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Bloque 7: La Restauración Borbónica (1874-1902).

Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas
 Antonio Cánovas del Castillo fue el gran artífice del restablecimiento de la monarquía
en España, a través de una campaña en favor del retorno de los Borbones con Alfonso
XII (hijo de Isabel II).
 Él, que era un político veterano, pensaba que las estructuras sociales españolas no
podían asumir un régimen democrático, así que, con el objetivo de estabilizar el país
buscó los apoyos necesarios para crear un sistema en el que los derechos y las
libertades de los ciudadanos fueran regulados por el rey y las Cortes y que, a su vez,
se redujeran los riesgos que suponía la implantación de un modelo democrático real.
 A grandes rasgos, su sistema político se basaba en el turnismo bipartidista (lo que
facilitaría la estabilización del régimen y evitaría el intervencionismo militar). A pesar
de ser un sistema político absolutamente corrupto, pervivió en buena parte del país
hasta prácticamente los últimos años de la Restauración (1874-1923). Ahora bien,
ahondando en este sistema diseñado por Cánovas, vemos que se fundamentó en tres
principios básicos:
-Soberanía compartida: entre el rey y las Cortes, lo que se traducía en un punto
intermedio entre el Antiguo Régimen y una monarquía democrática.
-Bipartidismo: la estabilidad política se logró con la implicación de una parte
importante de los políticos aglutinados en el Partido Liberal y el Partido Conservador.
Así, ambas fuerzas fueron turnándose pacíficamente en el poder para evitar la
intervención del Ejército ni la participación del movimiento obrero y/o las fuerzas
nacionalistas.
 Por tanto, las elecciones resultaron ser una pantomima en la que los partidos se
repartían los escaños (encasillado); en caso de que no funcionara el acuerdo, se
recurría al fraude electoral mediante la compra de votos, falseamiento del censo y/o
violencia (pucherazo); para garantizar el éxito de esta estrategia se apoyaban en los
caciques, personajes ricos e influyentes de la España rural que usaban su capacidad de
intimidación sobre la población.
-Constitución de 1876: el sistema canovista quedó sustentado en un nuevo texto
constitucional que, además de breve, era heredero de la de 1869. En ella, se
proclamaba la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, aunque el rey fue dotado
de amplios poderes (nombrar ministros, vetar leyes, disolver las Cortes).
Las Cortes eran bicamerales: con un Congreso elegido a dedo y un Senado en el que
se representaban las clases poderosas del país: senadores “de derecho propio”
(grandes de España y jerarquías eclesiásticas y militares); senadores “vitalicios”
(nombrados por el rey); y senadores elegidos por sufragio censitario (los mayores
contribuyentes).
Se reconoce a España como un estado confesional, con la religión católica como la
oficial.
Y, por último, se reflejaba un reconocimiento teórico de derechos y libertades, que en
la práctica fueron limitados.
 Debe tenerse en cuenta que este sistema logró mantenerse debido a que España era un
país agrario, atrasado y mayoritariamente analfabeto, lo que facilitó la manipulación
política y el control del poder por parte de una minoría.
 Por otro lado, la figura del cacique fue clave, ya que aprovechando su capacidad
económica y su control sobre la Administración pública, podía influir sin problemas
en los resultados electorales previamente acordados, evitando así las luchas entre
candidatos.
Resume el origen y evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el
regionalismo gallego
“Los siguientes textos hacen referencia a los nacionalismos catalán y vasco,
respectivamente, y se gestan en un momento caracterizado por el desarrollo industrial
regional y el consecuente florecimiento de una burguesía nacionalista”
 El primer texto corresponde al nacionalismo catalán. Su autor, E. Prat de la Riba, era
considerado uno de los principales impulsores del nacionalismo catalán. El segundo texto
corresponde al nacionalismo vasco. Su autor, S. Arana, se considera el padre del
nacionalismo vasco.
 La fecha de los textos los sitúa en un momento de auge de los nacionalismos, tanto a nivel
internacional como nacional. En Europa, el siglo XIX supuso el triunfo de los
nacionalismos ya que algunas naciones lograron desvincularse de grandes imperios
(principalmente las incluidas en los Imperios Austro Húngaro, Ruso y Turco) y, además,
otras potencias como Alemania e Italia, lograron su unificación. Todo esto contribuiría a
cuestionar la existencia de una única nación en España.
 Por otro lado, en el contexto nacional, existen varios factores que avivan sentimiento
nacionalista:
-El centralismo del sistema de la Restauración, que busca la eliminación de fueros y
particularidades propias. Esto favorece la aparición de movimientos reivindicativos de la
lengua, cultura e identidad regionales frente a la española. Junto a ello, el sistema del
turnismo queda en entredicho, y cunden las críticas ante la corrupción que lo sustenta.
-El progreso de la Revolución Industrial, en la que Cataluña y el País Vasco se desmarcan del
resto del país, en general más atrasado. Aparecen entonces burguesías que demandan mayor
apoyo y protección a sus intereses particulares.
Junto a los nacionalismos catalán y vasco, destaca también el regionalismo gallego, mucho
menos potente y limitado a su faceta cultural, dada la inexistencia de una burguesía industrial
fuerte en esta región.
SIMILITUDES
 Si analizamos ambos textos, vemos que el punto de partida de sus argumentos
nacionalistas consiste en afirmar que Cataluña y el País Vasco son naciones y que, en
consecuencia, tienen derecho al autogobierno. Para ello, se basan en la existencia de unas
realidades diferenciales: lengua, derechos históricos (fueros), cultura y costumbres
propias. Los dos movimientos, por lo tanto, derivan del regionalismo, y reivindican desde
su autogobierno a su independencia.
 En segundo lugar, ambos razonamientos, son conservadores y coinciden con los intereses
de las burguesías industriales de cada región. Los planteamientos tanto de la Unión
Catalanista como del PNV son apoyados por estos últimos y por el campesinado, pero no
por los obreros industriales.
 En tercer lugar, las aspiraciones de ambos se concretan en la demanda de órganos de
autogobierno y en la redacción de un Estatuto de Autonomía. Aunque, estas aspiraciones
tendrán que esperar a la II República-que será cuando obtengan sus Estatutos y Cataluña
forme su Generalitat-sí que se logra conformar la Mancomunidad Catalana, por ejemplo
(eficaz en la ejecución de proyectos de desarrollo regional).
 Por último, ambos autores son fundadores o cofundadores de sendos partidos
autonomistas: Prat de la Riba promueve la fundación de la Unión Catalanista y
después de la Lliga Regionalista, y Sabino Arana es el fundador del PNV.
DIFERENCIAS
 Aunque hemos afirmado que ambas posturas son conservadoras, también hay puntos en
los que difieren. Por ejemplo, Prat de la Riba en su discurso incluye posturas más
liberales e inclusivas (La Lliga se forma a partir de diversos partidos). Sin embargo, el
conservadurismo de Sabino Arana procede del carlismo, se corresponde con un perfil más
reaccionario y radical.
 En segundo lugar, sus demandas y posicionamiento ante el Estado español son distintas.
Prat de la Riba aboga por un nacionalismo conservador, católico y burgués con dos
objetivos principales: la autonomía política para Cataluña dentro de España y la defensa
de sus intereses económicos mediante una política comercial proteccionista.
 La burguesía catalana, en general, se daba por satisfecha de abordarse estas cuestiones.
Sin embargo, no ocurría igual con el nacionalismo vasco, profundamente decidido, a
causa de la supresión de los fueros tras las guerras carlistas.
 Es importante destacar que la influencia dada por el nacionalismo vasco fue desigual. Se
extendió, sobre todo, entre la pequeña y mediana burguesía, además del mundo rural; al
contrario de la gran burguesía industrial y financiera que se distanció de este movimiento.
El proletariado, procedente en su mayor parte de otras regiones españolas, abrazó
mayoritariamente el socialismo.
 La postura de Sabino Arana se caracterizaba, como podemos ver en su texto, por su
independentismo, radicalismo antiespañol, integrismo ultracatólico, defensa a ultranza del
mundo rural y tradicional vasco, promoción de la euskaldización de la sociedad vasca y el
rechazo radical de todo lo español. Algunos años después, y tras un fracaso electoral, esta
postura se suavizará, sustituyendo el objetivo independentista por el autonomista.
Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así
como su evolución, durante el último cuarto del siglo XIX.
 La materialización de un movimiento obrero español se inspiró en la libertad de
reunión y de asociación establecida por la Constitución de 1869 (sexenio
democrático). Por otro lado, el republicanismo fue capaz de mantener su fuerza pese
al fracaso de la Primera República, completándose así el abanico político español
con otras fuerzas, como el carlismo.
IDEARIO
 Las tendencias políticas destacadas en este periodo (el anarquismo y el socialismo)
comparten la lucha de clases, el internacionalismo, la huelga como principal arma, la
necesidad de transformar la sociedad burguesa en una sociedad libre de Estado y en la
que los medios de producción pertenezcan al común y un acusado anticlericalismo. Pero
sus diferencias hacen que mantengan pésimas relaciones:
 El socialismo considera necesaria una etapa transitoria de dictadura del proletariado, con
un Estado fuerte, mientras que desde el anarquismo esto se considera una aberración, y se
rechaza cualquier autoridad impuesta.
 El socialismo cree necesario avanzar hacia una sociedad plenamente industrializada y
capitalista y, hasta que esto suceda, consideran natural el participar en el “juego político”
de los burgueses. Por el contrario, los anarquistas rechazan su participación en él,
prefiriendo actuar sin demora, lo que muchas veces se traduce en atentados terroristas.
El anarquismo:
 Esta corriente penetró en España en 1868, teniendo su auge en 1881, cuando el Gobierno
liberal aprobó la Ley de Asociaciones. Con ella, los anarquistas saldrían de la
clandestinidad, consolidando su presencia, sobre todo, en Andalucía y Cataluña.
 Su forma de proceder podía abarcar desde la acción terrorista hasta la producción cultural
de literatura y prensa, pero siempre se caracterizaron por mostrar un claro componente
agitador, colectivista, apolítico y contrario al Estado. Esto, combinado con la acción
revolucionaria de los sindicatos, es lo que se conocerá como anarcosindicalismo.
 Con la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), de acción
moderada, creció en afiliados pero la relación que hizo el Gobierno entre el anarquismo y
los violentos sucesos dados en el campo andaluz por una presunta organización secreta y
violenta (La Mano Negra) hizo que su peso disminuyera y desapareciese.
 Durante la década de 1890, el movimiento se radicalizó, siendo partidarios de acciones
terroristas: bomba del Liceo de Barcelona, asesinato de Cánovas del Castillo…, lo que
llevó al Gobierno a ejercer una fuerte represión.
 Esta persecución sin cuartel, acabaría dando lugar a la creación en 1911 de la
Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la cual contaría con bastante apoyo entre
los obreros agrícolas andaluces y los obreros industriales catalanes.
El socialismo:
 Fue más minoritario que el anarquista y su implantación tuvo lugar especialmente en
Madrid, el País Vasco y Asturias.
 El PSOE, nació en 1879, de forma clandestina, bajo la figura de Pablo Iglesias, fundador
y principal representante. Desde 1886, expresaban su ideario a través de El socialista y
desde 1888 contaban con la central sindical Unión General de Trabajadores (UGT).
 Eran opuestos a los anarquistas, aunque compartían ideología de tipo colectivista,
anticlerical y antiburguesa. Eran partidarios de la lucha política aunque sin renunciar a la
revolución social.
 Su evolución fue complicada. En sus comienzos apenas trascendió y no fue hasta
principios del siglo XX cuando aumentó notablemente su afiliación y representatividad
(especialmente, tras el final de la 1ªGM). A partir de 1910, el PSOE se aproxima a otras
fuerzas políticas, en particular a los republicanos, y gracias a ello consigue su primer
escaño en el Parlamento, ocupado por Pablo Iglesias.

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