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EL PROCESO Y EL DEBIDO PROCESO

EL PROCESO
Proceso significa avanzar, marchar hasta un fin
determinado, no de una sola vez, sino a través de
sucesivos momentos; así se habla de un proceso
químico, de un proceso de desarrollo, de un proceso de
curación.

Llevada la idea al sistema judicial, el proceso es, en sí


mismo, un método de debate que se desarrolla en
etapas determinadas. En él participan elementos
humanos –jueces, auxiliares, partes, testigos, peritos,
etc.–, los que actúan según ciertas formas
preestablecidas en la ley. Ellas constituyen el
procedimiento y resguardan la producción de actos
jurídicos procesales, vale decir, actos humanos dirigidos
por la voluntad jurídica.

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INFORMA SOBRE ESTE ANUNCIO
Por eso se llama proceso judicial a un sistema
compuesto por una serie de actos derivados de la parte
y del órgano judicial, coordinado entre sí y realizado en
forma sucesiva, que tienen como fin fundamental lograr
la justa composición del conflicto.
El proceso supone una actividad generadora de actos
jurídicamente reglados, encaminados todos a obtener
una determinada resolución jurisdiccional.

ELEMENTOS DEL PROCESO


1. Elemento subjetivo: se halla representado por
las personas facultadas para iniciarlo, impulsarlo,
extinguirlo y decidirlo.
2. Elemento objetivo: puede hallarse constituido
por una pretensión o por una petición extra
contenciosa, según que, respectivamente, la
intervención del órgano sea requerida para
definir un conflicto (proceso contencioso) o para
constituir, integrar o acordar eficacia a una
relación jurídica (proceso voluntario).
3. Actividad: comprende el conjunto de actos que
deben cumplir los sujetos procesales desde el
comienzo del proceso hasta la decisión que le
pone término, escindiéndose en dimensiones de
lugar, tiempo y forma.

FINALIDAD DEL PROCESO


La existencia del proceso surge como una necesidad
del Estado, al asumir en sustitución de las partes el
poder coercitivo, no le basta con tener ese poder que se
manifiesta por la jurisdicción, sino que además debe
establecer un método o un camino para que la solución
de las situaciones jurídicas ante él planteadas por vías
de la acción y de la pretensión, desemboquen en una
norma particular.

CLASIFICACIÓN DE LOS PROCESOS


Tradicionalmente se divide a los procesos según el
grado de conocimiento que tiene el juez en la causa, así
se dice que hay:

1. Procesos de conocimiento: el juez se informa y


es informado de todos los fundamentos fácticos
para producir una sentencia que constituya una
declaración de certeza con alcance de cosa
juzgada;
2. Procesos de ejecución: existe una reducción
del conocimiento, el que se limita en principio a
un título, del cual parte propiamente la ejecución,
sin investigación de la causa; cuestión que es
dejada para una etapa posterior;
3. Procesos cautelares: cuyo conocimiento no va
hacia los fundamentos de la pretensión, sino
hacia los motivos que la originan. En el supuesto,
el conocimiento total también es postergado.

CLASIFICACIÓN DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y


COMERCIAL
1. Procesos de Conocimiento: incluye el proceso
ordinario y sumarísimo. En los procesos de
conocimiento el juez se entera totalmente sobre
la relación jurídica que se le propone, para
obtener una sentencia declarativa de certeza.
1. El proceso ordinario: es el central, por
su mayor aplicación, de acuerdo con lo
que resulta de los antecedentes y lo que
finalmente ha establecido la reforma,
conforme artículo 319 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación.
2. Los procesos sumarísimos:
contemplan, como uno de sus modelos a
la “acción de amparo” contra actos de
particulares.
2. Procesos cautelares: se hallan contemplados
en la parte general del código, como medidas
cautelares, artículos 195 y siguientes.
3. Procesos de ejecución: dentro de ese tipo de
procesos se incluyen la ejecución de las
sentencias, la conversión del título ejecutorio
extranjero, el juicio ejecutivo general u ordinario y
los juicios ejecutivos especiales. Este grupo de
procesos comprende los artículos 499 a 605.
4. Procesos especiales: comprenden, en cuanto a
su sistema, tres grupos:
1. Los que tienen procedimiento propio:
(declaración de incapacidad, alimentos y
litisexpensas).
2. Los que siguen a los juicios ordinarios
y sumarísimos: (interdictos y acciones
posesorias, aunque algunos de los
interdictos siguen su propia vía, rendición
de cuentas deslinde, división de cosas
comunes).
3. Los que tienen un proceso por
remisión, pero incluyen normas
propias: (desalojo).
5. Procesos universales: Los procesos
universales, aunque son de diferente naturaleza
y origen, se agrupan, en la generalidad de los
casos, por comprometer la totalidad del
patrimonio de una persona. En cuanto al proceso
sucesorio, no obstante su carácter de universal,
también es un proceso voluntario.
6. Procesos arbitrales: Bajo el título de proceso
arbitral, el código ubica una serie de procesos
extrajudiciales, entre los actuales artículos 736 a
773 (antes 763 a 800). En ellos se trata del juicio
arbitral, del juicio de amigables componedores y
del juicio pericial. El juicio pericial está también
contemplado para algunos casos de ejecución de
sentencia (art. 516 del CPCCN) en la Ley de
Seguros 17.418 (art. 57), etcétera.
7. Procesos voluntarios: Dentro de este grupo se
advierten una serie de actuaciones que no
tienen, en principio, conflicto ni contradicción en
el proceso, tales como: autorización para
comparecer en juicio y ejercer actos jurídicos,
examen de libros por el socio, reconocimiento,
adquisición y venta de mercaderías. Algunos de
estos procesos pueden transformarse en
contradictorios, como sucede con la tutela y la
curatela (actual art. 776). Este Libro VII del
CPCCN comprende los actuales artículos 774 a
784 (antes 801 a 811). Dentro de los procesos
voluntarios, algunas actuaciones son
directamente contradictorias, como sucede en el
“juicio de disenso”.

EL DEBIDO PROCESO
De acuerdo a lo preceptuado por el artículo 18 de
nuestra Constitución Nacional, “Es inviolable la defensa
en juicio de la persona y de los derechos”. Parece que
en esta parte del artículo 18 se expande la garantía más
amplia. La doctrina y el derecho judicial argentinos la
rotulan “defensa en juicio” o “debido proceso”.

El debido proceso significa que:

1. Ningún justiciable puede ser privado de un


derecho sin que se cumpla un procedimiento
regular fijado por ley; y de no haber ley razonable
que establezca el procedimiento, ha de arbitrarlo
el juez de la causa;
2. Ese procedimiento no puede ser cualquiera, sino
que tiene que ser “debido”;
3. Para que sea “debido”, tiene que dar suficiente
oportunidad al justiciable de participar con
utilidad en el proceso;
4. Esa oportunidad requiere tener noticia fehaciente
(o conocimiento) del proceso y de cada uno de
sus actos y etapas, poder ofrecer y producir
prueba, gozar de audiencia (ser oído). En otras
palabras, se inserta aquí la plenitud del derecho
de defensa.

La defensa en juicio supone varias cuestiones


esenciales. Entre ellas se encuentran: el resguardo para
el acceso a la justicia (derecho de acción), que otorga
un procedimiento y un juez o tribunal para que lo tramite
(derecho a la jurisdicción), y que en su amplia
conceptualización se integra con los siguientes
derechos:

● Derecho a ser oído dentro de un proceso rápido,


sencillo y eficaz.
● Derecho a un proceso con todas las garantías de
imparcialidad y justicia.
● Derecho a la producción de la prueba y a
impugnar toda sentencia condenatoria a través
de los recursos pertinentes.
● Derecho a que toda sentencia sea motivada.
● Derecho a ejecutar de inmediato lo resuelto.
● Derecho a que todo proceso sea resuelto en un
plazo razonable.

Si el proceso adolece de alguno de estos requisitos, el


proceso no es “debido”. Es decir que, si el proceso no
cuenta con todas estas características, la sentencia no
puede tener carácter de sentencia juzgada.

Además, se pueden agregar en el procedimiento


penal algunas garantías especiales, como son:

● La presunción de inocencia.
● A ser juzgado sin dilaciones indebidas.
● Derecho a la prueba, y a recurrir la sentencia
condenatoria.
● Derecho a la indemnización por error judicial

LA ACCIÓN
La acción es un derecho a solicitar algo que proviene
del derecho constitucional.

Al derecho procesal le importa la acción como actividad


de las partes y, más concretamente, de quien formula el
reclamo al órgano jurisdiccional.

La jurisdicción nace como un mecanismo sustitutivo de


la voluntad de los particulares, siendo así un poder
independiente al que se le debe respeto y sumisión,
pero obligado al mismo tiempo a resolver, conforme a
derecho, con justicia y equidad los conflictos de
intereses que suceden en esa comunidad organizada.

El proceso civil germina sobre la idea de que todo


proceso se inicia a solicitud e instancia de parte.

LA TEORÍA CLÁSICA

Partiendo del análisis de la concepción del Derecho


Romano, “La acción no es otra cosa que el derecho de
perseguir en juicio lo que a uno se le debe”. Para este
sector, aquel que se dirige a un juez reclamando algo,
solo puede hacerlo si es directamente afectado, y tiene
un interés actual y concreto.

Aún en la actualidad se conservan algunos ejemplos


regulados, por ejemplo: acciones reales y posesorias.

Savigny fue el primero que intentó modificar esta


lectura, otorgándole al derecho una función de garantía,
conceptualizando a la acción como un derecho en
estado de defensa. Si el derecho era violado, se ponía
en movimiento la acción. De aquí su elocuente
expresión por la que ve en ella “el aspecto particular
que todo derecho asume a consecuencia de su lesión”,
gráficamente era “el derecho en estado de defensa,
pertrechado para la guerra que vivir en el proceso no
como un derecho autónomo sino como un momento
más en la vida del derecho”.

LAS TEORÍAS MODERNAS

Según la posición de derecho abstracto, tanto ejerce la


acción quien resulta triunfador en el proceso como
quien lo pierde y aunque la demanda carezca de
fundamento, el juez no puede omitir su consideración al
menos a fin de proceder a desestimarla.

Según las teorías modernas, la acción sería la potestad


de carácter jurídico que revista toda persona de
reclamar la satisfacción de una pretensión al órgano
jurisdiccional. En síntesis, la acción sería una facultad
que, de instaurarse, se plantea contra el Estado y contra
la otra parte, siendo suficiente para ello creerse asistido
de razón.

En 1885 Adolf Wach sostiene el carácter concreto de la


acción. A partir de esta ótipa, la acción no resulta
equiparada al derecho, sobre todo si se asevera que no
existe acción sin derecho. Por lo tanto, solo son sus
titulares —y les compete su ejercicio— quienes se
encuentren asistidos de razón y consigan el dictado de
una sentencia favorable.

Para Chiovenda, “la acción es el poder jurídico de dar


vida a la condición para la actuación de la voluntad de
la ley”. Este carácter potestativo, que le atribuye y que
no implica obligación ni coacción alguna, le corresponde
contra el adversario sin que este pueda hacer algo para
evitarlo, es decir, se sujeta a la acción, pues esta
desaparece con su ejercicio, la cual se lleva a cabo
frente al Estado que deberá, en el desarrollo de sus
funciones esenciales, arbitrar todos los medios
necesarios para su cumplimiento.

Con la teoría de los derechos potestativos se descarta


el carácter público de la acción y se acentúa la
condición de obtener sentencia favorable.

LA ACCIÓN ES DE DERECHO PÚBLICO

Carnelutti observó que la acción se dirigía contra el


Estado y no contra el demandado. Cuando se inicia la
demanda, se produce un efecto inmediato que consiste
en la providencia que debe emanar de la jurisdicción;
por consiguiente, no sería lícito hablar de sujeción a la
ley sino de sometimiento a la jurisdicción.

De este modo, la acción conserva su condición de


derecho público y se distingue del derecho subjetivo
porque en aquel prevalece el interés en la justa
composición del litigio, en tanto en el derecho material
prevalece el interés en litigio.
Más tarde, Guasp y Palacio trasladan la discusión sobre
el tópico de la acción al campo de estudio de la
pretensión sosteniendo, en cada caso, que la acción se
halla constituída por el derecho concedido por el Estado
al particular a fin de que formule pretensiones y
asimismo como potestad de hacer valer las mismas.

LA ACCIÓN DENTRO DE LOS DERECHOS


CONSTITUCIONALES

La acción se encuentra dentro de los derechos cívicos,


esencialmente como una forma del derecho de
peticionar a las autoridades contemplado en el artículo
14 de nuestra Carta Magna. En consecuencia, el
derecho de acción es un derecho cívico fundamental
que viene a impostarse en la parte dogmática de las
Constituciones contemporáneas.

En síntesis, la teoría de la acción desde el análisis que


efectúa la concepción constitucional, es observada
como el método de acceso a la justicia dentro del cual
quedan incorporados los principios del debido proceso,
los requisitos y presupuestos de la demanda, la calidad
de parte y la asistencia técnica letrada y demás
cuestiones que permiten vislumbrar asimismo su
apertura de tutela de derechos subjetivos interpartes a
la protección también de los nuevos derechos
colectivos, difusos o de tercera generación, implicando
con ello la extensión de la legitimación de los sujetos
que integran las partes en tales casos.

EL DERECHO DE ACCIÓN

La acción no es más que un acto de contenido


estrictamente procesal destinado a efectuar un reclamo
a la autoridad jurisdiccional cuya génesis se asienta en
un conflicto de neto corte adversarial. Esta, en virtud de
ello y conocida la petición en cuestión, emplazará a la
contraparte a comparecer, iniciará un proceso y, de este
modo, cerrará el circuito característico, propio e
inconfundible, de aplicación de las reglas propias del
proceso judicial.

Ese acto de pedir informa, al mismo tiempo, una


manifestación típica del derecho constitucional de
petición. Como tal, el carácter abstracto que pondera se
refleja en la posibilidad de optar por la vía del litigio y,
con ello, depositar la confianza para que sean los
jueces quienes resuelvan el conflicto planteado.

Para obrar en este sentido no se necesita tener razón ni


derecho; basta con que el Estado le garantice el acceso
irrestricto, libre de formalismos ritualistas excesivos que
limiten irrazonablemente la oportunidad de justicia. Si no
cuenta con suficientes fundamentos, la sentencia no
será favorable.
De este modo, la acción sería también un derecho
subjetivo inspirado en el deber del Estado de otorgar
tutela jurídica y privilegiar la asistencia del principio
constitucional pro actione, ya sea para resolver
conflictos interpartes o bien, a los efectos de requerir la
fiscalización de la supremacía constitucional mediante
el ejercicio del control de constitucionalidad de las
normas y de la legalidad de los actos de gobierno
(públicos) o privados.

Además, tiene carácter procesal, porque más allá de la


garantía que supone, tiene como finalidad la protección
jurisdiccional.

Por ello, en último término, supone el derecho a la


jurisdicción.

Entonces, si por la acción existe el proceso, el


desarrollo de este sucede por la actividad de las partes,
de tal manera que la acción resulta del conjunto de las
actuaciones de las partes. Pero además, como vimos, la
acción es jurisdiccional: la acción procesal en su
juridicidad es petición del juicio y en último extremo
exigencia del derecho. Si el derecho no existe sin el
juicio, este no existe sin la acción.

Cuando se analiza la acción nos instalamos en los


presupuestos de entrada al proceso. En la teoría
general del proceso la legitimación en la causa supone
solicitar al que pide una suerte de acreditación de la
personalidad y del interés que reclama. Es una antesala
donde se debate el acceso al tribunal y donde se puede
postergar sine die la decisión de tener un juez que
entienda en la causa. No son cuestiones de
competencia, sino de representación del derecho
subjetivo y de la afectación que sufre el que pretende.

La expansión del interés en la causa (derechos difusos,


intereses colectivos, derechos de masas, acciones de
grupo, etc.) ha flexibilizado el cuadro de exigencias
rituales, pero el modelo procesal (de trámite,
propiamente dicho) no ha tenido cambios; de modo tal
que algunos procesos, como los constitucionales, se
debaten aún con este resabio incongruente que solo
atiende los problemas del afectado conocido y con un
daño directo e inmediato, sin remediar ni dar soluciones
a los conflictos globales.

LA PRETENSIÓN
Una de las características que distingue a las normas
jurídicas sustanciales es la coercibilidad, es decir, la
emisión de un deber que tiene que cumplir el
destinatario. Se diferencia así de otras “normas” o
“reglas” como las de cortesía.

Que una norma sea coercible significa que existe la


posibilidad de imponer su acatamiento y doblegar la
voluntad del renuente. Pero, hacen falta medios
complementarios que justifiquen esa actividad
compulsiva.

El primer movimiento constituye un pedido. Hacerse oír


ante las autoridades. En otros términos, una petición
que reclama aquella promesa de asistencia que
implícitamente contienen las normas de derecho.

Lo que se pide es una pretensión, y como tal, se


diferencia del derecho de acceder a los jueces. Una
cosa es la acción, otra la pretensión.

¿QUÉ ES LA PRETENSIÓN?

La pretensión es lo que se reclama ante el juez frente a


un destinatario, que es la parte demandada. Ese
reclamo corresponde a un conflicto de índole jurídica.

La pretensión no es algo que se tiene (como se posee


un derecho) sino algo que se hace. Es una actividad
que se relaciona directamente con el contenido volitivo
del derecho de acción, con el propósito de petición a la
autoridad y que reúne, además, requisitos de
admisibilidad, procedencia y fundabilidad.

El estudio de la pretensión, a diferencia de lo que ocurre


con el estudio de la acción, se centra en el análisis de la
actividad de reclamar fundadamente el bien de la vida a
que se aspira y que posee amparo legal, con
fundamento en el derecho subjetivo insatisfecho. Según
Guasp, el principal expositor de esta teoría, la
pretensión debe ubicarse entre la acción y la demanda.

Los distintos elementos que componen la pretensión


normalmente están desarrollados en la demanda. Pero
no debemos confundir ambos institutos, ya que esta
última, lejos de constituir el objeto del proceso, no es
más que un medio de promoverlo.

Por otra parte, una demanda puede contener más de


una pretensión, motivando un caso de acumulación
objetiva de pretensiones, o de acumulación subjetiva de
pretensiones; como así también podrían existir
pretensiones sin derecho y derechos sin pretensión.

CARACTERES DE LA PRETENSIÓN

1. Es un acto
2. Debe contener una declaración de voluntad
petitoria;
3. Debe ser deducida por una persona distinta;
4. Se requiere una afirmación de derecho.

PRETENSIÓN MATERIAL Y PRETENSIÓN


PROCESAL
La pretensión tiene dos aspectos claramente
identificables:

1. Lo que se pide (pretensión material);


2. Cómo se pide (la pretensión procesal).

Una refiere a los contenidos reclamados por el


accionante, y debe relacionar dicha actividad petitoria
con el derecho subjetivo que sustenta el reclamo (es
decir, con el derecho que da base y fundamento a la
demanda).

La pretensión material o sustancial es, en definitiva, el


reclamo que se concreta al sujeto pasivo con quien se
tiene una relación jurídica previa y un derecho
insatisfecho preexistente, con el objeto que dé
cumplimiento a lo prometido y elimine en el proceso la
resistencia a hacerlo.

Para que ello ocurra, esto es, para que el juez pueda
pronunciarse sobre la justicia del reclamo, es menester
incoar y tramitar un proceso contencioso con todas sus
etapas. De manera que la pretensión debe expresarse a
través de la realización de actos procesales en donde el
reclamante cumpla con determinadas cargas.

Este aspecto de la actividad de parte que se lleva a


cabo frente al juez, se denomina “pretensión procesal”.
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ELEMENTOS QUE COMPONEN LA PRETENSIÓN


PROCESAL

El Código Procesal Civil y Comercial de la Nación


recoge la clasificación tripartita de los elementos de la
pretensión procesal:

1. Sujetos: son ambas partes (actor y demandado)


que deberán concurrir con su pertinente
representación legal, según el caso y de acuerdo
la normativa de fondo y forma vigente, y
asistencia letrada obligatoria y el órgano
jurisdiccional, que puede ser unipersonal o
colegiado. Además, puede considerarse como
sujeto al juez.
2. Objeto: consiste en el efecto jurídico que se
quiere obtener. Obviamente no es un reclamo
heroico, sino el pedido claro y concreto para que
se dicte una sentencia favorable. Por ejemplo, en
una acción por desalojo el objeto es que el
domicilio sea desalojado. El objeto inmediato es
el pronunciamiento que se reclama. El objeto
mediato es el bien de la vida que se persigue en
la pretensión, por ejemplo, en el mismo caso es
recuperar el inmueble que me pertenece.
3. Causa: es el fundamento o título en cuya virtud
se pretende. No constituyen “causa” las
argumentaciones, sino los presupuestos fácticos
a los cuales se les asignan las consecuencias
jurídicas.

Cuando de la comparación de dos o más pretensiones


se concluye que ellas poseen sus tres elementos
iguales, se dirá que son “idénticas”. Esta “triple
identidad” es la que de ordinario origina el estado de
litispendencia, o la cosa juzgada.

De manera que, quien es requerido judicialmente en un


proceso cuyo objeto es una pretensión idéntica a otra,
pendiente de decisión o ya resuelta, podrá oponer las
excepciones de “litispendencia” o “cosa juzgada”,
respectivamente.

Si de dicho cotejo resulta que las pretensiones están


vinculadas por el objeto, o por la causa, o por ambos
elementos a la vez, se predicará que las mismas son
“conexas”. Esta cualidad podrá tener relevancia en
orden a las cuestiones de la acumulación de
pretensiones (arts. 87 y 88 CPCCN) y de la
acumulación de procesos (arts. 188 y siguientes
CPCCN).

Si ninguno de sus elementos es común, las


pretensiones serán extrañas entre sí y no originará esta
circunstancia ninguna consecuencia procesal.
LA JURISDICCIÓN
La jurisdicción es uno de los pilares donde se asienta el
derecho procesal, junto con la acción y el proceso.
Significa “decir el derecho” (juris-dictio), de manera que
para cumplir esta función es necesario señalar a
quienes lo pueden hacer. Pero es decirlo en el caso
concreto cuando se producen conflictos de intereses
subjetivos.

La jurisdicción es un poder y un deber, porque lo que


diga el juez es una norma jurídica que debemos
obedecer.

Esta función jurisdiccional se ejerce por un tercero


imparcial (juez) como repulsa a la justicia de mano
propia, debiendo el juez estar cualificado para juzgar a
través de las atribuciones que contiene el poder
jurisdiccional. De esta manera, las decisiones
jurisdiccionales son definitivas con autoridad de cosa
juzgada, esto es, con imposibilidad de revisarse lo
actuado salvo excepciones absolutamente justificadas.

AUTOCOMPOSICIÓN

En la autocomposición las partes se ponen de acuerdo.


Un ejemplo es el artículo 1641 del Código Civil y
Comercial, cuando dispone que la transacción es un
contrato por el cual las partes, para evitar un litigio, o
ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas,
extinguen obligaciones dudosas o litigiosas.

Formas de autocomposición

1. Unilaterales:
○ Allanamiento: supone el sometimiento
voluntario de una parte a la pretensión de
la otra. Para ser efectivo y producir
efectos jurídicos debe ser real, y sin
condiciones. También puede comprender
la totalidad o solo parte de la pretensión
que se le reclama.
○ Renuncia: se renuncia a ejercer un
derecho que se tiene. Ello significa que
en adelante no se podrá utilizar.
2. Bilaterales:
○ Desistimiento: consiste en el acto de
abandonar una demanda propuesta y en
trámite; con ello no se espera que se
dicte sentencia de fondo respecto del
derecho invocado como fundamento de la
demanda, conservando el derecho de
hacerlo en el futuro. Es decir, que puede
plantearse otro proceso con la misma
pretensión con posterioridad siempre y
cuando no esté prescripta la acción. Este
desistimiento debe contar con la
conformidad del demandado, de allí que
sea bilateral, pues en caso contrario el
proceso continúa.
○ Transacción: las partes, haciéndose
concesiones recíprocas extinguen
obligaciones litigiosas o dudosas.
○ Conciliación: es un acuerdo voluntario
entre las partes cuya aprobación se
somete a consideración del magistrado
competente. Puede ser judicial, cuando
se da dentro de un proceso en trámite; o
extrajudicial, si el convenio se logra fuera
de él.
○ Mediación: supone la injerencia e
intervención de un tercero, que no es el
juez, sino un amigable componedor,
designado por las partes quien acercará
fórmulas de acercamiento a las partes.
También el conflicto puede ser resuelto
por un árbitro quien decidirá el conflicto a
través de una resolución, la que deberá
ser acatada por quienes mantienen la
controversia.

Autotutela

Es una variante de la autocomposición, y sucede


cuando solo una de las partes, sin que la otra
intervenga, actúa por derecho propio en pos de
solucionar el conflicto. Es el caso, por ejemplo, del
propietario de un terreno de su propiedad tiene derecho
a cortar las raíces de un árbol perteneciente a un fundo
vecino (art.1982 del Código Civil y Comercial).

HETEROCOMPOSICIÓN

La heterocomposicion puede ser publica cuando


interviene el juez, es decir el Estado; o puede ser
privada cuando intervienen tribunales arbitrales
privados.

LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL
MISIÓN DEL JUEZ EN EL PROCESO

Desde una visión simple se podría afirmar que controla


y dirige los actos que las partes llevan a cabo para
decidir al final de la controversia, aplicando el derecho
o, como se decía en el derecho romano, dando a cada
uno lo suyo.

Pero un repaso más abarcativo, posibilita señalar tres


misiones del juez latinoamericano que lo distingue
respecto de un juez europeo:

1. Resolver los conflictos que las partes someten a


su consideración;
2. Controlar la constitucionalidad de las leyes que
se deban aplicar.
3. Controlar la legalidad de los actos
administrativos.

No toda la función jurisdiccional está reservada al Poder


Judicial, toda vez que también la ejerce el Poder
Ejecutivo a través de los Tribunales Administrativos y el
Poder Legislativo a través de, por ejemplo, el Poder
Legislativo.

Caracteres y extensión de la función jurisdiccional

● Es un poder;
● Es un deber;
● Es ejercida por órganos independientes;
● Es indelegable.

Atributos de la jurisdicción

1. Notio: facultad de conocer en la causa;


2. Vocatio: facultad de convocar a las partes;
3. Coertio o imperium: facultad de emplear la
fuerza pública para imponer el cumplimiento de
las decisiones judiciales dentro del trámite del
proceso;
4. Iudicium: facultad de juzgar;
5. Executio: facultad de ejecutar las resoluciones
mediante el uso de la fuerza pública.
Los árbitros no tienen todas estas atribuciones, porque
no tienen la potestad de coertio como así tampoco de
executio.

DIVISIÓN DE LAS MATERIAS EN LA FUNCIÓN


JUDICIAL

La actividad de los jueces se divide conforme el objeto


que las partes proponen. A veces se trata de resolver
conflictos entre sujetos en posiciones antagónicas,
denominándose esta intervención: jurisdicción
contenciosa; en otras, la actuación del juez proviene de
exigencias legales, o como contralor del orden público
exigido para la actividad propuesta, en cuyo caso, se
habla de jurisdicción voluntaria, que no es más que el
ejercicio de una función judicial de tipo administrativa
del Poder Judicial. En esta, propiamente, no hay
controversia entre partes, sino un conflicto en la
aplicación del derecho.

Un primer momento, demuestra que la jurisdicción


voluntaria –como la contenciosa– se activa a pedido de
la parte interesada, aun cuando no se reclame frente a
otro el conflicto generado por una disputa de intereses
contrapuestos. Un ejemplo de jurisdicción voluntaria es
la sucesión.

No hay pretensión, pues no se dirige frente a sujeto


determinado y distinto del que reclama, sino que
promedia una petición. En consecuencia, el interesado
tampoco es parte, sino participante o peticionario en el
proceso incoado.

La afirmación de que no existen partes o parte en el


proceso de jurisdicción voluntaria, supone desplazar la
noción de controversia, en tanto huelga su presencia y
el problema se suscita en la órbita de un derecho de
contenido privado, que debe resolver el órgano
jurisdiccional.

LOS JUECES

Caracteres

1. Son permanentes (como órganos);


2. Son sedentarios (solo cumplen funciones dentro
de la circunscripción territorial fijada como sede);
3. Son inamovibles (no son periódicos ni electivos y
conservan sus empleos mientras dure su buena
conducta);
4. Son letrados (deben tener el título de abogado)

Incompatibilidades

1. No pueden participar en política;


2. No pueden participar en el comercio;
3. No pueden ejercer otras actividades;
4. No pueden ejercer docencia primaria y
secundaria;
5. No pueden participar en juegos de azar
6. No pueden concurrir a lugares indecorosos.

Garantías

1. Inamovilidad
2. Remuneraciones intangibles

LA COMPETENCIA
Según Arazi, la competencia es el límite que la ley
señala para el ejercicio de la jurisdicción a cargo de
cada uno de los distintos órganos jurisdiccionales.

Para distribuir el ejercicio de la función jurisdiccional, a


cada órgano se le asigna determinada competencia.
Esta es la capacidad o aptitud que la ley reconoce o
asigna a un juez o tribunal para ejercer sus funciones
con respecto a una determinada categoría de asuntos o
durante una determinada etapa del proceso o dentro de
una determinada porción del territorio.

La competencia puede ser definida como la facultad


para ejercer la jurisdicción en un conjunto de asuntos
determinados. Esto implica que la competencia es la
medida en que se puede ejercitar la jurisdicción.
DETERMINACIÓN DE LA COMPETENCIA DEL
ÓRGANO JUDICIAL

El órgano judicial que recibe la demanda debe tener


jurisdicción, esto es, que quien vaya a representar el
poder-deber de juzgar cuente con los atributos
exclusivos y excluyentes que acreditan la función.

Objetivamente, la competencia adscribe al conjunto de


causas o asuntos en los que el juez interviene en razón
de una disposición legal que lo autoriza; en tanto que
subjetivamente, el mismo juez limita su actuación a las
materias y territorios asignados.

La competencia puede clasificarse sobre la base de


cuatro criterios fundamentales:

1. Objetivo: el juez asume la potestad judicial de


acuerdo con la naturaleza y monto del conflicto y
la especialidad que posee. Encontramos así, por
ejemplo, reparticiones por cuestiones civiles,
comerciales, laborales,
contenciosoadministrativas, penales, etcétera.
2. Territorial: se relaciona con la circunscripción
territorial dentro del cual el juez puede ejercer su
jurisdicción y contempla la proximidad del juez
con alguno de los elementos de la pretensión.
3. Funcional: se trata de la función que tiene el
juez en la etapa que interviene; serán entonces,
jueces de primera instancia, de alzada o segunda
instancia, superior Tribunales o Ministros de la
Corte Nacional.
4. Tiempo: cuando el número de causas es de
crecimiento constante y regular, algunos
sistemas deciden asignar competencia en turnos
que ocupan espacios de tiempo determinados,
dentro de los cuales aquellos sucesos ocurridos
en él, se deben resolver ante el Juzgado que
cumplía dicho turno. Atiende solo a
circunstancias de hecho, aun cuando obran
congraciados con los restantes mecanismos de
asignación.

Como consecuencia del doble orden judicial instituido


por nuestra Constitución, corresponde admitir una
primera y fundamental división de la competencia en
ordinaria y federal, representativa de la autonomía de
las provincias y de la nación, respectivamente.

COMPETENCIA ORDINARIA

Si alguna causa versa sobre algún punto regido por el


Código Civil y Comercial, Penal, de Minería y del
Trabajo o Seguridad Social, en principio, tendrán
competencia los tribunales provinciales, es decir, la
justicia ordinaria, salvo que de las características de las
cosas o personas en conflicto deba intervenir la justicia
federal. Esto está previsto en el artículo 75 inciso 12, el
resto de los incisos del artículo 75 regulan la
competencia de los jueces federales (ejemplo
navegación).

Por ejemplo, si se suscita una causa por incumplimiento


contractual en la Provincia de Mendoza entre dos
personas comunes, intervendrá la justicia provincial. En
cambio, si una de las partes fuere un embajador,
intervendrá la justicia federal.

COMPETENCIA FEDERAL

Es la aptitud reconocida a los órganos que integran el


Poder Judicial Federal para ejercer sus funciones
respecto de determinada categoría de personas y de la
aplicación de determinada categoría de leyes.

1. Personas: estado nacional, vecinos de distintas


provincias, ciudadanos argentinos y extranjeros,
etc.
2. Leyes: dictadas por el Congreso Federal en
ejercicio de las potestades conferidas por el
artículo 75, menos el inciso 12. (Patentes de
invención, marcas, transporte terrestre, correos,
telecomunicaciones, enrolamiento, aduanas,
expropiación, ferrocarriles, contrabando,
narcotráfico, etc.)
La competencia federal es exclusiva y excluyente.

A la competencia federal se le añade, además de los


criterios anteriormente expuestos, el criterio personal
(competencia por razón de las personas) emergente de
la calidad o condición de las partes (personas de
derecho público, diplomáticos, etc.) o de su
nacionalidad o vecindad. Esto implica que si una de las
partes o ambas partes son el Estado, tiene que resolver
un tribunal federal.

Artículo 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los


tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento y
decisión de todas las causas que versen sobre puntos
regidos por la Constitución, y por las leyes de la Nación,
con la reserva hecha en el inc. 12 del Artículo 75: y por
los tratados con las naciones extranjeras: de las causas
concernientes a embajadores, ministros públicos y
cónsules extranjeros: de las causas de almirantazgo y
jurisdicción marítima: de los asuntos en que la Nación
sea parte: de las causas que se susciten entre dos o
más provincias; entre una provincia y los vecinos de
otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y entre
una provincia o sus vecinos, contra un Estado o
ciudadano extranjero.

Artículo 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá


su jurisdicción por apelación según las reglas y
excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos
los asuntos concernientes a embajadores, ministros y
cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia
fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.

Artículo 118.- Todos los juicios criminales ordinarios,


que no se deriven del derecho de acusación concedido
a la Cámara de Diputados se terminarán por jurados,
luego que se establezca en la República esta
institución. La actuación de estos juicios se hará en la
misma provincia donde se hubiere cometido el delito;
pero cuando éste se cometa fuera de los límites de la
Nación, contra el derecho de gentes, el Congreso
determinará por una ley especial el lugar en que haya
de seguirse el juicio.

Artículo 119.- La traición contra la Nación consistirá


únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse
a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro. El
Congreso fijará por una ley especial la pena de este
delito; pero ella no pasará de la persona del
delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus
parientes de cualquier grado.

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COMPETENCIA EN CABA

1. Tribunales ordinarios:
1. Tribunales ordinarios de CABA: Fuero
contencioso-administrativo y tributario y
Fuero Contravencional, Penal y de Faltas.
2. Tribunales Nacionales de Primera
Instancia: Son juzgados ordinarios de
primera instancia.
2. Justicia Federal CABA

CARACTERES DE LA COMPETENCIA

1. Absoluta: es improrrogable, salvo la


competencia territorial en causas patrimoniales y
la competencia personal en caso de distinta
nacionalidad de una de las partes.

Art. 1° – La competencia atribuida a los tribunales


nacionales es improrrogable.

Sin perjuicio de lo dispuesto por los tratados


internacionales y por el artículo 12, inciso 4, de la Ley
48, exceptúase la competencia territorial en asuntos
exclusivamente patrimoniales, que podrá ser prorrogada
de conformidad de partes. Si estos asuntos son de
índole internacional, la prórroga podrá admitirse aún a
favor de jueces extranjeros o de árbitros que actúen
fuera de la República, salvo en los casos en que los
tribunales argentinos tienen jurisdicción exclusiva o
cuando la prórroga está prohibida por Ley.

● Indelegable: ningún juez puede delegar a otro su


competencia ni ejercer la de otro por delegación.

Art. 3° – La competencia tampoco podrá ser delegada,


pero está permitido encomendar a los jueces de otras
localidades la realización de diligencias determinadas.

Los jueces nacionales podrán cometer directamente


dichas diligencias, si fuere el caso, a los jueces de paz o
alcaldes de provincias.

DETERMINACIÓN DE LA COMPETENCIA

1. Conforme las normas vigentes al momento de


iniciación del proceso.
2. Conforme los elementos integrantes de la
pretensión, y no de las defensas opuestas por el
demandado.

Reglas Generales

Art. 5° – La competencia se determinará por la


naturaleza de las pretensiones deducidas en la
demanda y no por las defensas opuestas por el
demandado. Con excepción de los casos de prórroga
expresa o tácita, cuando procediere, y sin perjuicio de
las reglas especiales contenidas en este Código y en
otras leyes, será juez competente:

1) Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes


inmuebles, el del lugar donde esté situada la cosa
litigiosa. Si éstas fuesen varias, o una sola pero situada
en diferentes jurisdicciones judiciales, será el del lugar
de cualquiera de ellas o de alguna de sus partes,
siempre que allí tenga su domicilio el demandado. No
concurriendo tal circunstancia, será el del lugar en que
esté situada cualquiera de ellas, a elección del actor.

La misma regla regirá respecto de las acciones


posesorias, interdictos, restricción y límites del dominio,
medianería, declarativa de la prescripción adquisitiva,
mensura y deslinde y división de condominio.

2) Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes


muebles, el del lugar en que se encuentren o el del
domicilio del demandado, a elección del actor. Si la
acción versare sobre bienes muebles e inmuebles
conjuntamente, el del lugar donde estuvieran situados
estos últimos.

3) Cuando se ejerciten acciones personales, el del lugar


en que deba cumplirse la obligación expresa o
implícitamente establecido conforme a los elementos
aportados en el juicio y, en su defecto, a elección del
actor, el del domicilio del demandado o el del lugar del
contrato, siempre que el demandado se encuentre en
él, aunque sea accidentalmente, en el momento de la
notificación.

El que no tuviere domicilio fijo podrá ser demandado en


el lugar en que se encuentre o en el de su última
residencia.

4) En las acciones personales derivadas de delitos o


cuasidelitos, el lugar del hecho o el del domicilio del
demandado, a elección del actor.

5) En las acciones personales, cuando sean varios los


demandados y se trate de obligaciones indivisibles o
solidarias, el del domicilio de cualquiera de ellos, a
elección del actor.

6) En las acciones sobre rendición de cuentas, el del


lugar donde éstas deban presentarse, y no estando
determinado, a elección del actor, el del domicilio de la
administración o el del lugar en que se hubiere
administrado el principal de los bienes. En la demanda
por aprobación de cuentas regirá la misma regla, pero si
no estuviere especificado el lugar donde éstas deban
presentarse, podrá serlo también el del domicilio del
acreedor de las cuentas, a elección del actor.
7) En las acciones fiscales por cobro de impuestos,
tasas o multas y salvo disposición en contrario, el del
lugar del bien o actividad gravados o sometidos a
inspección, inscripción o fiscalización, el del lugar en
que deban pagarse o el del domicilio del deudor, a
elección del actor. La conexidad no modificará esta
regla.

8) En las acciones de separación personal, divorcio


vincular y nulidad de matrimonio así como las que
versaren sobre los efectos del matrimonio, el del último
domicilio conyugal efectivo o el del domicilio del
cónyuge demandado a elección del cónyuge actor. Si
uno de los cónyuges no tuviera su domicilio en la
República, la acción podrá ser intentada ante el juez del
último domicilio que hubiera tenido en ella, si el
matrimonio se hubiere celebrado en la República. No
probado dónde estuvo radicado el último domicilio
conyugal, se aplicarán las reglas comunes sobre
competencia.

En los procesos por declaración de incapacidad por


demencia o sordomudez, y en los derivados de los
supuestos previstos en el artículo 152 bis del Código
Civil, el del domicilio del presunto incapaz o inhabilitado;
en su defecto, el de su residencia. En los de
rehabilitación, el que declaró la interdicción.
9) En los pedidos de segunda copia o de rectificación
de errores de escrituras públicas, el del lugar donde se
otorgaron o protocolizaron.

10) En la protocolización de testamentos, el del lugar


donde debe iniciarse la sucesión.

11) En las acciones que derivan de las relaciones


societarias, el del lugar del domicilio social inscripto. Si
la sociedad no requiere inscripción, el del lugar del
domicilio fijado en el contrato; en su defecto o
tratándose de sociedad irregular o de hecho, el del lugar
de la sede social.

12) En los procesos voluntarios, el del domicilio de la


persona en cuyo interés se promueven, salvo en el
proceso sucesorio o disposición en contrario.

13) Cuando se ejercite la acción por cobro de expensas


comunes de inmuebles sujetos al régimen de propiedad
horizontal o cualquier otra acción derivada de la
aplicación de ese régimen, el del lugar de la unidad
funcional de que se trate.

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Reglas Especiales
Art. 6° – A falta de otras disposiciones será tribunal
competente:

1) En los incidentes, tercerías, obligaciones de garantía,


citación de evicción, cumplimiento de acuerdos de
conciliación o transacción celebrados en juicio,
ejecución de sentencia, regulación y ejecución de
honorarios y costas devengadas en el proceso, y
acciones accesorias en general, el del proceso principal.

2) En los juicios de separación de bienes y liquidación


de la sociedad conyugal, el del juicio de divorcio o
nulidad de matrimonio.

3) En la exclusión del cónyuge, tenencia de hijos,


régimen de visitas, alimentos y litisexpensas, el del
juicio de divorcio, de separación personal, o de nulidad
de matrimonio, mientras durare la tramitación de estos
últimos. Si aquéllos se hubiesen iniciado con
anterioridad, pasarán a tramitar ante el juzgado donde
quedare radicado el juicio de divorcio, de separación
personal, o de nulidad de matrimonio.

No existiendo juicio de divorcio, de separación personal


o de nulidad de matrimonio en trámite, y no probado
dónde estuvo radicado el último domicilio conyugal, se
aplicarán las reglas comunes sobre competencia.
Mediando juicio de inhabilitación, el pedido de alimentos
contra el inhabilitado deberá promoverse ante el
juzgado donde se sustancia aquél.

4) En las medidas preliminares y precautorias, el que


deba conocer en el proceso principal.

5) En el pedido de beneficio de litigar sin gastos, el que


deba conocer en el juicio en que aquél se hará valer.

6) En el juicio ordinario que se inicie como


consecuencia del ejecutivo, el que entendió en éste.

7) En el pedido de determinación de la responsabilidad


establecida en el artículo 208, el que decretó las
medidas cautelares; en el supuesto del artículo 196,
aquél cuya competencia para intervenir hubiese sido en
definitiva fijada.

EXCEPCIONES A LAS REGLAS DE LA


COMPETENCIA

1. Por conformidad de partes: PRÓRROGA


expresa (por una cláusula contractual) o tácita
(ante una demanda efectuada en otro lugar
contestar sin pedir la excepción) de la
competencia territorial o personal.
Art. 2° – La prórroga se operará si surgiere de convenio
escrito mediante el cual los interesados manifiesten
explícitamente su decisión de someterse a la
competencia del juez a quien acuden. Asimismo, para el
actor, por el hecho de entablar la demanda; y respecto
del demandado, cuando la contestare, dejare de hacerlo
u opusiere excepciones previas sin articular la
declinatoria.

● Por ley:
○ Fuero de atracción: juicios universales
(sucesión y quiebra);
○ Conexidad: cuando hay un asunto
conexo con otro y que tramitan en
juzgados distintos.

FORMAS DE CUESTIONAR LA COMPETENCIA

Hay dos formas de cuestionar la competencia de un


juez en una causa determinada:

1. Declinatoria: el demandado se presenta ante el


juez interviniente que lo convocó a contestar la
demanda, y le solicita que se declare
incompetente. Esta es la llamada excepción de
incompetencia.
2. Inhibitoria: el demandado se presenta ante otro
juez a quien considera competente, relatándole
sucintamente las vicisitudes de la causa y
solicitándole que se declare competente y remita
un oficio al juez interviniente pidiéndoles que se
inhiba de entender en el asunto y le remita el
expediente. (artículos 8, 9, 10, 11, 12 CPCCN)

Declinatoria e inhibitoria

Art. 8° – La declinatoria se sustanciará como las demás


excepciones previas y, declarada procedente, se
remitirá la causa al juez tenido por competente.

La inhibitoria podrá plantearse hasta el momento de


oponer excepciones o de contestar la demanda si aquel
trámite no se hallare establecido como previo en el
proceso de que se trata.

Planteamiento y decisión de la inhibitoria

Art. 9° – Si entablada la inhibitoria el juez se declarase


competente, librará oficio o exhorto acompañando
testimonio del escrito en que se hubiere planteado la
cuestión, de la resolución recaída y demás recaudos
que estime necesarios para fundar su competencia.

Solicitará, asimismo, la remisión del expediente o, en su


defecto, su elevación al tribunal competente para dirimir
la contienda.
La resolución sólo será apelable si se declarase
incompetente.

Tramite de la inhibitoria ante el juez requerido

Art. 10. – Recibido el oficio o exhorto, el juez requerido


se pronunciará aceptando o no la inhibición.

Sólo en el primer caso su resolución será apelable. Una


vez consentida o ejecutoriada, remitirá la causa al
tribunal requirente, emplazando a las partes para que
comparezcan ante él a usar de su derecho.

Si mantuviese su competencia, enviará sin otra


sustanciación las actuaciones al tribunal competente
para dirimir la contienda y lo comunicará sin demora al
tribunal requirente para qué remita las suyas.

Tramite de la inhibitoria ante el tribunal superior

Art. 11. – Dentro de los cinco (5) días de recibidas las


actuaciones de ambos jueces, el tribunal superior
resolverá la contienda sin más sustanciación y las
devolverá al que declare competente, informando al otro
por oficio o exhorto.

Si el juez que requirió la inhibitoria no remitiere las


actuaciones dentro de un plazo prudencial a juicio del
tribunal superior, éste lo intimará para que lo haga en un
plazo de DIEZ (10) a QUINCE (15) días, según la
distancia, bajo apercibimiento de tenerlo por desistido
de su pretensión.

Sustanciación

Art. 12. – Las cuestiones de competencia se


sustanciarán por vía de incidente. No suspende el
procedimiento, el que seguirá su trámite por ante el juez
que previno, salvo que se tratare de cuestiones de
competencia en razón del territorio.

Contienda negativa y conocimiento simultáneo

Art. 13. – En caso de contienda negativa o cuando DOS


(2) o más jueces se encontraren conociendo de un
mismo proceso, cualquiera de ellos podrá plantear la
cuestión de acuerdo con el procedimiento establecido
en los artículos 9 a 12.

DECLARACION DE INCOMPETENCIA

Art. 4° – Toda demanda deberá interponerse ante juez


competente, y siempre que de la exposición de los
hechos resultare no ser de la competencia del juez ante
quien se deduce, deberá dicho juez inhibirse de oficio.

Consentida o ejecutoriada la respectiva resolución, se


remitirá la causa al juez tenido por competente.
En los asuntos exclusivamente patrimoniales no
procederá la declaración de incompetencia de oficio,
fundada en razón del territorio.

RECUSACIÓN Y EXCUSACIÓN

RECUSACIÓN
Se denomina recusación al remedio legal de que los
litigantes pueden valerse para excluir al juez del
conocimiento de la causa, en el supuesto de que las
relaciones o actitudes de aquél con alguna de las partes
o con la materia del proceso sean susceptibles de poner
en duda la imparcialidad de sus decisiones.

La recusación procede contra las personas y no contra


los órganos.

RECUSACION SIN EXPRESION DE CAUSA

Art. 14. – Los jueces de primera instancia podrán ser


recusados sin expresión de causa.

El actor podrá ejercer esta facultad al entablar la


demanda o en su primera presentación; el demandado,
en su primera presentación, antes o al tiempo de
contestarla, o de oponer excepciones en el juicio
ejecutivo, o de comparecer a la audiencia señalada
como primer acto procesal.

Si el demandado no cumpliere esos actos, no podrá


ejercer en adelante la facultad que le confiere este
artículo.

También podrá ser recusado sin expresión de causa un


juez de las cámaras de apelaciones, al día siguiente de
la notificación de la primera providencia que se dicte.

No procede la recusación sin expresión de causa en el


proceso sumarísimo ni en las tercerías, en el juicio de
desalojo y en los procesos de ejecución.

Aunque la ley se refiere al actor y al demandado,


también pueden recusar sin causa quienes lleguen a
adquirir el carácter de partes en el proceso, como
ocurre con el tercero coadyuvante cuya intervención
hubiese sido admitida, o con el presunto beneficiario de
la transferencia de la locación cuya validez se cuestiona
en el juicio de desalojo.

Límites

Art. 15. – La facultad de recusar sin expresión de causa


podrá usarse UNA (1) vez en cada caso. Cuando sean
varios los actores o los demandados, sólo UNO (1) de
ellos podrá ejercerla.
Consecuencias

Art. 16. – Deducida la recusación sin expresión de


causa, el juez recusado se inhibirá pasando las
actuaciones, dentro del primer día hábil siguiente, al
que le sigue en el orden del turno, sin que por ello se
suspendan el trámite, los plazos, ni el cumplimiento de
las diligencias ya ordenadas.

Si la primera presentación del demandado fuere


posterior a los actos indicados en el segundo párrafo
del artículo 14, y en ella promoviere la nulidad de los
procedimientos recusando sin expresión de causa,
dicha nulidad será resuelta por el juez recusado.

La recusación sin causa determina el inmediato


desprendimiento de los autos por parte del juez
recusado y su envío al juez que sigue en orden del
turno, sin que el primero pueda, bajo pena de nulidad,
producir actuación alguna en el expediente, como no
sea proveer sobre la recusación. El juez recusado, sin
embargo, tiene facultades para examinar la oportunidad
de la recusación y el carácter de parte de quien la
deduce. En consecuencia, puede desestimar la
recusación deducida fuera de las oportunidades antes
mencionadas, o por quien no reviste la calidad de parte.

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RECUSACION CON EXPRESION DE CAUSA

Art. 17. – Serán causas legales de recusación:

1) El parentesco por consanguinidad dentro del cuarto


grado y segundo de afinidad con alguna de las partes,
sus mandatarios o letrados.

2) Tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro


del grado expresado en el inciso anterior, interés en el
pleito o en otro semejante, o sociedad o comunidad con
alguno de los litigantes, procuradores o abogados, salvo
que la sociedad fuese anónima.

3) Tener el juez pleito pendiente con el recusante.

4) Ser el juez acreedor, deudor o fiador de alguna de las


partes, con excepción de los bancos oficiales.

5) Ser o haber sido el juez autor de denuncia o querella


contra el recusante, o denunciado o querellado por éste
con anterioridad a la iniciación del pleito.

6) Ser o haber sido el juez denunciado por el recusante


en los términos de la ley de enjuiciamiento de
magistrados, siempre que la Corte Suprema hubiere
dispuesto dar curso a la denuncia.
7) Haber sido el juez defensor de alguno de los
litigantes o emitido opinión o dictamen o dado
recomendaciones acerca del pleito, antes o después de
comenzado.

8) Haber recibido el juez beneficios de importancia de


alguna de las partes.

9) Tener el juez con alguno de los litigantes amistad que


se manifieste por gran familiaridad o frecuencia en el
trato.

10) Tener contra el recusante enemistad, odio o


resentimiento que se manifieste por hechos conocidos.
En ningún caso procederá la recusación por ataques u
ofensa inferidas al juez después que hubiere
comenzado a conocer del asunto.

Oportunidad

Art. 18 – La recusación deberá ser deducida por


cualquiera de las partes en las oportunidades previstas
en el artículo 14. Si la causal fuere sobreviniente, sólo
podrá hacerse valer dentro de quinto día de haber
llegado a conocimiento del recusante y antes de quedar
el expediente en estado de sentencia.

Tribunal competente para conocer de la recusación


Art. 19. – Cuando se recusare a UNO (1) o más jueces
de la Corte Suprema o de una cámara de apelaciones,
conocerán los que queden hábiles, integrándose el
tribunal, si procediere, en la forma prescripta por la ley
orgánica y el Reglamento para la Justicia Nacional.

De la recusación de los jueces de primera instancia


conocerá la cámara de apelaciones respectiva.

Forma de deducir la recusación

Art. 20. – La recusación se deducirá ante el juez


recusado y ante la Corte Suprema o cámara de
apelaciones, cuando lo fuese de UNO (1) de sus
miembros.

En el escrito correspondiente, se expresarán las causas


de la recusación, y se propondrá y acompañará, en su
caso, toda la prueba de que el recusante intentare
valerse.

La recusación debe deducirse ante el juez recusado, o


ante la Corte Suprema o cámara de apelaciones
respectiva, cuando lo fuese de uno de sus miembros,
pero la procedencia de aquélla no puede, en ningún
caso, ser decidida por el juez recusado, sino por el
tribunal jerárquicamente superior (cámara de
apelaciones) si se trata de un juez de primera instancia
o por el mismo tribunal a que pertenece si se trata de un
juez de cámara o de Corte.

El incidente de recusación se inicia mediante un escrito


en el cual la parte que recusa debe expresar la causa
de la recusación, y proponer y acompañar, en su caso,
toda la prueba de que intenta valerse. Los testigos
ofrecidos no pueden exceder de tres.

Rechazo «in limine»

Art. 21. – Si en el escrito mencionado en el artículo


anterior no se alegase concretamente alguna de las
causas contenidas en el artículo 17, o la que se invoca
fuere manifiestamente improcedente, o si se presentase
fuera de las oportunidades previstas en los artículos 14
y 18, la recusación será desechada, sin darle curso, por
el tribunal competente para conocer de ella.

Abierto el incidente de recusación mediante la


presentación del escrito correspondiente, el juez
recusado debe, dentro de los cinco días, remitir a la
cámara dicho escrito con un informe sobre las causas
alegadas, y pasar el expediente principal al juez que
sigue en el orden del turno o, donde no lo hubiere, al
subrogante legal para que continúe su sustanciación. El
trámite del incidente de recusación no suspende, por lo
tanto, los procedimientos del juicio, que continúa
sustanciándose ante el juez subrogante.
El procedimiento ante la cámara (sin perjuicio de la
facultad que a ésta otorga el citado art. 21), varía según
que del informe elevado por el juez resultare la exactitud
de los hechos, o éstos hubiesen sido negados. En el
primer caso se tendrá al juez por separado de la causa;
en el segundo, se recibirá el incidente a prueba por el
plazo de diez días o la ampliación que corresponda
según la distancia, vencido el cual se agregarán las
pruebas producidas, se dará vista al juez recusado y se
resolverá el incidente dentro de cinco días de
contestada aquélla o vencido el plazo para hacerlo
(CPN, arts. 24, 25y 27). Cabe puntualizar, sin embargo,
que aun cuando el juez haya reconocido la exactitud de
los hechos alegados como fundamento de la
recusación, la cámara puede desestimarla si considera
que tales hechos no encuadran en alguna de las
causales previstas por la ley.

Si la recusación fuese desechada, corresponde hacer


saber la resolución al juez subrogante a fin de que
devuelva los autos al juez recusado. Si fuese admitida,
los autos quedan radicados ante el juez subrogante con
noticia al juez recusado, aun cuando con posterioridad
desaparezcan las causas quela originaron (CPN, art.
28).

Cuando la recusación se deduzca contra uno de los


jueces de la Corte Suprema o de las cámaras de
apelaciones, aquélla debe serle comunicada a fin de
que informe sobre las causas alegadas (CPN, art. 22).
Si el recusado reconociese los hechos se lo tendrá por
separado de la causa (sin perjuicio de la facultad de
apreciación precedentemente mencionada); si los
negase, se procederá a sustanciar el incidente, que
tramitará en expediente por separado en la forma más
arriba descripta (CPN, art. 23). Conocen de la
recusación los jueces que quedan hábiles, debiendo
integrarse el tribunal, si correspondiese, en la forma
prescripta por la ley orgánica y el RJN (CPN, art. 19).

Si se hace lugar a la recusación, siguen conociendo en


la causa el o los integrantes o sustitutos legales que
hubiesen resuelto el incidente (CPN, art. 28, párr. 3º).

A título de sanción contra el litigante que se vale de la


recusación como instrumento meramente dilatorio,
dispone el art. 29 CPN, que, desestimada una
recusación con causa, se aplicarán las costas y una
multa de hasta cierta suma por cada recusación, si ésta
fuere calificada de maliciosa por la resolución
desestimatoria.

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EXCUSACIÓN
La excusación tiene lugar, en cambio, cuando
concurriendo las mencionadas circunstancias, el juez se
inhibe espontáneamente de conocer en el juicio.

«Todo juez que se hallare comprendido en alguna de


las causas de recusación mencionadas en el artículo 17
—dice el art. 30 CPN— deberá excusarse. Asimismo,
podrá hacerlo cuando existan otras causas que le
impongan abstenerse de conocer en el juicio, fundadas
en motivos graves de decoro o delicadeza. No será
nunca motivo de excusación el parentesco con otros
funcionarios que intervengan en el cumplimiento de sus
deberes».

Las partes no pueden oponerse a la excusación ni


dispensar las causales invocadas. En el supuesto de
que el juez que sigue en el orden del turno entienda que
aquélla no procede, corresponde formar incidente por
separado y remitirlo sin más trámite al tribunal de
alzada, sin que ello paralice la sustanciación de la
causa. Si la excusación es aceptada, el expediente
queda radicado en el juzgado que corresponde, aun
cuando con posterioridad desaparezcan las causas que
la originaron (CPN, art.31). El art. 32 del Código,
finalmente, establece que incurrirá en la causal de «mal
desempeño», en los términos de la ley de
enjuiciamiento de magistrados (actualmente de
conformidad con los arts. 53 y115 de la CN), el juez a
quien se probare que estaba impedido de entender en
el asunto y haya dictado en él resolución que no sea de
mero trámite.

RÉGIMEN DE NOTIFICACIONES
Son los actos procesales mediante los cuales se pone
en conocimiento de las partes o de terceros, el
contenido de las resoluciones judiciales.

Actos mediante los cuales se pone en conocimiento de


las partes o de terceros el contenido de una resolución
judicial. Su finalidad consiste en asegurar el principio de
contradicción y marcar el comienzo de los plazos.

NOTIFICACIÓN POR MINISTERIO DE LA LEY

Este tipo de notificación es también conocida “por nota”


o “automática”. Esta es la regla de las notificaciones. Se
funda en la imposibilidad de conminar a las partes para
que comparezcan a notificarse y en la necesidad de
evitar dilaciones. Se produce los días martes y viernes y
si fueren inhábiles, el martes o viernes inmediato hábil
posterior.

Art. 133. – Salvo los casos en que procede la


notificación por cédula y sin perjuicio de lo dispuesto en
el artículo siguiente, las resoluciones judiciales
quedarán notificadas en todas las instancias los días
martes y viernes. Si uno de ellos fuere feriado, la
notificación tendrá lugar el siguiente día de nota.

No se considerará cumplida tal notificación:

1. Si el expediente no se encontrare en el tribunal.


2. Si hallándose en él, no se exhibiere a quien lo
solicita y se hiciera constar tal circunstancia en el
libro de asistencia por las personas indicadas en
el artículo siguiente, que deberá llevarse a ese
efecto.

Incurrirá en falta grave el prosecretario administrativo


que no mantenga a disposición de los litigantes o
profesionales el libro mencionado.

NOTIFICACION TÁCITA

Art. 134. – El retiro del expediente, conforme al artículo


127, importará la notificación de todas las resoluciones.

El retiro de las copias de escritos por la parte, o su


apoderado, o su letrado o persona autorizada en el
expediente, implica notificación personal del traslado
que respecto del contenido de aquellos se hubiere
conferido.

NOTIFICACION PERSONAL
Se produce en el expediente, mediante diligencia
extendida por el prosecretario administrativo que con
indicación de fecha debe ser firmada por el interesado.
(art. 142 y 143). La notificación de las vistas a
funcionarios también es personal puesto que se les
lleva el expediente a sus despachos.

NOTIFICACIÓN POR CEDULA

Se produce en el domicilio de las partes o sus


representantes. La cédula es un escrito firmado por el
abogado o por el secretario o prosecretario del juzgado,
que tiene como fin comunicar una resolución judicial.

La cedula es un documento que consta de un original y


una copia y que debe contener todos los datos de aquel
a quien se pretende notificar.

Art. 135. – Sólo serán notificadas personalmente o por


cédula las siguientes resoluciones:

1. La que dispone el traslado de la demanda, de la


reconvención y de los documentos que se
acompañen con sus contestaciones.
2. La que dispone correr traslado de las
excepciones y la que las resuelva.
3. La que ordena la apertura a prueba y designa
audiencia preliminar conforme al artículo 360.La
que declare la cuestión de puro derecho, salvo
que ello ocurra en la audiencia preliminar.
4. Las que se dicten entre el llamamiento para la
sentencia y ésta.
5. Las que ordenan intimaciones, o apercibimientos
no establecidos directamente por la ley, hacen
saber medidas cautelares o su modificación o
levantamiento, o disponen la reanudación de
plazos suspendidos por tiempo indeterminado, o
aplican correcciones disciplinarias.
6. La providencia que hace saber la devolución del
expediente, cuando no haya habido notificación
de la resolución de alzada o cuando tenga por
objeto reanudar plazos suspendidos por tiempo
indeterminado.
7. La primera providencia que se dicte después que
un expediente haya vuelto del archivo de los
tribunales, o haya estado paralizado o fuera de
secretaría más de tres meses.
8. Las que disponen vista de liquidaciones.
9. La que ordena el traslado del pedido de
levantamiento de embargo sin tercería.
10. La que dispone la citación de personas
extrañas al proceso.
11. Las que se dicten como consecuencia de un
acto procesal realizado antes de la oportunidad
que la ley señala para su cumplimiento.
12. Las sentencias definitivas y las interlocutorias
con fuerza de tales y sus aclaratorias con
excepción de las que resuelvan caducidad de la
prueba por negligencia.
13. La providencia que deniega los recursos
extraordinarios.
14. La providencia que hace saber el juez o
tribunal que va a conocer en caso de recusación,
excusación o admisión de la excepción de
incompetencia.
15. La que dispone el traslado del pedido de
caducidad de la instancia.
16. La que dispone el traslado de la prescripción
en los supuestos del artículo 346, párrafos
segundo y tercero.
17. Las demás resoluciones de que se haga
mención expresa en la ley o determine el
Tribunal excepcionalmente, por resolución
fundada.

No se notificarán mediante cédula las decisiones


dictadas en la audiencia preliminar a quienes se
hallaren presentes o debieron encontrarse en ella.

Los funcionarios judiciales quedarán notificados el día


de la recepción del expediente en su despacho.
Deberán devolverlo dentro del tercer día, bajo
apercibimiento de las medidas disciplinarias a que
hubiere lugar.
No son aplicables las disposiciones contenidas en el
párrafo precedente al Procurador General de la Nación,
al Defensor General de la Nación, a los Procuradores
Fiscales de la Corte Suprema, a los Procuradores
Fiscales de Cámara, y a los Defensores Generales de
Cámara, quienes serán notificados personalmente en su
despacho.

Medios de notificación

Art. 136. – En los casos en que este Código u otras


leyes establezcan la notificación por cédula, ella
también podrá realizarse por los siguientes medios:

1. Acta notarial.Telegrama con copia certificada y


aviso de entrega.Carta documento con aviso de
entrega.

La notificación de los traslados de demanda,


reconvención, citación de personas extrañas al juicio, la
sentencia definitiva y todas aquellas que deban
efectuarse con entrega de copias, se efectuarán
únicamente por cédula o acta notarial, sin perjuicio de la
facultad reglamentaria concedida a la Corte Suprema de
Justicia.
Se tendrá por cumplimentada la entrega de copias si se
transcribe su contenido en la carta documento o
telegrama.

La elección del medio de notificación se realizará por los


letrados, sin necesidad de manifestación alguna en las
actuaciones.

Los gastos que arrojen las notificaciones integrarán la


condena en costas.

Ante el fracaso de una diligencia de notificación no será


necesaria la reiteración de la solicitud del libramiento de
una nueva, la que incluso podrá ser intentada por otra
vía.

Contenido y firma de la cedula

Art. 137. – La cédula y los demás medios previstos en


el artículo precedente contendrán:

1. Nombre y apellido de la persona a notificar o


designación que corresponda y su domicilio, con
indicación del carácter de éste.
2. Juicio en que se practica.
3. Juzgado y secretaría en que tramita el juicio.
4. Transcripción de la parte pertinente de la
resolución.
5. Objeto, claramente expresado, si no resultare de
la resolución transcripta. En caso de
acompañarse copias de escritos o documentos,
la pieza deberá contener detalle preciso de
aquéllas.

El documento mediante el cual se notifique será


suscripto por el letrado patrocinante de la parte que
tenga interés en la notificación o por el síndico, tutor o
curador ad litem notario, secretario o prosecretario en
su caso, quienes deberán aclarar su firma con el sello
correspondiente.

La presentación del documento a que se refiere esta


norma en la Secretaría del Tribunal, oficina de Correos
o el requerimiento al notario, importará la notificación de
la parte patrocinada o representada.

Deberán estar firmados por el secretario o prosecretario


los instrumentos que notifiquen medidas cautelares o
entrega de bienes y aquellos en que no intervenga
letrado, síndico, tutor o curador ad litem, salvo
notificación notarial.

El juez puede ordenar que el secretario suscriba los


instrumentos de notificación cuando fuere conveniente
por razones de urgencia o por el objeto de la
providencia.
Diligenciamiento

Art. 138. – Las cédulas se enviarán directamente a la


oficina de notificaciones, dentro de las veinticuatro
horas, debiendo ser diligenciadas y devueltas en la
forma y en los plazos que disponga la reglamentación
de superintendencia.

La demora en la agregación de las cédulas se


considerará falta grave del prosecretario administrativo.

Cuando la diligencia deba cumplirse fuera de la ciudad


asiento del tribunal, una vez selladas, se devolverán en
el acto y previa constancia en el expediente, al letrado o
apoderado.

Copias de contenido reservado

Art. 139. – En los juicios relativos al estado y capacidad


de las personas, cuando deba practicarse la notificación
por cédula, las copias de los escritos de demanda,
reconvención y contestación de ambas, así como las de
otros escritos cuyo contenido pudiere afectar el decoro
de quien ha de recibirlas, serán entregadas bajo sobre
cerrado. Igual requisito se observará respecto de las
copias de los documentos agregados a dichos escritos.

El sobre será cerrado por personal de la oficina, con


constancia de su contenido, el que deberá ajustarse, en
cuanto al detalle preciso de copias, de escritos o
documentos acompañados, a lo dispuesto en el artículo
137.

Entrega de la cedula o acta notarial al interesado

Art. 140. – Si la notificación se hiciere por cédula o acta


notarial, el funcionario o empleado encargado de
practicarla dejará al interesado copia del instrumento
haciendo constar, con su firma, el día y la hora de la
entrega. El original se agregará al expediente con nota
de lo actuado, lugar, día y hora de la diligencia,
suscripta por el notificador y el interesado, salvo que
éste se negare o no pudiere firmar, de lo cual se dejará
constancia.

Entrega del instrumento a personas distintas

Art. 141. – Cuando el notificador no encontrare a la


persona a quien va a notificar, entregará el instrumento
a otra persona de la casa, departamento u oficina, o al
encargado del edificio, y procederá en la forma
dispuesta en el artículo anterior. Si no pudiere
entregarlo, lo fijará en la puerta de acceso
correspondiente a esos lugares.

En resumen, el diligenciamiento de la cédula debe


realizarse de la siguiente manera:
1. La cédula (original y copia) es llevada por el
abogado a la Secretaría del Juzgado;
2. La Secretaría debe enviarla a la Oficina de
Notificaciones dentro de las 24 horas;
3. El Oficial Notificador se dirige al domicilio de la
persona a notificar:
○ Si encuentra a la persona le deja copia
del instrumento haciendo constar con su
firma el día y la hora de entrega;
○ Si no encuentra a la persona entregará el
instrumento a otra persona de la casa,
departamento u oficina, o al encargado
del edificio. Si no pudiere entregarlo, lo
fijará en la puerta de acceso
correspondiente a esos lugares.
4. El original se agrega al expediente con nota de lo
actuado.

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FORMA DE LA NOTIFICACION PERSONAL

Art. 142. – La notificación personal se practicará


firmando el interesado en el expediente, al pie de la
diligencia extendida por el prosecretario administrativo o
jefe de despacho.

NOTIFICACION POR EXAMEN DEL EXPEDIENTE


Art. 143. – En oportunidad de examinar el expediente,
el litigante que actuare sin representación o el
profesional que interviniera en el proceso como
apoderado, estarán obligados a notificarse
expresamente de las resoluciones mencionadas en el
artículo 135.

Si no lo hicieran, previo requerimiento que les formulará


el prosecretario administrativo o jefe de despacho, o si
el interesado no supiere o no pudiere firmar, valdrá
como notificación la atestación acerca de tales
circunstancias y la firma de dicho empleado y la del
secretario.

REGIMEN DE LA NOTIFICACION POR TELEGRAMA


O CARTA DOCUMENTADA

Art. 144. – Cuando se notifique mediante telegrama o


carta documento certificada con aviso de recepción, la
fecha de notificación será la de la constancia de la
entrega al destinatario.

Quien suscriba la notificación deberá agregar a las


actuaciones copia de la pieza impuesta y la constancia
de entrega.

NOTIFICACION POR EDICTOS


Art. 145. – Además de los casos determinados por este
Código, procederá la notificación por edictos cuando se
tratare de personas inciertas o cuyo domicilio se ignore.
En este último caso, la parte deberá manifestar bajo
juramento que ha realizado sin éxito las gestiones
tendientes a conocer el domicilio de la persona a quien
se deba notificar.

Si resultare falsa la afirmación de la parte que dijo


ignorar el domicilio, o que pudo conocerlo empleando la
debida diligencia, se anulará a su costa todo lo actuado
con posterioridad, y será condenada a pagar una multa
de PESOS CINCUENTA ($ 50) a PESOS QUINCE MIL
($ 15.000).

Esta forma de notificación consiste en notificar por


medio de la prensa. Procede en los casos de personas
inciertas, como por ejemplo los sucesores de una parte
fallecida; o cuando se ignora el domicilio de la persona
a notificar.

Publicación de los edictos

Art. 146. – En los supuestos previstos por el artículo


anterior la publicación de los edictos se hará en el
Boletín Oficial y en un diario de los de mayor circulación
del lugar del último domicilio del citado, si fuera
conocido o, en su defecto, del lugar del juicio, y se
acreditará mediante la agregación al expediente de un
ejemplar de aquéllos. A falta de diario en los lugares
precedentemente mencionados, la publicación se hará
en la localidad más próxima que los tuviera, y el edicto
se fijará, además, en la tablilla del juzgado y en los
sitios que aseguraren su mayor difusión.

Salvo en el proceso sucesorio, cuando los gastos que


demandare la publicación fueren desproporcionados
con la cuantía del juicio, se prescindirá de los edictos; la
notificación se practicará en la tablilla del juzgado.

Normas de los edictos

Art. 147. – Los edictos contendrán, en forma sintética,


las mismas enunciaciones de las cédulas, con
transcripción sumaria de la resolución.

El número de publicaciones será el que en cada caso


determine este Código.

La resolución se tendrá por notificada al día siguiente


de la última publicación.

La Corte Suprema podrá disponer la adopción de textos


uniformes para la redacción de los edictos.

El Poder Ejecutivo podrá establecer que, en el Boletín


Oficial, los edictos a los que corresponda un mismo
texto se publiquen en extracto, agrupados por juzgados
y secretarías, encabezados por una fórmula común.

NOTIFICACION POR RADIODIFUSION O


TELEVISION

Art. 148. – En todos los casos en que este Código


autoriza la publicación de edictos, a pedido del
interesado, el juez podrá ordenar que aquéllos se
anuncien por radiodifusión o televisión.

Las transmisiones se harán en el modo y por el medio


que determine la reglamentación de la
superintendencia. La diligencia se acreditará agregando
al expediente certificación emanada de la empresa
radiodifusora o de televisión, en la que constará el texto
del anuncio, que deberá ser el mismo que el de los
edictos, y los días y horas en que se difundió. La
resolución se tendrá por notificada al día siguiente de la
última transmisión radiofónica o televisiva.

Respecto de los gastos que irrogare esta forma de


notificación, regirá lo dispuesto en el anteúltimo párrafo
del artículo 136.

NULIDAD DE LA NOTIFICACION

Art. 149. – Será nula la notificación que se hiciere en


contravención a lo dispuesto en los artículos anteriores
siempre que la irregularidad fuere grave e impidiere al
interesado cumplir oportunamente los actos procesales
vinculados a la resolución que se notifica. Cuando del
expediente resultare que la parte ha tenido
conocimiento de la resolución, la notificación surtirá sus
efectos desde entonces.

El pedido de nulidad tramitará por incidente,


aplicándose la norma de los artículos 172 y 173. El
funcionario o empleado que hubiese practicado la
notificación declarada nula, incurrirá en falta grave
cuando la irregularidad le sea imputable.

TIEMPO DE LOS ACTOS PROCESALES


Tiempo hábil

Aquel en el que existe aptitud genérica para ejecutar


actos procesales cualesquiera. Se descompone en días
y horas hábiles.

Para el cómputo de los plazos procesales y el


cumplimiento de cierto tipo de notificaciones –como la
postal o telegráfica– son útiles todas las horas de los
días hábiles.

Si se trata de actuaciones que deban cumplirse en las


dependencias del Juzgado, la habilidad se restringe al
horario de atención, con excepción de las audiencias de
prueba que pueden extenderse hasta su finalización.

Los días hábiles son todos los días del año, menos
sábados, domingos, feriados nacionales, feriados
declarados tales por la Corte Suprema y ferias judiciales
de enero y julio.

DIAS Y HORAS HABILES

Art. 152. – Las actuaciones y diligencias judiciales se


practicarán en días y horas hábiles, bajo pena de
nulidad.

Son días hábiles todos los del año, con excepción de


los que determine el Reglamento para la Justicia
Nacional.

Son horas hábiles las comprendidas dentro del horario


establecido por la Corte Suprema para el
funcionamiento de los tribunales; pero respecto de las
diligencias que los jueces, funcionarios o empleados
deben practicar fuera de la oficina, son horas hábiles las
que median entre las SIETE (7) y las VEINTE (20).

Para la celebración de audiencias de prueba, las


cámaras de apelaciones podrán declarar horas hábiles,
con respecto a juzgados bajo su dependencia y cuando
las circunstancias lo exigieren, las que median entre las
SIETE (7) y las DIECISIETE (17) o entre las NUEVE (9)
y las DIECINUEVE (19), según rija el horario matutino o
vespertino.

HABILITACION EXPRESA

Art. 153. – A petición de parte o de oficio, los jueces y


tribunales deberán habilitar días y horas, cuando no
fuere posible señalar las audiencias dentro del plazo
establecido por este Código, o se tratase de diligencias
urgentes cuya demora pudiera tornarlas ineficaces u
originar perjuicios evidentes a las partes. De la
resolución sólo podrá recurrirse por reposición, siempre
que aquélla fuera denegatoria.

Incurrirá en falta grave el juez que, reiteradamente, no


adoptara las medidas necesarias para señalar las
audiencias dentro del plazo legal.

HABILITACION TACITA

Art. 154. – La diligencia iniciada en día y hora hábil,


podrá llevarse hasta su fin en tiempo inhábil sin
necesidad de que se decrete la habilitación. Si no
pudiere terminarse en el día, continuará en el siguiente
hábil, a la hora que en el mismo acto establezca el juez
o tribunal.

Plazos
Aquel en el que existe aptitud específica para ejecutar
determinado acto procesal. Los plazos son los lapsos
dentro de los cuales se debe cumplir cada acto procesal
para que sea válido (preclusión).

Art. 155. – Los plazos legales o judiciales son


perentorios; podrán ser prorrogados por acuerdo de
partes manifestado con relación a actos procesales
determinados.

Cuando este Código no fijare expresamente el plazo


que corresponda para la realización de un acto, lo
señalará el juez de conformidad con la naturaleza del
proceso y la importancia de la diligencia.

Art. 156. – Los plazos empezarán a correr desde la


notificación y si fuesen comunes, desde la última.

No se contará el día en que se practique esa diligencia,


ni los días inhábiles.

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CLASIFICACIÓN DE LOS PLAZOS PROCESALES

El tiempo procesal, referido específicamente al período


asignado a cada actuación para su cumplimiento, puede
clasificarse siguiendo distintos criterios.
Desde el punto de vista de sus efectos existen:

1. Plazos perentorios: son aquellos cuyo


vencimiento opera automáticamente dando por
decaída la oportunidad para articular el acto
procesal. No requiere de la otra parte ni
declaración judicial que la consagre. También
son conocidos como preclusivos o fatales. Como
regla general los plazos son perentorios.
2. Plazos no perentorios: pueden cumplirse sin
fijación de plazo alguno, aun cuando encuentran
su límite en el plazo de caducidad de la instancia.
○ Plazos prorrogables: son los que obtienen
una prolongación de su vencimiento a
través de una resolución judicial
consecuente al pedido formulado por la
parte interesada antes de operar su
término.
○ Plazos improrrogables: no son
susceptibles de prolongación expresa.

Si se tienen en cuenta a las personas a quienes se


otorgan, deben distinguirse entre:

1. Plazos individuales: son los que cuenta cada


parte para la realización de sus actuaciones
(v.gr.: plazo para contestar la demanda,
interponer un recurso, etc.).
2. Plazos comunes: son aquellos que ocupan a
ambas partes dándoles un tiempo único y
conjunto, para que realicen las actuaciones de su
interés (v.gr.: plazo de prueba, plazo para
alegar).

Si se atiende a las circunstancias que los fundamentan,


es pertinente diferenciar:

1. Plazos ordinarios: son los que se fijan sobre la


base de que la persona citada tenga su domicilio
dentro de la circunscripción judicial
correspondiente al órgano actuante o de que el
acto respectivo deba ejecutarse dentro del
ámbito de dicha circunscripción.
2. Plazos extraordinarios: se otorgan en casos
excepcionales que atienden la distancia donde
debe ejecutarse la actuación.

Además, podemos clasificar los plazos según la


autoridad que los ha establecido:

1. Plazos legales: son los que tienen establecido


por la ley procesal un plazo para su cumplimiento
(v.gr.: 15 días para contestar demanda ordinaria;
5 días para deducir recurso de apelación; etc.).
2. Plazos judiciales, son aquellos que pueden
establecer el juez o Tribunal para suplir una
omisión legal.
3. Plazos convencionales, son los que las partes
acuerdan sin participación del órgano
jurisdiccional. Pueden prolongar la perentoriedad
de un plazo; o suspender su curso, debiendo en
todos los casos acompañarse el acuerdo al
expediente judicial.

Existe un “plazo de gracia” de dos las dos primeras


horas del día siguiente.

SUSPENSIÓN E INTERRUPCIÓN DE LOS PLAZOS


PROCESALES

Todos los plazos son susceptibles de suspensión e


interrupción. La suspensión es la privación temporaria
de los efectos de un plazo. Es la inutilización de un
lapso o porción del mismo, y se reanuda la cuenta
desde donde se dejó.

La interrupción consiste en cortar un plazo haciendo


ineficaz todo el tiempo transcurrido, y se vuelve a contar
desde cero.
Art. 157. – Los apoderados no podrán acordar una
suspensión mayor de VEINTE (20) días sin acreditar
ante el juez o tribunal la conformidad de sus mandantes.

Las partes podrán acordar la abreviación de un plazo


mediante una manifestación expresa por escrito.

Los jueces y tribunales deberán declarar la interrupción


o suspensión de los plazos cuando circunstancias de
fuerza mayor o causas graves hicieren imposible la
realización del acto pendiente.

Art. 158. – Para toda diligencia que deba practicarse


dentro de la República y fuera del lugar del asiento del
juzgado o tribunal, quedarán ampliados los plazos
fijados por este Código a razón de UN (1) día por cada
DOSCIENTOS (200) kilómetros o fracción que no baje
de CIEN (100).

Art. 159. – El ministerio público y los funcionarios que a


cualquier título intervinieren en el proceso estarán
sometidos a las reglas precedentes, debiendo expedirse
o ejercer sus derechos dentro de los plazos fijados.

La suspensión puede producirse de hecho, por


disposición judicial o por acuerdo de partes.

La interrupción, por su parte, puede operar de hecho o


por resolución judicial, donde son supuestos del primer
caso aquellos que privan de eficacia al tiempo cumplido
(v.gr.: la interrupción de plazo de caducidad de instancia
cuando existe impulso en las actuaciones); y del
restante cuando existen las mismas condiciones que
establece el deber del juez de alertar la continuidad de
los plazos frente a situaciones de fuerza mayor o de
causas graves que imposibilitan la realización en
tiempo.

NULIDADES PROCESALES
VICIOS EN LOS ACTOS PROCESALES

Las nulidades suponen vicios que hacen revocables los


actos. El vicio no siempre genera la invalidez aun
cuando suponga irregularidad.

En el proceso el principio es que todas las nulidades


son relativas, si no se manifiesta el interés para nulificar
los actos posiblemente viciados, estos pueden quedar
convalidados, saneados, regularizados, etcétera. Si, en
cambio, promedia impugnación los actos podrán
revocarse o invalidarse.

Cuando los errores productores del vicio procesal


provienen de los errores in iudicando (de juzgamiento),
se razona propiamente en el terreno de las nulidades.

VICIOS QUE PROVOCAN NULIDADES


PROCESALES
La ineficacia es el género y la nulidad la especie; donde
la ausencia de presupuestos esenciales para la
constitución provocaría la máxima nulidad (rectius:
inexistencia), y desde allí, hacia abajo, podremos
encontrar nulidades absolutas y/o relativas, para
terminar en irregularidades o anulabilidades de los
actos.

Nulidad absoluta

Es un supuesto de ineficacia o invalidez total. El acto


lleva un vicio estructural que lo priva de lograr sus
efectos normales.

La nulidad si bien es extrínsecamente inoperante, se


presenta con una apariencia externa de legitimidad que
hace necesaria la misión de una declaración judicial que
la destruya.

Estas nulidades no requieren del pedido de parte para


lograr la invalidación. De lo contrario, sería posible la
vida de una actuación absolutamente insanable, lo que
es un contrasentido.

Nulidad relativa

El vicio que afecta estos actos es de poca entidad. No


trascienden el defecto más allá de los requerimientos
que las formas imponen.
Son eficaces pese a su irregularidad, y solo caen si
producen daños o perjuicios a otro, y siempre que el
afectado deduzca la invalidación consecuente
(anulabilidad).

ANULACIÓN E IRREGULARIDAD DE LOS ACTOS

Son consecuencias distintas que parten de las


nulidades relativas. La anulabilidad supone la
pretensión promovida por el afectado para invalidar el
acto procesal que lo perjudica.

Particulariza los principios de convalidación, preclusión,


y trascendencia, sin perjuicio de los demás
presupuestos que condicionan la admisibilidad de las
acciones de nulidad.

La anulabilidad, por su parte, se constituye en una


consecuencia del obrar de parte interesada destinada a
destruir los efectos jurídicos que obtuvo un acto viciado.

A veces, la imperfección de los actos no dará causa


para nulificarlos; en estos casos, se habla de actos
imperfectos, pero válidos, es decir no nulos. La
imperfección supondría una merma en la garantía de las
partes, pero no la anulación misma, y por ello se deja a
las partes la facultad de denunciarla.

IRREGULARIDAD DE LOS ACTOS


La irregularidad manifiesta una forma de violar la
legalidad de las formas, pero el vicio que trasuntan no
es grave ni produce indefensión o crisis en el derecho al
debido proceso.

Suceden cuando el acto se presenta deficitario en sus


requerimientos formales, pero, por su escasa o nula
trascendencia, no dan lugar a la revocación, ni
consideran su saneamiento.

Si observamos atentamente, las causas de nulidad


anteriores alteran el procedimiento y provocan un
perjuicio o gravamen que funda la causa de su
revocación. En este, el acto es incorrecto, pero a pesar
de su irregularidad no impiden la continuidad del
procedimiento ni afectan el derecho de parte alguna.

Lo interesante es que, en principio, tampoco existe


interés en impugnarlos.

Ejemplo de irregularidades se dan con el tiempo en el


proceso, y con algunas formas que se toleran
incorrectas bajo el manto de no cercenar el derecho de
defensa en juicio (v.gr.: el código cuando se refiere a los
plazos pocas veces consigue el objetivo).

PRESUPUESTOS DE LAS NULIDADES


PROCESALES
1. Que exista un vicio en alguno de los elementos
del acto procesal;
2. Demostración de interés jurídico en la
invalidación del acto;
3. Demostración de que la nulidad no es imputable
a quien pide su declaración
4. Falta de convalidación del acto viciado.

Principio de especificidad

Art. 169. – Ningún acto procesal será declarado nulo si


la ley no prevé expresamente esa sanción.

Principio de trascendencia

Art. 169. – Ningún acto procesal será declarado nulo si


la ley no prevé expresamente esa sanción.

Sin embargo, la nulidad procederá cuando el acto


carezca de los requisitos indispensables para la
obtención de su finalidad.

No se podrá declarar la nulidad, aún en los casos


mencionados en los párrafos precedentes, si el acto, no
obstante su irregularidad, ha logrado la finalidad a que
estaba destinado.

Principio de convalidación
Art. 170. – La nulidad no podrá ser declarada cuando el
acto haya sido consentido, aunque fuere tácitamente,
por la parte interesada en la declaración.

Se entenderá que media consentimiento tácito cuando


no se promoviere incidente de nulidad dentro de los
CINCO (5) días subsiguientes al conocimiento del acto.

El saneamiento automático que se propone con la regla,


supone atender una multiplicidad de situaciones que
parten de reconocer cuáles son los actos procesales
que pueden convalidarse.

● Los actos inexistentes no pueden subsanarse;


● Los actos nulos de nulidad absoluta no son
subsanables;
● Los actos de nulidad relativa son actos
anulables, pero son válidos, útiles y eficaces,
mientras no sean invalidados por una providencia
nulificatoria;

Principio de conservación

Apunta a resguardar los valores de seguridad y firmeza,


de suma importancia para la función jurisdiccional, toda
vez que esta aspira a obtener resultados justos, y logros
fructíferos, sin menoscabarse en dispendios inútiles
como los que motivan las nulidades por el solo hecho
de asegurar el respaldo en las formas.

MEDIOS DE IMPUGNACIÓN

La nulidad procesal puede declararse de oficio o a


petición de parte.

El Código Civil y Comercial, en el artículo 383, dispone


que “La nulidad puede argüirse por vía de acción u
oponerse como excepción. En todos los casos debe
sustanciarse”.

En el sendero de lo procesal las vías impugnativas son


cuatro:

1. El recurso;
2. El incidente;
3. La excepción;
4. La pretensión autónoma.

Los recursos

1. El recurso de reposición, previsto en el artículo


238, establece la posibilidad que el juez revoque
por contrario imperio la misma providencia que
dictada, porte o determine un vicio consecuente.
2. El recurso de apelación, es la vía típica de
alegación. La opción por ella impide ir a otra
senda impugnativa.
3. El recurso ordinario de nulidad tiene un
fundamento distinto a la apelación, de modo tal
que, si bien es cierto legislación y jurisprudencia
lo admiten como sucedáneo de la apelación, esta
tiende a corregir los errores de juzgamiento,
mientras aquel persigue subsanar la invalidez.
Una coherente sistemática propicia mantener
esta división: la nulidad, para los vicios u
omisiones de los actos formales o errores in
procedendo; la apelación para remediar los
agravios contra el fondo material de la decisión,
es decir, una crítica hacia los errores in
iudicando. La finalidad del recurso es corregir en
la alzada los errores formales que tengan la
sentencia o el procedimiento que fuera su causa.
El carril resulta exclusivo cuando es imposible
reparar el gravamen por otras vías.
4. El recurso extraordinario de nulidad, está
reglamentado únicamente en los ordenamientos
que admiten cierta autonomía de la nulidad
ordinaria. En otros, se abastece a través de la
casación con reenvío al tribunal para que dicte
nueva sentencia, si ella fuera anulada.

El incidente de nulidad
Iniciativa para la declaración. Requisitos

Art. 172. – La nulidad podrá ser declarada a petición de


parte o de oficio, siempre que el acto viciado no
estuviere consentido.

Quien promoviere el incidente deberá expresar el


perjuicio sufrido del que derivare el interés en obtener la
declaración y mencionar, en su caso, las defensas que
no ha podido oponer.

Si la nulidad fuere manifiesta no se requerirá


sustanciación.

Las articulaciones han de versar sobre vicios que


provengan de las partes, o del mismo órgano
jurisdiccional, inclusive sobre sus resoluciones.

La excepción de nulidad

La nulidad procedimental puede utilizarse como


defensa, o excepción de fondo, según dirija sus
fundamentos a demostrar el apartamiento a cuestiones
formales que deben corregirse, o a solemnidades del
rito que gravitan, decisivamente, en el derecho de
defensa en juicio.

En los procesos ordinarios las excepciones siguen el


camino de las denominadas dilatorias; mientras que en
los ejecutivos corresponden a la defensa de fondo por
violación de las garantías constitutivas de la instancia.

La pretensión autónoma de nulidad

Se trata en este caso de ir contra la cosa juzgada; un


proceso cualquiera sustanciado y finiquitado que, en
algún pasaje de su historia incurre en vicios invalidantes
advertidos después de dictada la sentencia.

Las nulidades del pronunciamiento radican tanto en


errores in iudicando, como en errores in procedendo, sin
descartar los que han malformado la voluntad interna de
las partes o del mismo juzgador (revocación de la cosa
juzgada por defectos volitivos, o por fraude o colusión
con terceros, etc.). El objeto de revisión en esta vía no
ocupa todos estos espacios, sino aquellos que
demuestran vicios sustanciales que obtienen una
sentencia consecuencia del fraude o estafa procesal.

La particularidad de esta vía radica en la distancia que


tiene respecto de procesos similares como la eventual
demanda de nulidad de actos jurídicos privados –que
tiene su actividad fuera del proceso–; con el juicio de
conocimiento posterior al ejecutivo –por esta vía no
pueden discutirse las interpretaciones legales
formuladas en la sentencia ni la validez o nulidad del
procedimiento de ejecución–; con el recurso de
rescisión –en este se cuestionan fundamentos y no
requisitos formales–; y con el recurso de revisión de la
cosa juzgada –porque son distintos los supuestos de
procedencia–.

EFECTOS DE LAS NULIDADES PROCESALES

Efectos

Art. 174. – La nulidad de un acto no importará la de los


anteriores ni la de los sucesivos que sean
independientes de dicho acto.

La nulidad de una parte del acto no afectará a las


demás partes que sean independientes de aquélla.

La principal consecuencia del vicio declarado en el acto


procesal es su ineficacia e invalidez, más allá de todas
las actuaciones que hubieran ocupado a su dictado,
directa o indirectamente.

Los efectos de las nulidades procesales varían según


se trate de un acto del proceso, de una etapa o del
mismo litigio. La sentencia declarada nula por vicios
procesales repercute en la dimensión de las
consecuencias del acto impugnativo y no por la teoría
procesal de las nulidades.

Efecto de la nulidad del acto


Nulificar un simple acto del proceso (v.gr.: testigo
excluido que declara y luego se anula su testimonio) no
acarrea consecuencias futuras. El acto deja de existir
como tal, pierde validez y eficacia, pero no transfiere a
otros su nulidad.

Es una nulidad independiente que no incide en el


acontecer procedimental.

Efecto de la nulidad del procedimiento

Los vicios no corren por vasos comunicantes sino por la


trascendencia que tiene el acto, que obliga a cumplirlo
con regularidad y eficacia. Se trata de requisitos
esenciales que resultan omitidos, y que, por esta
anormalidad del trámite, anulan todo lo actuado en
consecuencia, volviendo el proceso al tiempo que
ocurre el vicio.

Efecto de la nulidad del proceso

Aquí, la gravedad del error es de tanta importancia que


genera un acusado déficit en la validez absoluta del
proceso. Cuando ello sucede, se nulifica todo el
procedimiento cursado.

En estos supuestos se halla en juego las garantías


constitucionales del debido proceso adjetivo, con sus
tutelas esenciales en el derecho a ser oído, defensa
efectiva, y sentencia fundada en motivos
razonablemente obtenidos del análisis de la causa.

No obstante, resulta posible utilizar en el proceso


posterior las medidas que en el anulado, hubieran
ocurrido con un adecuado respaldo de contradicción y
bilateralidad, o, de no ser así, y demuestran que fueron
obtenidas legítimamente, podría darse oportunidad al
oponente para expedirse sobre ellas.

Ello, fundados en el principio de economía y celeridad


procesal, evitando en consecuencia, un desgaste inútil
de la jurisdicción y un esfuerzo doblado de la parte que
ya actuó.

EFECTOS DISCIPLINARIOS Y ECONÓMICOS

Nulidad

Art. 74. – Si el procedimiento se anulare por causa


imputable a una de las partes, serán a su cargo las
costas producidas desde el acto o la omisión que dio
origen a la nulidad.

Nulidad de la notificación

Art. 149. – Será nula la notificación que se hiciere en


contravención a lo dispuesto en los artículos anteriores
siempre que la irregularidad fuere grave e impidiere al
interesado cumplir oportunamente los actos procesales
vinculados a la resolución que se notifica. Cuando del
expediente resultare que la parte ha tenido
conocimiento de la resolución, la notificación surtirá sus
efectos desde entonces.

El pedido de nulidad tramitará por incidente,


aplicándose la norma de los artículos 172 y 173. El
funcionario o empleado que hubiese practicado la
notificación declarada nula, incurrirá en falta grave
cuando la irregularidad le sea imputable.

Ambos casos, objetivan sanciones económicas y


disciplinarias, respectivamente, con un alcance
indeterminado, porque en el primer supuesto la
condena en costas deriva del mismo vencimiento que
obtiene quien da lugar con su pedido a la nulidad del
procedimiento, de modo tal que sería injusto privarlo de
todos los gastos que invirtió si la sentencia lo resarce
desde el acto que ocasiona la nulidad; el restante,
impone una falta grave al funcionario responsable de la
irregularidad, encuadre que lleva a creer que se trata de
inejecución de funciones propias de su cargo, porque
de lo contrario, la nulidad podría, eventualmente,
imputarse al mismo juez al no tener en cuenta ni aplicar
el artículo 34, inciso 5º, apartado b), respecto al deber
de prevenir defectos u omisiones que puedan ocasionar
nulidades.
LAS PARTES DEL PROCESO
Parte es quien demanda en nombre propio (o en cuyo
nombre su representante demanda) la actuación de la
ley, y también aquel contra el cual esa actuación de la
ley es demandada. Es así que en todo proceso hay dos
partes: el actor y el demandado.

1. ACTOR: es la persona que demanda la actuación


de la ley.
2. DEMANDADO: es la persona contra la cual se
demanda la actuación de la ley.

CAPACIDAD PARA SER PARTE


El Código Civil entiende capaces, a las personas físicas
que tienen aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones; en cambio, para el derecho procesal, la
capacidad se tiene como una cualidad necesaria para el
ejercicio de la acción, o para ser sujeto obligado con la
pretensión cuya satisfacción se pretende.

El ejercicio del derecho debe ser realizado por quien


fuere su titular y tuviera la posibilidad jurídica de
reclamarlo. La capacidad civil difiere de la capacidad
procesal. Mientras la primera consiste en resolver la
personalidad jurídica, la segunda introduce un elemento
nuevo que se denomina legitimación procesal.
La legitimación ad causam, implica, además de la
asignación propia del derecho subjetivo, la naturaleza
efectiva de reclamarlo por sí y para sí. Esta capacidad
procesal sería, de alguna manera, un paralelo de la
capacidad de derecho.

La legitimación ad processum, se relaciona con la


posibilidad de obrar, enraizado en simetría con la
capacidad de ejercicio.

ACTUACIÓN DE LAS PARTES EN UN PROCESO


Las partes pueden actuar:

1. “Por derecho propio”: cuando la parte actúa por


sí misma, sin apoderado. En estos casos, ella
inicia la demanda y firma el escrito, no necesita
un apoderado que la represente, pero necesita
obligatoriamente el asesoramiento de un letrado
patrocinante.
2. “Por apoderado”: en estos casos, la parte no
actúa por sí misma, sino que lo hace por medio
de alguien que la representa (apoderado) y al
cual le da un poder que puede ser general o
especial. En este caso también se requiere la
asistencia letrada.

La representación en juicio
La representación de un derecho que no resulta propio
se debe acreditar por quien lo afirma como una forma
de justificar la personería que alega. Puede ser legal,
cuando la persona carece de capacidad procesal, o
convencional, cuando la persona a pesar de tener
capacidad procesal para intervenir por sí misma en el
proceso, decide voluntariamente hacerlo por medio de
un representante.

La capacidad de los menores


Los menores de 18 años de edad para estar en juicio
necesitan la representación de sus padres, o de
quienes la ejerzan legalmente. Sin embargo, con el
Código Civil y Comercial actual hay numerosas
excepciones de acuerdo con la edad o la condición que
tenga el interesado.

La habilitación paterna o judicial es diferente de la


asistencia jurídica y de la misma representación, pues
se trata de cubrir una ausencia de capacidad que
impide obrar por sí en un asunto de interés particular.
Esta habilitación para el proceso no supone que el
menor actúe solo sino a través de un tutor especial que
al efecto se designa.

Los incapaces e inhabilitados


Los incapaces de hecho y los inhabilitados
judicialmente concurren al proceso a través de sus
tutores o curadores respectivos. En ambos casos no se
trata de sustituir una capacidad inexistente con la
capacidad del representante, sino de asistir al
interesado de la adecuada representación que la ley
exige para dotar de regularidad y eficacia al litigio
emprendido.

Los condenados a prisión efectiva


Toda persona que deba concurrir a juicio civil y se
encuentre condenada a sufrir la pena de prisión efectiva
(es decir, que no se ejecuta condicionalmente) pierde su
capacidad normal, afectando sus derechos de patria
potestad, administración y disposición de sus bienes.

Concursados y quebrados
La indisponibilidad patrimonial que padecen los sujetos
que se encuentran en concurso civil o comercial, y el
desapoderamiento consecuente de bienes que en ellos
sucede, tanto como en los procesos que se declara la
quiebra, derivan en la incapacidad de las personas
físicas que tendrían que intervenir.

En su lugar actúa el síndico y la administración de los


bienes se convierte en una masa patrimonial que
pertenece a un núcleo común que es el concurso o la
quiebra.

Acreditación de la representación
Art. 46. – La persona que se presente en juicio por un
derecho que no sea propio, aunque le competa
ejercerlo en virtud de una representación legal, deberá
acompañar con su primer escrito los documentos que
acrediten el carácter que inviste.

Si se invocare la imposibilidad de presentar el


documento, ya otorgado, que justifique la
representación y el juez considerase atendibles las
razones que se expresen, podrá acordar un plazo de
hasta VEINTE (20) días para que se acompañe dicho
documento, bajo apercibimiento de tener por inexistente
la representación invocada.

Los padres que comparezcan en representación de sus


hijos no tendrán la obligación de presentar las partidas
correspondientes, salvo que el juez, a petición de parte
o de oficio, los emplazare a presentarlas, bajo
apercibimiento del pago de las costas y perjuicios que
ocasionaren.

Podemos clasificar los documentos a presentar


liminarmente en:

1. Aquellos destinados a verificar la concurrencia de


los presupuestos procesales de admisión de la
demanda;
2. Los instrumentos acompañados como prueba del
derecho de fondo que se quiere defender.
Oportunidad para la presentación de los
documentos
Art. 47. – Los procuradores o apoderados acreditarán
su personalidad desde la primera gestión que hagan en
nombre de sus poderdantes, con la pertinente escritura
de poder.

Sin embargo, cuando se invoque un poder general o


especial para varios actos, se lo acreditará con la
agregación de una copia íntegra firmada por el letrado
patrocinante o por el apoderado. De oficio o a petición
de parte, podrá intimarse la presentación del testimonio
original.

La documentación que justifica la representación


invocada se debe acompañar en el primer escrito que
se presente en juicio, que son habitualmente, los de
constitución de la litis.

Cuando con el primer escrito no se presentaron los


documentos que prueban la representación, el juez
podrá conceder plazo si considera atendible la
imposibilidad de hacerlo en ese acto.

Acreditación de la representación legal


Para acreditar la representación legal es necesario
acompañar los documentos que habilitan la actuación
en nombre del titular del interés jurídicamente relevante.
La presentación en juicio de los poderes reconoce una
pequeña diferencia según se trate de instrumentos que
asignan aptitud para obrar especialmente para un juicio,
o se trate de apoderamientos genéricos que involucran
diversos tipos de actividades (habitualmente
administrativas y judiciales). En el primer caso, debe
acompañarse el título original con copias debidamente
rubricadas por el letrado para su conocimiento por las
partes; en tanto que en los poderes generales, basta
agregar la copia en número suficiente para incorporar al
expediente y dar los traslados que correspondan.

Modalidades de la representación legal


Existen dos modalidades que relacionan el ejercicio de
la profesión legal (abogados, procuradores y
escribanos) con la asistencia jurídica que prestan a sus
clientes.

● Sistema de la separación de las funciones:


mientras el abogado tiene como única función la
consistente en asistir a las partes, exponiendo
verbalmente o por escrito las razones que
aquellas pueden argüir en apoyo de sus
derechos; el procurador, tiene a su cargo la
representación de las partes, estándole
particularmente encomendado el cumplimiento de
los actos de impulso procesal y la confección de
los escritos.
● Sistema de la unificación de las funciones: el
poder de postulación procesal corresponde, como
principio general, a los auxiliares de las partes, de
manera tal que estas últimas no pueden
comparecer personalmente y deben formular sus
peticiones por intermedio de un abogado o
procurador”.

GESTOR PROCESAL
Son actos procesales que no admiten demora, y el
abogado no tiene poder y por ciertas circunstancias el
cliente no está, por ende, deberá acreditar esas razones
y presentarse como gestor procesal en los términos del
articulo 48.

Art. 48. – Cuando deban realizarse actos procesales


urgentes y existan hechos o circunstancias que impidan
la actuación de la parte que ha de cumplirlos, podrá ser
admitida la comparecencia en juicio de quien no tuviere
representación conferida. Si dentro de los CUARENTA
(40) días hábiles, contados desde la primera
presentación del gestor, no fueren acompañados los
instrumentos que acrediten la personalidad o la parte no
ratificase la gestión, será nulo todo lo actuado por el
gestor y éste deberá satisfacer el importe de las costas,
sin perjuicio de su responsabilidad por el daño que
hubiere producido.
En su presentación, el gestor, además de indicar la
parte en cuyo beneficio pretende actuar, deberá
expresar las razones que justifiquen la seriedad del
pedido. La nulidad, en su caso, se producirá por el solo
vencimiento del plazo sin que se requiera intimación
previa.

La facultad acordada por este artículo sólo podrá


ejercerse UNA (1) vez en el curso del proceso.

LITISCONSORCIO
Hay litisconsorcio cuando media cotitularidad activa o
pasiva. Además puede haber una única pretensión o
múltiples pretensiones.

El litisconsorcio se relaciona con un proceso en el que


hay múltiples personas que integran cada parte. Hay
litisconsorcio cuando varias personas, con un mismo
interés, conforman la misma parte, sea actora o
demandada. De este modo el litisconsorcio puede ser:

1. Litisconsorcio activo: varios actores contra un


demandado;
2. Litisconsorcio pasivo: un actor contra varios
demandados;
3. Litisconsorcio mixto: varios actores contra
varios demandados.
LITISCONSORCIO FACULTATIVO

Art. 88. – Podrán varias partes demandar o ser


demandadas en un mismo proceso cuando las acciones
sean conexas por el título, o por el objeto, o por ambos
elementos a la vez.

Aquí se acumulan varias pretensiones, pero


interpuestas por diversos actores contra un demandado,
o un actor contra varios demandados, o varios actores
contra varios demandados. Así quedará conformado un
“litisconsorcio activo”, un “litisconsorcio pasivo”, o un
“litisconsorcio mixto”, según el caso.

Ejemplo: en los reclamos de FF.AA. por salarios –


Accidente de tránsito en transporte público con varios
accidentados.

La conformación de estos procesos con pluralidad de


sujetos en la integración de las partes (status jurídico
quien demanda y contra quien se demanda), no altera
la estructura subjetiva de la pretensión, que siempre
estará compuesta por tres sujetos: El juez, la parte
actora y la parte demandada. Solo que en el presente
caso existirán pluralidad de personas que ocupen el rol
y la calidad de “parte”, siendo consideradas como tales,
más allá de las diferencias doctrinarias planteadas
sobre el tema, por constituirse en actores concretos del
interés jurídico reclamado que traban la litis y soportan
los efectos de la cosa juzgada, obligando con esto al
juez a plasmar el principio de congruencia.

La ley exige, para acumular “subjetivamente” dos o más


pretensiones, que estas estén vinculadas por al menos
un elemento de los dos restantes (se descarta el
elemento subjetivo porque precisamente esa es la
variable que origina la acumulación). Es decir, que
exista compatibilidad de pretensiones, unidad de
jurisdicción y conocimiento e identidad de trámite.

Efectos del litisconsorcio facultativo

1. El proceso puede concluir para uno de los


litisconsortes, pero continuar para los otros;
2. En relación a la prueba:
○ Hechos comunes: la prueba es común.
Ejemplo en el accidente el peritaje.
○ Hechos individuales: la prueba es
individual. Peritaje del daño de cada
persona.
3. Los recursos interpuestos por uno de los
litisconsortes no aprovechan a los restantes;
4. La oposición de excepciones y defensas es
personal.

La intervención voluntaria de terceros también es


considerada un litisconsorcio facultativo.
INTERVENCION VOLUNTARIA

Art. 90. – Podrá intervenir en un juicio pendiente en


calidad de parte, cualquiera fuere la etapa o la instancia
en que éste se encontrare, quien:

1. Acredite sumariamente que la sentencia pudiere


afectar su interés propio.
2. Según las normas del derecho sustancial,
hubiese estado legitimado para demandar o ser
demandado en el juicio.

LITISCONSORCIO NECESARIO

Art. 89. – Cuando la sentencia no pudiere pronunciarse


útilmente más que con relación a varias partes, éstas
habrán de demandar o ser demandadas en un mismo
proceso.

Si así no sucediere, el juez de oficio o a solicitud de


cualquiera de las partes ordenará, antes de dictar la
providencia de apertura a prueba, la integración de la
litis dentro de un plazo que señalará, quedando en
suspenso el desarrollo del proceso mientras se cita al
litigante o litigantes omitidos.

En el litisconsorcio necesario no hay una acumulación


de pretensiones, sino una sola pero planteada ante
varios sujetos. Tanto la demanda como la resistencia
encuentran a varios sujetos obligadamente
responsables, conduciendo a la necesidad de integrar la
litis con todos ellos para evitar la nulidad del proceso
por deficiencia. La acción pertenece así a todos los
interesados y contra el pleno de interesados, siendo
considerados en cada caso, un único sujeto.

Por ejemplo, una demanda por filiación.

Efectos del litisconsorcio necesario

Como regla general se puede decir que los


litisconsortes necesarios van todos juntos durante todo
el proceso, por ello:

1. Ciertos actos que ponen fin al proceso que


realice uno de ellos no producen sus efectos
hasta tanto los demás litigantes hagan lo mismo;
2. Los recursos deducidos por uno de ellos
aprovechan o perjudican a todos;
3. Las pruebas aportadas por uno de ellos
aprovechan o perjudican al resto;
4. Las defensas opuestas por uno favorecen a los
demás;
5. El impulso del procedimiento por uno de ellos
favorece a todos los demás;
6. La sentencia debe ser igual para todos.
DILIGENCIAS PRELIMINARES
Las diligencias preliminares son actuaciones que
pueden realizar las partes con el objeto de concretar sin
errores una demanda judicial, o preservar la prueba
necesaria para acreditar el derecho que pretende.

MEDIDAS PREPARATORIAS
Las medidas preparatorias del juicio persiguen evitar
vicios en la legitimación procesal, teniendo en cuenta
que serán partes en el proceso aquellas que son o
debieran ser los legítimos contradictores; mientras que
la anticipación de medidas probatorias tiende a resolver
el problema de la eventual desaparición de ellas cuando
alcanzara en el proceso su etapa de producción.

El objeto de estas diligencias previas a la constitución


de la litis consiste, en su mayor parte, en resolver el
probable error de demandar a quien no tiene
legitimación suficiente, a cuyo fin se procura obtener
información necesaria y suficiente respecto a la
personalidad y carácter que ella tiene respecto a cosas
y situaciones.

Enumeración. Caducidad

Art. 323. – El proceso de conocimiento podrá


prepararse pidiendo el que pretenda demandar, o quien,
con fundamento prevea que será demandado:
1. Que la persona contra quien se proponga dirigir
la demanda preste declaración jurada, por escrito
y dentro del plazo que fije el juez, sobre algún
hecho relativo a su personalidad, sin cuya
comprobación no pueda entrarse en juicio.
2. Que se exhiba la cosa mueble que haya de
pedirse por acción real, sin perjuicio de su
depósito o de la medida precautoria que
corresponda.
3. Que se exhiba un testamento cuando el
solicitante se crea heredero, coheredero o
legatario, si no puede obtenerlo sin recurrir a la
justicia.
4. Que en caso de evicción, el enajenante o
adquirente exhiba los títulos u otros instrumentos
referentes a la cosa vendida.
5. Que el socio o comunero o quien tenga en su
poder los documentos de la sociedad o
comunidad, los presente o exhiba.
6. Que la persona que haya de ser demandada por
reivindicación u otra acción que exija conocer el
carácter en cuya virtud ocupa la cosa objeto del
juicio a promover, exprese a qué título la tiene.
7. Que se nombre tutor o curador para el juicio de
que se trate.
8. Que si el eventual demandado tuviere que
ausentarse del país, constituya domicilio dentro
de los CINCO (5) días de notificado, bajo
apercibimiento de lo dispuesto en el artículo 41.
9. Que se practique una mensura judicial.
10. Que se cite para el reconocimiento de la
obligación de rendir cuentas.
11. Que se practique reconocimiento de
mercaderías, en los términos del artículo 782.

Salvo en los casos de los incisos 9, 10 y 11, y del


artículo 326, no podrán invocarse las diligencias
decretadas a pedido de quien pretende demandar, si no
se dedujere la demanda dentro de los TREINTA (30)
días de su realización. Si el reconocimiento a que se
refieren el inciso 1 y el artículo 324 fuere ficto, el plazo
correrá desde que la resolución que lo declare hubiere
quedado firme.

Declaración jurada relativa a la personalidad

Las diligencias preparatorias previstas en el inciso 1º


del artículo 323 del ordenamiento procesal deben
vincular a los hechos y circunstancias que hacen a la
legitimación del futuro demandado, pero no pueden
referirse al fondo del asunto ni a los hechos mismos que
se habrán de ventilar luego en él.

Tramite de la declaración jurada

Art. 324. – En el caso del inciso 1) del artículo anterior,


la providencia se notificará por cédula o acta notarial,
con entrega del interrogatorio. Si el requerido no
respondiere dentro del plazo, se tendrán por ciertos los
hechos consignados en forma asertiva, sin perjuicio de
la prueba en contrario que se produjera una vez iniciado
el juicio.

Exhibición de cosa mueble

La medida se limita a la petición de exhibición de una


cosa mueble, un título, documentos, elementos útiles al
interesado en un proceso posterior, con los cuales
podrá resolver la iniciación de un proceso. Se trata de
una acción destinada a comprobar una situación de
hecho que se instala entre las medidas preparatorias, a
cuyo fin quien pretende la exhibición de la cosa mueble,
debe justificar el derecho que lo asiste. Este, además,
se ha de vincular con la eventual deducción de una
acción real o posesoria.

Exhibición de testamento

La medida exige en quien la reclame, que acredite el


interés por la exhibición. La diligencia debe ser la única
forma posible de obtener el instrumento, pues de no
haberse agotado las vías extrajudiciales para lograrlo,
es improcedente porque no puede ser utilizada como un
medio de coacción.
La seguridad sobre la existencia del testamento es un
requisito para la admisión, pues no se trata de despejar
el estado de incertidumbre con la visualización del
documento.

Exhibición de títulos

Cuando una persona enfrenta una acción de evicción,


se puede requerir la exhibición en juicio de los
documentos, títulos o instrumentos que acrediten la
transmisión de los bienes adquiridos a título oneroso.

Con ello se pretende esclarecer la cuestión vinculada


con la responsabilidad de las partes respecto a la
pérdida, turbación o perjuicio sufrido por causas
anteriores a la adquisición.

Exhibición de documentos por el socio

El presupuesto necesario para plantear esta diligencia


preliminar es acreditar la calidad de socio, circunstancia
proclive a ciertos esclarecimientos.

Ahora bien, esta diligencia no se puede articular como


un medio de conseguir una ventaja procesal, pues de lo
único que se trata es de resolver un conflicto de
naturaleza societaria, donde el conocimiento de los
documentos previos es imprescindible a los fines de
concretar la pretensión.
Determinación del carácter de ocupante

Este inciso tiene por finalidad aclarar el título que


acredita la posesión o dominio del bien inmueble cuya
reivindicación se vaya a peticionar, o sea que persigue
conocer el carácter del derecho invocado (real o
personal).

Designación de tutor o curador

Es una medida preparatoria que tiende a evitar la


indefensión de la persona incapaz que sin tener
representante legal va a ser demandada en juicio.

Con la diligencia se procura que el juez designe la


representación legal cubriendo así el déficit encontrada
en forma liminar.

Constitución de domicilio como diligencia


preliminar

Esta situación debe ser probada por quien lo alega,


porque además de la utilidad que persigue, no se puede
desatender que el objeto de la notificación se puede
igualmente cumplir en el proceso, aunque por vías más
conflictivas o difíciles, como son la notificación por
edictos o la comunicación por exhorto diplomático.

Pedido de mensura judicial


Constituye una medida preparatoria para promover
juicio ordinario, el juicio de “simple mensura”, en
cambio, tiene, no solo efectos procesales, sino también
sustanciales, el juicio de mensura, deslinde y
amojonamiento.

La mensura se ha de practicar por agrimensor, y


constituye una práctica de orden administrativo que no
origina un proceso contradictorio.

Citación para el reconocimiento de la obligación de


rendir cuentas

La citación para reconocer la obligación de rendir


cuentas tiene un doble efecto; por un lado pretende
evitar la excepción de falta de legitimación pasiva de
quien alegue que no existe tal deber; y por otro, evitar el
conflicto de determinar en un juicio ordinario o
sumarísimo los alcances de esa obligación cuando se
cuenta con este medio de facilitación procesal.

Caducidad de las medidas preparatorias

Las medidas preparatorias de la demanda judicial,


aunque no abren la instancia, suponen dar comienzo a
un término de caducidad ope legis por treinta días
desde su realización.
El término no se aplica al supuesto de pruebas
anticipadas, toda vez que estas están subordinadas a
los plazos del expediente principal al que se adjuntan.

DILIGENCIAS CONSERVATORIAS
Son aquellas medidas destinadas a conservar o
asegurar los elementos de prueba que deben ser
utilizados en la etapa procesal correspondiente.

Prueba anticipada

Art. 326. – Los que sean o vayan a ser parte en un


proceso de conocimiento y tuvieren motivos justificados
para temer que la producción de sus pruebas pudiera
resultar imposible o muy dificultosa en el período de
prueba, podrán solicitar que se produzcan
anticipadamente las siguientes:

1. Declaración de algún testigo de muy avanzada


edad, o que esté gravemente enfermo o próximo
a ausentarse del país.
2. Reconocimiento judicial o dictamen pericial para
hacer constar la existencia de documentos, o el
estado, calidad o condición de cosas o de
lugares.
3. Pedido de informes.
4. La exhibición, resguardo o secuestro de
documentos concernientes al objeto de la
pretensión, conforme lo dispuesto por el artículo
325.

La absolución de posiciones podrá pedirse únicamente


en proceso ya iniciado.

LA DEMANDA
Es el acto procesal por el que se ejercita el derecho de
acción y de peticionar a las autoridades, procurando la
iniciación de un proceso judicial. A través de ella se
presenta la pretensión al juez.

Habitualmente, es la primera actividad que se realiza


para motivar la formación de un juicio y el nacimiento de
la instancia. Es el instrumento mediante el cual se
puede plantear la pretensión que se posee.

A través de la demanda no solo se inicia habitualmente


el proceso, sino también se delimita el thema
decidendum. En la demanda se formula una pretensión
que determina el contenido de la decisión judicial a
dictarse.

FORMA DE LA DEMANDA

Forma de la demanda
Art. 330. – La demanda será deducida por escrito y
contendrá:

1. El nombre y domicilio del demandante.


1. El nombre y domicilio del demandado.
2. La cosa demandada, designándola con toda
exactitud.
3. Los hechos en que se funde, explicados
claramente.
4. El derecho expuesto sucintamente, evitando
repeticiones innecesarias.
5. La petición en términos claros y positivos.

La demanda deberá precisar el monto reclamado, salvo


cuando al actor no le fuere posible determinarlo al
promoverla, por las circunstancias del caso, o porque la
estimación dependiera de elementos aún no
definitivamente fijados y la promoción de la demanda
fuese imprescindible para evitar la prescripción de la
acción. En estos supuestos, no procederá la excepción
de defecto legal.

La sentencia fijará el monto que resulte de las pruebas


producidas.

Requisitos subjetivos

1. Nombre y domicilio del demandante


El demandante se debe presentar con nombre y
apellido, pudiendo informar otras condiciones
personales como adiciones que estime de interés o
importancia para acreditar el derecho que peticiona.

Si se trata de una persona ideal o jurídica, debe


instrumentar la legitimación con los documentos que
corroboren el derecho a pedir, a cuyo efecto resulta
suficiente acompañar el estatuto social y la copia del
acta que designa representantes legales.

También se exige que el demandante denuncie su


domicilio real, que constituya otro dentro del radio de
jurisdicción del Juzgado y, además, que constituya un
domicilio electrónico a fines de notificarle con mayor
celeridad las providencias que fuesen menester.

● Nombre y domicilio del demandado

Se aplican las mismas reglas que el actor debe cumplir,


con la diferencia que se referencian con el Código Civil
y Comercial, porque el domicilio que del demandado se
denuncia es el real o el legal, en los términos de las
leyes de fondo. La exigencia del domicilio real es a los
efectos de la notificación.

Requisitos objetivos
1. La cosa demandada, designándola con toda
exactitud

El objeto planteado requiere suficiente claridad y


precisión para evitar posteriores confusiones y un
ejercicio adecuado del derecho de defensa. Por eso, en
el momento de indicarle al juez cuáles son las cosas
que se piden, deben enumerarse una a una sin poder
involucrarlas en el etcétera, por el alcance incompatible
que tiene respecto a la claridad y precisión exigida.

Cuando la pretensión consiste en dar sumas de dinero,


el demandante debe precisar la cuantía, a excepción
que le fuese imposible conocerla o liquidarla por las
circunstancias del caso. Por implicancia, se admite la
demanda de monto indeterminado, permitiendo que el
juez resuelva sobre la pretensión material para fijar
posteriormente el valor del proceso.

La indeterminación, no obstante, a veces se atenúa con


el presupuesto de la estimación provisoria, que significa
dar un valor aproximado al tiempo de promover la
demanda. Empero los límites de la condena han de
estar impuestos por esta petición, no debiendo exceder
en gran medida el monto del capital, aun cuando se lo
supedite a “lo que en más o en menos” resulte de la
prueba.
● Los hechos en que se funde, explicados
claramente

La fundamentación clara y precisa impone explicar los


hechos en forma circunstanciada, porque a tenor del
principio de preclusión, la demanda no se puede
modificar o transformar con otros hechos que el
demandado no pueda conocer oportunamente, esto es,
al tiempo de notificarla.

Si bien el letrado no es responsable de las


manifestaciones de su cliente, cuando los hechos
alegados son de fácil comprobación y la naturaleza del
pleito autoriza a presumir su falsa invocación con el
único objeto de dilatar el juicio, aquel debe investigarlos
antes de suscribir el escrito que los contiene, o bien
expresar claramente que enuncia tales supuestos
fácticos bajo exclusiva responsabilidad del cliente.

Los hechos deben ser acompañados por distintos


medios de prueba.

● El derecho expuesto sucintamente

El inciso quinto solicita que el actor invoque el derecho


que interpreta lo asiste en sus afirmaciones. El mismo
ha de enunciarse sin mayores desarrollos porque, en
realidad, prima al respecto el principio iura novit curia.

Solo basta con la mención de los artículos del código


civil y comercial y del código procesal civil y comercial.

Requisitos sustanciales de la demanda

Si se encontrara un error apuntado en la forma de


presentación (vicios extrínsecos), la facultad de
saneamiento y ordenación que ponderan las aptitudes
del pretorio impondrá la corrección o compostura del
objeto peticionado.

En cambio, si la patología que arrastra la pretensión


guarda tal entidad que puede predecirse la inutilidad de
sustanciarla, la actitud jurisdiccional no puede ser otra
que el rechazo liminar a esa postulación
manifiestamente inoficiosa.

TIPOS DE DEMANDA
De acuerdo con la variedad de peticiones o
pretensiones que al juez se le presenten las demandas
pueden ser simples o complejas.

Son demandas simples cuando llevan la única finalidad


de poner en marcha un proceso; en cambio, son
complejas cuando, además de conseguir activar el
procedimiento, formulan una o más peticiones o
pretensiones. Este tipo de demandas, constituye la
regla de nuestros ordenamientos adjetivos.

Analizadas intrínsecamente, las demandas complejas


trazan diferencias según el objeto que persigan. Va de
suyo su emparentamiento con el derecho material
(pretensión material) que se pretende obtener, de
manera que ellas se clasifican en:

1. Demandas de condena a pagar sumas de dinero,


a cumplir con una obligación de hacer, o a omitir
una actuación predispuesta (no hacer);
2. Demandas declarativas, dirigidas a satisfacer
una pretensión tendiente a esclarecer una
situación incierta, o dudosa; a declarar la
existencia o inexistencia de una relación jurídica;
o de autenticidad o falsedad de un documento,
entre otras posibilidades. Requieren del interés
concreto en quien reclama por cuanto la
jurisdicción solo tutela derechos subjetivos y no
situaciones abstractas;
3. Demandas constitutivas, son aquellas que
pueden transformar, modificar o extinguir un acto
jurídico determinado a partir de la sentencia que
la acoja. Pueden tener, a su vez, efectos
inmediatos hacia el futuro (v.gr.: culpabilidad en
un accidente de tránsito; titularidad dominial de
un bien por prescripción adquisitiva, etc.); o
retroactivos (v.gr.: nulidad matrimonial; divorcio;
disolución de sociedad, etc., que cobran efectos
desde que la demanda se promueve).

Desde otro punto de vista, las demandas pueden dar


lugar a procesos de conocimiento, en cuyo caso la
actividad del juez responde a los tipos destacados ut
supra; o procesos ejecutivos, que atienden un objetivo
único y preciso, cual es el cobro compulsivo de una
obligación previamente documentada.

De acuerdo con el número de participantes como


sujetos activos o pasivos, las demandas pueden ser
unipersonales o pluripersonales o colectivas.

Si la atención reposa en el objeto procesal (pretensión)


las demandas que no se dirijan a perseguir la
consagración de su fundamento, se denominan
accesorias, porque para llegar a la sentencia favorable
necesitan remediar situaciones críticas en el camino
hacia ella (v.gr.: demanda incidental). En cambio, son
demandas principales, las otras, a contrario sensu.

EFECTOS DE LA DEMANDA
Efectos procesales

1. Queda abierta la instancia, y determina la


obligación del juez para proveer las peticiones
que se formulan en la pieza escrita.
2. Para el actor, la apertura de la instancia origina el
deber de instar la prosecución de las
actuaciones, bajo la prevención de caer en
perención o caducidad de aquella si incurriera en
abandono o negligencia.
3. La competencia del juez queda fijada sin
perjuicio de las facultades de excusarse o
inhibirse por causas legalmente previstas.
4. Por su parte el accionante admite la radicación
ante un magistrado cualquiera, si al tiempo de
interponer la demanda y conocer la competencia
asignada, no recusa al juez designado.
5. Delimita el objeto del proceso y fija el ámbito de
las cuestiones a resolver sobre la base de la
congruencia con lo pedido.
6. A su vez, la propuesta ingresada enmarca las
defensas que puede argüir el demandado.
7. La iniciación produce el estado de litispendencia
que autoriza igual excepción respecto de una
demanda posterior.
8. Hace nacer al actor la carga de impulsar el
proceso.
9. Determina el objeto de la demanda

Efectos sustanciales

1. Interrumpe el curso de la prescripción.


2. Invalida la venta o cesión de la cosa o crédito de
la cosa en litigio.
3. Conserva el derecho de acción en los
presupuestos que exigen plazos para ejercerlos,
permitiendo suspender el curso de la caducidad
hasta allí operada.
4. Convalida la acción intentada descartando otras
que pudieren ser alternativas.

Efectos de la notificación de la demanda

1. Consume la actividad procesal evitando


retrocesos;
2. Pone fin a los tiempos de transformación,
ampliación o modificación del objeto procesal,
dando paso a las actitudes del accionado en
relación a su defensa.
3. Constituye en mora al demandado, originando el
curso de los intereses.
4. Desde la fecha en que se produce la notificación
de la demanda, el poseedor de buena fe que
resulta condenado a la restitución de la cosa es
responsable de los frutos percibidos y de los que
por su negligencia hubiese dejado de percibir.
Asimismo, cuando no es posible determinar el
tiempo en que comenzó la mala fe, debe estarse
a la fecha de la notificación de la demanda.
DOCUMENTACIÓN QUE SE DEBE ACOMPAÑAR
CON LA DEMANDA
Los documentos que deben ingresar simultáneamente
con la demanda pertenecen a dos grupos bien
diferenciados. Unos responden al derecho de
postulación, que se relaciona con la capacidad
procesal, la legitimación y la personería.

Justificación de la personería

Art. 46. – La persona que se presente en juicio por un


derecho que no sea propio, aunque le competa
ejercerlo en virtud de una representación legal, deberá
acompañar con su primer escrito los documentos que
acrediten el carácter que inviste.

Si se invocare la imposibilidad de presentar el


documento, ya otorgado, que justifique la
representación y el juez considerase atendibles las
razones que se expresen, podrá acordar un plazo de
hasta VEINTE (20) días para que se acompañe dicho
documento, bajo apercibimiento de tener por inexistente
la representación invocada.

Los padres que comparezcan en representación de sus


hijos no tendrán la obligación de presentar las partidas
correspondientes, salvo que el juez, a petición de parte
o de oficio, los emplazare a presentarlas, bajo
apercibimiento del pago de las costas y perjuicios que
ocasionaren.

La falta de presentación de los instrumentos que


justifiquen la personería constituye inobservancia de
una exigencia formal que no apareja la devolución del
escrito, ni por ende la caducidad del derecho que se ha
pretendido ejercitar con esa deficiente presentación,
mientras no medie una intimación destinada a obtener
el cumplimiento de ese recaudo procesal.

Presentación de poderes

Art. 47. – Los procuradores o apoderados acreditarán


su personalidad desde la primera gestión que hagan en
nombre de sus poderdantes, con la pertinente escritura
de poder.

Sin embargo, cuando se invoque un poder general o


especial para varios actos, se lo acreditará con la
agregación de una copia íntegra firmada por el letrado
patrocinante o por el apoderado. De oficio o a petición
de parte, podrá intimarse la presentación del testimonio
original.

La circunstancia de obrar en ejercicio de un derecho


que no es propio obliga a comparecer justificando la
representación invocada, ocasionando la omisión el
derecho del demandado para deducir la defensa de
falta de personería.

Gestor

Art. 48. – Cuando deban realizarse actos procesales


urgentes y existan hechos o circunstancias que impidan
la actuación de la parte que ha de cumplirlos, podrá ser
admitida la comparecencia en juicio de quien no tuviere
representación conferida. Si dentro de los CUARENTA
(40) días hábiles, contados desde la primera
presentación del gestor, no fueren acompañados los
instrumentos que acrediten la personalidad o la parte no
ratificase la gestión, será nulo todo lo actuado por el
gestor y éste deberá satisfacer el importe de las costas,
sin perjuicio de su responsabilidad por el daño que
hubiere producido.

En su presentación, el gestor, además de indicar la


parte en cuyo beneficio pretende actuar, deberá
expresar las razones que justifiquen la seriedad del
pedido. La nulidad, en su caso, se producirá por el solo
vencimiento del plazo sin que se requiera intimación
previa.

La facultad acordada por este artículo sólo podrá


ejercerse UNA (1) vez en el curso del proceso.
Los otros documentos que se incorporan con la
demanda son aquellos que fundan o corroboran el
derecho a una sentencia favorable; es decir que se trata
de la prueba instrumental preconstituida que representa
el o los actos constitutivos de la relación que en la
demanda se invoca y que motiva el nacimiento del
derecho material (v.gr.: contrato, negocio jurídico,
testamento, etc.).

En tanto la prueba documental resulta comúnmente


conocida antes del conflicto y obra en poder de las
partes, justo es encontrar en el requisito de
acompañamiento con la demanda una exigencia que
reposa en elementales razones de lealtad, probidad y
buena fe.

De este modo, quien recurre a la jurisdicción debe


cumplir estos recaudos documentales:

1. Acompañar toda la instrumental que obre en su


poder;
2. Individualizar el lugar donde se encuentra aquella
otra que no tiene a su disposición;
3. Si fueren documentos extraviados, tendrá que
definirlo expresamente permitiendo que la
contraria pueda expedirse sobre el mismo.
TRANSFORMACIÓN Y AMPLIACIÓN DE LA
DEMANDA
Transformación y ampliación de la demanda

Art. 331. – El actor podrá modificar la demanda antes


de que ésta sea notificada. Podrá, asimismo, ampliar la
cuantía de lo reclamado si antes de la sentencia
vencieren nuevos plazos o cuotas de la misma
obligación. Se considerarán comunes a la ampliación
los trámites que la hayan precedido y se sustanciará
únicamente con un traslado a la otra parte.

Si la ampliación, expresa o implícitamente, se fundare


en hechos nuevos, se aplicarán las reglas establecidas
en el artículo 365.

Transformación de la demanda

Con el fin de evitar dificultades en el ejercicio del


derecho de defensa, la transformación de la demanda
con libertad se limita hasta el momento en que sea
notificada. Antes de ello se puede mudar la pretensión,
o la causa de pedir, o las personas contra quienes la
demanda se dirige.

En consecuencia, una vez comunicada la pretensión, la


demanda no puede alterar ninguno de sus
componentes objetivos, sea por modificación de la base
fáctica que la sustenta, sea por el objeto inmediato o
mediato; sin importar que en el escrito de postulación se
haya reservado el derecho de cambio, pues los
derechos no se reservan, sino, se ejercitan.

Ampliación de la demanda

La transformación de la demanda por ampliación puede


darse en los siguientes casos:

1. Con la acumulación inicial de pretensiones;


2. Ampliando la cuantía o reduciendo el monto
pedido inicialmente (transformación cuantitativa),
sin que ello signifique ir contra el principio de
preclusión y consumación de los actos
procesales, dado que no influye en el derecho de
fondo que cada litigante sustenta en su posición
jurídica.
3. Cuando con posterioridad a la contestación de la
demanda o reconvención ocurriese o llegare a
conocimiento de las partes algún hecho que
tenga relación con la cuestión que ventila el
proceso en trámite, pueden alegarlo “hasta cinco
días después de notificada la audiencia prevista
en el artículo 360 del presente código,
acompañando la prueba documental y ofreciendo
las demás de las que intenten valerse”

HECHOS NUEVOS
Hechos nuevos

Art. 365. – Cuando con posterioridad a la contestación


de la demanda o reconvención, ocurriese o llegase a
conocimiento de las partes algún hecho que tuviese
relación con la cuestión que se ventila, podrán alegarlo
hasta cinco días después de notificada la audiencia
prevista en el artículo 360 del presente Código,
acompañando la prueba documental y ofreciendo las
demás de las que intenten valerse.

Del escrito en que se alegue, si lo considerare


pertinente, se dará traslado a la otra parte, quien, dentro
del plazo para contestarlo, podrá también alegar otros
hechos en contraposición a los nuevos alegados.

El juez decidirá en la audiencia del artículo 360 la


admisión o el rechazo de los hechos nuevos.

El hecho nuevo debe vincularse estrechamente con los


términos en que el proceso se ha planteado; de otro
modo, se alteraría la congruencia del debate ya
planteado.

Por ello, en el escrito donde se denuncia el hecho


nuevo, han de mencionarse circunstanciadamente las
características fácticas que establecen su nexo con las
situaciones que discute el proceso.
La admisión del hecho nuevo se resuelve en la
audiencia preliminar, que es la audiencia de apertura a
prueba.

DEMANDA Y CONTESTACIÓN CONJUNTAS

Demanda y contestación conjuntas

Art. 336. – El demandante y el demandado, de común


acuerdo, podrán presentar al juez la demanda y
contestación en la forma prevista en los artículos 330 y
356, ofreciendo la prueba en el mismo escrito.

El juez, sin otro trámite, dictará la providencia de autos


si la causa fuere de puro derecho. Si hubiese hechos
controvertidos, recibirá la causa a prueba y fijará la
audiencia preliminar prevista en el artículo 360.

A través de la demanda y contestación conjuntas se


persigue simplificar el trámite de emplazamiento y
comunicación propiciando un mecanismo, comúnmente
llamado demanda bilateral, por el cual actor y
accionado, de mutuo acuerdo, presentan
simultáneamente al juez la pretensión y su resistencia,
ofreciendo toda la prueba en ese acto.

Demostración de la procedencia del fuero federal


Art. 332. – Cuando procediere el fuero federal por razón
de la nacionalidad o del domicilio de las personas, el
demandante deberá presentar con la demanda
documentos o informaciones que acrediten aquella
circunstancia.

AGREGACIÓN DE PRUEBA

Agregación de la prueba documental y ofrecimiento


de la confesional

Art. 333. – Con la demanda, reconvención y


contestación de ambas, deberá acompañarse la prueba
documental y ofrecerse todas las demás pruebas de
que las partes intentaren valerse.

Cuando la prueba documental no estuviere a su


disposición, la parte interesada deberá individualizarla,
indicando su contenido, el lugar, archivo, oficina pública
o persona en cuyo poder se encuentra.

Si se tratare de prueba documental oportunamente


ofrecida, los letrados patrocinantes, una vez interpuesta
la demanda, podrán requerir directamente a entidades
privadas, sin necesidad de previa petición judicial, y
mediante oficio en el que se transcribirá este artículo, el
envío de la pertinente documentación o de su copia
auténtica, la que deberá ser remitida directamente a la
secretaría, con transcripción o copia del oficio.
Si se ofreciera prueba testimonial se indicará qué
extremos quieren probarse con la declaración de cada
testigo. Tratándose de prueba pericial la parte
interesada propondrá los puntos de pericia.

Hechos no invocados en la demanda o


contrademanda

Art. 334. – Cuando en el responde de la demanda o de


la reconvención se alegaren hechos no invocados en la
demanda o contrademanda, los demandantes o
reconvinientes según el caso podrán ofrecer prueba y
agregar la documental referente a esos hechos, dentro
de los 5 días de notificada la providencia respectiva. En
tales casos se dará traslado de los documentos a la otra
parte, quien deberá cumplir la carga que prevé el art.
356 inc. 1).

Documentos posteriores o desconocidos

Art. 335. – Después de interpuesta la demanda, no se


admitirán al actor sino documentos de fecha posterior, o
anteriores, bajo juramento o afirmación de no haber
antes tenido conocimiento de ellos. En tales casos se
dará traslado a la otra parte, quien deberá cumplir la
carga que prevé el artículo 356, inciso 1.

Rechazo «in limine»


Art. 337. – Los jueces podrán rechazar de oficio las
demandas que no se ajusten a las reglas establecidas,
expresando el defecto que contengan.

Si no resultare claramente de ellas que son de su


competencia, mandarán que el actor exprese lo
necesario a ese respecto.

TRASLADO DE DEMANDA

Traslado de la demanda

Art. 338. – Presentada la demanda en la forma


prescripta, el juez dará traslado de ella al demandado
para que comparezca y la conteste dentro de QUINCE
(15) días.

Cuando la parte demandada fuere la Nación, UNA (1)


provincia o UNA (1) municipalidad, el plazo para
comparecer y contestar la demanda será de SESENTA
(60) días.

La misma disposición rige en el proceso sumarísimo


pero con un plazo de CINCO (5) días. Si vencido el
plazo no se presenta, procede la declaración de
rebeldía.

CITACIÓN DEL DEMANDADO


La demanda podrá ser notificada a través de las
siguientes vías, a saber:

1. Por cédula o por acta notarial: las cuales serán


remitidas al domicilio real de/l/los demandado/s,
de acuerdo surja denunciado en el escrito
originario de demanda en caso de resultar
conocido.
2. Por exhorto: esta modalidad es utilizada cuando
el demandado se halla domiciliado en el exterior,
circunstancia esta que motiva, a excepción de
que exista un convenio de cooperación y
reciprocidad, la intervención del Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto y el Consulado del
país receptor a efectos de la legalización de la
comunicación judicial cursada.
3. Por edictos: en ocasión de desconocerse la
existencia de la persona a demandar o de ignorar
su domicilio, previo haber agotado las vías
extrajudiciales para su localización, mediante su
publicación en el Boletín Oficial y/o en periódicos
de la jurisdicción, de acuerdo sea ordenado
judicialmente, pudiendo dar lugar a una
respuesta en expectativa en orden a la
intervención eventual del Defensor oficial.

FORMAS DE LA CITACIÓN
Demandado domiciliado o residente en la
jurisdicción del juzgado

Art. 339. – La citación se hará por medio de cédula que


se entregará al demandado en su domicilio real, si aquél
fuere habido, juntamente con las copias a que se refiere
el artículo 120.

Si no se le encontrare, se le dejará aviso para que


espere al día siguiente y si tampoco entonces se le
hallare, se procederá según se prescribe en el artículo
141.

Si el domicilio asignado al demandado por el actor fuere


falso, probado el hecho, se anulará todo lo actuado a
costa del demandante.

La notificación se hace por cédula. El plazo de la


citación es de 15 días en el proceso ordinario o 5 días
en el proceso sumarísimo.

Demandado domiciliado o residente fuera de la


jurisdicción

Art. 340. – Cuando la persona que ha de ser citada no


se encontrare en el lugar donde se le demanda, la
citación se hará por medio de oficio o exhorto a la
autoridad judicial de la localidad en que se halle, sin
perjuicio, en su caso, de lo dispuesto en la ley de
trámite uniforme sobre exhortos.

La cédula se debe remitir a la oficina de notificaciones


de la autoridad de la localidad donde vive el
demandado.

Los plazos para contestar demanda se amplían un día


cada DOSCIENTOS (200) km o fracción que no baje de
CIEN (100).

Provincia demandada

Art. 341. – En las causas en que una provincia fuere


parte, la citación se hará por oficios dirigidos al
gobernador y al fiscal de estado o funcionario que
tuviere sus atribuciones.

Ampliación y fijación de plazo

Art. 342. – En los casos del artículo 340, el plazo de


QUINCE (15) días se ampliará en la forma prescripta en
el artículo 158.

Si el demandado residiese fuera de la República, el juez


fijará el plazo en que haya de comparecer atendiendo a
las distancias y a la mayor o menor facilidad de las
comunicaciones.
Demandado incierto o con domicilio o residencia
ignorados

Art. 343. – La citación a personas inciertas o cuyo


domicilio o residencia se ignorare se hará por edictos
publicados por dos días en la forma prescrita por los
artículos 145, 146, 147 y 148.

Si vencido el plazo de los edictos o del anuncio por


radiodifusión o televisión no compareciere el citado, se
nombrará al Defensor Oficial para que lo represente en
el juicio. El Defensor deberá tratar de hacer llegar a
conocimiento del interesado la existencia del juicio y, en
su caso, recurrir de la sentencia.

Demandados con domicilios o residencias en


diferentes jurisdicciones

Art. 344. – Si los demandados fuesen varios y se


hallaren en diferentes jurisdicciones, el plazo de la
citación será para todos el que resulte mayor, sin
atender al orden en que las notificaciones fueron
practicadas.

Citación defectuosa

Art. 345. – Si la citación se hiciere en contravención a lo


prescripto en los artículos que preceden, será nula y se
aplicará lo dispuesto en el artículo 149.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
La contestación es el acto mediante el cual el
demandado opone, en el proceso ordinario, aquellas
defensas que no deban ser opuestas como de previo y
especial pronunciamiento, (art. 356) y en el proceso
sumarísimo, toda clase de defensas. Es un acto que
reviste importancia fundamental porque determina
definitivamente los hechos sobre los cuales deberá
producirse la prueba y, asimismo, delimita el thema
decidendum. Por tal razón se dice que con la
contestación de la demanda queda integrada la llamada
relación jurídica.

La contestación a la demanda, es el acto procesal por el


cual el demandado reconoce y/o niega las pretensiones
que el actor expone. Es una facultad, una carga
procesal, no un deber, en la medida que constituye una
de las actitudes que puede asumir.

En sentido estricto, contestar la demanda significa


alegar todas aquellas oposiciones al progreso de la
pretensión que, de acuerdo con la ley, no deban
deducirse como excepciones de previo y especial
pronunciamiento.

Cuando la oposición se dirige contra los hechos o el


derecho que fundamenta el reclamo, desconociendo los
primeros o contradiciendo la aplicación del segundo, la
contestación del demandado constituye una “defensa”.
En cambio, cuando el demandado alega contra los
presupuestos de hecho o de derecho, la existencia de
circunstancias que los transforman, modifican, o
extinguen, esa reacción toma el nombre de “excepción”.

REQUISITOS Y FORMAS DE LA CONTESTACIÓN

Contenido y requisitos

Art. 356. – En la contestación opondrá el demandado


todas las excepciones o defensas de que intente
valerse.

Deberá, además:

1. Reconocer o negar categóricamente cada uno de


los hechos expuestos en la demanda, la
autenticidad de los documentos acompañados
que se le atribuyeren y la recepción de las cartas
y telegramas a él dirigidos cuyas copias se
acompañen. Su silencio, sus respuestas
evasivas, o la negativa meramente general
podrán estimarse como reconocimiento de la
verdad de los hechos pertinentes y lícitos a que
se refieran. En cuanto a los documentos se los
tendrá por reconocidos o recibidos, según el
caso. No estarán sujetos al cumplimiento de la
carga mencionada en el párrafo precedente, el
defensor oficial y el demandado que interviniere
en el proceso como sucesor a título universal de
quien participó en los hechos o suscribió los
documentos o recibió las cartas o telegramas,
quienes podrán reservar su respuesta definitiva
para después de producida la prueba.
2. Especificar con claridad los hechos que alegare
como fundamento de su defensa.
3. Observar, en lo aplicable, los requisitos prescritos
en el artículo 330.

CARGAS QUE DEBE CUMPLIR EL DEMANDADO AL


CONTESTAR UNA DEMANDA

Cuando el juez corre traslado de la demanda, impone al


demandado dos cargas principales como consecuencia
de la teoría de la sustanciación:

1. Comparecer;
2. Contestar la demanda.

Se trata de cargas procesales, no constituyéndose en


obligaciones.

En el caso de la incomparecencia, la consecuencia


inmediata, a pedido de parte, es la rebeldía.
PRINCIPIOS PROCESALES QUE SE APLICAN EN LA
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

Los principios de bilateralidad, contradicción e igualdad


ante la ley están presentes al contestar la demanda.

La exigencia es ofrecer la oportunidad de escuchar a la


contraparte, mas no requiere la efectivización del
derecho, sino la razonable y suficiente posibilidad de ser
oída y defenderse.

Existen supuestos en que el principio de bilateralidad


pareciera que sufre una ruptura, como en los casos que
se decretan medidas cautelares, las que son resueltas
inaudita parte. En tales situaciones no hay una
postergación del principio, sino un desplazamiento en el
tiempo de la posibilidad de contradicción.

RECONOCER O NEGAR

Una de las posibilidades que tiene el demandado al


contestar la demanda es reconocer expresamente el
derecho que la pretensión reclama, en cuyo caso se
podrá allanar, presentarse sin debatir, o simplemente,
dar al escrito de comparecimiento la formalidad
necesaria para tener un domicilio legal constituido y
convertirse en parte.
El demandado puede asumir el carácter de oponente, y
enfrentar las afirmaciones del actor ofreciendo una
versión propia de los hechos; o simplemente negar que
ellos hayan ocurrido como se relatan, o desconocerlos
sin agregados ni complementos.

La admisión simple y expresa torna innecesaria la


prueba respecto a los hechos involucrados; en cambio,
la admisión calificada obliga a verificar la versión que se
introduce, por constituir un hecho modificativo.

La afirmación de un hecho ya afirmado por la


contraparte se llama admisión. La admisión representa
siempre una causa de exención probatoria, pues no
resulta necesario probar lo que el adversario dice en
idéntico sentido.

La admisión puede ser simple y calificada. De la primera


especie son los actos que aceptan lisa y llanamente el
hecho afirmado por la otra parte; y es calificada, cuando
se acepta ese hecho, pero introduciendo en él
aclaraciones y explicaciones o atribuyéndoles una
configuración jurídica diferente; por ejemplo, frente a la
aseveración del demandante que entregó una suma de
dinero en préstamo, el accionado puede decir: “es cierto
que recibí el dinero, pero no en calidad de préstamo,
sino de donación”.
Por otra parte, el hecho admitido consuma dos
consecuencias inmediatas: una obliga al juez a tener
presente la afirmación bilateral al tiempo de sentenciar;
otra, a tenerlo por suficientemente acreditado y sin
necesidad de abono alguno.

Los hechos que se deben contestar o negar son los


afirmados, es decir, los que alega el actor como
sucedidos.

Es preciso aclarar que los hechos personales del


demandado son los únicos que se deben aceptar o
desconocer, porque los que se encuentran
mencionados en la demanda como ocurridos respecto
al actor, no son pasibles de reconocimiento en la
medida que pueden ser ignorados.

Así como se impone la carga de reconocer o negar los


hechos alegados, también se exige respecto a los
documentos cuya autenticidad se plantea, y de las
cartas misivas que se dicen recepcionadas por el
demandado.

En el primer caso estamos frente al reconocimiento de


firmas en instrumentos donde el accionado haya tenido
intervención, pero no de aquellos que emanen del actor
o de terceros.

ALLANAMIENTO
Consiste en la declaración en cuya virtud el demandado
reconoce que la pretensión interpuesta por el actor es
fundada. Puede tener lugar en cualquier estado del
proceso anterior a la sentencia definitiva.

Debe ser categórico y terminante, careciendo de


eficacia el que formula como reserva o bajo
condiciones.

Oportunidad y efectos

Art. 307. – El demandado podrá allanarse a la demanda


en cualquier estado de la causa anterior a la sentencia.

El juez dictará sentencia conforme a derecho, pero si


estuviere comprometido el orden público, el
allanamiento carecerá de efectos y continuará el
proceso según su estado.

Cuando el allanamiento fuere simultáneo con el


cumplimiento de la prestación reclamada, la resolución
que lo admita será dictada en la forma prescripta en el
artículo 161.

TIPOS DE ALLANAMIENTO
Allanamiento según su forma
1. Expreso: Se produce con una declaración
categórica y terminante en cuya virtud el
demandado reconoce que la pretensión
interpuesta por el actor es fundada.
2. Tácito: Se produce mediante el silencio, las
respuestas evasivas, o la negativa meramente
general al momento de contestar la demanda.
Esto podrá estimarse como reconocimiento de la
verdad de los hechos pertinentes y lícitos a que
se refieran. En cuanto a los documentos se los
tendrá por reconocidos o recibidos.

Art. 356. – En la contestación opondrá el demandado


todas las excepciones o defensas de que intente
valerse.

Deberá, además:

1. Reconocer o negar categóricamente cada uno de


los hechos expuestos en la demanda, la
autenticidad de los documentos acompañados
que se le atribuyeren y la recepción de las cartas
y telegramas a él dirigidos cuyas copias se
acompañen. Su silencio, sus respuestas
evasivas, o la negativa meramente general
podrán estimarse como reconocimiento de la
verdad de los hechos pertinentes y lícitos a que
se refieran. En cuanto a los documentos se los
tendrá por reconocidos o recibidos, según el
caso. No estarán sujetos al cumplimiento de la
carga mencionada en el párrafo precedente, el
defensor oficial y el demandado que interviniere
en el proceso como sucesor a título universal de
quien participó en los hechos o suscribió los
documentos o recibió las cartas o telegramas,
quienes podrán reservar su respuesta definitiva
para después de producida la prueba.
2. Especificar con claridad los hechos que alegare
como fundamento de su defensa.
3. Observar, en lo aplicable, los requisitos prescritos
en el artículo 330.

Allanamiento según su alcance


1. Total: alcanza a la totalidad de la pretensión y
peticiones.
2. Parcial: alcanza únicamente a algunos hechos o
pretensiones.

Beneficios
Artículo 70. – No se impondrán costas al vencido:

1) Cuando hubiese reconocido oportunamente como


fundadas las pretensiones de su adversario allanándose
a satisfacerlas, a menos que hubiere incurrido en mora
o que por su culpa hubiere dado lugar a la reclamación.
2) Cuando se allanare dentro del quinto día de tener
conocimiento de los títulos e instrumentos tardíamente
presentados.

Para que proceda la exención de costas, el


allanamiento debe ser real, incondicionado, oportuno,
total y efectivo.

Si de los antecedentes del proceso resultare que el


demandado no hubiere dado motivo a la promoción del
juicio y se allanare dentro del plazo para contestar la
demanda, cumpliendo su obligación, las costas se
impondrán al actor.

EXCEPCIONES PREVIAS
Ante una demanda, en la mayoría de los casos, el
demandado se resiste a ella, es decir que se opone.
Aquí es donde surgen las “defensas”, es decir las
distintas clases de oposiciones que el sujeto pasivo
puede formular contra la pretensión procesal.

Dentro del género “defensas”, hay algunas a las cuales


la ley y la doctrina les asignan un nombre especial:
excepciones. Las excepciones pueden ser definidas
como las defensas que una de las partes opone contra
la acción o pretensión de la otra, a fin de suspender o
extinguir el ejercicio de dicha acción.
CLASIFICACIÓN DE LAS EXCEPCIONES

Excepciones previas

Son conocidas como excepciones de previo y especial


pronunciamiento. Están taxativamente enumeradas en
el Código.

Se oponen en un solo escrito y junto con la contestación


de la demanda o de la reconvención. La oposición de
excepciones no suspende el plazo para contestar la
demanda o la reconvención.

Excepciones admisibles

Art. 347. – Sólo se admitirán como previas las


siguientes excepciones:

1. Incompetencia.
2. Falta de personería en el demandante, en el
demandado o sus representantes, por carecer de
capacidad civil para estar en juicio o de
representación suficiente.
3. Falta de legitimación para obrar en el actor o en
el demandado, cuando fuere manifiesta, sin
perjuicio, en caso de no concurrir esta última
circunstancia, de que el juez la considere en la
sentencia definitiva.
4. Litispendencia.
5. Defecto legal en el modo de proponer la
demanda.
6. Cosa juzgada. Para que sea procedente esta
excepción, el examen integral de las DOS (2)
contiendas debe demostrar que se trata del
mismo asunto sometido a decisión judicial, o que
por existir continencia, conexidad, accesoriedad
o subsidiariedad, la sentencia firme ya ha
resuelto lo que constituye la materia o la
pretensión deducida en el nuevo juicio que se
promueve.
7. Transacción, conciliación y desistimiento del
derecho.
8. Las defensas temporarias que se consagran en
las leyes generales, tales como el beneficio de
inventario o el de excusión, o las previstas en los
artículos 2486 y 3357 del Código Civil.

La existencia de cosa juzgada o de litispendencia podrá


ser declarada de oficio, en cualquier estado de la causa.

Objetivos de cada excepción

1. Incompetencia: Se trata de una excepción


dilatoria, y es fundamental que vaya
acompañada al deducirse, por la totalidad de la
prueba que demuestre la veracidad del planteo,
circunstancia esencial para que el juez resuelva.
2. Falta de personería: la falta de personería es un
vicio de la representación y de la capacidad
procesal para estar en juicio, situaciones ambas
que son posibles de saneamiento y que impiden
atraparlas en un concierto demasiado formalista.
3. Falta de legitimación para obrar: La excepción
tiene dos facetas: una destinada a oponerse a la
titularidad que invoca el sujeto activo que
pretende (conocida también como falta de
acción); y la otra, en la facultad que tiene el
demandado de oponerse a que contra él se dirija
una demanda que versa sobre una cuestión en la
que no tiene derecho de contradicción por
inexistencia de relación causal o material.
4. Litispendencia: la expresión litis-pendencia es
una voz jurídica de origen latino y su significado
literal es “juicio pendiente”. Se trata de un juicio
“en curso” o “tramitándose” que no tiene
sentencia firme de ningún tribunal. Esta
excepción se opone con el objeto de que no se
demande dos veces la misma cosa, vale decir
que, en presencia de dos demandas es
necesario establecer si se trata de dos acciones
diferentes o si por el contrario, es la misma
acción deducida dos veces.
5. Defecto legal en el modo de proponer la
demanda: cuando la demanda no se ajusta a las
prescripciones legales, en especial al artículo
330 del CPCCN.
6. Cosa Juzgada: se denomina “cosa juzgada” a la
sentencia válida y firme, recaída en un juicio
contradictorio en el que no quedan recursos
posibles. La cosa juzgada, como excepción,
actúa cuando se ha obtenido un pronunciamiento
en un juicio anterior; y pese a ello se intenta abrir
un nuevo proceso sobre el mismo objeto.
7. Transacción, conciliación o desistimiento del
derecho: en todos los casos nos referimos a una
modalidad de la “cosa juzgada”, porque en
cualquiera de estas modalidades hay una forma
de terminación del proceso anterior homologado
por una resolución judicial.
8. Defensas temporarias: la expresión “defensa”
viene recogida a través del artículo 18 de nuestra
Constitución Nacional, la cual declara “que es
inviolable la defensa en juicio de la persona y de
sus derechos”. La defensa temporaria, es todo
acto de amparo admitido por la ley de fondo, y
mediante el cual se autoriza al oponente, el
ejercicio de alguna actividad previa a la
promoción de su demanda.

Excepciones sin carácter previo

También se oponen al constar la demanda o al


contestar la reconvención. Como no revisten carácter de
previas, son resueltas junto con el asunto de fondo.
EFECTOS DE LAS EXCEPCIONES

Excepciones dilatorias

Son las que suspenden el ejercicio del derecho o


acción, y por lo tanto, dilatan o suspenden el proceso
temporalmente. En caso de prosperar, estas
excepciones, dilatan o postergan el pronunciamiento
sobre el derecho del actor. Son las siguientes:

1. Incompetencia;
2. Falta de personería;
3. Litispendencia;
4. Defecto legal en el modo de proponer la
demanda
5. Defensas temporarias;
6. Arraigo.

Excepciones perentorias

Son las excepciones que extinguen el derecho de


acción, y por lo tanto, ponen fin al proceso,
extinguiéndolo definitivamente. Por ejemplo la cosa
juzgada. Es decir que son excepciones que persiguen
impedir definitivamente la continuidad del proceso. Se
denominan excepciones perentorias porque extinguen
la acción.
Las excepciones perentorias, en caso de prosperar,
excluyen definitivamente el derecho del actor, de modo
que la pretensión no puede volver a ser propuesta. Son
las siguientes:

1. Prescripción de la acción;
2. Falta manifiesta de legitimación para obrar
(cuando el actor o el demandado no sean los
titulares de la relación jurídica material en que se
funda la pretensión);
3. Cosa juzgada;
4. Transacción, conciliación y desistimiento del
derecho.

CONDICIONES DE PROCEDENCIA FORMAL Y


SUSTANCIAL DE LAS EXCEPCIONES

Forma de deducirlas. Plazo y efectos

Art. 346. – Las excepciones que se mencionan en el


artículo siguiente se opondrán únicamente como de
previo y especial pronunciamiento en un solo escrito
juntamente con la contestación de demanda o la
reconvención.

El rebelde sólo podrá oponer la prescripción con


posterioridad siempre que justifique haber incurrido en
rebeldía por causas que no hayan estado a su alcance
superar.

En los casos en que la obligación de comparecer


surgiere con posterioridad al plazo acordado al
demandado o reconvertido para contestar, podrá
oponerla en su primera presentación.

Si se dedujere como excepción, se resolverá como


previa si la cuestión fuere de puro derecho.

La oposición de excepciones no suspende el plazo para


contestar la demanda o la reconvención, en su caso,
salvo si se tratare de las de falta de personería, defecto
legal o arraigo.

De acuerdo a la finalidad que persiguen, cada una


requiere una fundamentación distinta, a cuyo fin
corresponde clasificarlas en:

1. Excepciones procesales: son aquellas que se


relacionan con la falta de presupuestos de
existencia y regularidad del proceso.
○ Incompetencia;
○ Falta de personería;
○ Defecto legal en el modo de proponer la
demanda.
2. Defensas: son también oposiciones que realiza
el demandado al progreso sustancial del
proceso.
○ Cosa juzgada;
○ Transacción, conciliación y el
desistimiento del derecho.
3. Excepciones sustanciales: se basan en un
presupuesto procesal del que carece la
pretensión, y por ello pretenden cancelar de
manera definitiva el proceso iniciado.
○ Prescripción;
○ Falta de legitimación manifiesta para
obrar;
○ Defensas temporarias (Ejemplo días de
luto y llanto).

TRÁMITE DE LAS EXCEPCIONES

Requisito de admisión

Art. 349. – No se dará curso a las excepciones:

1. Si la de incompetencia lo fuere por razón de


distinta nacionalidad y no se acompañare el
documento que acredite la del oponente; si lo
fuere por distinta vecindad y no se presentare la
libreta o partida que justificare la ciudadanía
argentina del oponente; si lo fuere por haberse
fijado de común acuerdo por las partes el juez
competente, cuando ello es admisible, y no se
hubiere presentado el documento
correspondiente.
1. Si la de litispendencia no fuere
acompañada del testimonio del escrito de
demanda del juicio pendiente.
2. Si la cosa juzgada no se presentare con
el testimonio de la sentencia respectiva.
3. Si las de transacción, conciliación y
desistimiento del derecho no fueren
acompañadas de los instrumentos o
testimonios que las acrediten.

En los supuestos de los incisos 2, 3 y 4, podrá suplirse


la presentación del testimonio si se solicitare la remisión
del expediente con indicación del juzgado y secretaría
donde tramita.

La oposición de excepciones suspende la continuación


del proceso hasta que se resuelvan favorable o
desfavorablemente.

Normalmente no suspende el plazo para contestar la


demanda. Solo suspenden el plazo para contestar la
demanda, en los casos de excepción de falta de
personería; defecto legal en el modo de proponer la
demanda, y arraigo como consecuencia natural de la
defensa interpuesta.

El plazo para deducirlas, se cuenta desde el día


siguiente a la notificación por cédula de la demanda o
reconvención, y cada una de las excepciones que
exigen prueba documental, deben anexar dicha prueba,
o indicar quién la posee, en el mismo momento de su
interposición, caso contrario, el juez la rechazará in
limine, toda vez que no puede suplir una carga de la
parte. De esta manera se evidencia el respeto a los
principios procesales de bilateralidad y contradicción.

Al correr traslado a la otra parte, de las excepciones


planteadas (principio de sustanciación) esta debe
cumplir con la misma carga, por tener el mismo derecho
de ofrecer prueba, respecto de la excepción o
excepciones opuestas.

Terminada esta etapa introductoria en el marco de las


excepciones, el juez “recibe la prueba ofrecida”, lo que
se entiende como “producción” de la misma, en cuya
virtud, si la única prueba es la documental, o una vez
producida toda la prueba, la causa está en estado de
alcanzar la sentencia.

Todas las excepciones a que se crea con derecho la


parte, deberán ser interpuestas en forma conjunta, en
un mismo acto. La resolución de las excepciones puede
ser apelada, recurso este que es concedido en relación
y con efecto suspensivo, con excepción de: la
excepción de falta de legitimación no manifiesta, que es
irrecurrible; y la excepción de incompetencia por el
carácter comercial o civil de la cuestión, donde el efecto
con que se concede el recurso de apelación en relación
por su rechazo, será devolutivo.

Cuando el juez admite las excepciones, procede


despachar lo que resulte correspondiente con cada
excepción interpuesta, diferenciándose el carácter de
dilatorias o perentorias de cada una de ellas, en punto a
la posibilidad de seguir con el juicio activo, u ordenar su
remisión a otro juzgado, o directamente su archivo. Si
en cambio las rechaza, los efectos de tal rechazo
adquieren relevancia en los casos que su interposición
haya suspendido el plazo para contestar la demanda.

EXCEPCIÓN DE ARRAIGO

Arraigo

Art. 348. – Si el demandante no tuviere domicilio ni


bienes inmuebles en la República, será también
excepción previa la del arraigo por las
responsabilidades inherentes a la demanda.

Se denomina “arraigar el juicio” el acto de asegurar las


responsabilidades y resultas del juicio. El instituto
(cautio pro expensis) tiende a proteger a la persona a
quien se demandó, asegurando la responsabilidad por
el pago de los gastos y de los honorarios, si a todo
evento quien acciona obtuviera una sentencia
desfavorable.

El arraigo constituye la garantía que debe prestar el


actor que no tiene domicilio en el país, ni bienes en
esta, cuando el demandado lo opone como defensa, y
pretende asegurar el pago de los gastos del proceso
frente a la eventualidad de su resultado.

No obstante, su regulación como defensa previa, la


excepción de arraigo es, por su naturaleza, una medida
cautelar concedida al sujeto pasivo de una demanda,
pues cumple una función de garantía por las probables
consecuencias derivadas de un resultado adverso al
demandante.

PLANTEAMIENTO DE LAS EXCEPCIONES

Planteamiento de las excepciones y traslado

Art. 350. – Con el escrito en que se propusieren las


excepciones, se agregará toda la prueba instrumental y
se ofrecerá la restante. De todo ello se dará traslado al
actor, quien deberá cumplir con idéntico requisito.

AUDIENCIA DE PRUEBA
Audiencia de prueba

Art. 351. – Vencido el plazo con o sin respuesta, el juez


designará audiencia dentro de DIEZ (10) días para
recibir la prueba ofrecida, si lo estimare necesario. En
caso contrario, resolverá sin más trámite.

EFECTOS DE LA ADMISION DE LAS EXCEPCIONES

Efectos de la admisión de las excepciones

Art. 354. – Una vez firme la resolución que declare


procedentes las excepciones previas, se procederá:

1. A remitir el expediente al tribunal considerado


competente, si perteneciere a la jurisdicción
nacional. En caso contrario se archivará.
2. A ordenar el archivo si se tratase de cosa
juzgada, falta de legitimación manifiesta,
prescripción o de las previstas en el inciso 8 del
artículo 347, salvo, en este último caso, cuando
sólo correspondiere la suspensión del
procedimiento.
3. A remitirlo al tribunal donde tramite el otro
proceso si la litispendencia fuese por conexidad.
Si ambos procesos fueren idénticos, se ordenará
el archivo del iniciado con posterioridad.
4. A fijar el plazo dentro del cual deben subsanarse
los defectos o arraigar, según se trate de las
contempladas en los incisos 2 y 5 del artículo
347, o en el artículo 348. En este último caso se
fijará también el monto de la caución.

Vencido el plazo sin que el actor cumpla lo resuelto se


lo tendrá por desistido del proceso, imponiéndosele las
costas.

Efectos de la resolución que desestima la excepción


de incompetencia

Art. 352. – Una vez firme la resolución que desestima la


excepción de incompetencia, las partes no podrán
arguir la incompetencia, en lo sucesivo. Tampoco podrá
ser declarada de oficio.

Exceptúase la incompetencia de la justicia federal, que


podrá ser declarada por la Corte Suprema cuando
interviniere en instancia originaria, y por los jueces
federales con asiento en las provincias, en cualquier
estado del proceso.

Resolución y recursos

Art. 353. – El juez resolverá previamente sobre la


declinatoria y la litispendencia. En caso de declararse
competente, resolverá al mismo tiempo sobre las demás
excepciones previas.
La resolución será apelable en relación, salvo cuando
se tratare de la excepción prevista en el inciso 3, del
artículo 347, y el juez hubiere resuelto que la falta de
legitimación no era manifiesta, en cuyo caso y sin
perjuicio de lo establecido en dicho inciso, la decisión
será irrecurrible.

Cuando únicamente se hubiera opuesto la excepción de


incompetencia por el carácter civil o comercial del
asunto, el recursose concederá al solo efecto
devolutivo, si la excepción hubiese sido rechazada. En
el supuesto de que la resolución de la cámara fuese
revocatoria, los trámites cumplidos hasta ese momento
serán válidos en la otra jurisdicción.

Efectos del rechazo de las excepciones o de la


subsanación de los defectos

Art. 354 BIS. – Consentida o ejecutoriada la resolución


que rechaza las excepciones previstas en el artículo
346, último párrafo o, en su caso, subsanada la falta de
personería o prestado el arraigo, se declarará
reanudado el plazo para contestar la demanda; esta
resolución será notificada personalmente o por cédula.

Subsanado el defecto legal, se correrá nuevo traslado,


por el plazo establecido en el artículo 338.

RECONVENCIÓN
Reconvención

Art. 357. – En el mismo escrito de contestación deberá


el demandado deducir reconvención, en la forma
prescripta para la demanda, si se creyere con derecho a
proponerla. No haciéndolo entonces, no podrá deducirla
después, salvo su derecho para hacer valer su
pretensión en otro juicio.

La reconvención será admisible si las pretensiones en


ella deducidas derivaren de la misma relación jurídica o
fueren conexas con las invocadas en la demanda.

Constituye una pretensión planteada por el demandado


frente al actor. El fundamento de esta institución reside
en razones de economía procesal y en la necesidad de
evitar el pronunciamiento de sentencias contradictorias
respecto de pretensiones conexas. Es inadmisible en el
proceso sumarísimo.

Se denomina reconvención a la demanda que plantea el


demandado en ocasión de contestar la pretensión
notificada. Obedece a un criterio de oportunidad y de
economía procesal, porque aprovecha la instancia
abierta para aplicar en ella una pretensión que, de otro
modo, podría haberla deducido independientemente.

De no plantearse la reconvención, en virtud de que la


misma revista carácter facultativo, el derecho se
conserva porque es independiente y autónomo del que
se reclama en el juicio donde se lo emplaza. Por eso no
es una contrademanda, que en sentido técnico supone
dar una versión diferente sobre los mismos hechos
determinando así que las consecuencias sean distintas.

Es necesario que la voluntad del reconviniente esté


enderezada a plantear un nuevo objeto litigioso,
diferente y opuesto al que fundamenta la demanda,
para que se configure la promoción de una acción
autónoma e independiente. Reconvenir es algo más
que contrademandar; esta acción solo está referida al
mismo conflicto de intereses, a una misma litis, mientras
que aquella puede constituir una litis distinta.

En principio y a los fines de evitar dilaciones indebidas,


no existe la reconvención de la reconvención.

Los recaudos específicos que se han de abastecer son:

1. Proceso con demanda notificada;


2. La competencia debe corresponder al juez que
interviene en la demanda principal;
3. Los trámites deben ser los mismos;
4. Se requiere que medie conexidad o nexo de
interdependencia.
A partir del momento que se deduce la reconvención se
producen los siguientes efectos:

1. Se crea una litispendencia particular, propia e


independiente, porque se trata de una verdadera
demanda. En consecuencia, es admisible que
contra ella se planteen defensas y excepciones
de litispendencia y cosa juzgada.
2. Se formaliza una acumulación objetiva de
acciones, que se ventilan por los mismos
trámites y en las condiciones establecidas en el
artículo 87 del Código Procesal.
3. Las pretensiones se vinculan y tienen tratamiento
conjunto, resolviéndose en una sentencia única.
4. Cuando media reconvención, el impulso del
procedimiento corresponde en forma concurrente
a ambos contendientes.

En principio, la reconvención no se puede plantear


contra terceros, salvo que ellos puedan ser
considerados litisconsortes voluntarios o necesarios del
actor que se reconviene y con quien tienen relación por
el objeto de la demanda.

Una vez que se contesta la reconvención, corresponde


alguna de las siguientes resoluciones:
1. Si con la contestación a la reconvención, se
alegan nuevos hechos o se agregan documentos
vinculados con aquella que, a pesar de estar en
conexidad con la pretensión principal, no se
acompañaron al plantear la demanda;
corresponde correr vista al reconviniente a los
fines de reconocer la autenticidad de la prueba
instrumental y, en su caso, para que ofrezca
prueba documental relacionada con esos nuevos
hechos.
2. Si la reconvención queda sin respuesta,
corresponde aplicar los efectos y consecuencias
del artículo 356, inciso 1º, CPCCN, aunque no
procede la declaración de rebeldía como es
obvio.
3. Si con la contestación de la demanda o la
reconvención se hubieran articulado excepciones
de previo y especial pronunciamiento, el juez
deberá resolver al respecto y considerar si son
manifiestas y se resuelven de inmediato; si debe
acordar un plazo para el saneamiento del vicio
denunciado; o si posterga para cuando dicte
sentencia definitiva la decisión respectiva.
4. Si de la lectura de los escritos constitutivos del
proceso surge que no hay discrepancia entre las
partes respecto a la forma como suceden los
hechos, aunque difieren en la calificación
jurídica, no existe propiamente controversia, en
cuyo caso, la cuestión se declara como de puro
derecho. De esta resolución se corre un traslado
a las partes, por su orden, y una vez que queda
firme, el expediente puede dictar la providencia
de autos para dictar sentencia.
5. En cambio, si existen hechos alegados por las
partes donde no exista conformidad entre ellas
sobre la producción como ocurrieron, se advierte
la necesidad de abrir el proceso a prueba, con el
fin de dar a cada parte la oportunidad de verificar
la verdad de sus dichos (art. 334 y cc. CPCCN s/
ofrecimiento de prueba y aporte de documental).

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