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El sistema educativo capitalista: como Heidegger y Platón

advirtieron de él

Martina Tapia Soto

EPE1118 - Fundamentos Filosóficos y Sociales de la Educación

Patricio Carreño

Abril 2024
El sistema educativo actual está diseñado para generar trabajadores en un sistema
capitalista. En este quienes producen son premiados y elevados; mientras que quienes
lo cuestionan y no producen como es esperado son descartados. De este modo la
reflexión y comprensión del mundo pasan a un segundo plano en un sistema que exige
que todos sus engranajes sigan el mismo ritmo y movimiento. Lo cual no hace más que
destacar la importancia del trabajo actual de docentes por tener un enfoque integral en
vez del tradicional que busca un aprendizaje exclusivo de contenidos.

Esta premisa llega a ejemplificar el mito de la caverna de Platón y las ideas de


Heidegger respecto al pensamiento calculador y el pensamiento meditativo. El primero
es una alegoría clásica que ilustra lo que le sucede al hombre cuando no solo decide
alejarse del pensamiento, conocimiento y asombro, sino que también a la esclavización
permitida por la misma gente bajo sistemas que controlan y limitan nuestra realidad.
Los segundos suponen una crítica a la cultura de masas, al esta ser un peligro para la
integridad del hombre, los cuales fueron tratados por su autor (Heidegger) a en un
discurso durante el 30 de octubre de 1955. En los siguientes párrafos se analizará
como las ideas de Platón y Heidegger se pueden ver representadas en el sistema
escolar tradicional y como es necesario el cambio que está realizando el profesorado a
un enfoque integral.

Por un lado, Heidegger nos habla dos tipos de pensamientos: el calculador y el


meditativo. El primero parece exaltarse con la entrada de la era atómica, al enfocarse
en el cálculo constante de la utilidad de las cosas. Al mismo tiempo, el segundo es visto
como una reliquia de la humanidad guardada en un ático, siendo esta el
cuestionamiento y reflexión de las cosas en la vida cotidiana como una forma de
mantenerse en contacto con nuestra humanidad. Estos son los mismos tipos de
pensamientos se puede ver fundamentan la educación que se ejerce hoy en día y en la
que se busca alcanzar, siendo estas: un espacio de aprendizaje técnico y disciplinario,
que contrasta con de aprendizaje integral y critico que los educadores buscan tanto
como lograr.
Por otro lado, Platón nos plantea la búsqueda de un mundo perfecto al salir de la
caverna, para luego poner en manos la confección del mismo una vez afuera. La
luminosidad y riqueza en entendimiento del mundo se opone a la visión obscura y
superficial que les era ofrecida a los presos de la caverna. Así como lo ejecuta la
educación tradicional, en la cual se les ponen cadenas de expectativas que pertenecen
a un sistema económico capitalista y no a los propios deseos de los estudiantes. Estas
expectativas fuerzan a los estudiantes en un mundo laboral en el cual sus cuerpos son
explotados bajo la premisa de obtener dinero para sobrevivir al día siguiente.

Si bien ambos filósofos tienen enfoques distintos, Platón siendo la búsqueda del
conocimiento como acceso al alma, y Heidegger como un medio de sobrellevar la
angustia que supone la vida. Ambos coinciden en que un sistema que se organiza para
utilizar el limitado conocimiento de una persona para fortalecer a un grupo reducido no
era beneficioso para la humanidad. Ambos proviniendo de dos contextos
absolutamente diferentes con más de dos mil años de diferencia en el tiempo,
coincidieron en que una visión limitada y regulada por otros no era el escenario en que
el ser humano alcanzaría su óptimo desarrollo.

"Pero... una cosa es haber oído o leído algo, esto es, tener meramente noticia de ello y
otra cosa es reconocer lo oído o lo leído, es decir, pararse a pensarlo” dijo Heidegger
(1955) en referencia al pensamiento meditativo, lo cual queda ilustrado en las sombras
de la caverna de Platón, en ellas los presos pueden ver una representación del mundo
y sentirse parte de él al ser lo único que consideran a su alcance, pero una vez salen
de la cueva son capaces de realmente interactuar con el mundo. Del mismo modo en
que los estudiantes de sistemas tradicionales no tienen las herramientas necesarias
para enfrentarse a un mundo que intentara usar sus vacíos de conocimiento y fe ciega
en distintas instituciones en su contra.

Así como en la caverna, los estudiantes son disciplinados en la escuela para


mantenerse en su asiento y mirar al docente que les presenta una mirada de
conocimientos superficiales esperados en ellos. Conocimientos que no serán de ayuda
para generar un pensamiento crítico mayor al que necesitarán en su futura vida laboral.

Bajo estas premisas es que los educadores se deben regir, ayudando a los alumnos a
generar una visión analítica y crítica del mundo y educación capitalizados del que son
partícipes. Así como Heidegger consideraba que las personas debían a reflexionar y
les hizo saber eso exponiendo sus ideas al mundo; es el deber de los profesores
generar oportunidades de curiosidad, experimentación y análisis para los estudiantes.

Esto no solo debido a una responsabilidad moral de iluminación que deba venir junto a
la profesión, sino que también para facilitarles contacto con la vida humana más allá de
la monotonía de la rutina diaria. Con lo bueno y perfecto que pensaba Platón podía ser
el mundo, pero también con la angustia y dificultad que Heidegger entendía existe en el
mundo. La primera supone una perspectiva positiva y curiosa, mientras que la
segunda una en contacto con el mundo sin hundirse en la monotonía en que este nos
somete.

Ambos lados de la moneda son extremadamente relevantes para el óptimo desarrollo


del estudiante, por lo que la respuesta del profesorado actual a tener en cuenta un
enfoque integral ha sido bienvenida.
Referencias

Heidegger, M. (1985). Serenidad (L. Brea Fanco, Trad.). Revista Cuadernos de


Filosofía: 7-21. https://repositorio.unphu.edu.do/handle/123456789/522. (Trabajo
original publicado en 1955).

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