Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En 1943 el psiquiatra austríaco Leo Kanner, que trabajaba en los Estados Unidos como
director del pabellón de Psiquiatría infantil del Hospital Hopkins de Baltimore, fue
quien primero ha realizado una descripción importante del autismo.
Como sintomatología principal del cuadro reconoció una importante incapacidad para
relacionarse con personas y situaciones, alteraciones típicas del lenguaje y una
insistencia marcada en la realización permanente de las mismas acciones.
Otro estudioso de la época, Asperger en 1944 describe otro estado autístico con el
nombre psicopatía autista y lo caracteriza también a partir de la acentuada dificultad del
sujeto en las relaciones sociales pero con la diferencia en el nivel de sus capacidades
mentales, que se ubicarían dentro de la norma o se apartarían poco de la misma.
Las características por las que podemos reconocer a un niño autista son variadas, pues
es un síndrome(conjunto de anomalías) y no es una enfermedad. Se considera que
una persona es autista si tiene o ha tenido en alguna etapa de su vida, cuando menos
siete de las siguientes características:
1
• Aleteo de manos (como si intentara volar) en forma rítmica y constante.
• Gira o se mece sobre sí mismo.
• Se queda quieto observando un punto como si estuviera hipnotizado.
• Camina de puntitas.
• No soporta ciertos sonidos o luces (por ejemplo, la licuadora o el microondas).
• Hiperactivo (muy inquieto) o extremo pasivo (demasiado quieto).
• Agresividad y/o auto agresividad (se golpea a sí mismo).
• Obsesión por el orden y la rutina, no soporta los cambios.
• Se enoja mucho y hace rabietas sin razón aparente o porque no obtuvo algo.
• Se ríe sin razón aparente (como si viera fantasmas).
• Comportamiento repetitivo, es decir, tiende a repetir un patrón una y otra vez en
forma constante.
Esta lista se da como referencia pero será necesaria el diagnóstico del neurólogo así
como la valoración del psicólogo.
Quien tiene una condición del espectro autista desarrolla una manera particular de
pensar, comprender, expresarse y comportarse, que es diferente a la de la mayoría de las
personas. Esto empieza a manifestarse en etapas tempranas de la vida, con expresiones
sutiles, que van haciéndose más evidentes a medida que un niño se desarrolla. Esas
pequeñas diferencias, que surgen tempranamente, son señales para empezar a sospechar
que algo no va bien en el desarrollo de ese niño. Una intervención inmediata permite
implementar medidas que podrían ayudar a ese niño a recuperar la trayectoria esperada
de su desarrollo o bien optimizar sus capacidades.
1Si a los 2 meses no sonríe, cuando se lo mira a los ojos también sonriendo.
2Si a los 4- 5 meses permanece irritable durante gran parte del día. No ríe a carcajadas y
no busca que se le preste atención.
3A partir de los 6 meses, que el niño no exprese alegría con gestos y gritos.
2
Mas allá de estas categorizaciones orientadoras lo cierto es que el autismo se presenta
en lo cotidiano de una manera muy heterogénea. Es importante destacar el concepto
“espectro autista” acuñado por Lorna Wing (1995) que engloba dos ideas fundamentales
para entender la complejidad del cuadro:
CIE-10
DSM-IV-TR
3
Autismo infantil (F84.0) Trastorno autista
4
1. Trastorno autista, autismo infantil o Síndrome de Kanner. Manifestaciones en
mayor o menor grado de las tres áreas principales descritas anteriormente.
2. Trastorno de Asperger o Síndrome de Asperger. Incapacidad para establecer
relaciones sociales adecuadas a su edad de desarrollo, junto con una rigidez
mental y comportamental. Se diferencia del trastorno autista porque presenta un
desarrollo lingüístico aparentemente normal y sin existencia de discapacidad
intelectual.
3. Trastorno de Rett o Síndrome de Rett. Se diferencia en que sólo se da en niñas e
implica una rápida regresión motora y de la conducta antes de los 4 años (con
estereotipias características como la de “lavarse las manos”). Aparece en baja
frecuencia con respecto a los anteriores. Este trastorno está asociado a una
discapacidad intelectual grave. Está causado por mutaciones en el gen MECP2.
4. Trastorno desintegrativo infantil o Síndrome de Heller. Es un trastorno muy poco
frecuente en el que después de un desarrollo inicial normal se desencadena, tras
los 2 años y antes de los 10 años, una pérdida de las habilidades adquiridas
anteriormente. Lo más característico es que desaparezcan las habilidades
adquiridas en casi todas las áreas. Suele ir asociado a discapacidad intelectual
grave y a un incremento de alteraciones en el EEG y trastornos convulsivos. Se
sospecha por tanto que es resultado de una lesión del sistema nervioso central no
identificada.
5. Trastorno generalizado del desarrollo no especificado. Agrupa todos los casos en
los que no coinciden claramente con los cuadros anteriores, o bien se presentan de
forma incompleta o inapropiada los síntomas de autismo en cuanto a edad de
inicio o existencia de sintomatología subliminal.
Con una etiología variada de autismo puede presentarse a partir de una base genética
determinada, de una rubéola congénita, de espasmos infantiles, esclerosis tuberosas,
malformaciones cerebrales y/o lesiones diversas en el desarrollo normal del cerebro.
5
3) Organizador psíquico del paciente.
Estas funciones se presentan como básicas para el ejercicio del rol y el trabajo con
cualquier tipo de población. No obstante al profundizar en la bibliografía actual sobre
las particularidades del ejercicio del rol con distintos tipos de patologías y
problemáticas no abundan las consideraciones con relación al trabajo con personas
autistas (si con relación a las adicciones, trastornos alimentarios y cuadros
psicopatológicos en general).
En experiencia con autistas estas funciones son necesarias y ejercidas por el A.T. pero
que deben ser adoptadas y llevadas a cabo de manera especial. Según lo desarrollado
como características del cuadro vimos que la interacción social y la comunicación se
ven cualitativamente alterados y que los patrones de conducta, intereses y actividades se
presentan de manera repetitiva, restringida y estereotipada en las personas con autismo.
Bibliografía
6
7