En la alegoría, Platón describe a un grupo de prisioneros que han vivido toda su vida

encadenados dentro de una cueva, de espaldas a la entrada. Su única visión del mundo exterior
es a través de las sombras proyectadas en la pared de la cueva por los objetos que pasan frente al
fuego.
En relación con los cuatro tiempos destacados por Carpio A., podríamos considerar su relación
con el educador y el sujeto de educación de la siguiente manera:
1. Ignorancia inicial: Los prisioneros encadenados en la caverna representan la ignorancia
inicial y la falta de conocimiento. Están inmersos en una realidad limitada y falsa,
creyendo que las sombras en la pared son la totalidad de la existencia. Esta etapa inicial
muestra la necesidad de educación y liberación del sujeto.
2. Liberación: El prisionero liberado que sale de la caverna representa el proceso de
liberación del sujeto de educación de las limitaciones de su comprensión anterior. El
educador desempeña un papel fundamental en ayudar al sujeto a reconocer y superar
sus falsas creencias, abriéndolo a una nueva comprensión y experiencia del mundo.
3. Encuentro con la realidad: Cuando el prisionero liberado sale de la caverna, se
encuentra con la verdadera realidad exterior, que está representada por el mundo de las
Ideas eternas en la filosofía platónica. El educador guía al sujeto en su búsqueda de la
verdad y lo introduce a un nuevo nivel de conocimiento y comprensión más allá de las
apariencias engañosas.
4. Resistencia y aceptación: En la alegoría de la caverna, los prisioneros restantes se
resisten a ser liberados y prefieren quedarse en su ignorancia cómoda. Esto destaca la
dificultad que puede surgir en el proceso educativo, donde algunos sujetos pueden
resistirse al cambio y a aceptar nuevas ideas. El educador debe ser paciente y persistente
en su tarea de persuadir y guiar al sujeto hacia una comprensión más amplia y
verdadera.
En resumen, la alegoría de la caverna de Platón destaca la importancia del papel del educador en
ayudar al sujeto de educación a superar la ignorancia y alcanzar una comprensión más profunda
de la realidad. El educador guía al sujeto a través de los diferentes momentos de la alegoría,
desde la ignorancia inicial hasta la liberación, el encuentro con la realidad y la superación de la
resistencia.