Está en la página 1de 13

Actividad 2:

(Clínica y fisiopatología de
los trastornos del
neurodesarrollo)

ASIGNATURA: FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS DE LA


CONDUCTA

PROFESOR: RODRIGO CARMONA CAMACHO


PRIMER CURSO / GRADO EN PSICOLOGÍA

Elena López Veras, Isabel


17/01/2022
Tipos de trastornos del neurodesarrollo en el DSM-5
La etiqueta de trastornos del neurodesarrollo engloba una gran cantidad de trastornos que
comparten las características antes mencionadas, si bien presentan entre ellos diferencias
remarcables según los aspectos que se vean afectados.

A continuación vamos a observar los principales grupos de trastornos del neurodesarrollo


contemplados por la última versión de uno de los más importantes manuales de
referencia, el DSM-5. Para facilitar la comprensión no se incluyen los trastornos
producidos por consumo de sustancias o enfermedades médicas.

1. Discapacidades intelectuales.
2. Trastornos de la comunicación.
3. Trastorno del espectro del autismo.
4. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
5. Trastorno específico del aprendizaje.
6. Trastornos motores.
7. Otros.
TRASTORNO DEL ESPECTRO DEL AUTISMO:

En el DSM-IV el autismo pertenecía a los “trastornos generalizados del desarrollo” (TGD).


En el DSM-V, se ha sustituido esta definición por “trastornos del espectro autista” (TEA),
que se incluye dentro de “trastornos del neurodesarrollo”.

El trastorno del espectro del autismo se caracteriza por la presencia de dificultades en la


comunicación e interacción interpersonal, patrones de comportamiento e intereses
repetitivos y restrictivos. Quiénes lo padecen tienen dificultades a la hora de comprender
las reglas que rigen las interacciones sociales y para captar y expresar sentimientos,
suelen tener un lenguaje oral literal y serles complejo captar sutilezas y usos figurados de
este, presentar preferencia y necesidad de rutina y monotonía y aceptar mal los cambios.

Los trastornos del espectro autista (TEA) son un conjunto de trastornos del desarrollo, con
síntomas que suelen ser crónicos y que pueden ser de leves a graves. 1 de cada 100
niños puede parecer algún tipo de trastorno del espectro autista, aunque investigaciones
recientes realizadas en Estados Unidos afirman que el TEA tiene una prevalencia de un
68%.
De manera general, el TEA se caracteriza por la alteración de la capacidad del individuo
de comunicarse y entablar relaciones sociales. Es un trastorno complejo que afecta al
desarrollo del individuo que lo padece y, generalmente, suele ser diagnosticado alrededor
de los 3 años.
Existen distintos tipos de trastorno del espectro autista. Ahora bien, esta clasificación ha
sufrido alguna modificación con la publicación del Manual Diagnóstico Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM-V). En la anterior, la cuarta edición se incluían cinco subtipos
de autismo: el trastorno autista, el Síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo
infantil, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGD no especificado) y el
síndrome de Rett. En la quinta edición, se ha prescindido del Síndrome de Rett, quedando
solo 4 subtipos. Que son los que se desarrollan a continuación:

 Autismo o Síndrome de Kanner:


Éste es el trastorno que la mayoría de individuos asocia con el trastorno del
espectro autista, y recibe en nombre de Síndrome de Kanner en relación con el Dr.
Kranner, un médico que estudió y describió esta condición en los años 30.
Los sujetos con autismo poseen una limitada conexión emocional con los demás, y
parece que estén inmersos en su propio mundo. Son más propensos a mostrar
comportamientos repetitivos, por ejemplo, pueden organizar y reorganizar el mismo
grupo de objetos, hacia adelante y atrás durante períodos prolongados de tiempo.
Y son individuos altamente sensibles ante estímulos externos como sonidos.
Es decir, pueden estresarse o agitarse cuando se expone a ruidos específicos,
luces brillantes o sonidos o, por otro lado, van a insistir en el uso de determinadas
prendas de vestir o colores o van a querer ubicarse en determinadas zonas de la
habitación sin ningún motivo aparente.
 Síndrome de Asperger:
Es un trastorno del espectro autista más complicado de diagnosticar y, en
ocasiones, este diagnóstico se suele realizar más tarde que el caso anterior. Esto
ocurre porque estos sujetos con Asperger presentan una inteligencia media (alta)
que puede ocasionar que se infravaloren las dificultades y limitaciones que
presentan estos sujetos.
El déficit se encuentra, por tanto, en el campo de las habilidades sociales y el
comportamiento, siendo lo suficientemente importante como para comprometer
seriamente su desarrollo e integración social y laboral. Además, las personas con
Síndrome de Asperger muestran carencias en la empatía, poca coordinación
psicomotriz, no entienden las ironías ni el doble sentido del lenguaje y se
obsesionan con ciertos temas.
La causa del Síndrome de Asperger parece ser la disfunción de varios circuitos
cerebrales, y las zonas afectadas son la amígdala, los circuitos frontoestriados y
temporales y el cerebelo, áreas del cerebro que están implicadas en el desarrollo
de la relación social.
A pesar de que los medios de comunicación han ayudado a difundir una imagen del
síndrome de Asperger en la que se describe esta condición como una alteración
mental asociada a una alta inteligencia, hay que señalar que la mayoría de
personas agrupadas en esta categoría no puntúan significativamente por encima
del CI normal, y una cantidad muy pequeña de ellas obtiene puntuaciones muy
altas.
Existen muchas conductas que pueden indicar la presencia del Síndrome de
Asperger. De manera resumida, a continuación se muestran 10 señales
características de este trastorno:
Dificultades para la interacción social y relaciones sociales limitadas; Falta de
empatía con las demás personas; Dificultad para entender y comprender el mundo
que les rodea y las emociones de los demás; Pueden reaccionar molestos ante
determinados estímulos externos: ruidos, imágenes, luz...; Pueden mostrar retraso
motor y torpeza en sus movimientos; Intereses y actividades restringidas, rígidas,
sistemáticas y repetitivas; Conductas excéntricas o poco habituales; No suelen
mirar a los ojos cuando te habla; Hablan mucho, en un tono alto y peculiar, y usan
un lenguaje pedante, extremadamente formal y con un extenso vocabulario;
Inventan palabras o expresiones idiosincrásicas; Y en ocasiones parecen estar
ausentes, absortos en sus pensamientos.

 Trastorno desintegrador infantil o Síndrome de Heller:


Este trastorno, normalmente referido como Síndrome de Heller, suele aparecer
sobre los 2 años, aunque puede no diagnosticarse hasta pasados los 10 años.
Es similar a los TEA anteriores porque afecta a las mismas áreas (lenguaje, función
social y motricidad), aunque se diferencia de éstos en su carácter regresivo y
repentino, lo que puede provocar que incluso el propio sujeto se de cuenta del
problema. Los individuos con Síndrome de Heller pueden tener un desarrollo
normal hasta los 2 años, y pasado este tiempo sufrir la sintomatología
característica de este trastorno. Distintos estudios concluyen que este trastorno es
entre 10 y 60 veces menos frecuente que el autismo. Sin embargo, su pronóstico
es peor.

 Trastorno generalizado del desarrollo no especificado:


Cuando los síntomas clínicos que presenta el sujeto con trastorno del espectro
autista son demasiado heterogéneos y no encajan en su totalidad con los tres tipos
anteriores, se emplea la etiqueta diagnóstica de “trastorno generalizado del
desarrollo no especificado”.
El sujeto con este trastorno se caracteriza por tener un déficit de reciprocidad
social, problemas severos de comunicación y la existencia de intereses y
actividades peculiares, restringidas y estereotipadas.

Algunas dificultades a la hora de estudiar el autismo:

 De los diferentes tipos de autismo es muy complicado estudiarlos sin caer en


sesgos. Resulta problemático investigar acerca de los patrones de comunicación de las
personas autistas utilizando para ello su capacidad para interpretar las emociones
plasmadas en la expresión de los ojos, dado que tienden a no fijarse en esa parte de la
cara.
 La inhabilidad para interpretar esas expresiones no significa exactamente que no
sepan interpretar las emociones de los demás, sino que no saben hacerlo de esa manera
concreta, pero quizás sí utilizando otros modos para ello.

Las alteraciones que hay detrás podrían ser las siguientes:

 Genios con autismo: Destacados pensadores, científicos y músicos como Isaac


Newton, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig Beethoven, Inmanuel Kant y Albert Einstein
han sido estudiados por Michael Fitzgerald, psiquiatra británico del Trinity College de
Dublín, quien concluyó que todos ellos padecieron algún grado de autismo.
 Cráneo mayor que el promedio : Los afectados por autismo segregan mayores
niveles hormonales implicados en el crecimiento físico, como los factores de crecimiento
tipo 1 y tipo 2 insulínicos, comparados con las personas que no sufren este trastorno.
Esta peculiaridad podría explicar por qué razón la circunferencia craneal de las
personas autistas es mayor, tal como advirtió una reciente investigación de la
Cincinatti University publicado en Clinical Endocrinology.
 Indiferencia ante la opinión ajena: Una investigación del California Institute of
Technology señala que a las personas con autismo sienten una total indiferencia sobre lo
que los demás opinan o piensan de ellos. Para llegar a esa conclusión, los investigadores
contrastaron la conducta de donaciones económicas para la ONG UNICEF.
Se comparó con dos situaciones diferentes: la primera cuando el donante hacía la
donación sin compañía alguna, y la segunda cuando era observado por otro (u
otros) sujetos. Los participantes sin autismo donaron mayores cantidades cuando
otra persona estaba presente, ya que la cantidad aportada era percibida como un
indicador de su reputación social ante los demás. En el caso de las personas con
autismo, las cantidades aportadas no diferían según la situación. Los resultados
fueron publicados en la revista PNAS.
 Procesan la información de forma más eficaz: Las personas con autismo gozan de
una capacidad superior en el procesamiento de la información comparado con la
población general, hecho que podría revelar el porcentaje sorprendente de personas
autistas cuya ocupación laboral se encuentra en el sector de las altas tecnologías, según
sostienen diversas investigaciones realizadas en el Reino Unido.
Además de este mejor procesamiento de la información, también se muestran más
hábiles a la hora de discriminar la información fundamental de la que no lo es. El
estudio fue publicado en la Journal of Abnormal Psychology.
 La morfología del rostro autista: La cara de los niños que sufren autismo tiene
algunas características propias, tal como señaló una investigación reciente que se hizo
pública en la revista Molecular Autism. Tienen la boca y los ojos ligeramente más ancha
que el promedio, mayor proporción de frente y la zona media del rostro (mejillas y nariz)
sutilmente más pequeña.
 Bebés prematuros: Los recién nacidos con bajo peso y prematuros tienen unas
probabilidades del 500% de desarrollar el trastorno autista que aquellos que nacen a los
nueve meses y con peso promedio, tal como indicó un estudio publicado en Pediatrics
que recopiló datos durante más de veinte años.
 Evolutivamente positivo: Algunos genes que influyen en el desarrollo de autismo
podrían haber tenido una eficacia evolutiva en nuestros ancestros, pues proveían de
mayores capacidades en inteligencia visual y espacial, concentración y memoria,
habilidades que permitieron una mayor eficiencia en individuos cazadores y recolectores.
Neuronas espejo: Los afectados por autismo tienen una mayor predisposición
a sufrir problemas en sus relaciones sociales, pues tienen limitaciones en su
capacidad de mostrar empatía en las interacciones humanas. Un estudio que salió
a la luz en la revista Biological Psychiatry reveló que esta condición es debida a
alteraciones en el sistema de las neuronas espejo (aquellas neuronas que facultan
para comprender y anticipar las pretensiones y reacciones de las otras personas),
las cuales se desarrollan de manera mucho más lenta que en las personas sin
autismo.

Trastorno por déficit de atención/ hiperactividad: TDAH

El TDAH viene recogido en el DSM-V dentro del apartado dedicado a los


Trastornos del Neurodesarrollo y está caracterizado por la Inatención y/o
Hiperactividad e Impulsividad. Interfiere o entorpece el desarrollo cognitivo y
aparece durante la infancia. La característica clave de la Inatención es la dificultad
para mantener la atención, la de la Hiperactividad es una actividad motora excesiva
y la de la Impulsividad es la de actuar sin una reflexión previa. Este trastorno se
puede presentar de forma combinada, déficit de atención e hiperactividad-
impulsividad, con el predominante de déficit de atención o con el predominante de
hiperactividad-impulsividad.
No hay marcadores biológicos que sirvan como diagnóstico para el TDAH. De
forma grupal, si comparamos niños con este trastorno con otros que no lo padecen,
nos encontramos que los electroencefalogramas de los primeros (TDAH) presentan
un mayor número de ondas lentas. En la imágenes con resonancia magnética se
observa un volumen cerebral disminuido y retraso en la maduración del cortex. Si
seguimos indagando en aspectos psicobiológicos en el DSM-5 nos encontramos
con un apartado dedicado a los factores genéticos y fisiológicos que deja bien
claro, que existe heredabilidad considerable en este trastorno y que es más
frecuente entre los familiares biológicos de primer grado. Sí se han correlacionado
genes específicos con el TDAH, pero no están considerados como factores
causales necesarios ni suficientes (APA, 2014).

Si nos centramos en menores con TDAH en edad escolar (un 5% de


la población infantil y un 2,5% de la población adulta de la mayoría de las culturas
padece TDAH) podemos decir que las áreas de aprendizaje básicas como son la
lectura y escritura se encuentran afectadas. En la lectura presentan problemas de
velocidad y comprensión. La dislexia es común. En la escritura una peor
coordinación motora ocasiona disgrafía, por lo que presentan una letra difícil de
entender. Sus problemas motores retrasarán los avances en este terreno. Y en el
cálculo observamos discalculia o falta de cálculo mental.

Una de las consecuencias funcionales que se da con mayor frecuencia es el


bajo rendimiento escolar y el rechazo social. Por ellos, las estrategias de apoyo e
intervención en el ámbito escolar y familiar del menor se hacen esenciales. Todos
los logros que deben superar los niños/as según la etapa del desarrollo en la que
se encuentren y que los menores con TDAH no pueden alcanzar al mismo ritmo,
pueden y deben ser reforzadas y trabajadas. Para ello, se debe intervenir teniendo
presente el por qué y dónde radican esas dificultades para operar de la forma que
sea más provechosa para ellos. En resumen, que la intervención debe
“distanciarse” de lo que se hace de manera normal en el aula.

Como ejemplo decir que se debe tener en cuenta que la información visual
obtiene mejores resultados de aprendizaje para TDAH que la información que se
obtiene por el canal auditivo. Por ello se debe preparar materiales y organizar
explicaciones donde el componente visual predomine. También es importante que
los niños/as puedan tocar, esto centrará más su atención. Para la resolución de
problemas o para el cálculo matemático, colocar objetos que puedan ser tocados
como las figuras geométricas y las bolas de colores para ayudar a la suma o resta
(Nunes, 2013).

Incluir la actividad física diaria. Se ha demostrado que mejoran los procesos


de maduración cerebral. Por este motivo, incluso dentro del aula, se puede indicar
a los alumnos que realicen alguna serie de ejercicios: saltar, lanzar una pelota al
compañero y viceversa, jugar a la comba, etc., para a continuación seguir con la
tarea “formal” o aprenderla mientras se hace algo de ejercicio. También es
importante la música. Escuchar música ayudará a su concentración. Además de
facilitar la capacidad de análisis, si la escucha de música va acompañada de
instrucciones para averiguar qué instrumentos musicales están sonando, etc.

Tanto en el colegio como en casa, será fundamental organizar rutinas.


Mantener un horario y un orden tanto en la realización de los deberes como en el
resto de actividades domésticas. Esto fomentará la organización, planificación y
mejorará la memoria a largo plazo. El trabajo de las familias y el ambiente en el
que se desenvuelva el menor potenciará las mejoras en su desarrollo cognitivo o
no. Y no podemos olvidarnos de las diferentes teorías sobre la inteligencia que han
cobrado protagonismo en los últimos años. De forma especial una de ellas, La
Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner cobra una gran
importancia en la escuela y ante los niños/as con TDAH. Trabajar con ellos y
fomentar otras inteligencias como la musical, cinestésica o lingüística. Esta última
inteligencia, y desde la perspectiva de Gardner, incluye los gestos. Y éstos pueden
ayudar a mejorar la capacidad de comunicación cuando se está diagnosticado de
TDAH (Valda, Suñagua y Coaquira, 2018).

Y para finalizar, mencionar algo cada vez más extendido y donde solo
podemos encontrar beneficios: las técnicas de relajación. Enseñar a los menores a
relajarse, comenzando de forma muy sencilla pero eficaz: enseñar a respirar.
Inhalar y exhalar con un ritmo adecuado puede ayudar tanto para mejorar la
atención como para reducir la hiperactividad. Incluir las técnicas de relajación, el
mindfulness y la inteligencia emocional en las aulas, beneficiará en el aprendizaje,
motivación y autoestima de todos los alumnos. Con o sin un TDAH.

Mª Isabel Lázaro Ramírez


BIBLIOGRAFÍA

APA. (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. DSM-5 (5ª
ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Nunes, C. V. (2013). Programa de intervención educativa de primaria en estrategias


cognitivas y metacognitivas para niños con TDA+ H (Doctoral dissertation, Psicoloxía
Evolutiva e Comunicación (X10)).

Valda Paz, V., Suñagua Aruquipa, R., & Coaquira Heredia, R. K. (2018). Estrategias de
intervención para niños y niñas con tdah en edad escolar. Revista de Investigación
Psicológica, (20), 119-134.

DISCAPACIDADES INTELECTUALES

El diagnostico de discapacidad intelectual se refiere a aquellas personas que no


poseen la capacidad de aprender a los niveles que se espera acorde con la edad y no
funcionan de manera normal en la vida cotidiana. Este tipo de enfermedad se suele
diagnosticar antes de los 18 años por lo que suele aparecer a edades muy temprana
con leves síntomas de este trastorno.
En la clasificación del DSM-5, las discapacidades intelectuales están dentro de los
trastornos del desarrollo neurológico. Como en todos los trastornos tiene distintos
niveles de gravedad los cuales especificaré mas adelante. Esta discapacidad
intelectual como he dicho antes comienza durante el periodo del desarrollo y comienza
a producir limitaciones del funcionamiento intelectual al igual que del comportamiento
adaptativo en los ámbitos sociales, conceptuales y prácticos.
Según el manual del DSM-5, hay tres criterios que se deben cumplir para que el
trastorno sea diagnosticado, son los siguientes: El primero serían las deficiencias de
las funciones intelectuales, ejemplos pueden ser el razonamiento, la planificación y
resolución de problemas, el aprendizaje cotidiano a nivel académico o el aprendizaje
basado en la experiencia, el pensamiento abstracto y el juicio son algunos de los
ejemplos principales que se podrían ver en el paciente con la ayuda de evaluación
clínica y de pruebas de inteligencia estandarizadas individualizadas en las cuales a
parte de darnos a conocer el CI de esa persona podemos encontrar indicios de
trastornos cognitivos del desarrollo. En segundo lugar, tendríamos las deficiencias del
comportamiento adaptativo que se producen en el fracaso del cumplimiento de los
estándares del desarrollo que se esperan por parte de la sociedad. Sin un apoyo
continuo por parte de una persona que tenga un buen desarrollo cognitivo, el trastorno
puede empeorar ya que las capacidades adaptativas son menores no habría
participación social, comunicación ni vida independiente. Por ultimo, y en tercer lugar,
el inicio de las diferencias intelectuales y adaptativas durante el periodo de desarrollo
es el principal síntoma de este tipo de trastornos.
El termino diagnostico de discapacidad intelectual es equivalente al diagnostico CIE-11
dentro de los trastornos del desarrollo intelectual aunque en el manual aparece
siempre como discapacidad intelectual.
La gravedad de este trastorno tiene 4 grados:
- Leve
- Moderado
- Grave
- Profundo

El DSM-5 a su vez divide les divide en 3 dominios: conceptual, social y práctico.


Leve: En cuanto al dominio conceptual no se manifiestan síntomas, en cambio en la
adolescencia y adultos comienzan a apareces dificultades en el aprendizaje. Incluso en
adultos existe un grado de dificultad para el habla. Dentro del dominio social, son muy
parecidos los procesos de desarrollo en todas las edades, la comunicación y las
conversaciones no suelen estar muy relacionadas con la edad ya que no presentan la
madurez suficiente. Por último, en el dominio práctico presentan ciertas dificultados en las
tareas de la vida cotidiana ya que puede llegar a costarles tareas complejas.
Moderado: A diferencia del anterior, aquí en la fase conceptual se deja ver ciertas
actividades escolares que se desarrollan de forma lenta y con complicaciones. En adultos
el desarrollo de esas aptitudes académicas es muy básica y mínima. En el dominio social
el lenguaje tiende a ser bastante simple y nada complejo. Por ultimo, en el dominio
práctico, tanto en la edad adulta como en la adolescencia o edades inferiores necesitan
ayuda de forma continua ya que muchas de las tareas son realmente complejas para
ellos. Sus habilidades conceptuales y su comunicación son muy limitadas.
Grave: Las habilidades conceptuales del sujeto están muy reducidas. El sujeto no tiene
comprensión escrita ni conceptos básicos como los números, letras etc… En el dominio
social, su vocabulario y gramática en muy limitado. Utilizan frases simples con vocabulario
sencillo. Por último, en el práctico, a este nivel de gravedad no pueden realizar ninguna
actividad de la rutina cotidiana como puede ser comer, el aseo personal o vestirse, al igual
que tampoco pueden tomar decisiones por si mismos.
Profundo: Este ultimo nivel de gravedad, es en el que la discapacidad intelectual esta en
su máximo nivel. A diferencia de las anteriores, aquí el sujeto es una persona totalmente
dependiente de otra persona debido a que no es capaz de usar sus procesos mentales de
forma coherente. Tampoco puede hablar ni comunicarse con claridad ya que según la
patología va en aumento la cognición cada vez es menor.

Dentro de la discapacidad intelectual hay otras patologías diagnosticadas como


retraso global del desarrollo y la discapacidad intelectual no especificada.
- El retraso global del desarrollo esta reservado para los pacientes menores de
años ya que las pruebas que se aplican son difíciles de aplicar de la misma
forma en estos pacientes debido a que están en la etapa del desarrollo de la
comunicación por lo tanto estas pruebas no serían fiables. Esta categoría se
diagnostica cuando se observa que la capacidad del funcionamiento intelectual
no es el correcto y tiende a ser lento.

- La discapacidad intelectual no especificada se reserva por contrario, a los


pacientes mayores de 5 años, en los que el diagnostico se complique y sea muy
difícil de confirmar. Esto se debe a que el paciente puede tener ceguera,
sordera o cualquier otra patología que le impida realizar las pruebas oportunas
para conocer su estado mental, su coeficiente intelectual etc..
BIBLIOGRAFÍA
Navas, P., Verdugo, M.A., & Gómez, L.E.. (2008). Diagnóstico y clasificación en discapacidad
intelectual. Psychosocial Intervention, 17(2), 143-152. Recuperado en 10 de enero de 2022, de
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-05592008000200004&lng=es&tlng=es. 

Trastornos del aprendizaje

Según el dsm5 se consideran trastornos del aprendizaje todas aquellas dificultades


en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas, evidenciado por la
presencia de al menos uno de los siguientes síntomas que han persistido por lo menos
durante 6 meses, a pesar de intervenciones dirigidas a estas dificultades:

1. Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo.


2. Dificultad para comprender el significado de lo que lee.
3. Dificultades ortográficas.
4. Dificultades con la expresión escrita.
5. Dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el cálculo.
6. Dificultades con el razonamiento matemático.
Se consideran problemas del aprendizaje aquellos que afectan la capacidad de
aprender en el área de la comprensión, el habla, la lectura la escritura, la resolución de
problemas matemáticos y la atención. Estos trastornos pueden afectar uno o varios
aspectos del aprendizaje, incluso pueden ir acompañadas de otras patologías que pueden
complicar aún más el proceso de aprendizaje.

La causa de estos problemas no esta relacionada con la inteligencia sino por


causas derivadas por diferencias en la estructura del cerebro y que afectan la forma en
que el cerebro procesa la información. Factores genéticos, exposición al plomo u otras
sustancias ambientales, problemas durante el embarazo debido a sustancias de abuso.

Las discapacidades del aprendizaje a menudo se descubren una vez que el niño
asiste a la escuela y tiene dificultades de aprendizaje que no mejoran con el tiempo. Una
persona puede tener más de una discapacidad del aprendizaje. Las discapacidades del
aprendizaje pueden durar toda la vida de una persona, pero esta todavía puede tener
éxito con el apoyo educativo adecuado. La intervención temprana es fundamental porque
el problema puede agravarse.

Los factores que pueden influir en la progresión de los trastornos del aprendizaje
incluyen los siguientes:
 Antecedentes familiares y genética. Los antecedentes familiares de trastornos
del aprendizaje aumentan el riesgo de que un niño desarrolle un trastorno.
 Riesgos prenatales y neonatales. El crecimiento deficiente en el útero (restricción
grave del crecimiento intrauterino), la exposición al alcohol o a las drogas antes de
nacer, el nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer se han relacionado con
trastornos del aprendizaje.
 Traumas psicológicos. El trauma psicológico o el abuso en la primera infancia
pueden afectar el desarrollo cerebral y aumentar el riesgo de trastornos del
aprendizaje.
 Traumas físicos. Los traumatismos craneales o las infecciones del sistema
nervioso pueden contribuir al desarrollo de los trastornos del aprendizaje.
 Exposición ambiental. La exposición a altos niveles de toxinas, como el plomo, se
ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos del aprendizaje.
Una discapacidad del aprendizaje no indica la inteligencia de una persona. Las
discapacidades del aprendizaje son diferentes a los problemas de aprendizaje debidos a
discapacidades intelectuales y a los problemas de habilidades emocionales, visuales,
auditivas o motoras.

Las discapacidades del aprendizaje son:

 Dislexia. Las personas con dislexia tienen problemas para leer las palabras con
precisión y facilidad (a veces denominada "fluidez") y pueden tener dificultades
para deletrear, entender oraciones y reconocer palabras que ya conocen.
 Disgrafía. Las personas con disgrafía tienen problemas con su escritura. Pueden
tener problemas para formar letras, escribir dentro de un espacio definido y escribir
sus pensamientos.
 Discalculia. Las personas con esta discapacidad del aprendizaje de matemática
pueden tener dificultades para entender los conceptos aritméticos y hacer sumas,
multiplicaciones y mediciones.
 Apraxia del habla. Este trastorno implica problemas con el habla. Las personas
con este trastorno tienen problemas para decir lo que quieren decir. A veces se
denomina apraxia verbal.
 Trastorno del procesamiento auditivo central. Las personas con esta afección
tienen problemas para entender y recordar las tareas relacionadas con el lenguaje.
Tienen dificultades para explicar cosas, entender chistes y seguir instrucciones.
Confunden palabras y se distraen fácilmente.
 Trastornos del aprendizaje no verbal. Las personas con estas afecciones tienen
habilidades verbales fuertes, pero tienen dificultades para entender la expresión
facial y el lenguaje corporal. Son torpes y tienen problemas para generalizar y
seguir instrucciones de varios pasos.

Estos problemas se diagnostican mediante la detección y la evaluación de las


dificultades antes mencionadas. La evaluación puede incluir un examen medico, pruebas
de rendimiento intelectual y escolar acompañadas de una conversación sobre su historia
familiar.

Normalmente el tratamiento más común es la educación especial. Reconocer


puntos fuertes para compensar los débiles. Un niño con una discapacidad de aprendizaje
puede tener problemas de baja autoestima, frustración y otras dificultades. Los
profesionales de salud mental pueden ayudar al alumnado con estas problemáticas a
comprender estos sentimientos, ayudarles a aprender a manejar estas situaciones y crear
relaciones sanas. Algunos recursos de ayuda pueden ser:

 Ayuda extra. Un especialista en lectura, tutor de matemáticas u otro profesional


capacitado pueden enseñarle a tu hijo técnicas para mejorar sus habilidades
académicas, organizativas y de estudio.
 Programa de Educación Personalizada. Las escuelas públicas de los Estados
Unidos tienen la obligación de proporcionar un programa de educación individual
para los estudiantes que cumplan con ciertos criterios de un trastorno de
aprendizaje. El Programa de Educación Personalizada establece objetivos de
aprendizaje y determina estrategias y servicios para apoyar el aprendizaje del niño
en la escuela.
 Adaptaciones. Las adaptaciones en el aula pueden incluir más tiempo para
completar las tareas o exámenes, sentarse cerca del maestro para fomentar la
atención, usar aplicaciones informáticas que apoyen la escritura, incluir menos
problemas de matemáticas en las tareas o proporcionar audiolibros para
complementar la lectura.
 Terapia. La terapia puede beneficiar a algunos niños. Es posible que la terapia
ocupacional mejore las habilidades motoras de un niño que tiene problemas de
escritura. Un terapeuta del habla y el lenguaje puede ayudar a tratar las habilidades
del lenguaje.
 Medicamentos. El médico de tu hijo puede recomendar medicamentos para tratar
la depresión o la ansiedad grave. Los medicamentos para el trastorno por déficit de
atención o la hiperactividad pueden mejorar la capacidad del niño para
concentrarse en la escuela.
 Medicina complementaria y alternativa. Para determinar la efectividad de los
tratamientos alternativos, como cambios en la dieta, uso de vitaminas, ejercicios
para los ojos, neurorretroalimentación y uso de dispositivos tecnológicos.
Jordi Herreros San Víctor
Bibliografía:
APA. (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. DSM-5 (5ª ed.). Madrid: Editorial Médica
Panamericana.

También podría gustarte