Análisis Institucional

UNIDAD 3: ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL

Autora: Amelia Margarita Contreras Tébar

Introducción
En toda intervención de la realidad, se deben establecer líneas direccionales que orienten la
acción y permitan implantar las condiciones propicias para la potencialización de situaciones
benéficas y recursos, así como contrarrestar los obstáculos que se presentan como
limitantes para el trabajo, es decir, estrategias que sirvan como base y eje conductor en la
intervención para hacer más efectivas las acciones de los programas y proyectos, con el
previo conocimiento de que durante el proceso se presenta un flujo continuo de cambios e
innovaciones.

Según Carlos Matus (1993, p. 111), la estrategia emerge de un conocimiento preciso de la

realidad, lo cual da pauta a la identificación de circunstancias coyunturales que pueden
cambiar la situación abordada. Como consecuencia, la estrategia se apoya en un diagnóstico
multifactorial que permite conocer la génesis, dinámica y sentido de evolución de los
programas aplicados por una institución.

Plantear una estrategia de intervención tiene la finalidad de distribuir y aplicar medios, así
como aprovechar fuerzas y condiciones favorables para las diversas acciones. La estrategia
implica un análisis integral que permitirá definir correctamente, por cada uno de los
problemas encontrados en el diagnóstico, los objetivos y metas para seleccionar, a partir de
ellos, las actividades que lleven a cumplirlos; estas actividades incluyen los procesos de
organización, coordinación, supervisión y metodología específica que deberán tomarse en
cuenta para su aplicación. En este proceso, se aplicarán tantos métodos como problemas se
hayan encontrado; por lo tanto, las estrategias pueden dirigirse a sectores sociales,
problemáticas prioritarias, orientación de la intervención, diversos aspectos físicos y
espaciales, optimización de recursos, coordinación de instancias participativas, estructura de
participación existente, etcétera.

Establecer estrategias desde el trabajo social para la intervención en la realidad es muy

importante, ya que éstas permiten garantizar el éxito de las acciones. Los escenarios
planteados permiten visualizar problemas y plantear la forma en que se pueden inducir a
escenarios deseados para la sociedad, con lo cual se evitan los sobresaltos ante cualquier
eventualidad posible.

Temario
 Estrategias

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1. ESTRATEGIAS

Objetivo del tema

Elaborar las estrategias de intervención institucional de acuerdo con cada uno de los
problemas ubicados en el diagnóstico para contribuir en el futuro desempeño de la
institución.

Imagen 1. Tablero de ajedrez

El diagnóstico es indispensable y determinante para llevar a cabo la intervención, ya que

ésta se planteará de acuerdo con los resultados del primero; de esta manera, el diagnóstico
y la intervención articulan un proceso reflexivo, se complementan y orientan.

La coherencia y correspondencia entre la conclusión diagnóstica y la intervención es esencial

en el proceso de trabajo social, no sólo porque éste se funda en el conocimiento teórico, sino
también porque toma en cuenta el conocimiento de la situación problema que se trabaja, la
integración de la teoría y los datos empíricos, ya que son parte de la riqueza del proceso que
realiza (Tello, 2007, p. 6).

Se debe resaltar que, entre los resultados del diagnóstico y la intervención, es necesario un
paso que generalmente es omitido: la elaboración de estrategias. Esto permite plantear
una intervención adecuada y más cercana a la realidad. La construcción de estas estrategias
de intervención implica un planteamiento teórico-metodológico que posteriormente puede y
debe apoyarse en un proceso de planeación para aplicarse; es un espacio de construcción
basado en posturas epistémicas y teorías explicativas, ubicado entre el conocimiento de la
situación problema y el hacer operativo. Se trata de la propuesta concreta sobre los cambios
sociales y la estrategia metodológica para alcanzarlos.

No se debe confundir la estrategia de intervención con el proceso de planeación, ya que a

menudo se piensa erróneamente que son el mismo proceso. La aclaración resulta

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indispensable ya que, en el esquema metodológico básico para trabajo social empleado

tradicionalmente, se planteaba que después del diagnóstico se continuaba con la planeación
y se elaboraban planes, programas y proyectos. Actualmente, antes de elaborar la
planeación, se pretende establecer la construcción de estrategias de intervención, las cuales
son el espacio de reflexión y construcción de una propuesta de trabajo social como
conocimiento que imagina y crea la diferencia para darle un contenido y sentido a esa
planeación.

Como parte de la construcción de la estrategia se incluye el planteamiento de diversos

escenarios, los cuales permiten jugar con la realidad y facilitan la intervención social al
utilizar y combinar la imaginación, el pensamiento analítico y proyectivo, la creatividad y la
viabilidad. Comparar los resultados entre los diferentes escenarios permite ver con claridad
la distancia existente entre cada uno de ellos, así como vislumbrar la factibilidad del cambio.

Esta construcción de escenarios es un método de reducción de la realidad que permite la

comparación entre lo dado y lo deseado, de manera que facilita la ubicación de los procesos
sociales que se necesita cambiar, modificar o transformar. Para la construcción de estos
escenarios, se debe partir del empleo de variables seleccionadas adecuadamente para
representar la realidad encontrada y establecer así una comparación con la realidad
deseada. Por lo tanto, el escenario se construye a partir del espacio sociotemporal donde se
desenvuelve la situación problema y se relaciona con la construcción de los sistemas de
interrelación.

De esta manera, se puede hablar de los siguientes escenarios: real, que presenta una
síntesis de la realidad y cómo se concibe en el presente; ideal, que presenta el horizonte
modificado positivamente de la situación problema, y factible, que presenta el cambio
posible de alcanzar.

Tello (2007, p. 11) señala que la elección de los procesos sociales en que se pretende influir
y la definición de los cambios que se producirán en ellos conduce a definir lo siguiente:

 Puntos de intervención
 Sujetos sociales con que se pretende trabajar
 Procesos, métodos y técnicas que se emplearán
 Contenidos con que se trabajará

El proceso de cambio transita entre el escenario real y el escenario factible o ideal; una vez
definidos los procesos de cambio que se desea desencadenar, es necesario seleccionar las
expresiones sociales donde se intervendrá y construir desde allí la intervención que se
implementará para generar los cambios deseados.

En la intervención, se debe contar con un panorama general que incluya cada uno de los
problemas detectados con el diagnóstico para ubicar las áreas de oportunidad donde el
profesional podría intervenir de manera directa con el planteamiento de recomendaciones
específicas; los problemas detectados se ordenarán de manera jerárquica a partir de los
recursos con que se cuenta, personal y vínculos institucionales. Cabe aclarar en este
momento que la intervención profesional no se refiere exclusivamente a la función del
trabajador social, sino que comprende todas las áreas que conforman la institución; por lo
tanto, si en el diagnóstico se detectan problemas en el funcionamiento de otros

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departamentos diferentes al de trabajo social, también se deben incluir y presentar

recomendaciones para su resolución o buen funcionamiento.

Para operacionalizar cada propuesta, es necesario tener claro lo que se desea obtener con
cada una (objetivo), es decir, se trata de establecer la naturaleza de la situación deseada o
esperada, quiénes constituyen el sector de población beneficiado (destinatarios o usuarios),
el área geográfica a modificar y las actividades a realizar, así como considerar la forma de
organización de las actividades, quiénes las coordinarán y quiénes las supervisarán. También
es necesario especificar la metodología a aplicar si el caso lo amerita.

Resumen
En unidades anteriores se ha establecido que la intervención está determinada por la
investigación que se realiza y el diagnóstico que se elabora, ya que sólo se puede intervenir
lo que se conoce. Por ello, al haber realizado una investigación, fue determinante definir
claramente el proceso de obtención de la información y la elaboración de los instrumentos
requeridos, ya que de esta manera se garantiza que la intervención haya sido fundamentada
en conocimientos concretos de la situación problema y se visualizan los alcances que podría
tener.

Al iniciar el proceso de intervención no se debe confundir la estrategia con el proceso de

planeación, ya que al establecer la construcción de estrategias de intervención se otorga un
espacio de reflexión y construcción de propuestas de trabajo social que forma parte de un
conocimiento que imagina y crea la diferencia al dar contenido y sentido a cualquier
propuesta de intervención.

La estrategia de intervención constituye la unidad conceptual del proceso de cambio

metodológico. Su carácter integrador es fundamental porque sin él, los procesos, métodos y
técnicas empleadas en el área de intervención permanecerían inconexos, sin orden ni
significado de conjunto.

Por lo anterior, el diseño de un proceso metodológico no es sólo la organización de una serie

de pasos e instrumentos; debe fundamentarse en el planteamiento de estrategias que
conduzcan a la claridad en el resto de los elementos. También debe estar antecedido por
una concepción que incluya una visión de totalidad y estrategias integradoras que busquen
incidir realmente en la estructura de los hechos o problemas objeto de la intervención, sin
importar su grado de complejidad.

Una vez detectados los problemas y analizados los posibles escenarios para establecer las
estrategias, es posible elaborar una serie de recomendaciones para identificar aquellas
acciones que resulten más adecuadas para solucionar, mejorar o corregir cada problema
detectado, en este caso, en beneficio de la institución o sus usuarios.

De esta manera, por cada problema encontrado se deberá establecer un objetivo, las
actividades y la forma en que se deberán organizar internamente, así como la distribución
de las funciones para lograr el mejoramiento o resolver el problema encontrado. También
será muy importante establecer los niveles donde se llevará a cabo la coordinación para
realizar las tareas y los responsables, así como las técnicas a emplear para supervisar a los

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participantes; todos estos aspectos constituyen la operacionalización de la propuesta de

intervención.

Para tener una visión totalizadora del análisis institucional, no sólo se requiere incidir en la
estructura de los hechos o problemas objeto de la intervención a través de distintas
estrategias; también es necesario realizar un proceso de recuperación de la experiencia en
forma sistematizada donde se ponga de manifiesto la forma en que se trabajó, el desarrollo
de cada proceso, cómo se sortearon los problemas, obstáculos y dificultades, así como las
relaciones interpersonales de quienes intervinieron. Este proceso de sistematización se
abordará en la siguiente unidad.

Recuerda revisar el material electrónico con el contenido extendido de este

curso para realizar tus actividades de aprendizaje.

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Glosario
Construcción de escenarios
Método de reducción de la realidad que permite la comparación entre lo dado y lo deseado;
facilita la ubicación de los procesos sociales que se desea modificar (Tello, 2008, p. 34).

Construcción de la estrategia de intervención

Espacio donde, a través de un proceso, se pueden diseñar propuestas de conocimiento
mediante el análisis, creando las diferencias para llegar a contenidos donde el centro es la
construcción conceptual del cambio social intencional (Tello, 2008, p. 33).

Escenario
Espacio sociotemporal donde se desenvuelve la situación problema y se relaciona con la
constitución de sistemas de interrelación (Tello, 2008, p. 34).

Estrategia de intervención
Planteamiento teórico-metodológico que posteriormente puede y debe apoyarse en un
proceso de planeación para aplicarse. Es un espacio de construcción, basado en posturas
epistémicas y teorías explicativas, ubicado entre el conocimiento de la situación problema y
el hacer operativo. Se trata de la propuesta concreta sobre los cambios sociales y la
metodología para alcanzarlos (Tello, 2008, pp. 32-33).

Fuentes de consulta
Bibliografía

Ander-Egg, E. (2003). Conceptos, criterios e instrumentos para la programación del

trabajador social; Aspectos principales que comprende la ejecución de programas de Trabajo
Social. En Metodología del Trabajo Social (pp. 109-205). Buenos Aires: Lumen.

Diccionario Enciclopédico UTEHA (Tomo X Ter-Zyw). (1953). México: Unión Tipográfica

Editorial Hispano Americana.

Galeana, S. (1996). Modelos de promoción social en el Distrito Federal. En Modelos de

promoción social en el Distrito Federal (pp. 59-98). México: ENTS-UNAM.

Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (2006). Guía para la

presentación de proyectos. México: Siglo XXI.

Matus, C. (1993). Estrategia y Plan. México: Siglo XXI.

Mendoza, M. (2000). Metodología para el Desarrollo Comunitario. En C. Arteaga (Coord.).

Desarrollo Comunitario. México: ENTS-UNAM.

Ortega, L. (2001). La supervisión en el desarrollo comunitario. En C. Arteaga (Coord.).

Desarrollo comunitario (pp. 149-167). México: ENTS-UNAM.

Documentos electrónicos

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Tello, N. (2008). La construcción de una estrategia de intervención social [Versión

electrónica]. En Apuntes de Trabajo Social. Trabajo social, disciplina del conocimiento (pp.
28-45). México: ENTS-UNAM. Consultado el 8 de enero de 2018 de
http://neliatello.com/docs/apuntes-sobre-intervencion-social_nelia-tello.pdf

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