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-Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas. (2 puntos)
Una vez coronado Alfonso XII, fue Cánovas el que fijó los principios ideológicos del sistema y
sus bases institucionales y jurídicas, alejando los peligros que habían provocado el fracaso del
régimen isabelino. Para ello, se propuso
LA PACIFICACIÓN MILITAR.
Para la construcción del nuevo régimen, era necesario pacificar el país, lo que se consiguió con
la finalización en 1876 de la tercera guerra carlista que acabaría con la abolición de los
fueros vascos y navarros y con la firma de la Paz de Zanjón en 1878, que pone fin a la
insurrección cubana, concediéndose una autonomía administrativa a Cuba y una amplia amnistía
a los insurrectos.
EL BIPARTIDISMO.
A imitación del sistema británico de bipartidismo, los partidos políticos leales a la Corona,
llamados partidos dinásticos, eran el Partido Conservador(liderado por Cánovas) y el Partido
Liberal (liderado por Sagasta), que se turnan en el poder mientras que el resto de las
formaciones políticas quedan excluidas. Las diferencias ideológicas y políticas entre ambos
partidos eran mínimas: más preocupados por las reformas sociales y por la educación los
liberales, y más autoritarios y defensores del orden establecido los conservadores.
El sistema ideado por Cánovas se basaba en el turno pacífico de los dos partidos dinásticos que
pactaban el acceso al gobierno, sin recurrir a los pronunciamientos militares; de esta forma, se
evitaba que la monarquía se identificara con un solo partido, al tiempo que se garantizaba la
continuidad del régimen al alejar del poder a las fuerzas políticas obreras y republicanas
En la práctica, el turnismo tenía que recurrir al fraude electoral para sobrevivir. El mecanismo
era el siguiente: cuando uno de los partidos se desgastaba en el poder, el Rey encargaba la
formación de un nuevo gobierno al otro quien, tras la disolución de las Cortes por el Rey,
convocaba unas elecciones que ganaba gracias a su falseamiento. El Ministerio de Gobernación
preparaba el “encasillado” o listas de diputados que debían salir elegidos en cada distrito,
reservando algunos escaños a la oposición dinástica; ese encasillado se entregaba a los
gobernadores civiles para que lo impusieran en la provincia y los ayuntamientos, a través del
cacique local, recurriendo si era preciso a la manipulación de censos electorales (voto de
muertos) y actas, al “pucherazo”, la compra de votos y la violencia. Dicho de otro modo, en la
práctica el Gobierno no dependía de las Cortes, sino que más bien era el Gobierno el que
fabricaba las Cortes.
El resultado final del sistema era la formación de una oligarquía de miembros de la alta
burguesía y de la aristocracia que tenían el poder y lo ejercían, excluyendo del poder al resto de
la población.
A fines del siglo XIX, nacen en Cataluña y el País Vasco movimientos que cuestionan la
existencia de una única nación española en España. Si analizamos ambos textos, vemos con
claridad que el punto de partida de sus respectivos argumentos nacionalistas consiste en afirmar
que Cataluña y el País Vasco son naciones y que, por consecuencia, tienen derecho al
autogobierno. Esta afirmación la basan en la existencia de unas realidades diferenciales: lengua,
derechos históricos (fueros), cultura y costumbres propias. Estos movimientos tendrán
planteamientos más o menos radicales: desde el autonomismo al independentismo o
separatismo.
La defensa de los fueros vascos quedó ligada a la causa carlista durante el siglo XIX. Las
sucesivas derrotas de los absolutistas llevaron a la abolición de los fueros. La burguesía
vizcaína, fue el terreno social en el que nació el nacionalismo vasco. Sabino Arana es el
fundador del nacionalismo vasco que se caracteriza, como podemos ver en su texto, por su
independentismo, radicalismo antiespañol, integrísimo ultracatólico, defensa a ultranza del
mundo rural y tradicional vasco, promoción de la euskaldización de la sociedad vasca y rechazo
radical de todo lo español y conservadurismo ideológico. La influencia social y geográfica del
nacionalismo vasco fue desigual. Se extendió sobre todo entre la pequeña y media burguesía, y
en el mundo rural. La gran burguesía industrial y financiera se distanció del nacionalismo, y el
proletariado abrazó el socialismo.
-Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español,
así como su evolución, durante el último cuarto del siglo XIX. (1,5 puntos)
Las dos corrientes ideológicas más destacadas en España entre la clase obrera y el campesinado
durante el siglo XIX van a ser el anarquismo y el socialismo.