Está en la página 1de 4

FIN DE LA EDUCACIÓN

ANTIGÜEDAD CLASICA

En la antigua Grecia, la educación se centraba en la ciudad-estado y en el desarrollo integral


del ciudadano. Los griegos creían en la importancia de la razón y la búsqueda de la perfección
como medio para alcanzar la autonomía interna y la espiritualización de la vida. La ciudad-
estado era vista como una armonía compartida por sus miembros, y cada individuo tenía un
papel determinado en función de sus habilidades y posición social. Los ciudadanos eran
valorados por su capacidad racional, mientras que los pueblos bárbaros eran considerados
inferiores y destinados a ser esclavos debido a su falta de razón.
En Atenas, la educación se enfocaba en el equilibrio entre lo físico y lo espiritual, con énfasis
en el cultivo de la razón y el pensamiento crítico. Los padres tenían la responsabilidad moral y
cívica de educar a sus hijos, y el estado garantizaba la libertad de enseñanza. Por otro lado, en
Esparta, la educación tenía un carácter colectivo y se orientaba hacia la formación de
guerreros fuertes y disciplinados, donde la obediencia y el sentido de comunidad eran
fundamentales. En ambas ciudades-estado, la educación se consideraba esencial para el
desarrollo de la virtud individual y el bienestar del estado.
La educación en Grecia se llevaba a cabo en escuelas que fomentaban la reflexión, el diálogo y
el desarrollo del pensamiento. Estas escuelas, basadas en una tradición cultural, promovían la
transformación personal a través del esfuerzo y la enseñanza del maestro. Este enfoque
educativo perduró en la cultura helénica y se mantuvo en el Imperio Romano, aunque con
ciertas modificaciones para adaptarse a las finalidades pragmáticas de la política imperial.

En resumen, la educación en la antigua Grecia se centraba en el desarrollo integral del


individuo como ciudadano y en la búsqueda de la excelencia y la virtud como metas
fundamentales de la existencia.

EDAD MEDIA

La educación durante la Edad Media estuvo fuertemente influenciada por la cosmovisión


cristiana y se centraba en la salvación del alma a través de la fe y las buenas acciones. Las
escuelas estaban vinculadas a instituciones religiosas como monasterios, parroquias y
catedrales, y se enseñaban las siete artes liberales agrupadas en el Trivio (Gramática, Retórica
y Dialéctica o Lógica) y el Cuadrivio (Aritmética, Música, Geometría y Astronomía). La
educación tenía como objetivo la formación integral de los individuos, tanto en conocimientos
teológicos como en moralidad y conducta cristiana.
Durante esta época, la Iglesia desempeñó un papel central en la educación, y las escuelas
dependían en gran medida de las instituciones eclesiásticas. La distinción entre lo espiritual y
lo temporal llevó a una división de autoridad en la sociedad, donde la Iglesia se encargaba de
los intereses espirituales y la salvación eterna, mientras que el poder temporal o estado se
ocupaba de mantener la paz, el orden y la justicia necesarios para la realización del fin
trascendente.
La educación también estuvo vinculada a la estructura social estamental de la época, con
funciones sacerdotales, temporales y productivas claramente definidas. Los castillos se
convirtieron en centros de formación para los hijos de los señores, donde se impartía
educación caballeresca que incluía disciplina moral y valores religiosos. Además, con el
incremento del comercio y las sociedades, la clase comercial o artesana promovió las escuelas
comunales o gremiales, donde se enseñaban lectura, escritura, cálculo y otras materias
prácticas.
El surgimiento del Renacimiento marcó un cambio en la educación y la cultura, con un enfoque
renovado en el hombre y su capacidad para conocer y dominar la naturaleza a través de la
razón autónoma. El humanismo y la ciencia nueva fueron pilares fundamentales de este
movimiento, que revalorizó al hombre y sus valores humanos. Durante esta época, surgieron
pensadores y pedagogos humanistas que propugnaron reformas educativas y una formación
integral que permitiera a los individuos desarrollar su capacidad intelectual y juicio autónomo.
La llegada de los conquistadores europeos a América trajo consigo un choque cultural y la
imposición de la cultura europea sobre las poblaciones indígenas. La educación en las colonias
americanas estuvo estrechamente ligada a la evangelización y la instrucción para el trabajo, y
fue una herramienta clave en el proceso de dominación y aculturación de las poblaciones
indígenas.

La educación durante la Edad Media estuvo profundamente influenciada por la cosmovisión


cristiana y la estructura social estamental, con un enfoque en la salvación del alma y la
formación integral de los individuos. El Renacimiento marcó un cambio hacia un enfoque más
humanista y racionalista en la educación, mientras que en América, la llegada de los europeos
llevó a la imposición de la cultura europea y la cristianización de las poblaciones indígenas a
través de la educación.

Durante la Edad Media, la educación estuvo fuertemente influenciada por la cosmovisión


cristiana y se enfocó en la salvación del alma y las buenas acciones. Las escuelas estaban
ligadas a instituciones religiosas y enseñaban artes liberales como gramática y astronomía.
La Iglesia apoyó un papel central y se encargaba de lo espiritual, mientras que el estado
mantenía el orden. La educación se ajustaba a la estructura social estamental y se impartía
en castillos y escuelas comunales. Con el Renacimiento, hubo un cambio hacia un enfoque
humanista y racionalista, es decir, hubo un cambio significativo en la forma en que las
personas pensaban y abordaban diversos aspectos de la vida, incluida la educación. Este
cambio se caracterizó por un enfoque renovado en el estudio de las artes, la literatura, la
filosofía y las ciencias, valorando el conocimiento humano y la razón. Se priorizaba la
educación basada en el estudio de las humanidades, como la historia, la filosofía, la
literatura y las artes, y se promovía el razonamiento lógico y crítico, lo que se conoce como
enfoque humanista y racionalista.
En América, la llegada de los europeos llevó a la imposición de su cultura y religión sobre las
poblaciones indígenas a través de la educación, siendo una herramienta de dominación y
aculturación.

MODERNIDAD

La educación en la modernidad, especialmente durante el siglo XVIII, se caracteriza por la


influencia de la Ilustración y el conflicto entre dos corrientes filosóficas antinómicas: la
tradición grecolatina y cristiana, que se enfoca en la razón humana como autoridad suprema y
la naturaleza, el progreso y la humanidad como valores centrales; y el empirismo inglés, que
pone énfasis en el fenomenismo, el nominalismo, el voluntarismo y el hedonismo, donde el
hombre es visto como un ser material cuyo comportamiento está determinado por apetencias
y deseos.
En este contexto, la educación se convierte en un medio para transformar a los hombres y, por
ende, la sociedad. Los principios de la educación moderna incluyen:
1. Énfasis en la razón humana: La razón se considera esencial para el progreso humano y
social. La educación se enfoca en desarrollar el pensamiento crítico y autónomo de las
personas.
2. Moral universalista: Se basa en la racionalidad común y busca revalorizar la dignidad
humana. Implica la libertad autorrealizante y la libertad interior como despliegue de la
propia humanidad.
3. Ciencia y progreso: La ciencia y la razón están subordinadas a la realización integral del
hombre. El desarrollo científico-tecnológico se ve como un medio para la libertad
exterior, permitiendo a las personas alcanzar la libertad interior.

4. Educación como instrumento de mejora: La educación se ve como un medio para


mejorar la naturaleza humana. Los educadores buscan estimular el interés de los
alumnos a través de la experiencia sensorial y desarrollar su potencial.
5. Crítica a la educación tradicional: Se critica la educación tradicional y se busca una
educación que se oriente hacia la conservación y el fortalecimiento de la naturaleza
humana. La acción del educador debe contribuir al desarrollo físico y espiritual del
educando de manera espontánea.
6. Tensión entre dos corrientes filosóficas: La educación en la modernidad se ve
influenciada por la tensión dialéctica entre el enfoque clásico (razón, moral, cultura) y
el enfoque empírico (experiencia sensorial, hedonismo, utilidad).
En resumen, en la modernidad, la educación se concibe como un medio para liberar al hombre
de las limitaciones naturales y sociales, permitiéndole alcanzar su pleno potencial como
individuo autónomo y racional. Esta concepción educativa se ve influenciada por las corrientes
filosóficas de la época, dando lugar a una tensión entre la tradición clásica y el enfoque
empírico.

Durante el período histórico mencionado (la modernidad, especialmente en el siglo XVIII),


hubo una lucha intelectual y filosófica entre dos enfoques educativos opuestos: el enfoque
"clásico", que se basaba en la tradición grecolatina y cristiana y enfatizaba la razón humana y
los valores como la naturaleza y el progreso, y el enfoque "empírico", que se centraba en la
experiencia sensorial y el hedonismo, como se ve en el empirismo inglés.
Esta tensión entre estas dos corrientes filosóficas se refiere al conflicto y debate continuo
sobre cuál enfoque educativo era el más adecuado y efectivo. La educación se consideró
esencial en este contexto, ya que se percibía como el medio para liberar a las personas de las
limitaciones impuestas por la naturaleza y la sociedad. Al brindar educación, se creía que las
personas podrían alcanzar su máximo potencial como individuos autónomos y racionales,
liberándose de las restricciones impuestas por su entorno y su propia naturaleza, y
desarrollando plenamente su capacidad de pensar y razonar de forma independiente.

POSMODERNIDAD

En la Posmodernidad, se observaron dos etapas de globalización educativa. En la Primera


Globalización, se enfocó en la educación popular y la formación ético-religiosa, así como en la
consolidación de los estados nacionales como parte del desarrollo del sistema escolar
internacional.
En la Segunda Globalización, se destacó la importancia de la educación en la formación
ciudadana. Sin embargo, con el tiempo, esto evolucionó hacia un control doctrinal en el que
los ciudadanos pasaron a ser espectadores de las decisiones tomadas fuera del ámbito público.
En ambas etapas, se reconoció al alumno como el protagonista central de la educación, con un
enfoque en el desarrollo individual y colectivo. La finalidad de la educación en esta era era
preparar a las personas para el mundo industrializado, proporcionando conocimientos y
habilidades prácticas necesarios para el trabajo en fábricas y oficinas.

En la época posmoderna, hubo dos períodos importantes de cambio en la educación a nivel


mundial. En la primera fase, se puso énfasis en enseñar a la gente común, se integraron
principios éticos y religiosos y se establecieron las bases para los sistemas educativos
nacionales en todo el mundo. La segunda fase se centró en enseñar a los ciudadanos sobre
cómo ser parte activa de la sociedad, pero con el tiempo, esto llevó a un control estricto
sobre lo que se enseñaba, relegando a las personas a ser observadoras pasivas de las
decisiones tomadas por otros en asuntos públicos.
En ambas etapas, se reconoce que los estudiantes son los protagonistas principales de la
educación. Se hizo hincapié en su crecimiento individual y en su contribución al bienestar
colectivo. El propósito de la educación durante este tiempo era preparar a las personas para
trabajos en fábricas y oficinas en el mundo industrializado. Esto implicaba proporcionarles
conocimientos y habilidades prácticas necesarias para tener éxito en estos entornos
laborales específicos.

REFLEXION
La educación es el nacimiento sobre el cual se construye el futuro de una sociedad. Los fines
esenciales de la educación son vastos y complejos, y se entrelazan en la formación integral de
los individuos, preparándolos para enfrentar los desafíos del mundo moderno. Como futuros
docentes, tenemos la responsabilidad de no solo entender estos fines, sino también de abogar
por cambios significativos en el sistema educativo formal para asegurar que se cumplan.
Los fines son el desarrollo integral de los estudiantes, la preparación para el mundo laboral y la
participación activa en la sociedad.
Para lograr estos fines, se proponen cambios en el sistema educativo formal, como adoptar un
enfoque holístico que considere el desarrollo integral del estudiante, fomentar metodologías
activas que involucren a los estudiantes, personalizar el aprendizaje utilizando la tecnología,
proporcionar formación docente continua, asegurar la inversión en recursos educativos,
implementar evaluaciones auténticas y fomentar la participación activa de la comunidad en el
proceso educativo.
Estos cambios son esenciales para construir un sistema educativo que forme ciudadanos
informados, pensadores críticos y líderes compasivos, preparándolos para enfrentar los
desafíos del mundo moderno.

También podría gustarte