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Filosofía de la Educación – Pensamientos

Filosóficos

RELACIÓN DE LA EDUCACIÓN Y LOS PENSAMIENTOS FILOSÓFICOS

Filosofía y educación, sin duda una simbiosis interesante. A mi parecer, la una


no podría existir sin la otra.

Si bien es cierto que cada una posee sus particularidades metodológicas y


teóricas, el proceso educativo, lleva en sí mismo el arte de “filosofar” ante
los impactos.

Como bien menciona Cohan, W. (1996) “(…) La filosofía de la educación tiene


una función de resistencia y liberación (…)”[1] y es que no podemos hablar del
fenómeno educativo sin exaltar esa dimensión crítica, filosófica y proactiva que
debe derivar en las mentes de las educandos.

El ser humano no es un ente estático y que desempeñe únicamente el papel de


receptor. La magnificencia de la mente humana, reacciona ante el estímulo y la
propia información que se comparte en el acto educativo.

Es por ello, que a mi punto personal, el fenómeno educacional es formador, no


solo en cuanto al otorgamiento de habilidades específicas y conocimientos
teóricos, destaca más bien, el estímulo que origina en las mentes humanas.

Tal y como se sembrara una pequeña semilla en cada una de las mentes
receptoras al conocimiento, ésta germinará irremediablemente. La dimensión
crítica se habrá iniciado, sigilosa cual inevitablemente.

Ante este panorama, resulta importante, que retomemos la importancia que


tiene el posicionamiento que adopte el profesor (o guía educativa) desde la
filosofía de la educación.

“La filosofía no puede aprenderse, sólo puede aprenderse a filosofar”


Emmanuel Kant.

Esta frase nos pone de manifiesto que la filosofía, más que un concepto, es
una forma de vida. Se trata de conmocionarse ante los impactos que se
acontecen, aun cuando éstos nos afecten directamente o no.

“Una mirada filosófica de la vida”, nos invita a no permanecer inmóviles ante los
fenómenos, nos proporciona “unas gafas inmersas en crítica y reflexión
para actuar”, nos brinda otra vista, otro ángulo desde dónde observar este
contexto del que formamos parte.
Es por ello, que considero relevante (así como decisiva) la postura que
presente el guía educador durante este proceso.

Como bien menciona Cohan, W. (1996) “(…) enseñar filosofía de la educación


supone no afiliarse a una corriente sino tener en cuenta todas las corrientes
posibles, al menos un número significativo de ellas. El profesor, se sitúa fuera
de estas posturas (…)[2]

Y es que, realmente, el fungir el papel de guía en este complejo proceso,


conlleva a introducir a nuestros alumnos en nuestra propia visión
paradigmática.

“Lo ideal”, es conocer diferentes corrientes filosóficas, para desde este rico
panorama, se exhiban a los educandos todas las posibilidades teórico-prácticas
que existen.

Sin embargo, considero que, esto resulta un poco utópico, ya que somos seres
humanos, nos encontramos “moldeados” inconscientemente por la manera en
que fuimos educados, o bien, por la adopción consciente de otro tipo de
enfoques.

En este caso, el profesor, debe yuxtaponerse entre las diversas corrientes y


ofrecer una visión fuera de ellas, sin mostrar inclinación por algún enfoque
específico.

Se trata de intervenir sólo como un facilitador de conocimiento, mostrar ese rico


y amplio panorama para que, de éste, el alumno comprenda las corrientes que
tratan de explicar el fenómeno, e inevitablemente, se identificará con aquella
que responda en mayor medida sus necesidades y propia visión.

Esta acción no se realiza de manera automática, es importante “(…) concentrar


la atención en la problemática educacional y desatar ante ella una actitud
filosófica (…)

“La filosofía no debe ser considerada una cosa acabada y externa sino una
actitud metódica del profesor-educador que enfrenta reflexiva y críticamente
esa realidad educacional de la que forma parte”[3]

Es importante que reconozcamos que como docentes, llegamos a compartir


una idea de filosofía ante la vida. Y es que filosofar no es un concepto
terminado y ajeno a nosotros, la filosofía se enseña mediante la práctica.

Si nuestros alumnos, tienen como ejemplo a guías pensantes, lectores, críticos


de la sociedad en la que viven, y que no sólo asumen los acontecimientos sin
hallar causas para intervenir en su combate, sin duda, se está transmitiendo en
él, una postura filosófica, será un individuo que, de igual manera, reaccionará
ante impactos y se conmocionará ante ellos.

Importante el comentario de Cohan, W. (1996), cuando expone: “Se asume la


filosofía como práctica reflexiva o se la ignora, se la vive como actitud
problematizadora o se la desconsidera. Pretender enseñar una filosofía en el
sentido de transmitirla sería contra la propia existencia del pensar filosófico que
exige problematización, reflexión, interioridad. Transmitir una filosofía desde
fuera es como matarla desde dentro”[4]

Otro punto, sin duda, importante que no podemos dejar de vista, es el


elemento de historicidad en el que se desarrolla la filosofía de la educación.

Pues sin duda, esa filosofía, es decir, esa manera de comprender la vida, el
entorno, inevitablemente reaccionará al contexto socio-histórico en el que se
desarrolla.

Pensemos en el concepto de la filosofía idealista de Platón, donde se exalta el


espíritu humano, el mundo de las ideas y nuestra interminable lucha contra los
pensamientos y pasiones “animalescas”, en esta filosofía, el fin último de la
educación era obtener la felicidad del hombre, mediante su propio
conocimiento y del mundo que lo rodea.

Comparémoslo, por ejemplo, con la filosofía aristotélica realista, en la que el


humano se deja de considerar un ser espiritual y el mundo de las ideas deja de
considerarse, para más bien, recalcar la diferencia entre materia y mente
humana, y paradójicamente, en este modelo, el fin último de la educación no
tiene nada que ver con alcanzar la felicidad, se trata más bien, de poseer
sabiduría.

Con esto, podemos reafirmar que “(…) La filosofía de la educación es una


práctica histórica, y significa que su propia comprensión, sus métodos, sus
problemas y preguntas (…) se construye y varía de acuerdo con el contexto
histórico (…)”[5]

Por ello, resulta importante desarrollar una reflexión viva en torno a los
problemas educacionales contemporáneos. En primer lugar,
como guías facilitadoras en este proceso educativo, no podemos dejar de
concebir a nuestros alumnos como entes dinámicos y partícipes dentro de este
proceso de crítica y reflexión, es decir, ellos no son sólo receptores pasivos de
información, ellos también reflexionarán, y lo más importante, actuarán en
nuestra realidad.

Por otro lado, Foucault, nos dice: “En la filosofía conviven dos grandes
aspectos: por un lado, el análisis de un concepto o problema en términos
universales, por el otro, el análisis crítico de un suceso histórico, de un
acontecimiento de actualidad”[6]

Con esto, podemos apreciar la importancia que tiene la filosofía de la


educación en cuanto formadora de sujetos, es a partir de ella, que se nutrirán
las mentes de los sujetos que integran nuestra sociedad, nuestro contexto.

He ahí la importancia de los valores, creencias y conocimientos que se


manifiestan, y es dónde nos podemos realizar la siguiente interrogante ¿Hacia
qué tipo de intereses debe responder esta filosofía educativa?,
¿responderemos a los intereses de las instituciones dominantes, o a lo que la
propia humanidad reclama?

Pensemos en aquello que deseamos ser, transmitamos una filosofía orientada


a este paradigma. Re pensemos y re valoremos acerca de los discursos
oficiales, consideremos a la filosofía de la educación como una función
liberadora de las barreras que nos mantienen en opresión.

PENSAMIENTO GRECO-LATINO
Si a alguien se puede caracterizar como partidario de la paz y la justicia en la
tradición greco-latina es a Sócrates, el filósofo de la Atenas de Pericles que,
interrogando a todos sus conciudadanos, les recriminaba el dedicarse a otras
cosas que no fuesen el cuidado del alma y hacer que sus cualidades o,
virtudes, fuesen mejores. De Sócrates, que murió injustamente en un tribunal
que le acusaba de impiedad y de corrupción de la juventud, proceden tres
lemas que recogió fielmente su gran discípulo Platón:
Nadie hace mal voluntariamente, es decir, nadie hace mal a sabiendas.
Es mejor padecer la injusticia a cometerla.
Hay que acatar las leyes aunque sean injustas.
Su magisterio oral -ya que nunca escribió nada- unido a su trágico final, ha
convertido a Sócrates en una figura muchas veces comparada con Jesús de
Nazaret. Pero habría que unir la leyenda de Sócrates con la del titán Prometeo,
el dios antiguo que por amor a los hombres robó el fuego y se lo entregó a
éstos, sufriendo por el hurto el castigo de una crucifixión eterna. Así tendríamos
en la tradición grecolatina al hombre-dios amante de los seres humanos hasta
el punto de sufrir y morir por ellos, ya que lo que los griegos llamaron un héroe
y consideraron como un semidios nunca llegó a tener, excepto en Sócrates,
una envergadura moral comparable a la que se narra sobre el fundador
del cristianismo. Sócrates fue un hombre que sostenía que puesto que la
virtud, a su juicio, es conocimiento, nadie podía equivocarse a posta, sostenía
también que ser injusto era lo peor que le podía pasar a un hombre en su vida
y no huyó de su injusta condena a muerte, aun pudiendo haberse evadido, por
considerar que era necesario acatar a las leyes aunque éstas fuesen injustas;
ya que de la evasión de las leyes y la burla de la justicia se derivaba la
destrucción de la ciudad
De la cultura de la paz que pudiera representar una parte del
rico pensamiento de Sócrates tomaría su discípulo Platón, no precisamente un
pacifista, dos ideas que serán fundamentales para la cultura de la paz: la idea
de que nada hay mejor que lograr que impere la justicia y la idea del Bien como
algo que está más allá del ser
La insistencia de Platón en hacer de la justicia o armonía, tanto individual o
ética como colectiva o política, la piedra angular de su sistema filosófico,
permite una lectura de su obra encaminada a la cultura de la paz. Si el mal es
la ausencia en la plenitud del ser, el bien quedará entendido como paz, justicia
y sabiduría, completas, llenas, plenas. Será a partir de la filosofía de Platón
donde la tradición grecolatina comprenderá la violencia como el vacío de la
ignorancia que ya no tiene el sabio, donde se comprenderá a la guerra como la
aniquilación que destruye toda paz y toda concordia, donde el problema de la
teodicea, o justificación del mal en el mundo, cobrará mayores
alturas intelectuales.

PENSAMIENTO MEDIEVAL
Los orígenes y etapas de la filosofía medieval se corresponden con el inicio en
el final de la antigüedad y con la caída del Imperio Romano de Occidente en el
476 d.C. y alcanza hasta el comienzo de la Edad Moderna con la caída de
Constantinopla en 1453. En este lapso de tiempo se vislumbran dos etapas: la
de los siglos V hasta el VIII, donde se transmite la herencia clásica y el
cristianismo de los Padres de la Iglesia, y la que transcurre desde el s. VIII al
XV ya que en esta surgen las grandes figuras filosóficas que abren
posteriormente la Edad Moderna.
Para entender en conjunto la Filosofía Medieval hay que detenerse en la
primera etapa influida por la Patrística cristiana y la herencia clásica, y en la
segunda que con ese pensamiento cristiano culmina en la Escolástica.
Distinguiéndose entre una y otra que en la primera los Padres de la Iglesia
defienden racionalmente el cristianismo y la segunda en la que se observa una
filosofía propia de acuerdo con el cristianismo.
Hablar de filosofía medieval no es hablar solo de filosofía cristiana, sino
también de la árabe y judía donde, por tanto, no destaca únicamente la Biblia
cristiana, sino además la Biblia judía y el Corán, sin un acercamiento a estos
textos es imposible comprender la filosofía medieval y mucho menos la filosofía
posterior.
Las características más influyentes, en su mayoría, tienen que ver con la
naturaleza al pensar sobre la divinidad o el paso de la reflexión sobre el
cosmos:
La primera distingue la unidad entre filosofía y teología(o de razón y fe). El
hombre medieval alcanza a entender que la razón ayuda a la fe para creer y
que la fe expande los límites de la razón humana. Existe una sola verdad,
revelada por Dios, que puede ser alcanzada por la razón humana: entiende
para que puedas creer, cree para que puedas entender. ''Intellige ut credas,
crede ut intelligas''.
Esta idea se desarrolla tanto en la filosofía cristiana como en la judía y árabe.
Algunos autores actuales advierten que si la filosofía o logos descansa sobre la
certeza de la existencia de Dios, entonces la razón no es autónoma, pero en la
filosofía medieval se enseñaba la necesidad de seguir la propia conciencia, a
pesar de todas las leyes inquisitoriales existentes que prohibían el libre culto a
Dios en el cristianismo y los juicios ''rápidos'' llevados a cabo por judíos de la
época, la unidad de razón y fe se vivía con naturalidad.
La riqueza cultural de todo este período hicieron posible la importancia de esta
época para la Edad Moderna, pues no sería explicable sin conocer la filosofía
medieval, y choca un poco con la imagen preconcebida de que en la edad
media las matanzas, violaciones y saqueos dejaban de lado al refinamiento, la
compostura y educación. Es evidente que en la Edad Media se cometieron
barbaries desmesuradas, igual que las que se cometen ahora en Palestina,
Chad o Somalia, pero es mantenerse en la ignorancia si se considera un paso
atrás en la concienciación del individuo y los derechos del hombre pues sin
esta época es probable que su existencia fuera un sueño.
Se pueden distinguir entre distintas filosofías que originan reflexiones diversas ,
como la filosofía y teología de distintos autores como Santo Tomas o San
Anselmo pues aun partiendo de la revelación de Dios sigue el curso de la
razón, ninguno de estos filósofos entendía que la razón contradijese a la fe,
contrastando con la idea de la iglesia católica de verdad divina y verdad
humana que en un futuro provocaría las escisiones anglicistas,
pentecostalistas, luteranas y restauracionistas que chocan por su idea del
individuo al pensar en Dios. A pesar de ello ninguno de estos filósofos entendía
que la razón contradijese a la fe.

PENSAMIENTO MODERNO
El abigarrado cuerpo de ideas que conforma el pensamiento moderno no
obedece a hechos programados, ni menos, a un estado de ideas que hayan
emergido en forma fortuita. Han de acontecer una sucesión de situaciones y
hechos de distinta naturaleza que van a encontrar el clímax de su cristalización
en la Revolución Francesa.
La Modernidad viene a describir una determinada concepción del hombre y del
mundo en la que participan principios culturales provenientes de los campos
más diversos. Si bien sus principios se originan en la Europa de los siglos XVI y
XVII, contendrá elementos posteriores que se irán incorporando en los siglos
siguientes. La incorporación de nuevos elementos nos presenta una
Modernidad que se caracteriza por la planetización de todos los procesos de
modernización y, por tanto, la universalización de los principales problemas que
afectan a nuestras sociedades. La historia moderna reconocerá un fenómeno
histórico-cultural que se centrará en tomo a aquel esfuerzo tendiente a romper
las cadenas de todo determinismo que atente contra la legítima autonomía del
hombre como ser racional y libre.
La Modernidad ha sabido probar que al hombre le ha sido posible gobernarse
por sí mismo, tomar sus propias decisiones, pensar y sentir como mejor lo
creyese conveniente. Los principios de la democracia política, de la autonomía
religiosa, del secularismo, etc. han sabido dar expresión al anhelo
de libertad desde ópticas distintas. Prontamente se fueron rompiendo las
cadenas que habían oprimido a los hombres por siglos, siendo este hecho,
precisamente, el mayor atributo logrado por el hombre moderno. Ciertamente,
el hombre había vencido finalmente a las fuerzas de la naturaleza
adueñándose de ella y se había sacudido de la dominación de la Iglesia y del
Estado absolutista. La abolición de la dominación exterior parecía ser no sólo
una condición necesaria, sino también imprescindible para alcanzar
el objetivo anhelado por las generaciones precedentes, vale decir, la libertad
plena del individuo

En la Modernidad hay un cambio sustancial en la forma de concebir el mundo y


la realidad en relación con la Edad Media. Mientras que en la Edad Media
todas las explicaciones racionales estaban supeditadas a la fe para
comprender de esta forma el mundo, en la Modernidad la razón va adquirir
una independencia tal que la llevará a posesionarse como la episteme principal
de esta época.
Con el «cogito ergo sum» de Descartes, la interpretación tradicional del mundo
sufre una transformación total. La razón es la que decide el existir de las cosas.
Hay un nuevo Señor y Legislador: el Pensamiento. Es el dador de sentido, el
que pone reglas y orden, el que decide lo que es y lo que no es en las diversas
esferas del vivir humano. Para hablar del mundo, de la sociedad, del hombre y
de Dios hay que hacerlo desde la racionalidad, ella es la garantía de realidad y
el criterio de verdad.
La razón tiene sus razones y métodos diversos pero una de ellas va a
imponerse por encima de todas ellas. La razón moderna por excelencia va a
ser la Razón Científico-Técnica. La nueva tarea del hombre moderno es llevar
este tipo de razón científico-técnica, como única razón, a todos los campos del
pensar y el hacer.
El espíritu moderno se define de buen grado por la ruptura con el pasado, por
la reacción contra Aristóteles y la Escolástica, por la liberación de la razón
humana respecto al dogma cristiano y de la fe, y, de una manera todavía más
significativa, por la repudiación de una filosofía del orden universal y la
sustitución de un realismo tradicional por un nominalismo radical.
El conocimiento en la Modernidad deja de ser esencialmente metafísico para
tornarse físico. Dentro del pensamiento moderno podemos distinguir dos
tendencias principales: el racionalismo y el empirismo. "Otra gran ruptura de
la filosofía moderna se produje en realidad en la vertiente del puro empirismo y
sus consectarios"

PENSAMIENTO CONTEMPORANEO
El pensamiento es una de las características que hacen al ser humano único y
diferente de todas las demás especies que existen en la naturaleza, puesto que
a través de este proceso cognitivo mayor no solo reflexionamos, analizamos y
comprendemos los diferentes fenómenos de los que se compone nuestra
existencia.
A través de la historia el pensamiento ha sufrido diferentes cambios, puesto
que cada momento histórico y cada lugar hace que el abordaje antropológico
se relacione de forma proporcional con la filosofía de los pueblos y sus gentes.
por lo tanto el pensamiento nos identifica, permite avanzar y sobretodo permite
conocer perspectivas de otras culturas, lugares, épocas pero sobretodo de
otras personas, de igual manera el carácter significativo del pensamiento cobra
sentido general o universal cuando es puesto a prueba a través de
un método valido, científico, puesto que actualmente como dice prigoine esta
se ha convertido en un dogma irrefutable e indiscutible, por lo tanto la
humanidad en el tiempo contemporáneo es más crítica y aun confronta los
postulados científicos y también religiosos o todo lo que en su afán de
conocerse como verdad se convierte en un paradigma casi irrompible y
venerable.
Según Descartes para avanzar hay que dudar y por lo tanto aunque es una
filosofía antigua es quizás el método para seguir descubriendo que nuestra
especie tiene, es por eso que hablar de pensamientos contemporáneos es
hablar de perspectivas de estilos y paradigmas en el pensamiento actual que
nos marcan una brecha hacia el avance de una especie que no se detiene y
que mucho menos limita su pensamiento. A lo largo del siglo XX el
pensamiento epistemológico se ha constituido como una doctrina fundamental
en la construcción de conocimientos en todos los ámbitos, tanto científico como
metafísico tratando de explicar los diferentes fenómenos que hacen parte del
entorno social que nos rodea.

Desde la perspectiva, se dice que una de las corrientes más importantes que
puede expresar ese interés por conocer verídicamente la razón de ser de las
cosas existentes y con la cual me siento identificado es el "Racionalismo
Crítico" de Karl Popper. Esta corriente de pensamiento nos invita a tener una
posición diletante frente a las cosas que hoy en día conocemos, es decir, no
tragar entero todo lo que nos dicen, sino más bien tener una posición
cuestionarte; verificar todo aquello que se pueda mediante el método científico,
lo particular de esta corriente es que el ámbito metafísico es anulado porque no
se puede comprobar científicamente.
El representante más importante para mí es el fabuloso trabajo desempeñado
por Jorge Luis Borges, quien utiliza el lenguaje como herramienta fundamental
en la creación del arte, conocimiento e interpretación histórica de un contexto
determinado. También es genial la forma cómo nos cuenta los acontecimientos
históricos más importantes de la humanidad con una sutileza pero a la vez de
una forma bella y estética que te puede envolver como si vivieras el momento.
Para hablar de pensamiento contemporáneo debemos partir desde
el concepto de pensamiento como la actividad que ejerce la mente desde el
intelecto para poder realizar una acción. De esta manera se va expandiendo y
alimentando, gracias a la interacción con el entorno. Más allá de teorías, el
pensamiento debe alimentarse, no sólo de ideales subjetivos y rebeldes porque
en nuestras propias fuerzas no se puedan hacer una realidad, sino que
debemos agregarle inteligencia, equidad social y tolerancia.
El pensamiento debe verse reflejado en la práctica, no en las palabras, ya que
éstas suelen ser efímeras, confusas y perfeccionistas, lo cual se nos hace
complicado muchas veces actuar. Con esta introducción quiero llegar al punto
que el pensamiento contemporáneo reúne en un conjunto, diferentes
perspectivas de ideales, formando así un saber, un pensamiento que ha sido
transformado a medida que van pasando los días, puesto que cada momento
estamos recibiendo nuevas informaciones y situaciones que a nuestra vida
debemos adaptar.
Pensamiento contemporáneo lo podemos determinar inicialmente con fracción
en el significado de estas dos palabras las cuales son: pensamiento y
contemporáneo. Por una parte el pensamiento "es aquello que es traído a la
existencia a través de la actividad intelectual. Podemos decir que el
pensamiento es un producto dela mente, que puede surgir mediante
actividades del intelecto o por abstracciones de la imaginación". Seguidamente,
lo contemporáneo es lo referente a lo que existe al mismo tiempo, lo que
comparte época.

APORTES PERSONALES
¿Qué es pensamiento?
Actividad que ejerce la mente desde el intelecto para poder realizar una acción.
De esta manera se va expandiendo y alimentando, gracias a la interacción con
el entorno. Más allá de teorías, el pensamiento debe alimentarse, no sólo de
ideales subjetivos y rebeldes porque en nuestras propias fuerzas no se puedan
hacer una realidad, sino que debemos agregarle inteligencia, equidad social y
tolerancia. El pensamiento debe verse reflejado en la práctica, no en las
palabras, ya que éstas suelen ser efímeras, confusas y perfeccionistas, lo cual
se nos hace complicado muchas veces actuar.

Pensamiento Pensamiento
Pensamiento Moderno Pensamiento Medieval
Contemporáneo Grecolatino

Es una de las características Se caracteriza como Se denomina Filosofía Medieval


que hacen al ser humano partidario de la paz y la a la filosofía dada en Europa y
único y diferente de todas las justicia en la tradición el Oriente Medio durante el
demás especies que existen en greco-latina a Sócrates, el período conocido como Edad
la naturaleza, puesto que filósofo de la Atenas de Media, periodo que se extiende
atreves de este proceso Pericles que, interrogando a desde la caída del Imperio
cognitivo no solo todos los recriminaba el Romano de Occidente.
reflexionamos, analizamos y Tiene tres características dedicarse a otras cosas que
comprendemos los diferentes bien determinadas. La no fuesen el cuidado del Pero temáticamente, la filosofía
fenómenos de los que se primera es el objetivismo, alma y hacer que sus medieval se inicia en el siglo II
compone nuestra existencia. es decir, la capacidad de cualidades o, virtudes, con el diálogo entre la filosofía
describir fenómenos de fuesen mejores. helenística y las
El pensamiento nos identifica,
manera independiente de grandes religiones monoteístas.
permite avanzar y sobretodo En una figura muchas veces
quien hace la descripción.
permite conocer perspectivas comparada con Jesús de Características:
de otras. La segunda es Nazaret. - Discusión entre la fé y la
el positivismo o, en otras
Caracterizado por abarcar tres Así tendríamos en la razón-Discusión entre la
palabras, la posibilidad de
grandes teorías consideradas tradición grecolatina al naturaleza y la existencia de
identificar leyes o reglas
como: revolucionarias, del hombre-dios amante de los Dios-Discusión entre los limites
generalizables que
plano social, de la seres humanos hasta el del conocimiento y la libretad
gobiernan estos fenómenos.
naturaleza y del punto de sufrir y morir por en el hombre- Discusión entre
La tercera, derivada de la
pensar. Estas tres teorías ellos, ya que lo que los la naturaleza de los universales
anterior, es la predicción,
están sustentadas por: Carlos griegos llamaron un héroe y individuación de las sustancias
que se refiere a, la capacidad
Marx, consideraron como un semi- divisibles e indivisibles.-
de conocer el devenir futuro
Charles Darwin y Sigmund dios nunca llegó a tener, Defensa del Cristianismo frente
de un fenómeno si
Freud. Éstos pertenecen a una excepto en Sócrates, una a las religiones paganas- La
conocemos las leyes que
corriente naturalista desde envergadura moral Biblia o libro sagrado, en el
rigen su dinámica, así como
mediados del siglo XIX hasta comparable a la que se narra Génesis, expone el origen del
sus condiciones iníciales.
muy adentrado nuestro siglo. sobre el fundador del mundo y entre otras cosas nos
Consideraban al hombre Estas tres condiciones cristianismo. Sócrates fue habla de la naturaleza
como parte de la naturaleza y delinearon el pensamiento un hombre que sostenía que humana como imagen divina
de mundo perceptible. del hombre y la puesto que la virtud, a su con normas de conducta y
mujer moderna, desde su juicio, es conocimiento, relaciones políticas. La verdad
Marx había señalado que
concepción inicial, con el nadie podía equivocarse a para los griegos no tiene origen
la ideología del ser humano es
trabajo de Newton en el posta, sostenía también que divino, sin embargo para los
un producto de la base
siglo XVIII. ser injusto era lo peor que le cristianos es una VERDAD en
material de la sociedad.
podía pasar a un hombre en sí, por lo que niegan la
Darwin demostró que el ser .
su vida y no huyó de su importancia del diálogo, la
humano actual es resultado de
injusta condena a muerte, discusión y el debate, que solo
unas series de desarrollos
aun pudiendo haberse son posibles si se supone que
biológicos evolutivos
evadido, por considerar que nadie posee la VERDAD y que
y Freud mostró mediante su
era necesario acatar a las todos son iguales en sus
estudio que ciertos actos de
leyes aunque éstas fuesen fundamentos y criterios de
los hombres pueden estar
injustas. justificación.
vinculados a instintos.

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