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PRODUCTO 2 MODULO 4

2. Diálogos que transforman

Actividad a.

Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la


voz. LEONARDO DA VINCI

Revisen este extracto del artículo “Huellas del pasado en las culturas
escolares”.

En las clases observadas en los ochenta en la región tlaxcalteca, la interrogación


seguía siendo el eje de gran parte del trabajo. Aún se encontraban
ocasionalmente respuestas a coro, que uno podría pensar eran una reminiscencia
de la tradición que se combatía a principios de siglo. De hecho, era difícil evitar las
respuestas a coro, cuando la pregunta así lo indicaba implícitamente. Sin
embargo, algunos maestros lo desalentaban. El maestro Pablo hacía eco de las
críticas antiguas cuando insistía: “no contesten a coro… pidan la palabra… ¿me
entienden?”. […]

Rébsamen también había hecho recomendaciones al respecto: “cuando el


maestro entabla una conversación con sus alumnos, debe dejarse un tiempo
amplio a la espontaneidad de su espíritu, debe dejarles en libertad de contestar
con su propio lenguaje, que es distinto en cada niño” (Rébsamen, 2001: 182). Esta
disyuntiva parece ser una constante en todo intento de hacer hablar a los
alumnos. Los propios niños percibían el conflicto entre decir lo que pensaban y dar
con la respuesta esperada por el maestro. No obstante, en algunas clases, se
abrían paréntesis que realmente acercaban el intercambio a una conversación, por
la disposición del maestro a aceptar las intervenciones diversas de los alumnos.
Por ejemplo, en la clase sobre el ciclo del agua, Rodrigo inició un intercambio, un
poco al margen del tema central, sobre los pozos del pueblo, en el cual los
alumnos aportaban información acerca de su profundidad y condición que él
desconocía, invirtiendo así la pauta acostumbrada. La conversación aparecía
como un género discursivo que abría espacios para la expresión de saberes no
escolares, formulados de manera relativamente espontánea, tanto por parte de los
alumnos como por el maestro.

En otros momentos, la interacción conducía hacia la producción de la respuesta


esperada. […]

[…] Muchos maestros continuaban asociando su oficio con el uso de la voz y


sosteniendo que no son los libros, sino son las personas quienes expresan el
conocimiento. (Rockwell, 2018, pp. 404-405).

 Cuando entabla una conversación con sus estudiantes, ¿cómo recupera


sus conocimientos previos para favorecer el interés y la apropiación de
nuevos aprendizajes?

Pidiendo que ellos expliquen el tema con sus palabras e incluso si quieren utilizar
algún dibujo que se relacione.

A partir del tema elegido, planee una conversación de diez minutos de


duración con sus colegas. Si alguien requiere apoyos específicos, tómenlo
en cuenta para favorecer la participación de todas y todos.

Escriba el tema que eligió y detalle sus motivos.

Para ampliar su conocimiento sobre el tema, seleccione y escriba las fuentes de


información a las que puede acudir.

Registre los aspectos básicos del tema que eligió, como guía para sistematizar la
información complementaria que recupere.

A partir de sus notas prepare su exposición, cuenta con treinta minutos. Considere
los siguientes aspectos:
• Organice la información en un guion para desarrollar su exposición. Siga un
orden lógico con el fin de que el mensaje sea claro. Tome en cuenta elementos
como: título, tipo de letra, imágenes, información breve detonadora del interés de
sus

El niño o niña desde que empieza a hablar se está comunicando con los demás. Busca las
palabras que le permiten ese acercamiento o aplica la técnica del silencio para escuchar aquello
que le interesa. Cuando llega a la escuela trae ese cúmulo de conocimientos que es necesario
tomar en cuenta para iniciar el proceso de lectura y escritura. Se dice que leer es: comprender lo
leído, adueñarse del mensaje escrito para saborearlo con agrado, gracias a los conocimientos
previos que tiene el lector. Sobre esta base de la oralidad se propicia la comprensión de la
lectura y con ella se fundamenta el objetivo de la escritura, por eso se dice que quien habla bien,
lee y escribe bien. El objetivo del trabajo estuvo centrado en proponer algunas estrategias para
mejorar el nivel de comprensión lectora y auspiciar la construcción del conocimiento a través de
la expresión escrita, pero en la mayoría de los casos observados en la segunda etapa hay sujetos
que no sobrepasan el nivel medio y otros que casi están en la cercanía de un segundo grado. Las
muestras así lo evidencian. Se trabajó en las micro clases con el cuento, ¿A qué se parece?,
cuentos mínimos, la fábula, el cuento creciente, las trovas y descifrando códigos. Los resultados
aparecen en este trabajo. Se sugieren entonces como estrategias: adivinanzas, jitanjáforas,
charadas, juegos, entre otros.

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