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LAMBAYEQUE – 202 4
NULIDAD DE ACUERDO DE DIRECTORIO
INTRODUCCIÓN
La sociedad anónima como persona jurídica tiene como órganos de gobierno la Junta
General de Accionistas, el Directorio y la Gerencia cada uno con sus propias facultades, el
primero de carácter político, el segundo de administración y el tercero de representación.
Uno de los derechos con los que cuenta todo accionista, es el de cuestionar los
acuerdos sociales, en determinadas circunstancias y previo cumplimiento de los
correspondientes requisitos. Como se verá más adelante, incluso bajo ciertas condiciones,
terceros ajenos a la sociedad también cuentan con la facultad de cuestionar acuerdos
societarios.
Es por ello que en el presente trabajo abordaremos como tema central de análisis la
sentencia de primera instancia emitida por Octavo Juzgado Civil con Sub Especialidad
Comercial de Chiclayo, que resuelve la demanda de nulidad de Acuerdo de Directorio
planteada por el demandante, declarándose infundada en todos sus extremos mediante
resolución número treinta y cuatro y la sentencia N° 204, que resuelve la apelación
interpuesta por el recurrente, la cual fue de conocimiento de la Primera Sala Especializada
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, misma que confirma la sentencia de
primera instancia.
A. Las disposiciones del reglamento son compatibles con la Ley General de Sociedades y
el Estatuto de la Sociedad, razón por la cual pueden considerarse incorporados a este,
y todo lo que contradiga a dicho estatuto se considera no vigente. Que la pericia
ofrecida por el demandante, no tiene como finalidad determinar la vigencia del
reglamento interno o su posible incorporación al estatuto social, por lo cual la pericia
ofrecida carece de relevancia.
B. No es amparable la restitución de porcentajes, debido a que los servicios serán
realizados con los equipos adquiridos por la sociedad y que no son propiedad del
socio accionante, por lo tanto, es razonable que el dueño de dichos equipos reciba
mayor ganancia como lo señalan las máximas de la experiencia.
C. Que, en la Junta General se ha establecido expresamente otorgar facultades al
directorio para la adquisición de los equipos, pudiendo incluso suscribir los
documentos de financiamiento, entre otros, entonces no existe la presunta incapacidad
del directorio que permita invalidar tales actos jurídicos.
D. Las pretensiones de indemnización por daños y perjuicios por lucro cesante y daño
moral, al haber sido postulados en calidad de accesorias, al haberse declarado
infundada la pretensión principal de nulidad de acuerdos, en aplicación del artículo
87° del Código Procesal Civil, corren la misma suerte; por lo que, devienen
infundadas.
DERECHO COMPARADO.
En el mismo sentido, OTAEGUI, Julio, sostuvo que «la acción tendiente a obtener la
declaración de invalidez o nulidad de los acuerdos directoriales, se rige por el régimen de la
nulidad de los actos jurídicos que consagra el Código Civil».
CONCLUSONES
El órgano jurisdiccional tomó tal decisión por las siguientes razones: Sobre la nulidad
de acuerdo del directorio, el demandante se apoya en el reglamento interno de la
sociedad, reglamento que ha sido derogado y no está en vigencia. Respecto de la
causal de fin ilícito, el demandante no precisó las normas imperativas, de orden
público o costumbres, que se han transgredido con la adopción de los acuerdos de
directorio cuestionados. Sobre la causal de contravención a las leyes que interesan al
orden público o a las buenas costumbres, no se acreditó que se haya vulnerado norma
alguna que interese al orden público o a las buenas costumbres.
Compartimos la posición adoptada por la primera sala especializada civil de Chiclayo,
en el sentido que no es aplicable la figura de nulidad en el caso analizado, debido a
que se ha demostrado que el acuerdo del directorio cuestionado no ha transgredido
norma alguna ni los Estatutos de la sociedad, por el contrario han sido adoptados en el
ejercicio de sus facultades contempladas en el artículo 172° de la Ley General de
Sociedades y el Estatuto, lo cual determina que existe responsabilidad de la
demandada.
Sostenemos que no existe un derecho de exclusividad de usufructo, sino un derecho
preferente de especialidad que en su momento vía conducto notarial se le fue ofrecido
para ejercer al demandante, quien lo rechazó, sosteniendo que se le siga el 90% de las
ganancias obtenidas y el 10 % sea en favor de la sociedad, lo cual contraviene los
intereses de la sociedad y los estatutos de la misma.
Opinamos que, no es amparable la restitución de porcentajes, debido a que los
servicios serán realizados con los equipos adquiridos por la sociedad y que no son
propiedad del socio accionante, por lo tanto, es razonable que el dueño de dichos
equipos reciba mayor ganancia como lo señalan las máximas de la experiencia. Así
como tampoco se ha privado al recurrente de su derecho a obtener una renta de su
trabajo, Máxime si fue invitado a ejercer su derecho preferente de especialidad, más
aún si la adquisición en exclusividad de los equipos se debió en la inoperatividad del
equipo de tomografía, la falta de equipo de Ecografía, Rayos X, y en aras de brindar
un servicio médico de calidad.
Afirmamos desde nuestra perspectiva que las prestaciones por daños y perjuicios en
sus conceptos de lucro cesante y daño moral no son amparables debido a que no existe
afectación a los derechos alegados por el demandante, más aún si el tribunal supremo
ha señalado en la Casación N° 1325-2018 Ancash que: “no basta la simple posibilidad
de obtener la ganancia, sino que ha de existir una cierta probabilidad objetiva que
resulte del curso normal de las cosas y de las circunstancias especiales del caso
concreto, debiéndose probar por el actor rigurosamente que se dejaron de obtener las
ganancias sin que éstas sean dudosas o contingentes y sólo fundadas en esperanzas”
Asimismo, al haberse desestimado la pretensión de declaración de nulidad de acuerdo
de directorio, corresponde también desestimar la pretensión de indemnización por
daño moral y lucro cesante, por ser esta una pretensión accesoria (así lo establece el
artículo 87 del Código Procesal Civil).