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TEXTO 9.

EL MANIFIESTO DE SANDHURST

1. CLASIFICACIÓN Y TIPOLOGÍA.
El texto es un fragmento del Manifiesto de Sandhurst firmado por Alfonso
XII, hijo de Isabel II, quien defiende la vuelta a la monarquía borbónica como
medio de garantizar las leyes y el progreso de España. Se trata de una fuente
histórica primaria y directa, de naturaleza político circunstancial y documento
público, importante para conocer el ideario político del futuro rey y de Canovas
del Castillo.
El autor es Alfonso XII, aunque son muchos los historiadores que piensan
que fue redactado o al menos inspirado por Canovas del Castillo, que lideraba
un amplio sector de la burguesía española partidaria de la restauración de la
dinastía Borbónica, después de la inestabilidad política del Sexenio
Democrático (1868-1874). Tiene ese nombre por proceder del lugar de
Inglaterra en cuya escuela militar se encontraba formándose el joven príncipe.
Está fechado el 1 de diciembre de 1874, y está dirigido a toda la nación
española. Dando a conocer su postura política, si se llega a convertir en rey de
España.

2. CONTEXTO HISTÓRICO.
El texto que nos ocupa puede considerarse como el primer elemento de
la denominada Restauración o período de la historia de España (1875-1931) en
que se produjo la reposición en el trono de la dinastía borbónica en la persona
del hijo de Isabel II, Alfonso XII, tras el Sexenio Democrático y la experiencia de
la dinastía Saboya y la Primera República. En los años anteriores a 1868 el
malestar social y el desprestigio del gobierno de Isabel II eran crecientes. El 18
de septiembre, el almirante Topete se subleva en Cádiz. La revolución
sorprende a la reina veraneando en San Sebastián, y triunfa. Las Cortes
afrontan el reto de organizar el país elaborando una nueva constitución y
encontrar un rey para España. Se elabora una constitución, la de 1869, muy
avanzada que recoge principios que nunca se habían reflejado en un texto
constitucional español (inviolabilidad de domicilio y de correspondencia, habeas
corpus...). En cuanto al nuevo monarca fue elegido Amadeo de Saboya,
candidato de Prim y de los progresistas. Con el tiempo abdicará y las Cortes
proclaman la República. Nace débil, a lo que hay que sumar la división de los
republicanos, la crisis política, económica y social generalizada. El general
Pavía (capitán general de Madrid) da un golpe de Estado y proclama a
Serrano, presidente.
El sistema de la República es incapaz de resolver las insurrecciones
carlista, cantonalista y cubana.
Esto posibilita la creación de un clima conservador en el seno de las mismas
clases que llevaron a cabo el derrocamiento de Isabel II. Además, estos
mismos grupos se sienten amenazados por la inestabilidad social existente y
por el librecambismo de los gobiernos del Sexenio.
Alfonso XII, había recibido la legitimidad dinástica de la casa Borbón, al abdicar
su madre en él en junio de 1870. Su educación tuvo lugar en la corte austriaca
y en la academia de Sandhurst.

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3. ANÁLISIS Y COMENTARIO
La idea principal del texto es la defensa de la monarquía como única
garantía de las libertades del país, y como institución representativa de toda la
nación.
Fundamenta su pretensión de ser rey de España en los siguientes argumentos:
Defiende la legitimidad dinástica de su persona (frente a la experiencia
republicana), aludiendo a la abdicación de su madre en él y rechazando
implícitamente las pretensiones de los carlistas que en estos momentos se
encuentran en guerra contra el Gobierno. Alude después a la tradición nacional
como garantía de independencia nacional y paz interna, y señala como única
solución la recuperación de la monarquía «hereditaria y constitucional». Se
ofrece como gobernante del país contando para ello con las Cortes como
representación parlamentaria de la nación.
Se considera informado sobre los problemas y la situación crítica de
España, presentándose como persona dentro de la tradición católica, pero se
declara al tiempo partidario del estado liberal, como corresponde a un hombre
de su tiempo.
Con este manifiesto propone la restauración de la dinastía «legítima» como
única vía de estabilidad y progreso, asumiendo elementos de tradición y
renovación. No emplea la palabra «democrática» y sí la de «representación"
para referirse a la monarquía que se pretende porque, en la ideología
canovista, habría que recuperar las instituciones tradicionales: Monarquía y
Cortes anteriores a la revolución liberal. El manifiesto resume claramente el su
pensamiento liberal moderado que, formulado por Canovas, sería la base del
nuevo régimen de la Restauración.
Con un nuevo pronunciamiento, el del general Martínez Campos en
Sagunto, a finales de año, se produjo la proclamación de Alfonso XII con gran
apoyo de los militares y los círculos del poder económico y político como nuevo
rey.
Comenzó así el período de Restauración dinástica y de los principios del
liberalismo moderado anterior a la Revolución de 1868. Durante este período
estuvo en vigor la Constitución de 1876, salvo durante la dictadura de Primo de
Rivera (1923-1929), y se caracterizó fundamentalmente por la consolidación en
España del liberalismo y sus instituciones, bajo la hegemonía de la burguesía
conservadora.
Las líneas generales del sistema político se contienen en la Constitución de
1876, de carácter moderado, fiel reflejo del pensamiento de Antonio Canovas
del Castillo. Los principios políticos de Canovas se resumían en lo que
denominaba la constitución interna del país, es decir, las instituciones
tradicionales que debían quedar a salvo de discusión: La Corona y las Cortes.
Por otra parte, admirador del parlamentarismo inglés, por su estabilidad,
Canovas pretendía establecer un sistema bipartidista en el que dos partidos
«de notables» se turnasen en el ejercicio del poder, mediante elecciones
restringidas a los propietarios y contribuyentes. Este bipartidismo estaba
representado por el Partido Conservador de Canovas y el Partido Liberal de
Sagasta. Mediante la fórmula de la dimisión, se producía la alternancia política.
Tras este sistema político se escondía una red de caciques, que controlaban
las zonas rurales. Y una gran corrupción electoral (conocida como pucherazo)
No reconocía la soberanía nacional de modo suficiente y reconocía los
derechos tradicionales de la Iglesia.

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4. CONCLUSION.
El régimen canovista se basaba fundamentalmente en el apoyo de las
clases y grupos más conservadores de la sociedad: la burguesía en la que
predominaban las siguientes facciones: los latifundistas, la burguesía harinera
castellana, la burguesía industrial catalana y sectores de la gran burguesía
industrial y financiera vasca.
Pero también se ha hablado de una «España dual» en la que esas zonas
industriales convivían con otro país muy atrasado, con un analfabetismo
superior al 75% de la población y modos de vida y niveles de renta casi en la
miseria permanente.
En esas condiciones sociales, la Restauración se apoyó en una sociedad
organizada en torno a los caciques, hombres ricos e influyentes que
controlaban la vida social en la mayor parte del país. El caciquismo era la forma
de vertebración de una sociedad tan atrasada. Además, contaba con el apoyo
indiscutible de instituciones sociales tan influyentes como la Iglesia y el Ejército.
A la muerte de Alfonso XII, en 1885, se creó una situación de riesgo para la
continuidad del régimen. Sagasta, antiguo progresista, llegó a un acuerdo con
Cánovas para garantizar la alternancia en el turno de partidos y encabezó el
Partido Liberal, integrando en sus filas a los sectores más avanzados en
materia social. Formó gobierno en cinco ocasiones, hasta su retirada en 1901.
Sagasta legisló, de acuerdo con su línea, el sufragio universal —masculino—,
que acababa con el sufragio censatario (1890). El sufragio universal significaba
entonces el derecho a voto únicamente de los varones, ya que a las mujeres no
se les reconocía entidad como ciudadanas autónomas y sujetos de derechos.
En todo estaban sometidas al varón. Bajo sus gobiernos se aprobaron diversas
leyes que produjeron una cierta democratización del régimen: Ley de Prensa
de 1883, libertad de reunión y expresión (1881), libertad sindical (1887) y, la
más importante, la introducción del sufragio universal masculino en 1890.
El manifiesto se llena de palabras como unión, paz, pueblo libre o liberal,
cuando el régimen que surge a partir de esta proclama política es un estado
autoritario, fuertemente represor, en un primer momento, con las
reivindicaciones obreras o nacionalistas, basado en la corrupción y el
falseamiento electoral, cuando el pueblo pueda votar mediante el sufragio
universal masculino, por la actuación de los caciques que manipula y presionan
al votante. Cánovas autor del Manifiesto será finalmente asesinado por el
anarquismo en 1897, actividad terrorista que tienen parte del movimiento
obrero como forma de protesta a las condiciones de vida miserable en la que
viven la gran mayoría de la población.

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