Becerra López Alicia Marlene Temas actuales clínica

Prácticas narrativas para la psicoterapia

Exposición de tema: Mariana García Reyes

Resulta importante considerar que las reformulaciones de las preguntas en las

prácticas narrativas se plantean desde la curiosidad y la apertura para recibir
información. Generalmente la autopercepción resulta injusta en los individuos debido a
las historias dominantes, sin embargo, la idea es rescatar las ideas subyugadas.

Es común que el primer relato que se venga a la mente de los pacientes o

consultantes tenga que ver con categorías que no permitan tener un campo de acción y
toma de postura en la vida, sino que estén basados en lo que alguien más haya dicho.
El papel de terapeuta cobra importancia al indagar en las historias alternativas que los
consultantes forman acerca de su identidad.

Michael White propone las primeras prácticas narrativas. En la externalización del

problema, la persona es la persona y el problema es el problema, la persona nunca va a
ser el problema. Las practicas narrativas se pueden utilizar en el ámbito comunitario y
educativo; el trabajo terapéutico es no reducirnos a una historia, sino, re-narrar las
historias y no asumir que sabemos más que la misma persona de su problema o de ella
misma.

La externalización separa al problema de las personas, requiere de un cambio

particular en el uso del lenguaje, el papel de la cultura es bastante importante en la
construcción de las realidades y prácticas que constituyen las maneras de hablar; el
lenguaje no es inocente, las palabras tienen un efecto en las personas, por tanto se
entiende que cada persona y cada comunidad es experta en su propia vida.

Las personas se construyen a través de historias, somos las historias que nos
contamos, si nos miramos desde ahí, abrimos un mundo de posibilidades al pensarnos
desde el cumulo de historias dominantes; las metáforas y analogías son útiles para
generar formas de comunicación

Identidad dominante puede ser impuesta, en el trabajo terapéutico, la idea es que

la persona prefiera y elija desde dónde nombrarse y vivir; evitando así, que la persona
viva a través de los deseos y anhelos de alguien más.
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El abordaje al trauma desde las prácticas narrativas, sugiere que, no hacer nada
ante el evento traumático es hacer algo (protegerse), se señala que es importante
significar a las personas desde un papel activo, y partir desde una sabiduría acerca de
si mismas.

Personalmente, considero que la externalización del problema, resulta útil para

que las personas entiendan sus problemas como entidades separadas a ellas,
reduciendo así la sensación de ser definidos o limitados por esos problemas, facilitando
la exploración de alternativas y soluciones; es por ello que me parece importante la
relación que ésta práctica narrativa tiene con entender que el lenguaje no es inocente y
que las palabras que usamos tienen un impacto en nuestra percepción y experiencia ya
que al ser conscientes de cómo nos comunicamos influye en la forma en que nos vemos
a nosotros mismos y nuestros problemas.

Entender las prácticas narrativas y dirigirlas a un proceso de empoderamiento y

elección en el consultante me parece una práctica adecuada según lo requiera el caso,
otorgando a aquellos que lo necesiten la oportunidad de elegir cómo entenderse así
mismo y a su realidad, en lugar de ser autodefinirse por identidades dominantes
impuestas; lo cual se relaciona profundamente con lo que se observa en las prácticas
clínicas con los pacientes que acuden a proceso terapéutico buscando redefinir o
entender cómo se configura el sistema en el que se encuentran inmersos para optar por
la mejor opción de acción.

Considero también que el significar a las personas desde un papel activo en la

experiencia del trauma es una propuesta que puede resultar bastante benéfica para el
consultante; identificando en él mismo la capacidad para encontrar significado y fortaleza
incluso en situaciones que le causaron una alta impresión.

Finalmente, resulta importante entender que la evolución continua de las

prácticas narrativas recae en los profesionales de la salud mental a quienes corresponde
adaptarlas para brindar el mejor apoyo posible a los pacientes y consultantes de acuerdo
a cómo se presenten las diversas situaciones en los diferentes contextos y posibles
aplicaciones en distintos ámbitos.