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DÍA 13
Empieza el día con amor
Hoy descubrirás que la forma en que te levantas
por la mañana determina tus experiencias del resto
del día. Aprenderás que el poder de lo positivo
puede cambiarlo todo para mejor.
¡Felicidades! Has superado las 12 primeras lecciones de este curso. Has aprendido a usar el
instrumento del trabajo del espejo para cambiar tus patrones de creencias y liberarte de tus
emociones negativas. ¿Estás empezando a sentir el poder del trabajo del espejo y la forma en
que puede cambiar tu vida?
Hoy aprenderás a usar el trabajo del espejo para sanar ciertas áreas específicas de tu vida.
Comenzaremos por tu forma de empezar el día.
¿Sabías que la primera hora de la mañana es crucial? Lo que haces durante ese tiempo
determina tu experiencia para el resto del día.
¿Cómo has empezado hoy el día? ¿Cuáles han sido tus primeras palabras al despertarte? ¿Te
has quejado? ¿Has pensado en lo que no va bien en tu vida?
Muchas veces la forma que tienes de empezar el día es lo que determina cómo vives.
¿Qué es lo primero que te dices cuando te miras al espejo del cuarto de baño? ¿Qué dices
cuando te duchas? ¿Qué dices cuando te vistes? ¿En qué estado sales de casa para ir a
trabajar? ¿Simplemente sales por la puerta o dices algo bonito antes de hacerlo? ¿Qué haces
cuando te metes en el coche? ¿Cierras la puerta de un portazo y refunfuñas por tener que ir a
trabajar o bendices el tráfico durante tu desplazamiento?
Demasiadas personas empiezan el día con un: «¡Vaya, mierda! ¡Otro día más y tengo que
levantarme, maldita sea!» Si tienes la costumbre de empezar con mal pie, jamás tendrás un
buen día. Es imposible. Si te empeñas en hacer que tu mañana sea terrible, tu día también lo
será.
2
Tengo una rutina que practico desde hace años. En cuanto me despierto, me acurruco en la
cama un poco más y le doy las gracias a mi cama por la magnífica noche de sueño que me ha
proporcionado. Estoy así unos minutos y empiezo el día con pensamientos positivos. Me digo
cosas como: Hoy es un buen día. Hoy va a ser un gran día. Luego me levanto, voy al baño y le
doy gracias a mi cuerpo por su buen funcionamiento.
También dedico unos minutos a estirarme. Tengo una barra de ejercicios instalada en la puerta
del cuarto de baño que utilizo para colgarme de ella y estirar todo mi cuerpo. Me agarro a la
barra y flexiono las rodillas hasta el pecho tres veces y luego me cuelgo de los brazos. Este
estiramiento matinal me va muy bien para mantener la flexibilidad y la salud.
Después, hago unos cuantos estiramientos, me tomo una taza de té y vuelvo a la cama. Me
encanta mi cama. Tengo un cabezal hecho a medida con un ángulo especial para poder
apoyarme en él cuando leo o escribo.
Estirar mi cuerpo y mi mente es mi ritual matinal. Luego empiezo a levantarme. Intento
concederme un par de horas antes de afrontar el resto del día. Me gusta hacer las cosas
tranquilamente. He aprendido a tomarme mi tiempo.
Si eres madre o padre y estás muy ocupado porque has de preparar a tus hijos para ir al
colegio o si has de entrar pronto a trabajar, es importante que dediques un poco de tiempo a
empezar el día de la manera correcta.
Yo preferiría levantarme más pronto para tener más tiempo por la mañana. Aunque sólo te
dediques 10 o 15 minutos, es esencial. Es tu momento para cuidarte.
Cuando te levantas, es importante que hagas un ritual que te ayude a sentirte bien y que te
digas algo agradable. Pon en marcha el mejor día posible para ti. No es necesario que realices
estos cambios de golpe. Basta con que elijas un ritual por la mañana y empieces por ahí.
Luego, cuando lo tengas muy por la mano, elige otro y sigue practicando. No te satures.
Recuerda que de lo que se trata es de sentirte bien.
Afirma: Hoy creo un nuevo día y un futuro maravillosos.
4. Repite las siguientes afirmaciones mirándote al espejo: Buenos días, [nombre]. Te amo.
Te amo de todo corazón. Hoy vamos a tener grandes experiencias. Y luego dite algo
bonito como: Vaya, hoy te ves estupendamente. Tienes la mejor de las sonrisas. Te
deseo un día fantástico.
Permite que estas afirmaciones inunden tu conciencia, sabiendo que para ti son ciertas.
Practícalas a menudo con alegría:
1. De vez en cuando, pregunto a mis seres queridos cómo puedo amarles mejor.
2. Elijo ver con claridad con los ojos del amor. Amo lo que veo.
3. Atraigo el amor y el romance a mi vida y lo acepto ahora.
4. El amor está a la vuelta de la esquina y la alegría llena todo mi mundo.
5. Me regocijo con el amor que recibo todos los días.
6. Me siento bien mirándome al espejo y diciendo: «Te amo. Te amo de todo corazón».
7. Ahora me merezco el amor, el romance, la alegría y todo lo bueno que puede ofrecerme
la vida.
8. Estoy rodeado de amor. Todo está bien.
9. Tengo una relación íntima maravillosa con una persona que realmente me ama.
10. Soy precioso y todo el mundo me ama.
11. Me saludan con cariño dondequiera que vaya.
12. Sólo atraigo relaciones sanas. Siempre me tratan bien.
13. Estoy muy agradecido por todo el amor que tengo en mi vida. Lo encuentro por todas
partes.