cuenta todo lo que se ha estudiado a lo largo de este apartado, no es difícil comprender la
complejidad a la hora de definir patrones de comportamiento, ya que no son reglas matemáticas, y en
muchas ocasiones aparecen diferentes estilos educativos o modelos de apego en un mismo sistema
familiar.

1.2.3. Tipología y dinámica de las unidades de convivencia

El comienzo de un nuevo sistema familiar implica la convivencia de dos personas, que a su vez, vienen
de dos sistemas familiares distintos, con unas normas, valores, tipo de relación, … diferentes. Este
hecho implica el nacimiento de diversos tipos de familias, con diferentes estilos educativos, formas de

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relacionarse o resolver sus conflictos, familias más tradicionales o más modernas, más adaptadas al
entorno o con crisis importantes.

Aunque cada unidad familiar será única por sus características, sí que podemos encontrar estilos
educativos/convivenciales con unas características comunes, que pueden ayudar a conocer el
funcionamiento de cada grupo. El estilo de comunicación es buen indicador, ya que nos ayudará a
conocer los diferentes roles establecidos, el establecimiento de las normas, corrección de las normas
no cumplidas, etc.

La manera en que la información es transmitida, el contenido, la frecuencia o la calidez en la


comunicación, permiten identificar unos patrones o estilos que ayudan a definir las relaciones
familiares:

 Estilo positivo: se fundamenta en una comunicación fluida en la que se escucha y comprende.


En este estilo la comunicación es educada y afectuosa.
 Estilo negativo: aparecen conductas de confusión y conflictividad en el acto comunicativo.
 Estilo reservado-reflexivo: se da en aquellos casos en la que la persona evite comprometerse
en la relación y no es expresiva en su comunicación.
 Estilo violento: en estos casos, las expresiones son agresivas y pueden acabar en amenazas y
agresión.

El estilo de comunicación que predomina en una unidad de convivencia da información sobre el tipo de
relaciones que se establecen dentro del grupo, si tenemos en cuenta las relaciones imperantes
podemos distinguir a cuatro tipos de grupos familiares:

- Familias aisladas: en ellas predomina la individualidad, estando la identidad grupal deteriorada. La


comunicación que se produce carece de contenido afectivo y no se establece un sistema de
normas y valores consistente, sino que cada persona hace su vida.

- Familias aglutinadas. Es la ideología típica del clan, en la que los lazos afectivos son muy
vinculantes y están por encima de los miembros. Tienen dificultad de discriminación e
individualización, debido a que suelen formarse en un conjunto de individuos poco diferenciados. El
rol materno es exagerado. Se privilegian los lazos afectivos, que ahogan a los miembros de la
familia. En este tipo de familias existe poca sensibilidad social.

- Familias uniformadas. Tiene una tendencia a la individualización y se rigen por el rol paterno
absolutista, a través del un sometimiento a una identidad personal que suele uniformar al resto. La
interacción que prevalece es rígida, insatisfactoria y estereotipada, porque es impuesta. Se observa
cierta incomunicación con los hijos adolescentes.

- Familias integradas. Se caracterizan por la estabilidad y flexibilidad en los roles, donde se


conceptúa el papel de cada miembro como un todo en el funcionamiento grupal. Afrontan y
contiene los problemas sin negarlos ni reprimirlos para conseguir la transformación o el cambio.
Los roles no son fijos, puede haber un cambio si es necesario. La capacidad reflexiva y la carga
emocional regulada por el grupo permiten un diálogo transformador. Da gran importancia al papel
de cada miembro en el funcionamiento del grupo como un todo. Está dispuesta a transformar lo
establecido.
Si se identifican los patrones de comportamientos, será más fácil comprender el funcionamiento de la
unidad familiar, los elementos de cohesión y algunos aspectos de la problemática que presentan.

 Desequilibrio familiar y crisis

Tal y como se ha estudiado, la familia no es una entidad estática sino que está en continuo cambio. A
la vez es el marco que contienen a los miembros que crecen en ella. A lo largo de su evolución, la
dinámica de la vida lleva que la familia y sus diferentes componentes tengan que dar respuesta a todos
aquellos factores que de una manera y otra modifican o distorsionan la realidad familiar.

Generalmente cuando las personas nos encontramos en alguna situación de crisis, el proceso que
seguimos para restablecer el equilibrio es el siguiente:

1. Percepción de la realidad: es imprescindible afrontar los acontecimientos y los sentimientos de


forma realista.
2. Buscar y encontrar apoyo: en situaciones de crisis, uno suele buscar ayuda en su red de apoyos
principal. El acceso a personas que puedan ayudar suele ser un indicador de equilibrio, ya que
significa que la persona ha sido capaz de mantener un círculo relacional satisfactorio que la
facilitará una ayuda que puede ser recíproca en los momentos difíciles.
3. Poner en marcha las propias capacidades: tener una visión realista de la situación y posponer de
apoyo no servirá de mucho si la persona no pone en marcha sus propias capacidades para
responder con eficacia a la situación estresante. Es importante afrontar el problema y mantener
una actitud positiva

En principio, estas dificultades se pueden resolver sin ayuda externa, pero a menudo, la magnitud de
determinados problemas o la incapacidad para manejarlos puede conducir a una situación difícil de
solucionar que puede llevar a una situación de crisis.

Estado de
equilibrio
Acontecimiento estresante

Pérdida de
equilibrio
Factores que favorecen Factores que dificultan
el el
equilibro reequilibrio
Percepción realista del acontecimiento Percepción deformada del acontecimiento
Apoyo adecuado del entorno Ausencia de apoyo adecuado del entorno
Puesta en acción de Parálisis de las capacidades
Resultado:: problema resuelto, Resultado: problema no resuelto, no
capacidades
reequilibrio, situación de se
crisis... supera la crisis
Podemos definir el concepto de crisis como una forma de desequilibrio que afecta a una persona,
ocasionándole un estado de estrés que dificulta la puesta en marcha de sus propias capacidades.
Aunque cada crisis es única, podemos diferenciar 4 tipos de crisis previsibles (aquellas causadas
por el ciclo vital o rol que ocupa una persona):

a) Crisis de evolución o del ciclo vital.


Es inevitable una crisis en cada etapa vital. Son los conflictos más esperados y universales, pero
requieren cambios dentro del sistema familiar. Son crisis reales y deberían ser manifiestas. Suelen
ser las más frecuentes, y por supuesto, las más fáciles de predecir. Son crisis producidas como
consecuencia de los cambios del ciclo vital., por ejemplo la pubertad, el matrimonio de un hijo, la
vejez… Los problemas aparecen cuando la familia intenta impedir las crisis, en lugar de definirla y
adaptarse; o cuando intentan que sean detenidas o que se produzcan de forma prematura.

b) Crisis de transición.

Son las que van unidas directamente al rol social y a la implicación en la nueva situación, como puede
ser un nacimiento, el paso del colegio al instituto, la jubilación, el cambio de trabajo…

c) Crisis de desvalimiento.

Aparece cuando existe una situación de dependencia de uno o varios miembros de la familia, ya sea a
causa de enfermedades degenerativas o terminales, o enfermedades mentales o por los cuidos de
niños o personas mayores, etc. Esta situación hace que la familia se encuentra atada a los reclamos
de cuidado y atención de la persona afectada.

Los problemas más graves surgen cuando se necesita atención muy especializada. Casos en que
suele precisarse ayuda externa en el propio domicilio u otro tipo de recursos (centros de día, ingreso
en centros residenciales…)

d) Crisis estructurales.

Nacen de las propias relaciones e interacciones entre los miembros familiares y suelen derivar en
violencia familiar, alcoholismo y bloqueo comunicativo. Suelen ser reiterativas y surgen de tensiones
internas.

También nos podemos encontrar crisis imprevisibles o de situación, pueden surgir en cualquier
momento. Estas crisis están provocadas por diferentes acontecimientos que amenazan la integridad de
la persona y su familia, tanto a nivel mental como a nivel físico. Son ejemplos muy claros la muerte de
una persona cercana (especialmente si es prematura); las enfermedades (especialmente las crónicas o
degenerativas en población joven); las lesiones por accidentes de tráfico, laborales o domésticos, la
separación o divorcio; pérdida de puestos de trabajo…
Fases de una crisis psicológica:

Cuando una persona está expuesta a una crisis traumática (es decir que deja huella, hay un antes y un
después que modifica su estilo de vida) las reacciones seguirán un determinado patrón. Las crisis
traumáticas se dividen en 3 fases fundamentalmente:

 Fasede impacto: es la que se produce inmediatamente después de la experiencia. Se produce


por la exposición a algún suceso, generalmente intenso, que no esperábamos y ante el que no
tenemos recursos de afrontamiento disponibles. Nos vamos a encontrar a las personas
confundidas y, psicológicamente hablando, reaccionando en muchas ocasiones de manera
extraña.Esta confusión es normal, es el mecanismo de defensa que tiene la mente para evitar
este sufrimiento tan intenso.
La fase de impacto puede durar desde unos minutos a algunas horas, excepcionalmente
puede extenderse más de un día.
La persona que se encuentra en esta fase, puede parecer que está muy calmada o todo lo
contrario, reaccionando de manera muy extrema y dramática. Algunas reacciones típicas de la
fase de impacto son:
a) Capacidad reducida para pensar y actuar sensiblemente: la persona no puede pensar
adecuadamente, puede actuar de manera poco práctica, inesperada e incluso
contraproducente.
b) Falta de sentido de la oportunidad: puede no entender qué ha pasado, puede realizar
acciones ilógicas.
c) Falta del sentido del tiempo y la realidad: la persona siente como si estuviese en una
escena, sin saber muy bien que está ocurriendo.
d) Hiperactividad: La personas se desplaza de un lado al otro y quiere hacer algo.
e) Movilidad reducida: puede ser que la persona tenga dificultades para moverse sin que
exista causa física para ello, está como paralizada.
f) Pánico, miedo: respuesta de huida ante el peligro.
g) Agresividad: respuesta de lucha ante la situación.
h) Apatía: es una condición de parálisis psicológica. La persona carece de energía, no
pronuncia palabra y permanece quieto.

 Fase de reacción: es la fase en la que la persona comienza a comprender que le ha pasado y,


por ello, comienza a reaccionar, hay que prepararse para asumir lo que ha ocurrido y empieza
a reaccionar ante lo ocurrido. Esta fase es la más difícil, tanto para las personas que la sufren
como para las personas que las acompañan, porque surgen emociones muy fuertes y difíciles
de afrontar.
Los sentimientos que pueden aparecer en esta fase pueden ser:
a) Ansiedad: pensar sobre lo ocurrido provoca ansiedad
b) Tristeza
c) Rabia: reacción agresiva del organismo ante una amenaza, puede dirigirse hacia lo que se
identifica como causante de lo ocurrido, hacia uno mismo…
d) Culpa

Estos son sentimientos dolorosos y difíciles de asumir e influirán en la vida de las personas
mientras se vean dominadas por ellos. La única salida es aprender a manejarlos.
En ocasiones, la persona se siente desbordada por las emociones que aparecen, es entonces
cuando se ponen en marcha mecanismos que tienen como objetivo lograr la homeostasis del
organismo, pero el que se vuelvan rígidos dificulta la resolución de la crisis. Estos mecanismos
son:

Represión o negación: significa que la persona afectada “esconde” en el inconsciente lo


sucedió, es como si “lo borrara” de su mente. La represión puede llevar a desarrollar trastornos
psicopatológicos posteriormente.

Pensamientos mágicos: la persona se centra en pensamientos de “deshacer” lo que ha


ocurrido (ojala pudiera volver a ayer…) o trata de negociar soluciones a lo ocurrido (si me
quedo en el hospital todo el día seguir que se recuperará…)

 Aislamiento: la persona afectada se aísla del mundo exterior, para no recordar qué es lo que
ha pasado.

Reacciones infantiles: se producen por un deseo de protección. La persona afectada busca


confort y protección como un niño pequeño.

 Proyección de emociones: a veces una emoción es demasiado dolorosa y la persona se


aferra a otras que sí puede manejar y protegerse. Es muy usual que debajo de una actitud
agresiva de una persona se esconda un dolor más difícil de afrontar que la agresividad. Lo
mismo puede ocurrir con la culpa, una manera de tratar de controlar lo imponderable ante la
incapacidad de asumir la propia vulnerabilidad e impotencia ante algunos acontecimientos.

 Fase de reorientación: la fase es el periodo que corresponde al final de la crisis, el


acontecimiento traumático es asumido y pasa a formar parte de las experiencias de la persona.
Ya es capaz de manejar la situación y de hacer uso de sus recursos personales lo que
facilitará la solución de la crisis.
¿Cómo puede intervenir el TSIS? Manejo de las emociones de los demás:

Ante situaciones de crisis, como técnicos podemos utilizar varias estrategias que nos van a ayudar a rebajar la
tensión para convertir el entorno difícil en uno más tranquilo. En primer lugar es necesario mejorar nuestras
técnicas de comunicación en especial la escucha:

La escucha

La capacidad y la habilidad de escuchar es lo más importante en el proceso de comunicación. Es importante


hacer sentir a la otra persona que está siendo escuchada, de este modo conseguiremos que se sienta segura se
abra.

Pero escuchar no es un proceso natural como se cree, y en muchas ocasiones se cometen errores:

No prestar la debida atención a la información.


Estar pensando la respuesta y ensayarla mientras el interlocutor está todavía hablando
Tender a fijarse en los detalles.
No dar suficiente feedback
Etc.

Es fundamental desarrollar la habilidad de la escucha activa, ser conscientes del proceso comunicativo, y dedicar
el tiempo que necesita la persona.

Ampliaréis este concepto en el módulo de “Habilidades Sociales”.

Descubrir y manejar la intención positiva

Este concepto no se refiere a la bondad, si no a que toda conducta tiene la intención de generar un beneficio, o
evitar un perjuicio para el que la desarrolla.

Uno de los objetivos más importantes de la persona es la propia dignidad, la importancia personal, si la persona
se siente amenaza, lo más probable es que reaccione para defenderse. Hemos de descubrir qué es lo que hace
sentir segura a la persona, ya que éstas solo cambian por sus propias razones no por las de los demás.

Conseguir que sea el otro el que lo diga

Suele ocurrir que basta con que uno haga una afirmación para que la persona que escucha salga con todos los
“peros” que ponen en duda lo que yo acabo de afirmar. Si queremos ser eficaces hay que cambiar nuestras
afirmaciones por preguntas.

Estas preguntas han de ser capaces de crear un clima de colaboración entre los dos interlocutores. Si yo realizo
una pregunta que me ayude a entender como están las cosas en vez de proponer mi interpretación del asunto,
hago sentir a la otra persona que es quien dirige la conversación.

1.2.4. Modelos de convivencia

Teniendo en cuenta todo lo anteriormente estudiado, podemos diferenciar entre dos tipos principales
de modelos de convivencia:

A. Unidades de Convivencia: Familias.

B. Unidades Convivencia creadas por la sociedad:


 Residencias: son aquellos centros que albergan a un número determinado de personas
normalmente según criterios de edad, estado mental o físico… que no guardan relación de
parentesco entre sí. Estos centros pretenden ofertar una atención integral a los residentes (al
individuo en todas sus esferas).
 Pisos tutelados: son viviendas (pisos o mini residencias) que albergan a un número
determinado de personas (inferior a 10) en las que conviven personas que tienen en común una
necesidad o situación social y que no guardan relación de parentesco. La característica mejor
los defina es “que pretende servir de vínculo entre una situación de emergencia o
desestructuración social y la vivienda familiar propia y normalizada. La diferencia con un piso
compartido es la TUTELA –en forma de control y apoyo de un profesional-.
 Centros de acogida: son equipamientos destinados a personas en situación grave de conflicto
de convivencia o carentes de un modo familiar adecuado.
 Albergues: suponen una prestación básica para situaciones de urgencia social.

Este apartado lo desarrollaremos más exhaustivamente en la segunda unidad.

1.3. Modelos de intervención en unidades de convivencia


A la hora de establecer los modelos y enfoques en la intervención familiar, se va tomar como
referencia el trabajo realizado por Mª Luisa Máiquez Chaves y Carmen Capote Cabrera, en el artículo
“Modelos y enfoques en intervención familiar” (Intervención Psicosocial, 2001. Vol 10 Nº2. Pág 185-
198)

Como se ha estudiado, la organización familiar, sus funciones y sus competencias se encuentran en


continuo cambio. Se puede decir que la familia está en constante estado de transformación lo que
hace que para ciertos sectores esté en crisis. Éste hecho supone un foco de demandas de
intervención, bien sea por aspectos sobre la crianza, como problemas de convivencia, faltas de
habilidades u otras dificultades más complejas como pueden ser adicciones o trastornos mentales.

La intervención a las unidades de convivencias se realiza por equipos multiprofesionales. No cabe


duda que la postura que adopta el profesional viene determinada por los conocimientos y estrategias
que le aportan una perspectiva u orientación teórica concreta. Tanto la exploración como la
intervención estarán marcadas por las pautas de esa teoría de referencia. Por ejemplo, cuando se
entiende a la familia como individuos aislados con desarrollos independientes, los déficits detectados
se asocian a las capacidades de los distintos miembros de la familia. Desde una perspectiva más
contextual, las interacciones que se establecen entre los miembros de la unidad familiar serán las
responsables de las dificultades familiares.

Además todos estos conocimientos pasan por el filtro personal, como indica Vega (1997) detrás de
cada respuesta profesional existe una historia personal, con su bagaje de acciones, creencias y
emociones, en la que resulta muy significativa su familia de referencia y su red social amplia. La
interpretación que realice el profesional dependerá también del contexto en el que se lleve a cabo la
actuación, las oportunidades de formación y supervisión con los equipos de trabajo, el estilo
organizativo de la institución, etc.

Podemos diferenciar de manera general tres modelos de intervención:

3.a. Modelo clínico

3.b. Modelo educativo

3.c. Modelo comunitario


3.a. Modelo clínico

El objetivo de este modelo es el diagnóstico y tratamiento del problema. Las intervenciones están
centradas en la recuperación de problemas de desarrollo y/o aprendizaje detectados en los niños,
tratamientos de estados de ansiedad o en la rehabilitación de adicciones, etc. Generalmente se trata
de intervenciones terapéuticas y/o educativas individualizadas, centradas en el sujeto y, en concreto,
en los problemas que padece, más que el núcleo familiar.

Aunque este modelo ha ido cambiando en los últimos años, se parte de una concepción del desarrollo
del ser humano individualista, que considera los cambios como producto de mecanismos individuales y
cuya relación con el entorno se explica en ocasiones como reactiva y en otras como adaptativa.

Para seguir este modelo, los conocimientos del profesional deben girar en torno a la psicología del
desarrollo y a diferentes teorías sobre la personalidad. El proceso metodológico que se sigue en el
modelo clínico es el estudio de la situación, la realización de un diagnóstico y el establecimiento del
tratamiento correspondiente.

Es el profesional el que ofrece la información y las herramientas necesarias para solucionar el


problema. Se trata, por tanto, de un modelo centrado casi siempre en aspectos estrictamente
psicológicos, con intervenciones directas de tipo correctivo que se llevan a cabo en un contexto
restrictivo: el despacho del centro.

Algunos de los enfoques asociados al modelo clínico con los siguientes:

a) Enfoque conductista:
 Basado en la corriente conductista. Con mezcla de conductismo operante y de social.
 Se apoya en la teoría del aprendizaje, entendiéndolo como actividad que modifica de forma
duradera las posibilidades del ser humano.
 La intervención tiene por objetivo facilitar el cambio o establecimiento de una conducta. Se trata
de que desaparezcan los comportamientos negativos o poco pertinentes y que se adopten otros
más adecuados, utilizando, en ocasiones, los refuerzos y los castigos para modelar la
conducta. También se utiliza el aprendizaje por imitación.
 Favorece la conducta observable y no tanto los pensamientos de la persona.
 Aunque es un enfoque claro en cuanto a fines y objetivos, se considera al sujeto como ser
pasivo.
 No existe una verdadera interacción entre el profesional y la persona usuaria.
 Para muchos autores más que un enfoque, puede considerarse como una técnica que puede
insertarse en diferentes enfoques.

b) Enfoque de Terapia Familiar Sistémica:


 Surge como un intento de reconciliar los objetivos de integración entre el individuo y el sistema
familiar
 Hace referencia a los diferentes subsistemas que forman la familia: conyugal, parental y
fraternal. El deterioro de uno de ellos, provoca alteraciones en los otros.
 Se dirige a la familia como contexto de relaciones y comunicaciones significativas para el
individuo.
 Se ha aplicado en el campo de la salud mental
 El profesional trata de agrupar al mismo tiempo, al individuo y a la familia en el diagnóstico y en
el tratamiento.
 Los roles familiares son un puente entre los procesos internos del sujeto y las modalidades de
grupo familiar.

c) Enfoque Psicoanalítico:
 Parte de los postulados Freudianos.
 El profesional tiene la misión de ayudar al sujeto a ser más consciente de los conflictos internos
que provocan el problema para poder descubrir la solución.
 Se centra en el diagnóstico psicológico de la personalidad, como fundamento para la
intervención del servicio social.
 Desde este enfoque no se considera la configuración real de la familia. Lo importante son las
representaciones interiorizadas de la familia nuclear de la persona usuaria.
 Algunos derivados de este enfoque son:
o La Terapia Familiar de inspiración psicoanalítica, que combina los postulados
psicoanalíticos, con aspectos de la teoría del aprendizaje, de la teoría de la
comunicación y de la etnología.
o El Enfoque Diagnóstico o Psicosocial, que incorpora a los postulados Freudianos
nociones de la teoría de los sistemas

d) Enfoque Centrado en el Cliente


 Surge de la teoría de Carl Rogers
 El concepto de sí mismo y sus percepciones regulan la conducta del individuo.
 Hay que conseguir la autodirección y el funcionamiento pleno del cliente, de forma que se
muestre coherente, maduro y abierto a la experiencia.
 No se usan instrumentos de evaluación.
 El profesional se muestra permisivo.

e) Enfoque Cognitivista
 Parte de los trabajos de Kelly, Ellis y Beck, entre otros.
 Se resalta la interdependencia entre los múltiples procesos que están envueltos en los
pensamientos, sentimientos y conductas de los individuos.
 Tienen en cuenta las consecuencias ambientales de la conducta.
 El profesional se ocupa de los procesos intrapsíquicos, ayudando al paciente a tomar
consciencia de su situación y a partir de ahí asuma la responsabilidad del cambio.
 El paciente colabora directamente en la recogida de datos sobre sus pensamientos,
sentimientos y conductas relacionados con el problema.
 Se entrena al paciente en habilidades desarrollando y fomentando las habilidades intra e
interpersonales que les ayuden a afrontar situaciones estresantes. Poder anticiparse y
prepararse para los posibles fracasos que pueden surgir.

3.b. Modelo educativo

La intervención familiar desde este modelo se centra en la enseñanza de comportamientos y


habilidades educativas parentales. También puede ocuparse de la reeducación de los hijos. En
general, se preocupa de todos los procesos educativos, independientemente del contexto institucional
en el que se desarrolle (Coll, 1996).
Dependiendo de la orientación teórica, las intervenciones pueden tener un carácter (Monereo y Solé,
1996):

 Preventivo
 Optimizador
 Correctivo y/o compensatorio.

Tiende a ser un modelo dirigido más a la colectividad, a los grupos más que a un solo individuo. A
diferencia del modelo clínico, en este caso se consideran las características específicas del contexto
de intervención a un nivel muy general.

La tarea del profesional es la de ofrecer los recursos necesarios para la formación del sujeto, por lo
que necesita tener conocimiento sobre:

o Teorías de la instrucción
o Explicaciones sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje, y los factores y variables que
sobre ellos intervienen,
o Información sobre las dificultades de aprendizaje,
o Manejar diversidad de estrategias educativas

Cuando se trabaja con familias desde este enfoque las más modalidades más comunes son la
modalidad informativa y la instructiva:

1) Modalidad informativa:
 Se trata de dar la información más útil a los padres sobre la vida familiar (cuidados del
bebé, higiene y/o alimentación infantil, economía doméstica, problemas escolares...)
 Se parte de la convicción de que los padres no están preparados para el desempeño de la
tarea educativa, ya sea por tener un nivel cultural bajo o por no preocuparse por obtener la
información.
 Desde este punto de vista, el deber del profesional es “dar buenos consejos”, transmitiendo
a los padres conocimientos teóricos elaborados.

2) Modalidad instructiva:
 Desde este punto de vista, las lecturas o conferencias, no ejercen una acción duradera en
los padres, produciendo, en muchas ocasiones conflictos entre el pensamiento y la acción.
Hay que llegar a las actitudes y los comportamientos, no quedarse únicamente en el terreno
del conocimiento.
 Se trata de favorecer la comunicación de los padres tratando problemas compartidos. Se
reduciría la ansiedad y se facilitaría el aprendizaje a través del cambio de actitudes fruto del
análisis y la reflexión.

El procedimiento que se utilizaría desde el modelo educativo dependería de la corriente desde la que
se realizara la intervención. Esto es, si se trabaja desde una concepción mecanicista sería, en primer
lugar, el diagnóstico del problema a través de la identificación de los mecanismos alterados o
debilitados. A continuación se planificaría y se llevaría a cabo la intervención. El fin último es correctivo
y el profesional actúa como “solucionador” de problemas de conducta y de aprendizaje.

Desde una concepción interaccionista, el proceso es distinto. Se parte de una idea preventiva y
optimizadora de los contextos de desarrollo. En muchas ocasiones, se trata de llegar al cambio de
actitud de los padres mediante el análisis crítico de sus actuaciones, a través de un análisis y reflexión
compartida de sus prácticas cotidianas. Los contextos suelen ser aulas, salones, …

3.c. Modelo comunitario

Mientras que el modelo clínico se centra en el tratamiento, y el modelo educativo en la formación, se


puede describir este modelo, en líneas generales, basado en un planteamiento de búsqueda. Este
modelo surge para hacer frente a las altas demandas de atención psicosocial. En la sociedad urbana
moderna podemos observar la desorganización y desintegración social, la disolución de redes de
apoyo y de los grupos sociales primarios, como es el caso de la familia.

Por ello, el principal objetivo desde este modelo es promover el cambio hacia un mayor bienestar
psicológico y social. Puede generar cambios en la estructura o composición del entorno social,
cambios en la conducta o actitudes individuales y frecuencia de las interacciones sociales. En
cualquier caso, estos cambios se consiguen creando un proceso de interacción que optimice el ajuste
de las necesidades psicosociales de los individuos y las ayudas o provisiones sociales y emocionales
que reciben.

Desde este modelo, el objetivo no es “tratar” al individuo o a la familia, sino trabajar con ella, por lo que
se consideran las potencialidades y capacidades de las familias, como el principal recurso a tener en
cuenta. Se busca la atención social al individuo actuando con la persona y con su entorno social,
analizando la interdependencia que existe entre la persona considerada como sistema y los distintos
sistemas que configuran su medio social: la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros del
colegio, de trabajo…

Existen dos enfoques, el psicosocial y el funcional, que se dirigen a todos los campos de la práctica
de la intervención social. Ambos enfoques constituyen dos métodos de base de intervención social
proporcionando elementos fundamentales para la formación de los profesionales. Pero quizás el más
importante es la Teoría de los Sistemas, que se caracteriza por (Campanini y Luppi, 1995; Payne,
1995; Linares, 1997; Gracia; 1997):

 Promover el crecimiento tanto de los adultos como de los niños, mejorando tanto las
habilidades de la familia en el cuidado y educación de los hijos, como en contexto comunitario.
 Poner énfasis en aspectos psicosociales positivos (calidad de vida) y no sólo en los negativos
(patologías) en una triple tarea: preventiva, impulsora y terapéutica.
 Enfatizar la relación de interdependencia entre la familia y la comunidad, incluyendo tanto los
sistemas de apoyo formales como los informales.
 Desarrollar un nuevo rol de profesional.

En este modelo se incide en la importancia de actuar sobre las redes sociales y sobre los contextos de
vida antes que sobre los procesos individuales. Se elaboran programas de prevención dirigidos a
determinados núcleos de población y en general se trata de proporcionar los recursos adecuados a las
familias para que puedan desenvolverse mejor, especialmente para los grupos de riesgo.

El profesional en este caso, debe:

- Partir de las necesidades, aspiraciones, proyectos personales y prioridades de los usuarios.


- Detectar los valores y capacidades que rigen el funcionamiento familiar existente como base para
promover la habilidad de la familia para movilizar recursos.
- Asegurar la disponibilidad y adecuación de los recursos a las necesidades, se debe fortalecer la
redo social y promover la utilización de apoyo y ayuda informal.
- Aumentar la habilidad de la familia por ser autosuficientes a la hora de atender sus necesidades.
- Fomentar la adquisición y uso de la competencia o habilidades necesarias para movilizar recursos.

El papel del profesional es más indirecto, ya que los efectos beneficiosos de la intervención proceden
de la intervención como mediador entre los recursos sociales (proporcionar información acerca del
entorno, el cuidado, la compañía y el apoyo social) y la persona que solicita la ayuda.

El profesional se encarga de ofrecer a las familias una gama de opciones y posibilidades, la


información necesaria para que autónomamente puedan realizar una selección. Esta forma de actuar
lleva implícito el reconocimiento de los padres como los únicos que conocen su propia situación, tienen
experiencia y son competentes. En esta perspectiva se trabaja con las personas usuarias desde una
“consulta procesual” o colaborativa, en la que el profesional trabaja con los usuarios para diseñar,
planificar y ejecutar un plan de actuación en un proceso cuya responsabilidad es compartida y basado
en la negociación.

1.4. Diseño de intervenciones en unidades de convivencia


Cualquier proceso de intervención con familias tiene que pasar por una primera fase de valoración que
nos aporte la información suficiente acerca de la situación. En esta fase tendremos que:

- Diseñar la información que queremos obtener.


- Seleccionar los instrumentos de valoración que vamos a utilizar y proceder a la recogida
- Analizar la información y formular un diagnóstico.

A partir de este diagnóstico se planificará la intervención a medida de las necesidades de la familia.

1.4.1. ¿Qué información hay que obtener?

Primero es necesario delimitar la información necesaria para planificar la intervención, y después, se


seleccionarán los indicadores e instrumentos que nos aportarán esta información. El diseño de
valoración diagnóstica de una unidad familiar suele incluir las siguientes informaciones:

 Un primer apartado con los datos sociodemográficos de la familia: los miembros de la unidad
(edades, secos, formación, situación laboral….), tipo de vivienda, ingresos de la familia, entorno
social, vinculación con la familia extensa….
 La historia familiar: el relato de historia del núcleo familiar ayuda a entender el origen de la
problemática, las dificultades que se ha ido encontrando y cómo las ha ido superando, así como
la percepción que tiene sobre su propia situación.
 Aspectos relativos a la calidad de vida, generalmente de tipo objetivo. Esta información pued e
obtenerse sobre el conjunto de la unidad familiar o de alguno de sus componentes por
separado. Algunas de las variables e indicadores pueden ser los siguientes:
Variables Indicadores
Bienestar físico y emocional - Todas las personas del núcleo familiar gozan de buena salud
física
Hay problemas de ansiedad, depresión,…
Hay problemas de adicciones…

Bienestar material - Tiene ingresos suficientes para hacer frente a los gastos
familiares
- Las condiciones de nutrición, salubridad y seguridad superan
las mínimas exigidas.
- Las condiciones de la vivienda son las deseables
- Dispone de medios de transporte
- Goza de seguridad en el trabajo y de buenas condiciones
laborales.
Desarrollo personal y - El nivel educativo y formativo de la familia
comunitario - Acceso a nuevas oportunidades de aprendizaje, inserción,
reciclaje…
- Hábitos de autonomía personal: alimentación, higiene,
sexualidad…
- Habilidades sociales
- Acceso a recursos de ocio y tiempo libre
- Rendimiento académico..
Relaciones de convivencia - Los miembros de la unidad familiar se expresan abiertamente
entre ellos
- Nivel de afectividad en la relación de pareja
- Calidad de las relaciones paternofiliales
- Calidad de la relación con otros miembros de la familia
extensa
- Suelen pasar juntos mucho tiempo

Participación en la sociedad Están integradas en la comunidad en la que viven


La incidencia del entorno en el que viven es la más idónea
Disponen de apoyos fuera del entorno familiar
Disponen de una red de amistades estable

 Aspectos subjetivos sobre la apreciación del problema. Supone profundizar cualitativamente en


la dinámica familiar: calidad de la convivencia, afectividad entre los miembros, influencia del
entorno, autopercepción del problema, motivación, temores, factores de ansiedad…

1.4.2. ¿Cómo puedo obtener la información?

Algunas de las técnicas más habituales para obtener la información son de tipo genérico, y las has
estudiado en otros módulos: recopilación documental –informes de derivación…-, la administración de
cuestionarios, la observación o la entrevista.

Además existen unas técnicas específicas para recabar información acerca de la familia y su
funcionalidad, como son: genograma, el apgar familiar, el mapa familiar, el ecomapa y las redes sociales.
A) La entrevista:

Para recopilar la información de las técnicas para recabar la información acerca de la familia, es
necesario la utilización de la entrevista. Si ya de por sí la entrevista es una técnica que requiere
experiencia, en intervención con familias, donde hay que extraer información de aspectos muy íntimos,
la destreza adquirida es mayor.

Algunas de las habilidades que deberá tener el entrevistador en este ámbito son:

- Una sensibilidad especial para que la persona interlocutora confíe y le vaya contando con la mayo r
libertad y naturalidad posible los aspectos que inciden en la dinámica personal y familiar.
- Un dominio de la técnica, para conducir la entrevista por el circuito diseñado obteniendo la
información clave que se quiere obtener.
- Utilizar la observación, para percibir y registrar lo que acontece: lo que persona no dice pero
expresa, lo que no quiere decir, lo que siente, las reacciones ante determinadas preguntas…

Algunas indicaciones necesarias para afrontar este tipo de entrevistas son las siguientes:

 Cada entrevista tiene unos objetivos, es importante no saltarse etapas. En una primera
entrevista, hay que crear un clima de confianza, para evitar abrumar a la familia. Como suelen
celebrarse varias entrevistas, se abordarán temas más generales y a medida que se avance y
aumente la confianza, se profundizará en aspectos más personales y delicados.
 En las reuniones con el grupo familiar hay que potenciar que todas las personas opinen y tiene
que dar importancia a las aportaciones de cada una de ellas, procurando que no se interrumpan
y que no se genere ningún tipo de conflictividad.
 Como profesional, no se deberán proponer consejos o hacer juicios de valor sobre ciertas
decisiones o actuaciones que no considere acertadas. Lo importante en esta fase es recoger
información.
 Habrá que insistir en que la familia entienda que el tratamiento de las cosas que se hablan es
totalmente confidencial.

Es evidente que para la correcta realización de una entrevista es necesario utilizar una escucha activa,
una actitud empática y es fundamental no realizar juicios de valor.

B) El genograma

La familia está compuesta por un grupo de miembros vinculados por una serie de relaciones que se
pueden representar de manera gráfica utilizando un genograma. A través de él se puede dibujar un
árbol familiar de una persona, lo que permite comprender gráficamente la estructura familiar y sus
relaciones.

El genograma es una representación gráfica, en forma de árbol genealógico, de la información básica


de, al menos, tres generaciones de una familia. Incluye información sobre:

- Su estructura
- Datos demográficos de los miembros
- Y relaciones que mantienen entre ellos.

La construcción de un genograma familiar se compone de tres fases sucesivas:


1) Trazado de la estructura familiar.
Esta primera fase supone el eje central del genograma, ya que representa cómo los diferentes
miembros de una familia están biológica y legalmente unidos entre sí. En esta representación, las
figuras –cuadrado, círculo…- simbolizan personas y las líneas simbolizan las relaciones que
mantienen entre ellas.
Además, se emplea una línea de puntos para indicar la convivencia de los diferentes miembros,
rodeando en un mismo círculo aquellas personas que comparten domicilio.

 Identificación de personas: El genograma dispone de unos símbolos que representan los


diferentes miembros familiares. La mujer se representa mediante círculo y el hombre con un
cuadrado.
Todo genograma parte de un individuo concreto a través del cual se establecen las diferentes
relaciones, este individuo es la persona identificada o persona clave y se diferencia con una
doble línea en el círculo o cuadrado según sea mujer o hombre.
En el caso de fallecimiento se pondrá en el interior del círculo o cuadrado una X y en número
se indicará la edad a la que falleció.
 Uniones y separaciones: para representar los diferentes tipos de unión se utilizan líneas de
conexión que indican la relación biológica, las uniones legales y las uniones de hecho.
Para indicar que hay una separación se utiliza una línea perpendicular, dos si se trata de
divorcio.
Si la pareja no está casada la línea que los une será discontinua.
 Hijos e hijas: de la mayoría de las relaciones de pareja suelen nacer hijos. Hay diferentes
símbolos para representar las distintas situaciones:
o Los embarazos se señalan con un triángulo
o Las muertes al nacer con círculo o cuadrado más pequeños con una cruz en el centro.
o Los abortos espontáneos se indican con un punto y los inducidos con una cruz

2) Recogida de la información básica sobre la familia

Después de la primera fase de representación de la estructura, es posible añadir otros datos como:

- Información demográfica: fechas de nacimiento y muerte, fecha de matrimonio, separación,


profesión…
- Información sobre el nivel de funcionamiento: datos más o menos objetivos sobre el funcionamiento
médico, emocional o social de los diferentes miembros.
- Sucesos familiares críticos: cambios de relaciones, migraciones, etc.

3) Delineado de las relaciones familiares:

La representación en el genograma de las relaciones familiares se basa tanto en la información que


aporta la propia familia como de la observación clínica. Se utilizan diferentes tipos de líneas para
representar estas relaciones.
La recogida de información se realiza a través de una primera entrevista y, en otras posteriores, se va
modificando en función de las variaciones de la estructura y de las relaciones familiares del momento,
ya que toda familia está sujeta a su propia historia y a los cambios que de ella se derivan (nacimientos,
muertes, alteraciones en las relaciones entre los miembros…)

Ejemplo de genograma familiar


C) El Apgar Familiar

El Apgar familiar es una escala, creada en 1978 por G. Smilkstein, que permite evaluar, de manera
numérica el funcionamiento familiar en personas de diferentes niveles socioculturales y distintos
estratos socioeconómicos. Es especialmente útil para identificar familias de riesgo.

Esta escala mide cinco dimensiones del funcionamiento familiar:

- Adaptabilidad: Valora la capacidad de utilizar los recursos, tanto desde el interior de la familia
como del exterior, para resolver problemas cuando el equilibrio familiar se ve alterado.

- Cooperación o participación. Mide el grado de participación e implicación en la asunción de


responsabilidades, en la toma de decisiones y en la división del trabajo para el mantenimiento
familiar.

- Desarrollo:Mide el grado de maduración tanto física como emocional de los miembros del grupo
familiar a los largo del ciclo vital, así como por el apoyo y asesoramiento mutuo en todo este
proceso.
-

- Afectividad. Mide las relaciones de amor y cariño que tienen lugar entre los integrantes de un
grupo familiar y la demostración de las emociones.

- Capacidad de resolución: Valora el tiempo que se dedica a las necesidades tanto emocionales
como físicas de los miembros de la familia y su compromiso para llevarlas a cabo.

Su gran ventaja es la facilidad de administración y evaluación, pues consta simplemente de 5


preguntas con 3 opciones de respuesta.

 Si la respuesta a la pregunta es NUNCA se asignaran 0 puntos


 Si la respuesta es A VECES se asigna 1 punto
 Si la respuesta es SIEMPRE se asignan 2 puntos.

La suma de las puntuaciones permite clasificar las familias en:

Familia funcional (7 a 10 puntos)

 Disfunción familiar leve (4 a 6 puntos)

 Disfunción familiar severa (0 a 3 puntos)

Preguntas APGAR FAMILIAR:

1) ¿Está satisfecho con la ayuda que recibe de su familia cuando tiene un problema?
2) ¿Discute con su pareja los problemas que tienen en el hogar?
3) ¿Las decisiones importantes se toman en conjunto
4) ¿Está satisfecho con el tiempo que permanecen juntos?
5) ¿Siente que su familia le quiere?
D) El mapa familiar

El hogar constituye un espacio físico donde vive la familia, donde se cubren sus necesidades, donde
se construyen sus relaciones y donde se producen la mayoría de encuentros. El conocimiento de cómo
está estructurado y distribuido este espacio y cómo sus miembros transitan por él, nos dará
información muy valiosa que nos ayudará a comprender algunos aspectos que son determinantes en la
interacción familiar.

La técnica que nos permitirá obtener esta información es el mapa familiar. Este mapa nos ofrecerá
información sobre:

o las características físicas de la vivienda (dimensiones, acceso, confortabilidad…)


o distribución de los espacios y habitaciones y personas que los ocupan
o relación y comunicación y uso de estos espacios
o confines territoriales y emocionales de los diferentes miembros
o problemas relacionados con el espacio en cuanto a disponibilidad de espacio personal, falta de
intimidad, interferencia de otras personas…

La construcción del mapa familiar la realiza la propia persona a través del plano de su hogar, en el que
deberá especificar cuáles son los espacios comunes, quien ocupa cada habitación de la casa, los
lugares donde se discute y se habla de cuestiones importantes, donde se estudia, donde se refugia
cada uno…

Con la elaboración del mapa, la persona podrá informar del grado de satisfacción de su hogar y sobre
los cambios que consideraría necesarios para mejorar su bienestar y las relaciones familiares.
E) El Mapa de redes sociales

Otro instrumento que nos ayudara a representar la configuración de la red de apoyo es el denominado
redes sociales. Con este instrumento la representación de la red de una persona se aborda desde
una óptica espacio-temporal a partir de dos variables:

- El tipo de relación: se representa en los sectores del círculo –familia extensa, amistades,
vecindario…-.
- La intensidad de la relación. Se representa a través de los círculos concéntricos con una
valoración de 1 a 5.
1. Relación intensa diaria
2. Relación diaria
3. Relación frecuente y aceptada
4. Relaciones esporádicas
5. Se ha tenido algún contacto
6. Sin ningún contacto

Para realizar la valoración, la persona usuaria ha de ir colocando en el gráfico a las personas que
forman su red social en el momento en el que se realiza la valoración, lo que nos definirá el tipo y la
intensidad de estas relaciones.
1.4.3. Análisis de la información

Toda la información recogida (ya sea objetiva o subjetiva, cuantitativa o cualitativa) ha de ser integrada
y analizada para que sea operativa. Entre las informaciones que deberemos haber obtenido están las
siguientes:

 Tipología familiar: conceptualización de la familia sujeto de intervención:


o Unidad y estructura familiar
o Situación sociofamiliar, económica, formativa y laboral
o Dinámica de las relaciones familiares y roles establecidos
o Ciclo vital

 Historia familiar: descripción de la evolución y sucesos que han contribuido a la


situación problemática y que son dignos de mención

 Identificación de la problemática:
o Aspectos funcionales y disfuncionales en la dinámica familiar
o Descripción precisa del problema principal
o Vinculación con los problemas derivados
o Valoración de la gravedad de la situación y urgencia de la intervención
o Valoración de la sensación de vulnerabilidad de la familia
o Valoración de la temporalidad y estructuralidad del problema

 Percepción del problema:


o Hipótesis acerca de cómo la familia se ve a sí misma
o Valoración del grado de conciencia de cada miembro sobre sus déficits

 Identificación de las figuras familiares relevantes:


o Repercusión en cada miembro del problema. Vivencia individual del problema.
o Responsabilidad de cada figura en la configuración del problema
o Valoración de la idoneidad de las competencias parentales para superar el problema
o Valoración de la capacidad de cada persona para colaborar en el tratamiento y
la superación del problema
o Valoración de la voluntad de implicación en la superación del problema
o Deseo de cambio

 Valoración de las redes sociales:


o Descripción de los diferentes niveles (vecindario, amistades…) y su consistencia.
o Valoración de su incidencia en la configuración de la problemática
o Valoración de su potencial para actuar como apoyo en el tratamiento y la resolución del
problema
o Grado de conocimiento y utilización de los servicios sociales.
1.4.4. El diagnóstico

Con la interpretación de la información analizada se tiene que estar en condiciones de formar un


diagnóstico en el que se tendrá que:

- Determinar si el funcionamiento del sistema familiar es deficiente y, si es así, identificar las


áreas deficitarias.
- Pronunciarse sobre la capacidad de mejora de cada una de las áreas identificadas.
- Exponer los recursos propios con los que cuenta la familia y los que pueden aportar las redes
sociales.
- Pronunciarse sobre el tipo de intervención recomendado

Áreas de intervención

Área Contenidos Objetivos


Identidad Identidad - Adquirir una imagen ajustada del sistema
familiar Autoestima familiar
Cohesión familiar - Elevar la autoestima de los miembros de
la familia
- Desarrollar la conciencia de unidad y de
cohesión familiar
Situación Recursos - Propiciar procesos de inserción
sociofamiliar económicos sociolaboral
Vivienda - Procurar la satisfacción de las
Laboral y formativa necesidades materiales del núcleo familiar
Salud -Facilitar el acceso a recursos sociales
Ocio y Tiempo libre comunitarios
- Proveer un entorno adecuado para
facilitar la satisfacción de las actividades de
la vida diaria
- Acercar propuestas de ocio positivo
Hábitos Alimentación y - Adquirir hábitos que favorezcan un estilo
saludables nutrición de vida saludable
Higiene - Sustituir hábitos poco saludables por otros
Descanso y sueño más adaptativos
Conductas de riesgo - Consolidar hábitos que se encuentran en
fase de adquisición
- Analizar las consecuencias de conductas
temerarias en el ámbito de la sexualidad, la
conducta diaria o la toma de sustancias
Habilidades Crianza - Responder afectivamente a las
parentales Control emocional necesidades de las niños
Disciplina - Capacitar a los padres para que ejerzan
Manejo de la de modelos válidos para sus hijos y
conducta favorezcan una socialización adecuada.
Apoyo educativo - Prestar una atención adecuada a las
necesidades emocionales y psicológicas de

Es evidente que tras el análisis de la información obtenida quedarán definidas las áreas en las que las
unidades de convivencia necesitan apoyos, la intensidad de los mismo, etc.

De manera general podemos establecer varios objetivos a conseguir:


- Resiliencia personal y familiar: las existencia de múltiples problemas, crisis recurrentes y una
situación crónica de adversidad, pueden llevar a familias a no saber afrontar esas dificultades,
por lo que es necesario desplegar recursos y fortalezas personales y familiares para adquirir
habilidades resilientes.
- Organización familiar: cuando existe desorganización a nivel de estructura –no existen roles
definidos o son muy rígidos, en la dinámica y en la comunicación, el objetivo de la intervención se
centrará en la mejora de comunicación y habilidades sociales por parte de todos los integrantes
de la familia y de capacitación parental.
- Apego y vinculación: cuando además existe un abandono de las funciones parentales, el objetivo
se centrará en fortalecer los vínculos de los progenitores e hijos. Es importante recordar las
necesidades que deben cubrirse desde la familia, entre ellas la educativa, la social, la afectiva, de
apoyo y seguridad….
- Redes sociales: puesto que el aislamiento es uno de los mayores riesgos de las unidades
de convivencia con dificultades, el objetivo será ampliar tanto la red formal como informal de
relaciones sociales.
- Necesidades básicas: cuando existe una mala planificación de los recursos económicos puede
llevar a una carencia en la cobertura de las necesidades básicas de los diferentes miembros
que conforman la unidad de convivencia.

1.5. Estrategias específicas en la intervención en unidades de


convivencia:
Las diferentes intervenciones en las unidades de convivencia habrán de adecuarse a las necesidades
de apoyo de cada caso. De manera general, las estrategias específicas de intervención que se utilizan
en la intervención en unidades de convivencia para conseguir que sean unidades funcionales son:

- Terapia familiar/Mediación familiar


- Ayuda a Domicilio
- Organización del domicilio

1.5.1. Terapia familiar/ Mediación familiar

El término TERAPIA FAMILIAR surge en el campo de la Psicología y, más concretamente, de la salud


mental. Las sesiones de terapia familiar estarán dirigidas bien, por el Trabajador Social, bien con el
psicólogo.

Desde la Teoría General de Sistemas, se define a la familia como “conjunto organizado e


interdependiente de personas en constante interacción, que se regula por unas reglas y funciones
dinámicas que existen entre sí y con el exterior.

A partir del enfoque sistémico los estudios de familia se basan en el conocimiento de la familia, como
grupo con identidad propia. Empezando por los términos que aparecen en la definición de sistema,
vemos que la familia es:
Conjunto: es una totalidad que se construye mediante un sistema de valores y creencias compartidos,
por las experiencias vividas a lo largo de la vida, y por los rituales y costumbres que se transmiten
generacionalmente, que da una identidad al grupo.

Estructurado: La familia lleva consigo una estructura, una organización de la vida que incluye reglas
de interacción y una jerarquización de las relaciones entre sus componentes, también incluyen unas
reglas que regulan las relaciones entre los familiares y las relaciones con el exterior.

Personas: hay que tener en cuenta el impacto del desarrollo de las personas que conforman el grupo
familiar para el desarrollo y evolución de la familia como sistema.

Propositivo: La familia como sistema propositivo, está orientado a la consecución de determinadas


metas: orientado a la protección y desarrollo de los hijos y resto de miembros de la familia.

Autoorganizado: es agente de su propio desarrollo, de sus propios cambios a través de estrategias,


normas, recursos y procedimientos aportados por todos sus miembros, que van asimilando del mismo
entorno en el que la familia se desenvuelve o bien de su particular historia familiar.

La idea de autoorganización también se relaciona con la resistencia a los cambios que provienen del
exterior.

Interacción: los miembros de la familia permanecen en contacto entre sí a partir de una serie continua
de intercambios que suponen una mutua influencia que tiende a mantenerse estable

Abierto: La familia puede considerarse como sistema abierto, puesto que presenta unos límites
permeables a la influencia de otros sistemas –colegio o barrio-. Esto significa que está en continua
interacción con otros sistemas.

Teniendo en cuenta éstas características, la familia se puede considerar como un sistema en constante
transformación, lo que significa que es capaz de adaptarse a las exigencias del desarrollo de sus
miembros y a las exigencias del entorno; esta adaptación asegura la continuidad y a la vez el
crecimiento psicosocial de sus miembros. Pero, podemos encontrar familias disfuncionales, o con
grandes desequilibrios desde nuestra propia perspectiva de normalidad, pero que han hecho de esa
disfuncionalidad una forma de equilibrio y de permanecer como sistema estable dentro del contexto
donde se encuentran inmersas.

El objetivo de la intervención desde la terapia familiar es reconocer las relaciones e interacciones que
se establecen entre los diferentes miembros. El tipo de relaciones establecidas incide de forma
significativa en cómo la familia hace frente a las problemáticas de cada uno de sus miembros y de ella
en su conjunto. Y al mismo tiempo, dichas reglas condicionan las intervenciones sobre la familia, lo que
limita la capacidad de cambiar.

A la hora de la intervención los patrones de interacción disfuncionales que se pueden encontrar son
los siguientes (Fishman 1990):

- Cismogénesis: es el distanciamiento progresivo entre las interacciones de los miembros


familiares. La falta de interés y desconocimiento de los otros, el descubrimiento de diferencias a las
que se responde con intolerancia, la existencia de emociones negativas… son relaciones que
alejan progresivamente a los miembros de la familia. La existencia de un distanciamiento moderado
no es disfuncional.
- Intrincación: que hace referencia a las relaciones que se caracterizan por una excesiva
proximidad entre sus miembros, llegándose a anular el yo de cada uno de los miembros, no
respetándose ni la intimidad ni la autonomía de cada uno de ellos.
- Rigidez: hace referencia a aquellas relaciones, distribución de roles o normas establecidas que son
inamovibles y en ocasiones incuestionables, rechazando cualquier propuesta que suponga un
cambio. Teniendo en cuenta que todas las familias están sujetas al cambio, la rigidez suele ser un
obstáculo claro para la funcionalidad familiar.
- Sobreprotección: es un tipo de interacción que lleva a ahogar las demandas de autonomía de la
persona protegida, generando sentimientos de baja competencia y desvalimiento, y en cierta
manera una relación de dependencia mutua, tanto desde el que tiene la necesidad de proteger
como del que necesita ser protegido.
- Negación: supone no reconocer o huir de las relaciones conflictivas, lo que en consecuencia lleva
a no abordar la resolución de los conflictos existentes. Se intentan ocultar a los otros y ante sí
mismo, se resta importancia, se buscan atribuciones externas, etc.
- Enmascaramiento: consiste en una grave distorsión de la realidad por medio de pensamientos
irracionales tendentes a la satisfacción de las propias necesidades. Sucede cuando, por ejemplo,
por inseguridad personal, necesidad de afecto, para sentirse útil… se enmascaran éstas con
obsesiones por la limpieza y el orden, y se asume un rol de máximo interés por la familia, pero lo
que hay detrás de la preocupación es el rechazo y la intención de hacerles sentir culpables.

¿Qué intervenciones se pueden hacer desde la terapia familiar para minimizar los efectos de los
patrones disfuncionales de la familia?

Una vez conocidos aquellos patrones disfuncionales que pueden afectar a las familias se puede
diseñar la intervención. Las principales técnicas de intervención más eficaces para realizar desde la
Terapia Familiar son:

 Establecimiento de límites: un claro establecimiento de los límites en las relaciones


intrafamiliares aleja al sistema de dos posibles problemas, por una parte evita la intrincación y
por otro lado la desvinculación de alguno de los miembros.
 Representación: consisten en una puesta en escena de determinados guiones previamente
estudiados por el asesor familiar, de cuya representación van a surgir los patrones
disfuncionales instaurados en la familia, con el fin de hacerlos explícitos, cuestionarlos y
rechazarlos como solución habitual.
 Desequilibrio: debe dotar de una mayor autoridad, aunque sólo sea provisionalmente a uno de
los componentes de la unidad familiar, con el fin de hacer el sistema más estable y funcional
para todos. Cuando los adultos han perdido poder a costa del que ganan los hijos menores o
adolescentes, es necesario romper ese equilibrio.
 Reencuadre: Es la aportación del experto familiar en el diagnóstico de la situación, ofreciendo
una nueva visión de la realidad, de forma que se puedan ver o experimentar nuevos tipos de
interacción más enriquecedores para cada uno de los miembros y para todo el sistema,
ayudando así a una nueva reconstrucción personal del sistema.
 Búsqueda de competencia: con esta técnica lo que se pretende es activar y generar recursos
en los componentes de la familia, ya que el incremento de los recursos personales ayuda a
mejorar la calidad global del sistema. El asesor familiar debe hacer visibles y poner en acción
los recursos existentes y cuando hay carencia de los recursos necesarios debe estimular la
adquisición.
 Variaciones de intensidad: en muchas ocasiones las familias disfuncionales presentan una
resistencia al cambio, para vencer esa resistencia se incrementaría la intensidad de mensajes
emitidos por el asesor familiar. La variación de intensidad se asocia a técnicas de
escenificación de comportamientos habituales unida a nuevas puestas en escena.
 La paradoja: en esta técnica el terapeuta no trata de modificar abierta ni directamente el
sistema, sino que lo apoya, respeta la lógica afectiva interna con que se desenvuelve, forzando
a la familia a argumentar contra las demandas de su propia verdad. Es la técnica más compleja
de aplicar.

El Técnico Superior en Integración Social, colaborará en las prescripciones dadas por el terapeuta
familiar a las familias según la intervención que se esté realizando. Será una fuente de información
fundamental en el seguimiento de las intervenciones ya que podrá aportar al terapeuta información sobre
la puesta en práctica de las orientaciones dadas por él.

También el Terapeuta orientará al TSIS a cómo realizar el seguimiento de prescripciones dadas a las
familias, y las orientaciones que deberá darles para mejorar aquellas áreas disfuncionales.

1.5.2. Ayuda a domicilio

Otra de las estrategias específicas en la intervención en unidades de convivencia es la “Ayuda a


Domicilio”.

El SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), es un servicio que presta una serie de atenciones o cuidados de
carácter personal, psicosocial, educativo, doméstico y técnico a las familias y personas con dificultades
para procurar su bienestar físico, psíquico y social, proporcionándoles la oportunidad de poder continuar
en su entorno natural.

El acceso a este recurso se realiza a través de los Servicios Sociales de Zona, concretamente a través
del/la Trabajador/a Social que será quien realizará la baremación y solicitará la documentación oportuna.

Las personas beneficiarias de este servicio son:

- Personas mayores con dificultades de autonomía personal o que vivan solas y requieran apoyo
para permanecer en su hogar
- Personas con discapacidad, de cualquier edad, con limitaciones importantes de autonomía
personal.
- Menores a los que hay que cuidar o atender por ausencia de los padres, madres o tutores, o
cuando éstos, por circunstancias provisionales de enfermedad u otros motivos suficientemente
justificados, no puedan ejercer sus funciones parentales, siempre que tales circunstancias no
supongan una situación de desamparo o requiere la asunción de la guarda por parte de la
Autoridad Competente.
- En general, cuando exista una situación de desatención social y/o familiar, evaluada técnicamente,
que justifique la intervención del servicio.

Se pueden diferenciar dos tipos de SAD según sus destinatarios:


 SAD ordinario: prestación básica, dirigida a todos los ciudadanos (mayores con dificultad,
personas con discapacidad, menores o grupos familiares desestructurados, parto
múltiple…) a la se accede mediante un baremo de necesidad.
 SAD dependencia: prestación a la que se accede a través de la Resolución del Sistema
deAtención a la Dependencia, destinada a la persona dependiente.
 Ambos tipos de SAD tienen prestaciones
o Básicas: de carácter personal y domésticas de lunes a viernes
o Extraordinarias: de carácter personal y doméstico fines de semana y festivos.
o Complementarias: atención psicosocial, compañía movilidad, etc.

Las personas usuarias con las que vamos a intervenir, en su mayoría se encontrarán en el primer tipo de
SAD ordinario y serán personas que no pueden hacer determinadas actividades de la vida diaria (AVD) sin
ayuda, es decir, necesitarán a una persona –Técnico en Atención a Personas en Situación de
Dependencia- para apoyar en aquellas áreas en las que no sean autónomos. Las AVD las podemos
dividir entre:

- Actividades básicas de la vida diaria: son las definidas como las actividades orientadas al
cuidado del propio cuerpo. Son actividades que todos realizamos en mayor o menor medida a lo
largo del día:
o Baño, ducha: engloba todo lo que ello conlleva, desde poder coger los objetos como
esponja, jabones… hasta la propia acción de enjabonarse y aclararse, así como el
mantenimiento de la oportuna postura durante la acción o las trasferencias para entrar o
salir de la bañera
o Cuidado de vejiga e intestinos: incluye el control completo y el vaciado voluntario de vejiga e
intestinos.
o Vestido: además de incluir la propia acción de vestido-desvestido, incluye la correcta
elección de las personas en función del clima o situación para la que se empleará la ropa.
o Comer: habilidad de mantener y manipular comida o líquido en la boca y tragarlo.
o Alimentación: proceso de llevar la comida o líquidos desde el plato o vaso a la boca.
o Movilidad funcional: moverse de una posición a otra, así como movilidad en la cama, sofá,
silla de ruedas, deambulación, transporte de objetos.
o Cuidado de las ayudas técnicas personales: correcto uso, así como limpieza y
mantenimiento.
o Higiene personal y aseo: coger y usar los objetos para este fin: peinado, corte de uñas,
limpieza de boca, aplicación de desodorantes, afeitado…
o Dormir/descanso: periodo de inactividad con un fin reparador.

- Actividades instrumentales de la vida diaria: se definen como aquellas actividades destinadas a


la interacción con el medio, que nos a menudo complejas y que generalmente es opcional:
o Cuidado de los otros: incluye supervisar y proveer cuidados a los otros.
o Cuidado de las mascotas
o Crianza de los niños: criar y supervisar a los niños para favorecer su desarrollo natural.
o Uso de sistemas de comunicación.
o Movilidad en la comunidad: saber utilizar autobuses, trenes, taxis…
o Manejo de temas financieros. Uso de recursos fiscales.
o Preparación de la comida y limpieza.
o Procedimientos de seguridad y respuestas ante emergencias. Conocimiento y desarrollo de
estrategias para mantener un entorno seguro y saber actuar y disponer de los medios
necesarios ante situaciones de emergencia.
o Ir de compras. Planificar la compra así como ejecutarla…

- Actividades avanzadas de la vida diaria: las actividades avanzadas de la vida diaria, no son
indispensables para el mantenimiento de la independencia y están relacionadas con el estilo de
vida del sujeto. Permiten al individuo desarrollar su rol dentro de la sociedad:
o Ocio y tiempo libra: son actividades que se eligen de forma voluntaria y se realizan en
momentos del día donde no se dedica tiempo a las tareas obligatorias.
o Participación social: comportamientos que se realizan en la comunidad mediante una
interacción colectiva.
o Actividad laboral
o Actividad educativa

El Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia, tendrá asignadas unas horas


semanales para la intervención con las personas usuarias. En el caso de familias desestructuradas, se
actúa desde un nivel preventivo-educativo. Es decir la actuación irá dirigida a prevenir en la medida
de lo posible el progresivo deterioro de los individuos y núcleos convivenciales a los que se atiende,
educando en estilos de vida saludables, etc. Desde la perspectiva educativa, se realiza la intervención
con el objetivo de que sea la persona usuaria quien realice las tareas, por lo que se ha de educar,
formar para que el usuario consiga las habilidades básicas.

1.5.3. Organización del domicilio

Otra de las estrategias de intervención se centra en la organización del domicilio, que es el lugar de
residencia, donde conviven las personas de la unidad de convivencia con la que se va a intervenir. Se
parte de la premisa que las personas que conviven en ese domicilio (bien porque sean familia o bien por
que sean una unidad convivencial creada por la sociedad) tienen dificultades a la hora de ser autónomos,
por lo que el Técnico Superior en Integración Social ha de organizar la intervención de éste.

En la organización del domicilio pueden contemplarse diferentes áreas de intervención:

- Normas del domicilio: que referirá a todas las reglas que regulan la convivencia, hay que intentar
que sean democráticas.
- Distribución de espacios: donde la intervención se dirigirá a realizar un reparto equitativo de los
diferentes espacios, acotando aquellos que sean comunes, y organizando su utilización.
- Horarios: otro elemento a tener en cuenta son los diferentes horarios que tienen las personas que
conviven en el domicilio, y los horarios de uso de los espacios comunes, con el objetivo de
conseguir una convivencia en armonía.
- Necesidades de los miembros de la unidad de convivencia: es imprescindible conocer cuáles
son las necesidades de las diferentes personas que forman la unidad convivencial con el objetivo
de adecuar y adaptar tanto la organización del domicilio a éstas, de una manera equitativa y
priorizando dichas necesidades.
- Adaptaciones: habrá que analizar el domicilio y ver qué adaptaciones son necesarias en función
de las características de las personas usuarias y sus necesidades.
- Economía doméstica: uno de las principales dificultades de las unidades de convivencia es el
ajuste del presupuesto para la cobertura de las necesidades de la unidad y del propio domicilio, por
lo que es un área prioritaria de intervención.
- Limpieza y mantenimiento del domicilio: es fundamental que las personas que conforman la
unidad convivencial sean autónomos en la limpieza y mantenimiento del domicilio así como en
- Limpieza y mantenimiento de la ropa,
- Y organización de la compra y elaboración de menús.
- Prevención de riesgos en el domicilio: es necesario orientar hacia la prevención de riesgos en el
domicilio.

Esta estrategia se desarrollará más en profundidad en la unidad de trabajo 3.

1.6. Pautas de intervención directa en las unidades de convivencia:


En la organización de la intervención directa en las unidades de convivencia intervienen diferentes
profesionales que han desempeñar sus funciones de manera coordinada, con el objetivo conseguir una
intervención integral de la unidad convivencial.

1.6.1. El equipo interdisciplinar en intervenciones en unidades de convivencia

Teniendo en cuenta la diversidad de dificultades que afectan a las unidades de convivencia, es


evidente que necesita la intervención de un equipo multidisciplinar. De manera general, los
profesionales que conforman el equipo multidisciplinar suelen ser:

- Trabajadores/as sociales:
- Educadores/as familiares: son los profesionales debidamente preparados para la intervención
directa con familias, por lo tanto, será la figura básica de apoyo personal. Puede ser un educador
social o un TSIS según el programa.
- Psicólogos/as: suelen asumir el programa de intervención, junto al Trabajador Social.
Determinando la línea de intervención que se seguirá en cada caso y dirigirán y coordinarán el
trabajo del resto de profesionales
- Mediadores/as: que son los profesionales en mediar en los conflictos entre dos o más partes. Para
ser considerado mediador, es necesario recibir formación específica y homologada y estar inscrito
en el registro oficial de mediadores.
- Educadores/as de medio abierto: Son los denominados “educadores de calle” por este el entorno
donde desarrollan su ocupación. Estos profesionales realizan la intervención a través de las
propuestas de los equipos técnicos de atención a la infancia y adolescencia y se encargan de su
seguimiento. Puede ser un educador social o un TSIS según el programa
- Terapeutas ocupacionales: la terapia ocupacional es la disciplina que se encarga de evaluar la
capacidad de las personas para ejercer las actividades de la vida diaria e intervenir cuando esta
capacidad está dañada por cualquier causa. El terapeuta valora la capacidad funcional de la
persona y el diseño y aplicación de programas de entrenamiento en AVD.
- Técnicos en Inserción Sociolaboral: son los profesionales especializados en el diseño, la
implementación, el seguimiento y la evaluación de itinerarios de inserción personalizados.
- Técnicos en Atención a Personas en Situación de Dependencia: son los profesionales
encargados de desarrollar el SAD en el domicilio de las familias con dificultades para realizar las
AVD.
- Voluntariado: Algunas de las tareas que puede desarrollar un voluntario son: apoyo en la
realización de determinadas gestiones, cuidado de los hijos, organización doméstica, taras de
acompañamiento…

La aportación de los TSIS en los equipos interdisciplinares en la intervención en las unidades de


convivencia:

El Técnico Superior en Integración Social desarrolla su actividad en el sector de los servicios a las
personas y los servicios a la comunidad, directamente relacionado con la atención a familias y
unidades de convivencia, abarca los siguientes puestos de trabajo:

- Técnico de programas de prevención e inserción social


- Educador de equipamientos residenciales de diverso tipo
- Trabajador familiar
- Educador de educación familiar
- Monitor de centros abiertos
- Técnico en inserción ocupacional

1.6.2. Características del equipo interdisciplinar

Para que un buen equipo interdisciplinar funciones de manera óptima todos los profesionales deben
conocer y aplicar los protocolos y procedimientos, y cumplir con las funciones específicas. También es
necesario conocer los protocolos de transmisión de información.

Los equipos interdisciplinares exigen que sus profesionales tengan una concienciación de
responsabilidad grupal, y un compromiso con el desarrollo de sus funciones partiendo de los criterios
acordados. Algunos de los aspectos que resultan imprescindibles para el buen funcionamiento de
estos equipos son:

- Compartir un objetivo común.


- Desarrollar las funciones asociadas a cada perfil profesional.
- Compartir la responsabilidad de los éxitos o fracasos alcanzados por el desarrollo de las
actuaciones realizadas.
- Conocer y aceptar las relaciones de coordinación del equipo, su jerarquía, funcionamiento,
asignación de roles, tiempos, responsabilidades…
- Consensuar el proceso de toma de decisiones.
- Establecer un proceso de comunicación ágil y continuo para el buen funcionamiento.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, la comunicación eficaz es fundamental en el


desempeño profesional de los del TSIS, tanto en la atención de las demandas de las personas
usuarias como en el desempeño de su rol dentro del equipo multidisciplinar.

Para trabajar adecuadamente en equipo debe fluir la información dentro del mismo. Para ello es
necesario que existan unos canales de comunicación –como pueden ser, reuniones, encuestas,
grupos de trabajo, circulares,…- que sean conocidos por todos.

Dependiendo de la empresa se establecerán unas estrategias u otras para conseguir que la


comunicación entre los diferentes estamentos jerárquicos se realice de manera fluida y sin
dificultades. Para ello hay que conseguir una comunicación eficaz en los tres niveles:
- Comunicación ascendente, que se produce cuando las personas de niveles jerárquicos inferiores
transmiten una información a las de los niveles superiores.

- Comunicación horizontal: que se produce cuando las personas de niveles jerárquicos similares se
transmiten la información entre sí.

- Comunicación descendente: que se produce cuando las personas de niveles jerárquicos superiores
transmiten una información a las de los niveles inferiores.

Estos tipos de comunicación deberán realizarse por los cauces establecidos, y éstos deben ser
conocidos por todas las personas que forman parte del equipo. La implantación de un plan de
comunicación puede facilitar el cumplimiento de los objetivos del servicio. En este plan, además de
incluir los cauces de comunicación, las formas etc., también debe tener incorporar formación sobre
técnicas facilitadoras y de identificación de barreras comunicativas, como puede ser la asertividad, la
escucha activa, la empatía…

Sistemas de participación activa: las reuniones de trabajo:

El trabajo en grupo exige por parte de cada uno de los miembros del equipo una participación activa
en la que se aúnen esfuerzos de manera cooperativa, compartiendo objetivos, planes de actuación,
estrategias para la toma de decisiones, y criterios de evaluación. Esta predisposición al trabajo
cooperativo se debe hacer efectiva estableciendo un sistema de participación consensuado que
permita a todos los integrantes manifestar de manera adecuada su opinión acerca de todos los
ámbitos de trabajo.

Aunque cada entidad establece los sistemas de participación que estimen oportunos, las reuniones
de trabajo son un elemento clave. Podemos definir “reunión” como un encuentro entre dos o más
personas para la puesta en común de un asunto en particular. Las reuniones pueden clasificarse en
función del motivo que las genera, por lo que podemos diferenciar entre:

o Reuniones de coordinación del equipo

o Reuniones formativas

o Reuniones para la resolución de conflictos

A la hora de organizar dichas regiones es importante seguir una metodología, que favorezca la
participación de las personas. Por ello, en las reuniones de trabajo deben contemplarse los siguientes
elementos:

o Temática: concreta el asunto que se va a tratar, como por ejemplo, la atención de llamadas o el
horario de pausas de trabajo

o Objetivos: que definen las metas de la reunión y permiten que los participantes focalicen el diálogo. Al
finalizarla se puede comprobar si se han alcanzado o no. Para un mismo tema pueden convocarse
reuniones con diferentes objetivos.
o Materiales y equipamientos necesarios: son los recursos materiales que serán precisos para poder
realizar la reunión (documentación, fotocopias, medios audiovisuales…). Habrá que preparar este
material con antelación.

o Participantes: hace referencia a las personas que van a formar parte de la reunión. Deben ser
avisados adecuadamente y con el tiempo suficiente para que puedan confirmar su asistencia.

o Lugar: es el espacio físico en el que va a desarrollarse la reunión. Debe elegirse aquel espacio que se
ajuste mejor al tipo de reunión establecida, además de cumplir las condiciones ambientales mínimas
(luz, temperatura, etc.)

o Tiempo: es la fecha, hora y duración prevista para la reunión. Debe intentar adecuarse al tiempo
pactado.

Aunque cada reunión presente unas características distintas, las técnicas de participación activa que
se suelen utilizar son:

 Simposio: caracterizado por ser una reunión de especialistas en un tema que debaten de manera
cooperativa.

 Grupo de discusión: donde un grupo de personas debaten sobre un tema, a través de los turnos que
establece un coordinador.

 Foro: el objetivo es el debate abierto sobre un tema, siendo mayor el número de participantes que en
un grupo de discusión.

 Philips 6-6: esta técnica implica la participación de seis integrantes de cada uno de los subgrupos, que
durante un periodo de 6 minutos (un minuto de intervención por cada participante) discuten sobre un
tema o buscan una solución.

La atención profesional del TSIS en la intervención de las unidades de convivencia le hace receptor de
gran información acerca de la evolución y seguimiento de las diversas situaciones que los usuarios
experimentan en su día a día, así como de las incidencias que surgen. Es necesario que las incidencias
detectadas sean compartidas con el resto del equipo interdisciplinar, a través de la coordinación y el
traspaso de la información. Para ello suelen utilizarse protocolos de actuación y comunicación
interna.

Los protocolos hacen referencia a la organización que una entidad elabora a través de documentos, con
el fin de secuenciar y pautar diversas actuaciones, estableciendo criterios de intervención coherente.

Estos protocolos tratan de desarrollar de manera ordenada:

- cómo debe llevarse a cabo una actuación concreta,

- explicar sus fases, las funciones que cada profesional tiene en esa actuación,

- cómo debe establecerse la comunicación interpersonal,

- características, materiales o instrumentos que pueden utilizarse,

- la frecuencia o temporalidad, y
- registros en los que se debe anotar los aspectos fundamentales de cada actuación, con el fin de facilitar
la comparación de datos y el análisis de la efectividad de las tareas.

Cada entidad tiene elaborados una serie de protocolos que hacen referencia a las diferentes áreas de
intervención profesional. Por ello, cuando se inicie la actividad laboral en un nuevo centro será
necesario que el TSIS se familiarice con las pautas de actuación en cada situación.

De manera general, las estrategias de comunicación interdisciplinar más utilizados son:

- Reuniones de coordinación: en las que de manera periódica se establecen tiempos y


espacios para que el equipo interdisciplinar se reúna y evalúe la atención prestada.

- Registros de información: en ellos se lleva a cabo un seguimiento de las actuaciones


que se realizan con el usuario/a. Estos registros se componen de soportes
documentales, habitualmente tablas con un listado de ítems en los que se registra y
analiza la información.

- Cuaderno de incidencias: es un soporte documental que se utiliza para describir


sucesos que ocurren de manera extraordinaria, como por ejemplo un accidente de
hogar.

- Programas informáticos: existen programas que aúnan diferentes posibilidades de


registro de información, facilitando su análisis y comparación de manera sistematizada.

1.6.3. Funciones del TSIS en la intervención en unidades de convivencia

Entre las funciones del Técnico Superior en Integración Social, se pueden destacar las siguientes:

a. Informar a la familia sobre el desarrollo de las actividades diarias.


b. Detectar situaciones de negligencia y desatención.
c. Notificar situaciones de negligencia y desatención al equipo y/o coordinador.
d. Colaborar, potenciar la implicación de las familias en las actividades del servicio.
e. Organizar actividades dirigidas a la familia en el servicio.
f. Soporte en la realización de las tareas educativas.
g. Detectar necesidades e intereses de los grupos de familias.
h. Facilitar el acercamiento de las diversas culturas presentes en el servicio.
i. Crear y facilitar espacios para facilitar la relación entre las familias.
j. Informar y acompañar en los recursos de la comunidad.
k. Promover pautas educativas consensuadas con la familia.
l. Recibir y canalizar al equipo las demandas, quejas y sugerencias de las unidad convivencial con
las que se interviene.
m. Colaborar en la recepción de los miembros de la unidad convivencial en el día a día.
n. Registras la información de las actividades llevadas a cabo.
o. Buscar los recursos de la comunidad para las familias, los adolescentes, los niños…o cualquier
colectivo de intervención.
p. Coordinarse con los diferentes servicios que intervienen con la unidad convivencial: servicios
sociales básicos, educativos, ….
q. Coordinarse con otros recursos de la comunidad.
r. Colaborar con los servicios de inserción laboral del territorio
Atención a las Unidades de Convivencia 44
Ut 1. Planificación de la intervención en la unidad de
convivencia
Diez ideas esenciales para la supervivencia en casos difíciles:

La actitud que toma el profesional no es estrictamente una técnica. Sin embargo, las
consecuencias que produce una u otra actitud ante una situación de dif icultad son cruciales. En
muchas ocasiones la situación que consideramos crónica se reafirma en su dificultad desde el
momento en que el profesional la está experimentando como tal.

¿Cómo podemos describir una actitud que facilite la maniobrabilidad y la capacidad del profesional?

1. Resistir bien a las crisis, lo imprevisto, lo ambiguo. Es importante evaluar cómo nos estamos
sintiendo ante situaciones de crisis, ante el estancamiento y ante la ambigüedad o ambivalencia por
parte de la familia respecto a situaciones de riesgo. Somos útiles cuando somos eficaces cuando
mantenemos la capacidad de reflexionar, de buscar cosas nuevas, e imaginar situaciones que a los
usuarios les parecen imposibles, para eso debemos tener un sentimiento de confort ante situaciones
de crisis.
2. Optimismo. Es parte esencial de la actitud más productiva, uno de los elementos es la convicción
que tenemos sobre la capacidad de cambio de las familias con las que trabajamos. El optimismo está
relacionado con:
a) Tipo de atribución causal: sobre las cosas que nos rodea (locus de control) y en concreto con el
hecho de hacer atribuciones sobre la capacidad interna que tenemos para cambiar las cosas.
b) La autoeficacia
c) Las expectativas de éxito: capacidad de conseguir cosas.

3. Tener una visión flexible, amplia y abierta, de la realidad social con la que trabajamos.

4. Curiosidad. La expresión de la curiosidad más sencilla es la pregunta ¿qué voy a aprender de esta
familia? ¿Qué nueva comprensión voy a tener de esta familia que acabo de conocer?.

5. No sentirse emocionalmente vulnerable. “Actitud como técnica” de intervención nos lleva a la


importancia que tiene nuestro mundo emocional y todo aquello que puede ser inconsciente cuando
estamos inmersos en la relación de ayuda con la familia. Es fundamental que el profesional veterano
no pierda la sensibilidad y es importante activarla y alimentarla. No actuar orientado a protegerse uno
mismo y no actuar para curarnos a nosotros mismos de nuestro dolor o sentido de impotencia ante la
situación de la familia con la que estamos trabajando.

6. Trabajar con la parte sana de la familia. En los contextos de interacción cronificados o de


dificultad el trabajo tiene que estar orientado a ser capaces de encontrar y trabajar los aspectos más
sanos y más fértiles de esa familia para provocar el cambio.

7. No lo podemos hacer solos. El trabajo en red y la alianza entre profesionales es una directriz
básica en cualquier intervención. El trabajo en red no sólo significa coordinación y colaboración, sino
que implica considerar el sistema profesional como parte potencial de la dificultad del caso.

8. Cerrar es abrir. Es importante, cuando se termina una intervención, ver que esta medida supone
un cambio importante en la vida de una familia. Por ejemplo, cuando se toma una medida imponiendo
la separación de un menor de sus padres como medida de protección se están abriendo posibilidades
y se están generando por lo común, una situación nueva de intervención para otros profesionales.

9. La línea recta no siempre es la distancia más corta entre dos puntos. La creatividad va a ser
fundamental para encontrar ese camino particular que tienen las familias para recorrer la distancia
entre el estancamiento y el cambio.
Sonia Cuenca
10. De la queja al compromiso y no al revés. En las situaciones familiares cronificadas
García es de
especial importancia entender que el recorrido que podemos prever para que se produzcan
- CFGS cambios
Integración
Social-
significativos ha de seguir el siguiente esquema: quejaposibilidadmotivación compromiso.
Atención a las Unidades de Convivencia 45
Ut 1. Planificación de la intervención en la unidad de
convivencia

1.7. Valoración del trabajo del equipo interdisciplinar como base de la


intervención en unidades de convivencia.

Como se ha estudiado en apartados anteriores, el TSIS trabajará habitualmente como parte de un equipo
multidisciplinar. “Trabajar en Equipo” no significa solamente “trabajar juntos”. Un equipo: es un grupo de
personas que se comunican, con diferentes trasfondos, habilidades y aptitudes, que trabajan juntas para
lograr objetivos claramente identificados”.

En consecuencia, los requisitos del trabajo en equipo son:

 Comunicación. Entre otras cosas, esto implica capacidad para ponerse en el lugar de los demás y
para valorar sus puntos de vista. Así como la capacidad para expresar con claridad y honestidad
las propias opiniones y sentimientos.
 De personas que difieren en actitudes, habilidades y aptitudes. Resulta crucial reconocer que no
todas las personas somos iguales; cada una aporta al éxito y al rendimiento del equipo de acuerdo
con sus propias habilidades y características particulares. Precisamente, en esta diferencia está
una de las potencialidades del trabajo en equipo.
 Con un propósito en común: objetivos y metas claramente identificados. Los logros de un equipo
deben evaluarse en función de la obtención de sus metas. Por tanto, éstas deben ser establecidas
con claridad. A la vez que se establecen, también deben analizarse los elementos que pueden
impedir o dificultar la obtención de las metas y las estrategias posibles que permitan eliminar esos
obstáculos. Con metas claras, los conflictos inevitables que surgirán en el equipo pueden
resolverse con mayor facilidad (en cuanto los miembros piensen sobre los objetivos que están
intentando conseguir). La falta de metas produce frustraciones innecesarias tanto para el equipo
como para los miembros individuales. Las metas tienen que ser: claras (concretas), medibles y
realistas.

Un equipo es poderoso cuando la información se comparte abiertamente en una atmósfera de confianza y


respeto. Los miembros se deben sentir seguros y libres al compartir información que puede ser sensible
pero importante para el éxito del grupo. El intercambio de información en el lugar de trabajo es
simplemente el proceso de comunicación entre personas que comparten objetivos comunes.

Es importante también determinar qué información no es necesaria y ver que el grosor del intercambio de
información puede cambiar a medida que los problemas se resuelven, los objetivos se consiguen y se
afrontan los temas.

Siempre que se comparte información con alguien se crea un acuerdo implícito de confianza. Confiamos
en que la persona utilizará la información de forma responsable. Y además, cuando compartimos
información – particularmente información de naturaleza sensible- enviamos un poderoso mensaje a quien
la recibe. Este mensaje no explícito se basa en valorar a la persona y confiar en que él o ella actuarán con
responsabilidad. A la inversa, cuando no queremos intercambiar información sensible con alguien,
estamos enviando el mensaje opuesto: que no confiamos en la persona. Esto dificulta gravemente la
relación de trabajo y, en última instancia, las oportunidades para mejorar el trabajo.

Sonia Cuenca
García
- CFGS Integración
Social-
Atención a las Unidades de Convivencia 46
Ut 1. Planificación de la intervención en la unidad de
convivencia
Centrándonos en la función de la transmisión de la información, se deben tener en cuenta las siguientes
premisas:

 Muchas veces cuando damos información cometemos el error de darla como si fuera para
nosotros mismos (que ya la conocemos) y no la contextualizamos suficientemente.
 Dar información de forma correcta supone ser agradable, breve, claro, sencillo, ordenado,
puntual, no utilizar jerga profesional, etc.
 También hay que ser honesto, veraz y completo, sin manipular la información desde
nuestros intereses profesionales.

Sonia Cuenca
García
- CFGS Integración
Social-
Atención a las Unidades de Convivencia 47
Ut 1. Planificación de la intervención en la unidad de
convivencia

Sonia Cuenca
García
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Social-

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