La planeación Social es la unidad de aprendizaje que permite perfilar al profesional del
Trabajo Social, en la acción social, implica pues demostrar la validez de su capacidad investigativa; la sensibilidad hacia las necesidades sociales que plantean los conglomerados sociales para los que trabajan; el enfoque multifactorial a los diversos sistemas sociales que enfrentan estos. Articula las políticas económicas, sociales y de estado, así como la política misma que se manifiesta en los distintos contextos; local, regional, nacional e internacional, amalgamando todos estos elementos para efectuar propuestas que transformen la manera de pensar y de vivir de las personas, es decir; que se modifique la dinámica social hacia mejores estándares de vida. Pandith Nehru: Planificar —es aplicar la inteligencia para tratar los hechos y las situaciones como son y para encontrar un modo de resolver los problemas" Las Unidades de Aprendizaje con las que tienen una relación directa, son: Problemas Sociales Contemporáneos, Modelos y Niveles de Intervención I Y II; Proyectos de Intervención Social I y II; Sistematización de la Práctica y Políticas Sociales. La Planificación se constituye como una herramienta de trabajo orientada a anticiparse a los acontecimientos económicos, culturales, sociales, educacionales y de salud que afectan a la población, pero con una relativa ventaja de encauzarlos en una determinada dirección. Con relación a este último punto se debe considerar la activa participación de diversos profesionales con conocimientos técnicos y por sobre todo capacitados para visualizar, criticar y encontrar soluciones factibles a los problemas sociales de contingencia que afectan a la sociedad chilena. El Trabajador Social, como un profesional que impulsa el cambio, a través de la investigación diagnóstica debe considerar el análisis de la situación, la cual consiste en recoger informaciones acerca del usuario, su situación, el contexto global, las instituciones y los organismos sociales (incluyendo el organismo empleador del Trabajador Social). Este concepto señala los aspectos esenciales que se deben considerar en un diagnostico adecuado, en cuanto a información de calidad y cantidad, sobre la realidad social a intervenir. Planificar es un proceso que introduce previsión y racionalidad a un curso de acción futuro, por lo tanto, es fundamental para el desarrollo de las funciones del Trabajador Social a niveles macro y micro al interior de una organización. Mintzberg, ha planteado el problema de la confusión reintante en las concepciones prácticas sobre modelos de planificación. Supone una articulación entre objetivos, recursos y presupuestos y también entre estrategias y programas. Propone diferenciar dos tipos de aspectos en que se ha de efectuar el encadenamiento de fines y medios. Primero manejando la dimensión operativa (consecución de objetivos y control permanente) y por otro lado la orientación hacia el conocimiento, información y uso de técnicas de planificación. Siempre postuló que hay que tener mucha prudencia al elaborar algún tipo de programación o planificación, ya que el medio es cambiante y no estático, aludiendo a Taylor cuando diseñaba sus direcciones en forma tan metódica y exacta. Por ende, nuestro rol profesional dentro de la sociedad es amplio y complejo, puesto que incluye elaborar programas y proyectos operativos, diseñar estrategias de intervención, priorizar las intervenciones, aportar datos que demuestren la factibilidad de las acciones seleccionadas, contribuir en la elaboración de políticas sectoriales, detección de demandas, valoración de las necesidades y factores de riesgo, fomentar el trabajo en equipo, fomentar y facilitar sistemas de participación, presentar resultados obtenidos y objetivos logrados, apoyo en la defensa de estrategias, programas y proyectos a desarrollar.
Un programa de acción es cada uno de los ámbitos de trabajo o líneas temáticas
estables que se utilizan para conseguir los procesos y cambios imprescindibles para alcanzar los objetivos que configuran la especifidad del proyecto. Incluyen la definición de temas y el conjunto de procedimientos y técnicas que se utilizan para determinar y organizar las diferentes acciones que operativizan un proyecto. Los programas de acción no son la intervención en sí, pero configuran el marco donde se producirá la intervención. Para determinados autores, los programas de acción equivalen a la programación de las actuaciones educativas. Una unidad de programación es un bloque temático que tiene sentido por él mismo y que, como elemento operativo de la intervención, refleja la concepción metodológica del trabajo educacional y la relación que se establece entre los objetivos, los contenidos fundamentales para el trato de las problemáticas de las que se ocupan y las actividades en las que se concretan. Engloba con orden y unidad interna el conjunto concreto de actividades que realizaremos con los educandos y no son di visibles, ya que perderían el sentido global como bloque temático. Este elemento operativo se relaciona con otras unidades con las que se complementa todo, respondiendo a una estructura superior (el programa de acción). Puede ser el elemento más dinámico y cambiante del proyecto, ya que como espacio desde donde se generan las actividades de intervención se han de ajustar a las circunstancias del grupo y del momento en el que se aplica. LOS ENFOQUES DE LA PLANIFICACIÓN: ENFÁSIS EN LA PLANIFICACIÓN ESTRATEGICA DESDE EL TRABAJO SOCIAL De los enfoques de la planificación, en este apartado se presenta una caracterización sobre la planificación operativa y la planificación estratégica, así como algunas claves de la planificación en Trabajo Social. Caracterización de la planificación operativa y de la planificación estratégica Ambos enfoques de la planificación están presentes en Trabajo Social, verificándose que el enfoque estratégico se está extendiendo en los últimos años a los diversos ámbitos de bienestar social como Salud, Educación, Empleo, Vivienda y Servicios Sociales. a) Enfoque de la planificación operativa. Ha sido el más aplicado en la acción social hasta los años noventa. Desde este enfoque se enfatiza la consecución de los objetivos, la organización de actividades y la maximización de los recursos. Algunos de estos aspectos se reflejan en las siguientes definiciones: a) “La planificación es una actividad racional que tiene por objeto decidir sobre la asignación de recursos escasos en el logro de los objetivos múltiples, a través de medios adecuados para su obtención” (Espinoza, 1984, p.17); y b): “Planificar es la acción consistente en utilizar un conjunto de procedimientos mediante los cuales se introduce una mayor racionalidad y organización en un conjunto de actividades y acciones articuladas ante sí que, previstas anticipadamente, tienen el propósito de influir en el curso de determinados acontecimientos, con el fin de alcanzar una situación elegida como deseable, mediante el uso suficiente de medios y recursos escasos o limitados” (Ander-Egg,1991, p. 7). Más adelante, en este apartado se presenta un cuadro comparativo entre este enfoque y el estratégico, donde se recogen otras características como son los plazos (medio y corto), contexto estable, así como estar centrada en procesos cerrados. b) Enfoque de la planificación estratégica. Surge del mundo empresarial. Cobra una gran relevancia a finales de los años sesenta. Paulatinamente se va introduciendo al mundo de la acción social en los años noventa. En la actualidad cuenta con autores humanistas de la talla de Michel Godet, catedrático de Prospectiva Industrial en París. Para este autor la planificación estratégica es entendida como un proceso que se orienta hacia el futuro que se desea alcanzar, a partir del presente, teniendo en cuenta los cambios que se producen en los entornos (internos y externos) (Godet, 2007). En esta dirección el autor expone: “La planificación consiste en orientar la acción presente a la luz de los futuros posibles y deseados, buscando el máximo de flexibilidad frente a la incertidumbre (Godet, 1991, p. 51). En esta línea, se añade que es un modo sistemático de gestionar el cambio y de crear el mejor futuro posible para la organización, generando procesos creativos y proactivos para identificar los objetivos y realizar las acciones más importantes, teniendo en cuenta los puntos fuertes y débiles de la organización, así como las oportunidades y amenazas del entorno (Medina y Ortegón, 2006). Desde este enfoque se expresa que: “planificar no es predecir (…), sino más bien, adoptar decisiones presentes a la luz de su condición de futuribles. El problema básico que pretende resolver no es lo que se debe hacer en el futuro, sino más bien, qué tendríamos que hacer hoy para conseguir que las cosas deseadas acontezcan en un futuro incierto. Implica de manera inherente, la exploración de las posibles oportunidades y amenazas futuras, para poder abordarlas y combatirlas respectivamente” (Armas; Barranco; Correa; Luces; Pulido y Puyol, 2003, p. 129). c) Diferencias entre la planificación operativa y la estratégica. Abundando en la caracterización de los enfoques mencionados en el siguiente cuadro se reflejan otras características relevantes. ELEMENTOS PLANIFICACIÓN PLANIFICACIÓN OPERATIVA ESTRATÉGICA. Intencionalidad Se formulan objetivos Hacer prescriptivos Se construyen objetivos para la acción Visualización del contexto Estable Inestable Predecible Turbulento Técnicas de Intervención Estadísticas y proyectivas Técnicas adaptadas a las Escala de medición de circunstancias concretas, actitudes Estudio del entorno según la correlación de fuerzas Proyectivas Árbol de problemas, de objetivos sondeo de opinión Grupos de discusión Triangulación Análisis: DAFO Proceso Cerrado • Abierto Centralizado • Descentralización De planificación • De Planificación y gestión Trata de predecir y diseñar el • Se construye el futuro futuro. desde las decisiones del Directivo, realizado por un presente equipo • Participativo Actores intervinientes Grupo planificador • Todos los protagonistas Desde la cúpula involucrados Desde afuera • Desde la base Con poder dado por el cargo • Desde adentro • Con poder compartido Plazos Medianos • Largo y articulado Corto Evaluación Internos (actores • Interna (actores designados) involucrados) • Externa Autogestionada
Observamos que existen claras diferencias entre ambos enfoques, siendo la
estratégica la que tiene un mayor potencial para abordar las turbulencias y complejidad de la realidad interna de las organizaciones y la externa del medio social, económico, cultural y político. c) Protagonistas en los procesos de planificación estratégica. En Trabajo Social, dentro del ámbito de los Servicios Sociales de las Corporaciones Locales, hemos venido participando en la dirección técnica y acompañamiento en la elaboración e implementación de planes, con enfoque estratégico. Desde estas experiencias, enfatizamos la necesidad potenciar la participación plural cooperativa y dialógica entre los protagonistas, en todas las fases y procesos de la planificación del plan (Barranco, 2004 y Herrera 2006). Dichos protagonistas son: a) la administración, que facilita los recursos materiales y humanos, siendo su responsabilidad pública; b) los técnicos, que son los que han de saber diseñar, implementarlo y evaluarlo, generando cambios que redunden en la mejora de las condiciones de vida de la población. c) la ciudadanía, tejido asociativo, agentes sociales y el mundo mercantil que se han de escuchar en todo el proceso de planificación, seguimiento y evaluación. En el siguiente dibujo se refleja esta interacción.