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Las tendencias humanas

Introducción:
La base del método Montessori es proveer al niño con una educación que responda a sus
necesidades, tendencias y desarrollo. Por ello, Montessori estudió profundamente al niño desde el
nacimiento analizando cada elemento que influye en la construcción del individuo.
En consecuencia, introdujo el término tendencias humanas para referirse a las potencialidades del ser
humano e hizo hincapié en las necesidades humanas físicas y espirituales como el activador de esas
tendencias conducentes a una gran variedad de habilidades.

Definición:
Según la RAE, el término tendencia se define como la propensión o inclinación en las personas y en
las cosas hacia determinados fines.
Y la palabra humana es algo que tiene naturaleza de hombre.
Por tanto, las tendencias humanas pueden definirse como los elementos básicos con los que nace el
ser humano para realizar actividades inconscientemente sin control sobre ellas. Son las potencialidades
que los individuos tienen para desarrollarse ofreciendo satisfacción interna en las personas cuando se
persiguen.
"...las tendencias no cambian y son hereditarias. El niño las posee como potencialidades cuando nace, y las
usa para construir al individuo adaptado a su tiempo. Durante el período del crecimiento humano estas
tendencias humanas asumen diferentes aspectos con la ayuda de los que la Dra. Montessori llamó
'periodos sensitivos'." Tendencias humanas y educación Montessori

Características generales:
- Son universales, es decir, todos los seres humanos las tienen.
- Son permanentes en la vida del individuo.
- Se producen de forma inconsciente y espontáneamente.
- Ayudan al niño en su adaptación al mundo y encarnación de la cultura. Por ello, son como el motor
impulsor que guía al individuo.
- Son potencialidades con las que cuenta el individuo desde el nacimiento para construirse a sí mismo.
- Siempre han existido y permanecen en el tiempo, pero la forma en que posteriormente se desarrollan las
habilidades ha cambiado a lo largo de la historia.
- Además, cada persona las utiliza de una manera única acorde a sus características personales y su guía
interior.
- No producen cansancio sino alegría y energía.
- Trabajan en consonancia con los otros factores determinantes en el desarrollo y crecimiento del niño
como los periodos sensitivos o la mente absorbente del niño.
- Es a través de ellas que las personas adquieren habilidades necesarias para su vida.
- Los individuos pueden experimentar obstáculos o apoyos a lo largo de la vida en referencia a sus
tendencias. Los obstáculos de los niños suelen ser los adultos que los rodean y por ello, éstos deben ser
muy cuidadosos y conscientes del desarrollo de los niños ya que los obstáculos pueden resultar en
desviaciones.
- La educación enfocada en la naturaleza del niño puede responder a estas tendencias y así eliminar
posibles obstáculos.

Clasificación:
Las tendencias humanas pueden dividirse en varios grupos acorde a las características comunes que
comparten entre ellas.

1. Exploración: son aquellas relacionadas con la orientación, el orden y la adaptación. Surgen desde el
nacimiento porque el individuo tiene un impulso continuo a conocer y absorber el mundo que le
rodea y lo hace de diferentes maneras sirviéndose de los sentidos.

2. Trabajo: incluyendo la manipulación, la exactitud y repetición. Cuando el niño trabaja, aprende y


repite lo que hace con el fin de perfeccionar las habilidades que van surgiendo. Experimenta placer
y alegría cuando trabaja incansablemente buscando la perfección.

“Uno no se puede sentir satisfecho consigo mismo, hasta que ha logrado un cierto grado de perfección.”
Tendencias humanas y educación Montessori

3. Mente matemática: como la abstracción, el cálculo, la imaginación y la observación. Son aquellas


tendencias que tiene el ser humano para comprender la relación de causa y efecto, así como de
aprender a optimizar el producto de trabajo que quiere conseguir con el cálculo de peso, distancia,
temperatura…, que han ayudado al hombre a crear nuevos inventos, herramientas y métodos de
trabajo que mejoran la vida del ser humano en general.

“…significa que, en la naturaleza del hombre, la tendencia hacia los conceptos matemáticos existe! El
hombre las ha utilizado en el pasado y las utiliza en el presente, con objeto de lograr todo lo que se
propone.” Tendencias humanas y educación Montessori

4. Transformación de uno mismo: estas tendencias están encaminadas a la construcción de uno


mismo desde el poder que uno ejerce para controlarse a sí mismo y a autoperfeccionarse.

5. Orientación grupal: son todas las tendencias del ser humano que abarcan la comunicación, el
sentido de pertenencia, las relaciones interpersonales, formar una comunidad y socializar. Éstas
hacen referencia al hecho de pertenecer a una sociedad y a las habilidades que desarrolla
paulatinamente el individuo.

No obstante, no se puede hablar de las tendencias humanas sin mencionar las distintas necesidades
que tienen todos los seres humanos. Gracias al surgimiento de la necesidad, la tendencia se activa dando
lugar a las subsiguientes habilidades.
Las tendencias humanas son la base para las habilidades que desarrolla el niño desde el nacimiento,
pero, a su vez, surgen de unas necesidades que se han de cubrir. Es por esto, que, con la evolución de la
sociedad, las necesidades van modificándose adecuándose a la sociedad del momento y las habilidades
que surgen de las diferentes tendencias hacen lo propio.

1. Necesidades espirituales: como la religión, el arte o la música. Guardan relación con la cohesión y la
unión grupal. El individuo se siente parte de un grupo porque los miembros comparten los mismos
valores.

2. Necesidades materiales son todas aquellas dirigidas a cubrir los elementos esenciales que la propia
supervivencia requiere como comer, beber, vestirse, tener un techo o sentirse protegido.

TENDENCIAS HUMANAS NECESIDADES HUMANAS

Físicas
Exploración Comida
Orden Refugio
Orientación Vestirse
Adaptación Seguridad
Transporte

Trabajo
Manipulación Espirituales
Exactitud Religión
Repetición Arte
Cultura
Mente Matemática
Cálculo
Abstracción
Imaginación
Observación

Orientación grupal
Comunicación
Sentido de pertenencia
Relaciones interpersonales
Socialización

Transformación
Autoperfeccionamiento
Autocontrol
Construcción de uno mismo
Las tendencias y el desarrollo del niño
Desde el inicio de la humanidad, el ser humano ha experimentado estas necesidades básicas vitales
para la supervivencia y buscando así la satisfacción, nunca se establece una meta última. El ser humano
está en continuo crecimiento y, por ello, las tendencias humanas siempre serán vigentes en todas las
personas.

Con el nacimiento, el niño comienza su camino que, al principio se basa en cubrir las necesidades
básicas pero que requieren la adquisición de una serie de habilidades relacionadas con las tendencias
humanas comunes a todos.

El primer paso, es la exploración del entorno. El niño, con su “mente absorbente” se ve inmerso en
aprender de manera inconsciente las características de su ambiente, lo que se espera de él y su cultura.

A través de esta exploración, el niño consigue adaptarse al mundo en el que vive. Por medio de la
orientación, maneja y establece los puntos de referencia que le sirven de guía en su vida, y es a través de
ellos, que logra establecer un orden basado en los límites que la orientación ha ayudado a construir.

“Hay en el niño un tipo especial de sensibilidad que le lleva a absorber todo lo que le rodea, y es este
trabajo de observar y absorber lo único que le permite adaptarse a la vida. Lo hace en virtud de un poder
inconsciente que existe en la infancia ... El primer período de la vida del niño es el de la adaptación. Es la
adaptabilidad especial del niño lo que hace que la tierra en la que nace sea la única en la que querrá vivir.”
La mente absorbente del niño

Gracias a este orden externo que el niño obtiene, puede continuar su tarea de exploración del
mundo e ir creciendo. Así es como el ser humano, nunca deja realmente de explorar ya que es un factor
indispensable para su evolución.

Proveniente de toda esta exploración y orden externo, el niño consigue crear un orden interno en el
que se basa el posterior desarrollo y conquista de la independencia, así como su adquisición de la libertad,
ambas necesarias para continuar alimentando su guía interna.

A través del trabajo, continúa el desarrollo de las habilidades asociadas a las tendencias
anteriormente mencionadas. El niño experimenta verdadero placer trabajando, manipulando y repitiendo
los mismos ejercicios que estimulan sus sentidos y que promueven la búsqueda de la exactitud y precisión
por pura iniciativa propia.

Por ello, cuando un ambiente está preparado con los materiales adecuados a este respecto que
además proveen al individuo de oportunidades para responder a sus periodos sensitivos correctamente
siguiendo su “horme” o impulso vital, el niño puede desarrollarse apropiadamente en concordancia con su
propia naturaleza.

Como resultado de conocer el mundo en el que vive, surge luego la imaginación como un factor
muy determinante ya que de ella surge la capacidad de abstracción para comprender cosas que no se
pueden percibir con los sentidos. Se trata de la imaginación considerada como la base sobre la que,
posteriormente, el ser humano construye, por ejemplo, nuevos e innovadores artilugios. Todo lo nuevo
surge así de la imaginación, y por eso, se puede comprender la magnitud de sus efectos y lo necesaria que
es.

El niño, se encamina así al desarrollo de su mente matemática altamente influida por todos los
‘pasos’ andados desde el momento de su nacimiento. Y, es con el soporte de los materiales adecuados, el
niño persigue su tendencia al cálculo y a la observación, ambas habilidades que no pertenecen únicamente
a las matemáticas propiamente dichas, sino a cualquier actividad en la que se embarque pues éstas
requieren control de tiempo, conocimiento sobre las propias capacidades, y comprensión sobre las
posibilidades y situaciones externas e internas.

La tendencia a la perfección y el autocontrol provienen por tanto del desarrollo de esta mente
matemática permanentemente calculando probabilidades. El niño quiere hacer las cosas de forma perfecta
porque es así como siente mayor satisfacción y por ello, repite una y otra vez ejercicios que le aportan algo
nuevo con cada repetición.

A toda esta construcción interior, hay que añadirle las tendencias enfocadas en el aspecto social del
individuo y que requieren de él una serie de habilidades que deberá desarrollar para poder formar parte
del mundo en el que vive.

Es así como aprende a comunicarse adaptándose al contexto, a sus interlocutores… Llega establecer
relaciones interpersonales y a socializar con las personas más cercanas expandiendo luego sus horizontes
hasta poder alcanzar a tener grandes círculos sociales con una gran variedad de relaciones.

Toda ello añadido a su exploración inicial a su “mente absorbente” el individuo adquiere un


sentimiento de pertenencia porque comparte valores, tradiciones, lenguas, actividades, hobbies…, con
muchos otros individuos.

De esta manera, en un ambiente preparado con un adulto preparado y consciente de todos los
elementos que intervienen en el crecimiento y desarrollo del niño, éste será capaz de seguir sus tendencias
humanas que le ayudan a desarrollar las habilidades que le convertirán en un miembro activo y
evolucionado del mundo en el que vive. Se sentirá satisfecho consigo mismo y querrá ayudar a los demás.

Conclusiones
Aunque las tendencias humanas sean un término acuñado por Montessori, el adulto debe ser
consciente de que no son algo subjetivo y cuestionable desde la subjetividad, sino que realmente son
universales y no importa el lugar de nacimiento del niño o sus circunstancias porque estas tendencias
nacen con él y deben ser respondidas.
Los ambientes y materiales Montessori están preparados así para el niño en todos los aspectos
porque tienen en cuenta todos los factores que intervienen en él y también se adhiere a los componentes
facilitadores del crecimiento personal.
La tarea del adulto que trabaja con el niño es, por tanto, ser capaz de ofrecerle herramientas
encaminadas a responder a estas tendencias y de no convertirse en un elemento obstaculizador al
desarrollo.

Bibliografía:
• Montessori, Mario. (1966). Tendencias humanas y educación Montessori. Asociation Montessori
Internationale

• Montessori, Maria. (2014). La Mente Absorbente del Niño. Montessori-Pierson Publishing Company.
Ámsterdam, Países Bajos.

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